Todo comenzó cuando tenia 16 años, hasta ese momento nunca había tenido sexo, mi cuerpo y mente hacia rato que manifestaban un gran deseo de tener un primer contacto sexual, toda esta ebullición hormonal recorrían cada centímetro de mis venas de forma ardiente.
El deseo y la calentura eran moneda corriente y como todo muchacho de esa edad mi única forma de reducir este tormento era mediante la masturbación, las cuales eran reiteradas.
Durante unas vacaciones con mi Madre y otros familiares, se comenzaron a dar con ella situaciones eróticas que me tomaron por sorpresa, hasta ese momento no se me paso por la cabeza verla como mujer sexual, solo la veía como madre, mi relación con ella no era muy cariñosa mas bien diría que un poco distante, nunca fue una madre que se demostrara muy afectuosa.