jueves, 9 de abril de 2020

El confinamiento


El confinamiento por el virus nos pilló a mi madre y a mi solos en casa, mis dos hermanos y mi padre estaban en la casa de la playa y allí se tuvieron que quedar el largo mes que duró la pesadilla.

 ¿Pesadilla he dicho? Como veréis a continuación hasta de los hechos más terribles pueden surgir situaciones de lo más placenteras.

Me presento, soy Javi un adolescente de 18 años más salido que el pico de una mesa y más caliente que una plancha y cuya mayor satisfacción es hacerse como mínimo una paja al día, cualquier nimiedad me pone a cien. Una mujer con falda por la calle con un culo respingón, un roce en el metro, unas tetas debajo de un jersey ajustado, una amiga de mi madre que se agacha y deja ver más de lo debido. Cualquier excusa es buena ara hacerse una buena paja.

Por otro lado está mi madre, Pilar, un ama de casa normal, no muy alta, algo regordeta y con algo que iba a descubrir durante el encierro, un buen par de tetas, algo caídas después de dar de mamar a sus tres hijos, pero grandes, como  a mí me gustan.

Debo de decir que nunca me había fijado en ella, tenía otras modelos para mis pajas diarias, como la vecina del tercero que me volvía loco con las falditas que llevaba, cuantas veces me había quedado viendo como subía las escaleras y dejaba entrever sus bragas para acudir rápido al servicio a aliviarme.

Procuraba masturba e cuando estaba solo en casa, para tener más libertad y poder recrear diálogos con la mujer follada en mis fantasías, pero esto con el confinamiento iba a cambiar y no solo eso, me iba a empezar a fijar en la mujer con la que iba a tener que estar más de un mes en treinta metros cuadrados, mi madre.

Empecemos con la historia.



Día 1

Se avecinaba un mes entero sin salir de casa, decidí tomármelo con filosofía, e intentar llevar el asunto lo mejor posible.

El primer día, lo recuerdo como si fuera ahora mismo, me levanté sobre las nueve y me dirigí a la cocina, allí estaba mi madre preparando el desayuno, no me podía creer lo que estaba viendo, nunca había visto así a mi madre, llevaba un camisón un poco por debajo de culo que dejaba entrever unas braguitas mínimas, yo nunca había visto así a mi madre, siempre iba por la casa vestida, pero debió pensar que como no tenía que salir y solo estaba yo en casa iba a ir cómoda y vaya si lo iba.

     - Hola, hijo ¿has dormido bien?, dijo dándose la vuelta

     - Si mamá, contesté. Me quedé alucinado, no llevaba sujetador, se podían ver sus tetas como se movías debajo del camisón sin nada que las contuviese y como se le notaban los pezones por debajo de la tela, me quedé embobado mirándola y con una erección incipiente. Mi madre era el tipo de mujer que me gustaba y nunca me había fijado en ella. Debía de ser verdad en que nunca nos fijamos en lo que tenemos delante.

     - No te quedes embobado y vete a duchar, Javi, que el desayuno está listo.

     - Si, mamá dije balbuceando y mirándole descaradamente las tetas.

Me fui al servicio, pero antes de ducharme debía de solucionar la erección que me había producido mi madre, me parecía demasiado guarro hacerme una paja pensando en ella, al fin de cuentas era mi madre, así que empecé a pensar en Almudena, la vecina que me volvía loco y con la que me había hecho innumerables pajas.

Almudena volvía del mercado muy cargada, con dos bolsas a rebosar, yo bajaba en ese momento y la vi.

- Hola, Almudena que cargada vienes.

- Sí, Javi vengo de la compra y casi no llego.

- Déjame que te ayude.

- Gracias, Javi, eres un sol.

Le cogí las bolsas y llegamos a su casa, abrió la puerta y entramos.

- ¿Donde te las dejo?

- Déjalas ahí, en la cocina, ahora lo coloco yo, ¿quieres tomar algo?

- Bueno, dije yo. Una coca cola si tienes, las bolsas pesaban lo suyo.

Almudena se acercó y me revolvió el pelo, sus tetas quedaban a la altura de mis ojos, que tetazas tenía y como se le marcaban los peones, estaba sudorosa del esfuerzo y eso me gustaba más. Me dio un beso en la cara, eres un amor, Javi de verdad, gracias.

      - No tiene importancia.

Almudena abrió la nevera para coger la Coca-Cola, se agachó y se le subió la falda, dejando ver sus Prieto muslos. Javi se sentó sin dejar de mirarla el culo. Le sirvió la Coca-Cola y yo me volví a fijar en sus tetas, tenía la polla a punto de reventar.

- Estás muy callado, ¿te pasa algo?

