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viernes, 30 de octubre de 2020

Como me inicié en el incesto


Yo creo que las primas siempre han causado en el varón esa sensación de cosquilleo en la entrepierna en mayor o en menor intensidad. Mi caso, como el de muchos otros, es precisamente ese. Definitivamente. Los primeros encuentros de tipo sexual se dan en familia. Y es lógico ya que, a una edad temprana, digamos entre los 10 y los 12 sería muy difícil ( aunque no imposible) que se tuviera la habilidad y malicia para compartir algo tan privado con una persona extraña por el temor a ser delatado. Por el contrario con una prima se encuentra uno en un nivel mas....er....de confianza. Además de que, si se tiene suerte (como yo la tuve), los juegos exploratorios tienen como origen la curiosidad de ambos promoviendo la complicidad se da paso a la confidencia absoluta. En mi caso también me inicié en los senderos sinuosos del placer sexual con una prima a la que visitaba durante mis vacaciones de verano en casa de mis abuelos.

En una de esas vacaciones a la edad de 12 ( ella tenia 11 ) nos enfrascamos en un juego rudo mientras intentábamos ambos hacernos cosquillas mientras estábamos en su cama. Para no entrar mucho en detalle te diré que en pocos momentos ella quedó encima de mi y yo, para evitar que pudiera hacerme cosquillas, me las ingenié para que sus brazos quedaran sujetos entre mi cuerpo y el de ella mientras la rodeaba y sujetaba con mis brazos. 


De esta manera nuestros rostros quedaron bastante cerca y ella, ante la imposibilidad de seguir torturándome con las cosquillas, sacó su lengua y me lamía el rostro completo. Al principio yo me vi algo sorprendido y sentí hasta repulsión, pero las hormonas superaron a la razón y en menos de que se los cuento, ya tenia el palo bien duro. Yo seguí el jugueteo devolviendo los lengüetazos hasta que entre mis labios sujeté su labio inferior. De allí en adelante nos invadió a ambos la calentura y, sin decir palabra, nos seguimos besando. Ella me acariciaba el rostro y el cabello y yo tenia mis manos en su culito redondito y duro. En esos momentos ambos vestíamos shorts, por lo que el contacto de mis manos en la piel de sus muslos era inevitable. Estuvimos así algunos minutos hasta que escuchamos que alguien se acercaba a la habitación y no separamos y fingimos estar haciendo cualquier cosa. A partir de entonces buscábamos cualquier pretexto para estar juntos y seguir con nuestros jugueteos y exploraciones, pero ya consientes de qué lo hacíamos con consentimiento mutuo.

Después de ese primer encuentro entre mi primita y yo nos las ingeniamos para seguir viéndonos en lugares ocultos y seguir con nuestras exploraciones. Para nuestra fortuna en esos tiempos mi prima vivía sola con mis abuelos pues sus padres se habían ido a probar fortuna en estados unidos. Yo visitaba la casa de mis abuelos durante las vacaciones escolares de verano en compaña de mis padres, así es que nos veíamos una vez al año...pero por 30 días. Y créeme: esos días los aprovechábamos al máximo.

Para cuando las vacaciones de verano del siguiente año llegaron yo ya tenía la voz mas gruesa y un leve bigote se empezaba a dibujar sobre  mi labio superior.

Todo lo que durante la adolescencia debía crecer lo estaba haciendo incluida mi verga que, para ese entonces, ya había adquirido algo mas de longitud y grosor.

Una combinación de hormonas de crecimiento y la gran frecuencia con que me masturbaba viendo las revistas pornográficas que los amigos conseguían le empezaban a dar esa muy característica inclinación hacia el lado izquierdo.

Ella también había crecido. No tanto como yo, pero lo había hecho. Después de todo ya había cumplido los 12 y sus facciones de niña poco a poco iban desapareciendo. Sus pechos eran turgentes y pronosticaban que llegarían a ser de dimensión bastante considerable. Aún se vestía como niña, pero para mi gusto esto le favorecía ya que la redondez de sus caderas y lo duro de su culito se enmarcaba mejor por debajo de la tela apretada de sus prendas. Su cabello era largo. Largo y de un color castaño claro. Su boca era pequeña y de labios carnosos. Sin intención de exagerar y para que t des una idea, sus labios eran (y siguen siendo) como los de Angelina Jolie. Caray!! Tan solo de recordar esa boquita tan rica y mamadora se me pone la verga a mil!!

Bueno. Debo continuar. Su cabello largo, sus labios carnosos y sus ojos dormilones me volvían loco.

Sobre todo cuando, sin consentimiento de la abuela, osaba pintarse ojos y labios. La piel blanca de su rostro hacía que resaltaran más esos atributos.

Este verano del que les platico fui solo a casa de mis abuelos. Llegué al mediodía, que era la hora en que por lo regular los abuelos se encontraban disfrutando de la sombra de los añejos árboles frutales sentados en sus sillas mecedoras. Mi prima estaba sentada cerca de ellos en una banca vestida con jeans, zapatos tenis, una blusita estrecha y el largo cabello sujeto en una cola. Al verme cruzar la cerca se levantó y con paso firme pero sensual se acercó a mi, me abrazó y me dio un beso en la mejilla. Al abrazarla y sentir el calor de su cuerpo y sentir su aroma no lo pude evitar. Me detuve un momentos en su oído después de besar su mejilla y le dije lo hermosa que estaba. Solo me sonrió.

Después de darme la bienvenida se metió a su habitación y yo me quedé con los abuelos platicando de una y mil cosas. Ya saben. Toda esa información clásica que hace feliz a los familiares mas viejos. Como una hora después de estar platicando con ellos, se levantaron y se despidieron por que tenían que acudir a un servicio funerario. Llegarían bastante noche, por lo que me encargaron que cuidara de la casa y, sobre todo, de mi primita.

Me dirigí al interior de la casa para instalarme en la habitación de siempre y, cuando iba pasando por la enorme puerta corrediza de cristal de la habitación de mi prima, se asomó y me pidió que me acercara.

 Su cabello estaba suelto y sus ojos y boca levemente pintados. Usaba un breve pantalón corto y, en lugar de zapatos tenis, unas sandalias descubiertas que permitían apreciar sus pequeños y delicados pies. Al acercarme, con su mano pequeña sujetó mi mejilla y mirándome  fijamente a los ojos me preguntó que si me habría de bañar. Debo confesar que la pregunta combinada con la visión de su cuerpo ceñido por esas ropas sugerentes me hizo dudar en mi respuesta. Sin embargo le dije que lo haría en ese mismo momento si ella se metía conmigo a la ducha. Sonrió, se acercó aún mas a mi rostro y al besarme mordió mi labio inferior.  Sentí un estremecimiento en todo mi cuerpo que culminó con una inmediata erección, tan intensa que casi era dolorosa. De inmediato me dirigí a mi habitación donde quedar semidesnudo y tomar mis accesorios de baño no tomó mas de unos segundos.

Mi sorpresa fue tan grande como grata al darme cuenta de que en la ducha ya se encontraba mi prima. Su cuerpo aún cubierto por la blusa y el shorts se traslucía bajo la tela mojada. Cerré la puerta del baño y me metí junto a ella debajo del chorro de agua. Rodeó con sus brazos mi cuello y me plantó un beso intenso y delicioso mientras restregaba su cuerpo contra el mío. Mi verga endurecida le quedaba a la altura de su ombligo y del roce de la piel de su vientre contra mi palo solo nos separaba la tela mojada de nuestras respectivas prendas. Metió su mano derecha debajo de la tela y rodeó la cabeza de mi verga palpitante. Mientras ella me apretaba la cabeza, yo escurría mis manos por debajo de su blusa para despojarla de ella. Al hacerlo quedaron a mi merced sus hermosos pechos aun en crecimiento. Sus pezones estaban completamente erectos por la excitación y por el frio que aún reinaba en el cuarto de baño y que poco a poco el calor de nuestros cuerpo y el vapor del agua caliente iban desplazando.

Sin demora mis labios chupaban uno y otro pezón mientras poco a poco iba sintiendo como sus caricias en mi verga me acercaba a mi eyaculación. La separé de mi y le di la vuelta quedando ella de frente a la regadera y con sus nalgas hacia mi. Con algo de desesperación y de un solo movimiento le bajé el short y el calzoncito de encaje dejando al descubierto sus hermosas nalgas blancas. Las separé un poco y metí entre sus muslos mi verga por demás endurecida y mis piernas flaquearon al sentir la incomparable suavidad de los pelitos aun incipientes de su panochita calientita. Ella por instinto apretó los muslos y eso incrementó mis sensaciones de placer. Comencé un tímido mete y saca sin dejar de acariciar sus tetas. Ella gemía y se movía al unísono y nuestros cuerpos al chocar emitían chasquidos de humedad que ponían el ambiente aún más caliente.

Después de unos momentos saqué mi verga casi amoratada de entre sus muslos y, separando sus nalgas la coloqué entre ellas. Ella se agachó un poco y yo sentí en la base del tronco de mi verga el calor de su culito. Sentí mas inminente mi eyaculación. Me detuve unos momentos en esa posición y para distraer un poco mi atención, con una mano pellizcaba sus pezones mientras que con los dedos de la otra acariciaba los labios sobresalientes de su vagina procurando estimular su clítoris. Creo que lo estaba logrando por que poco a poco los gemidos de mi prima se hacían mas intensos y me decía con los dientes apretados palabras que apenas alcanzaba a entender. De pronto, su último gemido se hizo agudo y prolongado. En mi verga aun aprisionada por sus nalgas sentí los estremecimientos de su cuerpecito y al oír como me suplicaba que no dejara de acariciar su panochita, no pude mas y dejé escapar mi leche que se desparramó sobre su espalda. Creo que en toda mi vida no he experimentado un momento mas erótico y placentero que el que en ese momento viví. Dos, tres y hasta cuatro veces mi verga descargo su leche. Ella seguí recargada contra la pared y su cuerpo temblaba presa aún de una larga serie de orgasmos menores. Nos recuperamos del momento y la ayudé a bañarse cuidando que mi leche no llegara a su panochita.

