miércoles, 7 de julio de 2021

Mi hija me sedujo


Capitulo 1

Soy padre soltero, 1.70, 40 años de tez blanca y me mantengo en forma, tengo una enamorada que no esta del todo mal y que va con mi edad pero que no me satisface como lo que les voy a contar. Trabajo en un campamento minero y tengo mi departamento en la capital a 2 horas de viaje. Mi hija tenia unos 13 años, bonita, blanca y había desarrollado un cuerpo que ya no era de niña, tenía casi mi tamaño y sus formas ya se notaban, un precioso cuerpo.

Siempre la visitaba en la casa de su madre o ella me visitaba. Un día que estuvo en mi casa la llevé a la casa de mis vecinos para que se entretuviera jugando el Play Station, después de haber estado todo el día ahí, decidí que ya era tiempo de dejarla en su casa, así que le dije que ya nos íbamos y que se despidiera de la señora y sus hijas. Así ocurrió pero le dije que antes de llevarla a su casa pasaríamos por mi departamento para recoger su mochila y unas cosas que tenia que llevar a su madre. Fuimos y estando solos me pidió ir al baño, lo cual era normal, le dije que fuera, después de salir del baño me dijo un poco coqueta.


-Ay! Papá si vieras que me están saliendo vellitos, como he crecido.

Le respondí que era normal pues ya estaba en la edad de la pubertad.

-¿Quisieras verlos? me preguntó, risueña y coqueta

Me sorprendí, me sentí turbado y le dije que en otro momento y que mas bien nos apuremos para ir a dejarla a su casa
Por mi mente pasaba la idea de ver esos vellitos que me había dicho... pensaba en como seria verlos y tocarlos y me excitaba fuertemente.

Me dijo

-Papá mejor me quedo a dormir aquí y ya mañana me llevas a mi casa. Accedí pero como no tenía otra cama le dije que yo dormiría en la sala y ella en el dormitorio.

Dijo que bueno. Llamé a su Mamá y le dije que mi hija se quedaría conmigo. No hubo reparos por parte de su madre, quien más bien se alegró pues me dijo que tenía una reunión ese día.

Al poco rato que nos fuimos a dormir, vino a la sala y me dijo.

-Papá, no puedo dormir sola, acompáñame. No hay nada de malo dormir juntos.

Bueno le dije. Pero ya la idea de que me estaba seduciendo me asaltaba y tenía sentimientos encontrados. Fuimos a dormir juntos y menos mal que supe controlarme y no provocar nada a pesar de que ella me abrazó y puso sus piernas encima de las mías. Yo estaba super excitado y con una gran erección, la cual trataba de esconder pero ella con su pierna sentía mi verga y la rozaba. Después de un momento de fuerte control nos quedamos dormidos.

Al día siguiente nos despertamos y la llevé a su casa. Nos despedimos y todo siguió normal.

Después de 2 años en que yo la seguía visitando en la casa de su madre, ella ya había llegado a los 15 y estaba totalmente desarrollada. Era una mujer por todos sus costados, y una mujer con formas bien pronunciadas y voluptuosas.

Como siempre, viajé al campamento, mas o menos alejado de la. A la semana siguiente se aproximaron las vacaciones escolares, su madre me llamó y me dijo que mi hija quería viajar para visitarme, conocer el campamento y estar conmigo una semana, le dije que no había problema.

Cuando mi hija llegó, la presente a los amigos y amigas del trabajo, todos coincidían en que era una chica tremendamente desarrollada para sus 15 años y muy bonita por cierto, con su pelo castaño claro y sus finas formas. Por cierta precaución o para guardar las apariencias, pedí una habitación separada para ella. No quería que durmiera en la habitación que la minera me había dado pues solo había una cama y se prestaría a malas interpretaciones. Esto fue aprobatorio. Al día siguiente era el fin de semana, así que decidí llevar a mi hija para que conozca la ciudad más cercana, viajamos cerca de una hora y le mostré los paisajes turísticos del lugar. Nos registramos en un hotel y para ahorrar dinero o tal vez porque en nuestra mente ya estaba la idea, pedimos una sola habitación con 2 camas.

