viernes, 7 de julio de 2023

Un hombre llamado Víctor, Parte 2


Pues después del beso devoro mi vagina, pero no completamente, pues nos interrumpieron. Por lo que a esta niña de 4 años le tocaba esperar el próximo fin de semana para llegar a sentir lo que era una verdadera y completa mamada.

Como yo era medio inocente y Víctor no me advirtió que guardara silencio, le mencione a mi mamá que Víctor me había dado un besito en la boca. Y mi mamá reacciono algo pasiva. Y sin decirle nada a mi papá, escribió a Víctor diciéndole que le aclarara lo del beso. Víctor al parecer ya era hábil en eso y le dijo que cuando me iba a dar un beso en la mejilla para despedirse yo vire la cara y para darle un besito y por accidente me beso los labios.  Mi mamá me pregunto si yo también quería darle besitos a Víctor cuando él me beso y como así mismo era, me moría por darle más besos, le dije que sí. Y por la forma en que reaccionó por los besos, no le dije sobre la mamada que me dio Víctor en la vagina. Mi mamá aceptó la explicación y todo quedo aclarado.


Sin embargo, mi mamá me dijo que ya no podía jugar con Víctor en el cuarto. Y Víctor opto por venir solo los sábados en la mañana, cuando mi mamá estaba trabajando y mi papá me cuidaba. Así seguimos metiéndonos a mi cuarto.

La siguiente vez que vino con mi mamá trabajando, apenas entramos al cuarto, me dijo que no podía decirle a nadie de las cosas que hacíamos porque no me dejarían verlo más. Enseguida comenzó a besarme como si estuviera sediento de mi boca. Hasta me pareció aún más delicioso que el primer día que nos besamos. Mientras eso, acariciaba mi vagina por dentro del panti, cosa que ya me gustaba. Después de un rato de estarnos besando, me acostó en la cama boca arriba y me abrió las piernas y aparto el panti a un lado, dejando expuesta mi vagina. Comenzó a pasarme la lengua por la raja de mi vagina y en ocasiones la pasaba de manera profunda entre mis labios vaginales. 

A veces la pasaba por mi clítoris, a veces por la entrada de mi sexo. Yo por mientras estaba disfrutando todas esas sensaciones que me hacía sentir con cada cosa que hacía. De pronto se concentra en la entrada de mi sexo, tratando de meter su lengua, lo que me provoco dolor, por lo que le empujaba la cabeza, pero igual el seguía.  El dolor se convirtió en gusto y en lugar de empujarle la cabeza comencé a agarrar sus mechones de cabello con fuerza y jalar así su cabeza más hacia mi sexo. Yo estaba ya respirando con la boca abierta, sin hacer ruido. De pronto me comenzó a salir pequeños mmmm, mmmm, mmmm.  Luego me puso boca abajo, me bajo el panti hasta las rodillas y comenzó a pasarme la lengua por toda la zanja de mi culo. Y finalmente se concentró en mi ano. Igual seguí con mis mmmm silenciosos.

De pronto se detiene y comienza a ver mi culo, apretando, acariciando, besando y pasando su lengua por mis nalgas. Estaba como obsesionado por mi culo.

Víctor: Pero qué trasero más hermoso tienes bebe. Este culo está tan paradito, tan blanquito, tan tierno, no tienes ni una manchita, nada. Está perfecto.

Y de una siguió chupándome el ano y tratando de meter su lengua. Mis gemidos comenzaron a ser mas fuertes. Me pido no hacer mucho ruido. De pronto siento que se para y me dice que me quede, así como estaba. Segundos después siento que se recuesta sobre mi trasero y siento algo que entra entre mis nalgas, es suave, pero firme a la vez.  Comienza a hacer un movimiento donde roza, mi entrepierna y mi vagina una y otra vez.

Víctor: ¿Te gusta tu juguete? Te había dicho que te lo daría. Ahora gózalo. Que es todo tuyo.

Yo solo estaba con la cabeza recostada en la cama, mirando hacia un lado, con los ojos cerrados y tratando de sentir lo que pasaba entre mis piernas.  Cada cierto tiempo me sacaba mi juguete para luego colocarlo después, pero lubricado. Pues ahora sé que le ponía saliva para que se sintiera mejor. Luego de un rato follándome el culo, me viro boca arriba y metió su pene por delante rozando mis labios vaginales a la vez que rozaba también mi clítoris y en ciertas ocasiones intentaba que la punta de su pene se presionara contra la entrada de mi vagina, ósea mi hueco, aun virgen. Pero como le decía que me dolía, dejo de hacerlo. 

Y allí hacía lo mismo de humedecer su pene con saliva. Cada vez que entraba de nuevo se sentía muy refrescante allí abajo. Esa posición me gustaba más, pues al rozarme mi clítoris y mis labios vaginales, me hacía sentir más. Luego hizo un ruido como mmmm y se levantó, me abrió bien las piernas y comenzó a rozar la punta de su pene contra mis labios vaginales y seguido sentí algo caliente en mi vagina mientras él seguía rozando la punta de su pene.  Y coloco la punta de su pene en mi entradita y sentí como que un líquido tratara de entrar en mi hueco. Luego me viro boca abajo y comenzó a pasar la punta de su pene por la zanja de mi trasero.  

