jueves, 20 de enero de 2022

Amor de primos


Hola a todos, soy Roberto. He titulado mi relato asi porque es lo que he vivido con mi prima Sheny desde niños, ella es hija de la hermana de mi madre, …y asi nació por amor!

Mis recuerdos inician la navidad del 97 ambos teníamos 13 años, el internet apenas surgía en nuestro país. Esa noche, nos dimos regalos, yo estaba prendado de ella desde años atrás, y yo se, que yo le gustaba a mi prima, pero los tabúes sociales no nos dejaban en paz, ella y yo teníamos miedo y temor a ser descubiertos por nuestras familias, pero empecemos desde el principio.

Esa noche como había mucha gente de la familia, dormimos varios en la misma habitación, a nosotros nos tiraron unos colchones en la sala y allí dormimos, además de nosotros habían dos tíos que estaban ebrios y que dormían a pierna suelta, así que estábamos solitos los dos, nos dimos el primer beso y luego otro y otro, por primera vez noté que mi pene estaba erecto, como dormía con pijama pero sin calzoncillo, era fácil ver mi erección, Sheny la vio y se río y me pidió ver mi pene, me bajé un poco el pantalón de la pijama y se lo mostré, ella lo tomó con la mano y comenzó a subir y bajar, me gustaba mucho lo que ella me hacía, yo le pregunté donde había aprendido eso y me contestó que había espiado a sus padres una vez y a una pareja de tíos otra vez y que las mujeres le hacían eso a los hombres. –qué otra cosa viste?- le dije.


Ella no quería decirme hasta que la convencí de hacerlo, me pidió cerrar los ojos, lo hice, y de pronto sentí algo tibio y húmedo en mi pene, abri los ojos y era Sheny que tenía mi pene entre sus labios y lo chupaba espontáneamente. Yo cerraba los ojos y aveces daba algunos gemidos, Sheny ahora se metía la mitad de mi pene y lo lamía como si fuera un choco-banano. Ahh perdón, no había descrito a mi prima, en ese entonces, alta y muy delgada, senos pequeñitos en forma de cono, dos lindas piernas largas y un pequeño y apretado culito. Siguiendo el relato, era mi primera mamada de verga, y Sheny lo hacía con mucha propiedad, de pronto mi primer orgasmo no se hizo esperar por mucho tiempo, no sé porque pero la tome del cabello y me derramé en su boca, ella soltó mi verga instantáneamente y me preguntó un poco molesta, qué era eso??, yo que ya había llevado educación sexual le dije que era mi esperma, -uuyy está salada!- me dijo.

Luego le pedí que me dejara ahora verle su cuquita, ella no quiso y no quiso, aunque la rogué. Asi nos dormimos abrazados esa inolvidable noche.

Al mes siguiente de eso, mi madre, con quien yo vivía (no tengo padre), decide irse al norte a trabajar, me dejó con mi tía la mamá de Sheny, eso me agradó porque asi pasaría más tiempo con mi prima.

Asi de noche, esperaba que se acostaran mis tíos y me pasaba a la habitación de Sheny, nos besábamos y luego ella me daba un chupón de pene que cada vez era más placentero, yo también le rogaba que quería comerle su cuquita y ella aún se negaba, primero me ofreció sus tetitas, las cuales yo mamaba como un infante, y notaba que ella se excitaba mucho que se las chupara, sobre todos los pezoncitos, en una de esas excitaciones donde ella gemía como una gatita, sin mediar palabra me metí entre sus piernas hice a un lado su calzoncito y casi a oscuras comencé a lamer su cuquita, al principio ella quiso evitarlo, hasta me jaló el cabello, pero aguantando seguí chupando su vulvita, sus labios vaginales se abrieron como alas de mariposita y le lamí toda su pepa y su clítoris (en ese momento no sabía ni que era eso), Sheny gemía y se contorsionaba sobre la cama, de pronto ella muerde la almohada fuerte y siento un sabor agridulce en su cuquita, ella había tenido un orgasmo.

A partir de allí, nuestras sesiones incluyeron sexo oral de ambos lados, ella siempre empezaba dándome una mamada de verga, que cada vez era más sofisticada. Yo luego le chupaba la cuquita, fui notando que había un botoncito (clítoris) que la ponía muy excitada y casi loca, asi que me especialicé en chuparle ese botoncito. Luego, ella volvía a chupar mi pene y yo de nuevo para terminar en su cuquita de nuevo, o sea dos veces para cada uno. Las noches eran de dos venidas mías, casi siempre en su boca, yo creo que Sheny se tragaba mis corridas por miedo a que su madre encontrara las sabanas manchadas o con ese olor, pero para mi era un placer aparte que se ella se tragara mi venida. Yo en cambio le podía sacar tres o cuatro orgasmos comiéndole su cuquita, en ocasiones usaba los dedos para estimularle su botoncito.