En esos tiempos lo último que nos convenía era un embarazo. Nos divertimos mientras nos secábamos mutuamente y solo envueltos en nuestras respectivas toallas nos dirigimos a mi habitación. Allí nos tiramos sobre la cama y nos acariciábamos sin pudor recordando y comentando lo que acababa de pasar.

Ella me dijo entonces que, desde la primera vez que nos habíamos besado el año anterior, no había dejado de pensar en mi que se excitaba tan solo de imaginar como sería nuestro encuentro, aunque a veces dudaba que a mi me interesara aún seguir con nuestros jugueteos. Me dijo también que durante todo el año anterior había aprendido algunas cosas que sus amigas uno o dos años mayores que ella le platicaban y que le gustaría poner en práctica junto a mi. Yo no dije nada y solo la seguía acariciando. Ella se recostó completamente sobre su espalda y apoyó sus pies sobre el colchón separando sus piernas para sentir como mi mano cubrí completamente su panochita que poco a poco iba recuperando su humedad.

Ella me pidió que me detuviera por que esta vez no podría contenerse y me pediría que se lo metiera, aunque temía mucho la posibilidad del embarazo. La besé apasionadamente hurgando con mi lengua dentro de su boca, mordiendo sus labios y acariciando sus tetas frescas y juveniles. Le dije que no se preocupara. Que llegaría el momento en que lo haríamos sin peligro y que lo disfrutaríamos al máximo.

A partir de ese verano y hasta la fecha mi relación con mi prima sigue igual de ardiente. Por algún tiempo pensamos que el hecho de que ambos estuviéramos casados seria un obstáculo para seguir con nuestros encuentros, pero después de un tiempo descubrimos que resultaba aun mas conveniente para nuestros intereses. A veces ella viene a casa con cualquier pretexto ( de preferencia cuando estoy solo ) y a veces soy yo quien con cualquier excusa la llevo de compras. Ya sabrán en que aprovechamos ese tiempo.

Espero que el relato de lo que ha sido mi iniciación en el incesto haya sido de su agrado. Yo lo he disfrutado bastante de solo acordarme de tantas cosas ocurridas en nuestra adolescencia y juventud que creo que voy a tener que hacerle una visita a mi prima para que me baje la calentura con una mamadita...al menos.

Por McLeod

El despertar sexual de mi prima


Lo que paso entre mi prima y yo se remonta a cuando éramos jovencitos. Actualmente los 2 rondamos los 30, pero nos empezamos a atraer sobre los 13. Sobre esta edad o incluso antes nos cogíamos de la mano a escondidas, nos dábamos piquitos, todo con mucha castidad pero que dejaba entrever lo que luego pasaría. Yo soñaba con verla desnuda y eso que no estaba formada ni apuntaba a que fuera a tener unas medidas espectaculares y de hecho nunca las ha tenido, de hecho ahora es bastante normalita, pero era el despertar sexual de ella y mío. En el pueblo donde veraneábamos, me gustaba ir con marea baja al muelle a recoger cangrejos con ella, o esa era mi excusa, porque al agacharnos, su blusa se abultaba y le veía sus pechitos por supuesto sin sujetador y esos pezones que ya apuntaban que iban a ser bastante grandes. Muchas veces llegaba a casa y tenia que masturbarme, de hecho, mi primera paja fue pensando en mi prima.

Ella se fue a vivir a una ciudad a unos 400 kilómetros y eso nos corto un poco la relación y lo que iba a suceder que supongo que nos hubiera ocurrido antes. Las navidades en las que teníamos 16 años vinieron a cenar a casa en nochebuena ella y su familia. Después de la cena estábamos viendo la tele en mi habitación y me dijo que si podía hacerle un masaje en la espalda. La relación ahora era mucho más fría por lo que no imaginaba lo que iba a pasar. Ella llevaba una camiseta blanca bastante amplia y debajo un sujetador. Empecé a masajearla la espalda solo por fuera pero a los 10 minutos metí las manos por dentro y la masajeé la espalda solamente pero intentaba rozar un poco en sus pechitos. Los roces eran cada vez más insistentes así que al ver que no me decía nada la toque un poco los pechos y alternaba con suave masaje en la espalda pero llego un momento que no resistí más y puse mis dos manos en sus dos pechos, rodeándolos con mis manos y jugando con sus pezones. Así seguimos un rato disfrutando pero como mi hermano también estaba en la habitación ella me cogió de una mano y me llevo a otra sala.


Allí no aguantamos más y nos abalanzamos en una cama, ella debajo de mí y nos empezamos a besar. Las lenguas no paraban de entrar en nuestras bocas. Tenía ella unos labios delgaditos pero una boca bien ancha. Nuestras manos buscaban nuestro sexo. Yo le introduje 2 dedos en su coño, era mi primera vez y lo encontré muy mojado, la sensación era indescriptible. Tenía mucho vello púbico, siempre lo tuvo hasta el final de nuestras relaciones, y ella busco mi miembro, que ya estaba bastante erecto, y me masturbo un buen rato. Llevábamos mucho tiempo queriendo hacerlo y la sensación era tremenda. Abandone su coño y me dirigí a sus pechos, le subí el sostén y pude comprobar que sus pezones eran todavía mas grandes de lo que recordaba, eso si, blanditos, sus pechitos pequeños, nunca uso ni usa gran talla, pero a mi me encantan así, y ha marcado el tipo de chicas que me han gustado a mi en el futuro. Esa noche fue breve, estaríamos así solo 10 o 15 minutos, pero fue muy intensa, ella me hacia una paja, era la primera que me hacían, y me acabe corriendo en mis slip mientras me comía a mi prima a besos y ella también se corrió ya que lo note y días después ella me lo comentó.

Ella volvía a su ciudad y empezó a tener novios pero de vez en cuando volvía por aquí y no le importaba y nos acabábamos enrollando pero no pasaba de eso, Por ahora no habíamos dado el salto a practicar sexo. Pero llego la época de los 18 a los 25. Fue en navidades otra vez a los 21 años cuando ella volvió a pasar aquí las fiestas. Las cosas se habían enfriado todavía más pero siempre queda la cosa de que podría ocurrir, además, después de lo que habíamos vivido solo nos faltaba probar el sexo. Para poneros sobre aviso os describiré como era ella por esa época: morena de pelo largo, medio morena de piel, entre 1.60 y 1.65 m de altura, muy delgadita, con poco pecho aunque firme, poderosos pezones marrones grandes aunque blanditos y una inmensa boca con unos finísimos y rojos labios.

Un día en las navidades en que teníamos 21 años, salimos por ahí y no paso nada en los bares pero la acompañé a la casa donde se alojaba que era nuestra y además estaba sola. La dejé en su habitación y yo me puse a ver una película porno que había grabado. Al poco oigo una puerta y se me acerca mi prima en pijama y se tumba en el sillón apoyada en mi brazo. Esa era la oportunidad. No pasaron ni 10 segundos y ya me había vuelto hacia ella para buscar sus labios que ella me ofrecía. Lentamente nos fuimos poniendo cara a cara y no perdí el tiempo en perder mi mano bajo su pijama buscando esos pechos y sobre todo esos pezones que tanto anhelaba. Los encontré. Dios mío, daba la impresión que cada vez que los sentía me parecían mas grandes. Inmediatamente la quite la chaqueta del pijama y me puse a pasear mi lengua por ellos. Ella se empeño en desabrocharme el pantalón y se puso a jugar con mi pene que ya estaba erecto. Yo seguía inmerso en sus pechos que siempre me han traído loco.

Al poco tiempo aproveché para quitarme mi camiseta mientras ella me daba suaves besos en mi pecho. En ese momento y yo ya desnudo del todo me puse de rodillas y comencé a lamerle el coño que como siempre tenia muchísimo pelo. Ella agarraba mi cabeza como impidiendo que yo me separara y que la siguiera dando gusto. Mi lengua no paraba de moverse frenéticamente por su rajita, de hecho dicen que se me da muy bien ese arte, mi lengua entraba y salía de su cueva bastante mojada mientras ella gemía levemente. Entonces ya no aguante más, cogí mi pene y apunte directamente a su raja. Al principio costó que entrara pero después de varios intentos se deslizó hasta que finalmente entró entera. Madre mía. Que sensación. No era la primera vez que lo hacía pero era mi sueño el poder hacerle a mi prima el amor desde que éramos unos crios y se estaba cumpliendo. Mi boca volvía a estar a la altura de sus joyas llamadas pezones con lo que con mi lengua volví a lamer y morder suavemente esas perlas. En serio que nunca más he visto pezones tan grandes. Decidí sentarme en el sillón y que ella se pusiera encima de mí, es una postura que me encanta, además de que así la polla le daría más gusto ya que entraría más dentro. Seguía teniendo los pezones a mi alcance. Ella en ese instante se corrió y me lo dijo. Solo faltaba yo con lo que apure un poco mi ritmo y cuando faltaba poco para correrme saque mi pene de su cueva y el semen salió escupido hasta sus pechos. Había sido la primera vez y fue una pasada.

Dos años después y también en navidades ella volvió a mi ciudad. Los 2 habíamos tenido pareja pero en esos momentos no. Ese día yo no pensaba salir pero me dijo que porque no dábamos una vuelta por ahí y nos tomábamos unas cervezas en la zona de movida. Íbamos en plan primos solamente pero después de tres horas bebiendo y charlando no aguantamos más y nos empezamos a besar. Ya que era un sitio público decidí coger el coche y marcharnos a un monte cercano en donde hay un aparcamiento en donde van las parejas. El coche de mi padre es bastante amplio así que nada mas llegar ella casi no espero a que apagara el motor porque se lanzó a desabrocharme el cinturón e introdujo mi pene en su boca. Dios era lo que faltaba, como movía la lengua. Había notado esa lengua en mi boca pero nunca en mi pene. Mi pene, que no es excesivamente grande, entraba hasta el fondo de su boca y después recorría con sus labios todo el miembro. No aguanté más. La cogí y desde el mismo asiento del conductor la puse encima de mí. Llevaba falda así que lo único que tenía que hacer era levantársela y ya esta. Antes me recreé paseando mi pene por sus bragas hasta que finalmente me decidí a apartarlas e introducirla. Antes ella había mojado sus dedos y se los había metido en su rajita. Por supuesto volvimos a hacerlo sin condón. Mi pene se volvió a perder en sus entrañas en mi posición favorita. Esta vez la cogía por sus caderas la hacía rebotar contra mi miembro mientras nuestras bocas jugaban a encontrarse al igual que nuestras lenguas. De vez en cuando le levantaba el jersey, la camisa y el sostén y paseaba mi lengua por sus aureolas marrones. Esta vez la mordía más fuerte debido al grado de excitación y ella me decía que no fuera tan agresivo. Otra vez a punto de correrme saque mi pene y manche todo con mi semen.

