jueves, 22 de julio de 2021

Madre he hijas cogidas por el mismo macho


No es muy fácil para una mujer venir y redactar su vida sexual sin que nos llamen mujeres fáciles o putas- por todas las barreras de tabúes sexuales y sociales -impuestas en nuestra sociedad.

La misma sociedad que habitamos no juzga por igual a hombres y mujeres.

Si la mujer engaña al marido es una PUTA- UNA PIRUJA- pero cuando el hombre es el que engaña es un GARAÑON- UN MUJERIEGO.

Quise aclarar esto por que el tema que a continuación les narro es un tema tabú.

Conocí a un hombre que ha despertado mi instinto de mujer – estoy atada a este macho por el deseo sexual que ha despertado en mi y en mis hijas.

Mis hijas fueron desvirgadas – desfloradas –abiertas – rotas – como vulgarmente se le dice por mi macho.


Me llamo María

Tengo 37 años. Casada con un hombre de edad madura es un buen marido no tengo la menor duda pero no me satisface en la cama. Son esporádicas las noches que me hace el amor pero no me llena y yo lo busco con desesperación solo para terminar con más ganas.

Por causas del destino, o por que simplemente estaba escrito en mi vida conocí a Juan Carlos. Un tipo al cual llamaban el negro.

Cuando salía a comprar o a la calle comencé a notar su mirada sobre mi persona y ala vez varios tipos comenzaron a seguirme a donde fuera y cada vez era mas estrecho el contacto no disimulaban su presencia ni se escondían.

— somos comerciantes con mi esposo.

–tenia miedo – le comente a mi marido pero no paso nada.

— Cuando menos lo pensé, se me acercaron, uno de ellos vino hacia mí y me dijo.

–señora Juan -el jefe quiere hablar con usted –

No podía negarme, no tenia alternativa, quería acabar de una vez por todas con el acoso.

–Me fui a verlo, tenía miedo, pero no quería demostrarlo, tenía que ser valiente. O al menos quería demostrar, seguridad.

Cuando llegue a una de tantas bodegas de las muchas que hay por este barrio, me llevaron por tantos laberintos que nunca supe, en donde realmente me encontraba.

Por fin salimos a un pasillo el cual se conectaba a una puerta, entre y me senté a esperarlo, pensando en todo lo que antes escuche decir sobre su persona, nunca escuche cosas buena, todo lo que se platicaba de el era, miedo, temor, odio, rencor, violaciones, muertes, asaltos, robos etc.

No entendía para que le podía servir, si mujeres le sobraban, putas y decentes, casadas y solteras, señoras y jovencitas, escuche muchos mitos sobre su persona, pero no tenia la seguridad de saber si todo era cierto o solo chismes.

–Cuando lo tuve enfrente de mi lo puedo describir como un hombre joven, moreno claro, de un metro noventa, de 30 años, de 89 kilos, vigoroso. De mirada penetrante, con un olor de loción fina, no vulgar, pero tampoco de aspecto fino, sino mas bien de clase media.

Se me quedo viendo, se acerco, con paso lento, enfundado en un pantalón de mezclilla, y una playera blanca, con una chamarra negra.

Como olvidar ese día si lo tengo muy presente en mi memoria.

Ese encuentro marco el comienzo de una relación entra el y yo, me convertí en su amante, en su mujer, en su puta. En las madre de sus hijos.

Puedo dar muchas explicaciones, de cómo lo rechace, de cómo trate de evitarlo, pero en el fondo no explicaría nada y me acoso de una forma que no tuve escapatoria, por mas que trate de evitarlo y luchar contra mis principios morales de mujer casada, no logre evitar terminar abierta de piernas y ensartada por su verga.

Mi historia

Comenzó a ir a la casa a visitarme – fue una relación extraña – tenia miedo y morbo miedo por mi marido que lo fueran a golpear o que mandara a que le hicieran algo y morbo de saber que a pesar de mis 2 embarazos le gustaba a este hombre – simplemente el me tomo como su mujer sabiendo que yo era una mujer casada y mi esposo estuvo de acuerdo.

– como comenzamos ni yo misma lo puedo explicar lo único que puedo decirles es que me deje llevar por lo que mi cuerpo a gritos me pedía y no era otra cosa que sexo.

— La primera vez que me entregue a el fue un fin de semana lo recuerdo como el primer día, como olvidarlo, si me encontraba nerviosa, asustada, vino a la casa, ya lo esperaba, unos dias antes había estado con el pero no me penetro solamente me estuvo preparando para el momento.

Llego cerca de las 11 de la noche, le di de cenar, lo atendí como si fuera mi marido, mientras el me recorría con la vista, todo mi cuerpo.

Su presencia me daba miedo, pero no podía evitar mirarlo a los ojos cada vez q me acercaba a el.

— Termino de cenar, se metió a bañar, cuando salio del baño, se fue a sentar a la sala. Me senté a su lado y comenzamos a platicar, descubrí que en el fondo no era un mal hombre, estuvimos horas platicando y cuando me beso.

—Mi cuerpo comenzó a temblar, mis sentimientos comenzaron a traicionarme.