Aunque los dos sabíamos de las relaciones sexuales, es decir penetración o coíto, habíamos llegado a un acuerdo entre los dos, de no hacerlo porque éramos primos (qué inocencia!).

El tiempo fue pasando, llegamos a los quince años y aún solo practicábamos sexo oral, aunque poco a poco ya no solo en la noche y en la habitación de Sheny. Cuando no estaban sus padres, iban a visitar o al super, lo hacíamos en el sofá del living, o en la cocina, o en ocasiones encerrados en el baño. Los senos de Sheny fueron creciendo hasta tener una forma linda, aunque ella seguía delgada, su vulvita ganó más pelitos púbicos, al igual que alrededor de mi pene. Ella fue tomando la forma de señorita, lo cual trajo consigo un montón de admiradores en el colegio y en la vecindad, eso me volvía loco de celos, pero ella no los aceptaba, a pesar que los padres le decían que ya era edad de tener novio.

En esa época empezaron a proliferar los videoclubs, y allí abundaban las películas 3x o porno, los padres de Sheny alquilaban algunas veces y yo me fijé en eso, asi que una tarde, la llamé y fuimos a la habitación de sus padres que habían salido a visitar a unos parientes, puse el VHS y juntos empezamos a ver una peli porno.

Al principio hacían todo lo que ya sabíamos, allí aprendimos otras técnicas de sexo oral, como cuando él la colocaba a ella sobre su rostro para mamarle la cuca, luego a pocas noches Sheny ya colocaba su cuquita sentada sobre mi boca, ella aprendió a darme sexo oral de pie (siempre lo hacíamos conmigo acostado), pero luego vimos los dos con mucha atención el sexo duro, como él la penetraba a ella en varias posiciones, todas ellas entre gemidos de ambos, yo miraba excitado eso y Sheny no se diga, esa noche nos impresionó tanto que mientras yo me comía el sexo de Sheny, me fui trepando encima de ella, puse mi pene en la entrada de su rajita y comencé a empujar en forma torpe, pero con toda la intención de cogerla.

Ella al principio se dejó, pero en un rato de lucidez, ella me quitó de encima, sin siquiera penetrarla, -que haces?, somos primos!, no se puede!-, yo me fui corriendo a mi habitación como si hubiera sido un pecado capital.

Al otro día ni nos hablamos, como si estuviéramos disgustados. Luego pasó otro día y otro. No se que pasaba con nosotros. En el colegio, estábamos en el receso y yo estaba sentado, cuando una amiga se me acercó y me dijo que compartiéramos su merienda, yo le dije que si, en eso pasó frente a nosotros Sheny y vi su rostro entre enojo y tristeza, eran celos.

Esa noche, yo ya casi estaba dormido, en eso oigo que abren la puerta y era Sheny y de forma grosera me preguntó por lo de la hora del receso en el colegio, con mi amiga. Yo le dije que no había nada y la única mujer para mi era ella, eso la doblegó inmediatamente, se me tiró encima nos besamos, le chupé sus pezones, ella se tomaba sus senos y me turnaba los pezones para chuparlos y lamerlos, luego vi que se quitaba su calzoncito y se montó sobre mi sobre mi rostro, me puso su cuquita en mi boca, como había aprendido en los videos porno.

Esa vez se la lamí como desesperado colocando mi lengua en todas partes de su cuquita, ella se corrió rápidamente en mi boca, lo supe al sentir sus juguitos agridulces, luego ella se quitó, pero fue bajando sobre mi cuerpo, tomó mi pene que estaba parado y duro, con su manita delgada, luego poco a poco se la fue llevando a su cuquita, yo era un espectador, comenzó a sentarse encima y sentí que mi glande tocaba sus labios vaginales por primera vez y luego presionaban contra su cuquita, sentí ardor en la punta de mi verga, era la fricción de mi pene contra su cuquita estrecha, sentí como mi glande entraba entre sus labios vaginales y luego dentro de su rajita, ella gimió como de dolor, crei que se arrepentiría y entonces la tomé de la cintura y haciéndola hacia abajo para que terminara de sentarse en mi verga, mi pene entró otro poco, ya había desaparecido la mitad dentro de su cuquita, no sé que sintió ella, pero quiso zafarse, pero yo no la dejé, instintivamente, hice un vaivén con mi pelvis, saqué pero volví a meter mi pene en su rajita, ella gimió varias veces, por fin como a la tercera vez, mi pene entró casi totalmente, comenzamos por fin a follar lentamente, al cabo de unos dos minutos, le dije que descansáramos.