Pero hoy teníamos ganas de más quizá por que pensábamos que podría ser nuestra ultima noche o a saber porque y nada más acabar este empezamos a juguetear en el asiento de atrás. Esta vez me tumbe cual ancho es el coche. Ella se arrodillo y comenzó a chuparme el miembro hasta que este alcanzó su máxima erección entonces se acomodó encima y poco a poco fue bajando. La introducía un poco y la volvía a sacar. Así un par de veces hasta que por fin la metió entera. Estábamos demasiado excitados y estos polvos fueron para mi gusto demasiado rápidos pero el placer era máximo. Ella botaba como una loca encima de mí mientras mis manos se amarraban a sus pechos que por otra parte, a pesar de ser pequeños, eran tremendamente duros, mientras ella no solo gemía sino que en ocasiones gritaba mientras me decía que me quería. Yo en mi vida había sentido tal excitación. Será el morbo que estuve persiguiendo durante muchos años de acostarme con mi prima pero han tenido que pasar muchos años para que otra mujer me haya hecho sentir en la cama como mi prima me hizo sentir, pero es que como la sensación de hacerlo a pelo no hay ninguna. Esta vez no solo note que se corría por como se apretaba mi polla en su coño y como mojaba mi mimbro si no por los gritos que pegó durante medio minuto o yo que se el tiempo porque yo había perdido la noción de este pero el caso es que mi pene estaba a tope y a punto de expulsar la leche. Me hubiera gustado correrme dentro, ese día si, pero era muy arriesgado con lo que saque mi pene y volví a escupir el semen fuera, quizá esta vez con más potencia. Ella se recostaba sobre mi susurrándome te quiero y disfrutamos del momento.

Nunca mas volvimos a hacerlo, solo nos enrollamos una vez más, pero justo esa noche conoció después al que sería su futuro marido y después de eso si que se enfrió la relación, tanto que ya ni nos hablamos. Una pena porque no me hubiera importado repetir esos polvos que llevábamos esperando tanto tiempo. No se si os gustara pero la historia ocurrió realmente.

Por Kutxi

Todo por mi hermana


Antes de pasar a escribir este relato, quiero contaros algo de mi vida para que conozcáis algo sobre mi..

Yo nací en una pequeña ciudad del norte de España, mi padre era catedrático de Instituto y cuando yo tenía 14 años nació mi hermana Verónica.

Con 18 años Rodrigo y yo nos hicimos novios y a los 20 me casé con el. A los tres años de matrimonio en accidente de automóvil, me quedé viuda y dos años después a mi padre lo trasladaron a Madrid. Yo me quede sola, no tenía ningún problema económico, mi familia política gozaba de muy buena posición, yo había heredado de mi marido tres pisos y una participación en el negocio familiar y vivía francamente bien. La familia de mi marido, me adoraba y me traían en palmitas.

Os preguntaréis como una chica sana y normal con 23 años puede vivir sola sin sexo después de haberlo probado durante 3 años y os diré que a pesar de esos tres años quizás yo era bastante inocente. Rodrigo había sido el único hombre de mi vida y habíamos gozado de una vida sexual plena, aunque debo de reconocer que poco variada, posiblemente porque dada nuestra juventud nuestra pasión se satisfacía con la única relación pene, vagina. Quiero decir que no hubo ni sexo oral, ni anal.


En el tercer piso del edificio donde yo vivía, lo hacía también el matrimonio Juan Carmen. Ella tenía 25 años y se porto muy bien conmigo, me cuido y me animo en todo momento y sin saber como, porque ni ella, ni yo, habíamos tenido nunca ninguna relación con otras mujeres, terminamos en la cama y yo me sentí plenamente satisfecha con aquella relación. Carmen era cariñosa, un verdadero amor de chica y juntas fuimos descubriendo la forma de satisfacernos sexualmente y las dos estábamos en la gloria con nuestro amor.

En este momento tengo 29 años y en primavera falleció mi padre y el entierro tuvo lugar en la ciudad donde vivo

Mi hermana Verónica parecía muy afectada y durante el entierro y después en casa no se separo de mi ni un momento, lloró apoyada en mi pecho y yo la consolé con palabras y caricias todo lo que puede.

Verónica tenía entonces 15 años, era una chica muy mona y que prometía ser una mujer muy guapa.

Cuando terminó el entierro, el funeral y las visitas en casa, mi madre, mi hermana y yo nos quedamos solas. Yo despedí a mi hermana con un beso dejándola en su cama. Yo me fui a la mía, me duche y me acosté realmente cansada. No habían pasado ni diez minutos cuando oí unos golpecitos en la puerta.

Si?.....pasa.

Era mi hermana

Luly, puedo dormir contigo?

Si cariño. Claro que si!

Se metió bajo las sabanas, se abrazó a mí. Estaba muy nerviosa, se apretaba contra mi con fuerza.

Vero tranquila cariño, veras como todo va ir bien. Mama y tu vais a pasar el verano conmigo, estaremos juntas y veremos como se arregla todo.

Luly estoy asustada….tengo miedo.

Pero, por que?

No se….siento cosas raras

Pero….¿que cosas raras?

Verónica respiraba con mucha agitación, se apretaba contra mi cada vez con mas fuerza, sobre todo empujaba su vientre contra mi cadera, su pierna paso sobre las mías como tratando de subírseme encima. Quise pensar que estaba nerviosa por lo sucedido los últimos días, pero estaba claro que lo que tenía era un calenturón e intentaba aliviarse rozándose contra mí. Yo no sentía ningún deseo sexual por mi hermana, pero era mi hermana y lo estaba pasando mal. Quizás aquello era como consecuencia de los últimos sucesos que la habían trastornado un poco desembocando en una excitación sexual.

Que pasa cariño?... vamos a mi puedes contarme todo sin miedo.

No lo se!

Ahora yo, me incline sobre ella, apoyando mi pecho en el suyo, acaricié sus mejillas tratando de tranquilizarla.

Vero estas saliendo con algún chico? Por eso estas así, excitada. Puedes decírmelo, sin miedo

No Luly…de verdad que no.

Entonces por que estas así?

No te lo puedo decir…pero creo que me voy a morir.

No seas tonta, nadie se muere por eso. También a mi me paso a tu edad y ya sabes la cura. No tienes que tener vergüenza conmigo. Yo me masturbaba y se me pasaba enseguida.

Retiro mirada de la mía y musito.

Lo he hecho antes y ha sido peor…me he sentido muy mal…me he sentido muy sola

Por primera vez note un ligero cosquilleo entre las piernas. No me pareció nada anormal

que mi hermana recurriera a mí en un momento difícil para ella como aquel. Veía las lagrimas asomar a sus ojos. Bajé mi mano hasta su vientre y la acaricié, suspiró y separo los muslos antes de que mi mano llegara a posarse entre sus piernas.

Luly -gimió

Que cariño? Te sientes mejor ahora

Siiiii

Había metido la mano bajo la braga y mi dedos se colaron entre sus labios. Estaba húmeda, noté su clítoris hinchado en la yema de mi dedo, lo acaricié despacio Vero se retorció suspirando. Su vagina ardía, introduje un dedo, con cuidado pero no encontré ningún obstáculo, mi hermana ya había pasado antes por allí abriendo el camino, metí otro y los moví dentro Ahora yo empezaba a excitarme, mi clítoris latía, apreté los muslos. Vero tenía los ojos cerrados, sus labios estaban entreabiertos, vi la punta de su lengua asomar entre los dientes y la besé suavemente me rodeó el cuello con su brazo y dejó que mi lengua entrara en su boca, nos besamos largamente hasta que su mano me buscó, Yo solo duermo con el camisón y sus dedos se metieron dentro de mi.

Despacio Vero……despacio cariño ..así…así.

Me dolían los pezones, con la mano libre me quité el camisón , y acerque uno de ellos a su boca.

Hum!

Tomé la punta del pecho entre dos dedos y apreté metiéndole mas el pezón en la boca. Lo mamaba despacio deleitándose en cada chupada y yo disfrutaba, estaba a punto y busqué mi clítoris .

Méteme tu los dedos – le pedí – muévelos ….muévelos…sigue…..sigue …sigue.

Iba a correrme .Ella chupaba mi pezón con fuerza. Me hacía daño, pero me gustaba ¡iba a correrme ¡

Debió adivinarlo

Yo también!

Gimió, empezó a temblar. Yo estaba corriéndome. La abracé y la besé en la boca y chupé su lengua, mientras mis jugos se derramaban fueran de mi vagina apretamos nuestros vientres con fuerza, Quedamos así, abrazadas, respirando entrecortadamente.

Te quiero tanto!

Yo también cariño- le contesté- Estas mejor?

Oh si! Mucho mejor!

Vero, te gustan las chicas?

No. Nunca había hecho esto antes con nadie .Siempre he soñado contigo no se porque. Te digo una cosa?

Si, dímela

Cuando me toco, pienso siempre en ti.

En aquel momento sentí un enorme cariño por mi hermana. Le quité el camisón y la abracé. Nos besamos en la boca Noté sus pechos pequeños y duros contra los mios, me separé un poco y acaricié su pezón con el mio, metí mi pierna entre sus muslos y apretó su vulva abierta contra ella.

