jueves, 15 de octubre de 2020

Recién casada


Esta historia que quiero contarles sucedió hace un año, cuando recién casada en casa de mi suegro, el me hizo mujer….

Comenzare contándoles que me llamo lucero, soy una chica delgada de cabello largo negro, de tes blanca, hermosa figura de risa encantadora pero algo reservada y que actualmente tengo 20 años, y un año de casada. Hace dos años en una fiesta de mis amigas conocí a Ricardo mi esposo, ese día inolvidable en el que nos miramos y creo que fue amor a primera vista; ese día él se acerco a mi y charlamos, bailamos y nos divertimos como nunca, desde ese día nos hicimos grandes amigos y de ahí surgió algo mas que amistad.

Durante las siguientes semanas salimos juntos cuando salíamos en grupo, así me fui enamorando de él; tan atento, tan caballeroso, tan cordial, etc., podría decirse que era la envidia de mis amigas, ya que algunas de ella tenían problemas con sus novios.

Un día para mi sorpresa después de tres meses de conocernos, me pidió que fuese su novia, debo confesarles que deseaba que lo hiciera, pues no había tenido novio y no sabia como era tener un compromiso con alguien, pero acepte encantada, ese día nos dimos nuestro primer beso, un beso apasionado, y de ahí en adelante surgieron muchos besos mas. Durante las siguientes semanas como es normal entre los novios procurábamos estar el más tiempo juntos para besarnos porque no pasaba de besos.


Mis amigas me contaban que hacían con sus novios, como lo hacían y debo decirles que deseaba hacer esas cosas con Ricardo, pero el era muy respetuoso en ese aspecto. Yo como les dije al principio no había tenido novio así que también no me atrevía a mas. En las reuniones de amigas e las que se platican e intercambian las historias vividas les diré que era la única que no pasaba de los besitos, a lo que mis amigas me dijeron si te respeta demasiado, dale una manita para que se anime y seguí sus consejos, procure vestir con jeans ajustados y blusitas, faldas cortas, o vestidos escotados, cosa que se me veía muy bien por mi cuerpo esbelto. Claro que tenia que dar resultados pues Ricardo comenzó a decidirse a mas, besos, caricias en los senos, en las piernas, momentos que nunca había vivido y que me parecía había desperdiciado en mucho tiempo, pero todo llega a su debido tiempo.

Pasado unos meses y con la confianza que teníamos, un día me invito a su casa a conocer a su padre, fuimos a comer y me lo presento, el no tenia madre porque había fallecido, era hijo único y había vivido muchos años solo con su padre. Su padre a su edad era un hombre que se conservaba bien, pero muy estricto muy serio y le gustaba dar ordenes, talvez mostrar que él era el hombre de la casa o demostrar su autoridad y que su hijo se forme con esas ideas, pero Ricardo era diferente, totalmente lo opuesto a él.

Para mi buena fortuna le agrade a su padre, y me dijo que era una linda chica y que su hijo había elegido bien y que el se sentía muy complacido y que deseaba ser abuelo muy pronto, cosa que me asusto porque no soy de la idea de tener hijos tan joven (cosa que paso solo por mi mente) porque en ese momento sonreí y no dije nada.

Los días pasaron y su padre nos invito a que fuéramos a comer con todos los fines de semana, cosa que se volvió costumbre, por lo que Ricardo también comenzó a ir a mi casa, a mis padres también les agrado, pues es muy agradable, atento y educado, mi madre también me dijo que había elegido acertadamente pues comparado con muchos chicos el era muy respetuoso.