Esa noche fuimos a una taberna donde el dueño, que era conocido mío quien también tenía una hija de su edad. Mientras ellas conversaban y veían TV en su oficina, nosotros nos tomamos unas cervezas. Después de haber bebido lo suficiente y como a eso de las tres de la mañana, nos despedimos y nos fuimos al hotel. El frío era fuerte a esa hora, al ingresar a la habitación, cada uno se acostó en su cama. Pero no dejábamos de conversar y me decía que sentía mucho frió.

-Yo también siento frió le dije, a lo cual sugirió.

-Hay que dormir juntos para abrigarnos.

Accedí gustosamente y me di cuenta que el momento había llegado. El alcohol había cortado mis inhibiciones.

Me acosté en su cama y nos abrazamos tratando de transmitirnos calor, yo seguía un poco ebrio, pero a pesar de eso estaba muy excitado y totalmente erecto. Mi hija sentía el bulto y se pegaba mas a mí. Baje mis manos y le pregunte

-¿De veras que tiene vellos, como me dijiste hace un tiempo?

-Si Papá y bastantes, me respondió sonriendo.

-No te creo, le dije y agregué ¿Puedo tocarlos? - mientras deslizaba mi mano hacia su calzón. Noté que estaba bien mojada. Metí mis dedos por encima de su calzón y toque sus vellos y luego baje mi mano y toque su preciosa y chiquita conchita, sentí como sus jugos fluían, mientras ella se reía y decía que le hacia cosquillas.

- Tienes tantos vellos como una mujer adulta, le dije.

Me abrazaba fuerte y me dijo

-Hay que jugar al Papá y a la Mamá.

-Ya - le dije, pero advertí que sólo sería un juego.

Casi sin darme cuenta le baje el calzón y ella me agarró la verga y siguiendo el juego me dijo

-Que grande la tienes esposo mío - después de todo no estaban mal los 17 cm que tengo.

Empezamos a menearnos y en un solo instante ya la estaba penetrando, me di cuenta que no era virgen o que tal vez tendría un himen complaciente.

Los dos estábamos echados de costado, sentí como gemía y respiraba entrecortadamente de placer, ¡Yo también estaba a mil!.

Me dijo -Yo me echo encima tuyo porque tu pesas mucho. Así lo hizo y a pesar del frió que hacia le quite la blusa y vi sus preciosos senitos vírgenes, redonditos y en punta con los pezones erectos. Suavemente empezó a colocarse y la penetre lentamente. Note como gozaba.

.Aaaahhhh!!!! Así Papi decía mientras seguíamos follando. Yo tenia miedo de venirme adentro. Así que la separe y le dije que mejor la daba afuera. Ella asintió pero me dijo que un rato más. Noté como llegó a tener un fuerte orgasmo. Luego cogió mi verga y empezó a masturbarme. Mientras esto ocurría y por lo avanzado de la hora y los tragos que me había metido me quede dormido. Cuando desperté ella estaba vestida y viendo la TV. Le dije que se echara a mi costado a lo cual no accedió y aunque la abrace y la acaricie, no quiso, me dijo que se sentía mal de lo que había pasado. Yo también tenía sentimientos de culpabilidad. "¿Cómo había podido haber hecho eso con mi hija?"."¿Que tipo de padre era?" Me sentía con remordimientos de todo tipo.

Salimos a desayunar y luego paseamos por la ciudad. Al llegar la noche cuando regresamos al hotel, nos pusimos a mirar televisión y a conversar, en eso me dijo

-¿Papá, quieres que lo hagamos otra vez, como querías en la mañana?.

Le dije que si pero que me había sentido mal, me dijo que no importaba, que sería nuestro secreto y que había estado bien rico.

Le pregunté con quien más lo había hecho, a lo cual respondió sorprendida.

-Con nadie Papá, tu eres el primero, no le dije que nada porque no quería herirla ni entrometerme en sus secretos, aunque me parecía que ya había habido otro por ahí.

Entonces le dije

Espérame un rato que voy a comprar unos condones.

No te demores -sonrió

Salí a comprar condones y al regresar ella estaba en cama y ligera de ropa.

