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domingo, 31 de enero de 2021

3D no X to Y de Happiness, Manga




Diana: Una buena madre


Capitulo 1

Quiero que sepan que desde que tengo memoria siempre me preste a nuevas experiencias, nunca tuve miedo a probar nada nuevo y resultado de ello es la hermosa vida que llevo ahora. Mi nombre es Diana, soy de Rosario y vivo con mi hijo de 12 años que se llama Javier. Muchos dicen que estoy muy buena, y aunque no le pongo mucho énfasis al cuidado de mi cuerpo como otras, me agrada decir que mi belleza es puramente natural. Tengo 35 años, mido 1.73, peso 60 Kg., tengo el pelo negro corto hasta el cuello. A decir verdad soy algo pechugona, algunas veces me siento mal por eso pero la mayoría de las veces me gusta tener mas que otras; sin mas vueltas les digo que mis medidas son 96-62-91.

Hace bastante tiempo que no salgo con hombres ya me he llevado bastantes decepciones, por eso ahora me dedico solo a mi hijo que es una amor. Pero cierto día vino a mi con una pregunta un tanto extraña....

- ma, ¿las mujeres tienen leche?


- si, pero ¿Por qué preguntas eso?

- porque un amigo me dijo que las mujeres también tienen leche, como las vacas

- si, las mujeres tenemos leche pero no es como las vacas, es... diferente

- ¿como?

- bueno, nosotros no tenemos ubres como las vacas, la leche las tenemos acá (mientras me tocaba las tetas).

- y las personas ¿pueden tomar leche de allí?

- bueno... si, pero no cualquier persona, nuestros bebes cuando son chiquitos, nadie mas

- y yo tome cuando era chiquito, ¿no?

- si, como todos los bebes

- mami, ¿puedo tomar algo de leche tuya?, para acordarme como era porque me olvide

Esa petición me pareció extraña y me puso algo nerviosa, yo no quería hacerlo sentir mal al rechazarlo, por lo que decidí convencerlo de que no era algo correcto.

- eso no esta bien, los nenes de tu edad no toman leche de las mamis

- pero si todavía soy chico, además soy tu hijo, eso no tiene nada de malo

- no Javier, no molestes mas

- dale mami, es un ratito nada mas, para ver como es

En mi cabeza me gustaba la idea de hacer eso, porque a pesar de ser un tanto peligroso tenia la confianza de saber que el no entendía de sexo, pero mi conciencia me decía que no.

- por favor ma, no te cuesta nada, además lo hago una vez y ya esta, dale!!

- no hijo, ya basta

- daleeeeeee!!!

Suspire y lo mire media enojada, me inquietaba la idea pero era mi hijo y me resultaba difícil negarle algo a él.

- bueno... esta bien, pero vos no le podes contar a nadie, ni a tu amiga, ni la abuela, nadie!

- no le cuento a nadie, lo prometo

La conversación había hecho que se me erectaran los pezones y que estuviese algo excitada, pero pensé que era normal por la situación y por lo que iba a hacer. Tome a mi hijo de la mano y lo lleve a mi pieza, cerré la cortinas por seguridad y me recosté en la cama. El me miraba esperando que yo me quitase el seno afuera, eso me daba mucho coraje, parecía que estaba a punto de tener sexo pero era solo una demostración, porque me sentía así?. Trate de nublar mis pensamientos y decidí hacerlo de una vez para que pase todo rápido (les cuento que en ese momento yo estaba vestida con una camiseta negra y una pollera blanca larga, media transparente, estaba bastante linda). Con cierto nerviosismo me levante la camiseta por sobre mis tetas y luego me desabroche el corpiño, no quería sacarme toda la parte de arriba porque me parecía muy morboso.

- ven - le dije

El se subió sobre la cama y me dijo

- guau, son grandes!

- si... son bastantes grandes, ¿te gustan que sean grandes?

- si, me gusta

Me fije en su pene y vi que estaba algo excitado, pero era normal, para un chico ver a una mujer mayor con las tetas al aire y encima de un buen tamaño, yo lo perdonaría.

- apoya tu cabeza sobre mi pecho - le susurre - hace lo que te digo y todo va salir bien

- bueno mama, ¿me vas a dar esa leche?

- si, vas a ver que es bien rica

- ¿de donde la tomo mama?

- de acá - señalándome mi pezón

El tomo con sus dos manitas mi pecho y acerco su boca mirándome de reojo

- dale, seguí así, vas bien

En el momento que sus labios hicieron contacto con mi pezón me estremecí de placer, no pensé que me iba a gustar tanto que me lamiera los pezones, a su propia madre, pero así sucedió.

- así bebe, así, toma la lechita - le dije algo excitada

Javier comenzó a succionarme suavemente, y de a ratos le pasaba la lengua por la puntita haciendo que me moje mas y mas... mis pezones empezaron a gotear un poco de leche materna que él succionaba con gusto.

- sssss, que lindo, chupa despacito que me gusta mucho, ¿viste que rica la lechita de mama?

- si mama... es deliciosa - me decía despegándose apenas de mi pecho

No podía evitar suspirar entrecortado sin dejar de acariciar su cabeza, estaba muy feliz por esa situación y no quería que terminase por mas mal que estuviese. Él pasaba cada vez mas seguido su lengua calientita y mojadita por la punta del pezón, así hasta que dreno toda la leche de mi seno izquierdo.

- ahora le toca al otro

- ¿ese tiene también?

- si, tiene mucha...

Cuando lo corro para mi lado siento su duro pene apoyarse en mi pierna, estaba muy erecto por lo que pude notar en ese momento. Su boca se adueñó rápidamente de mi pezón, lo succionaba algo mejor que el otro, apenas rozándome con sus dientes, con sus manos apretando mis pechos pero sin lastimarme. Yo no podía contener mi situación, así que tuve que apretar la almohada un poco para contenerme, porque sino en ese momento le hubiese hecho una paja con muchisimas ganas y quien sabe que mas. Algo que solo hubiese traído problemas, dulces, pero problemas al fin.

- se siente bien lo que estas haciendo bebe, no pares por favor... mmmmm, mas fuerte que si no no sale la lechita, asi lindo, toda tuyaaaaa

Después de un ratito en esa situación el saca su boquita de mi teta, sus labios tienen un poco de leche todavía que se relame gustoso.

- estuvo muy rica mami, gracias por enseñarme - mientras me daba un beso en la mejilla

- si... sabes que cuando necesites algo me preguntas...

Javier se estaba llendo cuando por mi mente paso un pensamiento que casi me hace llegar al orgasmo. Pude probar en carne propia la lengua de mi hijo y me había gustado mucho, por eso pensé que no seria tan malo que me chupe un poco la... vagina, si, ya se que era una cosa de locos pero solo por un ratito para mostrarle... para que aprenda. De alguna forma pensé que eso estaría bien y antes de que se vaya le dije presurosamente

- oye, sabes que hay otro lugar de donde puedo darte de tomar... algo

- ¿ mas leche?

- no, como un... un juguito rico, ¿queres probar?

- mmmm, bueno, pero de donde?

- por acá - mientras me tocaba la vagina por sobre la pollera

No podía creer lo que me estaba atreviendo a hacer, ¡que mi hijo me chupe! sabia que después de ese día las cosas iban a cambiar si o si, pero estaba tan caliente que quería probarlo de todas formas. Entusiasmada como nunca y con una sonrisa picara en mi cara me levante el vestido por sobre las caderas

- sácame la bombacha así vas aprendiendo para después - le dije a Javier mirandolo a los ojos para inspirarle confianza.

A decir verdad la bombacha estaba algo pegada a mi chucha por los jugos vaginales, eso solamente me causo mas placer, queria que mi hijo viera como me calentaba con sus caricias. Como un buen niño se puso de rodillas frente a mi vagina bien expuesta y me dijo

- no veo nada

Me di cuenta que tenia que guiarlo yo de aquí en adelante, así que me abrí los labios vaginales para que me aprecie bien

- ahora lo ves, es lindo ¿no?

- si es lindo, rosita, huele bien, pero como saco el juguito?

- sabes, pasa la lengüita y sale el juguito, vos pasala por todo alrededor, si mama suspira mucho es porque hace mucho calor...

- ¿si? - me dijo mientras acercaba su cara

- si, no te preocupes por nada, solamente tomate el juguito de mama

Y allí lo sentí, algo que deseaba desde hacia tanto tiempo, un cunilingus delicioso. Pasaba su lengua por mis labios vaginales, no solo por allí sino también por donde esta los pelos. sentía su lengua inexperta por todos mis alrededores, con tanta fuerza que me hacia temblar de placer. De a ratos me abría los labios vaginales para que me chupara por dentro también, era algo realmente hermoso.