Miles de ideas cruzaron mi mente, pero cuando sus dedos y manos de el comenzaron a recorrer mi cuerpo, cerré mis ojos. Y me deje llevar por el momento, por un lado estaban mis sentimiento de madre y de mujer casada y por el otro mis sentimientos de mujer los cuales afloraron y comencé a besarlo, a cooperar con el, mis nervios y mis temores se fueron desvaneciendo y poco a poco logro vencer la breve resistencia que al principio opuse.

Además no tenia escapatoria, de todas formas el quería cogerme y no se iba a detener hasta haberme hecho suya.

— sus caricias y sus besos me excitaron de una forma que me hizo perder el control.

Me llevo en brazos a la habitación, en la misma cama matrimonial que compartía con mi marido en el lecho conyugal- me desnudo sin prisas, sin violencia, cuando me tuvo desnuda, me comenzó a besar todo el cuerpo, mis senos, mi sexo, toda me beso y me acaricio lentamente.

Era la primera vez lo que lo miraba desnudo, y supe por que le decían el negro el color de su piel era oscuro claro – no quiero caer en el estúpido error de contar lo que todo el mundo narra en estos relatos, pero si hay algo que sobresalía de su cuerpo eran sus huevos y el tamaño de su verga.

Era considerablemente grueso y grande en comparación con el de mi marido.

Me fue imposible meterme todo su pene en la boca cuando se la mame, por más esfuerzos que hice, nunca logre metérmelo completo a la boca. – Comencé a toser por el esfuerzo – pero ice mi mejor esfuerzo al mamarle su verga.

El miro en mis ojos el miedo y supo calmarme, a diferencia de otros, que presumen de tener una verga grande el nunca presumió el tamaño.

—Esa noche que me hizo suya, algo dentro de mi quedo ligada a el, en el fondo no quería reconocer que me había gustado la forma de cómo me hizo el amor, tenia una lucha interna, bastante fuerte.

Decirles que no goce seria mentirles, tuve miedo al principio, pero poco a poco vencí mi miedo y me abrí de piernas para que el me poseyera, me fue penetrando lentamente, centímetro a centímetro fue abriendo las paredes de mi vagina hasta que logro ensartarme completamente.

Comenzó a moverse, rápido, con un mete y saca que me ponía loca, hasta que logro hacerme explotar, mi primer orgasmo fue fenomenal, comencé a gritar, a mover mi pelvis, a rotar mis caderas de un lado para otro, hasta que lo sentí explotar, dentro de mi vagina.

—Al principio, cada vez que el me penetraba lo hacia con preservativo, después conforme paso el tiempo me penetraba sin condón.

— Mi esposo me compro unas inyecciones para que no fuera a quedar preñada.

–Mi vida dio un giro enorme, me convertí en su mujer.

Me cogía en cualquier lugar de la casa, en la cocina, en la sala, en la cama, en el baño,

Por mas que trataba de no gritar cuando el me estaba cogiendo, no podía evitarlo, cuando su verga comenzaba a penetrarme me ponía loca, comenzaba por estimular mi clítoris, con sus dedos y con su lengua haciéndome estallar de placer.

Para después comenzar a penetrarme, se subía sobre mi y me abría toda de piernas y comenzaba mi lucha por alojar toda su verga en mi vagina, comenzaba a penetrarme despacio, y me besaba, me mamaba los senos, hasta que yo comenzaba a moverme mis caderas, el me ensartaba por completo, hundiendo toda su verga en mi vientre y comenzaba a cogerme.

—Al principio lo hacia despacio pero una vez que estaba dentro de mi, comenzaba con un mete y saca que me volvía loca, me cogía bocabajo tomando mis caderas con sus manos de perrito y comenzaba a meterme toda su verga, me impulsaba hacia delante cada vez que me ensartaba, sentía que su verga me saldría por la boca.

Y terminaba dentro de mi matriz, bufando, gritando como poseído, descargando todo su semen en lo más hondo de mi vientre.

—- Cuando el estaba en la casa siempre andaba desnudo, o en ropa interior, yo le pedía que me cogiera cuando mis hijas no estuvieran en la casa, o las mandaba a comprar, cuando el me quería coger. Tratando de protegerlas.

Comenzaron los rumores en el barrio y todo el mundo me comenzó a señalar como la nueva puta del jefe.

No me lo decían directamente por temor a el, pero los chismes comenzaron a circular, que opte por salir a la calle lo menos posible.

Mi esposo se hacia cargo del negocio solo.

Juan Carlos el negro se ausentaba de la casa por semanas y meses, en una ocasión tardo más de un mes en regresar.

El hecho de que el se ausentara tanto tiempo me molestaba, me ponía celosa, histérica. Andaba de mal humor.

— El día que regreso, venia con olor a licor, intento besarme y me resistí, me siguió hasta la cocina y me pego contra la pared, hice el intento de resistirme, pero de nada me sirvió, comenzo a tocar mi cuerpo, a besarme lo empuje para q me dejara y me dio una cachetada que me hizo trastabillar, comencé a llorar, me tomo en sus brazos y me beso.

