miércoles, 27 de septiembre de 2023

Ella y Yo


La historia comienza como toda historia de amor, me enamore de Mariana a los 16 años, ella también tenía 16 y unos meses mas que yo. Nos vimos por primera vez en 4° año de colegio secundario, fue amor a primera vista, al terminar los estudios nos anotamos en la universidad, ella quería ser contadora, yo bioquímico farmacéutico, los planes no salieron como queríamos, en el segundo años de universidad quedo embarazada, ya nada seria igual, nuestros padres se oponían a que nos casemos, querían que Mariana abortada y nosotros no.


Decidimos seguir adelante, deje de estudiar y busque un trabajo como taxista, nos fuimos a vivir juntos, alquilamos un pequeño nidito de amor, le exigí a Mariana que no dejara el estudio y así lo hizo, después nació Milagros y la vida continua… las cosas fueron cambiando de a poco para bien, un golpe de suerte nos junto con una cantidad de dinero como para comprarnos una casita, el coche que yo manejaba y otro 0k.

Mili crecía sana, feliz, hacíamos todo lo posible para que nada nos falte, con Mariana disfrutábamos de practicar el Nudismo Urbano, una forma saludable de vivir, que implica el consumo de productos de origen vegetal, naturales, ecológicos y bio, poca carne vacuna, más pescado y carnes blancas de aves, también ayuda a la autoaceptación del cuerpo, mejora las relaciones sexuales, hace que segreguemos más endorfina y oxitocina. Esta modalidad Urbana permite poder hacerlo en invierno dentro de la vivienda y resguardarse del frio, a nuestra hija a pesar de ser una beba, la acostumbramos a que estar desnuda no era malo, compartíamos juegos, bañarnos juntos, dormir comer casi siempre desnudo.
Los taxis trabajaban muy bien con el tiempo me arriesgué y pude poner otro vehículo en la calle y ya eran tres, pude quedarme mas tiempo en casa y disfrutar el núcleo familiar.

Mariana termino sus estudios con sobresalientes notas, eso le sirvió para ser becada y la oportunidad de rendir una bacante, que gano para ingresar a trabajar en el Ministerio de Economía; Mejor imposible. Mili ya tenía 5 años, al igual que nosotros le gustaba pasearse desnuda, cuando llegaban los primeros calores de octubre, nuestro patio se llenaba de fiesta, jugábamos en la pileta de lona, tomábamos sol y siempre después de almorzar, nos íbamos al dormitorio grande para hacer la reparadora siesta, un sueñito de descanso, algunas veces cuando Mili se dormía, aprovechábamos con Mariana para hacer el amo.

Una tarde de sábado nos acostamos los tres a dormir, pero algo me estaba incomodando y sacándome del letargo del sueño, al abrir los ojos veo con sorpresa que Mili tenia entre sus manos mi pene, eso provocó que tuviera una erección, ella en su inocencia jugaba bajando el prepucio para dejar al descubierto el glande, para después subirlo y que quede cubierto nuevamente, me moví para que se de cuenta que estaba despierto, al hacerlo note que Mariana también la estaba mirando, sus ojos brillaban como cuando esta excitada, me  mira y llevándose el dedo índice a los labios me dice…  ¡¡¡Sssssshhh… dejala. Me sentí incomodo, estar desnudo frente a ella era una cosa, pero que inconscientemente me esté masturbando era distinto. Cuando tuvimos la oportunidad siempre haciéndolo en forma de juego, le contamos a Mili que hay partes del cuerpo que no se podían tocar, que si ella tenía alguna duda en especial, que hiciera la pregunta para que mamá o papá se lo explicábamos. Una tarde mirando Tv nos preguntó algo y en ese momento entendíamos que ella entraba en la famosa etapa de porque esto y porque lo otro y para que es esto y porque, porque, porque…  Era una pregunta tras otra pregunta.

Mil— ¿Mamá por que no tengo tetitas… Porque todavía eres chica, a medida que vayas creciendo, tus tetitas comenzaran a crecer grandes y lindas. Le contesto Mariana. Otro dia, otra duda.

Mil— ¿Por qué nosotras no tenemos Pitín como Papá… Por qué las nenas tienen Vagina y los nenes Pitín, a veces la llamamos con otro nombre como zanjita o chochito, y si tú quieres la puedes nombra como más te guste, entonces dijo… ¡¡¡Yo la voy a llamar “La Cosita” y reímos los tres!!!

