viernes, 21 de julio de 2023

Mi familia ideal, Parte 2


Tras la fiesta de cumpleaños de mi niña, comencé a dar mis pasos para convertirla en mi compañera sexual, poco a poco iba haciendo ciertas cosas que me permitían moldearla para que poco a poco aceptara el sexo, principalmente cuando ella iba a mi cuarto porque había tenido una pesadilla o le daba miedo estar sola, antes de la visita de Luna solo la dejaba que se acostara conmigo (yo siempre he dormido desnudo desde que tengo 10 años) y ella se me repegaba dejando mi miembro entre sus nalgas, pero dese que ella había aparecido y me aconsejo irla moldeando yo, todo fue diferente.


La primera vez que decidí dar ese paso ocurrió lo normal, mi hija entró a mi cuarto con una cara triste y me pidió que la dejara dormir conmigo porque había tenido un sueño feo, yo usualmente solo le levantaba las cobijas para que entrar y me volvía a dormir al instante, pero ahora, tras haber cogido con Luna (quien era la primera persona con la que había tenido sexo en más de 3 años) y lo que me había dicho, me despabile y le dije a mi hija que se acostara conmigo y me contara que había ocurrido

C- Soñe que un monstruo me seguía y me comenzaba a comer- me dijo sosteniendo mi brazo fuertemente, parecía que estaba sollozando por el miedo, yo la abrace y comencé a hacerle cariñitos en su cabello, acariciando y rascando suavemente su cuero cabelludo para que se tranquilizara y fue cuando comencé eso que ella se soltó a llorar

M- ¿Pero que ocurre, mi amor?- le pregunte levantándola para verla -nunca habías llorado por tus pesadillas- le dije, ella se lanzo a mi para abrazarme fuertemente

C- Es que también soñe que te había matado a ti- me dijo apretándome más a ella -también soñe que me decías que no me querias y que me ibas a dejar con el monstruo- continuaba llorando, sentía como me llenaba el pecho con sus lagrimas mientras me abrazaba -papi, no quiero que me dejes con el monstruo- yo la tome de su hermosa carita y le di un beso en sus mejillas, uno en su frente y otro en los labios.

M- Tranquila, Cat, jamás te voy a dejar sola con ese monstruo, te lo prometo- le dije apretándola a mi pecho, eso la tranquilizó mucho, dejo de llorar y me dio un beso en los labios, pero a diferencia de los picos que nos dábamos siempre este fue largo y ella trataba de meter su lengua en mi boca, lo que me dejó sorprendido -¿Y ahora, tu?- le dije separándola de mi -jamás me habías besado así, hija- ella me miro con pena y me dijo algo que tome como la señal de que debía comenzar a desarrollar la sexualidad de mi hija

C- Es que cuando vino mi tía Luna tuve una pesadilla y me quería venir a acostar contigo como siempre, pero cuando abrí la puerta vi que ella te estaba besando así- ella me miro a los ojos -¿está mal lo que hice, papá?- me preguntó inocente, yo la tome de las manos y la abrace nuevamente, ese era el momento para comenzar

M- No, Cat, no esta mal lo que hiciste, pero son cosas que solo deben hacer los adultos que se aman- le dije mirándola a los ojos, podía ver su decepción en su mirada, eso me causo ternura y no pude evitar darle un beso suave pero largo, al separarnos ella me miró y sonrio -ese beso que te acabo de dar es más especial porque solo nos lo podemos dar entre nosotros así que no le digas a nadie- le dije con una sonrisa y acariciando su cabeza

C- Esta bien, papi- me dijo acostándose nuevamente y quedándose dormida, yo solo sonreí y la abracé, tras unos minutos de estarla abrazando con mi mano en su cintura pero sin poder conciliar el sueño me comencé a fijar en la situación y a ver a mi hijita dormida pegada a mi pude sentir como mi verga comenzaba a erectarse poco a poco y al estar yo desnudo sentía como mi verga iba creciendo justo entre la raja de las nalguitas de Cat, yo no pude evitar comenzar a mover mis caderas para hacer que mi miembro se restregara en el culito de mi hija y eso no me dejo darme cuenta de que Cat había despertado -Pa ¿Qué es eso que se mueve?- me preguntó asustándome, pero nunca me detuve, seguía moviendo mis caderas de arriba abajo entre sus nalguitas infantiles

M- Tranquila hija, solo te estoy haciendo un masajito para que duermas tranquila- ella solo me miro confundida, pero tras unos segundos solo se acomodó

C- Se siente rico, gracias papi- me dijo acurrucándose más mientras yo le restregaba mi verga con un poco más de fuerza, esa fue el primero de muchos acercamientos sexuales con mi pequeña hija

