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miércoles, 17 de noviembre de 2021

Mi hermana y mi sobrina


Fue en una noche de sábado. Lucia ya había cumplido los diez años y aunque su cuerpo aun era de niña, su mente era demasiado despierta para su edad, tenia la inteligencia y la curiosidad que ahora parece tan natural en casi todos los niños, se llevaba muy bien con su mama y con su tío, y siempre les hacia infinidad de preguntas que ellos trataban de contestar siempre con la verdad y procurando que no obtuviera mas información de la que según ellos se requería para una niña de diez años. Pero a veces sentían que la inteligencia de ella los rebasaba y no sabían que contestar a determinadas preguntas.

En la cuestión de sus relaciones sexuales, Lilia y José siempre habían tenido la prudencia y el cuidado para que la niña no se diera cuenta de nada, y moderaban sus caricias y su lenguaje cuando Lucy se encontraba presente, y según ellos, para ella solo eran dos hermanos que se querían mucho y se trataban con mucha familiaridad, pero era casi imposible el ocultar por completo el amor y la dependencia sexual que sentían el uno por el otro.


Y sucedió. Eran más de la una de la mañana y los dos amantes se encontraban en la sala de la casa viendo la televisión cómodamente sentados en el amplio y cómodo sofá, y los dos se encontraban totalmente desnudos. La niña ya estaba dormida desde varias horas antes y con el calor que hacia, ellos se había despojado de la ropa para estar mas cómodos, confiando en que Lucy estaba dormida y no saldría de su recamara. Pero resulto que si salió. La vieron aparecer por el pasillo que conduce a las recamaras y ya no pudieron hacer nada, la presencia de la niña los agarro tan de sorpresa que no alcanzaron a tapar su desnudez y se quedaron mudos por no saber que decir, y la que empezó el dialogo fue Lucy:

¿Qué hacen ustedes dos aquí encuerados? –pregunto la niña como entre seria y divertida.

Pues… es que… hace mucho calor y quisimos refrescarnos un poco –respondió Lilia turbada por la presencia de la niña.

Eso esta muy bien, entonces yo también me quitare la bata, pues también tengo bastante calor –dijo Lucy procediendo a quitarse su batita de niña y quedando totalmente desnuda pues no traía nada debajo de la bata y mostrando su cuerpo infantil blanco y liso, sin las curvas que diferencian a las mujeres de las niñas, pero irradiando una sensualidad inocente que no es normal en una pequeña de su edad.

Pero… es… que… -balbuceo Lilia sin acertar a decir nada convincente para evitar que la niña se desnudara y se quedara con ellos.

José no había abierto lo boca para nada, solamente las veía divertido por lo insólito de la situación, a la vez que admiraba el cuerpecito de Lucy, pensando en que en muy pocos años se convertiría en un apetecible cuerpo de mujer y que seria muy afortunado el hombre que lograra tenerla por primera vez.

Lucy se acerco a su tío José y se sentó a su derecha, mientras Lilia hacia lo propio a la izquierda, entonces Lucy se le quedo viendo con ojos muy abiertos a la erecta verga de José, que no hacia nada por cubrirse o por disimular su tremenda erección a la que estaba contribuyendo la desnuda presencia de la niña.

Ay mama –dijo la pequeña- algo le paso al tilín de mi tío, pues mira como lo tiene de hinchado.

Y sin esperar respuesta, la niña agarro con su manita la enorme verga de su tío.

¿Qué te paso tío que lo tienes tan hinchado, te duele mucho?

Si me duele –respondió José disimulando una sonrisa al notar que su hermana no sabia que hacer ante la situación.

Pobrecito de mi tío –dijo la niña –seguro que te diste un fuerte golpe en tu tilín y por eso se te puso así, ¿quieres que te lo sobe tío?

Si mi amor –respondió José- sóbamelo porque me esta doliendo.

Lucy se prendió con sus dos manitas a la vergota de su tío y la comenzó a sobar. Lilia no sabia que hacer ni que decir y solo se le quedo viendo a José, extrañada por la actuación de este, pero José la tranquilizo con la mirada, como diciéndole, quédate tranquila, mas vale que actuemos con naturalidad para no espantar o confundir a la niña, y Lilia le entendió perfectamente la mirada, pues se conocían tan bien que muchas veces no necesitaban hablar para entenderse, y Lilia se tranquilizo un poco y dejo que su hija siguiera sobando la verga de su hermano por un rato, hasta que le dijo:

Ya no se la sobes tanto hija porque a lo mejor le duele más.

¿Te duele más tío? –pregunto la niña inocentemente.

No mi amor, no me duele más, tú sigue sobando.

Se ha de haber golpeado muy duro mi tío ¿verdad mama?

Y Lilia se quedo callada por unos momentos. Su política de educación para con su hija, había sido la de siempre decirle la verdad a todas sus preguntas, esto en la medida de lo posible y sin entrar mucho en detalles cuando la pregunta es embarazosa, porque claro esta que no siempre se le puede decir la verdad detalla da a un niño, de manera que Lilia decidió seguir con su política de hablarle a su hija con la verdad aunque suavizando un poco la respuesta, y contesto:

Pues… no hija… la realidad es que… a tu tío no se le hincho su tilín por haberse golpeado.