Conforme pasaron los meses y la confianza con nuestros padres, se fue fortaleciendo mas nuestro noviazgo, y nuestra manera de estar solos, con decirles que un día después de la fiesta de mi amiga Graciela, salimos a pasear por lo que al pasar por un motel, el sin preguntarme entro, pidió un cuarto y entramos, mi corazón estaba a mil, imaginando muchas cosas, estar solos en un lugar como esos, pero entramos, el me abrazo y me beso, ahí dentro no dijimos nada solo nos besamos y me fue conduciendo a la cama, yo solo me dejaba hacer, el tan respetuoso, pero en ese momento era otro, estaba cambiado, me besaba y acariciaba, me fue quitando la blusa y el bra, me beso los senos, me los apretaba, y luego fue bajando sus besos de mis senos hasta llegar a mi ombligo, a lo que estando ahí, con sus manos me abrió el jean que llevaba y me lo bajo, quedando en la tanga blanca que tenia en ese momento, y me fue besando las piernas y mientras me decía lo bella que era. El se quito la ropa y nos abrazamos juntos pude sentir por primera vez el cuerpo desnudo de un hombre junto al mío, por mi mente pasaba como sería la primera vez, pensaba que ese día había llegado. Después de un rato de estar acariciándome me pregunto si era virgen, a lo que le dije si lo soy y quiero que seas tu el primer hombre en mi vida, pero no me hizo suya, me dijo que ese momento seria algo especial y seria en nuestra luna de miel, lo qe me hizo muy feliz.

Después de ese día vinieron momentos muy felices y me pidió que fuera su esposa, le comente que estaba muy joven, con apenas 17 años de edad , y el con 25 años, pero que cosa mejor podría haber que estar juntos y realizar nuestro amor.

No pude negarme por el amor que sentía y acepte gustosa con el consentimiento de mis padres, y el suyo, y nos casamos un año después de conocernos, fue una linda fiesta, con amigos y mis amigas que no se la creían pues muchas de ellas no pensaron que fuera tan pronto, pero me dieron su bendición.

Después de nuestra boda, nos fuimos de luna de miel a Mazatlán, donde estuvimos en un hotel, la primera noche juntos, esperando lo mejor, pero no llego, esos días las pasamos paseando, divirtiéndonos y saliendo día y noche, les diré que aunque en la intimida del hotel estaba en ropa sexi y lencería provocativa para él, el se dormía y a la mañana siguiente seguíamos con el mismo ritmo de diversión y paseo, por mi mente pasaba que talvez lo que el deseaba era que la pasara lo mejor posible esos días, y que lo demás habría tiempo de sobra.

Cuan regresamos de la supuesta luna de miel, nos fuimos a vivir a casa de su padre, ya que tiene una casa grande con varios cuartos y el vive solo con el, así que no me llegamos nos dio su padre la bienvenida y nos instalamos, los primeros días como buena esposa, me levante temprano y les daba el desayuno, lo que le gustaba a mi esposo y lo que le gustaba a mi suegro, mi esposo se iba primero a su trabajo y mi suegro después.

Les confiare que después de varios días de casada mi esposo me confío que no podía tener relaciones conmigo porque tenia un problema de erección, algo que dejo gran tristeza saberlo, pero lo iba a poyar para que pudiera superar ese problema, me pidió que no le dijera nada a su padre pues lo había mantenido en secreto y ahora yo también lo sabía.

Los días transcurrieron y la rutina llegaba también, levantarse temprano, darles el desayuno y estar sola durante el día, los primeros días les diré que me levantaba muy temprano, me ponía mis jeans y una blusa y les servía.

Pero un día me no me levante, me sentía mal tenia un dolor de no se que, ni yo sabia que tenía pero no me quería levantar y no me levante, mi esposo como siempre tan comprensivo y tan amable, se levanto se preparo el desayuno y se sirvió, desayuno y se fue; mi suegro por su parte estaba molesto, y esperaba que yo lo sirviera como siempre, pero no me levantaba, fue cuando escuche sus gritos y me decía cosas que era una floja, mala esposa que no se levanta a servir a su esposo ni a él, mi esposo le dijo que me sentía mal y que me comprendiera y se fue a trabajar. Pero mi suegro no entendía, seguía enojado y fue cuando de repente se abrió la puerta de mi cuarto y entro él con cara de furia diciéndome "floja levántate, se que solo te haces para estar acostadota y no hacer nada", yo le dije no, no es que no me quiera levantar es que me siento en verdad mal, pero el no me creyó y tiro de mi sabana dejándome sin nada, ese momento solo tenia una tanga, pues así duermo con mi esposo.