Con el paso de los días mi hija cambio el irse a dormir conmigo cuando tenia miedo a hacerlo sin razón alguna, llegaba a mi cuarto durante las madrugadas y me pedía que le hiciera el mismo masaje que le hice la primera vez, al principio solo le pasaba la verga por entre sus nalguitas pero poco a poco fui subiendo un poco más las cosas e incluía mis manos para jugar con esas pequeñas masas de carne que le iban creciendo a mi pequeña hija apretándolas suavemente y atrayéndolas haciendo que mi miembro se enterrara más, poco a poco comencé a poner mi miembro erecto entre sus piernas mi pasar mis manos ya no solo por sus nalgas, sino también por su vagina, todo por encima de su pijama.

El día que Cat se dio cuenta de que el masaje se lo hacía con mi miembro fue porque, mientras le hacía su masaje ella llevó su mano a entre sus piernas y me lo tomó, yo me quedé paralizado y tenía miedo de que se fuera a asustar pero solo comenzó a mover sus manos alrededor de mi verga tratando de tantear con que era lo que le hacía el masaje que tanto la ayudaba a dormir

C- ¿Esto es con lo que me das los masajes, papi? ¿qué es?- me pregunto viéndome confundida

M- Es mi pene, amor- le dije, ella solo se acomodo nuevamente y me dijo “se siente rico” y ahora eran sus manos las que también jugaban, masturbándome de manera suave mientras mis manos acariciaban sus caderas.

Poco a poco fui haciendo nuestros masajes mejores, incluyendo balas vibradoras o un masajeador eléctrico que le pasaba por el cuerpo mientras mi verga se enterraba entre sus nalgas o rosaba su vaginita, cuando esto pasaba podía sentir la humedad que se hacia en su pijamita. Estuvimos así un par de semanas hasta que un día tome la decisión de que iba a dar el paso final, fue una noche de viernes mi hija estaba en la sala viendo TV, desnuda como siempre en nuestra sala con las cortinas abajo y yo venía llegando de una cita con un paciente y al verla en la así no pude evitar tener una erección y ella volteo a verme y se me colgó del cuello dándome un beso apasionado pero sin lengua, yo la levante de su cadera para poder abrazarla fuerte

M- ¿Cómo estas, mi niña? ¿Qué tal te fue hoy?- le dije poniendo mis manos en sus nalguitas para que no se cayera al estar colgada de mi cuello

C- Bien, hoy me mi profesora me felicito por tener la mejor calificación del dictado, incluso quieren llevarme a un concurso de escritura- me dijo con una sonrisa, la felicite y le otro beso, siempre he estado orgulloso de ella y su inteligencia, igual que la de Luna de quien nuevamente tenía bastante tiempo sin saber nada, pero la tenía presente en cada cosa que hacía con nuestra hija, quien se paro en el sillon para dejarme ir -papi ¿podemos pedir pizza hoy para cenar?- me pregunto sentándose de nuevo a ver la tele

M- Claro mi amor, voy a subir a cambiarme y mientras la voy pidiendo ¿te parece?- ella brincó feliz en el sillon, yo subí a mi cuarto y mientras me cambiaba pedí la cena, ya que había quedado desnudo me quede acostado por un rato viendo mi celular y pude escuchar que mi hija subía las escaleras para ir a su cuarto -¿Qué pasa, amor? ¿Todo bien?-

C- Si, papi, solo vine por una película- me dijo entrando a su cuarto, yo me levante aun desnudo y me puse en la puerta de su cuarto viéndola buscar entre su colección de películas, podía verla en cuclillas y como estaba desnuda y sus nalguitas al estar abiertas me dejaba ver su delicioso culito rosa y su vaginita, yo me senté detrás de ella pero haciendo lo posible para que mi miembro erecto quedara justo entre sus piernas rozando su culito y su vulva -¿Cuál me recomiendas ver?- me pregunto mi hija, a mi me daba igual ya que estaba concentrado en la sensación de calor que emanaba de su vulvita infantil lo cual no solo me tenía excitadísimo sino que también al borde del orgasmo, me hubiera encantado desvirgarla en ese mismo intante, pero solo podía decir en mi mente “poco a poco, que ella lo pida” -creo que ya se cual- dijo tomando uno de los dvds y tratando de ponerse de pie pero perdío el equilibrio y cayo con su vulva muy cerca de mi verga a tal punto que esta rozo sus pequeños labios vaginales de manera suave

M- Cuidado, mi amor- le dije tomándola de las caderas con la intención de que sintiera bien el roce de mi miembro, incluso escuche que soltó un pequeño gemidito y mirando hacía su cadera solo me miro a los ojos

