viernes, 29 de mayo de 2020

Ta paidia tou Diavolou (AKA Island of Death)



Una pareja británica en un descanso en una pequeña isla griega está esparciendo el terror más allá de lo que los isleños podrían haber imaginado. Solo se detiene de vez en cuando para follar cualquier cosa que se mueva, ya sea hombre, mujer o animal. ¿Pero quedarán impunes o el inspector de Londres podrá poner fin a su ola de asesinatos?

Magnet Link
Inglés

Los Dueños del Silencio 1, Comix





Juegos Prohibidos


Parece que es cierto que las nenas, tenemos mayor afinidad con nuestro padre que con nuestra madre. La verdad es que si bien, siempre tuve una excelente relación con mamá, a quien respeto mucho, nunca le he brindado el cariño o la dedicación que permanentemente he tenido con papá, y aún hoy sigo teniendo. Por suerte para mamá, mi hermano ( Martin, 3 años menor que yo ) se encargó de compensar esa falta de efusividad que yo he tenido para con ella, ya que él vive abrazándola y besándola.

Ahora que lo escribo, me pregunto si todo el esmero de Martin en cuidar, proteger y mimar a mamá, no será porque se habrá acostado con ella ? No me parece que hayan tenido sexo, pero algún día se lo preguntaré a ambos, solo para saber y sacarme la duda. Por mi parte y como ya les he respondido a algunos de ustedes, que me consultaron vía email, NO he tenido relaciones sexuales con papá, a pesar de haberlo deseado profundamente. Esa es la respuesta, siempre y cuando la pregunta sea si papá me ha "penetrado" alguna vez.

Siempre fui y sigo siendo muy cariñosa con todos, pero papá siempre fue mi debilidad. Desde chica, corría a abrazarlo cada vez que llegaba a casa y no quería nunca despegarme de él. Donde él iba, Laurita siempre iba atrás.


Desde chica, solía sentarme a caballito de papá, mientras mirábamos televisión. Generalmente con las piernas abiertas, por afuera de las de él y recostada de espaldas sobre su cuerpo. Esa posición, me hacía sentir muy cómoda y más aún cuando el apoyaba sus manos en mi panza.

A los 12 o 13 años, ya me sentía grandecita como para estar jugando con papá, pero como una fuerza irrefrenable del destino, cada vez que lo veía, necesitaba besarlo, abrazarlo y acariciarlo. Por esa edad, fue cuando comenzaron nuestros jueguitos. No recuerdo que hubiera ocurrido antes, pero hubo una noche, en que sentados como siempre, viendo TV, las manos de papá no se quedaron quietas, sino que por el contrario, jugaban en mi vientre y recorrían mis piernas hacia abajo y arriba con caricias suaves. Recuerdo que estaba con mi camisón de algodón, que por cierto lo tenía desde los 9 o 10 años, con lo cual me quedaba bastante corto, así que dejaba todo el largo de mis piernas y parte de mi bombacha al descubierto. También recuerdo que en lo mejor de sus caricias, mamá apareció en la sala y me envió a la cama. Había algo esa noche en las caricias de papá que me producían una sensación muy distinta a las veces anteriores. Sentía que quería llenarlo de besos y dejar que siguiera acariciándome todo el tiempo. Cuando llegué a mi cuarto, necesitaba mucho mas que otras veces a mi "OSO CAMILO" entre mis piernas. Camilo, mi oso de peluche, ha sido durante años, de alguna forma , mi asistente sexual.

Abrazarlo me hacia sentir mas segura cuando pequeña y cuando a los 10 años mas o menos, comenzaron a aparecer los primeros vellos en mi pubis, usaba su cuerpito para aplacar la picazón. Así descubrí que no solo Camilo me servía para rascarme, sino que sus pelos sobre mi conchita infantil, me producían un placer enorme, que por supuesto, luego supe que lo que hacía en aquel momento, no era otra cosa que masturbarme con el peluche. Pero volviendo al tema, esa noche, me metí a la cama, saqué mi bombacha y metí a Camilo entre mis piernas, fregándolo salvajemente durante un buen rato, hasta que tuve en mi cuerpo, una sensación única, como de electricidad, luego de la cual, agotada, me quedé dormida.

Evidentemente, había alcanzado aquella noche mi primer orgasmo como mujer y gracias a las caricias que me había prodigado papá. Como imaginarán, al día siguiente esta super ansiosa para volver a ver TV sobre sus piernas. Por suerte, repetimos lo ocurrido el día anterior, pero esta vez papá se atrevió a más. No solo me acarició las piernas, sino que también pasó suavemente sus manos por mis tetitas y sobre mi bombacha, pero el punto máximo de esa noche, fue cuando pasándome la mano por debajo de mi conchita, me acomodó mas arriba en sus piernas y fue allí, donde pude sentir por primera vez, la dureza de su pene en mis nalgas. Fue una sensación maravillosa y desconocida para mi hasta entonces. No sabía que hacer pero sentía mucho calor.