- chupa bebe, seguí chupándome que me haces muy feliz, que riiiiccoooooo... siiiiiii

Con una mano inconscientemente lo tomaba de la cabeza, mientras que con la otra me pellizcaba un pezón, que estaba mas duro que nunca.

- mi... niño, chúpame esa cosita dura, que va a salir mas juguito - mientras le señalaba el clítoris

Sentía que su lengua se introducía mas y mas hasta dar con mi clítoris. Fue allí que di un pequeño salto que me hizo gemir un poco mas fuerte, entonces que apoye mis manos en el respaldo de la cama y cerre un poco mis piernas, mientras que Javier me seguía lamiendo a pasar del poco espacio. Sentía como me enrollaba con su lengüita y le daba chupadas fuertes, se podía oír el ruido de su saliva entre mis piernas.

- que rico, te gusta el juguito de tu mami? es todo tuyo y de nadie maaaaass

Luego de unos minutos sentí que ya iba a acabar, no podía creer que estaba sucediendo tan rápido ya que siempre tardaba más en llegar un orgasmo.

- ahora va a salir... mas jugo, toma... tómatelo todito y mama va a estar felizzzzzzzzzzzzz aaahhhhhhh!! siiiiiiii, quee buenooooooo

Las palabras salían de mi como por arte de magia, mientras yo permanecía con los ojos cerrados y con mis manos haciendo fuerzas para no soltarme de la cama.

- ohhhhhh siiiiiiiiiiiiii vamos mi amorcitooo que ya llego allí hijo mioooooo eres el mejooor!!!!

Fue un orgasmo muy grande, la situación lo había hecho algo tan especial que fue exquisito. Su lengua no dejo de moverse dentro de mi en ningún momento, y ya cuando había acabado se bebió lo que aun quedaba mientras yo me limpiaba un poco con la sabana

- si, lindo, limpiemosla bien, tiene que quedar reluciente

- en verdad tenias mucho jugo mami, ¿lo hice bien?

- si mi vida, lo hiciste perfecto, me encanto, digo... me encanto darte jugo para que no tengas mas sed...

- ah, si, gracias mama

- hijo, yo te di de tomar la lechita, ahora te toca que vos me des a mi ¿esta bien?

- si, pero, ¿como se hace eso?

- dejame que yo se como, vos solamente recostate y descansa...

Ya había pisado bastantes tabúes como para detenerme allí, hubiese sido muy cara dura hacerlo, así que me dedique a pasarla bien con mi amor de toda la vida. Por fin llegaba el momento de desvirgar su lindo pene, lo iba a amar hasta el cansancio y le iba a dar todo lo mejor de mi como el lo había hecho.

Me puse sobre mis rodillas e hice que Javier se acostara en el sillón, siempre tratando de mostrarme tranquila para convencerlo, porque no hubiese existido mejor momento. Lentamente baje su pantalón, después la ropa interior y así deje libre su herramienta. A decir verdad era un pene de tamaño normal para su edad, pero sin estrenar... eso me excitaba.

- que linda cosita que tenés hijito - le dije con tono de inocencia

Ahora Javier se mostraba algo agitado y excitado por el cambio de papeles, igual parecía disfrutarlo. Con suavidad corrí su cuero para dejar a la vista el glande, rojo y con algo de lubricación. Le di un beso en la puntita y pude sentir el sabor, ese sabor a sexo que solo un hombre te puede dar, seguido le pase la lengua para marcar mi territorio. Pude sentir como mi hijo se estremeció y se movió un poco, como queriendo escapar. Yo lo tome de su cola sin darle opción y me comí su pija entera. Siempre me dijeron que era buena haciendo eso, por lo que pensé que no iba a pasar mucho tiempo antes de que él se descargara. Empecé a lamerlo pausadamente, mientras que de a ratos levantaba mis ojos para ver las caras que ponía mi niño, era increíble como la estaba pasando. Llevaba su pene hasta el fondo, lo rozaba con mis dientes, lo cubría con mi lengua y lo dejaba salir. Después de un rato muy placentero de estar haciendo ese trabajo, me di cuenta que Javier ponía cierta resistencia, así que deje de chuparlo y lo empecé a masturbar con mi mano mientras le decía

- que pasa, ¿no quieres darle lechita a mama? tengo mucho sed y quiero tomar tu leche calientita, dale a mamita todo lo que tenés guardado, no aguantes más mi bebe, deja que salte y que me bañe toda...

Yo se por experiencia que las palabras juegan un papel importante en el momento justo, y es por eso que las use allí, no veía la hora de sentir todo su jugo en mí. Lo lamí unos segundos mas y me di cuenta que ya estaba listo para acabar, él otra vez se quiso correr por yo lo apreté mas hacia mi, mientras esperaba con la boca abierta sin dejar de masturbarlo... y no tardo mucho en correrse. Fue hermoso ver su pene palpitando en mi mano mientras despedía su semen, por primera vez. La mayoría de los chorros entraron en mi boca, algunos pegaron en mi mejilla y lo demás se posaron en mi mano. Cuando pude saborear lo que tenia en la boca, me pare sintiendo la humedad de mi panocha y le dije

- ¿viste que no era tan difícil darle leche a mamá?

- si, se sintió muy rico acá abajo, ¿siempre se siente así?

- si, siempre, y ya sabes, cuando tengas ganas de hacerlo vos solamente pedime, sin vergüenza, que a mi me gusta tomar tu lechita, y si queres tomar de mi lechita tambien.

- esta bien

Primero me limpie la mano y luego lo ayude a vestirse. El se fue muy contento afuera, mientras yo me quede pensando en que no iba a pasar mucho tiempo antes de que le diese otro tipo de placer, quizás aun mejor que este.

Capitulo 2

Habían pasado ya 3 años desde que sucedió esa tarde tabú con mi hijo. Las cosas se pusieron más relajadas en casa, nuestro humilde hogar. Javier ya tenía 15 años y se estaba convirtiendo en un hombre, muy guapo por cierto. Desde aquella vez en que nos masturbamos mutuamente nada habia pasado entre él y yo. Al principio yo estaba deseosa de tener sexo con Javier, pensando que no faltaría mucho para que lo hicieramos. Pero a medida que pasó el tiempo él no abordó el tema y yo tampoco. Lo que había pasado fue por un momento de calentura que no pude aguantar y yo ya no esperaba que se vuelva a repetir, estábamos bien así. De vez en cuando Javier me pedía uno que otro consejo sexual con un trato de broma, que yo respondía gustosa sin salirme de mis estribos.

Pero como todos saben, nada dura para siempre y tarde o temprano las cosas vuelven a ser lo que eran. Los días pasaban rápido y yo me sentía cada vez más nerviosa, ansiosa por así decirlo. De noche me encontraba imaginando (en contra de mi voluntad) que mi hijo me hacia suya con su gran miembro. Escuchaba en mi mente el ruido de la cama rechinando, golpeando contra la pared cuando me penetraba y nuestros cuerpos resbalando por el sudor, con ese pensamiento me masturbaba casi todas las noches. Llegue a creer que lo que pasó con Javier no me había afectado, pero allí estaba yo, una madre deseando a su hijo por ser justamente eso, su hijo. Luchando contra mis pensamientos llegaba a la cuenta de que la idea no me parecía tan mala, pero enseguida nublaba mi mente al pensar en las cosas que sobrellevarían hacerlo de nuevo con él... no! era inconcebible, ni pensarlo.

Casi sin darnos cuenta, el invierno había llegado y junto a él la necesidad de buscar calor en los brazos de un amor. En esta época siempre me sentía sola, desolada y triste porque no había nadie que me dijese que me quería, ni que limpiase las lagrimas de mis ojos. Estoy segura que esa fue la razón por la que sucedió lo sucedió... Las hojas de los árboles ya habían caído y el paisaje se notaba vació. No había nada que hacer en la casa ni nada que pudiese remediarlo. Javier estaba viendo en la televisión. Me puse a observarlo sin que me viera para entender lo que había en su cabeza, era un adolescente tranquilo y eso era bastante raro. En ese momento recordé todo lo que había disfrutado con él, y todo lo que podríamos hacer todavía, más que nada ahora que esta más crecido. De repente las ganas de tener sexo con mi hijo se hicieron insoportables, quería probar de nuevo su miembro, hacerle probar mi vagina para que sepa lo que era el verdadero placer. Trate de veras de apaciguar ese deseo que estaba emergiendo de nuevo, pero por mas que hacía cualquier otra cosa para distraerme no perdía las ganas de cogerme a mi hijo. Me decidí finalmente por hacerlo, para que aprenda como la primera vez (sabia que me mentía a mi misma pero era la única forma de pensar que todo eso estaba permitido para nosotros).

