martes, 13 de octubre de 2020

Ángela


Querida Mercedes:

Como tu sabes mi papá y yo realizamos un viaje por carretera a la Argentina, en el mismo algo inimaginable me sucedió y necesito contárselo a alguien, pues pienso que si no lo hago puede explotar de forma incontrolable, te escogí a ti debido a que eres la persona en que más confío.

Viajamos a la Argentina para conseguir material para la metalmecánica de mi padre, en la que actualmente, la primera parte del viaje fue muy tranquila, cuando llegamos al nuestro destino comenzamos a buscar a algún distribuidor, preguntando supimos de uno que ofrecía buenos precios y que en ese momento se encontraba de viaje en una ciudad próxima a la que nos encontrábamos por lo que viajamos a la misma para tener una entrevista con el.

Cuando llegamos a la ciudad donde estaba el distribuidor nos alojamos en un pequeño hotel en un cuarto con dos camas, pues no teníamos mucho, luego de instalados nos dirigimos a una feria de hierros donde encontraríamos al distribuidor, el verano ya estaba en pleno y hacia muchísima calor por lo que me vestí con una falda corta y una blusa, cuando llegamos a la feria no tardamos en dar con el susodicho distribuidor, el era un viejo de unos 50 años, gordo y bastante más bajo que yo, cuando lo saludé su mano estaba empapada en sudor y muy sucia esto me provocó repulsión pero por el bien del negocio disimule mi disgusto, desde el momento en que llegamos el tipo no dejo de mirarme, escudriñando mi cuerpo de arriba abajo, aun cuando se adentraron en el deposito mientras conversaban y revisaban el material a la venta.


Luego de un tiempo de conversación y debido a que él parecía algo apurado acordaron encontrarse al día siguiente en el hotel en el que él estaba alojado al despedirse de mí me dijo en el hotel tenemos piscina cuando venga asegúrese de traer su traje de baño, le respondí que si y me aproxime a la salida.

Luego nos retiramos a nuestro hotel pero en el camino le hago notar a mi padre, que no había llevado un traje de baño, él me dijo entonces, vamos al mercado y lo compramos allí, cerca del hotel queda un pequeño mercado donde buscamos el traje, yo quería uno de una sola pieza pues ya me conoces soy muy tímida pero mi padre casi me obligó comprar uno de dos piezas diciéndome que hacia mucho calor y que yo tenia muy bonito cuerpo y que no me avergonzara del mismo, no pude decirle que no y escogí un traje no muy pequeño pero bonito y de color negro y por supuesto de dos piezas.

Como en el mercadito no tienen cuarto para probar la ropa no lo hice, al llegar al hotel mi padre me dice pruébate el traje, lo mire un poco sorprendida pero me pareció que tenia razón pues pude que me quede algo pequeño y así me fui al baño donde me quité la ropa que estaba toda transpirada y para no ensuciar el traje de baño decidí darme una ducha, al terminar la misma me di cuenta que no tenia toallas en el baño y así mojada como estaba me puse el trajecito me mire en el espejo para acomodarme bien el traje y salí del baño para mostrar a mi padre como me quedaba.

Cuando era una niña mi padre me vio infinidad de ocasiones con menos ropa de la que en ese momento traía pero cuando salí del baño su mirada me resultó muy incomoda pues era evidente que recorría todo mi cuerpo con los ojos más abiertos de lo normal, tampoco pronunció palabra alguna así que para romper ese incomodo silencio y recuperarme de la sorpresa que me provocó la actitud de mi padre, le pregunté que te parece, él recuperando el aliento me dijo hijita que hermoso cuerpo tienes, en ese momento sentí recorrer por todo mi cuerpo una corriente eléctrica que llevó toda la sangre de mi cuerpo a mi rostro, con el afán de que mi padre no se diera cuenta de lo que me sucedía dirigí mi mirada al piso en ese ademán me percate de algo aun más vergonzoso mis pezones se habían puesto durísimos y como tenia el cuerpo todo mojado el traje se me había pegado totalmente y las prominencias en el eran evidentes, en esta extraña situación no pude pensar mucho y atiné a dar un salto desde donde me encontraba hasta el baño, dejando a mi padre con la palabra en al boca.