C- Ahorita no quiero masaje, papi, mejor después de cenar- me dijo quitando mis manos de su cadera y levantándose

M- ¿Cuál masaje?- le dije fingiendo confusión pero muy aliviado al mismo tiempo, lo que menos quería era que se asustara -te agarré porque casi me caes encima, chamaca, imagínate que me lastimas- le dije fingiendo que estaba asustado, ella se rio y salió de su cuarto para bajar las escaleras de nuevo, al poco rato ya estábamos los dos en la sala viendo la película que había elegido (mi favorita “Indiana Jones y el Arca Perdida”) cuando tocaron el timbre del exterior de la casa, mire las cámaras desde mi celular y vi que era el repartidor, le dije a mi hija que subiera a vestirse mientras recibía la pizza pero me dijo algo que me prendió

C- No, quiero seguir desnudita- entonces la mire y le sonreí

M- Va, entonces vamos a jugar, te tienes que ocultar para que el chico no te vea- la sala donde estábamos viendo la película estaba justo frente a la entrada, ella se rio y comenzó a observar donde mientras le decía al chico que pasara desde el timbre que tenía una cámara y micrófono que pasara y me esperara en la puerta de madera, que en un segundo iba. Para seguir el juego a mi hija fui desnudo, cosa que ella no vio porque ya se había escondido entre los sillones con su boca tapada para que no se escuchara su risa, yo me paré frente a la puerta y la abrí lo suficiente para que se viera mi pecho sin ropa, pero no el resto de mi cuerpo, el chico me dio la pizza y las demás cosas que había pedido para la cena y yo le pague, pero en un momento la puerta se abrió de más y me vio desnudo, sobre todo miro mi miembro morcillon y pude notar que se puso rojo de la pena, y créanme que yo estaba igual y eso causo que me pusiera nervioso y me bloquera, tras unos segundo reaccione y pidiéndole mil disculpas le dije que se quedara con el cambio y cerré la puerta, vi que el se quedo parado y luego se fue, para cuando eso pasó Cat ya había salido de su escondite y se dio cuenta de mi espanto

C- ¿Todo bien, papi? Parece que viste un fantasma- me pregunto acercándose a mi para ayudarme a llevar las cosas a la cocina

M- Si hija, solo que… nada, no pasó nada- le dije sonriendo, me quede pensando en que acababa de pasar y mi hija solo se fue a la cocina con cara de confundida, no pude ponerle mucha atención al chico cuando me estaba pasando las cosas pero si me quede con su rostro, era guapo (y yo siempre he sido bisexual) así que me provocó mucha curiosidad, en mi juventud lo habría recibido con la puerta abierta para que viera al instante y, quisiese o no, lo habría metido a mi casa para mamarle la verga y el culo, pero ahora solo quería complacer a mi hija quien ya se encontraba picando algunas de las cosas que nos habían llegado, llegue a la cocina poniendo la pizza en la barra y mi hija me desconcentró con una pregunta

C- ¿Por qué se tu puso duro tu pipi?- me dijo mientras tomaba la primera rebanada de la pizza, yo mire mi entrepierna y vi que, en efecto, tenia una naciente erección la cual iba creciendo con cada palpitación de mi miembro, yo me puse nervioso, no tenía problema en decirle a mi hija las cosas pero tampoco le iba a revelar a los 7 años su papá era bisexual, así que utilice el pretexto que tenía más cerca

M- Es porque cuando los hombres vemos algo que nos gusta usualmente nuestro pene se endurece, esto se llama erección, con esto es con lo que te hago tus masajitos- le dije con una sonrisa, ella me miro sorprendida y con la boca abierta