- No, dije yo súper cortado.

Vi como ella miraba mi pantalón, el bulto que tenía no se podía disimular, sonrió y yo me puse colorado.

- Vaya, debes de estar muy incómodo con eso, dijo señalándome la polla.

- Siiiiii.

- ¿Quieres que lo solucionemos? Dijo, acercándose, me cogió las manos y las puso sobre sus pechos, yo empecé a estrujar suelos suavemente, estaban blanditos, era delicioso.

- ¿Te gustan mis tetas?

- Sí, mucho.

- ¿Quieres verlas?, me quitó las manos, se desabrochó la camisa y aparecieron sus tetazas, con los peones negros y grandes, me las acercó a la boca y yo empecé a chupar.

- Venga, chúpalas bien, comerme las tetas.

- Sí, Almu, si.

- Vamos a ver lo que tienes ahí escondido, dijo desabrochándome el pantalón y bajándome los calzoncillos, mi polla saltó como un resorte.

- Tienes una buena polla, Javi, dijo metiéndosela en la boca.

Era la primera vez que me la chupaban, la agarré por la cabeza y acompasé sus movimientos con mi mano, me iba a correr en su boca.

- ¿Que haces, Javi?, se va a enfriar el desayuno.

Volví en mi, me acordé de las tetas de mi madre y me corrí, al final me había corrido en ellas.

- Ya voy, mamá.

Me duché y salí, mi madre ya se había vestido con la bata que solía llevar en casa, cuando me sirvió el desayuno vi que se había puesto también el sujetador y que sus tetas seguían siendo impresionantes.

El día pasó sin más sobresaltos, yo estuve haciendo mis tareas del instituto y a mi madre le dio por arreglar el armario de su habitación que hacía tiempo que no tocaba, con lo cual salió gran cantidad de muerda, sobretodo ropa que puso en un montón para tirar, yo me fije en un sujetador de encaje azul y en una falda de cuadros, en un descuido de mi madre me hice con las dos prendas, seguro que me venían bien para mis futuras pajas.

Por la noche, después de cenar nos dispusimos a ver la televisión, yo estaba esperando a mi madre en el sofá, de pronto apareció como por la mañana, con el camisón corto y sin sujetador, el tirante del camisón le estaba un poco grande con lo cual se le salía del hombro dejando ver el nacimiento de sus pechos,.

- Bueno, Javi, ¿vemos un poco la tele?

- Vale, mamá voy a ponerme yo también el pijama.

Me fui a mi habitación y me puse el pijama con el pantalón más holgado que tenía, no quería que se me notase la erección que llevaba encima. Volví al comedor y me senté junto a mi madre que estaba en el sofá con una manta por encima de las rodillas.

- ¿Quieres taparte con la manta, Javi?

- Vale mamá.

Me tapé y pusimos la película, verá una película cómica y cada vez que se reía mi madre, se le movían las tetas, a todo esto se le había salido el tirante del camisón y se le veía la mitad del pecho que yo tenía más cerca, mi polla estaba a punto de reventar.

Decidí hacer una locu3y me empecé a tocar suavemente la polla, con un solo dedo, procurando no moverme demasiado y sin dejar de mirar las tetas de mi madre. Se le veía todo el canalillo, un poco más y se le vería el pezón.

En ese momento se volvió a reír y la tela del camisón resbaló, apareció su maravillosa tetas, mi madre dio un respingo y se lo subió rápidamente en ese momento, aprovechando su movimiento me corrí, mi salto al correr e quedó disimulado por su movimiento, menos mal pensé, esperaba que no notase la mancha que seguro tenía en el pantalón del pijama.

- Vaya, dijo mi madre. Me voy a tener que poner un camisón nuevo, éste me está un poco grande.

- ¿Que ha pasado mamá?

- Nada, dijo ella cruzando sus brazos sobre las tetas, que se me ha bajado el camisón y se me ha salido una teta.

- Vaya, dije yo, ha sido una pena que no me haya dado cuenta.

- No seas guarro, Javi, soy tu madre.

- Perdona mamá.

- Venga, vamos a acostarnos, se me han quitado las ganas de ver la película.

Mi madre tiró de la manta, yo bajé la vista y vi la mancha que tenía en el pantalón, imposible de disimular.

Mi madre también la vio.

- ¿Que es eso, Javi?

- No lo se mamá, debe de ser agua que se me ha caído antes, venga vamos a acostarnos.

- A ver, déjame, dijo mi madre pasando la mano por encima de la mancha, haciéndome dar un respingo al rozarme la polla con su mano.

-Me parece que esto no es agua, Javi, está como pegajoso y huele raro, dijo pasándose la mano por la nariz, me parece que esto es...., de repente hizo un gesto y se quedó cayada mirándome de reojo y poniéndose colorada.