Y así fueron pasando los días, meses y Milagros llego a los 10 años, se estaba convirtiendo en una muchachita hermosa, la cintura se afinaba para darle paso a unas caderas más gruesas y prominentes nalgas, señal que pronto ya dejaría de ser una nena para ser una mujercita, una linda mujercita; Mas contenta se puso, cuando noto que comenzaban a crecer sus tan ansiadas tetitas, la redondez hacia bulto debajo de su ropa y  al andar desnuda por la casa, ella mostraba orgullosa, muchas veces a la tardes a la hora de la siesta vimos con Mariana, como Mili se acariciaba ingenuamente sus bubis, asomaban en el centro de las areolas, pequeños pezones rosados erguidos, cuando lo hacía, tenia los ojitos cerrados y sus torneadas piernas apretando su Cosita hasta que se dormía.

Nuestras vidas no tenían sobresaltos, teníamos un buen pasar económico, Mili asistía a una buena escuela privada muy cerca de nuestra nueva casa, más grande con dos dormitorios y el dormitorio matrimonial con baño en suite, amplio comedor, Living con recibidor, un hermoso patio con pileta cubierta climatizada, los tres seguíamos disfrutando nuestra vida, más el hecho de tener una pileta climatizada que nos permitió usarla en las cuatro estaciones del año; pude formar una agencia de taxis y coches de alquiler y algunos autos ejecutivos de alta gama con chofer.

Mariana a pesar de los cambios de gobiernos pudo mantener su puesto y ascender a jefa del sector que manejaba.

Con el crecimiento de Mili, resolvimos que a la noche cada uno tenia que dormir en su cuarto, para que con mariana pudiéramos tener un poco más de intimidad y hacer el amor más tranquilos y que mili no nos este mirando como tantas veces paso y que nos preguntara…

Mili—¿Papá, que haces cuando te subes arriba de mamá y te moves raro, respirando agitado y mamá también o cuando Mamá se sienta arriba de tu Pitín y hace como si anduviera a caballito…

Papi— ¡Bueno, escucha Mili, comencé diciendo, cuando un hombre como Papá y una mujer como Mamá se aman y tienen ganas de darse cariños y demostrar cuanto se quieren, se hacen mimitos y acariciarse, eso hace que tanto Mamá como Papá sientan alegría y felicidad, se sienten contentos…

Mili— ¿Yo puedo ponerme contenta y hacerles mimito también, puedo subir a tu pitín como mamá o tocar y besar las bubis como haces vos Papi…

Papi— ¡Mira Mili, hay cosas que tú todavía no puedes y no debes hacer, eres una niña chiquita y tienes que crecer más todavía, cuando ya seas más grande seguramente encontraras el hombre con quien sentirte contenta y feliz, le respondí.

Tiempo después Mariana comenzó a no sentirse bien, mas cansada, no comía, estaba muy pálida, dormía mucho decidimos que en la semana pediríamos un turno para ver un doctor,  un dia se desmayo en su trabajo y la llevaron a una Clínica, como a las 09:00 Hs. me avisan de lo ocurrido, al llegar el Dr me esperaba en su consultorio para hablarme.

Dr —Maximiliano, a su esposa le hemos hecho una serie de análisis, que dieron como resultados una sustancial baja de glóbulos rojos y elevados los blancos, es una anemia galopante, que le a producido malestar y el desmayo, cuando llego le costaba mucho respirar y un irregular ritmo cardiaco, en este momento esta medicada, descansando en Terapia Intermedia y de ser necesario podríamos indicarle una transfusión sanguínea.

No podemos adelantar ningún pronostico hasta que terminemos de hacerle todos los estudios y mas análisis que indican el protocolo en estos casos.

Yo — ¿Dr ahora la puedo ver un momento, quiero que sepa que estoy acá y que también esta su hija; Según su experiencia, que pudo ser lo que le paso, que causo esta anemia…

Dr — ¡Maximiliano, adelantar un pronóstico como ya se lo dije anteriormente seria cometer un gran error, esperemos unos días hasta que tengamos los otros resultados. Ahora lo vamos a acompañar para que vea a su esposa, quédese tranquilo que ya está medicada, controlada y de no mediar ninguna complicación en dos o tres días le daríamos el alta. Caminamos con Mili por el largo pasillo hasta el ascensor, subimos al 5 piso y pudimos verla, estaba adormecida, al vernos quiso hablar, pero solo salieron algunos balbuceos incongruentes, con Mili le dimos unos besos y le dije que descanse, que ya tendríamos tiempo de hablar, le tome de la mano, le di unos besos mas, le dije tranquila mi amor, todo va a estar bien, al salir de la sala, el Dr me dio muchas ordenes de estudios para hacerlas autorizar por la Obra Social.

Salimos con Mili hacer esos trámites, fuimos de un lado a otro, de piso en piso buscando que coloquen sellos y firmas en las ordenes médicas, terminamos como a las 13:30 Hs. ella tenía hambre nos fuimos a una cantina a comer, yo no pedí nada, no tenía nada de hambre, Mili comió media milanesa con papas fritas, yo la ayudé a terminar el plato de comida y tomamos unas gaseosas.