La noche cayó rápido, la luna se alzaba gigante sobre el cielo negro, rodeado de estrellas que iluminaban mi rostro y mi cuerpo. Estaba vestida con una camiseta verde oscura y con un pantalón vaquero, no estaba maquillada, solo tenia el pelo atado hacia arriba (ya que me lo deje largo) y unos aritos de color dorado. Era el momento adecuado, debía hacerlo como lo había pensado o me quedaría siempre con la duda, pensando como hubiese sido. Para estar más cómoda en el momento me quité el pantalón y fuí a la habitación de mi hijo (que recién se había acostado) solo con mi braga puesta. Me encaminé a mi destino, preparada o no, pero sin dudar. Antes de abrir la puerta pensé que tenía manejada la situación, que podría inventar una excusa tonta para obtener lo que quería, pero en el segundo que puse el pie en su cuarto las palabras salieron de mi boca como si no fuese yo quien estaba hablando sino mi corazón.

- quiero que me hagas el amor ahora mismo - le dije ante mi sorpresa

Él estaba recostado en la cama y me miro con asombro. Yo no sabia que hacer, así que atine a decirle

- quiero que me sientas por dentro, ¿no queres...? se que te gustaría porque a mi también me gustaría, lo necesito... te necesito

Antes de que el dijese algo yo ya me había acercado a la cama y estaba apretando su pene por sobre el pantalón de dormir. Lentamente desabroché los botones y lo saque fuera para verlo de cerca, bastó solo un par de caricias para que se pusiera duro. Ahora era más grande por supuesto, más lindo y varonil. Tenia muchas ganas de chuparlo como la primera vez, vi la cara de mi hijo y este no hizo ninguna seña. Pensé que era por lo precipitada que fuí, pero como no se resistía seguí con el encantamiento. Miré su mástil y le di un beso en el pajarito, luego otro, luego otro, pasé mi lengua por su alrededor haciendo círculos. Me retire un poco y empecé a masturbarlo, mientras lo miraba a la cara y me mordía suavemente los labios.

- ¿queres que me la trague toda ahora? decime que queres porque lo voy a hacer de todas formas

El seguía sin responder, pero a mí me daba igual, le iba a chupar el pene que tantas noches me hizo desvelar. Me la metí en la boca de un solo saque y lo empecé a chupar con muchas ganas, como si fuera la primera vez. Con mi mano libre le acariciaba los huevos sin dejar de lamer ese hermoso falo que tenía. Sin previo avisto me eche sobre sus caderas, con las piernas abiertas y flexionadas, el no se dió cuenta pero yo ya había corrido a un lado la pantaleta para dejar libre mi chocha. Tome su verga por la base sintiendo que yo misma temblaba de la emoción, allí, en medio de la oscuridad y en el momento en que iba a meterlo por mi agujero, un repentino miedo me detuvo. No estoy del todo segura que fue pero les aseguro que me hizo sentir muy mal, quizás fue remordimiento o un ataque de moralidad. Sabía que no podía seguir así, me dispuse a terminar con la situación e irme con mucha pena pero sin gloria. En eso estaba cuando siento que el pene de Javier se desliza suavemente dentro de mí. Por quedarme sumisa en mis pensamientos no me di cuenta que las manos de mi hijo se posaron de mis piernas y atrajeron mi vagina a su gran pene, duro pero suave, caliente pero relajante y muy, muy placentero.

- mmmmmmmmmmm - fue lo único que salió de mis labios entrecerrados.

En ese momento volví a ser yo misma, deseosa de tener sexo con él, de llenarme de su jugo del amor y de hacerle vivir un momento inolvidable para ambos. así fue que deje todo pudor detrás y lo empecé a montar con mucha fuerza mientras gritaba de placer y alegría

- si si si!! así, cógeme bien, goza como nunca, disfruta... disfruta como yo... que hermoso que es, es divino, sos divino...

Yo me sentía llorar por el enorme placer que me causaba su penetración. En cambio Javier solo cerraba los ojos y contenía la respiración como tratando de aguantar un poco más, con cierto miedo por mi actitud desenfrenada. Con cierto esfuerzo me quite la remera que traía por sobre las tetas para que Javier me las chupara, pero él seguía duro como una piedra. Yo tampoco tuve mucho aguante y a los pocos minutos me vino un orgasmo rápido, pero fuerte como ninguno.

- aahhhh ahhhhhh ya me esta saliendo, que rico orgasmooooo, así, quédate quieto que yo me muevo... arriba tuyo, dámelo todo, vamos!!!! - le dije fuera de mí

Sentí que la vagina se me apretaba mas de la cuenta, tuve que quedarme quieta y no respirar por un segundo para poder librar el gran orgasmo que me estaba dominando, luego exploté en el grito mas fuerte que dí en toda mi vida, aferrando mis brazos con mucha fuerza al cuerpo de Javier. Después de esto comencé a montarlo de nuevo, pero esta vez más despacio, sin saber si él había acabado o no todavía, lo miré y le pregunté

- ¿me tiraste tu leche adentro?

- no - me dijo - pero... no falta mucho

No quería que acabase dentro de mí, podía quedar embarazada y eso no podía permitirlo de ninguna manera. Velozmente me levante, dejando fuera de mí su pene todavía erguido y duro como madera, lo tome del glande y apuntándolo a mi vagina empecé a masturbarlo frenéticamente para que tenga un lindo y duradero orgasmo.

- ahora si... si!!!, si!!!!, dame tu leche, no aguantes maaaaas!!!, sacala toda, vacíate a gusto, no la desperdiciesssssss - le dije casi gritando con furia.

Su semen salió con mucho poder y choco contra mi vagina mojada y muy roja. Los dos respiramos fuerte y temblamos por el fuerte orgasmo habíamos tenido. De repente todo fue silencio, tan largo como la noche misma. Ninguno de los podía ver al otro a los ojos, parecía algo malo, algo prohibido. Me levante de su cama y me acomode la bombacha mientras el se subía el pantalón. Atreviéndome a verlo sin estar segura de porque, le sonreí levemente esperando alguna respuesta, cualquiera. El también me sonrió pero luego dejo de hacerlo, dándome a entender que estaba tan incomodo como yo en ese mismo instante. Entonces, de la misma forma que llegue, me fui de allí sabiendo que ese encuentro no se volvería a repetir nunca más. Así fue, hasta ahora ninguno de los dos volvimos a mostrar señas de querer hacerlo de nuevo y no creo que lo hagamos mas adelante, sabemos que no podemos dar más de lo que ya dimos y con eso nos basta.

Por Heraldo

Los debutantes

 

Silvio es un joven cesante que consigue un puesto en el precario y sórdido mundillo del porno santiaguino. Su contacto con ese universo de bares humeantes y chicas fáciles comienza a tener efectos en su vida, lo mismo que en Víctor, su hermano menor que sueña con perder la virginidad como corresponde.

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Ee Ketsu, Manga




Mi sobrina Ilieana


En esta ocasión les platicare mis vivencias con una de las sobrinas mas lindas que tengo. Se llama Ileana. Todo empezó cuando al continuar mis relaciones con mis primas, se dio cuenta de lo que hacíamos su mamá y yo. En una emergencia, mi prima y su marido me dejaron encargada a mi sobrina porque ellos tenían que asistir a un congreso en Acapulco y no podían llevarla. Al principio me resistí, pero mi prima me convenció (ya se imaginaran como).

Iban a estar toda una semana afuera y un domingo me la llevaron en la mañana y los lleve al aeropuerto para que salieran a su destino. De regreso a mi departamento, Ileana, que en ese tiempo solo tenia diez años, me platicaba de su escuela y de sus amigas.

Déjenme decirles que ella era una niña muy bonita, de piel blanca y cuerpo delgado, pero ya empezaba a delinearse su silueta femenina, al ir platicando, la miraba detalladamente y en su pecho empezaban a asomar unos finos senos del tamaño de una naranja. Su trasero se marcaba mucho debajo se la falda y sus piernas eran llenitas, realmente hermosas.