-No tienes frío - le pregunté

-Si, respondió, pero ya me estoy calentando mientras se tapaba con la frazada y yo notaba como pasaba su mano por su conchita.

Apague la luz y nuevamente a la carga sólo que esta vez, me fui para abajo y empecé a besar su conchita, toda húmeda. Sentí como gemía de placer y me agarraba la cabeza acariciando mi cabello.

Luego le bese sus senitos y por ultimo la penetre lentamente, ella gemía y dijo

-Empuja Papá!!!! hasta el fondo!!!!, que entre hasta el fondo!!!.

Yo la seguía penetrando de a poquitos y la besaba en sus hermosos y carnosos labios,

-¡Aaaaaahhhhhhhhh! ¡Que rico!!! Empuja más Papá! Me pidió.

Presioné lentamente hasta sentir el fondo de su conchita. -¡Aaaaaahhhhhhhhh! trenzó sus piernas con las mías y quedamos así entrelazados y moviéndonos en un rítmico compás

-¡¡Papá vente conmigo!! - gemía - ¡¡Por favor vente conmigo!!.-Gritaba toda excitada. Nos besamos hasta que ambos llegamos a tener un orgasmo conjunto. Me levanté al baño a votar el condón y asearme, ella hizo lo mismo y luego nos acostamos quedándonos dormidos.

Al día siguiente antes de viajar de regreso nos dimos una ducha caliente y nuevamente lo hicimos en medio del vapor, esta vez me agache y le besaba su conchita, luego ella hizo lo mismo con mi verga, la agarré por detrás y la penetré por su conchita mientras ella se apoyaba contra la pared de la ducha. Antes de llegar, me acordé de los condones, pero ya era tarde, saque mi henchida verga y la di en su hermoso y redondeado culito. Ella ya había llegado, así que solo se volteó, se agachó y se metió mi verga en su boca, mientras yo no creía que lo que pasaba era cierto. No salía de mi asombro.

Ese día y como había quedado con su Mamá regresó a la Capital y cuando la vi la siguiente vez, como a los quince días, me dijo que quería quedarse a dormir en mi casa nuevamente. Desde ahí y hasta ahora, siempre que podemos follamos en varias formas. Siempre es de lo más rico y me pregunto si está mal o no, porque a veces tengo sentimientos de culpabilidad, ella también me dice que tiene sentimientos así, pero que le parece divertido y bien rico. En cierta ocasión me dijo.

-Ok Papá lo hacemos pero después no hablamos nada del asunto.

-De acuerdo- le respondí

Ya han pasado 2 años mas y cada cierto tiempo salimos a pasear y terminamos en mi departamento. Lo hacemos de distintas maneras, como 2 amantes, he querido penetrarla por el ano, pero no se ha dejado. Eso es lo que más quiero ahora. En realidad no pensé que hacerlo con ella iba a ser algo tan delicioso. A veces me masturbo pensando en ella, o cuando lo hago con mi enamorada, pienso en ella.

Capitulo 2

Últimamente salí con mi hija y como era un tanto costumbre, le dije que compraríamos algo para almorzar en mi piso. Cuando ella aceptaba, era porque ya sabía que lo que vendría después, efectivamente aceptó, compramos comida en un Market y fuimos a mi apartamento. Después de almorzar, ver TV y descansar, traté de abrazarla y acariciarla pero su reacción no fue la esperada, en lugar de corresponder me separó y me dijo que quería ponerle punto final a todo esto.

Me contó que tenía un enamorado, el cual era un chico lindo y que ya cierto tiempo lo hacía con él, no puedo negar que sentí celos, Y para reforzar su punto de vista me dijo que se sentía "sucia" de engañarlo. Estaba decidida a poner fin a nuestra relación. No tuve ningún argumento con el cual rebatir lo que me decía ya que era algo bien valedero.

Sentía celos de ese "chico lindo" que me quitaba lo más precioso y rico que tenía. Comprendí que era el fin y le pedí disculpas por todo lo que había ocurrido y prometimos que ya nunca más ocurriría, para darle consistencia a este final quedamos de acuerdo en que si yo le decía para venir a mi piso ella por ningún motivo debería aceptar. Lo sellamos con un fuerte abrazo y aceptando que era el fin la lleve a la casa de su Mamá.

