Aquí puedes buscar dentro de imagenobscura, si no encuentras lo que necesitas pídelo en el chat

viernes, 29 de octubre de 2021

Motel Seoninjang (1997)


Motel Cactus consta de cuatro episodios, todos los cuales tienen lugar en la habitación 407 de Motel Cactus, un hotel del amor en Seúl: (1.) Una niña celebra su cumpleaños con su novio, porque es el único lugar en el que se siente completamente segura con él. . (2.) Un estudiante ha alquilado la habitación 407 durante varias horas para filmar una escena con una chica para su película de video, un proyecto universitario. (3.) Un vendedor conoce a una mujer en un bar. Ambos muy borrachos llegan a la habitación 407. Después él está de vuelta en la habitación, solo. (4.) Pronto se le une su antiguo amor de sus días universitarios. Ambos esperan vagamente reavivar su antigua relación.

Magnet Link
Coreano | Subtítulos: Inglés

También conocida como: Motel Cactus


1.34GB | 91:29mins | 800×448 | mkv


La Superviviente 3, Comix




No pudo ser evitado 2 – La versión de la madre


El horror volvió a ganarme apenas recordé los detalles de la noche pasada. ¿porqué volvían insistentes esos momentos en que, a pesar de todos mis instintos maternales, la penetración salvaje de que me hacía objeto mi hijo terminó por provocarme un orgasmo tan sucio, prohibido y culposo como espléndido?.

¿Porqué el notar que mientras yo acababa él también lo hacía, en vez de provocar mi rebelión solo consiguió aumentar mi sensación de placer…?. en realidad, en ese instante, aunque odio reconocerlo, sentí lo que cualquier hembra siente al verse correspondida por su macho con una inundación de semen justo en su clímax. demasiado sucio, demasiado para mí.

Es cierto que yo lo traté con unas libertades exageradas y jugué a sus costillas unos juegos impropios, pero nunca busqué en realidad este final.

Apenas pude dominar estos pensamientos, comprendí el riesgo de la situación y regresé a mi habitación. ¡¡¡mi camisón y mi culote destrozados todavía estaban tirados en el piso!!! los levanté y me asomé hacia el interior. afortunadamente mi marido seguía roncando. entré, tomé una ducha y me metí en la cama. en el momento de hacerlo recordé a mi hija. fui a su pieza corriendo, abrí la puerta, allí estaba, durmiendo… o sea que regresó a casa mientras pablo y yo estábamos encerrados en el cuarto… vio mis ropas tiradas, vio a su padre durmiendo solo, pudo haber espiado por la cerradura o salido al patio para atisbar entre las cortinas, que nunca cierran del todo…


Haciendo un esfuerzo, esa mañana me levanté a la hora de siempre a preparar el desayuno para los cuatro. mi hija mariana se mostraba normal, pablo no me miraba, callado como siempre… juan, mi marido, en otro mundo, como de costumbre.

Luego del desayuno los tres salieron, los chicos al colegio y mi marido a su trabajo. quedé más tranquila en la soledad de la casa. decidí poner el asunto como algo desafortunado y que jamás se volvería a repetir. si era necesario hablaría con mi hijo… pensando así transcurrieron un par de horas y al fin el día entero. varios días, a decir verdad, en los cuales lo ocurrido no volvió a surgir, pero el destino no sabe de piedad.

Una de esas mañanas, diez o doce días después de la violación, yo estaba en el cuarto de lavado pasando prendas por el secarropas, cuando unos brazo poderoso me toma del talle mientras el otro se emplea en levántame el vestido y arrancarme la bombacha. no era la situación del primer caso. estábamos solos en la casa, ahora me escucharía y vería luchar. ¡¡pero por dios, cuando comenzaba a pensar esto el ya me había desnudado y su verga buscaba afanosamente mi entrada!!

Grité y luché con todos mis ímpetus, estaba irritada, muy molesta por ser tratada de este modo, y por mi propio hijo…me libré de él en dos ocasiones, y noté que al verme a una cierta distancia, de cuerpo entero, eso avivaba sus deseos… traté de cubrirme con ropas que había por allí, pero me las arrebataba… vi en determinado momento que de su verga colgaban gruesos hilos de baba, producto de su excitación… decaí un momento en mis esfuerzos, cansada y confundida, y él no desaprovechó la circunstancia.

Otra vez conseguía penetrarme… estaba detrás mío, yo boca abajo intentando ponerme de pié y así pudo el maldito de mi hijo meter su baboso miembro entre los labios de mi vagina, para pasar entre ellos a mayores intimidades. sentí lo mismo que en mi pieza esa primera noche, un decaimiento, un aflojarse de mis músculos producto del choque físico y sicológico de la penetración forzada. y mientras yo me aflojaba él me montaba lo mismo que si yo fuera su perra… con un brazo me ceñía el vientre y hamacaba mi cuerpo en vaivén al compás de sus empujones y con el otro brazo se apoyaba en el piso.

Como en su pieza, permanecía silencioso, a pesar de estar haciéndome su mujer con tanta energía… soy una mujer experimentada y comprendo en mi cuerpo y en mis sentidos lo que está ocurriendo en el hombre que me coge… él trataba de estar callado para oír mis sonidos… todo lo que yo emitía, mis retos, mis insultos, mis quejidos, jadeos, suspiros, llantos, todo, todo, lo ponía aún más caliente…

Me tuvo clavándome así quien sabe cuanto tiempo, su energía era mucha, producto de su juventud y grado de excitación… me dominaba de tal forma que aunque yo conseguía cambiar de posición su verga continuaba dentro mío.

Y por segunda vez claudiqué ante el empuje masculino. de nuevo, como ocurrió cuando él me tenía en su cama, la mujer, la hembra, la puta, dejó a un costado a la madre. fue solo concentrarme unos segundos en lo que su pija hacía dentro de mi concha para perder los estribos. presté atención a ese aspecto y perdí mi moralidad… el roce violento de su pija dentro mío no causaba dolor, y era el halago que a su hembra le hace el macho… no pude resistirlo, no pude evitarlo, por un instante fugaz mis caderas y mis piernas buscaron mejorar el contacto, mi hijo pablo no tuvo que sacudir mi torso adelante y atrás al vaivén pues yo ya lo hacía voluntariamente…

Fueron segundos de intencionalidad mía que me pusieron a tiro del orgasmo… y cuando el orgasmo estaba llegando a mis sentidos, la garganta me comenzó a liberar unos sonidos que nunca antes… mi hijo y yo nos movimos en esos breves momentos de perdición como si se tratara de un solo cuerpo…

De nuevo acabé, pero en forma consiente y cómplice, porque mi cuerpo entero y en particular mi concha buscaron satisfacer y sacar satisfacción de la verga de pablo, mi hijo…

Acabé entre balbuceos incoherentes, dejando caer mucha saliva por la boca, con los músculos del vientre duros como una tabla, los brazos rendidos… él me llenó con una enorme flujo de leche durante todo el tiempo que duró mi orgasmo…

Luego, otra vez, quedamos rendidos y nos dormimos en ese mismo lugar.

Anónimo

jueves, 28 de octubre de 2021

Over 18 and Ready! (1969)


Una adolescente se lanza a la fama activa en Hollywood como actriz, solo que la esposa de un productor sórdido tiene otros planes para ella.

Inglés


897MB | 66:17mins | 720×544 | mkv

La Superviviente 2, Comix




Mi colita: El juguete de mi papá


Primero les voy a hacer una pequeña introducción de mi familia: mis padres se conocieron cuando tenían 18 años. Mi madre venia de una familia conservadora y mi padre vivía con una tía luego de que sus padres (mis abuelos obvio) fallecieran en un accidente de transito.

A poco de comenzar a salir mi mamá quedo embarazada y sus padres la hacharon de la casa diciéndole que era una ramera por tener relaciones antes del matrimonio y mi padre tampoco recibió el apoyo de su tía porque no quería, como le dijo a mi padre, "una boca mas para alimentar". De ahí mi padre reclamo la casa de sus padres y algún dinero que quedó en algunas cuentas bancarias y así pudo hacer frente al embarazo hasta poder conseguir un empleo. Todo se encaminaba bien, pero al momento de dar a luz mi mamá hubo complicaciones en el parto y falleció después del alumbramiento.

Mi padre se hizo cargo de mi desde entonces. Él era el que me contaba un cuento antes de dormir, quien me cantaba una canción, se quedaba "la noche en vela" si me enfermaba, también me dejaba dormir con él si había una tormenta, en fin, hizo de padre y madre casi toda mi infancia.