Le pregunte que si no se le antojaba algo de comer o alguna golosina. Ella me contesto que no, que lo que quería era llegar a mi departamento y ponerse cómoda, porque los domingos lo que hacia era ponerse de flojita. Al llegar me pregunto que si podía andar descalza, yo que no me acostumbraba a su presencia trataba de complacerla en todo y acepte gustoso. Como me había levantado temprano para recibirla y llevar a sus padres al aeropuerto, me metí a bañar. Al estarme duchando, recordaba a mi prima y la comparaba con Ileana, tan solo de pensar que a la edad de su hija yo le había hecho el amor.

Mi miembro empezó a erectarse y lo acariciaba pensando en mi prima, cuando escuche que tocaban la puerta del baño. Era Ileana que me preguntaba que si me tardaría mucho para salir. Le conteste que no, que ya casi acababa, pero ella me dijo que se quería bañar, que si la dejaba hacerlo conmigo, pero al estar preguntándome la puerta se abrió y entro ella envuelta en una toalla, se veía hermosa, tan angelical, porque sonreía de una manera encantadora.

Yo aun tenia mi miembro parado y ella sin esperar mi aprobación soltó su toalla y se metió en la regadera conmigo, al hacerlo uno de sus brazos rozo mi pene, que termino por ponerse durísimo. Espere su reacción pero ella comenzó a ducharse como si nada. Intente salirme de la tina y ella me dijo que no la dejara sola porque no sabia regular el agua caliente.

La deje que se bañara y la observe detalladamente. Sus pechitos me gustaron mucho porque tenían su aureola chiquita y de color rosita claro. Sus caderas empezaban a ensancharse y sus nalguitas estaban muy paraditas y grandes para su edad. Lo que mas me gusto era ver los labios de su sexo, eran gorditos y no tenia ni un pelito. (su mama a esa edad ya tenia mas que su hermana dos años mayor). Tan concentrado estaba admirando a mi sobrina, cuando ella me tomo del brazo y me dijo: - Tío, por que no me contestas?, yo reaccionaba y le preguntaba que había dicho.

Ella me había preguntado que si la podía bañar, porque su mami lo hacia siempre. Así que tomando el jabón en mis manos, comencé por enjabonarle el cuello, sus brazos, su espalda y sentando en la orilla de la tina, la puse de espaldas a mi, y comencé a enjabonarle los pechos, mas que nada se los acariciaba hasta que el jabón se acababa y los volvía a enjabonar. Ella no decía nada, pero su agitación era evidente, cuando mis manos se deslizaron a su estomago, repego sus nalguitas en mi pene quedando en medio de ellas. Teniéndola abrazada le susurraba en su oído que si le gustaba como la bañaba su tío, ella contesto que si, que nunca se había sentido mejor.

Cuando llego el momento de enjabonarle su sexo, le indicaba que separara un poco las piernas para poder lavarla bien, ella lo hizo y comencé a frotar mis dedos a lo largo de su rayita. Los labios de su sexo eran suaves y carnositos y al mismo tiempo frotaba mi pene entre sus nalguitas. Después de un buen rato de "lavarle" su pañochita, le dije que se volteara quedando frente a mi, mi pene quedo a la altura de su ombligo y comencé a "lavar" sus nalguitas, eran firmes y ricas, viendo que ella no se oponía a lo que yo le hacia, casi descaradamente separaba sus nalguitas y deslizaba mis dedos entre ellas.

Cuando toque su anito ella se movió inquieta. Le pregunte que si la había lastimado o que era lo que había ocurrido. Ella me miro a los ojos y toda colorada, me pregunto que si quería saber un secreto. Para esto ella tenia sus bracitos alrededor de mi cuello, mi PENE sobre su estomago y yo acariciándole las nalguitas.

Le pregunte cual era ese secreto y ella bajando su mirada me contesto: - el otro DIA, vi lo que estaban haciendo mi mama y tu- Yo sorprendido le pregunte que si a alguien le había platicado sobre esa situación y ella me contesto que no. Pero que nunca había visto a su mama así, al principio pensó que ella sufría, porque se dio cuenta que tenia mi "ese" (así le llama ella) en la colita de mama, pero después escucho y vio cuando ella pedía que le metiera todo. Sin dejarme contestar tomando con sus manitas mi pene, me pregunto que si era rico dejarse meter un pito en la colita. Yo no sabia que hacer, así que para ganar tiempo le dije que mejor nos salíamos de bañar y que mas tarde hablaríamos del tema. No muy convencida, se dejo enjuagar y después la envolví en una toalla y nos fuimos a mi recamara.

Ella salto en la cama y así enredada en la toalla, se sentó y me pidió que por favor le contestara que que se sentía tener un pito en la colita. Yo le dije que era muy niña para saber eso, que cuando creciera ella misma lo iba a comprobar. Además que yo no sabia, porque a mi nunca me habían hecho eso. Ella insistió, preguntando entonces que era lo que yo sentía al metérselo en la colita de su mama. Le conteste que muy rico. Pero que ya no quería hablar del tema. Ella se paro en la cama y me dijo: -bueno, si no me lo quieres decir, le voy a preguntar a mi papa, el si me va a decir que es lo que se siente.

Además le voy a contar que esa curiosidad surgió porque te había visto a ti, meterle el pito a mi mama- ¡válgame Dios¡ esta niña salió igual a su mama. Así que sin decirle nada, me acerque a ella y le quite la toalla, le dije:- siéntate en la cama y vas a hacer todo lo que te diga- Ella de inmediato se sentó y colocándome enfrente de ella tome mi pene con mi mano y le pedí que abriera la boca, ella obedeció y le metí la cabeza de mi PENE al tiempo que le decía que lo único que debía hacer era chuparla como un dulce, lamerla como un helado, succionar como una mamila y sobre todo, no usar los dientes ni morder.

Ella mirándome a los ojos comenzó a deslizar su lengua por mi glande, hasta que solo se dedico a succionarla. Me preguntaba si estaba bien como lo hacia, le contestaba que si y ella encantada volvía a mamarme el pene. Rato después, sentía que mi esperma estaba por salir, pero no quería terminar aun, esta niña me estaba volviendo loco, así que tomándola por los hombros, le indique que se acostara en la orilla de la cama, me pregunto que si ya le iba a meter mi pito en su colita, le dije que si, que me esperara, fui a la cómoda por crema, ella seguía acostada y viéndome lo que hacia, comencé a llenar mi miembro con toda la crema posible. Ella me pregunto para que era eso. Yo le respondía que para que no le doliera mucho y para que entrara mejor.

Ella, preocupada me dijo: - tío si me va a doler? Yo le conteste que si ella cooperaba poniéndose flojita, todo seria muy rápido y ella comenzaría a gozar al tenerla adentro. Así que levantando sus piernitas, le dije que tomara sus rodillas con las mano y las separa. Al tratar de colocar mi pene en su anito, ella como que dudo y le pregunte que si estaba bien. Ella me contesto que de los nervios le habían dado ganas de ir al baño. Así que levantándose, se metió en el baño. Yo me quede con mi miembro duro y lleno de crema.

Al regresar me dio un beso y me dijo que ya estaba lista. Se acostó nuevamente y le dije que mejor separa sus piernas y con sus manos abriera sus nalguitas para poder metérsela mejor.

Ella paso sus bracitos por su atrás de su espalda y levantando sus piernitas, abrió sus nalguitas. Ver su anito color rosa, me excito mas de lo que estaba y colocando mi glande en su arrugado conducto, empecé a tratar de meter mi PENE, pero por la cantidad de crema que tenia se resbalaba hacia arriba o abajo. Le indique que mejor se pusiera bocabajo en la orilla de la cama y que me ayudara separando sus nalguitas y haciendo su colita hacia atrás, colocándome atrás de ella, tome mi pene y lo forcé en su apretado hoyito.

Sentí claramente como se ponía tensa, así que besando su cuello, le susurraba que se pusiera flojita, al relajarse un poco, mi glande entro en ella, al sentirlo, volvió a apretar su esfínter y sentí como que me ahorcaba el pene, comencé a besarle el cuello y la espalda, diciéndole lo mucho que la quería y que me encantaría que ella misma empujara su cuerpo hacia atrás, para que elle solita se metiera mi pene, ella solo movió la cabeza afirmativamente y sentí como mi pene entraba poco a poco en ella, cuando estaba enterrado a la mitad, me dijo que sentía muy rico, pero que no me moviera mucho, porque le dolía un poco.