Ya un poco más tranquilo, nos fuimos rumbo a la casa de un matrimonio amigos del trabajo,  Ana y Carlos, les conté lo que paso con Mariana, donde estaba internada, les pedí si podían cuidar de Mili un rato hasta que me desocupara y que a final de la tarde pasaría por ella, por su puesto que aceptaron, le dije a mi hija que se portara bien y que jugara mucho con sus amiguitos, los hijos de nuestros amigos.

Al llegar Clínica, me llevaron con el Dr, el me miro, me comento que Mariana había sufrido una descompensación y después de hacer dos paros cardiacos había fallecido… Solo recuerdo que grite…  ¡¡¡Noooo Mi Mariana Noooo!!!…

Desperté en una camilla atado de pies y mano, con una aguja clavada en el brazo un sachet de suero color amarillento; la mascarilla del oxigeno me molestaba, me sentía ahogado… Una Vocecita lejana me decía ¡¡¡papá, papá… trate de desatarme pero fue en vano, una enfermera me volvió a inyectar y me dormí; lentamente sali del letargo del somnífero, el Dr me hablaba, para que terminara de despertar, después de un momento ya repuesto pude reaccionar mas tranquilo, les dije que ya estaba bien y que no intentaría hacer ninguna locura, me desataron y ayudaron a sentarme, les pregunté cuanto hacia que estaba allí y me respondió que 3 días, automáticamente pregunte por Mili ¿¿¿donde estaba mi Mili… ellos me calmaron diciéndome que ella estaba con nuestro amigos, que ellos se presentaron en la clínica cuando no fui a buscarla y presintieron que algo malo había pasado, que estaba bien y que no sabía nada que había ocurrido con su mamá. Repuesto un poco me sacaron todo y ya en un lugar más cómodo el Dr me explico que los resultados de los análisis habían dado que Mariana tenía Leucemia Mieloide Aguda, que fue casi fulminante y cuando ella llego a la Clínica, estaba en etapa terminal, que algunas leucemia son muy silenciosa y cuando se manifiestan ya es tarde, ella sufrió dos infartos por falta de oxigenación de la sangre y al cerebro, también me explico que en caso que ella hubiera llegado un dia o dos antes, el final era el mismo y me aseguro que ella solo se durmió y nunca sufrió nada. Me llevaron a la morgue a reconocer su cuerpo, una vez identificado les pedí que me dejaran solo con ella, que tenia que despedirme, solo la mire, no la quise tocar, quería recordar el calos de sus labios y la suavidad de sus manos, de la última vez que la vi y comencé a llorar; llore, llore, llore, llore hasta que ya no me quedaron fuerzas y lágrimas, el Dr me dio un fuerte abrazo y con un nudo en la garganta lamento mucho que no pudo hacer nada para salvarla, le dije que estaba en manos de Dios y ahora su alma estaba con El. Hice los trámites para la cremación, salí de la Clínica fui a busca de Milagros, ella me abrazo muy fuerte.

Cuando llegamos eran como las 15:00 Hs. la casa estaba fría, en silencio, un vacío enorme inundaba el ambiente, Mili no pregunto por su mamá, fue al baño se ducho sola, prepare una comida ligera, comimos en silencio, teníamos hambre,  solo cruzamos algunas miradas, terminamos y juntos lavamos los platos, salimos al patio, el sol de enero calentaba el aire, nos recostamos en la hamaca americana de una plaza y nos dormimos,  una suave brisa nos envolvió, fue como si “alguien no hacia una caricia”, nos despertamos, habían pasado dos horas,  Mili me miro me agarro la mano y me dijo…

Mili —¡¡¡Papi sabes que recién paso un ángel por acá, yo sentí que me acariciaba la cara, el pelo, que me dio un beso, después escuché la vos de Mamá que me decía… Te Amo Mili, te amo mucho, no me extrañes porque siempre estaré con vos y con papi, aunque no me vean siempre estaré…

Nos abrazamos y comenzamos a llorar…  Yo también había escuchado su voz.

Los años subsiguientes fueron duros para todos, mis padres y mis suegros se acercaron un poco mas a su nieta, pero no lo suficiente para ganarse su cariño, lamentaron no haber acompañado la etapa de crecimiento de Mili y la despedida de Mariana, mi conciencia esta en paz, hice lo que sabia que tenia que hacer.                                                                                           

En lo que respecta a su educación Mili, siguió igual, misma escuela mismos compañeritos y compañeritas, como Mili es nacida en agosto comenzó con un año más de edad o sea que a primer año de la secundaria, llego con 13 años, y ahora está cursando segundo con muy buenas notas.                                                                                                                                              
Ella Dejo de ser una chiquilla, se había  convertido en una hermosa y atractiva adolescente de 14, esa que atrae las miradas de muchacho y algunos hombres maduros cuando salimos de compras, ella camina adelante de mí y muchas veces llamo mi atención el zarandeo rítmico y sensual de sus nalgas o al mirarla parada de frente el tamaño de sus pechos que suben y bajan con su respiración, ella ha cambiado totalmente, atrae sus movimientos tan elegantes y femeninos.                                                                                                                                                 
Por otro lado, la Agencia de Taxis y autos de alquiler sigue dando muy buenos dividendos, cuando falleció Mariana nos pagaron un seguro de vida bastante abultado y más unos ahorros que teníamos, pudimos comprar otra casa, también con pileta climatizada, un poco más chica y cómoda, la anterior era muy espaciosa para dos y ya está alquilada.                              

