jueves, 17 de febrero de 2022

Un día especial


Antes que nada quiero agradecer a este tipo de sitios, por tener una gran variedad de relatos, de los cuales los que mas me atraen son los relacionados al sexo entre familiares. Es por eso me atreví a contarles la presente vivencia que me sucedió hace ya algunos años, pero aun están en mi mente como si fuera ayer.

Me dicen "el norteño", actualmente cuento con 55 años y vivo en la ciudad de México, desde que era aun un niño, me atraían los temas relacionados con el sexo, se puede decir que fui algo precoz.

Todo comenzo cuando llegaron a visitarnos unos tíos, la casa donde vivía era grande, contaba con dos pisos, terraza en la parte superior muy amplia, junto con mi hermano dos años mayor, compartía una recámara, la cual estaba anexada a la terraza, lo cual nos permita una gran privacidad, para llegar, había que salir primero a la terraza (una puerta con llave que solo nosotros controlábamos) para posteriormente cruzar la puerta de nuestra habitación.


Este tipo de visitas familiares, eran muy frecuentes porque los mayores se dedicaban a jugar domino, cartas y turista, generalmente tomaban mucho y dejaban que nosotros los menores, hiciéramos lo que quisiéramos, total que teníamos mucha libertad. En ese tiempo tenia 15 años y mínimo me masturbaba dos veces al día, una vez por la mañana y otra por la noche, tenia una buena colección de revistas pornográficas que van desde dibujos hasta fotografías de color y en todos los tamaños.

Ese día llegaron con mis tíos mis tres primos, juan el mayor de 14 años y sus hermanitas de 12 (Bertha) y 10 años (Viridiana). La tarde transcurrió muy normal, entre juegos, hasta que mi prima Bertha me dijo que ya estaba muy aburrida, que si la dejaba ver la televisión en mi habitación, porque en la sala los grandes hacían mucho ruido y además fumaban mucho, le dije que si, que no había ningún problema, que podía disponer de todo lo que se encontrara en mi cuarto, como si fuera su casa.

Continúe jugando con mi primos y de pronto me acorde que en la mañana me había masturbado antes de levantarme, hojeando varias revistas y no recordaba si las había guardado debidamente, como corría peligro que mi prima Bertha se diera cuenta de ellas y que pudiera acusarme con mis padres, regrese a mi habitación, al llegar me di cuenta que la puerta estaba asegurada por dentro, toque suavemente contestándome desde adentro mi prima que en un momento me abriría. Cuando lo hizo, me recibió con una sonrisa nerviosa, preguntándome: ¿ que paso, por que no estas jugando ? Le conteste que ya me había cansado y le pedí que me dejara ver la televisión con ella.

Ella acepto y me comento que estaban pasando una película de acción, acomodándose en mi cama y cediéndome una almohada para que juntos la viéramos. Antes de acostarme dirigí la mirada hacia el mueble donde guardaba las revistas y lo vi medio abierto. Pensé en algún pretexto para cerrarlo, pero mi prima me pregunto que si no quería ver la película porque ya habían terminado los comerciales.

Me acosté y hasta ese momento, me di cuenta de que ella ya tenia unas piernas muy bonitas para su edad. Ese día ella traía puesto un mallon de estambre (que estuvieron de moda en ese tiempo) con una camiseta algo grande con un "piolín" en el frente. Se notaban unas montañitas en el pecho, pero no muy grandes, tenia unos labios muy carnosos y su boca era pequeña. Lo que mas me gustaba de ella, es que en los antebrazos tenia mas vello que yo, lo único que se le veía mal, era la nariz que heredo de mi tío.
Después de un rato, se dirigió a mi, pero teniendo su vista fija en la televisión, preguntándome de quien eran la revistas que estaban en el cajón, porque había visto unas sin querer, le conteste que eran mías, pero que por favor no le dijera a nadie de su existencia. Ella me contesto que no lo haría, pero puso como condición que quería verlas todas. Me levante y cerré bien la puerta para que no nos fueran a sorprender y sacando las revistas de mi "escondite ".

Nos sentamos muy juntos en la cama y comenzo a hojearlas todas, se puso un poco nerviosa al ver las fotografías donde el tema era de un maestro que les ensañaba a dos de sus alumnas a practicar el sexo y lo probaban en todas las formas posibles. Lo que mas le sorprendió es que a una de ellas, le introducían el miembro por el ano.