C- Es muy grande, con razón se siente tan rico- me dijo acercándose y tomándola con su manita de manera suave, dándole una pequeña sacudida, yo le sonreí y le bese la frente. Nos fuimos con nuestros platos y vasos de refresco a la sala para seguir viendo la película, nos sentamos juntos en el sillón más grande de la sala y ella se repego a mi, terminamos de cenar viendo la película y pero ella no aguantó y se quedó dormida, yo me levante llevando los trastos a la cocina en lo que la película seguía y cuando regresé la acoste en mis piernas, durante ese rato que fueron como 20 minutos en los que la película terminaba disfrute tener a mi pequeña cerca pero no de manera sexual, sino parental, todo cambió cuando la película terminó, ella seguía dormida y mi verga estaba pegada a su nuca, trate de despertarla pero no fue posible así que la tome en mis brazos y la subí a su cuarto con cuidado y desnudita como estaba la acosté en su cama, la deje así y baje a apagar la tele y las luces de la cocina abrí una lata de cerveza y me la tome poco a poco mientras caminaba a mi cuarto, solo necesitaba agarrar valor y para eso estaba tomando la cerveza tan rápido, para que pegara rápido y así fue, cuando ya estaba dentro de mi cuarto comencé a sentir el mareo, me pasé lentamente al cuarto de Cat, quien seguía acostada sobre su espalda, totalmente desnuda y con su cuerpo a mi vista, creo que en ninguna otra ocasión había tenido una erección tan grande como la que tenía en ese momento, me inque frente a sus pies y comencé a acariciarlos haciéndole un pequeño masaje, iba lento, cambiaba entre un pie y el otro y poco a poco fui subiendo por sus pantorrillas, pasando de la izquierda a la derecha conforme la masajeaba y fue cuando llegue a sus muslos que ella soltó su primer gemidito, fue bajo pero me prendío al instante, poco a poco fue abriendo sus ojitos y vio lo que le estaba haciendo, soltó un pequeño gemido

M- ¿Se siente bien, hija?- le pregunté en voz baja, ella me afirmo con su cabeza -hija, la verdad es que siempre te estas portando muy bien y nadie se queja de ti, al contrario, solo recibo cumplidos y felicitaciones, así que esta noche te quiero hacer un regalo, es un masaje especial, ya sabes hija, nada de lo que pase debe de salir de nuestra casa ¿esta bien?-

E- Si, papi- me dijo suavemente con un ligero gemido

M- Perfecto, mi amor, ahora quiero que te acuestes y cierres tu ojitos, voy a ir por crema rápido- me levante para ir al baño que tenía dentro de su habitación y tomé una cremita que había comprado para cuando mi hija se quemaba con el sol y la lleve a su cama, me inque de nuevo frente a sus pies y volví al masaje pero ahora con la crema en mis manos -disfruta, princesa, te lo mereces- le dije comenzando nuevamente a apretar sus pequeños muslos, ella soltaba gemiditos suaves y me decía que se sentía rico -¿qué siente, mi amor?

C- Se siente fresquito- me dijo gimiendo, yo aprovechaba el masaje para acercar a mi hija cada vez más a mi cara con sus piernitas levantadas, mis pulgares jugaban apretando sus ingles y mis dedos se dedicaba a apretar sus nalguitas -Ahhhh- soltó en un pequeño gritito y ella sola se llevó las manos a su boca, yo no detuve el masaje

M- Tranquila, hija, tranquila, es solo un sueño- le dije dando unos pequeños lametones en la parte interna de sus muslos, muy cerca de sus ingles, incluso podía sentir el sabor de sus juguitos, asome mi cabeza por un momento y la mire de manera inquisitiva a sus ojitos -tienes que estar cayada, amor o tendré que detenerme- ella solo me tomo con sus manitas

C- No, papi- me dijo en voz baja -no te detengas, te prometo que estaré cayada

M- Se que sientes rico y es normal que gimas pero por ahora necesito que trates de no gritar- le dije poniéndome un poco de pie para besar su frente y luego besar sus labios, me volví a incar frente a su cama y seguí con mi masaje apretando suavemente sus muslos -¿Te gusta como se siente, mi amor?

C- Si, papi- me dijo en voz baja -Se siente muy rico, tengo mariposas en mi estomago y me dan muchas cosquillas aquí- me dijo señalando su vagina con su dedo, la mire y tenía sus pequeños labios lampiños un poquito mojados, me quería lanzar a lamerlos de manera desenfrenada pero tenía que mantener el paso que llevaba así que le pedí que me indicara con su dedito el lugar justo en el que sentía las cosquillas, ella miro su cuquita con su mano derecha comenzó a juguetear con sus dedos en sus labios vaginales como si buscara el lugar específico y cuando no pudo improviso señalando el lugar más cercano con su dedito -aquí, papi, aquí

M- Ohhh, ya veo, eso es normal mi amor, es para lo que sirve este masajito, tu disfruta y relájate- le dije mientras lograba tener ya sus piernas bien abiertas pero nuevamente comenzaba a jugar con sus ingles, ella comenzó a gemir suave pero continuo y tras un rato comencé a dar ligeros besos en las zonas donde había masajeado ya, primero fueron cortos y poco a poco los iba alargando e incluso empezaba a incluir lametones en esas zonas -ahora hija, viene lo más especial del masaje, recuerda, no puedes gritar ¿vale?- Cat solo movió su cabeza de arriba abajo y vi como tomaba uno de sus muñecos de peluche para abrazarlo cubriendo su boca -aquí voy, mi amor, si en algún momento ya no quieres que siga me dices- ella movió nuevamente su cabeza y comencé