–Con sus labios seco mis lágrimas, tenia que reconocer que estaba celosa.

— Me cargo en vilo como si fuera una muñeca y me llevo a la cama.

Me despojo de mis ropas, sus manos comenzaron a tocar mi cuerpo, bufaba como un animal, mire su verga rígida, dura, impresionantemente grande.

Cerré mis ojos y me deje llevar, por los impulsos de la carne, sus manos me acariciaban y lo deje que me hiciera lo que el quisiera.

Mi corazón latía a una fuerza desmedida.

Me senté sobre la cama.

Se tomo su verga con las manos y se dirigió a mi con ella.

Abrí mis labios y comencé a mamarle su verga.

Al último fui yo la que lo busco, no me importo nada más que tenerlo dentro de mí.

Me tendí sobre la cama y al momento me abrí de piernas.

–Comencé a temblar cuando sentí su lengua en mi panocha, me mamo completa separaba los labios de mi gruta con sus manos dejando mi rajada a merced de su lengua.

Comencé a gemir a retorcerme, a gritar como una putita, que me olvide de mis hijas de mi esposo. No me importo que ellas escucharan mis gemidos mis gritos.

–Estaba en ese momento poseída por el deseo.

–Sus manos me separaron mis nalgas y su lengua comenzó recorrer la separación de ellas provocándome un gemido, su lengua continuo con su recorrido y llego a mi culo me sentía en el paraíso jamás imagine que esa área del cuerpo diera tanto placer.

–Sus dedos trabajaban mi concha que explote en un orgasmo y comencé a gemir a rotar mis caderas buscando que su verga me ensartara.

No Importaba nada en ese momento que no fuera otra cosa que sentir como su verga me penetraba.

 hice el intento de levantarme de la cama y tomar la pastilla por que habia dejado de inyectarme – pero no me dejo –

 por favor le volví a decir déjame tomar la pastilla no tardo

 ya no me estoy inyectando – puedo quedar embarazada – – me puedes preñar-

— no me hizo caso – solo me dijo si te preño – pues te preñe no serás la ultima ni la primera –

— Se subió sobre la cama y con sus manos me abrió de piernas y me empezó a coger de una forma que me transforme y comencé a gemir y gritar como loca cada vez que su verga me ensartaba con un mete y saca que era lento y la vez fuerte lo sentí llegar a lo mas hondo de mi vagina perdí la noción de las horas, no me importaba nada. Solo que nunca terminara.

—-Un remordimiento cruzo mi mente, al acordarme de mi esposo y de mis hijas, pero al sentir sus embestidas dentro de mi concha me olvide por completo y me entregue a el sin recato alguno.

–Lo rodee con mis piernas por su cintura evitando que su verga se saliera de mi concha, lo quería todo dentro de mi cueva que no me importo comportarme como una puta. Y lo alentaba a que me clavara hasta el fondo.

—Mientras me cogía trataba de meter sus dedos en mi culo era una sensación nueva en mi cuerpo nunca antes un hombre trato de meterme algo por mi ano que avente mi culo con fuerza para q su dedos entraran.

Estuvimos en la cama cogiendo como animales en celo como una hora y por fin estallo y exploto dentro de mi vagina.

Termine agotada pero contenta.

—Nos metimos a bañar juntos y mientras nos bañábamos se la comencé a mamar, salimos del baño y me tendí sobre la cama desnuda, acostada boca abajo.

Así estuvimos acostados desnudos, adormitados, hice el intento de pararme y no me dejo.

Comenzó a besarme nuevamente en la boca, el olor a licor que desprendía era fuerte hice dos intentos por pararme de la cama y no lo logre por que me tenia tomada de la cintura.

Me tomo de las caderas y con sus manos me abrió las nalgas, con sus dedos me unto saliva en mi ano, me mamo mi coño y me dedeaba el culo, sentí un dedo en mi culo poco a poco lo fue insertando me dolía era una sensación incomoda, cuando me logro introducirme uno de sus dedos, sentí dolor que hice intento de quitarle la manos de mi culo y no me dejo.

—–Lo quise detener, no quería que me fuera a coger del culo.

Tenía mucho miedo de que me lastimara.

Estaba aterrada y comencé a llorar. A gritar le pegue con mis manos, lo mordí en dos ocasiones pero no logre que me soltara.

Lo mire a los ojos y le suplique llorando por favor me lastimas no lo hagas me vas a desgraciar para toda la vida estas muy grande de tu pene por favor no lo hagas.

Parecía increíble pero a mis 37 años nadie me había hecho el amor por mi culo. Recuerdo que mis amigas me habían contado del dolor enorme que se siente cuando un hombre te la mete x detrás, Pero yo jamás nunca deje que me rompieran el culo, el padre de mis hijas fue uno de los que lo intento pero jamás accedí a sus deseos.

Hice dos intentos por escapar. Lo patee con todas mis fuerzas y logre que me soltara por unos minutos, pero de nuevo me tomo de la cintura y me puso bocabajo.

Me mantuvo boca abajo a la vez que sus dedos, se encajaban en mi recto.