- Venga, vamos a acostarnos, Javi, hasta mañana.

- Hasta mañana, mamá.

DIA 2

Pilar se fue a su habitación, no hacía nada más que pensar en la mancha del pijama de su hijo, estaba claro que no era agua, ella lo había tocado y estaba pegajoso, era semen seguro, ¿se había corrido su hijo estando sentado al lado de ella en el sofá?, no podía creérselo. Entonces se acordó de lo que había sucedido con el camisón, ese maldito camisón que le dejaba las tetas casi a aire, había sido todo culpa suya, no podía andar por la casa medio desnuda teniendo un hijo en plena adolescencia, aunque fuera su madre, ella sabía bien que en esa etapa los hijos están con las hormonas desatadas y no distinguen entre una mujer y su madre, para ello solo son tetas y coños que tienen que poseer. Debería tener más cuidado si no quería que hubiese problemas.

Javi se despertó al día siguiente y fue hacia la cocina, allí estaba su madre, se llevó una pequeña desilusión ya no llevaba el camisón del día anterior, sino la bata con la que siempre la veía cuando se iba al instituto, bueno, pensó se ha cambiado de ropa, pero sus tetas siguen siendo las mismas, eso seguro.

- Hola, mamá

- Hola, Javi, ¿que tal has dormido?

- Bien, mamá, me voy a duchar.

Javi se dirigió hacia el cuarto de baño, pero antes pasó por su habilitación a coger la falda y el sujetador de su madre que había cogido el día anterior de la ropa que ésta iba a tirar, se iba a hacer una buena paja mañanera y esta vez lo iba a hacer sin pudor pensando en su madre, al fin y al cabo ella le había enseñado las tetas aunque hubiese sido sin querer.

Se fue al servicio con ambas prendas, se bajó el pantalón del pijama y el calzoncillo y apareció su polla tiesa como todas las mañanas, se sentó en la taza del váter, cogió el sujetador y se envolvió la polla con una de sus copas, dio un respingo de placer el rozar con el capullo la tela, con la otra mano empezó a acariciar la falda, se iba a correr casi antes de empezar, que gusto, pero no, tenía que hacer algo con su madre, aunque solo fuera en su imaginación.

Su madre estaba en la su habitación, haciendo su cama, agachada, con la falda de cuadros puesta, Javi fue por detrás, se restregó la polla contra su culo y le agarro sus tetazas.

- ¿Que quieres, amor, dijo Pilar?

- Quiero jugar con tus tetas mamá.

- Si cariño, si, por su puesto, dijo Pilar dándose la vuelta, se saco el jersey y aparecieron sus grandes tetas, por supuesto no llevaba sujetador.

- Las tetas de mamá estaban esperando a su bebé, como cada día.

- Oh,mamá como me gusta chuparte las tetas.

- Pues aquí las tienes, mi niño, son todas tuyas como cuando eras un bebé, chúpalas todo lo que quieras, dijo Pilar acercando sus tetas a la boca de Javi.

Javi empezó a chuparlas como un poseso, pasando su lengua por los pezones, mientras Pilar se había levantado la falda y se estaba masturbando.

- Sigue, sigue, mi niño, que mamá se va a correr. Que gusto dios mio, dijo Pilar con todos los dedos mojados.

Javi dejó las tetas de su madre y la sentó en la cama, se sacó la polla y la puso entre ellas, se iba a follar esas tetas, luego vería de follarse a su madre.

Pilar agarró sus tetas y las apretó contra la polla de Javi.

     - Fóllate mis tetas,hijo

     - Si mamá, primero me voy a follar tus tetas y luego te voy a follar a ti, dijo Javi moviéndose arriba y abajo y casi tocando la cara de su madre con el capullo.

     - No hijo, con las tetas puedes jugar todo lo que quiera, pero no me vas a follar, soy tu madre, que no se te olvide.

- No se me olvida mamá, eres mi madre y una gran puta y me voy a correr en tu cara, zorra.

Javi se corrió, a su madre le corría su lefa por la cara, sacó la lengua para chuparla.

Vaya, pensó Javi, he dejado el sujetador para el arrastre, que corrida más grandiosa, bueno, lo limpiaré un poco, como va a ser mi juguete tampoco importa demasiado como esté.

Javi lo limpió con papel higiénico y lo colgó junto a la falda en una percha que había en el baño, ya lo quitaría de ahí cuando se duchase.

Se duchó y se fue a la cocina donde su madre ya le había preparado el desayuno.

     - Venga hijo, desayuna que luego tienes que estudiar un rato, yo ya he desayunado, voy a recoger el cuarto de baño que seguro que lo has dejado como una leonera.