La relación comenzó a cambiar cuando tenia unos 10 años. Una noche que yo salí de bañarme me puse solo mi bombacha y una remera (puede que en otros lados le llamen playera) larga me fui a la sala donde mi papa estaba sentado en el sofá viendo tv, me senté a su lado y recosté mi cabeza en uno de su hombro. Al rato de estar así sentí ke su mano se poso sobre una de mis piernas muy cerca de mi cola, no me extrañó mucho, pero si me sobresalte un poco cuando su mano bajó por mi cola y con uno de sus dedos lo frotó por mi vagina. Él me miro y yo no dije nada, me siguió estimulando así y yo la verdad me gusto ese pequeño cosquilleo que sentía ahí abajo, mas me gusto cuando su dedo subió e hizo una pequeña presión en la entrada de mi cola, frotaba ahí muy suavemente primero sobre la bombacha y al no escuchar protesta alguna de mi parte introdujo su mano por dentro de ella y siguió haciéndolo. estuvo así por largo rato y yo no quería que terminar más, me encantaba sentir ese dedo estimulando mi colita (sin penetrarla), después recuerdo que sentí húmeda mi vagina y luego me dormí.

Al otro día me levante y mi papá estaba por preparar el desayuno, ni yo ni él dijimos nada de lo de anoche, todo era normal como si no hubiera pasado nada (ahora creo que no había mucho para decir yo no proteste y además me encantó y tuve mi primer orgasmo, más claro imposible). A mis diez años era un poco inocente en lo que respecta a que tuve mi primer orgasmo, ni siquiera sabia lo que significaba esa palabra, pero si tenia bien identificado lo que me gustaba, y eso eran las caricias que mi papá me había dado la noche anterior.

Pasaron días en que esa situación no se volvía a repetir y eso me tenia muy ansiosa, esperaba cada noche eso, pero no llegaba así que una noche antes de dormir yo misma le pedí a mi padre que me hiciera los caricias que me había echo noches atrás, él comenzó suavemente acariciando mi pequeña vagina con un dedo, pero yo le dije -ahí no papi, me gusta en mi colita, así que sin mas se puso a trabajar mi colita por un buen rato hasta que el sintió mi humedad en mi vagina, después de eso el saco su mano de abajo de mi bombacha, me dijo buenas noches, apagó la luz de mi habitación y se fue.

Después de esa noche sabía que si lo quería solo tenía que pedirlo, y al pasar el tiempo ya no solo frotaba mi trasero sino que me metía un dedo dilatando mi esfínter y al pasar unos meses de meterme un dedo luego añadió otro hasta llegar a meter 3 dedos con total facilidad en mi colita.

Ya con 12 años mi cuerpo de niña empezaba a transformarse en el de una señorita: mis caderas eran un poco mas anchas, empezaron a crecer mi busto y mis pezones aunque aun no me salía bello púbico y mis sentimientos también, no veía a mi papá como lo que era sino como hombre (el primero del cual me enamore y sigo enamorada). Yo veía que mi papá al acariciarme tenía una erección y en la escuela ya nos habían explicado como venían al mundo los bebes y eso. Pensé que era injusto que solo yo disfrutara por las noches cuando quisiera, así que en una de esas noches en las que mi padre me daba tanto placer tomé su pene y empecé a moverlo suavemente de arriba hacia abajo. él se sorprendió y me dijo:

-No lo hagas mi nena si no quieres

y yo le respondí

-¿Lo hago mal papi? si quieres podemos…

No pude decirlo, pero el entendió todo, saco sus dedos de mi cola y comenzó por besarme en la frente, bajó por mi nariz y me beso en la boca (mi primer beso), que hermoso, largo y placentero fue (de verdad que el primer beso no se olvida jamás), recorrió con su lengua y sus labios cada centímetro de mi cuerpo, mis manos, mis brazos mis pies, mi espalda, mis pechos, dejando para el último mis partes más intimas, era fenomenal, jamás me había sentido mas excitada en toda mi vida, chupaba y lamia alternando mi vagina y mi cola hasta que tuve, hasta ese momento, el mejor orgasmo de mi vida, después de tomar un pequeño respiro me puse sobre él, tome su pene y lo dirigí a mi cola, pro él me detuvo y me dijo:

-Princesa, estas segura que quieres hacerlos por atrás?

-Si pa, le conteste, sabes que es el lugar que más me gusta.

Estando sobre él pude dirigir yo el ritmo de la penetración, fue lenta, pero aunque lo hice así, cuando su glande se abría paso por mi esfínter me dolió un poco, una vez con la mitad de su miembro adentro no me dolía tanto (y lo mas probable es que no fuera así ya que mi papi me había dilatado el ano hasta con tres dedos dentro por mucho tiempo), después seguí bajando lento hasta quedar totalmente sentada sobre él y comencé a subir y a bajar bien despacito.

En ese momento, en ver la cara d placer de mi papi, me sentí completa, no era yo la única que disfrutaba, ahora también lo hacía él. Fueron unas 2 o 3 horas en que me penetro en posiciones diferentes mi colita, siempre con delicadeza y suavidad para no lastimarme, tuve creo que tres orgasmos, ayudada con sus caricias en mi clítoris, antes de que él me diera tres estocadas cortas y firmes antes de venirse dentro de mi. Yo estaba en cuatro pies y él se dejo caer sobre mi quedando acostado sobre mi, hasta que su pene volvió a su tamaño normal y salió de mi, nos besamos un buen rato, mi papá quería más, pero yo estaba rendida y le dije -no papito, no puedo más, aparte me duele un poco la colita.

A la mañana siguiente me desperté y él ya estaba despierto acostado a mi lado, y me dijo que quería hacerlo de nuevo, sentí que seria muy feo negarme de nuevo, así que sin pensarlo 2 veces me subí sobre él y l deje disfrutar de mi colita cuanto quisiera.

Después de esa vez hasta hoy en día casi no han pasado días en que no tuviéramos sexo anal, casi a diario los 2 disfrutamos al menos de cesión de sexo. Vivo mi sexualidad al máximo y solo con el hombre que amo, siempre lo llamo papi o papá, porque de la puerta de casa para afuera somos padre e hija y si alguien siquiera sospechara algo nos traería muchos problemas.

Esta es mi historia, es real, y por eso omití nombres excepto el mío.

Anónimo

martes, 26 de octubre de 2021

Yôjo densetsu Seirên X: Mashô no yûwaku


Un pequeño equipo de filmación se dirige al bosque para filmar su programa de televisión por cable. Una vez que llegan las fuertes lluvias, el equipo de filmación corre en busca de refugio y descubre una casa de aspecto inusual que los espera. El único propietario de la casa es una extraña dama.

Japonés | Subtítulos: Inglés

También conocida como: Siren X


997MB | 65:22mins | 720×400 | mkv

La Superviviente 1, Comix




Vamos a la Playa


Capitulo 1

Lo que les voy a contar paso hace ya mucho tiempo, en ese entonces tenía yo 19 anos (ahora tengo 36), íbamos a ir de vacaciones familiares a la playa toda la familia y pues como somos una familia grande y numerosa y yo el menor de 6, pues nos teníamos que acomodar en las 3 camionetas que había disponible. Como es normal en los niños todos los sobrinos querían irse juntos así que en la camioneta que a mí me toco ir iban mi hermano y su esposa adelante, otro hermano y yo en medio y mis 5 sobrinos atrás. Mis sobrinos en ese entonces eran 5 solamente dos niñas de en aquel entonces unos 12 Sofi y 10 Brenda y 3 niños de entre 5 y 8.

Todo iba muy bien hasta que lo largo del viaje empezó a hacer que los niños se pusieran muy inquietos y empezaran a hacer ruido las niñas como eran mayores pues molestaban a los niños en fin que como tenían mucho escándalo pues no nos quedo otra mas que castigarlos, a los niños los mandamos a otra camioneta y a las niñas las separamos. Una se fue con mi hermano en el asiento que iba yo y yo me tuve que cambiar a la parte de atrás.

Recuerdo que me había enojado mucho por que como siempre por ser el menor me toca fregarme y pues el haciendo trasero no se podía reclinar y no tenia tanto espacio para estirar las piernas. Sofi mi sobrina se sentía culpable de que yo viniera enojado y me pidió que la perdonara.


SOFI: Tío, no te enojes no esta tan mal acá atrás y yo ya voy a venir tranquila.

Yo: No te preocupes preciosa no vengo enojado contigo lo que pasa es que el asiento de adelante esta mejor pero tu prima y tu no pueden estar juntas y como siempre yo me friego.

SOFI: Perdón Tiito pero mira aquí podemos hacer cama este asiento y hasta mas cómodo que ellos vas a ir.