Me separo las nalgas y comenzó a darme lengua en mi hoyo del culo. Sujetándome fuertemente de mis caderas. Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo al sentir su lengua hurgar en mi abertura anal. Sin ningún tipo de asco su lengua recorrió cada pliegue intimo de mi cola –escuchaba su voz decirme – Tienes un culo soberbio

Por unos segundos su lengua y sus dedos dejaron de estimular mi ano – se coloco detrás de mis caderas y comenzar ejercer presión con su verga en mi culo.

— grite. Al sentir la presión de su verga –

Salte, por favor me duele.

Me coloco sobre el filo de la cama, doblada en cuatro patas. Siempre Boca abajo.

No por favor suéltame me lastimas.

–Sentí como la cabeza de su verga luchaba por entrar en mi culo, me mantuvo aferrada a el fuertemente mientras su verga comenzaba a entrar en mi recto, mordí las sabanas y grite. Hice un esfuerzo por soportar el dolor pero me fue imposible.

— Quise pararme, lo arañe, lo mordí, grite e implore de tal forma que estoy segura se escucho por toda la casa. Nunca me soltó.

Cuando su verga entro en mi culo por completo fue más de lo que pude soportar, sentí claramente como me estaba desgarrando era dolor enorme, volví a suplicarle, le llore pidiéndole, que por favor me la sacara.

Me duele.

Me lastimas.

Por favor sácamela.

Por favor me estas desgarrando. Salte.

Fue un dolor espantoso, tremendo.

Caí de bruces sobre la cama, llorando, mientras el seguía aferrado con su verga a mi culo, sin soltarme.

Quede como muerta sin moverme, mi cabeza me daba vueltas, sentía el culo desgarrado.

Pasaron creo yo como 4 minutos cuando el comenzo con su mete y saque, pensé que su verga me saldría por la boca.

— Me levantaba de la cama con sus arremetidas, no se cuanto tiempo tardo, pero mi culo me dolía, me temblaban las piernas, me estuvo ensartando del trasero, a su antojo, la cabeza me daba vueltas, mientras me estaba cogiendo del culo tuve ganas de ir al baño de cagar.

Quiero ir al baño por favor.

Salte voy al baño por favor.

No me dejo, me estuvo cogiendo como loco aferrado a mis caderas.

Y no paro de cogerme hasta que sentí su leche en mis intestinos.

–Me fui al baño llorando, me lleve las manos a mi vientre, me senté sobre la taza y el dolor fue enorme, me ardía mi ano, cuando me limpie, mire sangre en el papel.

–Me pase la mano por mi culo, y me tente el hoyo el cual sentía muy abierto, y lastimado. Las comisuras de mi esfínter estaban desgarradas.

–Comencé a bañarme lentamente, deje que el agua corriera por mi cuerpo, cuando Salí, el vino hacia mi, me tomo de la cintura y me llevo de nuevo con el.

Lo golpee con mi mano y quise darle una cachetada, pero me sujeto fuertemente y me llevo con el a la cama.

Me deje caer sobre la cama adolorida.

Por un lado me sentía mal, al reconocer que a pesar de todo el maldito dolor que sentí, me gusto como me cogió del culo.

Era el primer hombre que me estrenaba el culo.

Era mi lucha entre el bien y el mal. Entre la cordura y la calentura que ese hombre despertaba en mí.

–Al otro día no quería levantarme de la cama por el dolor que tenía en mi culo y otra por vergüenza con mis hijas. Y con mi marido.

Estaba segura que habían escuchado mis gritos cuando me reventó del culo y en el fondo me sentía con pena por todo lo sucedido.

Se que es extraño pero el ya no me dejo ir de su vida.

De mi marido con el cual me case, el acepto esta relación me decía que si el me hacia feliz en la cama que siguiera con el y así formamos una familia yo mi esposo mis hijas y mi amante.

Mi preñez.

En una ocasión que fui al supermercado a comprar, sentí un mareo, y ganas de vomitar, pero no le di importancia.

Me puse pálida se me fue el color en el fondo me aterraba la idea de estar embarazada.

Compre una de esas pruebas caseras y descubrí con horror que estaba preñada.

Miles de ideas cruzaron mi mente, el primer pensamiento fue abortar, pero no lo hice.

Mi esposo igual me dijo que no lo abortara que el me apoyaría.

 cuando lo vi le dije estoy preñada – esta bueno solo me dijo.

Aun estando preñada seguía cogiendo con el.

— Le pedí que por favor nos cambiáramos de casa por que no quería salir a la calle y la gente me mirara preñada de el.

Hable con mis hijas, cuando quede preñada – .

Hubo un distanciamiento entre mis hijas y yo.

Pero después se normalizo, andaba yo en el quinto mes de mi embarazo, y este se me complico, me internaron un semana por lo que el se quedo en la casa con mis hijas.

Cuando Salí del hospital todo se normalizo de nuevo.

El venia a la casa me cogía se marchaba, para regresar después.

– La relación con mis hijas se dio de la misma forma que conmigo – comenzó a platicar con ellas – mis hijas escuchaban cuando el me cogía- y su edad natural las llevo a conocer y aprobar de la vida sexual.