- No mamá, lo he dejado bien, dijo Javi asustando por si su madre encontraba “sus juguetes”

- De todas maneras voy a echar un vistazo.

Javi empezó a desayunar esperando la que se le venía encima, al poco rato apareció su madre con el sujetador y la falda en las manos.

- ¿Que es esto Javi?

- No se mamá, dijo Javi poniéndose colorado.

- Es una falda y un sujetador que tenía yo para tirar con la ropa vieja y han aparecido en el servicio, me lo puedes explicar, además es sujetador está manchado con algo viscoso que creo que se lo que es.

- Perdona mamá.

- Mira, Javi, ya se que a tu edad lo más normal es masturbarse o hacerse pajas como decís vosotros, ¿pero con la ropa de tu madre?

- Es una ropa vieja que ya no usas, la ibas a tirar.

- Ese no es el tema, Javi, no está bien, además esta ropa ha estado años en el armario, puede tener de todo y pillar algo., ¿no pensarás en mi mientras haces eso?

- No mamá, no.

- ¿Y en quien piensas?

- En la vecina, en Almudena.

- Vaya, dijo Pilar, pobre Almudena si lo supiera, dijo Pilar pensando en Almudena y en las tetas que tenia.

Vaya si supieras tu que me he corrido esta mañana pensando en ti, pensó Javi.

     - ¿Es que no te gustan las chicas de tu edad?, dijo Pilar.

     - No se mamá, prefiero que tengan algo más, como tu, quiero decir como Almu.

     - O sea, que te gustan pechugonas.

     - Si mamá.

     - Bueno el sujetador después de como lo has puesto lo voy a tirar y la falda, no se, todavía está nueva y si te gusta a lo mejor me la quedo, a ver que tal me está después de tantos años.

     - Seguro que muy bien, mamá, todavía estás muy bue...., muy guapa quiero decir.

     - Gracias hijo, dijo Pilar metiendo la falda en la lavadora y tirando el sujetador al montón de la ropa sucia.

Javi se fijó en el culo de su madre al agacharse al meter la falda en la lavadora y pensó  que no estaba mal, además se había quedado con la falda que tango le gustaba, estaba resultado un poco zorra su madre.

El resto del día pasó sin nada de importancia para este relato.

DIA 3

Javi se despertó y pensó otro día más, a ver que nos trae, fue a la cocina y lo que vio le alegró la vista, su madre se había puesto la falda que el había tenido el día anterior en sus manos, durante su maravillosa paja. Estaba claro que su madre era un poco guarra, o a lo mejor lo hacía sin querer, no sabía que pensar.

- ¿Que, te gusta como me queda?

- Te queda muy bien, mamá, estás guapísima.

- Gracias, hijo, me alegro que te guste, venga dúchate y ven a desayunar, a ver que le haces hoy a Almudena dijo sonriendo.

- Calla, mamá.

Javi se fue al servio y lo que vio le dejó alucinado, había un sujetador y unas bragas colgadas de la percha, cogió las prendas y las olió, olían a limpio, solo podía haber sido su madre, no se lo podía creer.

Lo siento mamá, no voy a pensar en Almudena, me voy a correr pensando en ti y en la falda que te has puesto para darme gusto.

Se sentó, agarró su miembro con el sujetador como el día anterior y olió las bragas, le tenía que decir a su madre que mejor unas bragas usadas que olieran a su coño (esto no se lo diría), éstas olían a suavizante.

Su madre estaba en la cocina, preparando la comida, llevaba la falda de cuadros y una camisa.

Javi llegó ala puerta y se quedó mirándola, se sacó el miembro y se acercó a ella por detrás, se lo restregó por encima de la falda, por la raja del culo mientras sus manos iban a sus tetas haciendo saltar los botones de la blusa.

- Que suerte que nunca lleves sujetador, mamá.

- Quiero que mis tetas estén libres para cuando quieras jugar con ellas, mi amor.

- Me encanta jugar con ellas, pero hoy quiero jugar también con tu coño, mírame ya tengo la polla fuera.

- Lo se, la siento en mi culo. Mira, dijo Pilar y se levantó la falda.

- Vaya mamá, que sorpresa tampoco llevar bragas.

- Claro hijo, las tienes tu en la nariz.

- No, pensó Javi, en medio de la paja, estas bragas no huelen a ti.

Después del inciso Javi siguió dándole al manubrio.

     - Venga, mamá apóyate en la encimera que te voy a joder.

Pilar se apoyó en la encimera, las tetas le colgaban, era maravilloso, Javi le subió la falda por la cintura y busco la entrada del coño peludo de su madre que estaba ya totalmente mojada.

