viernes, 28 de julio de 2023

Brendita y su abuelo, Parte 2


Al otro día se levantaron y Adrián ayudo a su nieta a vestirse, le dio de desayunar y la llevó a la escuela. Él se fue a su oficina y toda la mañana estuvo saboreándose la noche anterior. Mandó a una empleada a comprar el wii para Brendita y a la hora de salida la recogió de la escuela. Tenía una empleada en la casa que llegaba a las nueve de la mañana y se iba a las dos de la tarde, recogía la casa, lavaba y hacia la comida, así que cuando ellos llegaron la casa estaba sola. Antes de comer le pidió a su nieta que se la mamara y ni tarda ni perezosa la niña le dio una buena mamada sacándole la leche. Después comieron y le instaló el Wii, Brendita se puso a jugar toda la tarde. Por la noche se la volvió a meter en la rajita y así poco a poco la fue acostumbrando. De eso ya habían pasado cinco días de goce delicioso y ahora había decidido romperle el culito. Aquí iniciamos el relato anterior.


Adrián se le quedo viendo al pequeño orificio anal que Brendita le enseñaba sin ningún pudor. La faldita del uniforme levantada, los calzones en las rodillas y sus calcetines le daban un marco más excitante a la escena. Llevo su boca al culito y comenzó besándolo para después lamerlo. De todos los culos que se había tirado sabía que este era el más delicioso, el más apretadito, el más sabroso. Había tenido hermosos traseros de sus secretarias o diferentes amantes, pero ninguno como este. Desde que vio a su nieta desnuda notó que tenía unas hermosas nalguitas para su edad, con sus nueve añitos tenía el culo de una niña de 11 o 12, ya desarrollado con una piel suave y aterciopelada. Se llenó los dedos de crema y le introdujo el índice en el ano.

-¡Ugggg! Me duele abue.

-Aguanta mi vida, relájate un poco.

Así estuvo un buen rato, dándole un masaje anal hasta que Brendita se relajó por completo permitiendo que Adrián le metiese todo el dedo. Le aplico más crema y siguió masajeándola hasta que la niña dijo.

-me gusta abue, me gusta.

Adrián ya no aguanto más, se colocó detrás de la niña y apunto su verga al culito de la nena, dio un empujón fuerte y Brendita no pudo evitar el gritar.

-Ugggg…….me duele abue……me duele mucho…….esta muy grande y grueso.

-aguanta mi vida, solo te meteré la mitad.

Adrián metió la mitad de su verga en el culito de su nieta y el placer fue inmenso. Nunca un culo le había apretado la verga con tanta fuerza, nunca había sentido tanto placer. Brendita sufrió mucho los primeros momentos, pero después sintió como si se le durmiera el culo y soporto mejor la penetración. Cuando su abuelo inicio el mete y saca empezó a sentir cosquillitas en su vagina y se llevó la mano ahí acariciándose. De pronto Adrián soltó toda la leche en el anito de su nieta, eso atenuó el dolor en la niña que alcanzo a disfrutar un poco.

-bueno mi vida, de ahora en adelante te la voy a meter cada tercer día hasta que te acostumbres.

-si abue, como tú quieras.

Y así fue a partir de entonces hasta que la niña se acostumbró y luego las penetraciones fueron diarias. Así tenían más de un mes hasta que un detalle vino a cambiar las cosas para beneficio de Adrián.

Continuará.

Por VERDOLAGA

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