viernes, 23 de octubre de 2020

Conviviendo con mi hermana


Mientras estudiaba en la universidad, pase dos años viviendo solo en un departamento que me había arrendado mi padre. Era espectacular vivir solo, pero eso cambio, cuando mi hermana menor, egresó del colegio y se fue a vivir conmigo.

Aunque mi relación con mi hermana era muy buena, la idea no me gusto mucho, ya que era habitual que llevase a alguna amiga o compañera de universidad a mi departamento, donde lo menos que hacíamos era estudiar. Ahora con mi hermana ahí, esa ventaja se me limitaba a esperar que ella estuviese en clases o viajara a nuestra casa.

Sin embargo, pasado un tiempo, comenzamos a acostumbrarnos el uno con el otro. Por mi parte era agradable que el departamento. Estuviese mas limpio y ordenado, aparte de que ella cocinaba muy bien. Pero nuestro problema se presentaba en las mañanas, cuando ambos entrábamos a la misma hora, y chocábamos en el baño. A las finales quedamos que no cerraríamos con llave la puerta, ya que mientras el segundo se bañaba, el otro podría lavarse los diente, peinarse, etc.

Por lo general era ella la que se levantaba primero y se duchaba, y cuando salía a su dormitorio a vestirse, yo aprovechaba de meterme a la ducha. Mientras ella se pintaba, yo estiraba la mano, sacaba la toalla y me cubría dentro de la ducha, bueno, ella igual.


Una mañana, en que yo había entrado primero a la ducha, y luego de vestirme, entre al baño mientras ella se duchaba. Al parecer no me escucho cuando entre y mientras me peinaba, ella abre la cortina y sale desnuda, tapándose con la toalla afuera de la ducha.

No se sorprendió que yo estuviese ahí, y actuó como si fuese lo más normal del mundo, mientras yo, no pude resistir y observar todos sus movimientos a través del espejo.

Esta escena se repito ya con mas frecuencia, por que después de eso, me preocupaba de entrar yo primero a bañarme. Por mi parte, también comencé a desinhibirme un poco, y ya por ejemplo orinaba mientras mi hermana se pintaba etc. (ella también lo comenzó hacer), para ganar tiempo.

Pero sin darnos cuneta , poco a poco una suave atracción comenzó a generarse entre nosotros. Me gustaba ver cuando ella salía de la ducha o cuando se sentaba a orinar a mi lado. Disimuladamente trataba de ver su entrepierna, hasta que un día tuve suerte y observe que la tenía completamente depilada. Esa imagen quedó dando vueltas por mi mente mucho tiempo.

Pero también me di cuenta que ella, mientras yo lo hacía, también, disimuladamente me miraba a través del espejo. Esa sensación de ser observado por ella, me gustaba mucho, y trataba de mirar hacia otro lado, para que ella pudiese fijarse con más detenimiento.

Poco a poco, nuestras exhibiciones se hicieron mas desinhibidas, y ya conversábamos de frente, mientras ella se levantaba y se subía sus calzones o yo me sacudía la verga.

Esas imágenes seguramente fueron las que comenzaron hacer trabajar mi subconsciente y comenzar a tener sueños eróticos con mi hermana.

Un día, a la hora de almuerzo, ella me comentó que la noche anterior, se había asomado por la ventana, a fumarse un cigarro, cuando se encontró, que en el departamento del frente una pareja hacia el amor con la luz encendida.

Comentamos un poco el tema, hicimos algunas bromas al respecto, de cambiar piezas, ya que la mía solo daba a la calle, pero de ahí no paso nada más.

Pasaron como dos días, y una noche, a eso de las 1 de la mañana, siento que abren la puerta de mi habitación.

¿Estas durmiendo?

No, que pasa

Ven

¿Pasa algo?

Ven acompáñame

La sigo hasta su habitación, y me pide que no prenda la luz. Ella miraba a través de la ventana, al departamento de enfrente. Enseguida supe con que me iba a encontrar

En la ventana del frente, claramente se veía como una pareja, completamente desnudos, se acariciaban en la cama. Ella abajo y el besando sus pechos y bajando hasta perderse entre sus piernas.

Me pare al lado de mi hermana, como hacia calor, solo dormía con la parte de abajo, mientras mi hermana lo hacia, con un delgado short azul, de satín o seda, con una blusita corta, que dejaba al descubierto su ombligo.

La luna esa noche era increíble, e iluminaba mucho la habitación. De reojo miraba como mi hermana, no perdía detalle de lo que en el otro departamento estaba pasando, con los brazos cruzados y mordiéndose el labio inferior.

En silencio observábamos la imagen. Lentamente me fui colocando detrás y la abrace por los hombros. No decíamos nada, pero sentí como un escalofrió recorrió por todo su cuerpo. Sabía que estaba tan excitada igual que yo, pero hacia de cuenta que nada estuviese pasando. Mi bulto se apoyó en una de sus nalgas y ella apoyo más su cuerpo contra mí. Su perfume me inundaba, la suavidad de la tela que vestía, mas la presión que recibía mi verga, me tenía completamente excitado, y ya mi bulto se transformo en un sólido trozo de carne, que era imposible que ella no sintiera.

Sentí como muy suavemente, con un movimiento casi imperceptible, comenzó a mover su hermoso culo de arriba abajo, de lado a lado, sintiendo como había despertado la verga de su hermano.