¿Ah no, y entonces porque se le hincho tanto su tilincito?

Pues… mira… cuando un hombre tan macho como tu tío… tiene a dos mujeres desnudas a su lado… su cuerpo reacciona y se le hincha su tilín, ¿entiendes?

Pues no muy bien mami –respondió Lucy sin dejar de sobar la verga que tenia entre sus manitas- ¿y que es lo que debemos de hacer para bajarle la hinchazón?

Pues… la forma de bajarle lo hinchado al tilín de tu tío… es guardándolo.

¿Guardándolo? -pregunto la niña aun con mas ingenuidad, haciendo esto que la escena se presentara mas morbosa y erótica, y esto lo estaba disfrutando enormemente José, quien solo sonreía tranquilamente y dejaba que todo se desarrollara entre ellas- ¿y donde debemos de guardarlo mami?

Mira mi amorcito… ya estas comenzando a tener edad para saber algunas cosas… las mujeres tenemos tres hoyitos en nuestro cuerpo, en donde podemos guardar el tilín de los hombres cuando lo tienen hinchado..

¿De veras? Entonces yo también debo de tener esos tres hoyitos, pues yo también soy mujer, ¿verdad mami?

Claro que si mi amor, tu también tienes esos hoyitos.

¿Y cuales son mami, en donde los tengo?

Te voy a decir cuales son mi amorcito… uno es la rajadita que tienes entre las piernas –dijo laura costándole mucho trabajo hablarle de esas cosas a su niña, pero ya había empezado y ahora ya no tenia otro remedio que continuar.

¿Esta mami? -pregunto Lucy abriendo sus piernitas y tocándose la panochita.

Si mi vida, ese es uno de los hoyitos… otro es el hoyito que tienes atrás por donde haces popo, y el último hoyito es la boca.

¿También la boca mami?

Si mi amor también la boca.

Y cuando se le hincha el tilín a mi tío ¿tu que haces?

Pues como tu tío es muy bueno conmigo y yo lo quiero mucho, pues le ayudo a que se le baje lo hinchado de su tilín metiéndomelo en uno de mis hoyitos para que no le duela.

Entonces yo también puedo ayudar a curar a mi tío metiéndome su tilín en uno de mis hoyitos –dijo Lucy iluminándosele su carita por la alegría

No mi amor –dijo Lilia rápidamente- las niñas de tu edad aun no tienen sus hoyitos listos para meterse un tilín en ellos y pueden causarse algún daño al hacerlo.

Lucy se quedo pensando unos momentos, como calibrando que tanto había de cierto en todo lo que le había dicho su madre, entendía lo de los hoyitos, pero no entendía como podía hacerse daño, o sea como su mama si podía hacerlo y ella no, de repente se le ilumino la carita y pregunto:

¿También en la boca me haría daño meterme el tilín de mi tío?

Pues… -Lilia se sintió turbada y no supo que debía contestar, miro a su hermano como pidiéndole ayuda pero este se encogió de hombros, y Lilia prosiguió- no… en la boca no te haría daño meterte el tilín de tu tío, pero la verdad es…

Entonces yo quiero ayudar a curar a mi tío –dijo la niña interrumpiendo a su madre e inclinándose para meterse en su boquita la cabeza de la verga de José.

Lilia no pudo reaccionar a tiempo y cuando vio, su hija ya tenia la verga en la boca, entonces volvió a mirar a José para pedirle ayuda, y José decidió intervenir.

Espera mi amor, espera un poco –le dijo José a la niña tomándola de la cabecita y separándola de su verga.

Pero es que yo quiero ayudar a curarte tu tilín tío, no quiero que sufras por tenerlo hinchado.

Si mi vida, pero es que tu no sabes bien como hacerlo, creo que lo mejor será que tu mama te enseñe para que puedas hacerlo bien, ¿no lo crees tu así hermanita?

Si mami –dijo la niña- enséñame como hacerlo y así entre las dos curaremos a mi tío y le bajaremos la hinchazón de su tilín para que ya no le duela.

Lilia se le quedo viendo a José con cierto tono de reproche en sus ojos, pero el enorme amor que sentía por el y por su hija se impuso en su corazón y en su mente y decidió colaborar con ellos.

Esta bien hija, te voy a enseñar como hacerlo, fíjate bien como lo hago yo.

Y Lilia agarro la verga de su hermano y se inclino hacia ella, la comenzó a lamer toda desde los huevos hasta la punta haciéndolo varias veces, luego se metió la cabeza en la boca y poco a poco empujo la verga hacia adentro hasta topar con su garganta, y luego siguió el sube y baja del pito dentro de la boca sacándolo de vez en cuando para lamerlo y volviéndolo a meter hasta donde se podía.