Y así fue, mas adelante paramos a cenar y después de cenar seguimos el viaje pero ahora con el asiento hecho cama y como había dicho sofí era muy rico. Mi sobrinita y yo nos dormimos. Mientras dormíamos un bache me hizo despertar y me doy cuenta que mi sobrina aun dormida estaba dormida bocabajo con su faldita subida. Yo no sentí ni morbo ni nada simplemente le acomode su faldita rosando sin querer sus pompitas. La verdad es que me dio curiosidad y después de mucho pensarle, volví a levantar su falda. Todos en el coche venían dormidos excepto por mi hermano y mi cuñada que venían platicando para no quedar dormidos en la carretera.

Me asegure que nadie me veía y empecé a acariciar las pompitas de sofí, maldita calentura me hizo que la verga se me parara muchísimo y haciéndome el dormido mi pegue mas a ella, ella no se movía ni nada y yo muy cuidadosamente la tocaba. En eso que se mueve, y rápido me hago el dormido, pero falsa alarma solamente se voltea dándome la espalda deje pasar otro tiempo antes de volverme a animar a tocarla pero el morbo y el nervio tenían mi verga apunto de reventar, entonces que me vale y me arrimo a ella repagando mi verga entre sus nalguitas y disque dormido y como abrazándola de cucharita y me quedo ahí por un rato. Como veo que no se movía ni nada pues me animo a tocarle su panochita, primero por encima de su calzoncito y después por abajo del calzón.

UFFFFF que rica sensación de calorcito y humedad salían de aquella panochita. En eso se movió y con mucho miedo a que estuviera despierta saque mi mano pero seguí con mi verga parada pegada a ella. Otra vez no se había despertado.

Nuevamente revise que nadie me viera, yo venía hirviendo de lo caliente que estaba, y que me vale madres y me saco la verga del pants y así descubierta se la repego en las nalguitas, que delicioso, me movía como si la estuviera penetrando sintiendo ese calorcito de sus nalgas deliciosas.

No paso mucho tiempo para que buscara un pedazo de papel de baño y con unos simples meneos mas tuviera uno de los orgasmos ms ricos y morbosos que he tenido en la vida. Dejando todo mis espermas cuidadosamente en el papel.

Y mi sobrina dormida. Tome su manita y me acaricie por última vez la verga dándole gracias por inspirar a su corta edad tan rica chaqueta, acomode su falda y como si nada hubiera pasado, Minutos mas tarde me sentí el hombre más sucio del mundo me quede dormido con una carga de conciencia muy grande.

Cuando llegamos mi hermano nos despertó y mi sobrinita se levanta y me da un beso diciendo que si ya la había perdonado? Que yo era su tío favorito y que se había dormido muy calientita y muy rico conmigo que de regreso nos fuéramos otra ves así. Tenia una mirada muy picara…Me quede pensado se ¿habrá dado cuenta de lo que paso?

Capitulo 2

Al llegar a la playa todo era como de costumbre no note nada diferente con Sofi (12) por lo que con el tiempo se me olvido la culpa que sentía y nos dedicamos a nadar, tomar, comer, dormir, nadar, tomar, comer, dormir y así todo el día. No había estrés ni nada que se le pareciera, pero para un chico de 19 anos esto puede hacerse aburrido después de uno o dos días, así que después del segundo día yo estaba muy aburrido.

Un día por la tarde, mis sobrinas querían ir a caminar y mis hermanos que estaban tomando y platicando no tenían ganas de llevarlas así que me ofrecí a caminar con ellas por la playa de pasada hacia algo de ejercicio y si tenía suerte veía algún culito por la playa. Después de casi una hora de camino ya nos encontrábamos bastante alejados de la parte en la que estaba el hotel y la verdad es que estábamos caminando mis sobrinas y yo muy a gusto platicando de tonterías y viendo uno que otro buen culo que ni cuenta nos dimos de lo alejados que estábamos, ya íbamos a dar vuelta para regresar cuando de pronto Brenda(10) nos dice “miren a aquellos dos parece que están como en las telenovelas”. Cuando volteo veo a una pareja en tremendo faje que poco les faltaba para estar follando en la playa.

Les dije a mi sobrinas que los dejaran en paz y que nos regresáramos ellas: "Por favor tío déjanos espiar” me dio mucha risa y la verdad es que yo también quería ver un poco así que como no había lugar para espiar decidimos meternos a “nadar” y desde el mar podíamos ver en la playa el buen faje que esta pareja se estaba metiendo inconscientes o no de que tenían publico observando.

Nos metemos al mar y empezamos a chapotear pero como las olas estaban un poco fuertes ya que era un poco tarde era muy incomodo estar en donde las niñas alcanzaban por que las olas rompían en esa parte así que yo me fui más adentro. Desde donde estaba podía ver a la pareja dándose casi haciendo el amor, a mis sobrinas tratando de ser arrastradas por la ola pero a la vez pendientes del espectáculo y pues de paso sus cuerpos en desarrollo con sus bikinis pequeños.

Brenda se vino nadando hasta donde yo estaba y sofí la siguió, yo les dije que regresaran por que no alcanzaban y se iban a cansar a lo que Brenda colgándose de mi cuello me dijo “no Tío ti nos vas a cargar” y con mis brazos las ayude. Así estábamos viendo el espectáculo y mi verga empezaba a ponerse dura con los roces a mis brazos de las tetitas de mi sobrinas por lo que les dije que estaba cansado de los brazos, que necesitaba que una se colgara por la parte de atrás y otra por la parte de adelante.

Brenda se puso delante mío y Sofi por la parte de atrás, yo estaba muy empalmado por la situación y trataba de no darle importancia el hecho de que un pareja estaba casi haciendo el amor delante de nosotros y les preguntaba tonterías sobre si les gustaban los chicos de su escuela y cosas asi ellas preferían que me callara y estaban concentradas viendo el espectáculo. No se si fue mi imaginación pero empecé a sentir que Brenda se movía pegándose más a mí y acomodándose mi verga parada en su conchita, muy disimuladamente. Nunca me imagine que a esa edad tuviera ningún deseo sexual o algo por el estilo, pero definitivamente estaba sintiendo mi verga dura en su vagina y la muy guarra se estaba dando placer con ella.

Sofi no se daba cuenta de nada simplemente observaban a la pareja y yo me hacia el que no pasaba nada.

Pasaron unos 10 minutos cuando en eso siento la mano de Brenda hurgando en mi traje de baño la volteo a ver con ojos de sorpresa y solamente me guiña un ojo “NO LO PODIA CREER” era la cara más perversa y más sexy que jamás haya visto en mi vida, en eso le di un beso al que ella respondió como en las telenovelas no se que me paso pero el hecho de que me estuviera besando y tomando la verga con sus manitas me hizo casi venir en el momento sofí se puso celosa así que volteé para darle a ella un beso también igual de ardiente y con mi brazo le tome y apreté su culo hermoso.

Así estuvimos besándonos por un buen rato y mis sobrinas ahora las dos enfrente de mi con sus manos masturbándome riendo como sabiendo que hacían algo malo y yo gozando increíblemente. No tarde mucho en venirme ellas no se dieron cuenta simplemente les dije que pararan ya que tanto placer me volvía loco. Nunca antes había sentido algo así.

Después de lo que paso les dije que simplemente había hecho eso para mostrarles lo que hacen los novios cuando sean mas grandes pero que no estaba bien y que no era bueno, así que les dije como soy su tío mas amigo no les diré nada de esto a sus papas por que no quiero que las castiguen pero no lo vuelvan a hacer ni le digan a nadie.

Gracias tío eres el mejor del mundo y nuestro consentido.

Capitulo 3

Regresamos de nuestra larga caminata y nadie sospecho nada malo en el hotel, mis hermanos y cuñadas seguían tomando y platicando. Para mí las cosas ya no eran iguales estaba todo el tiempo pensando en lo que había pasado por alguna razón me sentía culpable pero no podía evitar que me excitara muchísimo.

Al día siguiente volvió a pasar lo mismo, mis sobrinas querían ir a caminar y yo me moría de ganas por ir. Pero esta vez Silvia mi cuñada y la mama de Brenda dijo que ella también quería acompañarnos esto arruinaría mis oportunidades de repetir lo de ayer pero aun así acepte.

Así que veníamos platicando, Brenda y Sofía se adelantaron y atrás quedamos Silvia y yo caminando un poco más despacio, Silvia y yo veníamos platicando temas triviales cuando de repente me pregunta ¿Por qué tardamos tanto el día de ayer? Cuando le iba a contestar me interrumpe y dice quiero que sepas que estaba preocupada por qué no regresaban y salí a buscarlos ustedes ni cuenta se dieron que los vi por que estabas muy entretenidos viendo a la pareja y dándose besos con las niñas.