No me parecía oportuno, meter mi mano debajo de la bombacha para tocarme, pero era lo que realmente hubiera hecho en ese momento. Apoyándome sobre las rodillas de papá, subí mas mi cuerpo sobre el suyo, como para que su dureza, me diera justo donde mi cuerpo me la pedía...y sentir esa dureza en mi conchita, produjo un placer, que nada igualaba hasta el momento. Por supuesto que Camilo, tuvo que hacer las veces de consolador luego, porque esa calentura ( ahora sé que eso era una terrible calentura ) no podía dejarme dormir, a no ser que la apagara con una terrible paja. Esa posición, fue la que utilizamos durante las noches siguientes para ver tele: yo apoyada con los codos en sus rodillas y sentada justo sobre el pene erecto de papá, mientras me acariciaba la espalda y a veces, un poquito la cola.

En otras oportunidades, me tiraba en el sillon, de costado y apoyaba la cabeza sobre las piernas de papi, y sentía la dureza en el costado de la cara. Los jueguitos terminaban generalmente porque mami me mandaba a la cama o porque papi o yo, decidíamos irnos a dormir. Cuando yo, supuestamente decidía irme a dormir, era porque en realidad, la calentura no me permitía seguir y recurría a Camilo o siendo un poquito mas grande, a mis dedos y otros objetos que fui encontrando utiles para hacerme una buena paja ( aún hoy, tengo en mi mesa de luz, un envase del pegamento escolar...por las dudas...). Y la verdad es que los primeros tiempos, suponía que cuando papi decidía irse a dormir era porque tenía sueño, pero luego supe que él también recurría a sacudirse una paja o a cogerse a mamá.

Esto lo supe, porque me moría por saber como era su pene. Conocía el de mi hermano, porque de pequeños nos bañaban juntos, pero la curiosidad de ver un pene adulto en erección, era mas fuerte que yo, así que llegué a espiar a papá en mas de una oportunidad...( es decir...mas de cientos de oportunidades...) en los que lo ví, boca arriba en su cama, pajeándose o cogiéndose a mamá. Su pene era hermoso, erguido y grande ( hoy me doy cuenta que su pene no era tan grande como yo lo veía en aquel momento, pero en ese entonces, me parecía gigante y que eso nunca podría caber en mi interior, por mas que nos esforzáramos ) y las veces que lo veía pajearse, las sábanas de mi cama terminaban húmedas y enredadas. No así cuando lo veía coger con mamá. La verdad es que me daba mucha envidia, pero comprendía que así era como debía ser y no conmigo ( creo que mamá, debería haberme dado mas los gustos, si hubiera sabido que era su nena la que le ponía el pene duro a su marido, para que ella lo disfrutara ).

Hubo mas juegos, mas roces, mas caricias que nos produjeron grandes calenturas, pero creo que esto puede ser un breve resumen de mi relación con papá.

Como ya les he contado, desde mis 16 años, tengo el mismo cuerpo que ahora. ( Para los que no se conformen con verme en la foto, pueden leer mi primer relato, donde figuran mi peso, altura, y medidas ) Claro que en todo este tiempo, ha habido algunos cambios de look. A veces estuve un poco mas flaca, otras un poco mas gorda, he tenido pelo lacio, mas largo, mas corto, con pubis rasurado, peludo y bueno...cambios normales de la edad, pero en definitiva, siempre bastante parecido. El asunto es que desde que desarrollé y adquirí mi tamaño actual, ya no me he permitido continuar con los jueguitos que tenía con papá...por el bien de ambos y de la salud familiar ( claro que si me llego a enterar que Martin tuvo sexo con mamá, quien les dice…me saco las ganas que siempre le tuve a papá ).

Por Lau

jueves, 28 de mayo de 2020

Sekkusu hantâ – sei kariudo (AKA Sex Hunter)



Una hermosa joven bailarina de ballet es aceptada en una prestigiosa y exclusiva academia de baile. Llena de alegría por la oportunidad de avanzar en su carrera y reparar su relación con su novio, pronto descubre que la academia tiene un lado mucho más oscuro, y es posible que no pueda escapar de ella.

Japonés/Inglés

Los infiernos - Las tres llaves, Comix





Patti Smith, Discografía








01 Horses
02 Radio Ethiopia -
03 Easter
04 Wave
05 Dream of Life
06 Gone Again
07 Peace And Noise
08 Gung Ho -
09 Trampin'
10 Twelve
11 Banga



Patricia Lee «Patti» Smith (Chicago, 30 de diciembre de 1946) es una cantante y poeta estadounidense.