Luego se levantó y al tocarme mi vagina, la sentí toda pegajosa. Y el me levanto y me llevo al baño, me sentó en el inodoro y con una vasija de agua comenzó a lavarme toda la entrepierna, incluyendo mi vagina y mi culo. Me seco y se lavó su pene. Me puso mi panti y cuando estaba poniéndome mi vestido, mi papá trato de abrir la puerta, pero estaba con seguro y comenzó a tocar.

Víctor: Abre, bebe y le dices que me dormí y te dejé jugando sola con tus juguetes.

Y saco unos cuantos juguetes y se acostó, haciéndose el dormido. Yo abrí la puerta y dije lo que Víctor me dijo que dijera.  Mi papá despertó a Víctor y dijo que ya estaba el almuerzo y que no cerráramos la puerta cuando estábamos en el cuarto.

Desde ese día Víctor no volvió a entrar al cuarto. Y me decía que cuando él venía me pusiera trajecitos y así lo hacía. Mi papá tenía quehaceres en la casa. Por lo que a veces iba a tender ropa afuera o se la pasaba en la cocina separada de la sala por una pared, O en diferentes faenas. A veces se dormía en la sala a frente de nosotros. Yo tenía una mesa grande de plástico que me quedaba al pecho, Víctor se sentaba en el sillón y ponía la mesa cerca de él y me colocaba parada al frente de él para pintar ambos sobre la mesa, mientras veíamos televisión. Mi culo quedaba a la altura de su pene cuando él abría las piernas. Pero cuando mi papá se descuidaba o se iba de la sala, él sacaba su pene, por un lado, de su pantalón, ya erecto, Y alzaba mi traje, un poquito y me bajaba el panti solo lo suficiente para que su pene se metiera entre mis nalgas y tapaba con mi vestido. Agarraba con ambas manos mi cadera y comenzaba a jalar y empujar follándome a lo rico. A veces me hacía que yo hiciera los movimientos haciéndome follar por su pene. 

A veces me follaba solo agarrando mi cadera con una mano, mientras con la otra acariciaba mi vagina. Ese señor tenía mucha imaginación para follarme allí sentado. A veces cuando sabía que mi papá se demoraría por estar tendiendo ropa o algo así, que por cierto nosotros lo podíamos ver tendiendo en el patio, pero él no a nosotros, o se iba a conversar con alguien en la cerca de la casa, él me colocaba de frente y metía su pene para follarme mis labios vaginales y mi clítoris. Y agarraba mis dos nalgas con sus manos y apretándolas, me jalaba y empujaba para follarme mi vagina, mientras me besaba con pasión, chupándonos las lenguas y labios. En otras me acostaba en el sillón y poniendo mi panti a un lado me chupaba por unos instantes mi vagina, pero intensamente por el poco tiempo sacándome gemidos casi de inmediato, pero que no oía mi papá por estar lejos.  Y otras veces me ponía de perrito en el sillón mientras me chupaba el ano. Allí si demoraba hasta que veía a mi papá acercarse, porque mientras chupaba tenía la vista alzada hacia mi papá. 

A veces me pedía chuparle su pene, pero nunca aceptaba, pues me daba asco. Pero al pasar de los meses y teniendo como 5 años y medio, mis padres discutían mucho. A veces Víctor venía cuando estaba mi mamá para disimular. Y hasta cuando él estaba allí, ellos discutían. Un sábado de los que venía a follarme me dijo que si lo comenzaba a chupar arreglaría el tema de mis padres y yo me emocione y le pregunte que si de veras me ayudaría y dijo que sí. Y aprovechando que mi papá estaba atendiendo a un vecino en la cerca, saco su pene y me dijo que chupara para poder ayudarme. Y como estaba tan desesperada, acepte y le pase la lengua varias veces hasta que me acostumbre. Él no me forzaba. Yo lo hacía a mi ritmo. Luego metí la cabeza de su pene en mi boca y comencé a lamberlo por dentro. 

Él me iba indicando que le gustaba a medida que avanzaba. Luego me enseño un video de una mujer chupándole el pene a un hombre. Parecía que se lo quería comer y me dijo que aprendiera de allí. Increíblemente, mi papá se demoró una hora conversando con el vecino. Y yo en esa hora aprendí a hacer una mamadora experta. Tanto que me dijo que me había graduado con honores. Y bueno, como lo prometió, Víctor cumplió. Hablo con mis padres y les dijo que me estaban haciendo daño con sus discusiones y les pago una terapeuta de pareja. Poco a poco se solucionaron sus diferencias. Ahora amaba aún más a Víctor. Era mi héroe. Y le decía que yo era suya y que me podía mandar a hacer lo que él quisiera que lo haría.

Ahora a los 6 años y 5 meses estoy aquí en la sala de mi casa mamando la verga de Víctor, con mi papá dormido en el sillón de al frente, pues anoche se desveló terminando un trabajo. Y él ya metiendo su dedo en mi vagina. Pues ya poco a poco ha conseguido llegar a meter medio dedo en el hueco de mi vagina. Y bueno, esperen a que pase algo más entre Víctor y yo para seguirles contando como ese señor al que amo me hace una mujer de verdad, y me deja con el coño y el ano destrampados por su verga.

Después seguimos.

Por LEODRAGON2

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