Tienes ganas otra vez?

Si ….

Quería darle toda la felicidad, todo el placer del mundo y yo tenía experiencia, lamí sus pezones y pasé la punta de mi lengua despacio bajando hacía su vientre. Los pelos de su pubis acariciaron mi barbilla, mi hermana estaba muy quieta, pasé la lengua por sus ingles, me llegaba el olor de su vulva, no pude impedir pensar en Carmen. Pasé mis manos bajo sus nalgas levantándola y metí mi lengua entre ellas, sus jugos habían resbalado hasta allí apreté su ano con la punta de la lengua

Ay!........Ay! …..Ay!

Empezó a moverlo, lo lamí notando sus contracciones

Oh!......ay!

No quería que se corriera aún, me detuve y lamí sus labios y pensé de nuevo en Carmen

Los pequeños labios interiores eran mas tersos, pasé la lengua entre ellos buscando la entrada de su vagina, sus jugos me parecieron dulces, la besé allí y moví la lengua.

Miré hacía arriba, ella estaba incorporada mirando.

Quieres ya?

Si!.......si! …ya

Introduje un dedo en su vagina mojándolo, lo metí entre sus nalgas, busqué su ano empujando, fue cediendo poco a poco, moví el dedo despacio para no hacerle daño, Carmen me lo hacía así y yo quería regalarle mis experiencias mejores a mi hermana.

La punta de mi dedo se movía sin dificultad en la entrada del pequeño agujerito, entonces busqué su clítoris, apreté su capuchón con los labios y lo sentí duro e hinchado lo lamí muy rápido con la lengua, mientras mi hermana se movía fuerte contra mi cara, de pronto se detuvo y empezó a tener espasmos cada vez mas fuertes, empuje el dedo metiéndoselo dentro, se retorció. Yo dejé de chuparle el clítoris para tocarme y llegar enseguida a conseguir mi propia corrida.

Verónica seguía corriéndose con espasmos cada vez mas suaves.

Creo que nos quedamos dormidas, no se cuanto tiempote desperté al sentir que mi hermana me besaba el vientre.

Que haces Vero?

Quiero hacértelo a ti.

Espera cariño! Toma …así….espera

Le puse la almohada bajo la cabeza me puse a horcajadas sobre ella y acerque mi vulva a su boca

No estas mas cómoda así? ,

Me separé los labios con los dedos.

Vamos cariño. Disfruta y hazme disfruta mucho a mí.

Hum!...ahí …. Así Oh!......Oh!.

Pensé en Carmen . Mi hermana tenía toda la boca sobre mi vulva, yo empecé a moverme despacio sobre ella . Que voy a hacer ahora Carmen? Mi hermana me estaba mamando literalmente, chupaba, succionaba mis jugos ansiosamente.

Carmen….Vero. Ante todo mi hermana y seguí corriéndome

Por Lesbis

jueves, 29 de octubre de 2020

Blue Rain Ôsaka (AKA Blue Rain Osaka)

 

Cuento de dolor y nostalgia mezclado con canciones pop y fuerza femenina.

Magnet Link
Parte 1
Parte 2
Japonés/Inglés

Addams, Comix

 

Descargar Aquí


Mi primer relato


Hola me llamo Laura este es mi primer relato. Soy una adolescente de un país de América del sur. Mi edad es 15 años, siempre me he destacado en el colegio por ser muy buena para escribir pues cuento con una gran imaginación, pero les mentiría si les digiere que este relato lo escribí yo sola. Para tal motivo conté con la ayuda de un amigo cercano que me ayudo a perfeccionar la redacción, pues no quisiera que quedase flojo si no que sea de su más placentero agrado.

Hace mas o menos año y medio soy lectora de esta pagina la verdad me encantan los relatos, hay algunos de excelente calidad y muchos mas de calidad muy baja, espero que si les gustan los míos y lleguen a ser de la mejor calidad posible. Sin tanto preámbulo, comenzare por decirles que la mayoría de lo que les contare es real la otra parte es mezcla de imaginación y deseo. Lo mejor es comenzar desde mis inicios en la vida del sexo.


Apenas contaba con 11 años, mi cumpleaños 12 estaba cerca, yo era una niña de tan solo 145 cm. rubia de ojos verdes grandes, labios pequeños color rosa, senos diminutos, mi mayor atractivo era mi traserito era redondito y grande para el resto de mi cuerpo, eso es herencia pues mi madre y hermana también lo tienen por el mismo estilo. Mi piel es blanca y me he destacado siempre por el ser del tipo ingenuo.
Mi relato inicia una tarde de invierno bastante lluviosa, eran como las 4 de la tarde pero la oscuridad era muy notaria por lo que se veía como si fuera mas tarde, recuerdo que hacia muchísimo frío. Estaba en casa con mi hermana DIANA y su amiga Jhoanna, quienes describiré antes de seguir adelante. Diana es mi única hermana tiene un trasero divino es redondo y grande, que resalta de forma espectacular con su cadera diminuta, sus piernas son largas, con muslos bien marcados, mide casi 160cm. Su edad en esa época era de 17 años. Sus ojos son verdes, boca pequeña muy similar a la mía, rostro angelical. Jhoanna es mas alta como 170cm. Cabello negro largo labios algo gruesos, piernas bien delgadas, senos diminutos. Su trasero es pequeño y algo caído. Ella tenía 18 años.

Ellas eran amigas de toda la vida, por lo que no era nada extraño que se la pasara en mi casa. Esa tarde yo estaba en el PC, y no encontraba algo que esta buscando, entonces me dirigí al cuarto de mi hermana, que últimamente estaba cerrado en todo momento.

Cuando subía las escaleras observe que la puerta estaba entre abierta, la iba a empujar cuando note que algo extraño sucedía, Jhoanna acariciaba el cabello de mi hermana, mientras ella acariciaba sus piernas, sus rostros estaban muy cerca el uno del otro por lo que mi curiosidad crecía, y permanecí allí sin hacer el menor ruido. Ambas lucían unos pijamas casi transparentes de color rosa y pantalón corto. Mis ojos casi saltan cuando observe que mi hermanita comenzó a acariciar la entrepierna de Jhoanna a lo que ella respondió con un beso muy apasionado. Claramente pude ver como sus lenguas se entrelazaban desde la punta hasta la base, era un espectáculo digno de película less. Se notaba que hacia rato lo hacían. Yo comencé a sentir calor y escalofríos no se que paso en ese instante por mi mente pero os lo juro estaba comenzado a imaginar cosas raras. Pero eso no era nada comparado con lo que a continuación paso.

Jhoanna tomo parte activa de la situación y despojo de la parte de arriba del pijama a mi hermana, y comenzó a succionar los pezoncitos de mi hermana, los cuales se pusieron duros al poco tiempo. Diana cerró sus ojos y separo sus piernas permitiendo a su amiga que la masturbara más cómodamente. No se cuanto tiempo paso pero las 2 comenzaron a emitir sonidos propios de video porno de los que ve mi primo. Luego Diana tomo la iniciativa, entrelazo sus piernas con las de su amiga la tumbo en la cama y se coloco sobre ella despojándola de su pijama en la parte de arriba, ahora ella succionaba los pezones de su amiga, de igual forma como lo había hecho con ella. Luego se levanto un poco y en esa posición ambas mutuamente se despojaron de su pantaloncito de pijama.

Seguían sorprendiéndome ninguna llevaba nada, sus vaginas estaban recién afeitadas ni un solo pelo se asomaba, ambas pieles estaban al desnudo. Diana se concentro en la vagina de ella, suavemente la lamía de arriba a abajo, introducía su lengua de dentro hacia fuera, ella comenzó a gemir suavemente luego de que su respiración se entre cortaba, y aceleraba en la medida en que mi hermanita aceleraba o disminuía su penetración con la lengua y de paso con uno de sus dedos también estimulaba su clítoris.

Yo vestía mi uniforme de colegio, una falda escocesa y un buso de cuello alto. Por mi edad mi falda era bastante larga, debajo de la rodilla, pero la curiosidad o excitación no se, hicieron que me despojara de ella quede solo en mis bikers (shorts cortos que usualmente van debajo de la falda del colegio) eran blancos y OH sorpresa que me lleve cuando mire hacia abajo mi entre pierna estaba húmeda, estaba mojada no sabia en ese momento que había pasado pero en fin disfrutaba de lo que sucedía entre mi hermana y su amiga.

Volví la vista hacia ellas, entonces observe como mi hermana ya tenia 3 dedos en su vagina y su lengua se devoraba el clítoris de Jhoanna incluso hasta con sus dientes, halaba sus labios vaginales. Ella gemía su rostro se había transformado ahora parecía el de una fiera, gritaba de placer, supongo, sus manos empujaban la cabeza de mi hermana hacia su vagina, estaba como poseída, luego con sus piernas aprisiono el trasero y las piernas de Diana. Esa escena Nunca se me olvidara estaba llegando al máximo, pero faltaba algo mas, mi hermana retiro su cabeza de su intimidad y se concentro en sus dedos con una mano estimulaba los pliegues vaginales introduciendo 3 dedos, mientras que con la otra comenzó a hundir 2 dedos de un solo golpe en su ano. Lo que la hizo brincar de gusto, solo pudo resistir esto un par de minutos y exploto, en ese momento observe como los dedos de mi hermana salieron empapados de jugos vaginales. Ese líquido pegajoso que escurría de sus dedos hasta ese momento lo veía, y lejos estaba de saber que eso es lo que se conoce como ORGASMO.

Diana tomo sus dedos empapados de ese líquido y los introdujo en su boca y luego con su lengua los compartió con Jhoanna. Sus lenguas se volvieron a unir con ese líquido en su interior que las humedecía y les daba un sabor el cual desconocía.

Estaba anonadada de ver lo que hacían ellas, pero mas sorprendida de ver que mientras las observaba me estaba frotando mi vagina contra mis bikers, mojándome del gusto, sentía un pequeño ardor pero del gusto que sentí no le preste la menor atención.