Lucy miraba atenta sin perder detalle de lo que hacia su mama, sus pequeños y hermosos ojos se abrieron más de lo normal y se saboreo los labios con la lengua. Era claro que también en la pequeña ya se comenzaba a despertar el instinto sexual, y que sin saber a ciencia cierta de lo que se trataba, si sabia que el tilín de su tío ejercía en ella una atracción que nunca había sentido por nada, una atracción placentera, una promesa de algo hermoso y desconocido que ella deseaba experimentar. Lilia se saco la verga de la boca y le dijo a su hija.

A ver mi amor, ahora hazlo tu, pero ten cuidado porque el tilín de tu tío esta muy grande y no te vayas a lastimar tu boquita.

La niña volvió a agarrar la verga con su manita y se la acerco a la boca, el olor era extraño pero atractivo, le pasó la lengua por la cabeza y luego la comenzó a lamer desde los huevos, tal y como había vista a su madre hacerlo. Se entretuvo por unos minutos lamiendo la verga como si fuera un caramelo, y luego se la metió en la boca abriéndola mucho y aun así solo le cupo un poco mas de la cabeza, y comenzó a subir y bajar su carita a la vez que la chupaba como si quisiera extraerle algo. Y así estuvo durante quince minutos.

José se sentía en la gloria con la pequeña chupándole el pito, jalo hacia el a Lilia y le metió un dedo en el culo mientras la besaba apasionadamente en la boca, beso que su hermana correspondió por completo, pues los dos se habían calentado mucho mas de lo normal con la presencia de la niña, hasta que llego el momento en que José le susurro al oído a su hermana que ya estaba a punto de venirse, y como ella no quería que José se viniera en la boca de su hija, tuvo que actuar de inmediato y tomando la cabecita de la niña, la separo suavemente de la verga, diciéndole:

Ya mi amor, porque tu tío esta a punto de descargar su tilín.

¿Descargar su tilín –pregunto inocentemente la niña- y que es eso mama, como se descarga el tilín de mi tío?

Pues mira mi vida -contesto Lilia dulce y amorosamente como si le estuviera explicando a su hija la solución a algún problema escolar- cuando tu tío ya ha tenido suficiente fricción en su tilín, avienta un poco de la leche que conserva en sus bolitas y de esa forma es que se le baja la hinchazón.

¿De verdad avienta leche? ¿Y cuales son sus bolitas?

Sus bolitas son estas –contesto Lilia agarrándole los huevos a su hermano para mostrárselos a su hija- y si avienta su leche por el hoyito que tiene en la punta, y como no debemos desperdiciarla, entonces lo que voy ha hacer ahorita es guardar el tilín de tu tío en mi rajita para que ahí me ponga su leche.

¿Y por que no mejor dejas que la eche en mi rajita –pregunto la niña?

No corazón, porque tu aun no estas preparada para eso.

Esta bien -contesto la niña resignándose.

Lilia se sentó de frente a su hermano y se metió la verga que ya estaba deseando con fervor, y le entro todo en su hambrienta panocha, se abrazo a su hermano y comenzó a moverse sobre el pito mientras la niña de agachaba para ver por donde le entraba a su mama el tilín de su tío.

Ay mama, te entro todito completo –comento Lucy asombrada de que tamaño pedazote de carne le hubiera entrado tan fácilmente en la rajita de su mama- parece como si te lo estuvieras comiendo.

Así es mi amor –contesto Lilia con la voz entrecortada por la inminente llegada del orgasmo- me lo estoy comiendo con mi rajita y sabe riquísimo.

En ese momento, José la apretó mas fuerte y le metió el pito hasta el fondo viniéndose copiosamente en la panocha de su hermana, quien de forma simultanea experimento el orgasmo y se abandono por completo al placer que

esa verga le proporcionaba apretándosela con la panocha para exprimirle hasta la ultima gota de sus mocos, y después se quedo un par de minutos recostada sobre José reponiéndose por el cansancio producido por el placer experimentado. Luego se levanto lentamente y se inclino a limpiar la verga de su hermano como lo hacia siempre, y casi se olvido de que su hija se encontraba presente, hasta que esta le pregunto.

¿Ya te echo la leche en tu rajita mami?, ¿y ahora que es lo que estas haciendo?

Si mi vida, ya tu tío me echo la leche de su tilín en mi rajita –contesto Lilia a su hija sin dejar de lamer la verga de José- y ahora se lo estoy limpiando pues ya sabes que la higiene siempre es importante, y siempre que tu tío termine de echar su leche en cualquiera de mis hoyitos, debemos de limpiarle su tilín, ¿entendiste?

Si mama, pero déjame que te ayude a limpiar el tilín de mi tío.

Lilia se levanto y dejo que su hija terminara con la labor de limpieza, y la niña, sin la experiencia que da la practica, pero con el entusiasmo que da el deseo y la curiosidad, le lamió con gusto toda la verga a su tío entreteniéndose por varios minutos hasta que su madre la detuvo.

Creo que ya esta bien limpio el tilín de tu tío hija, ahora ya vete a acostar porque ya es muy tarde –dijo Lilia a su niña.

No es tan tarde –respondió la niña- déjame quedarme un rato mas con ustedes.

No, obedece y vete a acostar.