     - Si, hijo, clávamela hasta las pelotas.

Javi dio un buen empujón, su polla entró con facilidad en el coño de su madre y empezó a moverse, las tetas de Pilar se balanceaban hasta que Javi se las agarró y se las estrujó con furia.

     - Cuidado hijo,  me haces daños.

     - ¡Si, mamá, si! Que bien follas.

     - Tu tampoco lo haces mal, cabrón que pollón tienes hijo de puta.

     - ¡ Oh, mamá, te voy a llenar el coño con mi lefa!

     - Si, córrete dentro, si me dejas preñada podemos decir que es del cabrón de tu padre.

     - Toma, todo para ti.

     - Oh, Javi me chorrea por los muslos.

Javi miró el sujetador, la corrida había sido la ostia, no sabía si limpiarlo o dárselo así a su madre, decidió lo segundo, a ver lo que pensaba, cada vez tenía más ganas de follársela.

Se duchó y fue a la cocina con las bragas y el sujetador para dárselo a su madre.

     - Que, ¿le has hecho muchas cosas a Almudena?

     - Si, mamá, me la he follado, mira como te traigo el sujetador. Las bragas no las he usado, no huelen a nada, me podrías dejar unas tuyas usadas.

     - Ni hablar, Javi, eso si que no, soy tu madre y no voy a dejar que huelas mis fluido y la próxima vez lo podías limpiar un poco, que asco, le voy a tener que decir a Almudena lo que haces con ella, dijo guiñándole un ojo.

- No por favor, mamá, no se lo digas.

- No sea tonto, como le voy a decir eso, dijo Pilar agachándose para meter el sujetador en la lavadora.

Javi no se pudo contener y le pasó la mano por el culo a su madre.

- ¿Que haces Javi?, ¡No me toques!

- Perdona, mamá es que me encanta el tacto de esta falda.

- Bueno, pues no me vuelvas a tocar el culo, soy tu madre, demasiado hago dejándote mi ropa interior para que te puedas hacer tus buenas pajas.

- Si mamá, tienes razón, eres muy buena, piénsate lo de las bragas usadas y si quieres te dejo yo algo, llevas mucho tiempo sin que papá esté aquí y a lo mejor te hace falta.

- Deja de decir tonterías, por favor y vete a estudiar.

- Si mamá dijo Javi dándole un beso lo más cerca que pudo de la boca.

El resto del día pasó sin más sobresaltos.

DIA 4

Pilar pasó muy mala noche, la situación con su hijo no era nada normal, eso de irle poniendo su ropa interior para que se hiciera pajas nunca lo hubiera pensado, pero tenía miedo de que cogiera alguna prenda sucia y pillara algo. Se estaba envalentonando, había tenido la osadía de pedirle unas bragas suyas usadas para hacerse una paja y la había tocado el culo, la situación se estaba saliendo de madre, nunca mejor dicho, esperaba que el confinamiento terminara pronto,sino la cosa iba a acabar mal.

Además el muy cabrón tenía razón hacía casi dos semanas que no follaba y ella también tenía sus necesidades, pensar en la situación que se vivía en su casa y en el último polvo que echó con su marido hizo que se excitara, vaya, pensó, menuda casa de pajilleros, voy a tener yo también que aliviarme sola.

Empezó a acariciarse las tetas por encima del camisón, no tenía malos pechos, no tan grandes como los de Almudena pero no estaban mal, vaya, pensó ahora voy a estar celosa de que mi hijo se haga pajas pensando en Almudena y no en mi, debo de desterrar esos pensamientos.

Con una mano siguió acariciando sus tetas, mientras la otra iba hacia sus bragas, las echó a un lado y empezó a acariciarse su peludo coño.

Estaba en la cama con su marido Jesús, era sábado el día de la semana en que solía follar con él, ella no tenía muchas ganas pero seguro que él estaba deseando meter su cosa dentro de ella.

Notó como se acercaba y se apretaba contra su culo, notó su polla totalmente tiesa, no se iba a librar. Se aferró a sus tetas y empezó a acariciarla, Pilar se estremeció de placer, al final la estaba poniendo cachonda, Jesús sabía como tocarla, todo el mundo se fijaba en sus tetas iba a terminar pensando que las tenía bonitas.

     - Venga Pilar que hoy es sábado, ya sabes, un polvete, que tetazas tienes cabrona.

- Pilar se dio la vuelta, ¿te gustan mis tetas, verdad?

- Me encantan, dijo Jesús bajándole los tirantes del camisón, el mismo que se había puesto delante de su hijo, y metiendo la cabeza entre sus pechos.

Pilar se subió el camisón y se bajó las bragas, quería la polla de su marido dentro de ella.