Nuestras vidas ya no fueron como cuando éramos tres, nos costo mucho su ausencia (por eso el cambio de casa) la vida se hizo rutinaria, hay días que solo vemos Tv, en el jardín, cuando la temperatura lo permite nos acostamos en la Hamaca Americana a leer o solo dormir la siesta.                                                                                                                                                                  
Sábado de octubre, Ella estaba en la computadora buscando información para entregar a la escuela, son sus últimas tareas del año y falta poco para que finalice, yo en la notebook controlando las finanzas de la semana y realizando los correspondientes depósitos y transferencias para gastos extras de choferes, taller, repuestos y alguna que otra multa.      

Mili —¡¡¡Papi, Papi…  Grito.
                                                                                                                     
Yo—¿Qué paso Mili que gritas así…  El corazón casi se me escapa por la boca.  
                     
Mili — Mira Papi que encontré sin querer en un archivo PDF…                                                    

Yo—¡¡¡uuuh, mira, ni me acordaba de esas fotos, son re viejas.                                                    

Mili — Bueno no tan viejas, yo tengo como 7 u 8 años, que linda estaba mamá ¡¡¡Y estamos desnudos!!!!  Y empezó a reírse a carcajadas…  
                                                                                  
Yo—¿¿¿Qué te causa risa totita, le dije, mientras yo también reía… Después miré la foto y mil recuerdos pasaron por mi mente… desde el primer dia que la vi, el primer beso y el último beso sin saber qué era ese, el último beso, No pude evitar que los ojos se llenaran de lágrimas, Mili me abraza y me dice.                                                                                                                            

Mili— Perdón papi, no quería ponerte triste, ya lloramos demasiado, creo que ya es tiempo de dejarla ir, si mamá estuviera en este momento acá, estaría retándonos por ponernos así, ella seguramente estaría cagándose de riendo y diciéndote que estabas musculoso y muy panzón. Dicho eso, como si fuera un aviso del más allá, una brisa cálida abre una ventana y volaron por el aire los papeles que estaba sobre la mesa, nos miramos y juntos dijimos asintiendo con la cabeza…  ¡¡¡Ella esta acá… y empezamos a reírnos.                                                                     

Mili— papi, yo me cuerdo todo lo que hacíamos cuando estaba ella. ¿Qué te parece si empezamos a hacerlo otra vez, lo que hacíamos antes, disfrutemos esta vida, seamos felices, gocemos el estar v                                                                                                                                      
Yo—¿a vos te gustaría Mili o solo fue un decir nada mas para levantar el ánimo.                    

Mili— No papi, no fue solo eso… ¡¡¡Pongamos música, bailemos, bañémonos en la pileta, andemos desnudos, gritemos que estamos vivos, que podemos ser felices como antes, ahora juntos nosotros dos y ella desde Allá, desde donde nace el Arco Iris y las brisas cálidas… ¡¡¡Vamos papi ya, empecemos hoy desnudémonos!!!                                                                        

Yo—Mili no sé, tú no eres la bb de la foto y yo como que, mmhh, no se, me desacostumbre a desnudarme…   
                                                                                                                                        
Mili— ¡¡¡Hagámoslo ahora, ya, sin pensarlo mucho, si quieres empiezo yo, después vos o los dos juntos… ¡¿¡¿¡Siii…
                                                                                                                               
Yo—Bueno, que sea juntos, pero teneme paciencia, por favor, vayamos despacio … Mili fue al equipo de música, busco un CD de rock nacional enganchados de los 80, me miro, me guiña un ojo, una gran sonrisa se escapó de entre sus labios, nunca le había prestado atención cuando lo hacía, fue como verla a Mariana, el destello de sus ojos, el movimiento de su cabello… ¡¡¡ Aaaaah, por Dios que hermosa es mi niña.  
                                                      