Descansamos, ella encima con tres cuartas partes de mi pene en su cuquita, la jalé para adelante para besarnos, fueron besos húmedos diferentes a los de siempre, le besé el cuello, luego ella me puso sus senos para mamarlos, mientras lo hacía, me comencé a mover de nuevo, adentro y afuera de su cuquita, -despacio, me duele un poco!- me dijo ella, asi que lo hice más lentamente, yo sentía que su vagina ahorcaba mi verga. Seguimos moviéndonos lentamente, era nuestra primera relación sexual completa, a los pocos minutos mi verga ya había entrado completa y nuestros cuerpos producían el típico sonido de estar haciendo el amor (plop, plop). Sheny ya se movía solita encima de mi verga, aunque su rostro aveces reflejaba placer y aveces dolor.

-Roberto!!, Robertoo!!- la oí decir, nunca le había visto un orgasmo como esa vez, respiraba como con problemas, parecía ahogarse, fue un brutal orgasmo. Yo por mi parte seguía moviendo mi pelvis cuando ella se detenía, también ya estaba a punto, en eso me acordé de los embarazos y cuando iba a disparar mi esperma, salí de su vagina y todos mis chorros de semen cayeron en las sabanas. Nos abrazamos y besamos todavía un rato, nos dijimos cositas de amor y luego un beso de despedida. –Ahora soy tu mujer, no lo olvides!- me dijo antes de salir mi prima Sheny.

Y asi fue nuestro despertar en lo sexual, pero de forma natural, sin condiciones, sin promesas, solo amor y sexo. Las noches en la habitación de Sheny en los siguientes días, estuvieron llenas de sexo. Era una suerte que la habitación de los padre estuvieran lejos de la de Sheny, sino hubieran oído cualquier clase de ruidos (gemidos, quejidos, corridas, etc). Luego de nuestro sexo oral, ella encima de mi rostro frotando su vulva contra mi boca y lengua, me colocaba entre sus piernas y la penetraba, ella me abrazaba y nos fundíamos en un abrazo, sus pies sobre mis nalgas y yo penetrándola profundo y con fuerza, ella llegaba rápido a su primera venida, luego viendo videos porno, aprendimos variaciones en la posición, la más deliciosa que yo recuerde es la posición perruna, tener sus nalgas a mi disposición, tomarlas y aferrarme a ellas para cogerla era excitante. Habían noches de yo le echaba hasta tres polvos, me iba de madrugada de su habitación, agotado, seco, pero feliz.

No había lugar o momento que no quisiéramos follar. La follé en el living, en la cocina, en la ducha, en el auto mientras sus padres hacían compras en el supermercado, en el baño del colegio, en todos lados. Nuestra pasión no tenía límites.

Cierta vez, vimos en un video la penetración anal, le dije a Sheny que lo probáramos, ella no quería. Pero cuando yo le comía su cuquita, comencé a comerle su culito arrugado, ella sentía riquísimo y me decía que sentía placer cuando mi lengua tocaba su ano, le dije que asi sería también la relación anal, asi que experimentamos una noche, ella me dio un poco de aceite Johnson para bebes, le unté en su culito y en mi verga, luego mientras la cogía al estilo perruno, la fui ensartando poco a poco con mi dedo índice, ella aceptaba eso, luego se la saqué de la cuquita y se la puse en su orificio, el aceite ayudó mucho, no hubiera podido sin eso, empujé mi pene dentro de su culito, ella gemía y gritaba, ya no quería más, pero se la fui metiendo lentamente en su hoyito hasta que más de la mitad de mi verga ya estaba adentro, luego me puse a bombeársela por un buen rato, entraba y salía la misma cantidad de verga de su ano, esa noche no le gustó mucho, pero la segunda vez la pequeña Sheny se corrió con mi pene en su culito, fue delicioso según me dijo después. Y desde ese momento agregamos el sexo anal a nuestras sesiones nocturnas.

A los 19 años de cada uno, ella ya era una joven mujer, con bello cuerpo delgado, bonitos senos y lindas caderas con curvas. Creo que empezamos muy jóvenes e inexpertos, yo veía que ella le gustaba salir con sus amigas y sus amigos, luego yo hice lo mismo y nos fuimos distanciando poco a poco. A los pocos meses tuve relaciones con una amiga y nos volvimos amantes sin ser novios, yo creo que a ella le pasó lo mismo, pues ya no se dejaba tocar y hacer el amor como antes.

Al año después, ella se fue a una universidad diferente a la mia. No nos vimos durante seis meses, luego supe por sus padres que ya tenía novio. Eso me destruyó anímicamente. Y era verdad, yo los vi de lejos, iban de la mano. En ese entonces tuve la oportunidad de una beca al exterior, la tomé sin pensarlo mucho.

La volví a ver dos años después. Ya con 25 años, ya estaba recién casada. Nos vimos y empezamos a llorar, menos mal estábamos solos sin gente conocida a nuestro alrededor. No pudimos explicarnos que nos pasó. Ella me dice que nunca me ha olvidado, yo en cambio creo que la amo todavía.

Anónimo

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