Deje que se acostumbrara y cuando ella ya no sentía molestia, la tome por la cintura y la obligue a que se parara sin sacarse mi miembro, ya de pie, giramos y me senté en la cama, ella quedo entre mis piernas con medio pene en su anito, le dije que ella solita se sentara para que entrara todo, ella empezó a bajar hasta que mi pene estaba alojado completamente en ella, yo comencé el mete y saca, primero suavemente y luego un poco mas rápido. Era maravilloso sentir de nuevo un culito apretado y nuevecito, le dije que no iba a durar mucho y ella no comprendía porque le decía eso, así que tomándola de la cintura, sacaba casi toso mi pene y luego lo enterraba completamente, cuando ya no aguantaba se lo enterré hasta los testículos y comencé a derramarme en su recto.

Me había venido como nunca y quedamos trabados. Le acariciaba sus pequeños pechitos y le besaba el cuello. Aun con mi miembro adentro, me dijo que le había gustado sentirme adentro, pero que al final sintió que la había mojado por dentro, que no sabia que había pasado. Le explique que era "venirse" y que los hombres al terminar de coger, siempre arrojaban su esperma. Ella me pregunto que si se podía repetir lo que habíamos hecho. Le conteste que mas tarde, porque me había cansado un poco.

La invite a que durmiéramos un poco y que después le enseñaría mas cosas relacionadas al sexo. Ella se alegro y al separarse de mi mi, vi como su ano dejaba salir mi esperma escurriéndole entre las piernas hasta sus tobillos. Tomado unas toallitas húmedas, la limpie, me limpie y nos acostamos. Pensé que iba a ser una semana muy emocionante, así que no quise enseñarle todo en un día, me imaginaba que si cuando la penetrara por su panochita, iba a ser mejor que con su mami, cuando tenia su edad.

Por Oso

miércoles, 27 de enero de 2021

Frat Party


Duffy, un ex rey del campus de las aventuras de una noche y los tríos pervertidos, tiene una última explosión la noche anterior a su boda. Antes de llegar al altar, tendrá que sobrevivir a masajistas asiáticas, ex novias cachondas, strip-pong de cerveza, trampas explosivas S&M y las tentaciones de la superestrella del cine para adultos.

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Kyoushi Taiken, Manga




Mi prima Romina


Hola, mi nombre es Eddy tengo 18 años, soy de México, de Sonora, vengo de una familia con buena posición económica, eso si, no somos ricos aunque si gozamos de algunas comodidades y lo que paso sucedió apenas hace 2 semanas, mi familia es grande, por parte de mi papa tengo 5 tíos y dos tías, por parte de mi mama 4 tías y un 2 tíos, así como una infinidad de primos y primas de todas las edades, colores y sabores.

La co-protagonista de mi historia se llama Romina, ella tiene 13 años, es algo alta delgadita pero bien formada, su cuerpo en si es como el de una modelo solo que mas pequeña, es bonita, muy bonita, tiene unos senos y un trasero en formación, quizás en uno o dos años mas ya crezcan bien. Es muy linda en verdad, sus ojos son negros su cabello castaño que le llega hasta mas debajo de los hombros, casi llegando a la mitad de su espalda, lacio, brillante y sobre todo con el mas fino aroma que deja un tenue rastro por donde sea que pasa.

Una mañana 3 días antes del día en cuestión me levante a desayunar, pero no había nada de comida, ni siquiera esas sopas instantáneas.

Decidí ir por comida a una taquería que esta algo retirada, pero el dueño es amigo mío y siempre me regala uno que otro desayuno, así que tome las llaves del coche y al abrir la puerta para salir de mi casa me doy cuenta de que no hay ningún coche, excepto el mío, se me hizo bastante extraño eran las 8:15 y no había ningún coche tampoco había ruido alguno en mi casa, el periódico estaba afuera de la puerta, lo tome y lo deje dentro de la casa, cerré con llave y me fui por la comida, tarde algo así como 30 minutos, faltaban 15 minutos para las 9:00 am y yo estaba a punto de comer cuando suena el teléfono, era ella, no me sorprendió que me llamara porque suele pedirme ayuda con algunos problemitas que tiene con su computadora, tiene pocos días aprendiendo a usarla y se traba con cosas simples, me dijo que no podía imprimir unas tarjetas que quería regalarle a sus amigas y le dije que revisara el cable que estuviera bien conectado y que revisara también la toma de corriente de la impresora, me dijo que todo estaba bien, así que acorde ir con ella en un par de horas mas para revisar que todo funcionara bien. Seguí comiendo, mi familia ni sus luces, pensé que mis hermanas y mi mama habían salido de compras o algo así, y mi papa obviamente estaba trabajando desde temprano así que tenia la casa para mi hasta la 1:00 pm, me dispuse a bañarme y mientras lo hacia sonó el teléfono, no podía contestar así que espere hasta terminar de bañarme para ver si llamaban de nuevo.


Espere 10 minutos en lo que me cambiaba y entonces revise si tenia algún mensaje en la computadora, tenia un correo nuevo nada mas, pensé que era algo de publicidad así que lo abrí con intenciones de borrarlo, me sorprendió que era un correo de mi prima, me decía con muchos errores de ortografía que "tu teléfono no sirve o no estas...", "...ven rápido, ya no quiere prender nada, todo se trabo" yo pensé que había borrado algo como ya le había pasado anteriormente así que me puse los zapatos y corrí al coche de nuevo, me dirigí a su casa y tampoco vi ningún coche ahí, pareciera que la tierra se trago a los papas, se me hizo tan extraño, así que toque y la puerta estaba entreabierta, entre y grite "Romina?, Tía?, hay alguien aquí?".

De pronto aparece ella con un shortsito apretadito y una blusita que hacia ver sus tetitas como medias naranjas apretaditas sin sostén, dejando sus pezoncitos marcados en la delgada tela. No me considero un zorro pero la mirada que le di decía lo contrario, me recibió con un beso en la mejilla y un abrazo que me dio oportunidad de mirar a su trasero al rodearla con mis brazos, ella es alta para su edad, tiene unas piernas largas y diría que estamos a la medida, solo cinco años de diferencia pero pareciera que ella tiene la misma edad que yo de no ser por que su carita angelical delata menos edad, su cuerpo dice lo contrario.

Pensaba que era ella muy retraída, ya que cuando había fiestas familiares no solía juntarse con los primos de su edad sino que prefería de vez en cuando acercarse a donde nos encontrábamos reunidos los de mas edad, pero por ser pequeña no le prestábamos mucha atención en el grupo y siempre se quedaba de oyente escuchando nuestras platicas cada vez mas maduras. Regresando al primer encuentro, tan pronto como termino de saludarme me llevo hasta la computadora que estaba en su cuarto, note que había sido movida de lugar y me dijo "la cambie de lugar ayer porque limpie mi cuarto y cambie algunas cosas..." le dije "que tal si dejaste un cable mal conectado?" entonces dirigí mi mirada hacia donde se encontraba la impresora y ahí estaba el problema, el cable de la impresora no estaba conectado, pero no estaba flojo sino completamente desconectado, los seguros no estaban puestos, mas bien parecía algo premeditado, así que le dije "ya vez tonta, estaba desconectado el cable", respondió "que pena contigo, debió salirse cuando la cambie de lugar". No importa, estas cosas pasan, le dije.

(Romina) Pero te hice venir desde tu casa por una tontería, permíteme invitarte algo de comer

(Eddy) No es necesario en verdad, además ya comí

(Romina) Bueno, ¿Qué tal algo de tomar?

(Romina) Se donde guarda mi papa el licor

(Eddy) Que te pasa? Eres apenas una niña y ya andas tomando licor?

(Romina) Apenas si lo he probado, ¿Qué tiene de malo?

(Romina) Además, te he visto a ti y a mi hermano tomarlo cuando hay fiestas

(Eddy) Es diferente, tu eres mas pequeña, eres una niña!!

Se enojo por mi comentario y se tiro en su cama boca abajo y comenzó a llorar apretando la almohada con sus manos y en eso me acerco a donde esta ella y me siento en la orilla de la cama.

(Eddy) No fue mi intención hacerte sentir mal, perdóname

(Romina) Porque todos creen que soy una niña??

(Romina) Tengo 13 años, y me tratan como si tuviera la mitad

(Eddy) Es que eres de las menores y por eso te cuidan mas

(Romina) Ya he crecido, que no me vez? Tengo senos y ya me baja.