Me pregunto que si era posible eso, porque con sus amigas platicaban de cómo seria su primera relacion, pero ninguna había mencionado el sexo anal. Para este momento ella respiraba muy profundamente, por lo que le pregunte si se sentía mal. Me contesto que solo se sentía muy nerviosa que hasta las manos le sudaban, poniendo una de ellas sobre mi mejilla, la sentí muy caliente y húmeda.

Pase un brazo por su hombro y la atraje hacia mi, diciéndole que era normal, pero que se calmara porque si llegaba alguien se daría cuanta de su estado. Ella no dijo nada y trato de respirar con mas calma, al sentirla junto a mi, mi miembro comenzo a endurecerse y pensé que si la hacia sentir confianza, podría llegar a besarla o acariciarla. La estreche un poco mas a mi pecho y le dije que yo la quería mucho, que era la prima a la cual estimaba mas, dándole un beso en la frente, ella me dijo que la hacia sentir tan bien, porque nadie la había abrazado así, le pregunte si tenia novio, ella movió su cabeza de forma negativa, le pregunte que si nunca le habían dado un beso, respondió que no, entonces me decidí y le dije que si no le gustaría aprender.

Ella me miro nerviosa y agachando su cabeza me contesto que tenia un poco de miedo, levantándole su mentón acerque mis labios a los de ella y de di un beso muy suave, ella apretó sus labios, como arrepintiéndose, pero le dije que no haríamos nada que ella no quisiera, pero que si quería aprender a besar, tenia que entreabrir sus labios y cerrar sus ojos para que la sensación fuera mas intensa. Ella cerro sus ojos y dejo que la besara mas ardientemente, trate de introducir mi lengua a su boca y ella lo permitió, cuando nuestras lenguas se tocaron, ambos sentimos algo muy especial, me abrazo por el cuello y nos recostamos en la cama, nuestro beso continuó y al separarnos, los dos estábamos rojos de la emoción.

La seguí abrazando, susurrándole que la quería mucho, ella me contesto que también me quería y volvimos a besarnos mas apasionadamente, ahora ella era la que introducía su lengua en mi boca, mis manos acariciaron su espalda, bajando hasta su cintura, esperando alguna señal de ella para que me detuviera, pero no dijo nada, por lo que casi rozándola con mi mano derecha le acaricie sus nalguitas, ella se pego mas a mi cuerpo y era claro que ya podía sentir mi miembro pegándose en su estomago, pero nunca dijo nada, la recosté y le pregunte que era lo que sentía cuando le acariciaba sus nalguitas, ella me dijo que muy rico, puse mi mano sobre su estomago y note que se encontraba muy agitada, la acaricie haciendo círculos sobre su estomago y como no queriendo comencé a bajar un poco más mi mano, hasta que la puse en medio de sus piernas, ella me miro fijamente, pero le dije que no tuviera miedo, que eso le iba a gustar mas, comencé a deslizar mis dedos a lo largo de la rayita de su sexo, estaba tan caliente, que sentía que me quemaba los dedos, ella solo gemía suavemente y le pregunte que si me dejaba verla sin ropa, ella dijo que nos podían sorprender.

Le dije que solo se bajara su mallon y si alguien llegaba solo tenia que subírselo, no muy convencida, comenzo a bajárselo con cierta dificultad porque era un prenda muy ajustada, al dejarla enrollada en su rodillas ella volvió a acostarse, quede sorprendido porque los labios de su sexo estaban muy abultados, aun no tenia vello alguno, los toque y trate de introducir mi dedo, pero ella cerro sus piernas, aun así, seguí en mi intento, después de un rato de estarle acariciando sus labios vaginales, poco a poco separo sus piernas, me metí un dedo a la boca, llenándolo de saliva y acaricie su rajita hasta que no pude mas y comencé a besarle su sexo, ella únicamente se dejaba hacer y le pedí que con sus dedos separara los labios de su vaginita para poder besarla mejor, ella lo hizo y pude ver como tenia su clítoris muy rojo e hinchado, trate de introducir mi lengua lo mas posible, pero en esa posición no era posible, por lo que le dije que subiera sus piernas y que pegara sus rodillas a su pecho, como tenia el mallon enredado en sus rodillas, los bajo hasta sus tobillos y levantando sus piernas, las abrió hasta donde pudo, entonces si pude meter mas profundo mi lengua, me gusto su sabor agridulce, le estuve mamando su cosita unos diez minutos, hasta que mi lengua se canso, me recosté nuevamente y ella se quejo que tenia un calambre en las piernas, por haberlas tenido levantadas, le acaricie sus muslos para después, volver a dedearle su sexo que estaba mas hinchado y rojo después de la mamada que le di. La bese en los labios y le pregunte que si quería ver mi pene, me contesto ansiosa que si.