– yo soy de la idea de que los genes se heredan – los que nos hacen parecernos a ciertas personas por las poses las conductas etc.

— mis hijas heredaron mi sangre caliente mi fogosidad la calentura que sentimos cuando estamos con un macho-.

– – hable con mis hijas – le hice la clásica pregunta – si eran señoritas – hablamos de lo que sentían en su cuerpo – de su deseo por estar con un hombre – le hice varias preguntas y al final me confesaron que deseaban tener sexo.

— les dije que el sexo no era malo que era una necesidad del cuerpo pero que había que protegerlas de un enfermedad venérea de un embarazo no planeado que no se fueran a preñar como me había pasado a mi

– comenzamos a hablar del sexo tal y como es sin falsos tabúes – solo les comente que por el que dirán de la gente debíamos mantener en secreto todo lo relacionado al sexo.

— Cuando mi esposo supo lo de mis hijas – como que se quiso arrepentir y le dije. – dudas que no sepa iniciar a tus hijas – no es eso tengo miedo que las pueda lastimar por el grosor de su verga y el tamaño –

— las va a lastimar al principio es natural son señoritas – pero lo van a disfrutar y una vez que su vagina se amolde a su verga – todo será mas fácil.

— las inyecte a cada una de ellas para evitar un embarazo – por que me confesaron que querían sentirse mujeres con el sin ninguna limitación – quería mamarle su verga – que el se viniera en su boca – tenia curiosidad por conocer el sabor del semen- quería sentir la sensación de sentir la leche en su vagina que el se viniera dentro de ellas. – por eso las inyecte para evitar que las fuera a preñar.

–esa noche me encontré con Juan Carlos – no hubo preámbulos – me sentía muy caliente – aun que mi embarazo me imposibilitaba muchas cosas –

–Tome un bote de mermelada le embarre su verga – me hinque ante su verga y comencé a mamar – estaba de frente cuando mire a mi esposo sobre la puerta mirando como le mamaba la verga – comencé a gemir al sentir los dedos de mi macho tocar mi panocha —

— me comenzó a dedear – y a mamar mis pechos llenos de leche por mi preñez. – No aguante mas me incorpore y jale el mantel del comedor – me recargue contra la mesa en cuatro patas tome a Juan Carlos de una mano para que me ensartara – Me ensarto de un solo golpe – que grite fuerte – párteme – rómpeme – soy tuya. Lléname de tu leche –

— Comenzó a cogerme violentamente – su verga me gusta me enloquece – sentí uno de sus dedos en mi culo mientras su verga me penetraba por la vagina – sentí algo frio en mi nalgas – había tomado mermelada y me embarro el culo – su dedo comenzó a entrar y salir de mi ano – como una segunda verga –

–Comencé a gemir – con sus manos separo mis nalgas – me tomo de las caderas y comenzó a meter su dedo por mi culo – después se embarro mermelada en su verga y comenzó a presionar en mi culo – cuando me ensarto pegue un grito casi un

– alarido – eres un bruto pero me gusta eres mi macho mi semental – me aferre con fuerza al comedor – me dolía mi culo – pero comencé a mover mis caderas a su ritmo – gritando –gimiendo – – me haces daño – pero no te detengas párteme soy tuya – ah – como gozo – mire a donde estaba mi esposo y estaba masturbándose – comencé a gemir a gozar de esa verga por mi culo –

 sentí su verga – crecer en mi culo – tensarse al máximo – y exploto junto conmigo – quede desfallecida pero contenta.

— debo reconocer que tal vez soy una puta – pero una puta de mi casa con mi macho.

— después de la calentura hable con el – sobre mis hijas – quiero que me ayudes a iniciarlas son – señoritas y se por experiencia que una vez que prueben tu verga regresaran por eso quiero que las hagas gozar.

De niña a mujer (La desfloración de mis hijas).

Seria muy extenso detallar todo lo que paso después de que hable con mis hijas y con mi hombre.

Después comprendí que mi arrebato sexual, despertó en mis hijas el deseo por experimentar y probar el sexo, como mujer que soy las entiendo perfectamente que sientan deseos, yo misma no logre vencer la tentación de la carne.

–Me di cuenta que no podría evitar el encuentro, en ese momento pasaron por mi mente miles de ideas de incesto, de escándalos familiares, de todo lo que podía desencadenar el hecho de que el las tomara como mujer. Siendo yo la madre de ellas y el siendo mi hombre. En ese momento una piensa que este tipo de cosas jamás pasan en la vida que solo son fruto de la imaginación. Pero en el fondo sabia que tarde o temprano ellas tendrían que experimentar esa fase de su vida y tome la decisión de darles mi apoyo.

Su primera vez.

El día que mi hija la mayor estuvo con el, salimos a dar una vuelta –le compre a mi hija lencería blanca y un vestido pegado – fuimos a cenar – brindamos con un poco de vino blanco – la tomo de su cintura y la beso de su cuello de su boca – provocando en mi hija sensaciones nuevas – salimos del restaurant y entramos a un bar – nos sentamos en una mesa alejada – el lugar estaba casi vacío – me pare para ir al baño y cuando regrese tenia a mi hija con una mano en su verga – mire a mi hija excitada – hizo que mi hija abriera sus piernas y comenzó a tocar su sexo – a palpar su fruto virgen

– se pararon a bailar y mire sus manos recorrer las caderas de mi hija – palpar su culo. Al término de la canción mi hija me hizo una seña de que la acompañara al baño y me fui con ella.

