Cuando las cosas se volvieron normales y cada uno hacia lo suyo, mama volvió a estar con papa como antes, se olvidó de entregar lo mejor de ella a otras personas, Pedro se había ido, yo seguí espiando a mis padres cundo se ponían a dar sus encuentros sexuales y, de vez en cuando a mi hermano menear su vergota en su cuarto. Sí que la tenia como papa, era gruesa robusta y muy rosadita, me la imaginaba dentro de mi concha, apretándola para que no salga, exprimirla hasta el máximo de su leche, y al escribir esto ya me estoy mojando. Mi culo tiene cosquillas y mi raja está caliente. En mi trabajo todo iba bien, mis compañeros siempre atentos querían atenderme en todo, decían que eran mis servidores que tan solo por un cachito de cariño mío eran capaces de todo, eran muy halagadores