Smith saltó a la fama durante el movimiento punk con su álbum de debut Horses (1975). Apodada «la madrina del punk», trajo un punto de vista feminista e intelectual a la música punk y se convirtió en una de las artistas más influyentes de la música rock, integrándola con un estilo de poesía beat.

Sus letras introdujeron la poesía francesa del siglo XIX a la juventud norteamericana, mientras que su imagen andrógina y "poco femenina" desafió a la era de la música disco.

Su canción más conocida, «Because the Night», la coescribió con Bruce Springsteen; llegó al puesto número 13 de la lista Billboard de Estados Unidos en 1978, siendo posteriormente versionada por el propio Springsteen, Keel, 10,000 Maniacs, R.E.M., U2, Garbage junto a Screaming Females, hasta la versión eurohouse interpretada por el grupo italiano Co.Ro en 1992.

En 2005, fue nombrada Comendadora de la Orden de las Artes y las Letras de Francia,​ y en 2007 entró en el Salón de la Fama del Rock

En 2011 recibió el Premio de Música Polar. En 2014 la cantante colaboró en la banda sonora de Noé (dirigida por Darren Aronofsky) con la canción «Mercy Is» que le valió una nominación a los Globo de Oro como mejor canción original.

En noviembre de 2019 fue declarada Visitante Ilustre de Montevideo en Uruguay.

En 2019 recibió la Medalla de Oro de Bellas Artes otorgada por el Gobierno de España a propuesta del Ministro de Cultura.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Yuk po tuen II: Yuk lui sam ging (AKA Sex and Zen II)



Una mujer joven, ingenua y curiosa asume el aspecto de un hombre, para hacerse una erudita. En una academia, ella contacta con un joven agradable, que la introduce en el mundo del sexo. Su padre es un rey cruel con cuatro esposas (una muerta), que duermen con él en la habitación. Pero él se casa con otra, una mujer joven preciosa que realmente es un demonio. Este demonio se puede transformar en ambos sexos, y quiere aspirar toda la energía sexual de la hija del rey. Pero esta actividad implica un gran riesgo para el demonio.

Cantones/Inglés


Inés y el ladrón cariñoso





El abuelo


Los padres se esfuerzan en que sus hijos salgan adelante. Luego crecen y abandonan el nido sin dar las gracias. De vez en cuando hacen alguna visita, por Navidad preferentemente, y finalmente regresan cuando ven llegar la herencia.

Desde que Antonio había quedado viudo, hacía ya unos seis años, su hijo y sus dos hijas apenas habían querido saber nada de él. Ahora que había estado a muy poco de morir por un infarto, volvían a interesarse por él. Todo era preocupación por su salud y amabilidad. Antonio se sentía asqueado de tanto cinismo e hipocresía, y respondía con aspereza a tantas atenciones. No era tan viejo, sólo tenía unos cincuenta y siete años, pero había llevado una vida de excesos desde que había quedado viudo. El alcohol le había ayudado a superar su depresión mientras el tabaco le acompañaba en sus horas de soledad. Él se sentía físicamente bien y afirmaba a sus amigos estar como un chaval, pero lo cierto es que en su interior su corazón no estaba tan bien.

Su hija Manuela era la más cercana, ya que residía también en Madrid y no demasiado lejos. Cuando le había visitado para preguntarle qué tal estaba, el desorden y descuido en que vivía su padre la habían sorprendido, y pensó que adecentando la casa podría agradarle y ganar puntos así. Se puso manos a la obra con la ayuda de Ana, su hija mayor. Ésta puso una cara muy larga pero acabó ayudando a su madre. A sus dieciséis años, Ana era una adolescente bastante guapa. Lo cierto es que había cambiado mucho y su abuelo apenas había podido seguir ese cambio por las pocas veces que la familia de su hija le había visitado. Ahora el cuerpo de aquella chiquilla había cambiado por el de una futura mujer seguramente muy atractiva, con el pelo largo y oscuro, y agradables formas. Su abuelo la observaba disimuladamente cuando su madre la enviaba acompañada de su hermano, por si el abuelo necesitaba algo. Le gustaba cada vez más y llegaba a parecer incluso un poco amable con ella.


Lo cierto es que Ana no podía imaginarse nada de esto hasta que una vez, agachándose para barrer mejor por debajo de las camas, se dio cuenta que su abuelo la estaba mirando. Mejor dicho, estaba mirando su culo, que le ofrecía en esa posición. La sorpresa había sido tan agradable para el abuelo que la observó con suficiente atención para que ella pudiera darse cuenta.