Comencé sacándome la remera, ella hizo lo mismo para quedar en sujetador color rosado chicle, sus pechos casi como queriéndose escapar, se notaban hermosos del tamaño de una naranja grande, se quita las zapatillas y las medias deportivas, yo hago lo mismo, trato de disimular mi mirada y pensar que es mi hija de 14 años, bajo mi short para quedar en bóxer negros, tengo una media erección que trato de ocultar con mis manos ella me mira estudiando mi anatomía, a mis 33 años conservo una buena figura a pesar que hace mucho que no me cuido y no hago deportes, mido algo así como 1,73 y un peso aproximado de 67 Kg. Cabello castaño claro, ojos marrones, algo de musculatura natural; ella vuelve a mirarme y sonriendo otra vez dice ¡¡¡ Vamos junto, Pá; se quita el sujetador, yo bajo mis bóxer y ella su calzoncito… ¡¡¡ Ya está, me liberé pensé y comencé a tener una erección que no podía detener, ella mirándome totalmente desnuda, sus cachetes se sonrojaron, no quitaba la vista de mi pene, pensé que me desmayaría, ella se acerca tomándome de la mano me dice…                  

Mili— Está todo bien Pá, no te avergüences, a mi me gusta verte así, sos lindo, un hombre muy atractivo, estas desnudo y vivo y hace mucho que no tiene una alegría, desde que mamá se fue, nunca mas estuviste con una mujer.                                                                                         
Yo— Es que sos mi hija y me avergüenza que me veas así, esto de estar desnudos no tendría que afectarme, pero tal vez un poco de razón tengas, estuve muy solo estos últimos años.            

Mili— Vamos a caminar un poco por el Jardín así se nos pasa la emoción y los nervios, es bueno que volvamos a hacer las cosas de antes, y juntitos los dos y hablemos de cualquier cosa.                                                                                                                                                               
Yo— Si Tenes razón…  ya me dio hambre… ¿Qué Cocinamos …                                                   

Mili— ¡¡¡ Noo, cocinar no, pedimos algo por Delivery ¡¡¡si, si, Pá…   Bueno respondí y llame, pedimos hamburguesas, papas con queso chédar y cebollitas doradas, unas gaseosas y también unas cervezas para mí. Ya tendré tiempo de empezar la dieta saludable, la caminata por el patio fue buena, distendida, con algunas preguntas banales y risas por las ocurrencias de Mili, todavía me costaba verme desnudo frente a ella, dimos vueltas por el patio, entre los árboles, plantas y flores una vereda nos sirve de circuito de caminata, nuestro patio está rodeado de elevadas paredes y al no tener ninguna edificación de alto cerca, podemos estar cómodos y preserva nuestra intimidad. La incomodidad y vergüenza del comienzo mermaron un poco más con la caminata, al pasar frente a un ventanal de vidrio con puerta corrediza, nos sirvió de espejo para vernos, me mantenía bastante bien, abdomen plano muy poco marcado, seguía teniendo un buen físico, algunos músculos todavía se mantenían y marcaban su forma y mi pene colgando como el badajo de una campana, algo así como 17×4 en estado flácido, acompañado por un par de buenos huevos.   
                                                                                         
Mili se miraba, como buscando su mejor perfil y comparándose con alguien …                          

Mili—¿Pá, soy tan linda como Má, creo que ella tenia mejor cola y las tetas más grandes ¿no… Esta vez la mire mejor, con más ganas, La recorrí impúdicamente con la mirada, disfrute ver toda su desnudez, sus tetas redondas, macizas, firmes, sus areolas pequeñas y rosadas coronadas por erguidos pezones que son una tentación, la cintura bien contorneadas, el abdomen a penas una pequeña barriguita que la hace más sexy, su cola tiene la forma de un durazno, piernas delgadas pero no flacas bien torneadas, su monte de venus apenas poblado por escarzo vello púbico terminando en su sexo, de labios finos, asoma tímidamente en su parte superior el botón de los deseos, El Clítoris.                                                                              
Sin darme cuenta, me había quedado mudo observándola con una casi plena erección.        

Mili— ¡Papi, Papi, te quedaste mudo, ¡mirándome como un bobo!  Se reía, sin quitarle la mirada a mi pene. Traté de disimular, pero era imposible, entonces dije…                                  

Yo—Es que ustedes en cierta forma son lindas, cada una a su manera, tienen su encantos y belleza natural, o sea que son hermosas mujeres al fin. Giró hacia mí y me abrasa apretando su cuerpo contra el mío, mi pene se apretó contra su abdomen, sentir el calor de su piel, su perfume que hasta ese momento no había percibido, fue como sentir que abrazaba un ángel, su piel suave, caliente me transportaron a otro mundo.  
                                                                  