Y a Lucy no le quedo otra opción que obedecer, se despidió de su tío y de su mama y se fue a su recamara, y de inmediato ellos también se fuero a la recamara de Lilia.

Estoy pensando que no debimos dejar que Lucy te mamara la verga –le dijo Lilia a su hermano cuando ya estaban solos y acostados desnudos y mientras ella le sobaba suavemente el pito.

Pues yo creo que a como se presento la situación, eso fue lo mejor que pudimos hacer, piénsalo, nos vio encuerados, me vio la verga parada, y si la regañas y la mandas a acostar sin explicarle nada, pues quien sabe si eso pudiera resultar contraproducente de alguna forma, crear situaciones falsas en su mente, o simplemente buscar por otro lado alguna explicación para lo que vio, yo creo que hicimos lo correcto.

Pues si, quizás tengas razón –contesto Lilia- pero es que es tan pequeña, tan solo tiene diez años.

Actualmente los niños despiertan muy jóvenes al instinto sexual, y yo pienso que es mejor que lo que tenga que aprender lo aprenda en casa y no en la calle, deja que el tiempo pase y ya veremos.

Y terminaron durmiéndose muy juntos y abrazados.

Pero lo que no sabían era que la pequeña había salido de su cuarto esa noche a propósito y con el único fin de sorprenderlos encuerados, que ella ya los había visto en varias ocasiones mientras cogían o mientras Lilia le mamaba la verga a su hermano, y que todo eso había despertado una urgente curiosidad y deseo en la niña de hacer con su tío lo mismo que había visto que hacia su mama, aunque claro que ella no pensaba que fuera malo, puesto que su mama lo hacia, y esa noche se había decidido a sorprenderlos y lo había logrado.

Al otro día por la mañana, Lucy se levanto temprano y fue hacia la recamara de su mama, pego su oído en la puerta y escucho algunos ruidos y se asomo por el ojo de la cerradura como ya lo había hecho otras veces, y vio lo que también ya había visto otras veces, su mama estaba empinada sobre la cama y su tío situado detrás de ella con su cara metida entre las nalgas de su mami. Su mama jadeaba y se retorcía por el placer, y su tío hundía más su cara para besar y chupar bien el culo de su mami. Esta escena puso caliente de inmediato a la pequeña quien comenzó a sobarse su panochita por debajo de la bata.

Y siguió viendo cuando su tío se hincaba detrás de su mama y le metía su enorme verga en el culo, sintió curiosidad por saber como podía caber ese garrote en el culo de su mami, y pensó como seria cuando la llegara a meter en su propio culito, pues ella se había propuesto lograr que su tío le metiera su tilín por todos lados y sabia que tarde o temprano lo lograría. Vio como su tío se movía con rapidez por varios minutos y luego la abrazaba y jadeaba fuertemente, después se la saco y enseguida su mama se volteo para limpiársela con gusto mientras su tío se tiraba de espaldas en la cama rendido por el esfuerzo. Ella ya estaba muy caliente y decidió tocar la puerta para

pedir que la dejaran entrar y unirse a la fiesta.

Su mama salio de la recamara cubierta con una bata y le dijo que no podía entrar porque su tío aun estaba dormido, y la niña insistió hasta que su mama le dijo:

Vete a tu recamara y yo te alcanzo en unos minutos para hablar contigo.

Lucy obedeció a regañadientes y se metió a su cuarto. Lilia regreso con José y le dijo:

Era Lucy que quería entrar para estar con nosotros, ¿Qué vamos a hacer José? Su curiosidad ya es mucha y no se va a detener tan fácilmente.

Pues déjala entrar –contesto José tranquilamente- a fin de cuentas ¿Quién mejor que nosotros para enseñarle sobre sexo? Ella me quiere mucho y tú sabes que yo también la quiero demasiado, jamás le haría daño a mi sobrina, y aunque de manera precoz, ella ya entro en la edad en que quieren saber sobre la sexualidad, pues enseñémosla nosotros antes de que alguien más lo haga y de verdad le cometa algún daño.

Pero es que es mi hija –objeto Lilia- y es tu sobrina, y no es normal que nosotros la iniciemos en el sexo.

Ya se que es mi sobrina ¿y que con eso? También tú eres mi hermana y te ando cogiendo desde hace varios años, aquí lo importante es el cariño, nosotros la enseñaremos con amor, ya que otra persona la puede enseñar con brutalidad, ya no lo pienses más y déjala que entre y enseñémosle.

Esta bien –contesto Lilia no muy bien convencida- no se si tengas la razón, pero si se que me dolería mas si queriendo saciar su curiosidad alguien le hiciera algún daño, voy a platicar con ella y la traeré, pero no te la vas a coger, le vamos a enseñar todo y le vamos a hablar con la verdad, pero no te la cogerás, por lo menos hasta que ella crezca un poco, ¿estas de acuerdo?

Claro que estoy de acuerdo, pero lo que creo es que debemos dejar que las cosas pasen con naturalidad, el ritmo de las cosas nos dirá lo que debemos de hacer.

Esta bien –contesto Lilia y salió de la recamara para ir al cuarto de su hija.