– Como te sientes le pregunte – tengo un poco de miedo es muy grande –su verga – temo que me lastime – pero lo deseas verdad le volví a preguntar – si me contesto – vamos a la casa le dije – no tengas miedo –

–Cuando llegamos a la casa mi esposo nos estaba esperando – nos abrió la puerta y el se fue con mi hija a la recamara – mi hija tenia los pechos al descubierto y el vestido enrollado hasta la cintura ya que Juan Carlos la venia acariciando.

Mire en mi esposo la duda de que si ya la había desflorado – y le dije que a un no que era mejor que se la cogiera en la casa.

Me fui con ellos a la recamara y nos acostamos los tres en la cama.

—-mi esposo entro al cuarto y apago la luz tome a mi hija de la mano y la sentí nerviosa, con la respiración agitada, el se acostó aun lado de ella, yo tome una almohada y me la coloque en mi espalda como si estuviera sentada por que mi panza por lo del embarazo no me permitía estar acostada, —

— tome la sabana y los tape, el hizo aun lado la sabana y se desnudo, haciendo lo mismo con ella, fue sutil y tierno supo llevarla y vencer su nerviosismo tal como lo hizo conmigo, yo no quería moverme y apreté la mano de mi hija que me contesto apretando la mía.

—Escuchaba sus besos, le tomo sus senos y comenzó a besarlos a chuparlos, supo llevarla al punto exacto de excitación, bajo por su vientre hasta su sexo, en donde con su lengua recorrió sus pliegues íntimos provocando en mi hija espasmos de placer.

—Estuvo dándole placer con su lengua cerca de una hora, dando como resultado, que mi hija se dejo hacer desfallecida, rendida de sentir ese cosquilleo interno entre sus piernas. Se besaron, se tocaron, el tomo con sus manos su verga y la guio a la boca de ella.

— le dio a mi a mi hija su verga para que se la mamara – mi hija comenzó a hacer presión con sus manos – la inexperiencia con que le mamaba su verga causaba en ella asombro y temor

– abrió su boca e hizo lo que pudo con la verga de el – el la tomo del brazo – y la cargo –la sentó nuevamente con las piernas bien abiertas sobre su cintura – le mamaba los pezones – la besaba – le mire su verga estaba en su punto máximo de excitación.

— mire a mi hija a los ojos y le apreté la mano – solo entrégate plena sin miedos ni tabúes – te va a doler un poco al principio es normal eres señorita pero poco a poco iras gozando y aprenderás que el sexo no es malo. La mire por unos breves segundos mire sus piernas – su hendidura mojada excitada sus labios hinchados por la sangre agrupada

 Poco a poco el se fue deslizando encima de mi hija, hasta quedar encima de ella, al tiempo que le separaba los muslos, y se colocaba en medio de sus piernas.

–Yo seguía apretándole su mano y gire la cabeza un poco para mirar en la penumbra a mi hija, el comenzó a besarla en la boca en el cuello, le chupaba los pezones, y poco a poco comenzó a ejercer presión con su verga en sus labios íntimos, escuche un ay que era como una especie de grito y gemido, mi hija me apretó con mucho mas fuerza la mano, y yo hice lo mismo, – despacio – despacio – despacio- volvió a quejarse y a gemir.

–me apretó la mano con fuerza cuando sintió el piquete de su verga – pero no logro penetrarla-

–Una y otra vez intento sin éxito – los pliegues del orificio de mi hija no cedían

— mire a mi hija mover sus caderas buscando la verga – tratando de ayudarlo a que la penetrara.

— lo intento una ves mas le levanto las piernas y separando su muslos acerco su cara y su lengua a su sexo – introdujo su lengua tan adentro como puedo – buscando la máxima excitación de mi hija para poder ensartarla.

—Comenzó a presionar nuevamente – comenzó a empujar con fuerza –hasta que la cabeza de su verga logro entrar –

– escuche el grito de mi hija al sentirse ensartada – la mire morderse los labios agitaba su cabeza de un lado a otro.

– me duele – despacio me duele – ay me lastimas –

– me acerque mas a ella – Me apretó la mano con fuerza al sentir como Juan Carlos comenzo a ejercer presión de nuevo

–escuche un ay que era como una especie de grito y gemido, – despacio – despacio – despacio- volvió a quejarse y a gemir, me apretó la mano con fuerza cuando sintió —

–Como entraba el en su sexo, como su intimidad era desgarrada, ay ay, me duele, la tome con mas fuerza de su mano, y note como el seguía metiéndose, en su vientre.

— El detuvo su empuje, hasta que llego al sello de garantía, coloco ambos manos debajo de su cuerpo- comenzó a besarla y de un fuerte empujón la desvirgo.