El espectáculo continuo, ahora es tu turno de sentir placer, eso fue lo que alcance a escuchar.

Dicho esto Jhoanna pido a Diana que se colocara en 4 patas como si fuera un perrito y que apretara bien las piernas. Ella se coloco detrás con todo el trasero de Diana a su entera disposición, se inclino hacia ella, y con su lengua lamió las nalgas de ella, todo su trasero se humedeció con esa lengua, que parecía que se lo quería devorar. Jhoanna besaba de forma perdida cada cm. de la colita de mi hermana, hasta un punto que me llevo casi sin darme ha masturbarme por dentro de mis bikers, lo que sentí en ese momento era único unas cosquillas que me electrizaban, quería cerrar mis ojos pero no podía, mi morbosidad y curiosidad no me dejaban.

Para ese momento Jhoanna lamía el ano de mi hermana, y sus dedos intentaban penetrarlo. Se veía rosado o rojo, no se exactamente pero lo que ella hacia se notaba que le encantaba a mi hermana, pues sus ojos estaban cerrados y se mordisqueaba los labios de placer. Jhoanna pregunto a mi hermana que si quería sentir mas placer, ella le contesto moviendo su cabeza afirmativamente. A esto ella respondió separando su ano de tal forma que introdujo su lengua hasta donde podía, mi hermana brinco al sentir esa lengua que la penetraba, yo no pude evitar emitir un suspiro y dejar que una de mis manos quisiera hacer lo mismo con mi ano. Lo que obviamente fue imposible pues el nunca había recibido nada.

Jhoanna introdujo 2 dedos hasta el fondo, sus dedos son largos y delgados, lo que les permitió alcanzar una profundidad notable, mi hermana gemía de gusto, alcance a escuchar que pedía más. Su amiga la tomo del cabello halándoselo hasta dejarla a punto para besarla desmesuradamente, luego volvió de nuevo con sus dedos ha penetrarla. Estando en esas yo intentaba penetrar el mío, estaba ida, me desconocía, fue cuando torpemente me caí contra la puerta y ellas asustadas se dieron cuenta de mi presencia.

Diana me dijo que me acercara a ellas, Jhoanna sonrió al verme allí en bikers y lo peor mojada. Mi hermana me pregunto cuanto llevaba allí observándolas, a lo que conteste que había visto todo lo que habían hecho. Ella disgustada quería que me fuera de allí en el acto, pero Jhoanna le dijo que no, que si yo era una mirona, lo mejor era que me castigaran como debía. Diana se sorprendió igual yo, Jhoanna manejando la situación dijo que si lo que yo quería era mirar que porque no darme una escarmienta. Mi hermana capto lo que pretendía y dijo que si que me hicieran escarmentar en carne propia para que no fuera mirona.

Yo no se que paso si por excitación, ingenuidad o por boba, dije que haber demuestren de que son capaces. Mas tarde en decir eso que Jhoanna en colocarse detrás de mí besándome el cuello, y lamiendo los lóbulos de mis oídos, dejo que su imaginación volara sus manos hicieron suyo mi trasero, mi hermana se acostó en la cama y abriendo sus piernas se masturbaba mientras observaba. Ella solo observaba en silencio como su amiga metía sus dedos ágiles dentro de mis bikers frotando primero suave luego con furia mis virginales labios vaginales. Jhoanna excitada como estaba olvido que yo era una niña y metió su dedo en mi vagina no antes de estimular mi clítoris como loca. Brinque como impulsada por un resorte, Diana dijo que si me iban a desvirgar lo hicieran con calma y que era mejor provocarme hasta que suplicara ser cogida.

Esas palabras produjeron más perversas intenciones en Jhoanna. Procedió a despojarme del buso, dejando al aire mis pezones, los que pellizco hasta que se pusieron morados del dolor, yo no usaba sostén pues por lo pequeños aun no valía la pena usarlos.

Lo hizo casi hasta hacerme llorar, se aburrió de hacerlo solo hasta que me vio derramar una lágrima, paso a mi trasero me pidió que me colocara en 4 patas como había visto a mi hermana, lo hice, ella

Me dio el mismo tratamiento que a mi hermana, sentía morirme me hacia estremecer, en unos minutos me orine como si fuera bebe, ella sonriendo de nuevo se éxito mas y comenzó a penetrar mi ano sin contemplación con un dedo para que no me doliese. Llamo a mi hermana y le pidió que metiera uno de ella en mi vagina para hacerme tener mi primer orgasmo, no se en que pensó mi hermana pero le dijo que mejor guardaran mi vagina para ya sabes quien. Yo solo me dejaba llevar y no me preste demasiada atención a sus palabras. Diana entonces le murmuro al oído a Jhoanna que mejor se dieran un banquete de placer con mi ano. Mi hermana en ese instante se le olvido nuestro parentesco. Mi edad lo único que quería era cogerme con todas sus fuerzas. Así mientras una me lamía la otra me penetraba, lo más que llegaron fue a 2 dedos. En unos 5 minutos llegue a mi primer orgasmo, cuando mi hermanita se metió bajo mis piernas y me lamió la vagina, mientras mi ano era devorado por la lengua y 2 dedos de Jhoanna.

Jhoanna que parecía ser la dominante de todo, nos pidió que nos colocáramos juntas en 4 patas dándole nuestros anos, nos exigió que no volteáramos que nos daría nuestro merecido como premio por esos traseros tan divinos….

Esa es otra historia, les agradezco por la lectura de este relato y os pido que lo valoren, si les gusto les seguiré enviando mas relatos.

BESOS LAURA.

miércoles, 28 de octubre de 2020

¡Ya casi esta!

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martes, 27 de octubre de 2020

Blood and Sex Nightmare

 

Libidinoso, idiota y sexualmente frustrado, Nick convence a su novia virginal y frígida Amy para que lo acompañe al remoto complejo de swingers en el bosque The Pleasure Mountain Adult Retreat. Sin embargo, el lugar demuestra ser el terreno de acoso del asesino zombi violador psicópata Félix Gallo, quien comienza a golpear a la gente a diestra y siniestra.

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Inglés

Road Cartoons, Comix







Mi inocente hermana


Todo comenzó en 1970 cuando yo tenia 13 años y comencé a notar que mi hermana, quien tenia 11, se desarrollo. Sus tetas eran del tamaño de manzanas.

Yo lo sabia porque de noche por casa vestía a veces con un camisón rosado diáfano, y cuando ella paso por la lámpara de la sala se trasparentaban y los podía ver perfectamente.
Nosotros vivíamos en un área rural sin vecinos, lo que significa que no tenia muchos amigos y amigas, por lo que estaba bastante aburrido la mayoría de tiempo.

No debía ser una sorpresa que tuviera ideas y pensamientos sexuales sobre mi hermana, María, nunca había hablado con ella de esto, pero comencé a intentar contactos.


En broma le tiraba de la goma del pelo y ella hacia como si se enfadara.

Yo se que ella disfrutaba de la atención que yo le prestaba porque ella no tenia amigos.

De hecho, seguro que ella era completamente inocente y virgen, y que nunca la habían besado.

Mis bromas comenzaron a incluir pequeñas peleas ficticias a lo lucha- libre, solía acabar siempre entre sus piernas, mientras ella se retorcía para conseguir alejarme yo encorvaba suavemente mi pinchazo contra su montículo cálido.

Cuando ella gritaba finalmente "me rindo" yo la dejaba marchar y me iba al baño para aliviarme cuanto antes con una buena paja.

Esto fue durante un mes o dos y cada vez tardaba más en gritar " me rindo " incluso un par de veces me llegue a corre en el pantalón.

Un sábado por la noche cuando nuestro padres fueron al baile semanal de la parroquia del pueblo, mi hermana alardeaba alrededor de mi con el camisón rosado y yo comencé mis bromas, pero esta vez atrape sus brazos sobre su cabeza y comencé a hacerle cosquillas.

Ella me pidió que parara o se iba a mear, no pare y al rato me dijo que se había meado un poco.

Le dije que era una mentirosa y me contesto " de eso nada, realmente lo hice."

Con mi mano libre baje hasta sus bragas y la pase por encima de ellas tocando todo su coñito.

Efectivamente estaba mojado allí abajo, trabaje mis dedos arriba y abajo de su pequeña rajita.

A mi sorpresa, María no protesto y yo continúe refregando su tajo virgen.

Note como ella respiraba profundamente y su estomago, y las piernas se sacudían como si ella no tuviera ningún control, le dije que sus braguitas estaban mojadas y que se las iba a quitar.

Yo realmente espere que ella se negara, pero cuando tome el dobladillo de sus bragas para bajarlas, ella levanto su camisón infantil para ayudarme. Después de que hice esto me desabroche los jeans y saque mi polla fuera. Mi hermana pregunto que pretendía hacerle, y le conteste que simplemente iba a refregarlo contra ella, las sorpresa seguían, ella no objeto cuando comencé a deslizar mi polla arriba y abajo de su lampiño coño, mire su cara, María tenia sus ojos cerrados y disfrutaba las nuevas sensaciones que sentía su cuerpo, no podía resistir y la bese suavemente sobre los labios.

María abrió sus ojos pero no dijo nada, continúe besándola y ella contesto besándome, metió su lengua en mi boca y antes de darnos cuenta nos estábamos besando como amantes.

Todo mientras yo deslizaba mi polla por su ahora muy mojada y muy caliente vagina.

Mientras le besaba tome mi polla con la mano y lo ubique en la apertura de su coño virgen y suavemente empuje, pero nada sucedió, empuje nuevamente y sentí la cabeza de mi polla hundirse entera en su coño, mi hermana abrió sus ojos, se sorprendió, y boqueo, ¿Qué estas haciendo? pregunto, y dio un grito o gemido cuando mi polla tomo su virginidad y empujo profundo en su barriga.

Empuje nuevamente y sentí la cabeza de mi polla hundirse entera en su coño.

Empuje de nuevo un poco más y sentí mi polla totalmente dentro de ella, mi hermana gimió y se retorció, me dijo que dolía un poco pero yo no podía parar.