Ya en el baño y como queriendo ocultar la razón de mi vergüenza llevé mis manos a mi pecho, para de esa forma cubrir mis erguidos pezones, debo confesarte querida Mercedes, que a pesar de mi edad hasta ese momento solo me había sentido así cuando ocasionalmente utilizaba mis dedos para darme placer, y a un que te parezca increíble yo aun no e conocido el sexo con un hombre.

Estas sensaciones desencadenadas por las palabras de mi padre continuaron electrizando mi cuerpo por algunos minutos más, cuando pensé que todo volvía a la normalidad, mi padre me habló a través de la puerta para preguntarme si me sentía bien, con la voz algo entrecortada le respondí si papi estoy bien so.. y no pude completar la frase pues en ese preciso instante sentí en el interior de mi sexo una humedad que se desbordaba hacia afuera, comprendí en ese instante que había tenido un orgasmo y el mismo había sido provocado por la mirada y la voz de mi padre.

Esa noche me pase mucho tiempo pensando en lo sucedido hasta que luego de unas horas me quede dormida, a la mañana siguiente nos dirigimos al hotel de distribuidor, como había quedado mi padre, me vestí no tan ligera como el día anterior pues no quería provocar un nuevo incidente, más llevé en un bolso el trajecito de baño.

Ya en el hotel nos encontramos con el viejo el nos condujo directamente a la piscina y en una de las mesas situadas cerca de la misma nos sentamos para conversar, casi inmediatamente me interrogó sobre si había llevado un traje de baño al responderle afirmativamente él me señaló los vestidores y me dijo vaya a cambiarse y disfrute de la piscina, mientras tengo una pequeña charla de negocios con su padre, en ese momento no-tenia ni idea de lo que en realidad deseaba este tipo.

La piscina no era muy grande pero como eran más de las 11 de la mañana de un día hábil no estaba llena y pude disfrutar a mis anchas de la piscina, mientras tanto mi Papa y el viejo conversaban.

El tiempo pasó y dieron las 12:30, vi entonces a mi padre acercándose al borde de la piscina indicándome que nos fuéramos a almorzar, ese momento el viejo lo interrumpe y nos dice quédense a almorzar los invito, tanto a mi padre como a mí nos disgustó la idea de quedarnos más no pudimos rechazarla pues en ese momento un mozo ya estaba acomodando la mesa donde se encontraba el viejo, para no atrasar más lo inevitable mi padre me ayuda a salir de la piscina y me alcanza una toalla con ella me seco el cabello y el cuerpo, para luego dirigirme a los vestidores, en esto el viejo me dice esta haciendo mucha calor por que no se queda así, inocentemente acepté su sugerencia y me senté a la mesa utilizando la toalla como una improvisada falda.

No pasaron más de un par de minutos de haberme sentado al lado del viejo que el deslizó su mano por debajo de la mesa y sujetó firmemente una de mis piernas, ese momento sentí el deseo de abofetear al tipo y derramar sobre su cabeza el plato de sopa caliente que nos habían servido, pero yo aun no sabia si mi padre había llegado a un acuerdo con este viejo y solo atine a disimular el susto colocando el bolso que había llevado de un lado de la silla al otro, pensé que mi padre no se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo, más tarde entendería que el probablemente lo sabia y que lo permitía conscientemente.

Como habrás adivinado el viejo no se contento con apretar firmemente uno de mis muslos si no que poco a poco avanzó hasta tocar todo mi sexo aun que tuvo la decencia de hacerlo por encima de mi traje de baño, de esta forma transcurrió el almuerzo, con el viejo conversando de todo menos del negoció supongo que para que yo no me entere de lo que se había conversado anteriormente con mi padre, terminado el almuerzo me retiré lo más rápido que pude con dirección a los vestidores donde por la prisa que tenia por irme de ese lugar me puse la ropa sobre el traje de baño, cuando salí del vestidor mi padre me estaba esperando cerca de la puerta y el viejo se había retirado a su habitación.