Lilia se sentó en la cama, sentó a su hija en sus piernas y se dispuso a hablarle.

Mira corazón, hay cosas que hacen las personas mayores y que tiene que ver con su cuerpo, pero que los niños no las deben de hacer porque su cuerpo aun no esta preparado para hacerlo ¿me entiendes?

Pues mas o menos mami, ¿pero que cosas son esas que hacen los mayores?

Ya te las explicare después junto con tu tío, pues he platicado con el y decidimos enseñarte todo lo que quieras saber, pero todo esto deberá quedar entre nosotros, nunca deberás platicarle a nadie lo que hagamos tu y yo con tu tío, ¿estas conforme?

Si mama.

Perfecto, mira, tu tío y tu son las personas que mas quiero en el mundo y quiero que los dos sean felices y se sientan bien, tu tío nos ayuda mucho a nosotras y por eso yo siempre procuro que el este feliz y tranquilo cuando viene a la casa, y ahora tu me ayudaras a lograr esto, y yo te instruiré en lo que debes de hacer para que tu tío sea feliz, ¿pues tu quieres mucho a tu tío, verdad?

Claro que si mami, yo quiero muchísimo a mi tío José.

De acuerdo, pues entonces entre las dos lo haremos feliz, vente a la recamara.

Y las dos entraron en el cuarto de Lilia donde se encontraba José recostado en la cama, totalmente desnudo y sin taparse el cuerpo, su verga flácida colgaba entre sus piernas.

Tío querido –dijo Lucy dándole varios besos en la mejilla- ¿Cómo estas tío? veo que amaneciste mejor de la hinchazón de tu tilín.

Si mi amor, ya estoy un poco mejor –contesto José.

A ver hija –dijo Lilia- siéntate aquí junto a tu tío, para empezar debemos de reconocer que el es el hombre de la casa y que nosotras lo debemos de obedecer y hacer todo lo que este en nuestras manos para que el se sienta a gusto, ¿me entiendes?

Si mama –contesto la niña.

Bien, lo primero que tenemos que hacer siempre que tu tío este en la casa, es encuerarnos las dos para que tu tío pueda vernos todo lo que quiera, pues a el le gusta vernos encueradas, ¿esta bien?

Si mami.

Pues entonces quítate la ropa –dijo Lilia a su hija, procediendo ella misma a quitarse la bata que era todo lo que traía encima y cuando si hija se encuero, ella prosiguió- después debemos de mimarlo y acariciarlo por todo su cuerpo ¿comprendes?

Si mama –dijo la niña notando que se comenzaba a enderezar la verga de su tío- pero mira, el tilín de mi tío ya se esta hinchando.

Exacto hija, pues como te dije ayer, siempre que tu tío nos tenga encueradas se le va a hinchar su tilín y será nuestro trabajo el hacer que se le baje la hinchazón de su tilín, que por cierto ese no es el nombre del miembro de tu tío, se llama verga, y quiero que así le digas de ahora en adelante.

¿Verga? –pregunto la niña inocentemente, y la palabra en su boca se escuchaba mas erótica de lo normal.

Así es, ese es su nombre verga, porque eso de tilín se oye muy mal sobre todo tratándose de la enorme vergota de tu tío, ¿de acuerdo?

Si mama, ese nombre me gusta más, la verga de mi tío, la vergota de mi tío, si se oye mejor que el tilín de mi tío.

Y aprovecharemos de una buena vez para que sepas otros nombres que debes de aprender, la rajadita que tenemos tu y yo entre las piernas, se llama panocha, el hoyito que tenemos detrás, se llama culo, las bolas que tiene tu tío bajo la verga, no se llaman bolitas, se llaman huevos, y cuando tu tío me mete su verga en mi panocha, se llama coger, ¿entendiste?

Si mama, panocha, culo, huevos, coger, -repitió la niña lenta e inocentemente- ya me los grabare de memoria.

Ahora acuéstate a un lado de tu tío –dijo Lilia- y yo me recostare al otro lado, para que podamos mimarlo y el pueda agarrarnos todo lo que quiera. Una de las cosas que debemos de hacer es ponerlo las chiches en la boca para que las chupe –y Lilia le acerco sus chichotas a la boca en donde el se prendió y comenzó a mamar.

Pero yo no tengo chiches como tu mama –protesto la niña.

No importa corazón tu acércale tus pezoncitos para que los chupe.

Y Lucy le puso sus pezones en la boca a su tío, eran tan solo dos bolita pequeñas, pero el las chupo dulcemente y la niña experimento un placer desconocido y comprendió que le esperaban muchos placeres como esos y estaba dispuesta a probarlos y disfrutarlos todos.

Hasta entonces José no había dicho nada, solamente había gozado con la platica de madre e hija, pero sobre todo con la contemplación de sus cuerpos desnudos, el de Lilia todo un cuerpo de mujer, bien formado y esplendorosamente hermoso, y el de Lucy, un capullito que estaba naciendo a la vida, blanco y suave y con la promesa latente en sus pechitos y nalguitas, de que algún día serian la admiración de muchísimos hombres, y el era el elegido para disfrutarlo en su despertar sexual. Esto era algo que el no había esperado pues nunca había contado con tener también a la hija de su hermana, pero ya que esto se había presentado pues el lo disfrutaría, y naturalmente que se cogería a su sobrina por todos sus hoyos aunque su hermana no quisiera, solo había que darle tiempo al tiempo para irlas preparando a las dos.