Ya ni la muelas cuñado son unas niñas yo me sentía morir no sabía que decir y simplemente agache la cabeza y le dije perdón te juro que no lo vuelvo a hacer, pero… me interrumpe riéndose ¿no lo vuelves a hacer? Jaja y hoy que ibas a hacer? Apoco solamente caminar? Mira cuñado yo conozco a mi hija y te voy a decir algo es igual de caliente que tu hermano, tu hermano tiene la culpa por ser tan liberal y no guardar pudor en la casa. Mi hija nos ha visto haciendo el amor a tu hermano y a mi, desde siempre nos bañamos los tres juntos así que ella sabe lo que es el cuerpo desnudo de un hombre. ¿tu crees? me la he encontrado masturbando a fito (el perro chihuahua de mi sobrina) por que le gusta sentir como crece su cosa en su mano y como se mueve cuando lo hace, esa niña no tarda en querer coger con alguien por eso vengo a advertirte que más te vale que no vayas a hacer una tontería por lo menos deja que cumpla unos 15 anos, si ella te insiste tu convéncela de que no es bueno que haga eso ni contigo ni con nadie y si de plano no puedes pues dale un poquito de placer sobándole su cosita pero júrame que no la vas a penetrar… ¿entendí bien? Mi cuñada me está dando permiso de masturbar a mi sobrinita con la condición de no penetrarla? Esta bien Silvia no te preocupes.

Pero cuñado veo que la plática te esta acalorando un poco, dice eso viendo a mi paquete marcado en el traje de baño y una advertencia mas te vale que a Sofí la dejes en paz porque tu otro hermano no es tan liberal como mi esposo y si sabe lo que le ensenas a su hijita preciosa te anda matando he.. ya se le dije nervioso.

Bueno cunado pues esto que quede en secreto ok? ..si y como veo que eres bueno para los secretos ven… me jalo rápido a unas palmeras mientras Sofia y Brenda hacían un castillo de arena.

Yo también me puse muy húmeda mientras te contaba y al verte el bulto no me aguante las ganas… este va a ser nuestro secreto. En eso se agacho y saco mi verga del traje de baño y empezó una mamada profesional.. mmm que rico movía su lengua por la cabeza y el tronco y la metía nuevamente desapareciendo entera hasta tocar su garganta que hacia una presión riquísima. Salía y me masturbaba y volvía a metérsela toda hilos de saliva escurrían y ella seguía muy concentrad en la deliciosa mamada que me daba, La tienes muy rica cuñado buen tamaño, buen grosor y me gusta que te recortes un poco los pelos así no se me meten a la boca.. le voy a decir a tu hermano que haga lo mismo. Mmmm nuevamente entera hasta el fondo de su garganta, mmm Silvia te quiero coger … le he dedicado muchas chaquetas a tu culo y no quiero dejar pasar la oportunidad… jaja pinche cuñadito como has crecido e igual de caliente que tu hermano&… claro que si aquí tienes mi culo tu escoges por cual prefieres tu hermano me da por los dos todo el tiempo. MMM que rico, la empecé a clavar por su panocha estaba muy húmeda y ella solamente gemía de placer cuando de repente unas convulsiones de ella que apretaban riquísimo mi verga por poco me hacen venir, era un orgasmo que Silvia estaba gozando mmm sin decir nada escupí en su ano y sin avisar saque mi verga y la penetre por el ano, que rico se ve que mi hermano tiene muy usado este lugar ya que no puso resistencia y lo penetre hasta el fondo de una sola estocada. Ella era una verdadera maestra, contraía y relajaba su ano con un ritmo delicioso que no tarde en venirme dentro de su ano. Cuñis que rico, pero bueno este es nuestro secreto he me dice ella. Vamos con las niñas, se metió al mar a limpiar su ano para que mi hermano no viera nada extraño y seguimos caminando.

Sofi y Brenda estaban preocupadas pues pensaban que su mama nos había descubierto y que nos iban a castigar a todos, cuando regrese me preguntaron que si nos descubrieron a lo que les dije que si pero que había convencido a Silvia de guardar el secreto y que no nos iban a castigar.

Regresamos todos muy contentos al hotel.

Al día siguiente ya regresábamos a nuestras casas por lo que antes de salir del hotel, Brenda y Sofi me pidieron que las volviera a besar como lo habíamos hecho y no me pude negar y nuevamente tomamos carretera de regreso. Como ya se imaginaran Sofi y yo nos fuimos en la parte de atrás. No paso nada hasta que la noche nos encontró y sofí y yo pusimos hicimos el asiento de la camioneta cama.

Igual esperamos a que todos se durmieran pero ahora Sofi quedo despierta.

Empezó a pegar su cola hacia a mi yo me acomode como cucharita con ella esta vez revise que mi hermano no nos pudiera ver y le dije al oído no hagas ruido para que no nos descubran.

Empecé a acariciar todo el cuerpecito de mi sobrina a sus 12 anitos ya sus tetitas estaban creciditas y muy picuditas, pase mi mano por debajo de su blusita y levante el corpiño que usaba y pude sentirlas en mis manos, pequeñas, paradas y con unos pezones muy duros, firmes. Baje mi mano a su entrepierna, y unos pequeños bellos empezaban a crecer, ella abrió un poco las piernas para facilitarme el acceso, cuidadosamente abrí sus labios y pude sentir su excitación, ella respiraba muy fuerte mente casi suspirando y yo le decía Shhhh silencio nos van a descubrir a lo que ella solamente asentía con la cabeza.

Saque mi mano de su cuevita y estaba húmeda me lleve los dedos a la boca y probé su sabor una combinación de mujer y orines hacían un sabor y olor delicioso, con mis dedos húmedos por mi saliva nuevamente los volví a meter en su panochita, sintiendo su calor y dándole una masturbada de 10, ella entonces me agarro fuertemente del brazo apretando todo su cuerpo.. le besaba su cuello era increíble sentirla tener su primer orgasmo abrazada a mi, volteo y sus ojos me daban las gracias, se acerca al oído y me dice mmm TIO ES LO MEJOR QUE HE SENTIDO EN MI VIDA, TE AMO!!!!! GRACIAS!!!. Nos fundimos en un beso apasionado, me dice quiero hacerte sentir lo mismo que tu a mi tío que puedo hacer? Nuevamente la acomode en cucharita y le dije pon esto entre tus piernitas y aprieta.

Así como le hicimos en el viaje de ida verdad?. si preciosa igual;(siempre había sabido lo que paso) Después de un rato me vine. no fue tan rico porque pues no la estaba penetrando y después de la cogida de ayer con mi cunada era difícil lograr ese nivel de placer pero de igual forma lo goce. Sobre todo por el amor que empezaba a sentir por mi tierna, hermosa y dulce sobrinita.

Anónimo

lunes, 25 de octubre de 2021

Faustine et le bel été (1972)


Faustine (Muriel Catala) sufre las heridas del primer amor en esta dulce película francesa. Durante un verano cuando se queda con su abuela, llega a conocer a los vecinos cercanos. Dos hermanos viven en la casa grande. Uno está divorciado y el otro se ha vuelto a casar recientemente, ambos viven allí con sus hijos adolescentes y adultos. Aunque los niños de la casa se sienten atraídos por Faustine, ella se enamora cada vez más del anciano divorciado. Durante una visita, ella tiene que esconderse en su habitación para evitar las atenciones no deseadas de sus hijos. A medida que el verano llega a su fin, ella tiene su primer beso amoroso.

Magnet Link
Francés | Subtítulos: Inglés

También conocida como: Faustine and the Beautiful Summer


1.37GB | 94:07mins | 640×400 | avi

Adictos, Comix




Problema resuelto


Muchos traumas tienen su comienzo en la adolescencia. Es la época en cuando la opinión que los demás tienen de ti empieza a ser importante.

Alberto era un chaval de 14 años, delgadito y desgarbado, como casi todos los de esa edad. Como dicen algunos, ya le salía ese bigotillo primaveral. Le encantaba el fútbol. No jugaba mal. Por eso su madre lo animó a que se apuntara al equipo de fútbol del instituto. Lo aceptaron en periodo de pruebas.

El primer día de entrenamiento, fue con el resto de sus compañeros al vestuario, a cambiarse. Como hacían los demás, pero con cierta vergüenza aún, se desnudó.

Las burlas, las risas de los chicos. Jamás las iba a olvidar. Recogió su ropa y no volvió.

A su madre le dijo que no lo habían aceptado. Ella lo consoló y le dijo que había otros equipos. Pero Alberto ya no quiso intentarlo.

No se podía quitar de la cabeza lo que le dijeron ese día.

Siguió creciendo. Se hizo más retraído. Su madre pensó que serían cosas de la adolescencia, que ya cambiaría.