(Romina) Me gustaría irme de aquí, detesto como me tratan

(Eddy) Tranquila, no digas eso, harías sentir muy mal a las personas que te queremos

(Eddy) En especial a tus papas, se morirían si supieran que te fuiste

(Romina) Nadie me quiere...¿Tu me quieres?

*Me detuve un momento a pensar que decirle exactamente para evitar que siguiera llorando así que después de pensarlo unos segundos...

(Eddy) Si te quiero, te quiero mucho, eres mi primita consentida *Me acerque a ella y le di un beso en la frente y tome su mano.

(Eddy) Estas pasando por cosas extrañas, te entiendo, a tu edad eso se comprende, es muy difícil la pubertad pero en un tiempo ya pasara.

(Romina) Cuando tenias mi edad en que pensabas?

(Eddy) No dejaba de pensar en mujeres, me masturbaba mucho, estaba muy caliente casi todos los días y no podía hacer nada para remediarlo excepto ver pornos o revistas cualquier cosa...te soy honesto.

Nos reímos un momento, comenzó a decirme que ella también sentía ganas de tocarse su cosita casi todos los días y que sentía la necesidad de estar con un hombre, me dijo que le gustaría que la besaran, que la tocaran porque sentía un ardor en su cosita cuando pensaba en alguien.

(Eddy) Es muy normal, ya se te pasara y cuando tengas novio vas a ir aprendiendo poco a poco.

*La platica se estaba poniendo caliente y yo aun mas así que cambie de tema rápido.

Le pregunte si sabia a donde andaban sus papas y me dijo que estaban todos en el rancho de mis abuelos, se me hizo tan extraño y entonces me dice que mi abuelita se enfermo y que estaban todos los tíos allá, ella no había querido ir con el pretexto de que se sentía mal y yo estaba tan dormido que dudo mucho pudiera escuchar algo cuando salieron todos.

Me dijo "tengo la casa para mi sola" a lo que le conteste "igual yo, voy a ver películas todo el día", recién habían empezado las vacaciones así que teníamos todo el día sin hacer nada, le sugerí que si quería pasar un día de estos en mi casa para que no se aburriera y tuviera alguien con quien platicar así que yo con intenciones de hacerla sentir bien le ofrecí llevarla a mi casa en ese momento.

Teníamos un par de horas antes de saber de nuestros papas, mi abuelita se había enfermado varias veces y estaba algo grave, así que los familiares iban en turnos por así decirlo, durante los 2 días siguientes mis papas y sus papas habían estado visitándola un par de veces así que un día, el día en que todo sucedió, resulto que por la mañana me informan que mi prima se iba a quedar sola, que necesitaba quien la cuidara y me ofrecí argumentando que tenia trabajo pendiente y como no podía ir a visitar a mi abuelita podría ella quedarse en mi casa, en mi familia nadie tiene malas intenciones excepto yo pero todos lo vieron como única opción así que mis tíos la dejaron por la mañana muy temprano, y partieron junto con mis papas, la oportunidad era única, solo ella y yo, todos los demás primos se encontraban con mi abuelita (Les encanta juntarse sin importar si es un velorio, una fiesta o una simple reunión), mis papas habían dejado comida y dinero para comprar en caso de que se nos ofreciera algo mas, me despertó ella diciendo que ya se habían ido todos, yo estaba en mi cama y sentí una presencia en el cuarto, en lo que quiero voltear y abrir mis ojos ella me toma con sus manos y me cubre el rostro, yo le dije ¿Quién eres?, ella contesta "tu prima consentida" no me percate de que ella estaba posada sobre mi pelvis y en eso llego un aviso a mi cabeza diciendo PELIGRO, tenia una de esas tremendas erecciones matutinas que no se quitan fácilmente, ella estaba posada sobre mi y yo estaba solo cubierto por unas sabanas, tenia puesto un bóxer pero mi pene salía por entre la ranura y entonces me quede quieto a ver si no se daba cuenta.

Ella intento quitarme la sabana para despertarme y en eso ve mi pene en todo su esplendor, yo a pesar de mi edad comparado con algun amigo y otro primo yo sabia que mi pene no era tan grande como debería, de hecho investigue y llegue a la conclusión de que no era del tamaño adecuado, pero sus ojos parecían estar viendo algo descomunal, nunca me sentí reprimido ya que me acepto tal y como soy y ella me vio tal y como soy, en la familia el sexo se hablaba abiertamente y conocíamos lo esencial, ella me dice "todos los días lo tienes así?" yo le dije "solo cuando estoy excitado, si, todos los días", reímos un rato y me vestí mientras ella encendía el televisor así que salí con un short y una playera y la vi a ella en la sala recostada en el sillón con las piernas entrecruzadas, le dije que se veía muy bonita, volteo y me sonrió, me acerque al otro sillón y me senté, estábamos viendo una película algo subidita de color y me dice "a cuantas mujeres has besado?" le respondí "a dos nada mas", no me importo mucho la pregunta ya que seguía algo apenado por que vio mi pene pero trate de no pensar en eso.

Pasaron unos minutos y voltea a verme, yo seguía viendo la película y vi de reojo que me miraba detenidamente, se levanto y se recostó junto a mi.

(Eddy) ¿Qué tienes, te noto extraña?

(Romina) Estoy cansada de lo que siento, a veces me dan ganas de besarte y de tocarte

(Romina) Ahora que vi tu miembro me daban ganas de agarrarlo y comérmelo a mordidas

(Romina) Me masturbo todas las noches pensando en ti

*Me quede frió con lo que me dijo pero al ir saliendo las palabras de su boca me entro un morbo y además tenia una especie de deseo reprimido, quería hacerlo pero era algo prohibido. No pude contenerme y la bese suavemente, sus ojitos se cerraron mientras mis labios jugaban con los suyos y la muy chiquita ya sabia besar bien, me gustaba como su boquita se abría y frotaba sus labios con los míos.

(Eddy) Tenia ganas de probarte desde hacia un tiempo.

(Eddy) Quisiera poder hacerte mía, pero no esta bien.

(Romina) Porque crees que estoy aquí?

(Romina) Estoy aquí para ti...mi primito consentido

(Romina) Hace unos días decidí que iba a hacerlo contigo, siempre he tenido ganas y creo que ya estoy lista.

(Eddy) Tienes 13...

*Me interrumpió subiéndose sobre mi pelvis como lo había hecho minutos antes en mi cama y acerco su carita a la mía y me dio un beso increíble, quede tan asombrado de lo riquísimo de su beso que instintivamente la tome de su rostro y se lo devolví, seguimos besándonos con desenfreno hasta que comenzó a tocarme la entrepierna, le dije que esperara, que no podíamos seguir. Mi boca decía estupideces, todo era mentira, en mi cabeza solo podía pensar en como probar sus lindas tetitas jugosas y esa colita maravillosa.

(Romina) Si no quieres lo entiendo...

(Eddy) Como no voy a querer estar con una mujer como tu, tan bonita y tan agradable

(Romina) Si quieres?

(Eddy) Si, pero ahorita no es el momento, que te parece si lo hacemos en la noche?

(Romina)..

*No dijo nada, tan solo sonrió me abrazo y me beso un rato mas, era temprano así que en el transcurso del día le sugerí que fuéramos a ver una película al cine y acepto.

Me di un baño y me cambie mientras ella veía TV No me había dado cuenta pero lo que traía puesto le quedaba muy bien, era un pantaloncito tipo pescador color negro y una camisa abotonada apretadita blanca, de veras que estaba creciendo y su colita y sus senos estaban madurando.

Al llegar al cine entramos a ver una película romántica que ni sabia ni que existía pero ella quería verla así que entramos y nos sentamos en donde menos luces hubiera, tan pronto comenzó la función ella puso mi mano en su panochita y abrió las piernas, no había mucha gente de hecho estaba casi vació y eso me favoreció ya que podía tocarla sin despertar sospechas, aunque no podía manosearla completamente a mi antojo podía frotarle las piernas y rozar su cosita.

Termino la película y al salir era medio día, aun quedaba mucho que hacer y la espera parecía eterna pero mientras mas deseara el momento mas lo íbamos a disfrutar. Toda la tarde nos la pasamos tocándonos preparando el terreno, mi cuarto estaba listo para la noche y nada iba a arruinar el momento...

Los minutos eran eternos, apenas había pasado una hora desde que salimos del cine y Romina estaba como gatita en celo, lo que hicimos fue ir a rentar películas para matar el tiempo y compramos comida, no me percate de que películas había alquilado ella, nada mas había tomado 2 de un estante y yo otras dos que parecían ser buenos estrenos.