Puse mis brazos alrededor de sus hombros para reforzar y conseguir mas potencia, y ella noto como mi duro miembro empujaba fuertemente contra su coñito, di un par de empujones medios y mi polla entro en ella lo más profundo que podía ir.

Mire a mi hermana y las lagrimas corrían por sus mejillas fui a besarla y ella me devolvió el beso, le dije como la amaba y que de ahora en adelante la querría como mi amante y amiga, dijo que seria mi amante y amiga solo si yo lo era de ella.

Comencé a bombear mi polla de aquí para allá en su ya abierto coñito, mire abajo donde nuestro cuerpos se habían unido como uno y vi sus muslos jóvenes y firmes y mi erecta polla roja por la demostración de su pureza. Esto me llevo al limite y mi corrida subió rápidamente hacia arriba por mi eje, empuje en mi hermana lo mas profundo como podía e intente retenerlo allí, bese a mi hermana y descargue tres o cuatro lechazos antes de retirarlo y dejar el resto de semen sobre la barriga de María.

Cuando ella lo vio me pregunto que era, le conté que era la corrida de un hombre enamorado.

Nosotros comenzamos a hacer el amor cada sábado por la noche y cada vez nos queríamos mas.

Comenzamos a actuar como una pareja normal. Nuestro padres nunca se dieron cuenta.

De todas maneras ellos nunca cuidaron mucho de nosotros.

Por diexxx

lunes, 26 de octubre de 2020

Le journal de Lady M (AKA The Diary of Lady M)

 

Es una hermosa intérprete talentosa, pero su trabajo no es del tipo que invita a la aclamación popular. A pesar de que es poco probable que se vuelva famosa, disfruta de su vida como intérprete que vive fuera de la corriente principal. Una noche la espera entre bastidores un pintor español que ha visto su espectáculo y quiere conocerla. Caminan por París conociéndose y luego el pintor regresa a España. Algo en el hombre ha movido a Lady M a la pasión: vuela a encontrarse con él en Barcelona y él le muestra su amada Cataluña. Esta vez, sin embargo, su relación se trata tanto de hacer el amor apasionadamente como de compatibilidad. Lady M está tan enamorada de su nuevo hombre que cuando descubre que el pintor tiene una esposa y un hijo negros, se sorprende un poco e invita a toda su familia a reunirse con ella en París. Sorprendentemente, lo hacen, y el número de personas que comparten su amor y sus apetitos sexuales cambia de dos a tres.

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Francés/Inglés/Alemán

Robinsonia, Comix

 

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Hermanos inmorales


Tuve una infancia normal como cualquier persona, padres de matrimonio bien constituidos, estables emocional y económicamente, un solo hermano, que más que un hermano, fue un amigo muy especial, confidente y años después, el mejor amante que he tenido. De siempre tuvimos muy buena relación, éramos solo los dos, sin amigos en el barrio, ya que todos eran mayores, por lo cual jugábamos mucho entre nosotros, hacíamos travesuras, en fin. La confianza era a tal punto, que yo o el no teníamos problemas de desvestirnos delante del otro, cambiarnos ropa, pasar al baño cuando un estaba duchándose o sentado, etc. Eso no era un tema tabo, conocíamos sin vergüenza nuestros cuerpos desnudos. 

El es mayor que yo por dos años. Entrando en la adolescencia, ya comenzamos a tener más amigos de colegio principalmente, salíamos juntos, íbamos a la disco, bailábamos entre nosotros. Nunca fue celoso, amigo de mis novios y yo de las de él, incluso muchas veces yo le hice enganche con amigas mías.

La fidelidad con nuestras parejas no existía, ambos  éramos infieles por naturaleza y uno cubría al otro sin problema, leal al otro hasta la muerte. Era tanta nuestra complicidad, que él fue el primero en comprarme pastillas anticonceptivas cuando comencé a tener relaciones, dándome consejos de sexo, de no quedar embarazada, de no meterme con cualquier tipo, de ser discreta, de no echar a perder mi reputación. Incluso una vez, yo tenía novio de años,  que era amigo de mi hermano.  Pero conocí otro tipo en una fiesta, me calentó, nos fuimos a coger a un motel y a la salida, su vehículo no partió. Estaba algo ebria, con un tipo que no era mi novio  y de inmediato llame a mi hermano  para que nos fuera a socorrer, sin ninguna vergüenza.


Por su parte, el se convirtió en un hombre muy apuesto, alto, musculoso, simpático, las mujeres le llovían y el, a todas le decía que si. Era muy caliente, (bueno, igual que yo),   se lo decía siempre y el no me lo negaba, haciendo alarde de todas sus conquistas. No era raro que lo llamaran a nuestra casa varias mujeres distintas, el mismo día,  donde yo sabiendo de sus andanzas, lo encubría. Como lo había visto desnudo muchas veces, sabía que mi hermano tenía una buena herramienta, incluso sin malicia mas de alguna vez se lo dije.  Con esa referencia de tamaño me quede, ya que mis novios siempre la tenían más chicas que la de mi hermano.  

Yo creo que por ahí empezó una leve atracción hacia mi hermano y lo que le colgaba. Jamás pensé en tener algo con él , era inmoral , pero si me encantaba su físico, me hubiese encantado tener un novio así.  Ya más grande, si tuve más de alguna fantasía con él, incluso una vez que nos topamos en una disco, yo había bebido bastante, el igual,  lo saqué a bailar,  y entre baile y baile, me apoyó la pelvis en una de mis piernas, y sentí su verga semi erecta ,  lo volvió a repetir , bueno yo lo incité un poco y la volví a sentir.  En un momento, bailando, hago que me abrace por detrás, quería sentirla en mis nalgas y me restregué muy descaradamente  contra él unos cuantos segundos y sentí como me la apoyó más de lo debido también.  Lo repetí en dos canciones más  y claramente sentí que se le había parado, pera nada mas que eso pasó.

En fin, paso el tiempo, el entró a la universidad, se fue a estudiar muy lejos,  a otra región,  por lo que solo viajaba en fechas especiales, donde fuimos perdiendo contacto.

Sacó su carrera rápidamente, es muy inteligente  y consiguió un buen trabajo allá,  por lo que menos venía a nuestra casa,  pocas veces en un año. Claro que en sus cortos viajes, siempre salíamos a tomar algo y nos poníamos al día de todo. 

El tiempo continuó su marcha,  los años transcurrieron, muchos en realidad.  Con 41 años sobre mi cuerpo, ya solterona, sin hijos. Por mi carácter nunca pude sentar cabeza con un hombre, por uno u otro motivo, siempre terminaba mis relaciones, era diferente a mis amigas, no me interesaba formar una familia, hijos o tener un hombre a mi lado, no lo necesitaba.  Amigos con derecho a rose, si, siempre había alguno por ahí, nunca me faltaron.

Un día, me llegó una invitación a un matrimonio, mi primo se casaba.  Estaba sola en ese momento, sin pareja , en realidad hace rato sin pareja , había pensado en no ir, no tenía ganas , no era en mi  ciudad , tenía que viajar  hacia la costa  , ver un vestido de fiesta , peluquería , zapatos , regalo ,  viajar sola,  no me atraía para nada la idea , cuando en esos días , me llama mi hermano , avisándome que iba a viajar al matrimonio del primo , preguntándome si asistiría.  Hacía mucho que no lo veía, le dije que sí y que iba sola, para que no fuera a traer a una de sus amigas a la fiesta, me dijo que no, que viajaba solo y que allá nos juntaríamos.

Rápidamente fui de compras, me compré un vestido de fiesta, negro, muy escotado.  De joven nunca fui delgada  , siempre fui caderona y tetona y ahora cuarentona,  claro que estaba algo pasada de peso,  pero casi nada ,  me gustó como me veía  ,  me calzaba perfecto, parecía una puta fina ,  mi cola se veía espectacular y mis tetas se veían increíbles con un escote extremadamente pronunciado, solo tapado con una tela semi transparente , me sentía una diva dentro de ese ajustado vestido.  Concrete la hora en la peluquería y el día de la boda, contenta iba conduciendo  mi auto sola hacia la costa. Era un trayecto de una hora y media, fácilmente podría volver a mi casa cuando la fiesta terminara, solo debía tener cuidado con el alcohol, algo complicado, ya que me gusta beber. 

Recién en la iglesia, me encontré con mi hermano. Hacía mucho tiempo que no nos juntábamos. Se veía regio, muy buen mozo, elegante, con su traje y corbata. Me saludo muy contento con un fuerte abrazo, diciéndome que me veía maravillosa y  con su peculiar sentido del humor, me dijo lo mismo que había pensado yo, “ Pareces puta cara ,  estas exquisita”.  Me encanto su halago.

Ya en la fiesta, obviamente nos sentaron juntos, compartimos con los parientes más cercanos, bailamos. Ya más tarde al fin solos en la mesa, conversamos de cómo nos había ido, que habíamos hecho, si teníamos parejas, del trabajo  etc.   En eso se acerca a nuestra mesa mi  tío a conversar  con nosotros y luego mi  prima. Sacó a bailar a mi hermano y no lo soltó por harto rato. Yo aburrida conversando con mi tío, mientras los en la pista bailando muy entretenidos y reconozco que me dieron algo de celos. En eso me tomé dos tragos mas y se me subieron un poco las copas. Mi hermano paró de bailar y llegó muy contento a sentarse a mi lado, diciéndome más encima, que estaba “muy buena”  la prima, que si el marido se descuidaba, se la pescaba.  

“Eres un caliente de mierda, degenerado, es tu prima y esta casada“  , el se rió y me dijo que los mandamientos solo decían respetar padre y madre , que las primas no estaban incluidas y de celosa o ebria , le dije “¿y las hermanas?” ..  Se rio y me dijo tampoco estaban incluidas en el trato, a si que si te descuidas también.

A mí el alcohol me calienta, para que lo voy a negar, mis hormonas estaban completamente alteradas  y mi hermano estaba para comérselo. Me gusto esa frase que dijo y no sé de donde le respondí que me gustaba su filosofía, pero que tuviese cuidado,  que no fuese yo a comérmelo a él, mirándolo directamente a los ojos. 