Cuando el tiro de la sabana y me vio, mi reacción fue cubrirme los senos, y recoger las piernas; el se acerco y me dijo que tienes? Porque no te levantas? Y le dije no se, ni yo se que tengo, pero siento un dolor en la pierna. El se sentó junto a mí y me dijo déjame ver, que tienes y me toco la rodilla y me dijo_ te duele aquí?, _ no le dije, y fue subiendo su mano, me acariciaba la pierna y me decía dime cuando te duela, y le dije esta bien, pasaba su mano sobre mi pierna, me la apretaba, me acariciaba y se fue acercando mas a mí, mi respiración comenzó a ser mas agitada, no podía controlar mi respiración, cerré los ojos y el fue subiendo su mano hasta llegar mi tanga, puso su mano sobre mi tanga y fue acariciándome tiernamente, y sintió lo mojada que estaba, y fue cuando me dijo: _ya se lo que tienes, y me beso, no lo aparte de mi, me deje besar, y con su mano retiro mis brazos que cubrían mis senos y me beso el cuello, me estaba gustando lo que me hacia, era totalmente diferente a mi esposo, podía sentir a un verdadero hombre junto mi. Me beso con ternura y a la vez salvaje los senos, me los besaba y me los apretaba, luego fue besando y bajando hasta llegar a mi abdomen, donde me beso y sobre la tanga y en las piernas, yo me desvanecí en la cama, y el se quito la ropa, pude ver desde el momento en que se quito el pantalón, el enorme miembro que guardaba en su bóxer, no podía creer que un hombre de 45 años, se mantuviera en forma y con una erección que nunca había visto.

Obviamente el no sospechaba nada del secreto de nuestro matrimonio y que aun no se había consumado nuestro amor, pero yo ya no podía mas, sentía esa necesidad de sentirme mujer, de que alguien me haga mujer, tantos días estar acotada junto a un hombre, desearlo cada noche y que no se podía realizar mi sueño.

El no se imaginaba nada solo estaba aprovechando el momento de estar con una mujer joven. El talvez después de tantos años viudo, también sentía esa necesidad de estar con una mujer y quien mejor si no alguien tan joven, bella y necesitada de hacer el amor. Así que ese momento me olvide de mi esposo, de la fidelidad, de las promesas y me estaba entregando a los deseos de aquel hombre mayor, estricto y varonil, me estaba dejando hacer lo que el quería, me bajo la tanga con delicadeza y vio lo húmeda que estaba, y me beso ahí, nunca había sentido esa sensación, pero lo mejor fue cuando me hizo sexo oral, sentir su boca y su lengua recorriendo mi cosita, y el diciéndome lo rico que olía, y sabia, no dejaba de besarme, hasta que se levanto y se quito el bóxer y vi su pene, enorme, grueso y apunto de estallar, me lo acerco y me dijo quiero que lo toques, no dije nada y lo toque, se lo acaricie y vi su rostro de satisfacción, y como latía cada vez mas se lo fui tocando y apretando, y lo masturbe, pero no se vino, y luego se acostó sobre mi y me siguió besando en el cuello, y en los senos, pude sentir su pene junto a mi cosita que pedía que entrara, que entrara por primera vez y que la poseyera, pero el era un hombre de experiencia sabia que estaba ardiendo de deseo así que me volteo y me beso toda la espalda hasta los glúteos, me los beso y pego, me dolió pero me gusto, di un quejido de dolor y me dio unas nalgadas mas, luego me puso boca arriba y me abrió las piernas y se puso entre ellas y con su pene en las manos, me lo comenzó a untar sobre mi cosita, pero no lo metía, no me hacia suya, pensaba que otra vez no iba a ser.

Siguió excitándome cada vez mas hasta que le pedí que me hiciera suya, le dije por favor ya has me tuya, quiero ser tu mujer, y fue cuando se puso acostó sobre mi, y me fue penetrando, yo estaba abrazada a el, y cuando me desvirgo, fue cuando si un grito, y me abrace fuerte a el, y fue cuando se dio cuenta de que me había desvirgado, me vio a los ojos que en ese momento tenia unas lagrimas, de dolor, pero mas de agradecimiento por que era maravilloso tenerlo dentro y me beso y me dijo pero aun eres virgen, como es eso? Que pasa entre ustedes, y le tuve que confesar todo, entonces con mas ganas me fue penetrando disfrutando de que era el primero, yo lagrimaba de emoción, por fin era mujer, por fin sentía un pene, grande grueso y grande dentro de mi.