La comida, era comida china, me encanta la comida china y a ella también, llegamos a mi casa y afortunadamente la calentura se nos estaba bajando, vimos las primeras dos películas mías y las horas pasaron, me dijo "que bueno que rentamos las películas" yo le dije "supongo que si", pero no la note satisfecha, me dijo "quiero ver la otra", la puso y de inmediato me imagine de lo que era, la muy cachonda había alquilado "húmedo amanecer" o algo parecido, me prendió de inmediato ver lo "sucia" literalmente hablando en que se había convertido mi primita, le dije "de que será?" así que la vimos, apenas habían pasado 10 minutos de la película y ya habían cogido 2 parejas y nosotros estábamos por ser la tercera, así que la apague, no pude soportarlo y le dije "mas no puedo".

(Romina) Hasta que cediste

(Romina) Cárgame hasta tu cuarto

(Eddy) Soy capaz de llevarte a rastras con tal de cogerte pequeña

(Romina) Me gusta que me digas Peque

(Eddy) Esta bien, "peque", voy a hacerte mujer, mi mujercita

(Eddy) Te quiero tanto chiquita mía

*Ya mas no podía hacer, mi pene me controlaba y en vez de tener neuronas en el cerebro tenia semen y pensaba con mis testículos así que al llegar a mi cuarto, fui desvistiéndome, fui quitando botón por botón de mi camisa y la arroje al piso, ella estaba tendida en la cama frotándose su cosita por sobre su pantaloncito ajustado y acariciándose sus senos, yo por mi parte me quite el pantalón y mi bóxer quedando desnudo completamente, me abalance sobre ella y con una sonrisa en el rostro abrió sus piernas y yo me metí entre ellas subiendo con mi rostro desde su rajita hasta su cuello y comencé a besarla.

Con mis manos fui quitando los botones de su blusita y para mi sorpresa su senos eran ligeramente mas grandes de lo que me había creído, estaban perfectos, completamente redondos, suaves y apretados por su sostén floreado.

Me gusta mucho la ropa interior así como de niña, las florecitas y eso lo chiquito de la prenda se le veía tan bien, me fascina tanto la idea de pensar en mi primita tan chiquita, lo rica que ha de estar por dentro, lo apretadita y jugosita. Proseguí con quitarle el pantaloncito, la voltee boca abajo en la cama y puse mis manos en sus nalguitas, que suaves eran, baje el cierre que pasaba de su cintura unos 10 cm mas abajo y le retire el pantaloncito bajándoselo despacio hasta que ambas piernas quedaron libres y me ofreció una vista increíble de su culito paradito con su calzoncito floreado apretándolo, esa imagen recorrió todo mi cuerpo y estuve a punto de venirme de lo excitado que me dejo.

(Romina) Que tanto miras? Porque no me lo quitas?

(Eddy) voltéate, quiero lamerte tu panochita

(Romina) tendrás que quitarme mi calzón primero

(Romina) con los dientes

*Me tomo poco mas de un minuto pero al fin lo logre, su cosita tenia una matita de pelos apenas creciendo y la rajita estaba húmeda como su calzoncito, le separe las piernas y le bese desde la punta de los pies hasta los costados de su raja, un beso por cada pulgada que recorría a beses tocaba puntos en que le daban cosquillas y otras veces le daba placer, trate de memorizar todas sus zonas erógenas para trabajarlas lo mas posible.

(Romina) me gusta mucho eso que me haces, bésame ahí, mas abajito, ahí!!

(Romina) mmmm, mmm que rico, despacito

(Eddy) te duele?

(Romina) me gusta, mas, así mmmmm mmm

*El aroma era riquísimo, y el sabor de su cosita virgen tenia hablaba por si solo, no hay palabras para explicar el sabor del amor. Seguí por mas de 4 minutos acelerando el ritmo.

(Romina) mmmm así que rico, mas rápido mas rápido mmmm mmmm

(Romina) uh uh uh uh uhhh uhhhhh

*Con esos sonidos tan excitantes de gatita en celo llego su orgasmo y yo estaba preparándome para metersela, paso unos minutos en lo que recobro la calentura y me pose entre sus piernas, con mi cabeza al ras de su pecho, mordisquee sus pechitos y lamí toda la zona entre sus pechos y le deba besitos en su cuello, la deje tan excitada como me fue posible.

(Eddy) voy a metertela, de acuerdo?

(Romina) si, hazme mujer, tu mujer

*Puse mi pene en la entrada de su panochita y lo frote de en la entrada unos segundos, trate de lubricarlo lo mas posible para que le doliera poco.

(Romina) se que me va a doler así que hazlo despacito si?

(Eddy) no te preocupes, no voy a lastimarte chiquita mía

*Empecé a presionar y poquito a poquito fue entrando mi pene, primero la cabeza, al momento en que metía un poco mas sentía su estrechez, que rajita mas ajustada tenia mi peque.

(Romina) despacio, me duele, hazlo despacio

(Romina) ahhhh ahhhhh

*Empuje fuertemente y tope con su himen.

(Romina) ahhhhhhh

*Empuje de nuevo.

(Romina) ahhhhhhhh

*Casi lo lograba, me decidí una vez mas y se la metí fuerte pero con cierta suavidad.

(Romina) ahhhhhhh hayyy ahh ahhh

(Eddy) perdóname peque, es que estas muy apretadita

(Romina) espera tantito, me duele, espera tantito

*Tenia lagrimas en sus ojos que me rompió el corazón en tantos pedazos como lo hice con su cosita, me quede turbado pensando si estaba mal lo que había hecho, pero también pensé en que eso lo deseaba, estaba haciéndole el amor a mi primita, y se sentía increíble su estrechez.

(Romina) hazlo despacito

(Eddy) que calientita estas, me gustas mucho peque

*Comencé a moverme poco a poco como ella me dijo y en unos minutos ya tenia un buen ritmo, sus gemidos eran primeramente de dolor, pero a como los minutos pasaron lo empezó a disfrutar tanto como yo.

(Romina) que rico, es mil veces mejor que lo que había creído, hazlo mas despacio, quiero que dure para siempre.

(Eddy) lo haremos siempre que quieras chiquita

(Eddy) prométeme que serás mi mujercita

(Romina) siempre que quieras tenerme ahí estaré para ti

*Acelere el ritmo, tenia que acabar dentro de ella, lo había esperado tanto y lo tenia que hacer, mi pene me ardía y mis huevos estaban a mas no poder.

(Romina) ahhhh ahhhhh rico, mas mas

(Romina) ahhhhh ahhhhhhhh ahhhhhhhhhh

*Presione tanto que mi pene había desaparecido en su interior, descargue toda mi leche dentro de ella, chorro tras chorro hasta la ultima gota, podía sentir el intenso calor y humedad de los flujos mezclados.

(Romina) mmmmm mmmmm mmmmmm

*Comenzó a temblar en mis brazos y sentía venirse una y otra vez, creo que tuvo varios orgasmos porque con tantito que se movía volvía a gemir una vez mas. Cada vez que escuchaba como se regocijaba de placer me hacia sentir hombre, habiéndola hecho sentir toda una mujer. No puedo describir lo dulce del sentimiento que compartimos pero si puedo decir que la hice mía para siempre.

Dormimos un par de horas y al despertar seguía a mi lado, desnuda, con su bello rostro en mi pecho y nuestras piernas cruzadas entre si, la imagen en mi cabeza jamás se borrara, su figurita de mujer con su rostro de niña es el mas bello recuerdo que tengo, no hemos hecho el amor desde entonces, y me ha mandado muchos correos, no me llama por teléfono para evitar sospechas pero temo que vuelva a pasar, porque si sigo no podré detenerme.

Por IO

martes, 26 de enero de 2021

La fille d’Emmanuelle (AKA The Daughter of Emanuelle)


La hija de Emanuelle, Pussy, le presenta a su nuevo amante y ella sufre un destello de reconocimiento. El hombre estadounidense parado frente a ella parece familiar, más bien como un amante que tuvo unos 20 años antes. Un amante que la había dejado plantada en el altar pero no antes de dejarla embarazada. No puede ser el mismo hombre ... ¿verdad? Bueno, ¿puede?

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Sábanas para recordar, Comix




Silvia ya no es una niña


Esa mañana Adriana se levantó temprano. A eso de las 7. Adriana era una mujer de 35 años, con un cuerpo que muchos considerarían perfecto. Sus ojos eran como su larga melena, más oscuros que el carbón. Aunque según decía su marido, lo mejor de Adriana eran sus pechos, firmes y de tamaño mediano; su culo, redondo y muy duro; y, sobre todo, su forma de hacer el amor; lasciva, insaciable y voraz.