–Un fuerte grito fue la respuesta de mi hija al sentirse desvirgada.

-ahora fui yo quien la tomo de su mano con fuerza – y le dije ya paso mi amor – ya esta dentro de ti – disfruta – relájate muy pronto pasara el dolor –

–Lo demás fue escuchar ah ah ah como si le respiración le faltara.

No tuve ninguna duda, acaba de meter toda su verga dentro de su sexo, penetrándola por completo, ya estaba consumada su desfloración, había roto aquello que se rompe la primera vez que una mujer lo hace.

mire el reloj del buró eran exactamente las 2.15 de la noche cuando dejo de ser señorita, ya era una mujer. — estuvo inmóvil dentro de ella pero no por mucho tiempo, comenzó a poseerla lento y delicado dándole a ella el tiempo para que su herida recién abierta se adaptara a su verga y comenzó a bombearla, comenzó a moverse de arriba a bajo, y a entrar profundamente dentro de ella,

—Su grito y los sollozos que acompañaron su desfloración me confirmo la verdad mi hija había dejado de ser una niña para ser una mujer.

Despertó en mi hija una pasión sexual que la llevo a mover sus caderas buscando que la verga del macho la penetrara hasta el fondo –

Cerré mis ojos me recargue sobre la cama – mi hija me soltó la mano y se abrió de piernas al máximo entregándose al goce de su primera cogida de su primera vez.

—Lo demás fue escuchar su gemidos sus gritos sus quejidos de ambos – la estuvo cogiendo cerca de media hora y presentí que el estaba a punto de venirse – mire a mi hija gemir – jadear – le saco toda se verga para ensartarla nuevamente hasta el fondo y la dejo su semen dentro de su vagina.

Mire a mi hija con los ojos cerrados desfallecida –

—Saco su verga manchada de sangre, la entrada de la vagina y los labios menores de mi hija también tenían un poco de sangre escurriendo hacia los mayores y nalgas – le dije mantén las piernas juntas – mientras la abrazaba y le decía palabras bonitas para consolarla-

— la cubrí con una sabana y nos quedamos platicando – le limpie los hilillos de sangre de sus piernas – le dije que se quedara acostada un rato – que esto apenas comenzaba – que faltaba ayudarla a que tuviera sus orgasmos pero con menos dolor que la primera vez. Se quedo adormitada cerca de una hora 

— Al despertar le pregunte como te sientes – me duele un poco me contesto – ¿te quieres bañar le pregunte? – me dijo que si – se levanto caminando con las piernas un poco separadas por el dolor – cuando se metió a bañar cambie las sabanas de la cama que estaba manchada de sangre

– me Salí a buscar a Juan Carlos estaba en la sala con mi esposo.

 me fui a la cocina a poner un te manzanilla cuando regrese a la recamara Juan Carlos platicaba con mi hija – solo alcance a escuchar que le decía

— no te preocupes se te pasara – pero lo que siempre vas a recordar es esto – por que cuando te abrí con mi verga te hice mujer – me perteneciste- ya eres mi mujer – por eso debes tener cuidado no se lo debes decir a nadie – ay cosas que la gente de afuera no entiende-

De esa forma fue la primera vez de mi hija la mayor.

A partir de ahí la siguió cogiendo – el fue el primer hombre que la hizo mujer el primero que la rompió – y dicen que el primero no se olvida.

– Le di el te de manzanilla a mi hija y los deje en la recamara me salí a buscar a mi esposo – cerca de los diez minutos escuche sus gemidos y sus jadeos me acerque a la recamara y observe que tenia a mi hija boca bajo en cuatro patas sobre la cama y el la ensartaba desde atrás.

Mi hija meneaba sus caderas con furia buscando el placer de sentirse ensartada asta el fondo – note como las manos de el la acariciaban de su culo – de sus nalgas – al tenerla en cuatro patas doblada tenia todo el sexo de mi hija para el junto con su cola. Estuvieron cogiendo durante la madrugada – me quede con mi esposo sentada en la sala escuchando los gemidos de mi hija mientras Juan Carlos la ensartaba.

–nos quedamos dormidos con mi esposo en la sala –

Ay algo que no logro entender de los hombres y creo que nunca lo entenderé es por que les gusta darnos por el culo –

– yo sabia que Juan Carlos – la iba a coger del culo – igual como lo hizo conmigo –

Mire el reloj de la sala eran las 6.45 de la mañana me encamine a la recamara abrí la puerta despacio con paso lento mi hija estaba desnuda y con una de sus manos tenia tomada la verga de Juan Carlos y se la llevo a la boca.

Comenzó a mamar – sus labios formaban una o en el tronco de su verga – le estuvo mamando su verga y fue cuando Juan Carlos – se puso de pie y comenzó a mamarla de su sexo – la lengua de el estaba provocando una acabada terrible – cuando el veía que ella se desmadejaba – la dejaba y comenzaba a morderle las nalgas –

—me di cuenta que mi hija había perdido la compostura de señorita y de niña de bien por la palabras que brotaban de su boca – cógeme – hazme tuya – clávame – sus caderas comenzaron a rotar con desesperación buscando la verga del macho –

Se subió sobre ella y le dijo ábrete –ábrete como tantas veces me lo dijo a mi y la clavo de un solo golpe – comenzó a bombearla lento pero a la vez fuerte – le dio una cogida fenomenal – con su verga dentro de ella la coloco en cuatro escuche sus gemidos y el ruido de sus huevos al chocar con las nalgas de mi hija.