Luego –comento Lilia a su hija- podemos besarlo en la boca, te mostrare como.

Y Lilia le dio un apasionado beso a su hermano metiéndole la lengua en la boca y chupando la de el metiéndosela en la suya.

Ahora hazlo tu –dijo Lilia- primero debes de meterle tu lengüita en la boca para que el te la chupe y después tu debes de chupar la suya suavemente y por todo el tiempo que el quiera, ¿podrás hacerlo?

Claro que si mama –contesto la niña inclinándose sobre la boca semiabierta de su tío y metiéndole su lengüita todo lo que pudo, y luego su tío metió la suya en su boquita y ella se puso a chuparla como su fuera una paletita de dulce, mientras José la manoseaba por todas partes de su hermoso e infantil cuerpecito, poniendo especial énfasis en sus pequeñas nalguitas.

Así estuvieron por unos minutos, enseñando a la niña a besar en la boca, y esta aprendió rápido y le gusto, pues costo trabajo separarla de la boca de su tío. Después Lilia le indico a su hija que chupara la verga de José, como le había enseñado el día anterior y Lucy de inmediato se prendió a la verga de José, y la lamió, y la chupo, y la movió y no dejo un solo milímetro sin chupar y lamer de la verga y los huevos de su tío. Este ya estaba muy caliente, de manera que retiro a su sobrina y le dijo a su hermana que se sentara sobre el pito y esta obedeció y se metió la verga en la panocha, mientras Lucy con su pequeña manita sobaba los huevos de su tío.

José se sentía en la gloria y no tardo en venirse abundantemente en el interior de Lilia, y cuando esta se separo de la verga, la niña se lanzo a limpiarla con la lengua como ya sabia que se tenía que hacer. Y cuando termino le dijo a su mama:

Oye mami, ¿y porque yo no puedo meterme la verga de mi tío en mi panochita?

Porque aun eres muy pequeña corazón –contesto Lilia- y la verga de tu tío puede causarte algún daño físico.

¿y si me la meto en el culo mami?

Menos mi niña, tu culito aun es muy estrecho y la vergota de tu tío esta demasiado grande y seguro que te dañaría.

Pues yo tengo muchas ganas de hacerlo –dijo la niña sin soltar el pitote de José que acariciaba con las dos manos- y creo que cuando menos deberíamos de intentarlo.

Deja que pase el tiempo y lo intentaremos.-contesto Lilia dando por terminada la conversación.

Y así pasaron el fin de semana. Los tres encuerados en la casa y cogiendo todo el tiempo. José se dio un verdadero atracón de sexo con la madre y con la hija, a la pequeña le mamo su panochita y su culito durante todo el tiempo que quiso y también la puso a mamarle la verga durante buenos ratos y siempre acaba cogiéndose a su hermana por la panocha y por el culo, y ya por la noche que durmieron juntos los tres, se vino en la boca de su sobrina, casi ahogándola con sus mocos. Los tres terminaron rendidos pero satisfechos de la larga sesión sexual que tuvieron.

José se fue a trabajar el lunes por la mañana y no regreso hasta el miércoles, avisándole a su hermana que el pasaría por la pequeña a su escuela para llevarla a la casa, y Lilia estuvo de acuerdo. La niña salía de la escuela a la una de la tarde y Lilia regresaba del trabajo hasta las seis, de manera que tendrían casi cinco horas para estar solos el tío y la sobrina.

Lucy brinco de gusto cuando vio a su tío fuera de la escuela y corriendo lo abrazo dándole la bienvenida.

Te he extrañado mucho tío, ¿Por qué no habías venido hasta ahora? –pregunto la niña.

Es que no había podido venir por el trabajo mi amor, pero lo importante es que ya estoy aquí, vamos a la casa.

Subieron al coche y fueron a la casa de Lilia, y en cuanto entraron a la sala, la niña se despojo de sus ropas lo mas rápido que pudo y cuando quedo encueradita, se colgó del cuello de su tío besándolo y metiéndole su lengüita en la boca, mientras el le acariciaba su espalda y sus nalgas.

Vente mi amor vamos a sentarnos en el sillón –dijo José.

Y cuando se sentaron en el sofá, Lucy le abrió la bragueta y metiendo su manita le saco la verga que ya se encontraba a media erección, y rápidamente se la metió en la boca hasta donde le cabía, luego la saco y se puso a lamerla mientras le decía a José:

Que linda vergota tienes tío, ya la extrañaba yo mucho, ya quería yo besarla y chuparla, esta muy rica tu vergota, se siente bonito tenerla en mi boca y lamértela, ¿a ti te gusta como lo hago tío?

Si mi vida, si me gusta –respondió José placenteramente satisfecho por la mamada de verga que le estaba dando su sobrina- me gusta mucho y yo también siento muy rico cuando me la chupas.