Adriana bajó a la cocina para preparar el desayuno de Silvia, la única hija que tuvo con Néstor, su marido. Eso fue hace ya 17 años, cuando aún eran adolescentes; fue un penalti en toda regla y desde entonces Adriana, Néstor y Silvia comenzaron su nueva vida en familia.

Silvia destacaba por dos cosas: por un lado era una estudiante modélica del último curso del Instituto Bedfords. Por otro lado, aún siendo ya toda una mujer, conservaba muchos rasgos de cierta inocencia infantil. Su tez blanca y repleta de pequeñas pecas, el parecido con la belleza escultural de su madre, sus pechos firmes y pequeños, y su poca experiencia en cuestiones de sexo la convertían en el objetivo de muchos de los chicos del instituto.


Aún con el sueño reflejado en su rostro, Adriana entró en la cocina descubriendo sorprendida que Silvia ya estaba levantada. Llevaba puesto un camisón de ositos muy corto que sus padres le regalaron las últimas navidades. Un camisón de dejaba entrever sus pequeños pezones y parte de una de sus braguitas blancas de algodón que siempre se ponía para dormir. Silvia aún medio dormida le daba los primeros sorbos a un gran tazón de leche.

Adriana: ¡Vaya! ¿ya te has levantado?

Silvia: Sí, es que no podía dormir.

Adriana se sentó junto a su hija y le dio un cálido beso en la mejilla.

Adriana: Venga, cuéntame qué te pasa.

Silvia dudó por unos instantes, como intentando decidir en sólo un par de segundos si contarle a su madre lo que le pasaba o, por el contrario, callarse y no decir nada.

Silvia: Bueno…nada especial, simplemente que me he desvelado.

Adriana: Pero…cariño…¿tienes algún problema en el instituto?

Silvia: No exactamente. Es algo de…

Adriana: De chicos.

Silvia sonrió ligeramente y comenzó a ponerse un poquito sonrojada.

Adriana: Parece que lo he adivinado. Así que hay algún chico.

Silvia: Bueno, digamos que…sí…

Adriana: Vamos, cariño, a mí puedes contármelo. ¿Tiene que ver con el sexo?

Silvia, sonriente y algo resignada se incorporó sobre la mesa para comenzar a relatar su pequeña historia. Adriana le prestaba atención.

Silvia: Vale. Tú ganas. En realidad no ha sido sexo físico. Creo que más bien, Ha sido algo virtual. He tenido…ejem…- Silvia se puso aún más colorada y comenzó a reflejar cierto nerviosismo - …he tenido un sueño erótico bastante real.

Adriana sonrío sorprendida. Su hija, que aún a sus 17 años todavía conservaba esa atractiva inocencia infantil, estaba a punto de contarle a su madre un sueño erótico. Y aún le sorprendía más sabiendo que Silvia aún era virgen y que sus relaciones con chicos, debido a su gran timidez, habían sido nulas.

Silvia: la verdad es que no sé por dónde empezar. Ha sido…bueno, ya sabes como son esas cosas, ha sido bastante excitante.

Adriana: Venga, cariño, cuéntamelo. Yo muchas veces he tenido sueños eróticos y la verdad, a veces son más excitantes que hacer el amor con tu padre – ambas rieron a carcajadas durante unos segundos y tras esto, Silvia continuó su explicación.

Silvia: Pues ese es el problema. La verdad es que el sueño ha sido muy excitante. De hecho creo que hasta he mojado un poco las braguitas y cuando me he despertado, de forma inconsciente, en fin… me estaba…ejem…me estaba metiendo un dedo . Lo que pasa es que el sueño no ha sido con un chico normal.

¿Braguitas mojadas? ¿Metiendo un dedo? Adriana jamás pensó que un día su hija Silvia pudiera hablarle sobre sexo con tanta claridad. Si embargo esa parecía una situación algo especial; un momento de confidencias entre madre e hija. La joven parecía un tanto excitada y Adriana también comenzaba a notar un cierto hormigueo en el estómago.

Adriana: ¿No era un chico normal? ¿Qué pasa, has tenido un sueño erótico con una chica?

Silvia: ¡Qué va! ¡Ha sido con un hombre! Un hombre más mayor que yo y, la verdad, ahora estoy un poquito asustada porque …era…era…papá.

Adriana se quedó embobada, petrificada. No sabía qué decir. La verdad es que había oído hablar que eso era algo normal. Hay adolescentes que tienen una relación tan estrecha con sus padres que incluso llegan a tener sueños eróticos con ellos. Y en esta familia el tema sexo, aunque nunca se llegó a hablar tan abiertamente como ahora, tampoco era algo tabú. Todo lo contrario. Desde que Silvia nació no había reparos en pasearse desnudos por la casa antes de cambiarse o ducharse, sin darle ninguna importancia. Adriana tuvo que pensar muy rápido. La niña estaba realmente cortada a la espera de una respuesta y su madre, a decir verdad, comenzaba a estar algo excitada. Tenía curiosidad por conocer el final de la historia. Así que decidió esbozar una gran sonrisa, coger la mano de su hija y tranquilizarla.

Adriana: ¿Con papá? Esta si que es buena. Ahora no sé que decirte. Supongo que es algo… normal. Seguro que muchas adolescentes tienen sueños eróticos con sus padres. Si la relación efectiva es estrecha, como es el caso de papá y tú, no es tan raro que inconscientemente se tengan sueños como los tuyos.

Silvia: ¿De verdad crees que no es tan extraño?

Adriana: Pues, no, no lo es. Pero bueno, ahora no te vas a quedar a medias. Termina y yo te digo si lo que me cuentas se aproxima a la realidad o no.

Las dos chicas rieron cómplices. Adriana había roto el hielo puesto que Silvia se sintió más tranquila, reconfortada y segura. Se cogieron de la mano y Silvia, aún con cierta timidez continuó.

Silvia: Yo me estaba duchando y al salir él estaba en la taza del wáter, desnudo como yo, masturbándose mientras me miraba. Al principio me quedé un poco helada pero luego me excitó muchísimo…la tenía.

Adriana: ¿Cómo la tenía? Grande, verdad,

Silvia: Gigante.

Adriana soltó una carcajada.

Adriana: No hay duda, has tenido un sueño erótico con tu padre.

Silvia: Entonces yo me coloqué cerca de él y comencé a acariciarme. Los dos nos masturbábamos, mirándonos el uno al otro. Yo quería tocarle paro él no me dejaba. Al final se corrió encima de mí. Comenzó a tirar mucho semen sobre mis pechos y eso…mmm…eso me gustó muchísimo.

Adriana: Normal en tu padre, conmigo siempre hace lo mismo, le gusta mirarme y después me eyacula encima. Incluso a veces lo hace en mi cara o dentro de mi boca.

Silvia: ¿En tu boca? ¡Puajjj….!.

Adriana: Bueno, según como lo mires no da tanto asco. A mi la verdad, me entusiasma. Hay muchas mujeres que no lo soportan pero a mi me parece muy excitante. Algún día cuando tengas tu primera relación podrás comprobar si te gusta o no. El sabor no es muy bueno pero notar como el chorro de semen entra en tu boca es realmente increíble. Pero, continúa, …se la…chupaste?

Adriana noto que sus braguitas también estaban muy mojadas. Dios, la excitación era máxima. Desde su posición podía ver que su niña tenía los pezones muy duros y relataba la experiencia como si la hubiera tenido de verdad. ¡Se estaba excitando mientras su hija le relataba un sueño erótico con su padre! Decidió tomárselo como lo que era, simplemente un sueño erótico que ambas disfrutarían.

Silvia: No. No se la chupé. Pero he de confesarte que cuando se corrío y el semen golpeó mis pezones me gustó muchísimo.

Adriana: Si es que en el fondo eres igual que yo.

Adriana se levanto le volvió a dar un eso en la mejilla y comenzó a preparar el desayuno.

Adriana: Bueno yo creo que deberías cambiarte ya que vas a llegar tarde al instituto. Lo importante es que te lo hayas pasado bien, que para eso están los sueños.

Silvia, más tranquila y contenta, se fue a cambiar y Adriana aprovechó para entrar en el baño y hacerse un dedo que pasó a la historia. El sueño la había dejado perpleja y realmente excitada, aún sabiendo que en realidad, era sólo eso. Un sueño.

Por IO