Quedó muy asqueada y poco tiempo después se lo comentó a una amiga.

- ¡Vaya con el viejo! – dijo ésta y se echó a reír.

- No te rías tanto, que no tiene ninguna gracia.

- No te lo tomes así. Toda tu familia haciéndole gracias al abuelete y al final te quedarás tú con la herencia.

Ana la fulminó con la mirada y la amiga entendió que se había pasado. Cambiaron de tema pero el estúpido comentario la hizo pensar más tarde...

A la semana siguiente, Ana se presentó en casa de su abuelo sin decir nada a su madre. Era la primera vez que le visitaba por iniciativa propia y Antonio se sorprendió de que llegase sin aviso, pero le agradó mucho porque, además, era también la primera vez que iba sola, sin la compañía de su madre o de su hermano menor. Antonio estaba encantado porque así podría observarla mejor. Sin embargo, el ordenamiento y la limpieza no duraron mucho. Antes de irse preguntó:

- Uff, quiero salir ahora y estoy sudando. ¿Puedo darme una ducha, Antonio?

El deseo era un poco atípico y más que no le llamase abuelo sino por su nombre. Era mucho más sugerente porque dejaba a un lado el lazo familiar, era un hombre como cualquier otro y no sólo su abuelo...

- Sí, claro.

Él fue al salón y se sentó pensando en su nieta. Oyó el sonido del agua cayendo por la ducha y no pudo resistir la tentación de acercarse. Más sorpresas: había dejado la puerta abierta. Pensó que quizás se le hubiera olvidado cerrarla. Ahora quería mirar para ver su figura a través de la cortina de plástico de la ducha... pero tampoco había puesto la cortina y podía verla sin problemas. Estaba completamente desnuda y de espaldas. El agua de la ducha fluía por su oscura melena, hasta que resbalaba por su culo y goteaba finalmente al suelo. Antonio acabó de ponerse a tono con esto. Ella presentía que estaba siendo observada como quería. Cogió algo de gel con la mano para aplicarlo por sus nalgas.. Luego se giró un poco para que él pudiera ver el perfil de sus pechos. Lo cierto es que le excitaba la situación, saber que había unos ojos pendientes totalmente de ella. Se giró un poco más y, echándose un poco de gel en sus manos, lo extendió por su sexo para luego frotarlo con sus dedos y aclararlo después con la ducha. Antonio no había visto nada parecido ni en sus más tórridas fantasías. Lo mejor era la cara que ella ponía de placer, porque nunca había disfrutando tanto masturbándose como ahora, sabiéndose observada. Se sintió muy húmeda en sus intimidades y no sólo por el agua... No pudo evitar un gemido demasiado alto que casi hizo correrse a su abuelo.

Era el momento de pasar a la acción y ella miró directamente a la puerta, sorprendiéndole. Él se sintió algo confuso pero estaba muy excitado y la actitud de su nieta era muy directa. Entró en el servicio.

- Creí que nunca entrarías. – le dijo ella.

Él ni se desnudó. Entró en la ducha, sin importarle que se empapara vestido, y comenzó a tocar el cuerpo de su nieta. Con sus manos recorría sus pechos, su espalda, su culo... Cogió algo de gel y él mismo acabó de enjabornarla. Ella se reía y estaba más que excitada. Aunque había pensado que sería desagradable y le costaría mucho disimular su asco, no era así en absoluto. Disfrutó mucho cuando él la masturbó con sus manos y gimió de placer por segunda vez.

Antonio cerró el grifo. Quería poseerla y ya no le importaba que fuera su nieta. Era sencillamente una joven muy atractiva y hacía demasiado tiempo que no había tenido sexo. Ahora sí se desnudó. No era un jovencito y tenía su tripita de maduro, pero sus atributos eran buenos... Además a ella le excitaba hacerlo con un hombre mayor, nunca lo había hecho, y no uno de sus amigos adolescentes.

Cuando ya en la cama y él acariciándola antes de tomarla...

- Abuelo, antes de que sigas: ¿quién es tu nieta preferida? Espero que lo tengas en cuenta en la herencia...

A él le desagradó bastante el comentario pero era de esperar. Todos querían su herencia y ella también. Pero eso sí: al menos su nieta sí había sabido agradarle, ¡qué diablos!.

No te preocupes: tendrás tu regalo si eres buena.

Ella le sonrió. Abrió sus piernas y sus brazos y dejó que la montase. Cuando él empezó a empujar para penetrarla comprobó que era mucho mejor que con sus novios. Se estaba esforzando por ella. No dejaba de empujar para demostrarle que todavía podía dar mucha guerra. Además experiencia no le faltaba.