Que gusto tener un tío como tu y con una vergota tan grande y tan dulce como la tuya…

Después de veinte minutos de mamar la verga, la niña se levanto y dejo que su tío se desnudara por completo y después se sentó en las piernas de José besándolo en la boca y diciéndole:

Métemela tío por favor, ahorita que no esta mi mama, méteme tu verga en mi panochita, ¿si tío, si quieres metérmela? Por favor, quiero sentirla en la panocha como cuando se la metes a mi mama, aunque me haga daño.

No corazón comprende que eso no puede ser -contesto José de manera dulce y tranquila, aunque en el fondo el también lo estaba deseando de todo corazón, y su pito lo estaba deseando mas- comprende que te puedo dañar tu panochita virgen.

No importa tío, no importa que me dañes, no importa que me duela, yo quiero hacerlo, quiero sentirla como la siente mi mami.

No nenita, yo se que la estas deseando, pero lo mejor es que esperemos un tiempo prudente para poder hacerlo sin riesgos.

A lo mejor lo que pasa –contesto la niña haciendo pucheros y dejando salir un par de lagrimitas- es que yo no te gusto tanto como mi mama, como yo no tengo esas chichotas ni esas nalgotas como las tiene ella, entonces no quieres meterme tu vergota porque conmigo no vas a gozar tanto como con ella, ¿es eso?

No mi amorcito –dijo José besándola en los labios y limpiándole sus lagrimitas con la lengua- claro que no es eso, pues el día que yo te meta la verga en tu panochita, créeme que yo voy a gozar contigo tanto como con tu mama o quizás hasta más, pues tu panocha va a estar más apretadita. Tu me gustas igual que tu madre y te quiero tanto como a ella, me gustan tus chichitas aunque estén pequeñas y me gustan tus nalguitas muchísimo, mira me voy a acostar y siéntate en mi cara para chupar tu panocha y tu culito y demostrarte lo mucho que me gustan, ¿quieres?

Si tío querido, yo quiero todo lo que tu quieras.

José se recostó en el sillón y la niña se le monto en la cara poniéndole su panochita justo en la boca y José se dio a chuparla suavemente, lamiéndola y metiendo su lengua tan adentro como podía, y luego de un rato pasó a su culito e hizo lo mismo. José se saboreaba y gozaba en grande con los atributos de su sobrina, era un placer inesperado y nunca imaginado, pues en realidad el nunca había tenido malos pensamientos para con su sobrina, pero las cosas se habían presentado y el solamente las estaba aprovechando.

Luego volteo a su sobrina para hacer el 69 y así estuvieron por mas de una hora, hasta que José sintió que ya estaba por venirse y se detuvo pues quería prolongar más el placer que le proporcionaba el estar a solas con la niña de diez años, la levanto de su lugar y le dijo que descansara un poco.

Pero yo no estoy cansada tío, yo puedo seguir así por todo el tiempo que tu quieras, mi mama me dijo que te tenia yo que mimar y consentirte en todo, y a mi me gusta hacerlo.

De cualquier forma descansemos un poco corazón.

Y José la sentó en sus piernas acariciándole sus muslito y sus pechitos. Luego le abrió las piernitas y le acaricio la panocha con un dedo haciendo que la niña gimiera de placer, y luego le acaricio el culito metiéndole la punta de uno de sus dedos.

¿Quieres que te sobe tu panochita con la punta de la verga corazón?

Si si si, si quiero tío querido –contesto la pequeña con entusiasmo.

Entonces siéntate a horcajadas sobre mis piernas y acerca tu panocha a la cabeza de la verga.

Lucy hizo lo que le indicaba su tío y se estremeció cuando este comenzó a frotar su panochita con la punta de la verga, Lucy se movía y se acercaba más, y José tenia que detenerla pues parecía que en cualquier momento se ensartaría ella sola.

Ahora le toca a tu culito –le dijo José después de un rato- solo ponte al revés con tus nalguitas hacia mi.

Lucy obedeció y de inmediato sintió como la enorme cabeza de la verga de su tío le frotaba el culo, ella se abrió mas sus nalguitas con las manos y se echaba hacia atrás apoyando fuerte el orificio contra la verga de su tío.

– Creo que tienes tu vergota muy seca tío y me roza mi culito –dijo la niña después de unos minutos- ¿no quieres que te la llene de saliva para que resbale mejor?

– Si mi amor, hazlo.

La niña se puso de frente y se inclino hacia la verga metiéndosela en la boca y lamiéndola para ensalivarla bien. Se entretuvo un buen rato con eso y luego volvió a voltearse a la vez que se untaba saliva en su culito, el cual repego a la verga y se movió para pasársela por el culo. José estaba gozando enormemente y hasta entrecerraba los ojos tratando de capturar mas el placer que sentía, y en eso, la niña se abrió las nalgas al máximo y se dejo ir hacia atrás cuando sintió la cabeza del pito de su tío directo sobre su culo, y la cabeza se ensarto en el pequeño orificio trasero de la pequeña, y esta lanzo un fuerte grito por el dolor causado por el enorme instrumento de su tío.