     - ¿Te gustan más mis tetas o las de Almudena, la vecina?

- A que viene esto, Pilar, dijo Jesús, las de Almudena no las he visto pero dudo que sean mejores que las tuyas.

Vaya pensó Pilar en medio de su paja, pues si que estoy celosa de Almudena, tengo que quitármela de la cabeza y seguir con Jesús.

- Vega, fóllame Jesús, métemela dentro.

- Ya voy, Pilar, ya voy, dijo Jesús poniéndose encima de ella y dirigiendo su polla hacia su agujero, que calentito lo tiene, parece una estufa, que bien se está ahí dentro.

- Y tu polla parece un leño, Jesús, espero que nuestro hijo la tenga como tu.

Vaya ya se ha metido en la fantasía Javi pensó con horror Pilar.

Jesús empezó a bombear dentro del coño de su mujer mientra le besaba de vez en cuando las tetas, era increíble, no se cansaba de ella.

- Venga Jesús, sigue, sigue que me voy a correr.

- Si, Pilar, yo también dijo Jesús apretándose contra ella para echarle todo dentro.

Pilar se estremeció en la cama, puso las bragas sobre su coño y se corrió en ellas, era una locura, lo sabía, pero lo iba a hacer, su hijo se lo había pedido.

Se quitó las bragas, cogió un sujetador limpio del cajón, fue al cuarto de baño y dejó las dos cosas en la percha, seguro que a Javi le encanta, pensó.

DIA 4 - JAVI

Javi se levantó y fue como siempre a la cocina donde estaba su madre, vaya había vuelto a cambiar de look, ahora llevaba un pijama, no estaba mal, la parte de arriba le estaba un poco ajustada y se le marcaban mucho las tetas, incluso los pezones se distinguían, debía de tener cuidado no fuera a ser que se mosqueara y se pusiera la bata de siempre otra vez.

- Hola, mama.

- Hola, Javi,¿has dormido bien?.

- Si gracias.

- Bueno, pues date prisa que seguro que ya te está esperando la zorra de Almudena para que le hagas cosas, dijo Pilar con un tono que denotaba enfado.

Javi no sabía porque estaba así, a lo mejor estaba celosa pensó, si supiera que ya no “follaba con Almudena si no con Pilar, en fin pensó.

Fue al servicio y descolgó las prendas que le había dejado su madre en la percha, se quedó alucinado las bragas estaban mojadas por la parte del coño, las olió, olía fuerte, ¿su madre se había corrido para él?, sonrió, al final se la iba a follar de verdad.

Acercó su polla al lugar donde las bragas de su madre estaban húmedas, iba a mezclar su semen con el flujo de su madre, eso se merecía una buena paja. Su madre se había corrido para él y quería creer que a lo mejor pensando en él.

Allí estaba ella, tumbada en la cama, era la hora de la siesta estaban los dos solos, Javi paso por delante del dormitorio de sus padres y oyó ruidos, en la penumbra pudo ver como su madre se estremecía, llevaba puesta la bata de estar por casa una mano a a altura del pecho y otra por encima de la tripa o algo más abajo, Javi se quedó mirando embobado.

Su madre tenía abierta la bata y se estaba sobando las tetas, se acariciaba como una posesa mientras su otra mano entraba y salía de entre sus piernas con furia.

Prestó atención, estaba diciendo algo mientras se masturbaba como una loca.

    - ¡Oh Javi, como me pones hijo mío!, ¡me gustaría follarte a todas horas!, tener tu polla dentro de mi, que me chuparas la raja por la que saliste.

Javi no se creía lo que estaba oyendo, su madre quería follar con él, se sacó allí mismo el rabo y empezó a tocarse mirando a su madre que cada vez estaba más desatada.

Abrió la puerta despacio, mientras se la seguía meneando, aprovechando que su madre estaba

con los ojos cerrados haciéndose una paja y se corrió en sus tetorras.

Pilar abrió los ojos, le vio y se corrió a su vez, luego empezó a restregar la lera de su hijo por sus tetas.

Javi volvió en sí, la corrida había sido majestuosa, ya que su madre había dejado sus líquidos en las bragas el no iba a se menos, se duchó y fue para la cocina con las bragas en la mano.

- Toma, mamá y gracias.

Pilar cogió las bragas y las miró, chorreaban lefa por todas partes.

- Vaya, hoy Almudena se ha debido quedar satisfecha.

- No mamá, Almudena, no, me he hecho la paja pensando en ti, es lo menos que podía hacer después de haberme dejado tu corrida en tus bragas.

- Pero eso no está bien, hijo, soy tu madre.

- No pasa nada, mamá, no hemos hecho nada malo.

- Venga, anda, mi amor desayuna.