El sonido del timbre del llamado del Delivery me trajo al presente, me vestí solo con una Bata de seda azul, tome el pedido, almorzamos los dos en batas, mientras comíamos mirábamos una película que quedó inconclusa, como es regla impuesta, que casi nunca se rompe, hay que dormir la siesta y nos gusta mucho hacerlo. Nos acostamos desnudos, solo cubiertos por una suave sábana, antes habíamos corrido un poco las cortinas para suavizar la luz solar, me acosté de espalda, Mili se acurruco cruzando su brazo por mi pecho, extendí mi brazo derecho por debajo de su cabeza para que se apoye, mi mano descansa en su espalda para acariciarla, mirando el techo, pensé en las verdades que ella dijo en la mañana, que dejamos de hacer muchas actividades durante el tiempo que duro el duelo, y me dormí profundamente. No sé cuánto tiempo fue, unos movimientos de Mili me despertaron, ella había bajado su brazo derecho hasta mi abdomen, su pierna derecha montada sobre la mía, sus movimientos eran suaves, ella frotaba su sexo en mi pierna, no quise abrir los ojos, me quedé inmóvil esperando su reacción, su respiración entre cortada, entonces la escuché dar un gruñido muy bajo y suave, después siguió un largo suspiro. Entre abrí un poco los ojos y la vi, se mordía los labios inferiores ¡Aaaaah, siii, oh siii, decía y su cuerpo se arqueo para temblar como si tuviera frio, sé que había llegado a un orgasmo, me moví para quedar frente a ella, la abrace acariciando su espalda, con mi mano libre la tome de la cintura para atraerla hacia mi hasta quedar abrazados muy juntitos, su transpiración mojaba mi cuerpo, la deje que se relajara, ella se quedo quietita temblando como un pájaro mojado buscando calor. Abrí los ojos, la miré, no dije nada, ella me miraba, rompió el silencio diciéndome.                                                                    

Mili— ¡¡Hola Papi, te dormiste todo…                                                                                                   

Yo— La verdad que me dormí como un tronco, ¿vos pudiste dormir algo o mis ronquidos no te dejaron, dije riéndome.    
                                                                                                                  
Mili— ¡¡¡Noo para nada Pá, si roncaste ni te escuche.                                                                       

Yo— Bueno es hora de levantarse, bañarse y ver si salimos a pasear un rato, dar una vuelta y vemos que hacemos.  Ella levanto las sabanas para salir de la cama, se paró a mi lado, me mira a los ojos, me dio un suave beso (piquito) en los labios, después se fue caminando y al hacerlo dejo caer disimuladamente su mano en mi pecho que fue recorriendo, acariciando mi cuerpo hasta que la punta de sus dedos rozó mi pene.      
                                                                 
Se baño, luego lo hice yo, salimos a la ciudad, fuimos a una plazoleta donde muchas veces la llevamos con Mariana para que ella jugara en los juegos, las hamacas, el tobogán, el sube y baja…  Le dije ¡¡Anda a jugar, te espero acá, me miro y haciendo montoncito con los dedos, me dijo ¿¿Estas loquito Pá, estos juegos son para nenes, ya no tengo edad para jugar y comenzó a reír … Seguimos caminando agarrados de la mano, reíamos por cualquier cosa, hacia mucho que no me sentía así, por momentos era como si estuviera con Mariana, en muchos aspectos y actitudes era igual, la tomaba de la cintura y ella a mí, o me acariciaba la cara y me decía te quiero Pá … Ya entrada la noche le dije.                                                              
Yo—Mili, te invito a cenar.  Ella me miro frunciendo el ceño y dice.                                           

Mili— ¿usted me está invitando a cenar ¿Qué intenciones tiene señor?… con cara de picardía,  le seguí el juego, yo poniendo mi mejor cara de seductor, le tome una mano y agregó.            

Yo—Siendo Usted una mujer tan hermosa, mis intenciones son las mejores, solo quiero complacerla, Nadar en el mar profundo de sus bellos ojos, sentir la seda de su piel y recorrerla con mis dedos, como haría un violinista al tocar el diapasón de su instrumento,  para interpretar la melodía que brota de su corazón o tal vez cometer el pecado de morder la fruta prohibida de sus labios rojos. ¡¡¡oooh bella dama que ha cautivado mi corazón con solo sentir el perfume de su cuerpo. ¡¡¡Pídame las estrellas y a sus pies las dejara! … Me miro, me abrazo, acerco su boca a mi oído para susurro.                                                                                               
Mili—¡¡¡¡¡Aaa laaa mieeerrrrdaaa, casi me meo los calzones al escucharte, por Dios Papá, que gran seductor sos Papi, con esas palabras, caí rendida a tus pies, con razón Mamá estaba tan loca de amor con vos … Nuestras risas se escucharon fuertes, mucha gente se dio vuelta para mirarnos, seguimos nuestro camino riendo como hacía mucho tiempo que no lo hacíamos … Al llegar al restaurante, pedí mesa en el privado para dos, leímos la carta y después de una breve discusión nos pusimos de acuerdo, pedimos Langostino Panko con Salsa de Parmesano y Papitas Noisette, para beber Mili una gaseosa cola, para mí una botella Mini Extra Brut Champagne Chandón, que al final fueron dos. Terminada la cena, salimos caminando disfrutando de una hermosa noche, cálida, estrellada, tranquila, llegamos al auto y salimos rumbo a casa, al llegar nos descambiamos, nos pusimos nuestras pijamas, me prepare para ver una película que me habían recomendado hace un tiempo atrás, como todavía era temprano, me descorche otro champagne ya que estaba en casa y nadie me molestaría, Mili se fue a su dormitorio yo al mío y puse la  película “Los Amantes de Fuego”… Y apareció Mili.  Mili—Pá ¿puedo ver la película con vos, no tengo sueño, porfa di que puedo …  Accedí a su pedido. Al principio era medio aburrida y los dos estábamos ya comenzando a bostezar, Sali de la cama, fui al baño, desde allí escuche jadeos, susurros, respiración agitadas, regrese al dormitorio veo a Mili con los ojos grandes como huevos duros clavados en la pantalla, había escenas muy subidas de tono, eróticas, casi porno, puse pausa, quería sacarla pero ella dice…   Mili—¡¡¡Noooo papi, ahora que se puso buena la queres sacar, deja la película  Pá …              