—- al estarla cogiendo – con sus manos acariciaba sus nalgas – se unto saliva en sus dedos y comenzó a meterle un dedo a mi hija por su culo – la estuvo dedeando del culo y detuvo los embates de su verga – se puso de pie tomo la crema que estaba sobre el buro y se unto en sus dedos comenzó de nuevo a meterle un dedo después dos –

Si mi hija en algún momento estuvo nerviosa ya no lo estaba en absoluto – su cara sus gemidos y el meneo de sus caderas la delataba – la paro de la cama y la coloco en el filo del colchón tomo las almohadas y las coloco sobre su vientre dejando su culo de ella a su merced.

— Con sus manos separo sus nalgas – y comenzó a mamarla de la cola ensalivándola con su lengua y con sus dedos – observe a mi hija mover el culo frenéticamente al contacto de sus dedos y lengua de el.

La estuvo dedeando del culo por largo tiempo alternando su lengua – llego un momento que mi hija quedo presa de la excitación y comenzó a mover su culo buscando el contacto de sus dedos y su lengua de el.

Fue la señal que Juan Carlos buscaba – tomo su verga con su mano y la guio al culo de mi hija – dio comienzo una lucha entre ambos mi hija por escapar y el por no dejarla ir.

Cuando la cabeza de su verga de el logro vencer la resistencia del esfínter de mi hija rompiendo todo a su paso – escuche el grito ahogado de mi hija – y comenzó a boquear como pez fuera del agua – sus ojos se abrieron como platos – comenzó a gritar – a querer zafarse – cuando el la sujeto de sus caderas con sus dos manos supe que no la soltaría en ese punto lo conocía muy bien – una vez que su verga esta dentro no la saca – dejo de moverse – estuvo quieto dentro de ella con la cabeza de su verga enterrada en el culo de mi hija-

Me acerque a la cama y me acosté a un lado de ellos – tome su mano de mi hija y la observe como muerta – desmayada – con la mirada perdida y jalando aire con desesperación – comenzó a penetrarla despacio poco a poco comenzó a ensartarla – hasta que de un solo golpe la enculo por completo – sentí como mi hija me apretó mi mano con furia con fuerza y soltó un gemido fuerte – casi un grito al sentirse por primera vez en su vida completamente ensartada y rota de su culo.

—Después comenzó a penetrarla con fuerza le sacaba la verga y volvía a enterrarla hasta el fondo – la recamara se lleno del olor característico del sexo anal.

—Estuvo cogiéndola de su culo con fuerza – los gemidos de ambos se confundían – mi hija era una muñeca en sus manos emitió un gruñido fuerte y la sujeto con fuerza por las caderas y se enterró hasta el fondo – bañando con su semen los intestinos de mi hija.

—Pasaron como 5 minutos para que mi hija reaccionara quiso levantarse de la cama pero no pudo y la ayude se fue al baño – me acerque ala puerta del baño y le pregunte si esta bien. –me contesto que si – me regrese a la recamara le dije a el que se levantara – camino a la sala – en eso regreso mi hija del baño – enredada en una toalla.

–¿Cómo te sientes? Le dije y no me contesto.

–me acerque a ella y la tome de su cara con mis manos – comencé a peinarle sus cabellos con mis manos – y se acostó sobre la cama de espaldas- mire sus pechos y su cuello lleno de chupetones – en la comisura de sus labios y en su pelo aun tenia semen de Juan Carlos – en sus muslos aun tenia unos delgados hilillos de sangre de su virginidad –

-acuéstate boca abajo le dije – con mis manos entre abrí sus nalgas y mire su abertura anal – distendida – roja – con los pliegues abiertos – tome una crema de vitacilina y con mis dedos le unte alrededor de su ano.

Nos abrazamos y comenzamos a reírnos –vez te lo dije que lo dejaras

Y me contesto ay mama después de lo que viví y goce el día de hoy crees que lo voy a dejar – lo difícil es comenzar o no.

— Anduvo adolorida de las piernas y de su trasero por casi una semana lo sabia por que ella misma se delataba cada vez que iba la baño sus quejidos eran fuertes.

–Después que paso todo me quede absorta en mis pensamientos – con la mirada fija en ellos y no quise pensar en nada – pero en el fondo sabia que estaba rompiendo con todas las reglas de la moral – que esa relación era una locura – una aberración una falta de moral –

-pensé en el escándalo si alguien se diera cuenta que la madre y las hijas eran cogidas por el mismo hombre –

Una relación que tal vez nos trajera consecuencias – pero ya estaba consumada con una de mis hijas.

— esta es mi historia mi vida misma junto a mis dos hijas – hice bien hice mal no lo se eso el tiempo lo dirá pero lo hecho- hecho esta

Anónimo

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