Noté en sus ojos algo diferente, le gustó lo que le dije,  me miro de arriba abajo, desnudándome con la mirada, respondiéndome  que sería un sueño tener una tremenda mujer como yo, que mejor no lo desafiara. Ya mi entrepierna  estaba mojadita , me pedía a gritos acción.  Pensé para mí, también sería un sueño estar con mi hermano,  le sonreí insinuantemente, respondiéndole que seguro no se atrevería, el solo se rio y  nos quedamos mirándonos sin decir nada, deseándonos con la mirada, hasta que puso su mano en mi pierna, diciéndome “cuidado hermanita , que te puedes quemar” , y ya sabiendo que lo que decía de verdad , le respondí sin pensarlo   “eso quiero” , seguramente con una cara de caliente , que no se pudo resistir.

Se sorprendió con mi respuesta, pero reaccionó como el conquistador  que era,  me tomó de la mano y me pregunto si de verdad eso quería. Borracha y caliente como estaba , lo miré a los ojos y  le dije que sí. No lo pensó más y  dijo que nos fuéramos de inmediato. 

Nos despedimos de unos cuantos solamente, diciendo que nos quedaba un buen trayecto para llegar a casa. Salimos de la fiesta rápidamente, en segundos coordinamos todo, como ambos andábamos en vehículo,  me dijo que dejara el mío en una estación de servicio. Maneje un corto trayecto, decidida a todo, estacioné el auto donde pude y me subí al de él. 

Me pregunta por última vez si estaba completamente segura y le respondí con un corto pero efusivo beso, donde por primera vez nuestras lenguas se juntaron. Me metió la mano entre las pierna, llegando hasta mis calzones ya mojaditos pensando en lo que se venía. Sentir su mano ahí, me calentó más aun, estire la mano y le agarre su verga por sobre el pantalón, estaba dura, un tremendo bulto  y  cortando el beso, lo único que pude decir es “apúrate”.  Rápidamente salimos de ahí y nos metimos en el primer motel que encontramos.  Nos abrazamos y nos devoramos a besos. Sentía sus grandes manos agarrándome el culo y yo desesperada desabrochándole los pantalones para liberar su enorme verga.

Sus pantalones cayeron al piso, igual que mis rodillas. Ante mi una verga enorme, realmente deliciosa que metí en mi boca, todo lo que cupo y comencé a chupársela como si en eso se me fuera la vida. Sentí sus manos sobre mi cabeza y su verga entrado y saliendo de mi boca, aun no podía creer que eso estaba pasando, esa tremenda verga que solo había visto de niña, ahora en mi boca un sueño increíble. Me tomó fuerte de los brazos y me hizo levantar. Bruscamente me dio la vuelta y sentí su mano bajo mi vestido, corriéndome los calzones y metiéndome dos dedos dentro de mi mojada concha. Se apegó a mí, me beso el cuello, mientras me agarró fuerte de las  tetas diciéndome que era un pedazo mujer, una puta exquisita.

Me gustó que me tratara así,  mas me excitaba escucharlo tan caliente. Me bajo el cierre del vestido y este cayó  hasta el piso. Con arte y maestría, en un segundo desabrocho mi brasier , se notaba que sabia del tema mientras yo misma me bajaba los calzones.  Me empujo a la cama, caí con las piernas abiertas, mostrándome por completamente desnuda ante  mi hermano que se terminaba de desnudar.  Un cuerpo maravilloso, fornido musculoso y esa verga enorme apuntando al techo que ya deseaba tener dentro de mí.  Se acercó a mí, me abrió más aun las piernas y me comió la concha como nadie antes lo había hecho. De no haber tenido tanto alcohol en el cuerpo hubiese acabado ahí mismo.

Luego se montó sobre mí, me dio un beso exquisito y me comió las tetas con una furia, haciéndome desvariar. Yo estilaba, a pesar del placer de tener a mi hermano comiéndome las tetas, ya lo quería dentro de mí y comencé a suplicarle que me la metiera. Me beso en los labios y sentí su enorme verga rosándome mi sexo, cuando de un momento a otro, me la metió entera , sacándome un grito de placer , sintiéndome completamente llena. Ya de ahí, todo fue una locura, apenas lo podía besar entre mis gemidos que no podía acallar. Su verga entraba y salía dándome placer infinito,  no paraba de gozar, me sentía plena, toda una mujer, toda una puta, pidiéndole mas y mas y mi hermano besándome y penetrándome como un trastornado. Lo agarraba de su culo y lo apegaba más a mí, que hombre más delicioso, esa noche entera para mí.

Haciéndome gozar como una perra, me tomo de las piernas y se las puso en los hombros, más adentro logró entrar, sentí que me quemaba las entrañas al tenerlo tan adentro mío,  jamás me había comido un verga tan grande , realmente exquisita, cuando en un segundo, me levantó aun más  las piernas y las doblo hacia mi rostro, dejándome con las rodillas casi pegadas a mi cara, apoyada sobre mis tetas, completamente doblada. Su verga obviamente se salió, quedé con mi sexo completamente expuesto en esa incómoda posición,  cuando, sin soltarme, baja su cabeza y me empieza a comer el ano de tal manera que me llegue asustar. Su lengua se metió por ese agujero, haciéndome estremecer. La posición no era muy cómoda, pero el placer que estaba sintiendo, 1000 veces valía la pena. Su lengua alternaba entre mi concha y mi ano, dándome un sexo oral como nunca me lo habían dado. Me llegaba a faltar la respiración la estar tan doblada, pero aguanté lo mas que pude para seguir disfrutando, cuando me suelta y me besa en los labios, sintiendo el sabor de donde antes había estado su boca.

Rodamos por la cama, besándonos, me tomo la cabeza, yo sabía lo que quería, me acosté a su lado y bajé. Literalmente me atraganté con  su enorme verga mientras él, con su mano, me acariciaba el culo, jugando con ambas entradas, hasta que me metió un dedo en el culo y lo empezó a meter y a sacar.  Ya sabía por dónde iba su intención,  de hecho me gusta el sexo anal, pero solo con vergas pequeñas y lamentablemente para hacer ese trabajo, la de mi hermano era enorme, pero si me lo pedía, seguro terminaría cediendo.

Me monté sobre él,  me clavé yo misma su enorme tranca sintiendo como llenaba cada espacio de mi, comenzando a cabalgarlo frenéticamente, mientras el estiraba sus manos y me agarraba las tetas, diciéndome que las tenia exquisitas.  Se las coloqué en la cara y mientras me las chupaba con fuerza, aumentó sus movimientos haciéndome perder la cordura. Le pedí que para un poco, porque un minuto más y me haría acabar  y no quería hacerlo aun, quería que esa noche fuera eterna.

Nos besamos como dos enamorados, sus grandes manos acariciando mi culo con suavidad , besándome en los labios, en mis pechos, en mis brazos, era una mescla de pasión , lujuria , amor y cariño, algo morboso , pero a la vez una muestra de amor increíble ,  me sentía tan bien ,  amada , deseada.

Me colocó de boca sobre la cama y se montó sobre mí, me penetró deliciosamente, suavemente, besándome el cuello realmente estaba en el cielo.  Luego terminé en cuatro patas sobre la cama, con el de pie en el piso, agarrándome de las caderas,  penetrándome furiosamente.  Por el cuarto se escuchaba el golpe de su cuerpo contra mi nalgas ,  mas mis alaridos de placer que no podía evitar que salieran de mi boca. Ahí ya no pude aguantar más era demasiado para mí y comencé a acabar y acabar como nunca lo había hecho, alcanzando un largo y delicioso orgasmo mientras mi hermano no paraba, me perforaba como un animal.

A pesar de haber acabado, igual seguía disfrutando como una puita en celo, me colocaba como él quería, me dejé llevar por todas sus perversiones, hasta que pasó lo que me temía, me pidió la cola para acabar y no se la negué.  Fue cuidadoso, la metió con cuidado, lentamente, pero a pesar de todo me dolió, era demasiado grande.  Mordiendo la almohada, le entregue el ano a mi hermanito, que no dejó de hacerlo suyo, hasta que sentí sus gemidos de placer y su leche saliendo dentro mío,  algo realmente divino, el morbo de eso, sobrepasó el dolor que sentía y comencé a disfrutar, sintiendo como su semen lubricaba mi ano.

Quedamos rendidos ,  completamente satisfechos,  nos acurrucamos desnudos sobre la cama , con su mano acariciando mis pechos con cariño y yo , acariciando su sexo, ya sin calentura , solo con amor, confesándole que había sido maravilloso, que era un sueño estar con el.

Dormimos abrazados, hasta el otro día, ya era casi medio día. Lo volvimos hacer fogosamente, dándonos placer mutuamente, terminamos en la ducha y a pesar de que yo no quería que ese fin de semana se acabara, me dijo que no podía dejar de ir a visitar a nuestros padres estando tan cerca.  Lo entendí, nos pusimos en marcha, cada uno en su vehículo.  Mis padres lo adoraba, quien no,   lo recibieron como siempre, con todo el cariño y las atenciones. Compartió con ellos todo el día, y ya de noche, dijo que saldría a visitar algunos amigos, mentira, se fue a mi casa , donde cogimos como locos.

Ya al otro día se tuvo que marchar. Sin embargo nuestra relación cambio para siempre , hasta el día de hoy. Cada vez que podemos , fines de semanas largos o vacaciones , ambos viajamos , nos juntamos a mitad de camino, donde nadie nos conoce y hacemos vida marital.

Gracias por escucharme.

Por david800210

viernes, 23 de octubre de 2020

Conviviendo con mi hermana


Mientras estudiaba en la universidad, pase dos años viviendo solo en un departamento que me había arrendado mi padre. Era espectacular vivir solo, pero eso cambio, cuando mi hermana menor, egresó del colegio y se fue a vivir conmigo.

