martes, 19 de octubre de 2021

Amor entre hermanos


Hola a todos, soy Rolando y me gusta leer desde muy joven los relatos de este sitio. He leido varios que tienen que ver con amor de hermanos, asi que mi caso no es único y quiero compartirlo con vosotros. Tengo 20 años, pero esto sucedió hace casi dos, mi hermana es de 18, pero cuando sucedió tenía 16.

A mi madre la embarazó un novio a los 18, alli naci yo, me crie en la casa de mi abuela materna y dos años después mi madre se casó a escondidas con otro hombre, de donde nació mi hermana Emilia. Mi abuela le dijo a mi madre que se fuera a vivir con su esposo, pero que yo me quedaba con ella. Asi que me crie lejos de mi madre, quien solo llegaba como visita. Por tal razón yo no sentía gran cariño de hermano hacia Emili y ella también no lo tenía para mi. Es más, la relación con mi hermana siempre fue muy tensa y desagradable, ella intentaba hacerme de menos cada vez que podía y yo también a ella.


Creci separado de mi hermana. Y debo decir que mi hermana era un bella adolescente, con linda figura, un rostro bellisimo, delgada, cabello negro, ojos café claro, pequeños senos pero acorde a su figura. No cabe duda que mi madre y mi padrastro la hicieron con mucho amor.

Al fallecer mi abuela, me quedé solo, ya había entrado al primer año de la universidad y trabajaba medio tiempo, pero eso no me alcanzaba para mantenerme y mantener la casa. Asi que mi madre y padrastro me propusieron que viviera con ellos, que alquilara la casa de la abuela (que me la heredó) y que del alquiler pagara mis estudios. Luego de pensarlo acepté la oferta, aunque tal cosa no le cayó muy bien a mi hermana. No me hablo toda la primera semana posterior a la mudanza. Ella tenía su novio y yo tenía mi novia. En mi caso mido 1.78 mt, practico mucho deporte, lo cual me hace ser delgado, pero no huesudo, según mis amigas soy un chico bien parecido, al menos simpatico.

La relación con mi hermana fue tirante el primer mes, apenas entrecruzabamos palabras. Fue hasta que mi madre me habló, al parecer Emili tenía problemas con un curso en el colegio y me pidió que la ayudara, al principio me negué, pero mi madre supo convencerme. Recuerdo que ese primer día, con cara de pocos amigos nos sentamos a la mesa Emili y yo, le fui explicando poco a poco, el contenido era mucho asi que lo dividimos en unas tres sesiones, ella por necesidad me fue hablando y yo también, no pude dejar de apreciar su precioso rostro y sus bellos ojos, brillaban cuando me miraba directo. Algo dentro de mi decía que ella era para mi.

A la semana siguiente, regresé un día de noche de la universidad, después de ir a dejar a mi novia a su casa. En mi cama encontré un papelito con dibujos, era de Emili, en donde me daba las gracias por el apoyo que le había dado en su curso, había punteado muy bien y me llamó la atención que había puesto un corazón en medio.

Quiso el destino que el grupo de amigos incluido el novio de Emili dispusieran ir de viaje a la playa el fin de semana, estaba como a una hora de donde vivimos, mi madre le dio permiso. Un día antes Emili entró a mi habitación y me dijo que le daría mucho gusto que yo fuera y salió. Asi que fui a la lunada en la playa.

La pasamos bastante bien, hubo música, cigarros y licor, el grupo era bastante alegre. Hice amistad con algunos de ellos. Pusieron musica y empezamos a bailar, vi que Emili estaba sentada porque su novio estaba bebiendo y no la sacaba a bailar. Entonces me dirigí a ella y la invité a bailar, ella tenía puesta una mini muy corta y lucía unas lindas piernas delgadas. Bailamos como si lo hubieramos hecho toda la vida, muy bien acompasados, bailamos merengue, salsa, regueton. En eso a alguien se le ocurrió poner música romántica, vine yo y la abracé y la pegué a mi cuerpo, su cintura era muy estrecha, pero su trasero tenía forma de corazón. Sentí su aliento en mi cuello y tuve una erección involuntaria. Me apené, pero seguí bailando, ella pegó su vientre a mi y parece ser que se dio cuenta que yo estaba empalmado, ella solo se sonrió picaramente.