En parte sentía alivio de que todo haya terminado, ya no habría remordimientos, aunque no me hacía a la idea de haberla perdido. En fin todo quedo ahí. Transcurrió casi como un par de semanas y me envió un mensaje al móvil diciéndome que fuera a su casa al día siguiente que quería verme y hablar urgente conmigo, agregó "acuérdate que soy tu única hija". Un tanto preocupado por esto, ya que no tenía idea de que se podría tratar esa urgencia (solo hacía conjeturas sobre si le faltaba dinero o si se habría metido en algún lío mayor) me apresuré a verla al día siguiente, la llame por teléfono y le dije que iría a su casa en la noche. En la tarde de ese sábado antes de ir y por una simple coincidencia me encontré con un vecino con el cual departimos un "par de cervezas". Casi llegada la noche me despedí del amigo un tanto movido por las cervezas y en un taxi fui a su casa, la llame diciéndole que estaba en camino, me dijo que al llegar sólo toque la bocina y ella saldría inmediatamente.

Así ocurrió, el taxista toco la bocina y ella salió, subió al taxi y después de saludarme notó que yo había bebido.

- ¿Qué has estado celebrando Papa?
- Nada - respondí - Solo tome unas cervezas con un amigo.

- ¿Me invitas a cenar? Preguntó sonriente.

- Claro- asentí - donde quieres cenar?
- En tu casa - replicó - a mi me sorprendió puesto que habíamos quedado que ya no iríamos a mi piso.

El taxi se puso en camino. Le dimos instrucciones al taxista para que nos dejara en el Market cercano para comprar comida.

Al bajar, ingresamos y compramos una Pizza, unas gaseosas y como yo todavía quería seguir bebiendo compré unas cuantas latas de cerveza.

Luego caminando llegamos a mi departamento, comió su Pizza mientras me contaba ciertas cosas de sus amigos y amigas. Cuando le pregunté cuál era la urgencia de verme, me dijo que no era nada, solo que quería verme.

Mientras tanto yo le daba a las latas una tras otra. En eso me dijo
- ¿Me invitas un poco? Y cogió una lata.

- Por supuesto le dije. - Aunque no me gustó que bebiera
Le dije que no tomara mucho porque su Mamá podría sentirle algún olor a licor y eso no le gustaría. Me dijo que no había problema porque su Mamá se había ido a la casa de su tía a ver al abuelo que estaba delicado de salud y que se quedaría ahí toda la noche.

- No hay problema que me quede a dormir aquí? -preguntó
- Por supuesto que no hay problema - le dije.

Seguimos tomando cerveza, conversando y riendo, hasta que cerca de la medianoche se echó en la cama y me dijo que estaba cansada.

Yo no sabia que hacer, quería cogerla como lo habíamos hecho anteriormente, pero temía que me rechazara, después de todo ya habíamos hecho un pacto de que no habría mas relaciones.

- Bueno hijita arrímate que vamos a dormir - le dije y me puse el pijama
- Apaga la luz Papa - dijo mientras se quitaba los "jeans" que traía.

Apagué la luz y noté que el fin de nuestra relación no había llegado. Me acosté a su lado y como tanteando el terreno pasé mis brazos alrededor de ella.

- Todavía quieres seguir "jugando" - dijo coquetamente, noté que reía de la nada, la cerveza la había puesto mas atrevida y yo la sentía más atractiva así, media borrachita..

- Sí mi hijita - le dije - mientras le acariciaba el ombligo
- Ja ja!!! sonrió mientras se movía por las cosquillas que le producía, después de esto deslizó su mano dentro de mi calzoncillo y cogió mi verga que ya estaba erecta y lubricando en cantidades. Bajando la voz me preguntó
- ¿Tienes algún condón?
- Si, por supuesto que siempre hay uno por ahí - respondí
- No hay que usarlo - dijo y agregó - Ayer acabó mi regla
- ¿Estás segura?
- Sí, ayer ya sólo me salían unas gotitas. Mas bien, quiero que te vengas dentro de mí, quiero sentir tu leche caliente - murmuraba un tanto jadeante.