Aunque mi relación con mi hermana era muy buena, la idea no me gusto mucho, ya que era habitual que llevase a alguna amiga o compañera de universidad a mi departamento, donde lo menos que hacíamos era estudiar. Ahora con mi hermana ahí, esa ventaja se me limitaba a esperar que ella estuviese en clases o viajara a nuestra casa.

Sin embargo, pasado un tiempo, comenzamos a acostumbrarnos el uno con el otro. Por mi parte era agradable que el departamento. Estuviese mas limpio y ordenado, aparte de que ella cocinaba muy bien. Pero nuestro problema se presentaba en las mañanas, cuando ambos entrábamos a la misma hora, y chocábamos en el baño. A las finales quedamos que no cerraríamos con llave la puerta, ya que mientras el segundo se bañaba, el otro podría lavarse los diente, peinarse, etc.

Por lo general era ella la que se levantaba primero y se duchaba, y cuando salía a su dormitorio a vestirse, yo aprovechaba de meterme a la ducha. Mientras ella se pintaba, yo estiraba la mano, sacaba la toalla y me cubría dentro de la ducha, bueno, ella igual.


Una mañana, en que yo había entrado primero a la ducha, y luego de vestirme, entre al baño mientras ella se duchaba. Al parecer no me escucho cuando entre y mientras me peinaba, ella abre la cortina y sale desnuda, tapándose con la toalla afuera de la ducha.

No se sorprendió que yo estuviese ahí, y actuó como si fuese lo más normal del mundo, mientras yo, no pude resistir y observar todos sus movimientos a través del espejo.

Esta escena se repito ya con mas frecuencia, por que después de eso, me preocupaba de entrar yo primero a bañarme. Por mi parte, también comencé a desinhibirme un poco, y ya por ejemplo orinaba mientras mi hermana se pintaba etc. (ella también lo comenzó hacer), para ganar tiempo.

Pero sin darnos cuneta , poco a poco una suave atracción comenzó a generarse entre nosotros. Me gustaba ver cuando ella salía de la ducha o cuando se sentaba a orinar a mi lado. Disimuladamente trataba de ver su entrepierna, hasta que un día tuve suerte y observe que la tenía completamente depilada. Esa imagen quedó dando vueltas por mi mente mucho tiempo.

Pero también me di cuenta que ella, mientras yo lo hacía, también, disimuladamente me miraba a través del espejo. Esa sensación de ser observado por ella, me gustaba mucho, y trataba de mirar hacia otro lado, para que ella pudiese fijarse con más detenimiento.

Poco a poco, nuestras exhibiciones se hicieron mas desinhibidas, y ya conversábamos de frente, mientras ella se levantaba y se subía sus calzones o yo me sacudía la verga.

Esas imágenes seguramente fueron las que comenzaron hacer trabajar mi subconsciente y comenzar a tener sueños eróticos con mi hermana.

Un día, a la hora de almuerzo, ella me comentó que la noche anterior, se había asomado por la ventana, a fumarse un cigarro, cuando se encontró, que en el departamento del frente una pareja hacia el amor con la luz encendida.

Comentamos un poco el tema, hicimos algunas bromas al respecto, de cambiar piezas, ya que la mía solo daba a la calle, pero de ahí no paso nada más.

Pasaron como dos días, y una noche, a eso de las 1 de la mañana, siento que abren la puerta de mi habitación.

¿Estas durmiendo?

No, que pasa

Ven

¿Pasa algo?

Ven acompáñame

La sigo hasta su habitación, y me pide que no prenda la luz. Ella miraba a través de la ventana, al departamento de enfrente. Enseguida supe con que me iba a encontrar

En la ventana del frente, claramente se veía como una pareja, completamente desnudos, se acariciaban en la cama. Ella abajo y el besando sus pechos y bajando hasta perderse entre sus piernas.

Me pare al lado de mi hermana, como hacia calor, solo dormía con la parte de abajo, mientras mi hermana lo hacia, con un delgado short azul, de satín o seda, con una blusita corta, que dejaba al descubierto su ombligo.

La luna esa noche era increíble, e iluminaba mucho la habitación. De reojo miraba como mi hermana, no perdía detalle de lo que en el otro departamento estaba pasando, con los brazos cruzados y mordiéndose el labio inferior.

En silencio observábamos la imagen. Lentamente me fui colocando detrás y la abrace por los hombros. No decíamos nada, pero sentí como un escalofrió recorrió por todo su cuerpo. Sabía que estaba tan excitada igual que yo, pero hacia de cuenta que nada estuviese pasando. Mi bulto se apoyó en una de sus nalgas y ella apoyo más su cuerpo contra mí. Su perfume me inundaba, la suavidad de la tela que vestía, mas la presión que recibía mi verga, me tenía completamente excitado, y ya mi bulto se transformo en un sólido trozo de carne, que era imposible que ella no sintiera.

Sentí como muy suavemente, con un movimiento casi imperceptible, comenzó a mover su hermoso culo de arriba abajo, de lado a lado, sintiendo como había despertado la verga de su hermano.

Nuestras respiraciones iban en aumento, al igual que sus movimientos. Yo comenzaba a apoyar mis manos en sus brazos, recorriéndolos de arriba abajo.

También comencé un delicado movimiento hacia delante, punteándomela, suavemente, mientras ella hacía lo suyo con su cuerpo, al punto en que llegamos a coordinar nuestros movimientos, cuando yo me apoyaba hacia adelante, ella lo hacia atrás.

Mi manos se pusieron en su descubierto vientre, y comenzaron a acariciarla lentamente, con movimientos circulares, empujándola suavemente hacia atrás cuando su cuerpo se apoyaba en mi, mientras la pareja del frente comenzaba un fenomenal 69.

 

En un movimiento, logre acomodarme perfectamente detrás de ella, y mi verga que ya parecía un misil dentro de mi pantalón, se alojó medio a medio entre sus nalgas. La delicada tela me hacia sentir con perfecta claridad en donde había quedado colocado.

Ella al sentir ese pedazo de carne entre sus nalgas, apoya sus manos sobre las mías y doblaba su cabeza acalla atrás, dejándola apoyada en mi hombro, mostrándome su cuello, el que inmediatamente fue alcanzado por mis labios.

Al primer contacto de ellos con su piel, logro sacar un suave suspiro de su boca, y una presión de sus manos sobre las mías. Mis besos en su cuello no se detuvieron, al contrario, aumentaron y ella misma se llevo mis manos a su pecho.

Al sentir sus hermosas tetas sobre mis manos, con sus duros pezones en la palma, no pude resistir mas y comencé a jugar suavemente con ellas, sacando los primeros gemidos de la boca de mi hermana.

Ya mis movimientos fueron claramente notorios y le frotaba sin ningún descaro mi verga entre sus nalgas, a lo que ella respondía echando su culito hacia atrás haciendo mas fuerte el contacto

En un movimiento ella apoya sus manos en el borde de la ventana, quedando sémi doblada, con mi cuerpo completamente sobre su espalda. Mis manos se soltaron de sus preciosas tetas y se dedicaron a acariciar a su antojo, todo su hermoso culo.

Le baje sus short, los que cayeron hasta sus tobillos, terminando ella misma de sacarlos con sus pies. Hice lo mismo con mi pantalón, quedando completamente desnudo.

Sentí como ella estaba completamente mojada, al situar mi verga entre sus piernas, aun sin meterla. Ahora ella se levanta y termino por desnudarla completamente, besando su cuello.

Abrazándola por detrás, la lleve hasta su cama, quedando ella recostada de boca, ya entregada a todo lo que su hermano le quisiera hacer.

Me subí arriba de ella, recargando completamente mi cuerpo, besándole el cuello, luego la espalda, hasta que besándola, llegue a tener su hermoso y duro culo, a la altura de mis labios.

De ese hermoso culo, no dejé ni un espacio sin besar, completamente excitado, mis labios lo besaron una y otra vez, apretándolo con mis manos, separando sus nalgas y besando hasta su más profunda intimidad



Ella no decía nada, solo gemía con cada una de mis caricias. Ya no aguante mas y separándole las piernas, me subí sobre ella. Mi verga sin gran esfuerzo, guiado por su gran humedad, encontró el camino a su sexo. Suavemente , comencé a entrar , sintiendo como sus paredes se acomodaban al grosor de mi verga, hasta llegar al fondo de su sexo.

Con sus manos aferradas a la almohada y su boca mordiéndola, recibía cada una de mis embestidas que poco a poco fueron en aumento, hasta terminar follándola como un loco. Sus gemidos se escuchaban por todo el departamento.

Envueltos en un éxtasis increíble, le hice ponerse a lo perro y continué follándola por detrás.

Luego la di vuelta y comencé a chupar sus tetas, fuertemente, amasándolas con mis manos, chupando sus durísimos pezones, era el cielo, su suave y perfecta piel, era fantástica. Con la misma calentura, de un movimiento, le separe sus piernas y pude sentir sobre mi cara su perfectamente depilada concha, para saciarme de ella a mi antojo.

Mi lengua se perdió en su intimidad, saboreando ese delicioso manjar una y otra vez, sacando ya gritos de placer desde su boca. Su cuerpo se retorcía de placer y me di cuenta que su orgasmo no tardaba en llegar, pero en vez de retirarme, aumente mas la intensidad de mis lamidas, hasta que con un gran grito, comencé a sentir en mi boca las primeras descargas de su orgasmo.

Mi cara quedo completamente inundada, pero aun seguía comiéndole su suave concha a mi hermanita, prolongando su orgasmo por mas tiempo. Su sabor y su olor me tenían como loco, no podía dejar de sentirlos.

Me di cuenta que mi cuerpo no resistía mas tanta calentura y mi semen viajaba como un rayo a través de mi verga. Un leve momento de cordura, me dijo que no podía descargarme en su interior, a si que dándola vuelta, le separe las nalgas, y apretando mi verga con esos suaves pedazos de carne, comencé a expulsar una cantidad increíble se semen, dejándolas completamente mojadas, al igual que su espalda.

Cuando mi última gota de leche salió, me mantuve arrodillado sobre su espalda, jugando y frotando mi verga entre sus hermosas nalgas.

Pordavid800210