- Sí, sí... Sigue así.

Antonio disfrutaba como no lo había hecho en años, o quizá nunca. Se creía en el cielo, y cuando por fin se corrió dentro de ella se quedó muy satisfecho.

Para ella también había sido una experiencia increíble, en absoluto desagradable como esperaba. Quedó un momento quieta abrazándole y le dijo:

- Ha sido estupendo... Desde luego tienes experiencia. ¿ Abuelo?

El abuelo no reaccionaba. Se incorporó y notó que el abuelo parecía dormido. Tocó su pecho y sintió que apenas latía se corazón. Había tenido otro infarto. Aquello había sido demasiado fuerte para él. Era una pesadilla y Ana chilló. Luego se vistió como pudo y se marchó corriendo, casi tropezando por las escaleras.

No fue desde luego lo mejor que podía haber hecho porque la policía no tardó nada en saber la verdad: los vecinos habían notado primero los gemidos y luego la marcha a toda prisa. Por no hablar de los restos de líquidos vaginales, del semen, y demás pistas. Desde luego se comprobó que no era un asesinato y no hubo ningún castigo para Ana pero sí el escándalo. Sus padres estaban horrorizados con ella, pero lo estuvieron aun más cuando se averiguó que apenas tres días antes de lo ocurrido, su abuelo la había hecho heredera universal de sus bienes...

Por Arraquis

lunes, 25 de mayo de 2020

The Seduction of Misty Mundae



Misty Mundae interpreta a "Misty", una adolescente inocente que se somete a la mayoría de edad sexual a manos de su tía mayor y más sabia Inga. Esta trama, tal como es, le brinda a Misty oportunidades para arrojar su inocencia a través del voyeurismo, la experimentación sexual tentativa y, finalmente, una escena de amor lésbico con su tía.

Inglés


Love junkie, Manga





Juego de niños


Soy la menor de cuatro hermanos, dos chicas y dos chicos. Todos están casados y tienen hijos. Manolo es el mayor, tiene cuarenta años y está casado desde hace quince con Ana, tiene dos hijos, Carlos de doce y Maria de siete. Sonia es mi segunda hermana, tiene treinta y cinco años, también está casada desde hace doce años y Mario, su hijo, tiene diez años. Pedro es el que va delante de mi, tiene treinta años y lleva casado con Eva dos años, tiene un dulce bebé de año y medio. Y yo, Sara, que tengo veinticinco años y estoy soltera, no tengo novio aunque pretendientes no me faltan.

No soy muy alta, uno sesenta y cinco mas o menos, pero el resto de mi anatomía resalta a primera vista. Lo primero que llama la atención de mi es mi pecho, pues uso una talla cien de sujetador y, debido a mi corta estatura, destaca mucho. Mi trasero es redondito, bien formado, pues me gusta el deporte y voy asiduamente al gimnasio, en resumen, mis medidas son 100-65-90. Siempre me ha gustado de vestir provocadora, minifaldas o pantalones ajustados, camisetas escuetas o blusas apretadas, ambas con pronunciados escotes, lo que me ha provocado alguna que otra charla de mi familia.

Cuando algún miembro de la familia cumple años, lo celebramos todos juntos con una comilona en casa de quien sea el cumpleaños, nos juntamos todos y lo pasamos en grande, pues somos una familia muy alegre.


Nunca pensé que me pudiera pasar lo que me pasó en el último cumpleaños. Fue el de mi hermana, el que hacía treinta. Nos juntamos todos como siempre, mis hermanos y hermana y sus respectivos/as, los niños y mis padres.

Yo tenía pensado salir por la noche con unas amigas, por lo que ya iba vestida para cuando llegara el momento. Como era verano, iba ligerita, pero al estar en casa de mi hermana, tampoco quería que pensaran que soy una fresca, así que llevaba unos pantalones y una camiseta, pero en una bolsa, llevaba una minifalda que, una vez puesta, subía por encima de las rodillas palmo y medio dejando ver bastante de mis muslos, y un top de color azul, de tirantes y bastante escotado.

El caso es que cuando llegué a casa de mi hermana con mis padres, no habían llegado mis otros hermanos, y después de saludarnos y demás, me quedé en la cocina con mi hermana y hablamos de cosas nuestras. En un momento dado, salí de la cocina y fui al piso de arriba, pues mi hermana vive en un chalet, y entré en el baño de su cuarto. Cerré la puerta, pero no eché el cerrojo y me senté a mear. Escuché a Mario, el hijo de mi hermana, correr por el pasillo de fuera, mientras decía:

-¡Vale mamá!.