Nuestras respiraciones iban en aumento, al igual que sus movimientos. Yo comenzaba a apoyar mis manos en sus brazos, recorriéndolos de arriba abajo.

También comencé un delicado movimiento hacia delante, punteándomela, suavemente, mientras ella hacía lo suyo con su cuerpo, al punto en que llegamos a coordinar nuestros movimientos, cuando yo me apoyaba hacia adelante, ella lo hacia atrás.

Mi manos se pusieron en su descubierto vientre, y comenzaron a acariciarla lentamente, con movimientos circulares, empujándola suavemente hacia atrás cuando su cuerpo se apoyaba en mi, mientras la pareja del frente comenzaba un fenomenal 69.

 

En un movimiento, logre acomodarme perfectamente detrás de ella, y mi verga que ya parecía un misil dentro de mi pantalón, se alojó medio a medio entre sus nalgas. La delicada tela me hacia sentir con perfecta claridad en donde había quedado colocado.

Ella al sentir ese pedazo de carne entre sus nalgas, apoya sus manos sobre las mías y doblaba su cabeza acalla atrás, dejándola apoyada en mi hombro, mostrándome su cuello, el que inmediatamente fue alcanzado por mis labios.

Al primer contacto de ellos con su piel, logro sacar un suave suspiro de su boca, y una presión de sus manos sobre las mías. Mis besos en su cuello no se detuvieron, al contrario, aumentaron y ella misma se llevo mis manos a su pecho.

Al sentir sus hermosas tetas sobre mis manos, con sus duros pezones en la palma, no pude resistir mas y comencé a jugar suavemente con ellas, sacando los primeros gemidos de la boca de mi hermana.

Ya mis movimientos fueron claramente notorios y le frotaba sin ningún descaro mi verga entre sus nalgas, a lo que ella respondía echando su culito hacia atrás haciendo mas fuerte el contacto

En un movimiento ella apoya sus manos en el borde de la ventana, quedando sémi doblada, con mi cuerpo completamente sobre su espalda. Mis manos se soltaron de sus preciosas tetas y se dedicaron a acariciar a su antojo, todo su hermoso culo.

Le baje sus short, los que cayeron hasta sus tobillos, terminando ella misma de sacarlos con sus pies. Hice lo mismo con mi pantalón, quedando completamente desnudo.

Sentí como ella estaba completamente mojada, al situar mi verga entre sus piernas, aun sin meterla. Ahora ella se levanta y termino por desnudarla completamente, besando su cuello.

Abrazándola por detrás, la lleve hasta su cama, quedando ella recostada de boca, ya entregada a todo lo que su hermano le quisiera hacer.

Me subí arriba de ella, recargando completamente mi cuerpo, besándole el cuello, luego la espalda, hasta que besándola, llegue a tener su hermoso y duro culo, a la altura de mis labios.

De ese hermoso culo, no dejé ni un espacio sin besar, completamente excitado, mis labios lo besaron una y otra vez, apretándolo con mis manos, separando sus nalgas y besando hasta su más profunda intimidad



Ella no decía nada, solo gemía con cada una de mis caricias. Ya no aguante mas y separándole las piernas, me subí sobre ella. Mi verga sin gran esfuerzo, guiado por su gran humedad, encontró el camino a su sexo. Suavemente , comencé a entrar , sintiendo como sus paredes se acomodaban al grosor de mi verga, hasta llegar al fondo de su sexo.

Con sus manos aferradas a la almohada y su boca mordiéndola, recibía cada una de mis embestidas que poco a poco fueron en aumento, hasta terminar follándola como un loco. Sus gemidos se escuchaban por todo el departamento.

Envueltos en un éxtasis increíble, le hice ponerse a lo perro y continué follándola por detrás.

Luego la di vuelta y comencé a chupar sus tetas, fuertemente, amasándolas con mis manos, chupando sus durísimos pezones, era el cielo, su suave y perfecta piel, era fantástica. Con la misma calentura, de un movimiento, le separe sus piernas y pude sentir sobre mi cara su perfectamente depilada concha, para saciarme de ella a mi antojo.

Mi lengua se perdió en su intimidad, saboreando ese delicioso manjar una y otra vez, sacando ya gritos de placer desde su boca. Su cuerpo se retorcía de placer y me di cuenta que su orgasmo no tardaba en llegar, pero en vez de retirarme, aumente mas la intensidad de mis lamidas, hasta que con un gran grito, comencé a sentir en mi boca las primeras descargas de su orgasmo.

Mi cara quedo completamente inundada, pero aun seguía comiéndole su suave concha a mi hermanita, prolongando su orgasmo por mas tiempo. Su sabor y su olor me tenían como loco, no podía dejar de sentirlos.

Me di cuenta que mi cuerpo no resistía mas tanta calentura y mi semen viajaba como un rayo a través de mi verga. Un leve momento de cordura, me dijo que no podía descargarme en su interior, a si que dándola vuelta, le separe las nalgas, y apretando mi verga con esos suaves pedazos de carne, comencé a expulsar una cantidad increíble se semen, dejándolas completamente mojadas, al igual que su espalda.

Cuando mi última gota de leche salió, me mantuve arrodillado sobre su espalda, jugando y frotando mi verga entre sus hermosas nalgas.

Pordavid800210

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