Se quedo largo tiempo dentro de mi, metiendo y sacando me dolía cada arremetida pero me gustaba, me dolían las piernas de tenerlas tanto tiempo abiertas, hasta que se vino dentro de mi, fue maravilloso, luego lo saco y vio que lo había manchado y manche las sabanas, las sabanas que fueron testigos de nuestro amor.

Luego me vistió y me dejo acostada con las piernas abiertas y manchada, pero l e dije vete, déjame sola por favor, quiero estar un rato así sola, el se retiro con esa cara que no he de olvidar, de satisfacción.

Ese día, después de lo ocurrido, él se fue a trabajar, yo me levante un rato después, me fui al baño y me lave bien, aun me dolía un poco, pero estaba diferente, me sentía diferente, me sentía toda una mujer, me estaba dando el baño mas rico que me había dado en mi vida, me tocaba los senos, las piernas, aún podía sentirlo a él tocando mi piel, recorrer mi cuerpo, tocar mi cosita.

Durante el día me estuvo hablando desde su trabajo, quería saber como estaba, si estaba bien, si necesitaba algo, estaba pendiente de mi, cosa que fue extraña para porque nunca lo había sido, el tan estricto, tan regañón, y ahora un cambio total hacia mi. Mi esposo por su parte confiado y tranquilo no me llamaba, hasta que llegaba a casa es cuando platicamos, o si yo necesitaba algo es que le hablaba.

Generalmente me quedo sola en la casa, a veces todo el día, a veces salgo si necesito comprar o alguna amiga que me hable para tomar un café. Era un día diferente, me sentía otra, entre a mi cuarto y ví las sabanas manchadas, las quité, y las guarde para que mi esposo no las notara, y nos las iba a notar, puse otras deje todo en orden, y puse flores.

En la tarde llego mi esposo, como siempre el recibimiento con un beso y un abrazo, me dijo: te veo feliz, estas feliz de estar conmigo? Y le dije si amor claro que si,

soy la mujer mas feliz de la tierra, y se fue a cambiar. Un rato mas tarde llego mi suegro, me saludo y nos vimos con complicidad, y procuramos disimular, tratándonos como antes.

Durante la cena, casi no hablamos, no quería decir o hacer algo que nos revelara;

Pero mi suegro rompió el hielo, diciendo a mi esposo, que en la mañana no me había levantado que me sentía mal, y que no se debía preocupar, el tiene que irse temprano a trabajar, pero que el tiene mas tiempo, que podía llevarme al doctor a consulta, que no me levante, que me comprenda y que si es necesario que me dejaran dormir mas tiempo, me quede sorprendida de tanta amabilidad, ¡que cambio! Que actitud, mi esposo me vio y me dijo: ves mi padre es un buen hombre, te quiere y ahora hasta te consiente, deberías estar contenta y agradecida, yo le dije si, tienes razón es un gran hombre y le estoy agradecida (solo mi suegro y yo sabíamos de que estaba agradecida) y mi suegro también agradeció a mi hijo que hayamos ido a vivir con él y acompañarlo.

Durante la tarde y parte de la noche, el busca que nos encontremos, buscaba abrazarme, sin que se diera cuenta mi esposo, que iba él a sospechar de su padre; esto era algo que no pensé, que no tuve en cuenta, que mi suegro ahora quisiera estar mas tiempo conmigo, y yo con él, mientras mas caía la noche deseaba otra vez tener sexo con él, me sentía sensual, me sentía coqueta, quería excitarlo, quería que , no se que quería, noo, si se que quería, deseaba estar en sus brazos, que me hiciera nuevamente suya, estar debajo de el. Por ratos nos encontrábamos en el pasillo, el cocina, en la puerta del baño, nos mirábamos, me besaba, me abrazaba, pero todo como un destello, algo que no podía ser si estaba mi esposo en casa, en mi recamara.