Justo en ese momento abrió de golpe la puerta del baño, sin darme tiempo a reaccionar. Allí estaba yo sentada, con los pantalones y el tanga en los tobillos y abierta de piernas, cuando Mario entró en el baño. Se quedó paralizado, blanco del susto, pensando que le iba a echar un broncazo por entrar de esa manera en el baño y, medio tartamudeando, me dijo:

-Tía, dice mamá que bajes a ayudarla.

-Dile que enseguida bajo.- Le dije cerrando las piernas de golpe y sin dejar de mirarle a los ojos.

-Lo siento tía, no sabía que....

-Tranquilo, no pasa nada. Pero la próxima vez llama a la puerta antes.

Y se fue.

Yo no le di importancia al asunto, pues había sido un accidente y Mario era un niño, aparte de mi sobrino. Pero cuando llegué a la cocina mi hermana me miró seria, no enfada, pero seria.

-Mario me contado lo que ha pasado, está un poco asustado, dice que le vas a regañar.

-Pero Sonia, si ha sido un accidente. Además la culpa ha sido mía, tenía que haber echado el cerrojo.

-Ya lo sé, pero él es un niño.

-Voy a hablar con él.

Salí al jardín y me encontré con Mario sentado al borde de la piscina. Dio un respingo al verme llegar a su lado y, con ojos asustados, me dijo:

-Tía, me perdonas.

-Mario, no hay nada que perdonar. Ha sido un accidente y punto. Y, si alguien tiene la culpa, esa soy yo. Tenía que haber echado el cerrojo.

-Entonces,¿me perdonas?.

-Bueno, si así te quedas más tranquilo, si, te perdono.

-Gracias tía.

Poco a poco fueron llegando el resto de mi familia, se empezó a revolucionar el ambiente. Los saludos iban y venían, los niños corrían de aquí para allá, mientras yo seguía en la cocina preparando el ponche. En el momento que iba cargada con la ponchera para guardarla en el frigorífico, los niños se cruzaron en mi camino, intenté esquivarlos y, cuando creía que lo había conseguido, tropecé con la silla y lo ponchera se me cayó de las manos, empapándome entera y haciéndose añicos en el suelo. El estruendo fue tal, que el revuelo se paró en seco. Dos segundos más tarde, entraban todos en la cocina, viendo el panorama. Yo empapada de ponche de pies a cabeza, miles de cristales en el suelo y los niños asustados en un rincón. Se armó una buena bronca con los niños y yo tuve que irme a duchar.

Mi hermana se ofreció a dejarme algo de ropa, pero como yo traía mi ropa para cuando saliera por la noche, pues le dije que no hacía falta.

Subí a la habitación de mi hermana con mi bolsa de ropa nueva, y me dispuse a ducharme. Abrí el grifo y comencé a desnudarme, cuando me quité el tanga, me di cuenta de que estaba mojado, así que tenía que quitarle uno a mi hermana. Me enrollé una toalla sobre el pecho y salí a la habitación. Al llegar a la cómoda y abrir el cajón, escuché las voces de mis dos sobrinos en la habitación de al lado. Mario le estaba contando, a Carlos, el incidente que tuvo conmigo en el baño. Bajaron el tono de voz y ya no pude oír lo que decían, así que regresé al baño. Estaba dentro de la bañera, debajo del grifo y con los ojos cerrados. La mampara que encierra la ducha es de cristal liso y transparente, y pude ver como la puerta del baño se entreabrió dos o tres centímetros. Recordé a los dos niños hablando en la habitación de al lado y supuse que eran ellos. No hice nada, y les dejé mirar. Cuando cerré el grifo y abrí la mampara para salir, les pude ver observándome, pero en cuanto me giré, cerraron la puerta. Aquella forma de espiarme me había calentado un poco, así que decidí no ponerme el tanga, así esa noche podría provocar algo más.

Bajé al porche y estaban todos esperándome para cenar. Nadie dijo nada, por que me conocen y, aunque llevaba mi escueta minifalda y mi escotado top, me da igual lo que digan. Cenamos y reímos, nos contamos anécdotas de unos y otros y lo estábamos pasando realmente bien, pero algo tenía que pasar.