Ella me empezó a platicar que se sentía muy segura conmigo abrazada, que por favor la perdonara por todos los desprecios que me había hecho por años, en eso yo la miré a los ojos y le pedí perdón también por mismo, nuestros rostros quedaron a escasos centimetros uno del otro, sentí el impulso de besarla, pero podía hechar todo a perder alli estaban sus amigos y porque no sabía si ella tenía el mismo impulso. Solo nos reimos.

Más tarde, cada quien se fue con diferenes amigos a cenar alli alrededor de la fogata que se había hecho. Vi que Emili estaba peleando con su novio por algo. En eso ella se quiso ir de allí y el la detuvo tomandola por uno de sus brazos. Ella lo empujó y él, que estaba algo pasado de tragos y la abofeteó, no se como pasé encima de una pareja y en un segundo mi puño estaba en nariz del novio, lo tiré a la arena y rápido dos chicos se pararon para detenerme. Emili se molestó mucho por eso y me gritó no se que cosas, pero fueron insultos. El novio quedó noqueado en la arena. Eso casi amargó la lunada, pero poco a poco las cosas regresaron a su nivel. El novio estaba muy molesto conmigo, pero como estaba borracho no le di importancia.

La fiesta continuó hasta la media noche, algunos estaban cansados por el mar, otros muy bebidos, otros con sueño, asi que con todo lo que pasó, me fui a mi casa de campaña a acostar, me quedé despierto fumando un cigarrillo, cuando de repente llegó Emili, -puedo entrar?- me dijo, asentí con la cabeza, se sentó a mi lado. Me dijo que lamentaba lo que me había dicho y que su novio se mereció el golpe que le dí. Yo guardaba silencio. -Puedo quedarme contigo esta noche?, mi novio está muy borracho- me preguntó. -Si, claro que puedes- le contesté. Ella no llevaba ropa de dormir su ropa la había dejado en la casa de campaña que compartía con su novio, de modo que asi como estaba se quedaría a dormir, solo su pequeño top del bikini y la mini tipo jeans.

Charlamos, me estuvo contando muchas cosas, yo solo escuchaba. La bulla que había afuera iba reduciendose, ya varios se habían ido a dormir, solo quedaban algunos que seguían bebiendo alrededor de la fogata. De repente me dijo, -Gracias por defenderme de mi novio!- me dijo Emili. La vi a los ojos y lo que dije me salió del corazón, -nunca voy a dejar que alguien te ponga una mano encima, nunca lo permitiré, tipos como ese no se merecen a una chica como tú- ella me abrazó y me vio fijamente y nuestras bocas se unieron, primero solo labios, fue un sueño, luego nos fundimos en el beso de lengua más profundo y húmedo que yo tenga recuerdo. Nadie de los dos quería detenerse, yo estaba abajo y ella arriba. La abracé tiernamente y le desaté su top, luego mi labios bajaron por su cuello, su piel era muy tersa y fina, con sabor a salado por la playa y su transpiración, llegué a uno de sus lindos senos y lo besé y luego lo chupé con los labios y apreté su pezón que se erectó entre mis labios, luego me dirigí al otro seno y le hice lo mismo, Emili solo cerraba sus ojitos y abri la boquita para dejar escapar algún gemido.

Mientras seguia chupando sus senos, mis manos impacientes apretaron sus nalgas redondas, me metí por debajo de su mini y las palpé su deliciosa textura con todo el deseo del mundo. La parte inferior de su bikini apenas tapaba una pequeña parte de sus nalguitas, asi que mis dedos la recorrían a plenitud. Ella me quitó los labios de sus senos y me llevó a su boca de nuevo, nuestras lenguas eran de fuego. Mis dedos seguían recorrierdola, ahora en la raya entre sus nalgas, estaba caliente allí, la punta de un dedo la metí por debajo de su traje de baño y sentí algunos pelitos depilados de su rajita, seguí explorando con mi dedo y hurgué entre sus labios vaginales y me topé que Emili estaba muy mojadita.