Salía muy poco con sus escasos amigos. Éstos se fueron echando novias, pero Alberto no. Las chicas lo atraían mucho, pero no se atrevía a tratar de intimar con ninguna. Y cuando alguna se interesaba por él, ya que no era un chico mal parecido, no ponía de su parte. Las chicas al final desistían.

Su madre, la persona que más lo quería en el mundo se dio cuenta de que su hijo no era feliz. Notaba que había algo que lo atormentaba, que lo afligía. Muchas veces trató de hablar con él. Trató de que él le contara que le pasaba. Pero Alberto siempre le decía que no era nada.

Empezó la universidad. Nuevas perspectivas. Nuevos amigos. Pero fuera lo que fuese lo que le pasaba, seguía ahí. Clavado en lo más profundo de su alma.

Muchas noches, acostado en su cama, en la oscuridad, Alberto se masturbaba. Deseaba tanto estar con una mujer. Pero con 24 años y sin ninguna experiencia con el sexo opuesto, lo veía difícil. No podría soportar que una mujer se riera de él. Desde los 14 años, desde que salió corriendo de aquel maldito vestuario, su cuerpo le daba vergüenza.

Un día pensó que una profesional, una prostituta, quizás fuese la solución. Suponía que ellas habrían visto de todo, que estarían acostumbradas a todo. Así que buscó en el periódico y concertó una cita con una.

Se armó de valor y fue a la dirección indicada. Le abrió la puerta una guapa chica. Sobre los 30 años. Buen cuerpo. Lo hizo pasar al un saloncito y lo invitó a una copa. Alberto sólo se tomó un refresco.

La chica se sentó a su lado y le puso la mano en la rodilla, sonriendo. Fue subiendo la mano lentamente hasta llegar a la entrepierna. Acarició la zona. La polla de Alberto por primera vez se ponía dura gracias a las caricias de una mujer.

-Ummm, veo que algo se alegara. ¿Te gusto?

-Sí…

-¿Me quieres follar?

-Sí.

-Son 100 euros. Por adelantado.

Alberto le dio el dinero y la chica se lo guardó en un bolsillo. Luego lo cogió de la mano y lo llevó a un dormitorio. Se quitó la blusa. No llevaba sujetador. Tenía dos lindas tetas. Alberto las miraba con deseo. Su polla le dolía, encerrado en sus pantalones.

-Desnúdate, guapo. A ver que tienes para mí.

Las manos le temblaban cuando se desabrochó los pantalones. Las faldas de su camisa le quedaban por delante, tapando su paquete. Se bajó los calzoncillos. De entre sus piernas cayó su polla, apareciendo de repente ante la chica.

Nunca olvidaría la cara que puso ella al verle la polla.

-Joder…Pero…¿Qué es eso? Ni loco me vas a meter esa monstruosidad en el coño. Ni loco.

De repente Alberto se vio otra vez en aquel vestuario. Vio a los chicos señalándolo, riéndose. Y le pareció oír las palabras que le gritaban "Trípode!!! Elefante".

Se subió los pantalones y salió corriendo mientras se abrochaba. Las lagrimas caían por sus mejillas.

Ni siquiera oyó como la chica le decía que esperase, que le devolvería el dinero. Siguió corriendo hasta que el cansancio lo obligó a parar.

Jamás estaría con una mujer. Era un monstruo.

Volvió a su casa. Pasó por delante de su madre sin apenas decirle nada y se encerró en su cuarto. Ella se dio cuenta de algo no iba bien. Se acercó al cuarto de su hijo. Lo oyó llorar detrás de la puerta.

-Alberto, mi vida..¿Estás bien?

Entre sollozos le dijo que sí. Que lo dejara.

Ella siempre había sabido que a su hijo le pasaba algo. Algo que nunca le había contado. Muchas veces había intentado hablar con él, pero siempre le decía que no le pasaba nada. Que estaban bien.

Esta vez la cosa parecía seria. Estaba de verdad preocupada.

-Déjame entrar.

-No!, por favor. Vete. Déjame en paz.

-Alberto Figueroa. Ábreme la puerta ahora mismo.

Aún tenía autoridad sobre él. Oyó como se acercaba a la puerta y como quitaba la llave. Ella abrió la puerta y entró. Alberto había vuelto a la cama. Estaba sentado, cabizbajo. Se sentó a su lado.

-¿Qué te pasa, tesoro?

-Nada mamá. No es nada.

-¿Es por una mujer?

La miró. Su madre vio sus llorosos ojos.

-No, mamá. No es por ninguna mujer.

Maria, la madre, sintió un escalofrío. Quizás era por…

-¿Es por un….hombre?

-Joder, mama. No

-Si eres gay no me importa, Alberto. Siempre serás mi hijo.

-No soy gay.

-¿Entonces qué es?

-NADA! – le gritó.

Ella se sobresaltó, pero no se rindió.

-Soy tu madre. Te conozco. Sé que hay algo que te aflige desde hace mucho tiempo. Algo que no has querido contarme nunca. Ya es hora Alberto. Déjame ayudarte, mi vida.

Alberto ya no pudo más. Se derrumbó sobre su madre, abrazándola con fuerza.

-Mamá! Soy..soy un monstruo!

María se asustó. Temió que su niño hubiese hecho alguna locura.

-No..no eres ningún monstruo..cariño…eres muy bueno.

-Nunca haré el amor con una mujer, mamá. Soy..soy deforme.

Ella no entendía nada.

-Por el amor de dios, Alberto. Explícate de una vez.

Él cogió aire. Casi no podía hablar.

-Mi..mi…pene…es…deforme

Al fin ella lo comprendía todo. Ahora comprendía lo que su hijo debía de estar pasando. Para un hombre esa parte de su cuerpo era muy importante.

-Iremos al médico. Ya verás como tiene arreglo…

-¿Es que no lo entiendes? No tiene arreglo..es…es…es muy grande.

María se quedó muda, asombrada. La tensión que tenía, de repente estalló y no pudo evitar reírse. Alberto la miró. Su madre también se reía de él. Rompió de nuevo a llorar.

-¿También tú? ¿También te ríes tú?

-Oh, mi vida, perdona, perdona. No era mi intención reírme de ti. Pero es que generalmente los hombres se quejan de que sus penes son pequeños, no grandes. Al decirme que era deforme pensé otra cosa. Lo siento. No me reí de ti.

Alberto se calmó un poco. El abrazo de su madre lo reconfortaba.

-¿Es eso lo que te ha tenido triste todos estos años?

-Sí.. desde que lo chicos se rieron de mi ..¿Recuerdas?

A María se le encendió una luz.

-El equipo de fútbol. Por eso lo dejaste.

-Sí. Se rieron de mi en el vestuario. Me sentí tan mal.. No pude volver.

-Mi niño.. cuanto habrás sufrido.

Lo besó con ternura en la frente.

-Pero no será para tanto…Ya verás como si encontrarás a alguna mujer. A muchas seguro que le gustan…ya sabes…grandes.

Trataba de calmarlo.

-No..sé que no. Hoy he ido…con una prostituta.

-Oh..Alberto.. ¿Por qué?

-Pensé que con una…profesional podría. Que dejaría de ser virgen. Pero…

-¿Que pasó?

-Cuando me vio…Me dijo que…que no le iba a meter esa..monstruosidad.

-Joder…Alberto..lo siento…Seguro que…

-No..Mamá…No…siempre seré virgen. Nunca estaré con una mujer. Nunca.

Lo abrazó con fuerza. Tenía que ayudarlo. Su hijo sufría demasiado. Y….la curiosidad empezó a picarle.

-¿Tan grande es?

-Sí.

-Seguro que habrá muchas mujeres a las que no les importe, Alberto. Seguro.

-No..no..

-¿Confías en mi?

-Sí.

-Pues..déjame ver tu pene. Ya verás como no es para tanto.

La miró con la boca abierta. Es verdad que confiaba en ella. Pero enseñarle su cosa…

-Me da vergüenza, mamá.

-Lo sé. No creas que a mi no me da cosa pedírtelo. Pero así verás que no pasa nada. Que eres un chico normal.

María notó la lucha interna que se libraba en su hijo.

-No pasa nada, Alberto. No tengas vergüenza de mi.

-Está bien..pero…por favor…no…no te rías de mi.

-Pero. tesoro. Jamás me reiría de ti. Y menos por esto que tan preocupado te tiene.

Alberto se moría de vergüenza, pero confiaba en su madre, en su opinión. Así que se levantó y se desabrochó el pantalón, dejándolo caer a sus pies. Se sentó otra vez en la cama. La blusa quedó sobre sus muslos.

-Bien…los calzoncillos también.