Los niños empezaron a jugar al escondite en el jardín y, como siempre, le tocaba a María buscarlos. Comenzó a contar de cara a un árbol y los otros dos fueron a esconderse debajo de la mesa donde estábamos entados los demás. Con la charla, el vino y la deliciosa cena, no recordaba que no me había puesto tanga y, claro, con mi minifalda y las piernas un poco abiertas, los dos niños vieron todo mi felpudito. La niña empezó a andar por el jardín llamándolos, mientras una manita se acomodó en el interior de uno de mis muslos, lo que hizo que me sobresaltara un poco, pero nadie de la mesa se dio cuenta. Aquella inexperta mano se deslizó hacia el interior, comenzaron a aparecer leves sudores en mi cara y, intuitivamente, cerré las piernas, apresando la mano entre mis muslos a escasos dos centímetros de mi vagina. El dueño de la mano luchó por sacarla y no lo conseguía, dejando de luchar. Cuando creía que se retiraría, y sin abrir yo las piernas, estiró sus dedos rozando mis pelos. Ese contacto, me provocó un respingo que hizo que abriera las piernas, como tenía su mano aprisionada, al soltarla, fue a dar de golpe con la entrada de mi vagina, lo que hizo que tuviera que morderme un dedo para no dejar escapar un gemido. El niño, al ver que ya no tenía resistencia, siguió investigando. La conversación en la mesa no era muy interesante y nadie se percataba de lo que estaba pasando bajo la mesa, la niña seguía buscando a sus primos y yo ahogaba mis suspiros en vasos de agua. Una segunda mano se posó en mi otro muslo, no podía creerlo, mis dos sobrinos me estaban metiendo mano y me estaba gustando, por lo que les facilité el trabajo abriendo más las piernas. Uno de los dedos de la primera mano, encontró la entrada de mi raja y entró, suavemente, con miedo, pero a la vez deliciosamente, mientras la otra mano acariciaba mis piernas, yo ya estaba entregada, tenía los ojos cerrados y me mordía el labio inferior. Las dos manos se encontraron y otro dedo, de la segunda mano, entró dentro de mi, lo que provocó un suspiro sonoro en mi.

-¿Te pasa algo Sara?.- Dijo mi hermana.

-No, nada, es que... me aburro con tanta conversación.- Y sonreí forzadamente.

Las miradas dejaron de posarse en mi, mientras los dedos de mis sobrinos seguían hurgando en mi interior. Sentía que estaba mojadísima y los dedos querían entrar más adentro de mí. De pronto las manos se retiraron y me sorprendí con un gesto de frustración, pero al instante siguiente, sentí un aliento rozar los pelos de mi raja y tuve que morderme muy fuerte el labio para no gritar.

-¡¡¡Carlos. Mario!!!, ¡¡donde estáis, no puedo encontraros!!.-Interrumpió la niña.

-Están debajo de la mesa.- Contestó mi hermana.

Los niños se retiraron de dentro de mi y salieron de debajo de la mesa, dejándome muy mojada, sobre excitada y a medias. Corrieron al centro del jardín y allí prosiguieron con sus juegos.

-Voy al baño.-Dije excitadísima y sudorosa.

-¿Estas bien Sara?.- Volvió a preguntar mi hermana.

- Si, es que creo que he bebido mucho vino.

Subí al baño del cuarto de mi hermana y me senté en la taza y continué con lo que los niños habían dejado a medias.

Con los ojos cerrados me acariciaba y me buscaba, sin pensar que la puerta estaba abierta. En esto entró Mario, que seguía jugando al escondite y se quedó mirándome, yo no lo vi, pero él a mi si.

Estaba suspirando fuertemente y jadeando, cuando siente una mano en una de mis tetas que, debido a mi excitación, se había escapado del top. Abrí los ojos asustada y vi a Mario que me tocaba con ojos inexpertos, dejándole hacer por que debido a mi excitación.

Yo le miraba a los ojos pero él solo tenía ojos para mi teta, así que saqué mi otra teta del top, le agarré la mano, a lo que el se sorprendió, y se la puse encima:

-Toca todo lo que quieras, pero no se lo digas a nadie.

Y me tocó, me acarició, por encima, por debajo y sobre mis tetas, mis manos estaban ocupadas en mi raja y mis ojos cerrados. Con el ímpetu tropezó y cayó encima mío y pude sentir su bultito al tocar mis manos. Me miró, le sonreí y, de golpe, le bajé los pantalones y los calzoncillos.

-Prométeme que no le dirás nada a nadie de lo que pase,¿Vale?.

-Si tía, te lo prometo.

Y le acaricié su colita mientras él hacía lo mismo con mis tetas. Una de mis manos en su colita, la otra en mi raja y las dos suyas en mis tetas. Quité mi mano de la raja, le hice acomodarse entre mis piernas sin que él se diera cuenta y, con mi mano libre, le empujé hacia mi, provocando que penetrara de golpe.

-Ahora muévete atrás y adelante, pero muy suave.

El no dijo nada pero actuó. Entraba y salía de mi suavemente, sin prisa, jadeando sobre mis tetas y sin quitar sus manos de ellas, hasta que de golpe, me inundó con su inocente lechita, lo que me provocó un enorme orgasmo.