Esa noche mi esposo me abrazaba, me besaba, me acariciaba el cuerpo, y en mi mente pensando que era su padre el que estaba conmigo, no pude dormir recordando lo que había ocurrido durante la mañana. A la media noche mientras mi esposo dormía profundamente, pude escuchar que mi suegro que se levantaba a cada rato, tampoco podía dormir, decidí ir por una pastilla para dormir, en el pasillo me abrazo, y nos besamos largamente, le dije no, ahora no, esperemos mañana, yo también lo deseo mas que usted, pero mejor mañana a solas, y así fue, cada a quien a su cuarto, me tome una partilla y me dormí.

En la mañana siguiente, no me levante, la verdad es que la pastilla me hizo dormir muy bien y no escuche que mi esposo se levantara y se fuera, me levante y los me di cuenta que eran las 10 de la mañana, ya no había nadie en la casa, mi esposo ya estaba en el trabajo y mi suegro también, así que desayune, me bañe y ya no me dio ganas de ponerme la ropa, me puse una una tanga blanca y una bata y me acosté nuevamente, puse música y el seño me venció, estaba punto de dormirme cuando una mano en mi entrepierna y un beso me despertó, asustada me desperté, era él, mi suegro había regresado y no escuche que entrara, le dije que haces aquí?, me dijo no pude dormir y he deseado tanto este momento, que deje el trabajo y regrese para estar contigo, iba a decir algo cuando me beso y ya no nos dijimos nada, me abrió la bata, me beso el cuello, mientras sus manos apretaban mis senos, luego me beso cada seno, concentrándose mucho en mis pezones los cuales succionaba hasta sentir un dolorcito por la forma de chuparlos, luego fue bajando lentamente por mi estomago hasta llegar a mi abdomen, esta totalmente excitada, luego me quito la tanga y me hizo sexo oral, un placer nunca antes sentido, luego el se quito todo y pude ver su pene otra vez, totalmente erecto; el estaba de pie y quedo quiero un momento mientras lo contemplaba, y le dije porque estas ahí, ven, pero no se movía de su lugar, y me estiro su mano, yo le di la mía y me jalo hacia él, y me tomo de la cabeza y me bajo hasta la altura de su pene, alce la vista y lo vi a los ojos y el me hizo una seña que lo metiera a mi boca, obediente abrí mis labios y me lo metí a la boca, su sabor era raro pero quería complacerlo, así que estuve un rato así y cuando o quería dejar el me apretaba hacia el con sus manos, no quería sacarlo, hasta que un rato me dejo, y me dio un beso en la frente, me dijo: eres muy obediente y sumisa, me agrada como eres, así que me acostó en la cama y con sus manos me levando las piernas y me las abrió, el junto a mi, vi como me me penetraba, ya no me dolía tanto, cerré los ojos y me deje hacer lo que el quería, estuvo largo rato metiendo y sacando, no se cansaba, yo si , ya me dolían un poco de tener las piernas abiertas, luego me lo saco y se acostó y me puso sobre el, me dijo acomódatelo tu sola y así lo hice me fui dejando caer sobre su pene lentamente mientras el me tocaba los senos, luego me tomo de las caderas y me subía y bajaba y me besaba los senos, no podía creer que me había olvidado de mi esposo, solo estaba para mi suegro, me acariciaba, era un experto, de pronto me dio unas golpecitos en los glúteos, me estaba nalgueando, me golpeaba y acariciaba, luego comenzó a tocar suave hasta que su dedo llego a mi anito, sentí otra sensación, algo distinto me comenzó a meter su dedo con mucha dificultad pero eso me excitaba mas, casi no podía entrar su dedo, pero insistió hasta que metió uno, me dijo: eres una mujer muy ardiente, se ve que nunca habías disfrutado del sexo, yo seré tu maestro, todas las mañanas te enseñare algo nuevo, y yo con la cabeza le decía que si, me dijo se que esta mal esto que hacemos, pero tu eres una mujer sin hombre y yo un hombre sin una mujer, así que seamos amantes, tu eres feliz junto a mi hijo y yo feliz contigo, así que decidimos que vivir de esta manera, tenia un amante en las mañanas y un esposo en las noches, ahora vivimos los tres muy contentos, cuando mi esposo se recupere de su problema, Sabre hacerlo feliz, no sabrá que llegue virgen al altar, y que su papa me desvirgo en su propia cama, pero tendrá una mujer muy ardiente sola para el, ese día terminara esta aventura que comenzó por cosas del destino.

Por lucero19

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