Se los bajó, levantando un poco el culo de la cama. María lo miraba con ternura. Sabía que aquello debía ser muy difícil para él.

Alberto apartó las faldas de la camisa y sacó de entre sus piernas su pene. Estaba fláccido.

Si a María la pinchan en ese momento, no sangra. Ante ella había un enorme pene en reposo. Así ya era más grande que el de su marido. Su corazón le empezó a latir. Lo miraba asombrada.

-Bueno…sí…no es pequeño, no….

-¿Ves? Jamás ninguna mujer querrá acostarse conmigo.

-No digas eso. Seguro que sí.

Tenía que verla dura. Necesitaba ver aquello en todo su esplendor.

-¿Funciona?

-¿Qué? – no la había entendido.

-Quiero decir que si…ya sabes…se pone..erecta.

-Ah… sí..sí.- contestó, poniéndose rojo.

-Pues para estar seguros tendría que verla.

-Joder, mami.

-Alberto…los..penes cambian mucho al ponerse erectos. Los hay que en reposo son chiquitos y luego crecen mucho. Y los hay que en reposo con…grandes y luego apenas crecen. Hay que saber si este es tu caso o no.

María le soltó una sarta de mentiras. Lo que ella deseaba era ver aquella polla dura.

-No sé si podré.

-Inténtalo. Haz como si yo no estuviera.

Sin mirarla, Alberto llevó una mano a su polla y empezó a tocarla, a apretarla. Pero nada. No se le ponía dura. Estaba muy cortado.

-No funciona, mami.

Alberto vio como la mano de su madre se acercaba y se posó sobre la suya.

Se miraron a los ojos.

-Deja a mami….

Alberto quitó su mano. Sintió la cálida mano de su madre sobre su polla. La acarició a lo largo con las yemas de los dedos…Tenía las uñas pintadas de rojo.

La sangre empezó a fluir, a llenar la polla, a endurecerla. Se empezó a levantar. Crecía, crecía. María casi no podía respirar. Ante ella tenía la polla más grande que había visto en su vida, incluyendo las películas porno. Era enorme, gruesa, venosa. La intentó abarcar con su mano, pero no pudo.

La polla que agarraba en su mano medía por lo menos 30 centímetros, si no más. Estaba caliente. La sentía palpitar. Sin darse cuenta, empezó a mover la mano. Lentamente, arriba y abajo. Arriba..abajo. Sin apartar la vista del pollón de su hijo.

Alberto miraba la mano de su madre, agarrando su polla, moviéndose arriba y abajo. Su madre le estaba haciendo una paja. Una lenta y sensual paja. No pudo evitar gemir.

Cuando oyó a Alberto gemir, María se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Le estaba haciendo una paja a su hijo. Se quedó congelada, pero no soltó la polla. Aquello no estaba bien.

Lo miró a los ojos. Él tenía una expresión anhelante. Su niño lo necesitaba. Necesitaba que una mujer le diera placer. Tenía que saber que no era un monstruo. Y ella estaba allí para cuidarlo. Era su madre. Lo quería.

-¿Quieres que…siga?

-Sí..por favor..sigue…

María volvió a mover su mano. Ahora plenamente consciente de lo que hacía. Apretando, frotando. Fue consciente de su propio estado. Los pezones le dolían de lo duro que los tenía. Y su coño era un lago de flujos.

-Agggg

-¿Te gusta?

-Sí…mucho mami…

Esa enorme polla le llenaría el coño, la partiría en dos. La quería dentro de ella.

Alberto no aguantó mucho más. La excitación era demasiada. Empezó a gemir con más intensidad y a tener pequeños espasmos. La polla palpitó con más fuerza y estalló.

Un primer y espeso chorro salió disparado y cayó sobre su camisa. El resto salía con menos fuerza y caían sobre su polla, sobre la mano de su madre, y bajaban a lo largo del enorme instrumento, hasta su pubis, hasta sus huevos.

Cuando acabó su intenso orgasmo, María apretó la polla desde la base hasta la punta y obtuvo más semen que cayó sobre su mano.

-Espera un segundo.

Se levantó y fue al baño. Se lavó las manos y volvió con una toalla para limpiar a su hijo.

-Alberto…esto..que te he hecho ha sido…para que pierdas el miedo a las mujeres. Ya ves que no todas se ríen.

-Gracias mamá…ha sido…maravilloso.

El coño le latía. Aunque estaba un poco floja, la polla de Alberto seguía siendo enorme.

-Bueno, ahora tienes que buscarte a una que quiera estar contigo.

-¿De verdad crees que habrá mujeres que querrán acostarse conmigo?

-Claro que sí. A muchas mujeres les gustan las pollas grandes. Muchas estarán encantadas de que te acuestes con ellas.

Alberto se dio cuenta de que había utilizado la palabra polla.

-¿Tú lo harías?¿Te acostarías conmigo?

"Claro que me acostaría contigo. Tengo el coño en carne viva. Quiero me claves esa enorme polla y me partas en dos"

-Soy tu madre..Eso no estaría bien

-Pero…¿Y si no fueras mi madre? ¿Lo harías?

-Sí.

-¿No tendrías miedo de que te hiciera daño?

-Eres un chico muy dulce. Confiaría en que lo harías con cuidado.

-Mami…yo – no la miraba. Miraba al suelo – necesito saber que..que puedo…ya sabes…estar dentro de una mujer.

-Lo sé, tesoro. Lo sé. Ya verás como encuentras a la mujer adecuada.

-Si no estoy seguro no creo que puede buscarla, mami..Tengo que estar seguro. ¿Me..me dejas probar contigo?

Su coño tuvo un espasmo y expulsó más flujos.

-Pero cariño…no podemos hacer el amor. Soy tu madre.

-Lo sé…Sólo para ver si puedo. Lo dejamos enseguida. Sólo para…para estar seguro.

-No sé….

"Claro que lo sabes. Lo deseas. Deseas esa polla ya".

-Por favor mami, por favor…

-Está bien. Pero sólo me penetras y luego sales. Para que compruebes que puedes.

La cara de Alberto se iluminó. La abrazó y la besó en las mejillas.

-Gracias mami, gracias… ¿Y…cómo lo hacemos?

-Me acostaré en la cama y te pones encima de mí.

María vestía un traje de andar por casa, que le llegaba a las rodillas. Se metió las manos por debajo y se quitó las empapadas bragas. Después se acostó boca arriba en el centro de la cama. El vestido lo tenía a medio muslo.

-Colócate entre mis piernas… Bien…así.

Alberto se apoyó en sus manos, poniéndose encima de su madre, pero sin tocarla. Ella llevó una mano a su polla, ya dura del todo nuevamente, y con la otra se subió el vestido.

-Acércate un poco más.

La punta de la polla rozó sus labios vaginales. Casi se corre. Estaba muy cachonda, pero no quería que él lo notase. Puso la enorme polla en la entrada de su vagina.

-Ahora empuja con cuidado. Tu polla es muy grande y tienes que tratar a la mujer con mucho cuidado.

Se le empezó a meter. María notaba claramente como entraba. Como la enorme polla separaba las paredes de su vagina, distendiéndola como nunca, excepto cuando lo tuvo a él. El placer que sentía era enorme. Tenía ganas de gritar, pero no lo hizo.

-Así…despacito, con cuidado…¿Ves? Estás dentro de una mujer…mi niño.

Alberto también sentía un enorme placer. La vagina era caliente, suave, y apretada. Sentía como abrazaba a su polla. Siguió metiéndosela lentamente hasta que hizo tope. No le cabía más. Fuera quedaron 3 centímetros.

Sintió que la vagina de su madre se movía. Fueron como varios espasmos, varias pulsaciones. Si hubiese tenido experiencia, habría sabido que su madre se estaba corriendo.

Cuando María notó que la enorme polla de su hijo hacía tope con el fondo de su coño, estalló en un fuerte orgasmo que trató de disimular. Aguantó la respiración, se mordió el labio inferior…miró a un lado. Fueron largos segundos de intenso placer. Después dejó escapar el aire lentamente.

Cuando miró a Alberto, éste lloraba.

-¿Qué te pasa mi amor?

-Mami… estoy dentro de ti…Dentro de una mujer…Puedo..puedo hacerlo

-Claro que puedes…ya te lo dije.

-¿Te duele?

-No…no me duele. Has sido muy delicado. Pero ahora…salte…lo..prometiste.

"No me la quites, por favor…déjala dentro…fóllame…fóllame.."

-Sólo un poco más, mami..sólo un poco más…por favor..sólo un poco más.

-Sólo un poco..sólo un poco.

Alberto se dejó caer sobre su madre. Su cabeza sobre su hombro.

-Tu..vagina es tan cálida…Siento mucho placer.