Me recosté y comencé a desabrocharme el pantalón, mientras ellas se sentaba para poder "verlo mejor", cuando mi ropa estaba debajo de mis rodillas, ella pudo ver que mi pene que estaba todo mojado y muy duro, me pregunto que si siempre estaba así, le conteste que no, solo cuando se excitaba como en esa ocasión y también cuando me masturbaba, me dijo que si le enseñaba como lo hacia y le explique que poniendo mi mano sobre el pene, había que moverla hacia delante y atrás, como ya estaba muy excitado, pensé que pronto me derramaría, pero le dije que si ella no quería tocarme, como lo había hecho yo con ella, como no contesto nada, tome una de sus manitas y la puse sobre mi pene, al tiempo que le enseñe como debía de moverla, lo hizo muy suave, mirándome a los ojos al tiempo que me masturbaba, le acaricie su cabello y tomándola de la cabeza, la empuje hasta que su cara estaba justo frente a mi miembro, volteo a verme y solo le dije: "chúpalo", ella no se decidía pero le dije: "¿ como yo si te mame tu rajita hace rato ?, ahora te toca a ti", ella abrió sus labios y solo se introdujo la cabeza, cerro su boca y me lastimo con los dientes, le dije que no me mordiera, que solo lo tenia que hacer con los labios y con la lengua, como su fuera un dulce, ella comenzó a mamarme el miembro y yo le ayudaba subiendo y bajando su cabeza hasta que ella lo hizo sola, sin ninguna ayuda, no resistí mucho tiempo, sujete su cabeza para que no se moviera, levante mi cadera metiendo mi pene todo lo que pude y comencé a llenar su boca de semen, ella trato de separarse cuando sintió mi liquido caliente, pero le dije que no lo hiciera y que se tragara todo, le costaba trabajo tomarse mi semen, pero no dejo ni una gota. 

A pesar de haber eyaculado, mi miembro continuaba rígido y le pregunte que si quería que le rozara mi miembro en su rajadita, ella dijo que si, por lo que me senté en la orilla de la cama y a ella la puse de pie, frente a mi, comencé a lubricar sus labios vaginales con saliva y puse un poco mas en mi pene, por su corta estatura, nuestros sexos ajustaban completamente y de pedí que separa los labios de su vagina con sus dedos para que pudiera insertar mi miembro, ella lo hizo y sin penetrarla, la tome de sus nalguitas y comencé a mover mi miembro a lo largo de su rajita, comenzo a besarme disfrutando del roce de nuestros sexos, moviendo nuestras cinturas hacia delante y atrás, le pregunte que sentía y ella me respondió que muy bonito, después le pregunte que si me dejaba metérsela un poquito, ella dijo que si, pero no sabia como hacerlo, la acosté en la cama y la jale hacia a mi, levantando sus piernas y doblándoselas, hasta que sus rodillas quedaron a la altura de su pecho y la planta de sus pies en mi cadera, cuando trate de insertarle mi miembro, ella se quejo un poco, decía que no entraba y que le dolía mucho, yo intentaba calmarla y también presionaba la cabeza de mi pene, pero no entraba, estaba muy estrecha. Le dije que esperara un poco y fui a mi cómoda por un poco de crema para que pudiera resbalar mejor, le puse bastante a lo largo de su rajita hasta llegar a su ano, luego de di crema a ella para que la pusiera sobre mi pene y volvió a abrir sus piernas, pero a pesar de mis esfuerzos y las facilidades que ella ponía al separarse los labios de su vaginita, mi miembro no pudo entrar, viendo mi contrariedad, ella me miro y me dijo que a lo mejor lo podíamos intentar como en las fotos que había visto en la revista. Le pregunte que si realmente quería que se la metiera por atrás, ella dijo que como no había podido recibirla en su rajita, tal vez lo podría hacer por su colita.