Me decidí bajarle el calzón del bikini y lo llevé a los muslos, ella se subió para ofrecerme de nuevo sus senos, y para que mis brazos estuvieran más holgados y aproveché para que mis dedos se metieran con más espacio entre sus nalgas y jugaron con su chuchita mojada, Emili gemía cada vez más, me decía -asi , asi! con excitación. Pude también quitarle definitivamente su calzoncito del bikini, por lo que ella pudo abrirme las piernas para que uno de mis dedos entrara en su chuchita, ella gimió, yo le dije el clásico -sshhhh!!-, para que se callara, ya que podíamos ser escuchados afuera.

Las pocas luces se iban apagando con la fogata. Asi abrazados le di la vuelta y ahora yo estaba encima, me senté un momento para quitarme la camisa y mis pantaloncillos mi pene estaba erecto totalmente, a ella le quité la mini y Emili quedó completamente desnuda también, si con ropa era bellisima, se pueden imaginar verla en cueros. Seguimos besándonos apasionadamente, ella fue abriendo sus piernas y yo fui acomodándome en medio, mi pene rosaba sus labios vaginales creando una deliciosa fricción húmeda, ella me abrazaba más fuerte cuando el tronco de mi pene rozaba su clitoris y la ponía muy excitada.

Al poco rato, sentí la tibieza de sus jugos intimos que impregnaban mi pene. Nuestros labios aún no se saciaban y seguían chupándose, pero yo ya no aguanté más, sin usar las manos puse mi pene en la entrada de su rajita y fui empujando muy lentamente, sentí como mi pene iba abriendose paso en su sexo mojado, sus labios vaginales cedieron y pronto sentí el calor de su cuevita caliente. Segui empujando y mi pene abrió los labios menores de su rajita, ella presintió lo que vendría y se aferró a mi, yo fui deslizando mi pene y terminé por clavarla casi toda en su interior. Ella se quejaba y ronroneaba pura gatita, los movimientos de mi pelvis fueron lentos, yo quería gozarla sin prisas, me movia en su rajita metiendo y sacando mi pene desde lo más profundo. Casi había un silencio total alla afuera. Solo los gemidos de Emili llegando a su orgasmo rompieron ese silencio.

Aún que mis movimientos dentro de su vagina eran lentos, la metía hasta que mi ingle topaba en sus muslos, mi pene entraba hasta lo más profundo de su chuchita. A los pocos minutos, no tardé en chorrearme dentro de ella, toda mi esperma caliente fue a parar adentro de su rajita, eso no nos detuvo, mi pene seguía firme dentro de su chuchita y seguimos haciendo el amor alli en una noche de verano, donde solo la luna era testigo de nuestro incesto. Emili abrió y levantó sus piernas en forma de "v" de ese modo la penetración fue total, además me permitió aumentar le velocidad de mis movimientos pelvicos, los gemidos de Emili aumentaron, lo bueno en ese momento era que, varias parejas de novios estaban en el grupo, asi que algunos estarían teniendo sexo como nosotros en sus casas de campaña.

Seguimos haciendo el amor por unos quince minutos más, entre besos y caricias. Cerca del final metí mis manos por debajo de las nalguitas de Emili y la levanté unos centimetros del suelo, mis bombeos fueron mucho más profundos y fuertes que podían ser, ella a los pocos segundos, incrustó sus uñitas en mi espalda y chilló fuerte, ella se estaba viniendo de nuevo, yo también me vine en su rajita de nuevo casi simultaneamente. Esa gran venida que tuve le llenó de lechita, por completo su chuchita. Al quitarme de encima pude ver bastantes hilitos de semen que salían de su rajita para caer en el sleeping bag. Esa noche dormimos abrazados y desnudos. Nadie dijo una palabra, ya que estabamos en pecado y eso se llamaba incesto.

Pasaron varios días y el suceso de la playa había cambiado nuestras vidas, ya no nos comunicabamos igual, cada quien esquivaba al otro para no intercambiar muchas palabras. Sabíamos que lo que habíamos hecho no era correcto para nuestra sociedad y teníamos suerte que ninguno del grupo tuvo sospechas, debido tal vez a que no es raro que dos hermanos hubieran dormido en la misma casa de campaña, tomando en consideración los hechos que ocurrieron esa noche con el novio de ella.