Le di un ultimo beso en su pancita lleve mi cara a su pelvis sin un solo pelo y comencé a darle pequeños besitos besando esa zona, sus ingles, su nies, siempre las zonas cercanas a su vaginita pero nunca directamente, quería que ella me lo pidiera de alguna forma, pero no podía debido a la cantidad de placer que estaba sintiendo ya que sentía como sus piernas temblaban en mis manos mientas poco a poco la ponía en mis hombros para tener finalmente su pequeña vagina frente a mi cara, podía sentir su humedad y su calor infantil, irradiaba placer comencé a soplar justo en la rajita de mi hija, donde sospechaba que estaba su clítoris, podía oír sus gemiditos cada que lanzaba ese pequeño airesito a su monte de Venus, Cat había dejado de abrazar a su osito, ahora lo mordía ligeramente y tenía sus manos acariciando mi cabeza, estaba lista y no quería hacerla esperar, poco a poco fui acercando mi boca a esa pequeña vagina, la vagina de mi hija, si todo seguía saliendo bien este sería el primero de muchos encuentro sexuales con mi pequeña, tenía que dar mi mejor esfuerzo, le di un pequeño beso en la zona en que la había concentrado mi soplido mientras miraba sus ojito, vi como estos se iba hasta atrás de su cabeza, se sentía seco y lo corregí comenzando a pasar mi lengua suavemente por esa zona en específico, ahí mi hija me tomo fuerte de los cabellos mientras soltaba un gemido, cuando la pase por segunda vez encorvo su cuerpesito y cuando lo metí en mi boca para comenzar a mamar ese pequeño clítoris sus piernas me aplastaron y otro suspiro diciéndome “Papi” para luego volver a morder el osito y comenzar a gemir ahí, a partir de ese momento todo me dejo de importar, comencé a mamar esa pequeña vagina como un desesperado, sabía dulce pero acida y sus jugos se embarraban por toda mi barbilla, ella comenzó a mover sus caderas de arriba abajo mientras mi lengua se paseaba de arriba abajo por toda sus vulva y succionaba sus vírgenes labios suavemente, no duro ni 3 minutos cuando sentí el primer chorro ligero de juguitos, pero fue muy tenue así que seguí

C- Papi, papi, detente- me empezó a decir en voz baja, pero no dejaba de mover sus caderas con cada succión que le daba -siento que me voy a hacer pipi- me advirtió, fue en el único momento en que me separe de su vulva

M- No te preocupes, si crees que ya no te puedes aguantar dejalo ir, mi amor, no hay problema

C- ¿Seguro? ¿Y si mojo toda la cama?- me pregunto preocupada

M- Si pasa te duermes conmigo, no hay problema-

C- Okey papi- ella seguía dudosa, pero continue con mi trabajo sin importarme nada, tenia su piernas en mis hombros y mis manos en su pecho así que aunque ella tratara no se podría separar, volví a comenzar a dar pequeñas succiones en sus labios vaginales y tras darle un ultimo beso en su clítoris comencé a darle un oral como el que le haría a cualquiera de mis otras parejas adultas, pasaba toda mi boca y mi lengua de manera suave pero con firmeza por toda la extensión de su vaginita por momentos de manera lenta en otros de forma rápida, Cat solo podía gemir y jalarme de los pelos mientras movía su cadera como loca hacía donde podía, no se cual fuera la potencia del placer que sentía pero quería que fuera más y más -sigue papi, sigue- fue lo ultimo que escuche antes de que soltara el gemido más potente de todos y me llenara la cara con los fluidos del primer orgasmo de su vida -Ahhhhhhh- grito con el osito en su boca apretando mi cara, podía sentir como todo su cuerpesito temblaba de manera desenfranada, sentía mi cara mojada y podía ver como sus labios palpitaban y estaban sumamente mojados, me separe de su entrepierna y vi como sus pierna flaquearon y cayeron lentamente en la cama, dándome la imagen más bella de mi vida

M- ¿Qué tal estuvo? ¿Te gusto?

C- Si, papi, mucho- me dijo con su voz temblorosa, parecía como si un torbellino hubiera pasado sobre ella, estaba empapada en sudor y la zona en la que había estado recargado era la más afectada

Yo la tome en mis brazos y la lleve a mi cuarto, me acoste como en cada ocasión con mi verga pegada entre sus piernas a aquella vagina empapada, ese sería el siguiente paso, pero ahora tenia que dejar descansar a mi niña hermosa.

Por MADREJACK

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