José se espanto con el grito de la niña y con su propio dolor que sintió en la verga al entrar en algo tan estrecho, momentáneamente no supo que hacer pero enseguida reacciono y trato de separar a su sobrina, pero esta se sostuvo con fuerza y se dio otro empujón hacia atrás metiéndose un cacho mas de verga, José volvió a intentar separarla, pero la niña se lo impidió y le dijo:

– No por favor tío, no me la saques, métemela mas pero poco a poco, por favor.

Y José que ya estaba totalmente caliente y gozando del culito de su sobrina, decidió hacerle caso y comenzó a sumirle la verga lentamente, hasta que por increíble que parezca, se la metió toda. Su sobrina gemía y lloraba por el dolor, de manera que José se quedo quieto por un rato, tratando de que le bajara un poco el dolor a la niña, y cuando vio que ella dejaba de llorar, le dijo:

– Ahora corazoncito, me voy a mover muy lentamente, pero tu tienes que cooperar para no lastimarte demasiado, ¿entendiste?

– Si tío –contesto la pequeña- muévete en mi culo muy despacito.

Y así lo hicieron, durante varios minutos se movieron muy despacio, cooperando los dos, y después poco a poco fueron aumentando el ritmo sin llegar a moverse violentamente, y así estuvieron por casi una hora, hasta que en medio de jadeos de ambos, José se vino en el culito de su pequeña sobrina de tan solo diez años.

Después de venirse, la verga de José no perdió potencia, por lo que tuvo que sacarla lentamente también para no lastimar el capullo de la niña, y al fin lo logro y la pequeña cayo de bruces al piso pero con el culo parado, en donde José pudo notar el abierto hoyito de su sobrina como si fuera un ojo que lo estuviera viendo, estaba enrojecido por el rozamiento, pero no había sangrado, era increíble (pensó José) que en ese culito de niña tan pequeño hubiera cabido toda su enorme verga, pero en fin, ya sabemos que la juventud es muy elástica y un cuerpo joven aguanta casi todo.

Amorosamente, levanto a su sobrina del piso y la sentó en sus piernas, diciéndole:

– ¿Te dolió mucho amorcito?

– No mucho tío –contesto la niña-no te preocupes.

– Es que pude haberte lastimado muy fuerte, creo que no debí habértela metido.

– No me lastimaste tío, y me da mucho gusto que me hayas clavado tu vergota, pero aun no he terminado con las instrucciones que me dio mi mama –dijo la pequeña levantándose e hincándose entre las piernas de José y metiéndose la verga en la boca para limpiársela como su madre le había enseñado.

– Que hermosa esta la vergota de mi tío -dijo Lucy

mientras seguía limpiando y mamando el pito de José- ya termine de

limpiarla tío, pero quiero seguirla chupando ¿me dejas?

– Si mi amorcito. Síguele mamando la verga a tu tío.

Y en eso estaban cuando llego Lilia y los vio, los dos encuerados y su hija hincada en el piso y chupándole la verga a su hermano, sonrió y dijo a la vez que comenzaba a desnudarse ella misma:

– Vaya con ustedes, no desperdician el tiempo, pudieron haberme esperado para compartir conmigo.

– Tu también vas a tener tu parte mi amor –le dijo José a su hermana jalándola de una mano para sentarla junto a el y besarla y manosearle las chiches- no creas que te voy a dejar sin meterte la verga por todos tus agujeros, pero ahora debes de enterarte de algo, pero por favor tómalo con calma, ¿de acuerdo?

– ¿Qué paso José? Es algo grave, por favor no me espantes y ya dime lo que sea.

– No es nada grave cariño –contesto José- es solamente que le acabo de desvirgar el culo a tu hijita.

– ¿Por qué hiciste eso José? –dijo Lilia a su hermano en tono de reclamo pero no muy fuerte ni muy decidido.

– Pues no era mi intención hacerlo, y no tiene caso que te lo cuente detalladamente, simplemente sucedió y ahora ya no tiene remedio.

Lilia volteo hacia su hija quien aun se encontraba pegada a la verga de su tío, y le pregunto:

– ¿Y tú como te sientes mi amorcito, no te dolió mucho, no te sangro?

– No mamita, no te preocupes, no me sangro, me dolió muy poco y me gusto mucho, de manera que me siento muy bien y muy feliz de haberle dado el culo a mi tío, pues tu sabes cuanto lo quiero.

– Bueno, pues esta bien, si ya lo hicieron pues ya ni modo, pero creo que deberían haberme avisado antes de que lo hicieran.

– Ya esta bien, ya no nos regañes –le dijo José a su hermana volviendo a abrazarla y a besarla- ahorita te la voy a meter a ti también por el culo, pero antes te la voy a meter en la boca para que ya te calles, a ver Lucy, deja que tu mama la chupe un poco.

Y empujando a su hermana hacia abajo la hizo que se metiera la verga en la boca en cuanto se separo la niña de ella.

Y fue de esta forma que la familia se unió con una fuerza que solamente la da el amor, la confianza y el sexo.

Por Joecris

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