Las semanas pasaron, el cargo de conciencia que yo tenía cada vez era mayor, no podía ahora tener sexo con ni con mi novia. Asi que decidí terminar con ella. En los días siguientes supe que Emili había hecho lo mismo con su novio.

No podía dormir, ya era varias noches iguales. Esa noche estaba despierto, vi el reloj, era la una de la madrugada, tome la decisión, haría lo que mi corazón me dictaba, salí de mi habitación, llegué a la puerta de Emili, la abrí, prendí la luz electrica, ella abrió los ojos rápido, su sueño era ligero o estaba despierta también, le dije con casi lagrimas, que no debía, pero estaba enamorado de ella y no puedo con eso, ella se puso de pie y corrió hacia mi, me abrazó y me llenó de besos los labios y de la mano me llevó a su cama, ya adentro la empecé a besar en todo su cuerpo como sediendo de su piel, le chupé hasta sus dos piecitos, le quité su calzoncito diminuto que usa para dormir y por primera vez le hice sexo oral, los siguientes minutos le comí literalmente toda su rajita, sus juguitos vaginales salían en abundancia; con los brazos le abrí al máximo las piernas y luego su chuchita y seguí mamándole su sexo con todo el deseo ardiente posible. Emili gemía y gemía mostrando placer por lo que yo le hacía alla abajo.

-Asi!, asi! mi amor!!-

Luego de causarle una corrida con mi lengua, ella me pidió que quería chupar mi pene, me quité la ropa y me coloque acostado boca arriba, ella se metió entre mis piernas y me empezó a llenar de besitos todo el pene, luego se lo metió a la boca y succionaba bien rico, mi pene estaba empalmado duro como una roca. Ella no espero mucho tiempo y se subió sobre mi, tomó mi pene con su pequeña mano, la puso en su rajita y se la fue clavando toda hasta que solo mis testiculos quedaron afuera, ella chilló de placer al tenerla adentro. Luego se puso a montarme bien rico, mientras me ofrecia sus lindos senos para que los mamara. Sus movimientos eran laterales como queriendo destripar mi pene dentro de su rajita. Ella llegó irremediablemente a un orgasmo rapidamente, cuando la oi gemir, moví mi pelvis para que lo degustara al máximo.

Después la coloqué en cuatro sobre sus codos y ella quedó con su culito al aire, era bello, se la metí por atrás en la rajita, la cogí duro como loco, me volvía asi sus dos preciosas nalgas que yo apretaba con las manos y que separaba para verle su precioso ojete de culito. Quería que fuera mio, pero no hoy, no quería echar a perder el momento. Asi que seguí cogiendola en esa posición hasta que ella llegó a su segundo y yo al primer orgasmo, esta vez le pregunté si se controlaba, ella me dijo que si y que podía terminar en su chuchita sin problema, me vine como si estuviera orinando, toda mi esperma se fue directo a su utero. Acabamos entre gemidos. Pero no terminó allí, luego de asearnos nos quedamos charlando en la cama reponiendo fuerzas, nos dijimos como nos amabamos, y que después de los sucedido en la playa, ya no podíamos estar con otra persona.

Platicando la puse de lado y yo atrás y la penetré mientras le besaba la espalda, le levanté la piernita para permitir una penetración más profunda. Ella arqueo su cuello y mientras la penetraba nos dimos un rico y largo beso de lengua. La fui colocando boca abajo sin sacarsela y la seguí penetrando poniendo mi vientre en sus nalgas y arremetiendo mi pene contra su rajita colorada por la fricción. Ella se vino de nuevo y metió su rostro en la almohada para ahogar sus gemidos y quejidos. Por mi parte seguí en lo mio y alcancé mi segunda corrida minutos después esta vez la saqué y terminé en su espalda, luego esparcí mi esperma en su piel como marcando territorio.

Asi empezó todo. Hemos estado en un relación incestuosa más de 18 meses, cada vez nuestra relación sexual es mejor. Nos gusta ir al bosque, a lugares de la ciudad donde no nos conocen para caminar y estar solos. Ya ella alcanzó su mayoría de edad y quiero que vivamos juntos. Ella no se decide aún por sus padres. Tiene miedo a los tabus de nuestra sociedad. Los dos creemos que debemos estar juntos.

Por Rolando

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