Durante el camino de retorno a nuestro hotel mi padre no pronunció palabra alguna, esta actitud me hizo sospechar que él negoció no se había realizado por lo que decidí mantener en secreto el manoseo que el viejo le había prodigado a mi cuerpo, ya en la habitación no pude más y le pregunté como te fue con el viejo, el se dio la vuelta y me dijo mal pues no pude cerrar el trato, pero por que volví a preguntar y el me dice desviando su mirada hacia otro lado el esta de acuerdo con las cantidades más no con el precio, pero para cerrar el trato me pidió algo a cambio, algo que no pude aceptar, que quiere a cambio papi, el tartamudeando me dice te quiere a ti, quiere que pases esta noche con él.

Sin haber asimilado del todo lo que acababa de decirme mi padre me senté en mi cama y me quede completamente callada, esos instantes me ayudaron a comprender lo que había sucedido pero antes de poder decir algo mi padre se hinco frente a mí y tomando mis manos con las suyas me dijo, no te preocupes hijita ahora mismo voy a la feria de hierros y busco a otro distribuidor no te olvides que ya no tenemos mucho dinero y tendremos que volver pronto a Bolivia, termino de decirme eso y se fue dejándome sola en la habitación.

Tratando de salir de mi asombro y volver a la normalidad me recosté en mi cama luego de unos momentos sentí humedad a la altura de mi pecho y recordé que traía puesto el traje de baño así que me quité la ropa y el traje quedándome completamente desnuda, no sé por que pero así como estaba me acosté en la cama de mi padre y me cubrí solo con una sabana, hacia mucha calor como para dormir y estaba muy nerviosa para lograrlo así que solo me quedaba pensar en lo sucedido.

Como tu sabes en la metalmecánica de mi padre yo trabajo manejando la parte contable así que conozco el estado de nuestra economía y como mi hermana mayor tenia que ocuparse de su propia familia, quedo yo como la responsable pues mis hermanos menores aun están estudiando, pensé entonces que una falla en nuestro viaje llevaría a la quiebra el negocio y a una difícil situación económica a toda mi familia.

Con todo el dolor que la situación me provocaba, en mi mente comencé a aceptar el papel que me tocaba en esta historia, más la sola imagen que recordaba del viejo me provocaba asco, ni que decir de la idea de tener que acostarme con el. 

Totalmente sumida en mis pensamientos olvide el paso del tiempo, así llegaron las cuatro de la tarde cuando sentí que habrían la puerta, rápidamente di vuelta hacia la misma para ver a mi padre entrando al cuarto, encontrándome yo aun completamente desnuda solo atine a darle una nerviosa bien venida y a preguntarle como le había ido, el aun sin haberse percatado de mi estado se sentó a mi lado y me dijo que no pudo encontrar a nadie que le ofreciera un precio accesible, supongo que fue la situación de completa vulnerabilidad en la que yo misma me había puesto, sumada a la decisión a la que ya había llegado, que tratando de aclarar mi voz le dije:

Papi e pensado mucho en esta situación y creo que todos en la familia debemos hacer sacrificios, tu ya hiciste uno al soportándome en la casa ahora que estoy sin empleo, así que por el bien de la familia y del negocio, estoy dispuesta a aceptar las intenciones del viejo, más papi , yo aun soy virgen y me aterra la idea de que el primer hombre de mi vida sea este viejo, no se si pueda soportarlo.

Él pensó por unos segundos su respuesta y me dijo querida hija eres una mujer tan hermosa no mereces este destino, no puedo obligarte a realizar semejante sacrificio a lo que respondí papi si no lo hago el viaje habrá sido en vano y ya no nos queda mucho dinero, en ese instante ambos nos quedamos callados y por espacio de unos minutos tan solo podíamos escuchar nuestras respiraciones, sinceramente no estaba segura de lo que realmente quería pero una mezcla de nerviosismo, vulnerabilidad por mí desnudes y el recuerdo de las sensaciones que había experimentado el día anterior terminaron por minar todas mis defensas morales entonces mirándole de frente le dije, papi hazme el amor, se tu el primer hombre de mi vida.