Pilar estaba azorada, no sabía donde llevaría esto, pero cada vez estaba más excitada, cogió las bragas y las olió, olían a su hijo, se las metió entre sus pechos aprovechando que Javi no miraba y se fue a la habitación, allí se quitó el pijama y las bragas que llevaba puestas y se puso las que había mancillado su hijo, quería sentir su esencia en el coño, además se puso la falda que tanto le gustaba a él.

Así pasó otro día, la tensión sexual se podía cortar en esa casa.

El día siguiente sería el definitivo, Javi quería follarme a Pilar y Pilar estaba tan confusa que no sabía lo que iba a pasar el tema se le había ido de las manos.

DIA 5

Pilar se acostó con las bragas que su hijo había llenado con su semen, se despertó pronto, esto era una locura, estaba arrepentida, como podía haber hecho eso con su propio hijo, se levantó, se quitó el pantalón del pijama y las malditas bragas, estaban acartonadas, se volvió a poner el pantalón del pijama e intentó volver a dormirse.

Soñó con que su hijo la hacía de todo, por delante, por detrás, él la chupaba el coño a ella, ella le chupaba la polla a él, no descansó nada, cuando llegó la hora de levantarse estaba como una zombi, se sentía sucia, salió conforme estaba, en pijama a la cocina a preparar el desayuno a Javi, esta vez no le iba a dejar nada en el servicio, la pesadilla tenía que acabar.

Javi apareció poco después.

          - Vaya, mamá que mala cara tienes.

- Sí hijo, no he dormido nada en toda la noche, he tenido pesadillas.

- Vaya, lo siento mamá, a ver si acaba esto pronto y podemos salir.

-Sí Javi, porque si no voy a acabar loca.

Javi se fue al servicio, vaya, está vez su madre no había dejado ninguna prenda, mejor no quería perder fuerzas pajeándose, hoy estaba decidido a follársela o a que le partiera la cara.

- Toma el desayuno, Javi, hoy me voy a dedicar a limpiar el salón.

- Pues yo como es sábado no tengo nada que hacer, te miraré si no te importa.

- Haz lo que quieras, pero no me molestes.

- Por cierto mamá que Almudena debe de estar hoy muy triste, no la he hecho nada.

- Vamos a dejar el juego, Javi por favor, ya hemos ido demasiado lejos.

- Como tu quieras mamá, dijo Javi fijándose en sus peones que cada vez se marcaban más en la camiseta del pijama, se le estaba poniendo la polla morcillona.

Javi se fue al salón, se sentó en el sofá y puso la tele, al rato llegó su madre con el plumero y unos trapos para limpiar la librería.

Javi hacía como que miraba la tele, pero no perdía de ojo a su madre, como se le movían las tetas cada vez que se afana a con el plumero, se metió la mano en el bolsillo y empezó a tocar se despacio, mirando a su madre.

Pilar estaba sudorosa, jadeaba por el esfuerzo, pasaba el plumero por los libros intentando descargar toda la adrenalina que llevaba dentro y eso hacía que sus tetas se moviese dentro del pijama lo que traía loco a Javi.

Pilar estaba dada la vuelta, Javi se iba a correr y se lo jugó todo a una carta, se levantó rápidamente, le agarró a su madre las tetas por detrás y pegó su polla a su culo mientras se corría.

Pilar dió un grito sintió sus tetas aprisionadas por las manos de Javi, su polla en el culo y algo caliente que iba saliendo de ella, su hijo se había corrido restregándose contra su culo.

Se dió la vuelta y de un empujón mandó a su hijo al sofá de donde se había levantado.

- ¿Pero que haces monstruo?, gritó

- ¡MAMA MIRA COMO ME TIENES!, dijo Javi bajándose los pantalones y los calzoncillos y enseñando a su madre su polla ahora flácida llena de su leche.

Pilar perdió en ese momento la razón y se abalanzó sobre la polla de Javi para limpiarle el semen con su boca.

- Si cariño, si todo es culpa de la zorra de tu madre, decía mientras pasaba la lengua por el miembro de Javi que empezaba a empinarse de nuevo.

- No mamá, no decía Javi, tu eres muy buena, jadeando y acariciando la espalda de su madre.

Pilar se metió la polla de su hijo ya totalmente tiesa en la boca,  le llegaba hasta la garganta y empezó a marmársela.

- ¡Oh, mama!, ¡que bien la chupas, eres la mejor madre del mundo!, ¡SIGUE, SIGUE!

Pilar se afanaba en chupar el miembro de su hijo, se estaba portando como un campeón, no pensaba que fuese a resistir tanto, debida de ser por la cantidad de pajas que se hacía.