Estuvimos cinco minutos abrazados, sudando y recobrando el aliento. Luego me dijo:

-Tía, te prometo que no se lo diré a nadie pero,¿podremos hacerlo otra vez algún día?.

jueves, 21 de mayo de 2020

Gradiva (C'est Gradiva qui vous appelle)



John Locke es un historiador británico que se ha instalado en Marrakech con el objetivo de redactar un libro sobre el pictorismo oriental. Durante su estancia una serie de sueños eróticos irán adquiriendo intensidad, sueños que incluyen sado masoquismo con una dama vestida de blanco, la cual parece ser una dama que en el siglo XIX fue ejecutada por adulterio. Esa mujer de sus sueños se parece a una actriz que vive en la zona y, desoyendo los consejos de su sirvienta y amante, acaba aceptando una invitación para acudir a la villa de dicha actriz.

Magnet Link
Francés/Inglés


Ignominia, Comix





Franz Ferdinand, Discografía





01 Franz Ferdinand
02 You Could Have It So Much Better
03 Tonight: Franz Ferdinand
04 Right Thoughts, Right Words, Right Action
05 FFS (junto a la banda estadounidense Sparks)
06 Always Ascending



Franz Ferdinand es una banda de indie rock, formada en Glasgow, Escocia, en 2001. La banda está compuesta por Alex Kapranos como voz principal, guitarra solista y teclados, Bob Hardy en el bajo, Nick McCarthy en la guitarra rítmica, teclados y coros y Paul Thomson en la batería, percusión, guitarra y coros.

Tras el poco éxito de su primer sencillo, Darts of Pleasure, el grupo alcanzó buenos puestos después de que su segundo sencillo, Take Me Out (publicado el 12 de enero de 2004), llegó al n.º 3 en los rankings del Reino Unido seguido de su álbum debut Franz Ferdinand (publicado el 9 de febrero de 2004), que debutó en el Reino Unido en el puesto número 3.​ La banda ganó el Premio Mercury 2004 y dos Premios Brit en el año 2005 por mejor grupo británico y mejor actuación de rock británico. NME nombró a Franz Ferdinand como álbum del año. De este álbum, cuatro singles fueron top ten: el más exitoso y aclamado por la crítica Take Me Out, seguido de The Dark of the Matinée, This Fire y Michael (que llegó a n.º 17). El primer álbum de la banda logró vender cinco millones de copias en el mundo.

El segundo disco de la banda, You Could Have It So Much Better, fue n.º 1 en el Reino Unido, al vender 101 884 copias en su primera semana, del que se extraen las canciones Do You Want To, Walk Away y The Fallen.

El tercer álbum de la banda, Tonight: Franz Ferdinand, se anunció a finales de 2008 y fue publicado en enero de 2009. En el álbum se destaca el cambio de estilo musical, ya que la banda cambió su sonido post-punk característico de sus dos primeros álbumes, por un sonido más bailable. El álbum ganó una aceptación comercial positiva así como reseñas positivas, pero no fue tan aclamado como sus dos primeros álbumes. Un álbum de remezclas de Tonight, titulado Blood, fue lanzado en julio de 2009.

Cuatro años después del lanzamiento de Tonight, en 2013, la banda lanzó su cuarto álbum de estudio titulado, Right Thoughts, Right Words, Right Action, producido por la propia banda.

En 2015, se anunció que Franz Ferdinand y la banda americana de rock, Sparks, se habían unido para formar un supergrupo llamado FFS. Este supergrupo lanzó un álbum titulado FFS en junio de 2015.

En julio de 2016, se anunció que Nick McCarthy se tomaría un descanso de la banda y no formaría parte de ella, al menos para la grabación y la gira del quinto álbum de Franz Ferdinand, ya que se dedicará a asuntos familiares y a otros proyectos musicales, pero no se descarta un regreso a la banda en un futuro.

A lo largo de 2016, la banda y sus integrantes fueron colgando en sus cuentas de Instagram fotografías en el estudio de grabación, así como el tema Demagogue, enmarcado dentro de la campaña 30 Days, 30 Songs, lo que muchos han interpretado como el embrión de un nuevo disco de cara a 2017. 2017 será el año del regreso de la banda también a los escenarios españoles, tras su confirmación5​ en el Low Festival de Benidorm.

Yuk piu tuen ji tau ching bo gaam (AKA Sex and Zen)



Un joven, inducido por un viejo monje, decide mantener relaciones sexuales con todas las mujeres que pueda. Pero esta forma de ver el mundo del joven no hace gracia a su reciente esposa. En el transcurso de su búsqueda personal, el joven sufre las consecuencias de dichos actos y pierde su pene. Pero, nada más lejos de ser un problema, un hechicero le implanta el miembro de un caballo.

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