El silencio volvió envolver la habitación, no podía creer lo que le había dicho a mi padre, aun callado se levantó de la cama y se aproximó a la ventana luego se volteó para decirme, estas segura mi hija, lo que indicaba que el ya había comenzado a aceptar la idea de hacerle el amor a su hija, ese momento dejando de lado mi educación y moral católica que tanto mi madre como él me habían inculcado respondí si papi, estoy segura, pero comienza pronto pues tengo miedo de arrepentirme, acto seguido él me dijo esta bien hijita y se sentó en mi cama y comenzó lenta y nerviosamente a desnudarse yo con el poco pudor que aun me quedaba decidí cubrí mi rostro con la sabana no sin antes haberme percatado que mi padre se había excitado muchísimo pues su miembro ya abultaba generosamente su ropa interior.

Con el rostro cubierto por la sabana la expectativa se tornó insoportable hasta que de pronto sentí como se subió a la cama y se arrodillo a la altura de mis pies, mi respiración comenzó a acelerarse, en eso él quiso retirar la sabana desde un costado yo rápidamente se lo impedí tomando su mano diciéndole espérame papi así no, luego lentamente recorrí la sabana desde mis pies dejando expuestas mis piernas y luego mi sexo, manteniendo mis pechos y mi rostro cubiertos, solo puedo suponer la expresión en el rostro de mi padre al verme completamente desnuda pues el no pronunció palabra alguna, pero pude sentir que su respiración se había entorpecido.

Continuó acomodándose sobre mi cuerpo asiendo a un lado mis piernas al mismo tiempo me decía hijita perdóname por esto a lo que respondí con la voz entrecortada no te preocupes esta bien, así poco a poco como padre amoroso que es tratando de no hacerme daño desliza su pené hasta aproximarlo a mis labios vaginales, el calor de la proximidad y el posterior roce de su miembro estremeció todo mi cuerpo dejándome casi sin aliento, comencé entonces a sentir la penetración de su pené, al principio no me resulto muy incomodo, más cuando me introdujo una buena parte comencé a sentir un dolor muy fuerte que me hizo dar un grito, al escucharme mi padre se detiene, yo no quería prolongar más de lo necesario lo que estaba sucediendo así que me tapo la boca con ambas manos.

Poco a poco continuó introduciéndome su pené, hasta alcanzar el himen en ese punto volvió a sacarlo y me dijo esto te dolerá mucho hijita pero trata de aguantar, y de un solo impulso vuelve a meter toda su carne en mi cuerpo, yo quería gritar pero como tenia las manos en la boca, solo encorvé mi cuerpo hasta que casi golpear a mi padre en la cabeza, las lagrimas de dolor comenzaron a nublar mi vista pensé que iba a morir, más él continuó acelerando el ritmo de sus envestidas, lo que con el pasar de los minutos convirtió el intenso dolor en placer, un placer como nunca había sentido, viéndome obligada a retirar mis manos de mi boca para poder respirar, comencé a dar gritos de placer.

No se cuantos orgasmos me provoco virtualmente me tenia masticando aire, los movimientos bruscos de mi cuerpo ayudaron a mi padre a terminar su labor, esparciendo su esperma sobre mi cuerpo, para no correr el riesgo de preñarme, luego se incorporó y se alejo con rumbo al baño dejándome tapada con la sabana.

Ese momento no sabia como recuperarme de lo que acababa de suceder, y solo pude acurrucarme en un costado de la cama dejando correr mis lagrimas, con mis manos acaricie mi vagina pues la tenia toda irritada de esta forma me di cuenta que estaba cubierta de sangre signo de lo que había perdido, después de algún tiempo él salió del baño ya vestido y me dijo de lejos, voy a salir si necesitas algo solo dilo, no papi no necesito nada por favor déjame sola, el comprendió el mensaje y se fue de la habitación.

Necesitaba recuperarme pues el día aun no había terminado y aun tenia otra tarea que completar con el viejo.

Por Ángela

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