Lentamente, se empezó a mover…Sacó un poco la polla y la volvió a meter..

"Me está follando…mi niño me está follando con su enorme polla"

-Para..Alberto…esto no puede ser..para….ummmmm

-Un poco..más.

Se movió más rápido, sacándole más la polla, metiéndosela más a fondo, hasta el tope. Y oyó gemir a su madre. Gemía mientras él…él se la follaba.

-Mami….aggggg

-Oh..mi niño…..me vas…a…agggggggg

María ya no pudo más. Nunca había sentido un placer así. Lo rodeó con sus brazos.

-Alberto..fóllame….más….fóllame…párteme en dos con esa enorme polla tuya…follaméeeee

Arreció con las embestidas. Su madre le pedía que se la follara, y é lo hizo. Se miraron a los ojos. Los de su madre tenían un brillo especial. La miró como a una mujer. La mujer con la que por primera vez follaba. Con la que por primera vez hacía el amor.

Acercó su boca a la de ella y la besó. Su primer beso. Sintió escalofríos cuando su madre abrió la boca y sus lenguas se encontraron.

María se corrió otra vez, pero esta vez no lo disimuló. Esta vez se convulsionó sobre la cama, separando la espalda del colchón. Esta vez gritó su placer.

-Aggggggggg mi amor..me corrroooooooo fóllame asíiiiiii.

Los fuertes espasmos del inmenso orgasmo llevaron también a Alberto a la cima del placer. Sintió como llegaba, apareciendo desde lo más profundo de su alma, subiendo, subiendo, hasta estallar en su polla, que lanzó en el fondo del coño materno su caliente carga. El calor del semen de su hijo hizo que María tuviese un tercer orgasmo cuando el anterior aún no había acabado.

Los dos cuerpos quedan tensos de placer hasta que quedaron desmadejados sobre la cama. Alberto sobre su madre. Ella acariciando su cabello.

Cuando él se levantó con cuidado y le sacó poco a poco la aún dura polla, María sintió como si le arrancaran algo suyo.

Quedaron un rato abrazados.

-Gracias mami.

-De nada, tesoro…pero..esto no puede volver a pasar.

-¿Por qué no?

-Por que no está bien.

Alberto no dijo nada. Sólo la besó en la mejilla.

María lo intentó. Puso todo su empeño, pero no se podía quitar de la cabeza la sensación de aquella enorme polla taladrando su coño. La deseaba. La necesitaba.

Alberto tampoco podía dejar de pensar en su madre. En el placer que le había dado. Deseaba volver a hacerle el amor. Pero ella tenía razón. Era su madre. Eso era incesto. Lo que había pasado fue maravilloso, pero sólo sería una vez.

Ese día trataron de seguir como si nada hubiese pasado, pero de vez en cuando sus miradas se cruzaban. A sus mentes volvía todo. Por la noche, casa uno en su cama, no conseguía conciliar el sueño.

Cuando su marido empezó a roncar, María estuvo a punto de levantarse e ir a buscar a su hijo. Pero fue fuerte. Aguantó la tentación. Estaba muy muy cachonda, pero aguantó.

El día siguiente fue horrible para los dos. Tenían que actuar como si nada hubiese pasado. Ambos deseaban que volviera a suceder, pero la idea del tabú los frenaba. La noche fue igual de horrible. María se masturbó una y otra vez mientras su esposo roncaba a su lado. Se masturbó recordando como su hijo la follaba con aquella hermosa y enorme polla.

Por la mañana, Alberto se despertó, como siempre, empalmado. Pero esta vez era distinta. Esta vez sabía que no lejos de allí estaba su madre, una mujer. Deseaba estar con ella. Al diablo el tabú.

Sabía que su padre ya se habría ido. Que estaban ellos solos.

María se había despertado. A pesar de haberse masturbado esa noche varias veces, seguía muy excitada. Se tocó el coño y chorreaba. Se pasó un dedo por la rajita y suspiró.

En ese momento se abrió la puerta de su cuarto. En el umbral de la puerta estaba su hijo. Desnudo. Su inmensa polla penduleaba entre sus piernas. Su peso hacía imposible que permaneciera perpendicular al suelo.

-Mami..no puedo más.

-Mi yo…ni yo..Alberto…

Se quitó la sábana que la cubría. Sólo vestía un camisón, sin bragas. Abrió sus piernas. Los ojos de Alberto se clavaron en su peludo y negro coño. Era la primera vez que lo veía.

-Ven…fóllame. Fóllame…Méteme otra vez ese pollón…No he dejado de pensar en ti desde el otro día.

Se acercó a la cama de su madre, se subió, se puso como el otro día. Como la otra vez, ella guió la polla hasta la entrada.

-Ahora..Fóllame

Se la clavó y los dos se corrieron en el acto, gimiendo de placer, convulsionándose el uno sobre el otro. Los ojos cerrados, apretados. Y el placer estallando en su cuerpos como miles de explosiones.

-Agggggggggg Alberto….agggggggggg

-Mami… te quiero..ummmmmmm

Cuando la polla dejó de expulsar su cálido néctar contra el fondo de la vagina de su madre, Alberto empezó a moverse, iniciando un lenta follada.

-Mi niño…me vas..a..matar de ..placer…dios…mío….agggggggg

Metió una mando debajo del camisón y la llevo a las tetas de su madre, acariciándolas por primera vez. Las apretó, las sobó. Y la besó, en los labios, en la boca. Sin dejar de follarla, de taladrarla con su polla.

María no dejaba de gemir. Sentía su coño lleno de polla, rebosando semen. Empezó a tener pequeños orgasmos, un detrás de otro. Nunca había gozado tanto en su vida. Y era su hijo quien le daba ese placer. Su hijo y su enorme polla.

El segundo orgasmo de Alberto volvió a llenar la vagina materna de caliente y abundante semen, que se mezcló con el anterior y los jugos de su madre.

Estuvieron luego abrazados durante mucho tiempo, acariciándose con ternura.

-Esto es un locura, Alberto.

-¿Te arrepientes?

-No…jamás.

Se hicieron amantes. Todos los días se amaban, varias veces. Alberto tenía muchos años que recuperar y María estaba encantada de ayudarlo. Siempre estaba dispuesta para él, para su polla.

Muchas veces estaba al la cocina, fregando los platos o preparando la comida, cuando Alberto se ponía detrás de ella y la acariciaba. Cogía sus tetas, pellizcaba sus pezones mientras besaba su cuello. En su culo sentía la dureza de la polla que la tenía enamorada.

Alberto le subía el vestido, le bajaba las bragas y la follaba, agarrando sus caderas, matándola de gozo. Los dos terminaban en un maravilloso orgasmo que dejaba el coño de María rebosante de cálido semen. Luego él le subía las bragas, le bajaba el vestido y ella seguía con lo que estuviera haciendo.

Una tarde estaban en el sofá del salón, ambos desnudos. Se besaban y acariciaban. Una mano de su madre tenía cogida su polla con fuerza, y le hacía una lenta paja. Una mano de él hacía lo propio en el coño de su madre.

La hizo correr con sus dedos, que se llenaron de los jugos de ella. Se miró. Estaban brillantes. Sintió curiosidad y se olió los dedos. Ella lo vio.

-Cochino.

-Ummm hueles muy bien.

Se llevó los dedos a la boca

-Y sabes mejor

-Quita, quita, cochino.

Ella estaba asombrada de lo que él había hecho. Nunca nadie le había dicho que su coño sabía bien. A ella su olor no le gustaba mucho. A su marido, desde luego tampoco. Pero su hijo decía que sabía bien.

-Mami…

-¿Qué mi vida?

-Te voy a comer el coño.

-Oh no, mi amor…eso es…

-¿Es qué?

-Es..sucio.

-Nada tuyo es sucio. Deseo hacerlo.

Se apoyó sobre ella, haciéndola acostar en el sofá. Lentamente fue bajando por su cuerpo, lamiendo y besando, hasta llegar al lugar del que había salido al mundo.

-No mi vida..no tienes que..Aggggggggggggggg

María sintió el lametón que él le dio. Sintió el placer recorrer su espina dorsal. Y luego, la lengua lamiendo sus labios, su clítoris.

-Aggggggg que…rico….aggggggggggg

Con delicadez y dulzura Alberto lamió y chupó el coñito de su madre. María llevó sus manos a la cabeza de él y la apretó contra ella, como para impedir que escapara. Pero Alberto no tenía intención de escapar. Siguió lamiendo, chupando, oyendo gemir a su madre.

El placer que María sentía gracias a esa lengua era muy distinto al placer que le daba la polla, pero igual de maravilloso. Empezó a mecer las caderas. Notó que un arrollador orgasmo se aproximaba. No quería mojar a su niño.