- Estas segura que acabó tu regla ayer - volví a preguntar
- Si, - respondió - y otra cosa mas,… nada de poses.

- Como tu quieras - yo también murmuraba mientras trataba de colocarme sobre ella

Antes que yo intente bajarle su calzoncito, ella ya lo había hecho y me apresuró a que me quite el calzoncillo, me lo quite mientras ella se quitaba el sostén y quedaba totalmente desnuda. Con solo el resplandor de la luz que ingresaba por la ventana veía sus hermosos senos paraditos. Empezamos a besarnos y yo me colocaba en posición para penetrarla. Antes quise bajarme y besarle su coñito, pero se resistió y no se dejo. Sólo permitió que le chupara sus tetitas redonditas, sus pezones estaban totalmente erectos.

No quería que la besé abajo, así que ni modo, solo me contente con besarle sus pezones, el cuello y mordisquearle la oreja.

- .Ahhh, Ahhhh - jadeaba.

- Que rico hueles - le dije
- Tu también -respondió - esa colonia que usas me trae bellos recuerdos
Abrió las piernas y ya, de un solo empujón le metí toda la verga.

- Aaayyyy - grito - no seas brusco Papa
- Disculpa corazón, pero no me aguantaba.

Trenzo sus piernas con las mías como siempre lo hacía y empezamos a movernos de lo más rico, ella levantaba la pelvis y me decía
- Toda Papá, metemela toda hasta el fondo, aaahhh!!!! Ahhhh!! Que rico!!! Así !!! asi!!!
- Yo arremetía con todo y bombeaba a toda maquina
- ¿Me sientes? ¿Me sientes? - preguntaba jadeante en mi oído
- Te siento toda hijita - le decía
- Y, ¿tu me sientes? - le susurraba sin dejar de meter y sacar la verga
- Hasta el fondo Papá - sigue así, sigue así, así!!!! Repetía. Ahhh!!! Que rico, Papá me gusta tu pija!!!
Yo sentía que ya me venía, ella se dio cuenta y dijo.

- No te vengas todavía, aguantate !! - seguiamos follando así, por un buen momento, luego agregó - Cuando te vayas a venir, me avisas para venirnos juntos ya?
- Ya, hijita mía, te quiero.. nos besábamos en los labios.

- Me vengo, me vengo!!!! - sentía que no aguantaba más. - Yaaa! Aaahhh!!! Ahhhh!!!

Mi leche salió a borbotones y sentía que le inundaba toda su conchita.

- Aaahhhh, que rico, aaahhhhhh, aaaahhhhh que rico Papi, que rico, ahahhhhh - me abrazaba.

Era increíble el orgasmo que teníamos, uno de los mejores. Terminamos juntos y luego de quedar un rato mas encima de ella, me hice a un lado.

- Prende la luz -me dijo mientras se levantaba
Así lo hice, cogió la toalla que estaba cerca de la cama y se la puso alrededor del cuerpo. Se fue hacia el baño. Desde esa posición pude verla completa y ver sus perfectas formas, sus ricas curvas, su culito paradito y toda ella como había crecido convirtiéndose ya en una mujer.

Se aseó y salió del baño - diciendo - Esas cervezas estaban ricas, ya tengo sueño,
Ahora era mi turno, ingrese al baño y cuando salí ella ya estaba acurrucada. Me acosté a su lado y quedamos totalmente dormidos.

Me desperté con las primeras luces. Ella me daba la espalda, pasé mi mano por su cintura y empecé a acariciarle el ombligo, se fue despertando lentamente, cogió mi mano y la fue bajando hacia su coñito, la seguí acariciando y sus dulces jugos comenzaban a fluir, desde esa posición y ya con mi verga totalmente erecta, la empecé a colocar por su culito. Ella seguía de espaldas sin mirarme y con los ojos cerrados, yo le besaba la oreja muy despacio mientras trataba de colocar mi verga entre sus piernas, separó sus piernas levemente y encontré su húmeda rajita, notaba su respiración entrecortada, la mía también y el corazón me latía muy aprisa.