Yo— Mili, me parece que no es una película para que veas a tu edad, son escenas muy fuertes. 

Mili—Pá, ¿Por qué pensas que no puedo verla…   
                                                                              
Yo— Hija creo que todavía no tenes edad para ver esto, no quiero que mal interpretes lo que realmente es el sexo entre personas que se aman y el sexo en este tipo de film.                        

Mili— Papi, creo que lo tuyo es por vergüenza de verla conmigo, en la escuela tenemos una materia que se llama Educación Sexual Integral, una doctora que es pedagoga, nos enseña y explica a las nenas todo lo que tenemos que saber sobre el sexo … 

Mientras ella decía esto yo estaba perplejo escuchando a Mili, mientras bebía una copa del espumante vino que destape, azorado seguí escuchando su alocución sobre el tema del sexo … Y prosiguió, hasta vimos unos dibujitos animados re aburridos de como se gesta un bb, como el hombre inserta el pene dentro de la vagina y al derramar los espermas en su útero, etc, etc, etc, fecunda el ovulo, también nos habló de cómo debemos protegernos y que los chicos siempre, siempre tienen que usar profilácticos, para no contraer o contagiar enfermedades venéreas … Yo escuchando a mi hija de 14 años en una clase magistral de sexo, quede anonadado, casi le hago pregunto para sacarme alguna que otra duda.                                                                                                      
Yo— Bueno, pero si se pone muy picante o muy erótica la saco ¿ok? …  Si Pá dijo Mili no muy convencida…  

La película tenía muchas escenas cargada de erotismo, Mili estábamos reclinada en mi pecho, mi brazo pasaba por sobre su hombro derecho, para caer casi sobre su pecho, ella totalmente concentrada, trate de no prestarle demasiada atención para evitar una erección, que seguramente no podría ocultar y ella seguramente notaría, mientras tanto tome la última copas de champagne, su respiración se hacía pesada, acompañada de hondos suspiros, de a poco se fue acomodando, subió a penas su pierna sobre la mí, para que el muslo rose su monte de venus, por momentos, se movía muy despacio para apretarse contra mi pierna y soltar pocos segundos después otra vez. De reojo me miraba como intentando descubrir si me daba cuenta de sus movimientos yo disimulaba. 
                                                  
Yo—Mili ¿estás bien, no te aburre la peli… le pregunte para desenfocarla un poco y romper el hielo.                                                                                                                                                           
Mili— No sé, si un poco densa Pá ¿a vos te aburrió?                                                                             

Yo— Si También, Un poco, me cansan tanto sexo, tanto franeleo.                                               

Mili— Si vos queres sacala…                                                                                                                   

Yo—¡Naaa, si llegamos hasta acá, ahora quiero verle el final, ya le queda poco.                       

Me muevo para levantarme, quiero ir al baño le dije y salí de la cama, después de hacer pis me lave el pene y de regreso veo el pijama de Mili al pie de la cama, al acostarme noto que esta desnuda, totalmente desnuda, me mira y sonriendo me dice esta Peli Me Dio Calor…    Me sonreí y no dije nada más. La película finaliza con unas cogidas en 3D a todo color y sonido Dolby envolvente que casi eyaculo con solo escuchar los gritos de la mujer garchando a full, en todas las posiciones posibles, esas imágenes finales fueron fatales, se dieron como si supieran que terminaba la película … Los ojos de Mili parecían dos platos playo, jadeaba, transpiraba y reía para disimular su excitación, la erección de mi pene lo disimule un poco encogiendo la rodilla, haciendo como una carpita. Y por fin “THE END” …                                    

Yo—Bueno, esto se terminó y es hora de dormir, le dije.                                                                

Mili—¿Me puedo quedar a dormir con vos Pá, me da pereza ir a dormir sola…                             

Yo—¿Mmmmhh, no sé, seguro que no vas a roncar fuerte ja ja ja. reí.                                      

Mili—Te juro que no…  Me dijo y me abrazo apretándose contra mí, estiro su cuello para llegar a mis labios y estamparme ya no un piquito, ese fue un picazo…                                        

Yo—Bueno, está bien, esta noche podes quedarte, solo esta noche.                                               

Mili—¿Vas a dormir vestido, hace calos Pá, no te queres quitar el pijama.                                  