Me sorprendió su proposición, pero me gusto la idea, porque después de todo el esfuerzo hecho, ya sentía que me venia sin haberla penetrado, como ya estaba un poco acalambrado al tratar de metérselo en su rajadita, me senté en la cama, separando mis piernas y a ella la puse de pie frente a mi, dándome la espalda. Sujetando mi miembro con la mano, le dije que ella solita se fuera sentando poco a poco, para que fuera controlando la penetración.

Ella puso sus manos en mis muslos y fue descendiendo hasta que su culito toco la cabeza de mi pene, respiro profundamente y poco a poco se lo fue introduciendo hasta la mitad, era fantástica la sensación que tenia en mi pene, sentía su anito muy apretado y caliente, le pregunte que si le dolía, me contesto que un poco, pero que le gustaba sentirme adentro, la anime a que siguiera bajándose hasta que todo mi miembro estaba dentro de ella, no nos movimos por un rato, cuando ella ya no sintió ninguna molestia, comencé a cogérmela despacio, acelerando poco a poco mis movimientos, hasta que ya no pude mas y le anuncie que ya me iba a venir, ella solo se apretó a mi, tratando de enterrarse toda mi verga, la abrace muy fuerte sintiendo como vaciaba todo mi semen en su culito, ella muy agitada y sudorosa, permanecía sentada en mi miembro y como aun no perdía su dureza, le pregunte si me dejaba cogérmela otra vez, pero me dijo que se sentía un poco rozada y que le ardía su colita, además podría llegar alguien y como ya nos habíamos tardado un buen rato solos, seria peligroso que nos sorprendieran, acepte de mala gana, pero también sabia que mi primita tenia razón y le dije que se parara despacito hasta que mi miembro saliera de ella, cuando lo hizo, se escucho como si destaparan una botella de vino y pude ver que le había quedado un boquete muy amplio en su culito, estaba rodeado de mi semen y la crema que nos pusimos, haciéndolo ver espumeante, además de que tenia unas manchas obscuras (era un poco de excremento de mi prima) esto me excito otra vez y cuando se agacho para subirse su mallon, me puse de pie y sujetándola por la cintura, le metí mi reata de un solo golpe, hasta que mis testículos chocaron con sus nalguitas, ni siquiera trato de incorporarse, solo respiraba fuerte y poniendo sus manos sobre sus rodillas, me decía que ya no me la cogiera otra vez, porque nos podían sorprender, ignore sus palabras y me la cogí mas fuerte que la vez anterior, esta vez me tarde un poco mas, hasta que volví a inundarla con mi leche, ahora si, se la saque de inmediato y yo mismo le subí su ropita, porque ya comenzaba a escurrirle leche de su ano, de dio vuelta y sin darme tiempo de subirme los pantalones, me beso y me dio las gracias por lo mucho que había gozado, acariciando mi pene con sus manitas, me prometió que la próxima vez, si se la tenia que meter por su rajita. 

Fue cuando tocaron a la puerta, era mi prima Viridiana que me avisaba que mi padre me estaba buscando para ir a la tienda. Rápidamente me subí los pantalones y abrí la ventana porque mi habitación olía a sexo y a excremento de mi prima, le dije a mi prima Viridiana que le avisara a mi padre que estaba en el baño y que ya iba a verlo. Cuando notamos que Viridiana se había ido, le comente a Bertha de la mancha de excremento y que era necesario que se aseara, porque si no iban a notar su "aroma", primero me lave yo y luego de darle un beso a mi primita, la deje limpiándose.

Rato después, cuando regrese de la tienda, Bertha estaba comiendo en la cocina, porque le había entrado una hambre feroz. Pensé que seria bueno aromatizar mi cuarto y cuando subía las escaleras, me encontré con mi primita Viridiana, quien me miro fijamente y me susurro: "vi todo lo que hicieron Bertha y tu, si no quieres que le diga a nadie, tienes que enseñarme a mi también", no lo podía creer, ¡solo tenia diez años y ya me tenia en sus manos¡ pero después se los contare, porque fue mas decidida que Bertha, ya que a ella si le metí todo mi pene en su vaginita.

Por exitbear2010

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