Luego fui empujando y sacando, ella se acomodó hasta que le entraron mis 20 centímetros.

- Aaahhhhhh ahhhhhhh me sientes - empezó a decir
- Toda, te siento toda mi "putita", le susurraba al oído.- utilice esa palabra por primera vez con ella y parece que le gustó.

- Aaahhh sigue asi sigue asi no pares Papi, no pares Ahhhhh!! - Sou tu putita, tu putita - repetía
Estando así, le di media vuelta y la tuve boca abajo, pero se lo seguía metiendo por su rico coñito.

Me detuve un rato, saqué la verga lentamente y se la empecé a frotar por su anito.

- Aaahhh!!! Aahhhh!!! - gemía de placer.

- No te va a doler, lo meteré despacito -le susurraba al oido y se lo mordisqueaba.

- Noooo!!! Nooo!!! Puso su mano en mi pelvis tratando que no lo hiciera, pero yo estaba incontrolable, así que fuí empujando despacio, muy despacio.

- Aaahhh !!!! Ayyyyy !!!!!…,me dueleeeee!!!! Ayyyyyyy - gemia, sácalo, sacalooooo!!! gritaba.

- Solo duele en un comienzo, luego te va a gustar, putita mia !!!
Ya no tuve contemplaciones ni vacilaciones y empuje a todo dar.

- Ayyyyyy!!!!!! Papáaaaaa , sacaloooo Ayyyyyyyy!!!!! Aaaaaaaahhhh!!!!!!
Así como la tenía contra el colchón, no podía zafarse, empecé a bombear, mete y saca, mete y saca.

- Aahhhhh!!!! Aaahhhhh!!! - quitó su mano que aún mantenía en mi pelvis y se agarro de las varillas de la cabecera de la cama, yo miraba de reojo su rostro, estaba lagrimeando, pero ya no oponía resistencia alguna.

- Ahorita me vengo!! Le dije, solo aguanta un ratito más.!!
- Llename de tu leche Papá, - tomaba aire - Yaaaa !!! sigue sigue, está rico, rico!!!
- Hijita mia, me vengo AAAAHHHHHhhhhhhh!!!! - La leche salio a borbotones y sentía que salía mas leche -Aahhhhhh!!!! - era un orgasmo fenomenal! No se de donde me salía tanta leche!!!
Cuando pude recuperarme lo saqué despacio, muy despacio mientras miraba como salía mi verga de su recién desvirgado anito. La leche estaba por todos sitios. Ella quedo tendida, como desmayada, me incorporé y vi que le salía leche del anito, ella contraía sus nalgas y salía mas, la visión era fabulosa. Sus amplias caderas y ese hermoso culito todo paradito y brotando de él mi leche. Me eche a su lado todavía jadeante, me miró con dulzura, se apegó y me dio un beso en los labios.

- Soy tu "putita" ahora y siempre - nadie me hará sentir como tu.- dijo con la voz medio ronca.

- Te quiero para mi sola mi putita y la abracé.

Así abrazados nos quedamos dormidos nuevamente. Ya cuando despertamos como al mediodía, volvimos a repetirlo, sólo que esta vez, empecé por abajo, lo que ella no había querido que le hiciera, lamiéndole todo su coño, luego la penetré por delante y nuevamente esa maravilla de metersela por su redondito culito, ahí la volví a dar nuevamente, esta vez ella cogió la almohada y la mordía para no gritar de dolor.

Ese día fue sensacional, cuando la dejé en casa de su Mamá, me dijo muy discretamente
- Creo que no voy a poder sentarme todo el día, pero la verdad es que me gustó tu pija en mi potito. Ven a recogerme la otra semana. Y dándonos un beso en la mejilla entró a su casa.

Ansió verla cada fin de semana. Lo que me falta ahora es que se tome mi leche, creo que pronto lo conseguiré. Cuando esto ocurra pondré la historia en esta página. Si antes tenía remordimientos, estos han desaparecido después de leer las muchas historias que aquí encontré.

Por Rod

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