-Me ..voy a correr….qui..quítate..aggggg quítate….aggggggggggg

Alberto no se quitó. Chupó con más ganas y atrapó el inflamado clítoris de su madre entre sus labios y la sintió estallar en su boca. Su cara se llenó del flujo materno. Se bebió todo lo que le entró en la boca con placer, mientras el cuerpo de su madre brincaba sobre el sofá.

Cuando ella dejó de correrse, se subió sobre ella y le clavó la polla en el coño, iniciando una profunda follada, que terminó con un nuevo orgasmo de su madre cuando le llenó el coño de hirviente semen.

-¿Te ha gustado, mami?

-Tesoro….casi me matas de placer…eres…maravilloso.

-Tu coño está riquísimo.

-¿De veras?

-Ummm, sí.

A la mañana siguiente, María se despertó temprano. Su marido aún dormía. Recordó el placer que Alberto le había dado con su boca. Tenía que corresponderlo. Le iba a hacer su primera mamada. Primera mamada para él, y para ella.

Esperó a que su marido se fuera a trabajar y se fue al cuarto de Alberto. Aún dormía. Se acercó a su cama y le quitó con cuidado la sábana. Estaba desnudo. Su polla reposaba entre sus piernas, floja, pero enorme. La empezó a acariciar, comprobando con alegría que se despertaba, creciendo, creciendo.

En poco tiempo estaba dura, enorme. Él se despertó.

-Hola mami…

-Hola mi amor. Me gustó mucho que me comieras el coño.

-Y a mí.

-Ahora te voy a chupar la polla.

Sintió que la polla se ponía aún más dura.

-Siéntate la borde de la cama.

Ella se arrodilló entre las piernas. La polla estaba vertical gracias a que la tenía agarrado con las manos. Se acercó y se acarició la cara con ella. La sensación le encantó. Era suave y cálida.

Alberto miraba como su madre se pasaba su polla por la cara, y como luego le pasaba la lengua por todo el tronco, desde los huevos al capullo. Lo lamió y lo chupó.

Era imposible que aquella polla le entrase en la boca. Sólo consiguió meterse la punta y un poco más. Tenía que abrir mucho la boca para que pudiese entrar.

Usaba la lengua para lamer y con las dos manos, más abajo, la pajeaba. Miraba a Alberto a los ojos, que con cara de placer vio como parte de su polla entraba y salía de la caliente boca de su madre.

-Ummmmm mami…que..rico…sigue.

-¿Lo hago bien? ¿Mami te come bien la polla?

-Agggg..muy bien…no pares…no pares.

No paró. Lo empezó a hacer más deprisa. Sabía lo que deseaba. Deseba que le llenase la boca de su semen. Se lo tragaría como él se había tragado sus flujos.

-¿Te correrás en la boca de mami? ¿Le darás a mami toda tu lechita?

Aquello fue la gota que colmó el vaso. La polla empezó a temblar. María se la metió en la boca justo cuando el primer chorro golpeaba su paladar. Cerró los ojos para sentir como su boca se llenaba de aquel viscoso líquido. Caliente. Salado y algo amargo.

Empezó a tragarlo, pero no lo hacía con suficiente rapidez y parte salía de sus labios y bajaba por la polla. Fueron como diez disparos, diez latigazos de placer que atravesaron el cuerpo de Alberto.

Con la polla en la boca, María abrió los ojos. Él la miraba con cara de felicidad. Tragó lo que tenía en la boca.

-¿Te ha gustado que mami te chupara la polla?

-Ha sido…uf…que placer.

Se acercó a ella y la besó en la boca. Notó un sabor extraño. Su propio sabor. No le importó.

A María también le había gustado. Y la había calentado.

-¿Le comes el coño a mami?

Las mamadas y las comidas de coño fueron añadidas a su repertorio sexual. Por las mañanas ella iba a su cuarto y se arrodillaba en el suelo, delante de su cama. El se sentaba y admiraba como su madre le comía la polla.

Le encantaba cuando ella no usaba las manos. Las ponía en sus muslos y sólo usaba la boca y la lengua. Subía y bajaba la cabeza hasta donde podía, mirándole a los ojos. Generalmente no se podía tragar toda la corrida, y parte escurría a lo largo de la polla. Luego la limpiaba con la lengua. A veces si que conseguía que no se escapase ni una gota. Después siempre le decía que era el mejor desayuno.

Alberto se hizo más abierto. Empezó a salir más, a hacer nuevos amigos.

El día que su madre esperaba y temía, llegó. Alberto parecía exultante. Lleno de alegría le dijo que se había acostado con otra mujer.

María estaba muy feliz, aunque en el fondo sentía un poco de celos. Le dijo que se alegraba mucho por él. Los dos, abrazados, lloraron de alegría.

-Todo es por ti, mama. Todo es por ti.

Después de esa mujer, vinieron muchas más. Se corrió la voz de lo bien dotado y lo buen amante que era Alberto. Las mujeres lo buscaban. Y él se dejaba encontrar.

Pero nunca abandonó a su madre. Seguían haciendo el amor. Menos que antes, pero con igual intensidad. Su niño ya era un hombre feliz. María era feliz.

Una tarde, Alberto llegó de la calle. Traía algo en la mano.

-Mami, ven. Quiero enseñarte una cosa.

La llevó al salón. Encendió la tele y el reproductor de DVD. Lo que tenía en la mano era un disco. Un DVD que puso en el aparato.

-¿Qué es? ¿Una película?

-Sí.

Se sentaron juntos. La película empezó. El título la sorprendió "El trípode".

-¿Es una peli porno?

-Sí.

Empezaron los títulos de crédito. Por las imágenes no parecía una película barata, sin cuidada.

María se quedó petrificada cuando en la pantalla apareció Alberto, besándose con una espectacular rubia.

-Es mi primera película, mamá. Tengo un suculento contrato para 5 más.

Ella no podía decir nada. Tenía los ojos fijos en la pantalla, en donde la chica se había arrodillado y le estaba chupando la polla a su hijo. Y vaya manera de mamar. Se metía más de media polla en la boca.

-Joder..¿Cómo le cabe?

-Jajaja. Tienen mucha experiencia.

Después de la espectacular mamada vista de todos los ángulos posible, Alberto se follaba a la chica en varias posturas. Primeros planos del coño de la chica abierto y la polla entrando y saliendo.

Alberto se había sacado la polla y su madre la acariciaba mientras miraba la película.

-¿Estás cachonda?

-Compruébalo.

El coño de María era un lago. Lejos de sentir celos por ver a su hijo follándose a otra mujer, sentía morbo, placer.

La chica estaba a 4 patas en el suelo mientras Alberto martilleaba su coño con fuerza.

-Mira ahora, mami

En la pantalla, Alberto sacaba la polla del coño y la acercaba al culito de la chica.

-NO! – gritó María

-Sí!

Con los ojos abiertos como platos miró como la superpolla de Alberto se colaba centímetro a centímetro en el culo de la rubia. Se la clavó toda y empezó una furiosa enculada.

-¿No…no le dolía?

-La actriz me dijo luego que los orgasmos no los fingió. Que se corrió varias veces.

En la pantalla Alberto le follaba el culo a la chica en varias posturas, con primeros planos de la acción.

-Y ahora el gran final. Mira.

Alberto sacaba su pollón del culito de la rubia, se levantaba y ella se arrodillaba delante de él, cogía la polla y la pajeaba hasta que recibía en la cara la abundante corrida de él, sin dejar de sonreír. Después se pasaba la polla por la cara y la dejaba bien limpia.

-Wow! Mi niño…la dejaste bien guapa.

Durante toda la escena no había dejado de masturbarlo. Lo había llevado al borde del orgasmo.

-Mami..me voy a ummm..correr…

-Hazlo como con ella. Córrete en mi cara.

María rápidamente se arrodilló y Alberto se levantó, poniendo la polla delante de su cara. La movió con la mano un par de veces y se corrió, llenando la carita de su madre con su cálida semilla. María, con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios sentía el calor que caía a chorros sobre ella.

Como en la escena, se pasó la polla por la cara. En la tele, Alberto le comía el coño a una preciosa morena.

Siguieron viendo la película. Fueron seis tórridas escenas, en las que su niño se follaba a seis mujeres. A todas las follaba. A todas les daba por el culito, y al final, se corría en sus caras.

-¿Qué te ha parecido?

-Uf…tengo el coño licuado….Fóllame ya!

No dejó de besarla, de acariciarla mientras la penetraba. María se corría una y otra vez. Quería a su hijo. Lo amaba. Y estaba enamorada de su polla. De esa enorme polla que golpeaba contra el fondo de su coño.

Por tila_ra9