   - ¡Venga mamá, sácame la leche, que ya me viene!

Pilar notó como Javi le cogía de la nuca u apretaba su cabeza contra sus ingles, al mismo tiempo un chorro de semen le inundó la boca y la garganta, estuvo a punto de ahogarse y vomitar, pero logró tragarse todo, se sacó la polla de la boca y se quedó mirando a tu hijo.

     - ¿Y ahora que, cabrón?, dijo

     - Ahora te voy a follar, mamá, nos vamos a ir a la cama del cornudo de tu marido y voy a follarme a la puta de mi madre.

     - Si me has convertido en una puta, a partir de ahora voy a ser tu puta, nos vamos a pasar el confinamiento follando.

-Claro que si, mamá, te la voy a meter por todos tus orificios, dijo Javi agarrando a su madre y llevándosela hacia al dormitorio, allí la sentó en la cama y le quitó la chaqueta del pijama apareciendo el par de tetas que Javi siempre había querido comerse.

Pilar se la agarró y se las ofreció a su hijo. Tómalas son para ti.

Javi alargó temblorosamente la mano, había esperado largo tiempo este momento y ahora casi le daba miedo tocarlas, puso una mano encima de una teta de su madre y la estrujó suavemente,  vio la punta del pezón totalmente tiesa y lo agarró entre sus dedos.

     - Chúpamelas como cuando eras niño, son todo tuyas, dijo Pilar.

Javi se agachó, cogió un pecho de su madre y se lo metió en la boca, pasaba la lengua por el pezón y empezó a chuparlo como cuando era bebe y mamaba.

Pilar se empezó a acariciar el coño por encima del pantalón.

- No mamá, déjate el coño, dijo Javi, dejando por un momento su teta, cuando acabe con tus tetas me encargaré de él.

Javi volvió a las tetas de su madre, las chupaba con ansia.

- Si mi niño, chúpale las tetas a mama, como cuando eras bebé. Que gusto dios mío, dijo estremeciéndose.

Javi acabó con los pechos de su madre, la bajó el pantalón y vio su coño, era peludo, paso una mano por él y vio que estaba totalmente mojada, se agachó y le pasó la lengua sabia salado, le gustó.

- Venga, mamá, túmbate en la cama.

- Si cariño.

Pilar se tumbó con las piernas bien abiertas, pero Javi no quería eso, tenía una fantasía y la iba a realizar.

- No mamá, así no, ponte de rodillas encima de la cama, te la voy a meter como a un perro.

- Como tu quieras mi amor, dijo ella.

Se puso de rodillas, la situación era algo inestable,  sus tetas colgaban y se balanceaban, Javi se pudo detrás y dirigió la polla al coño de su madre, se la clavó hasta el fondo y estuvo un rato sin moverse, dentro de ella.

     - Ya te la he metido, mamá, y hasta el fondo.

- Si hijo, como la noto, tienes una buena polla para satisfacer  a la puta de tu madre.

- A partir de ahora no te va a faltar rabo, descuida mamá, dijo Javi empezando a moverse dentro de su madre.

Era impresionante como se le movían las tetas al ritmo de las sacudidas de Javi, este se las agarró fuerte mientras seguía con sus empellones.

     -Mira, mamá, mira como te follo.

- ¡Oh!, hijo si, que puta que soy me estoy follando a mi hijo, sigue  por favor, córrete dentro de mi.

Javi empujó fuerte y se corrió, los dos cayeron sobre e colchón y estuvieron un rato así.

- Espero que el confinamiento dure meses, dijo Javi, no te voy a dejar ni un solo día, vamos a estar todo el día en la cama.

- Y cuando vuelva papá ya veremos como lo hacemos pero quiero seguir teniendo la polla de mi hijo para mi, dijo Pilar.

Pero todo llega a su fin y el confinamiento también (fuera de la ficción menos mal porque estoy hasta las narices) y Pilar y Javi se prepararon para recibir a su familia. Habían follado todos los días, a veces por la mañana y por la noche, Javi hizo realidad todas sus fantasías y esperaba que la cosa siguiera igual aunque tomando precauciones.

Una tarde se oyó la cerradura de la puerta, Javi y Pilar salieron al pasillo y allí estaba Jesús y sus otros dos hijos, después de los abrazos y besos de rigor después de más de un mes sin verse.

     - ¿Que tal se ha portado Javi?, dijo Jesús.

     - Muy bien, contestó Pilar revolviéndole el pelo, es ya todo un hombre, ha sido el hombre de la casa en tu ausencia ¿a que si?

     - Si mamá, dijo Javi poniendo disimuladamente la mano en el culo de su madre, sobre la falda de cuadros que llevaba puesta.

Por javivallecas

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