Yo— ¿Vos queres que me lo quite, nunca lo habíamos hecho a la noche, casi siempre era a la siesta …                                                                                                                                                       
Mili— Bueno Pá, tenemos que cambiar la rutina, siempre hay una primera vez para todo, y Si, Quiero que durmamos los dos así, desnuditos … La mire fijamente a los ojos, me baje de la cama, ella se paró a mi lado, comienza a desabrochar los botones de la casaca, desase el nudo del pantalón y este se desliza suavemente hasta mis pies, apago la luz de la mesa de noche, me acomodo de costado, ella está detrás de mí, me da un beso en la comisura de los labios, me abraza apretándome contra ella, haciéndome sentir toda su desnudez.                                    

Creo que el dia fue demasiado largo, con muchas emociones y las copas de más que tomé me hicieron efecto, me dormí plácidamente.                                                                                              
La suave sensación del sueño llega, siento la voz de Mariana diciéndome Te Amo, Te Necesito, sus manos recorriendo mi cuerpo, sentía la acogedora calidez de sus caricias, que me transportaban al recuerdo de tantas noches de sexo y lujuria desenfrenada, sus labios buscaban los míos, nuestras lenguas se encontraban, se deseaban, yo mordía sus labios dulcemente y ella, los míos.                                                                                                                      
El juego de seducción se desato, buscaba su cuerpo, ella acariciaba los testículos, la sentía respirar, jadeaba, su aliento mentolado, el perfume a jazmines y azares invadían mis sentidos, mis manos buscaban su cuerpo, sus pechos, su cola, ella jugaba con mi erecto pene, tiraba del prepucio para dejar el glande fuera de su funda, su cabeza se deslizo hacia mí pene, sentí sus labios besarlo, su boca torpemente intentaba tenerlo dentro y chuparlo, sus manos acariciaban el bajo vientre para llegar al abdomen, besa mis pezones, una explosionó de sensaciones recorría todo mi cuerpo, mis manos acariciaban su sexo húmedo excitada, mi boca buscaba sus pechos, sus pezones, cuando los tuve en mis labios su vos me reclamaba ¡¡¡Masss, Asiiiii, Masss Papá, por favor no te detengas seguí asi, asi, Papá…                              

Me senté de golpe en la cama, prendí la luz, vi los ojitos de Mili, desorbitados, exultantes, deseosa de sexo…                                                                                                                                       
Yo— ¡¡¡Noo, Noo Perdón Mili, perdón, perdón hija perdón. Me tape la cara con mis manos.    

Mili— No Pá, fui yo la que te trajo hasta acá, no sé qué me paso.                                                   

Yo—No podemos llegar a esto, no esta bien, sos mi hija, sos mi hija, mi pequeña y adorada hija…                                                                                                                                                           

Mili— Cuando empezaste a soñar y nombrabas a Mamá, te sentí como angustiado, desprotegido, sollozabas, te abracé y sentí que te calmabas, te acurrucabas entres mis brazos, sin querer comencé a acariciarte, me enternecí, sentí que necesitabas esto…                                

Yo— No Mili, me tendrías que haber despertado, hay ciertos limites que no debemos sobrepasar…                                                                                                                                              
Mili—Lo que paso no fue nada Pá, solo unas inocentes caricias, pero sentir tus manos tan suaves tocando mi Cosita, fue como sentir electricidad pasando por todo mi cuerpo, eso activo todos mis sentidos y mi cuerpo estaba a full  ¡¡¡Wauuuu Pá es hermoso estar así, Papi se que soy una adolescente de 14 años, estoy madurando y despertando sexualmente, vos un hombre, pero creo que si…                                                  
¡¡¡Salte de la cama, casi corriendo … llegue al baño, me metí bajo la lluvia, quería despejar mis pensamientos, la erección de mi pene si estaba a full, tan así que me dolían la verga, quise masturbarme para relajarme y no pude, no encontrar motivación …  Ella me llama. ¡Voy, le conteste! Al salió del baño estaba totalmente desnudo, mi pene en su máximo expresión, y no lo podía disimular, ella me miró con la cara enrojecida y los ojos muy abiertos por la lujuria, se mueva para dejarme espacio en la cama, invitándome a acostarme a su lado, sentía vergüenza y tenía miedo, no podía sostener la mirada, ella tomándome la cara con las dos manos, se acerca, me besa y dice, colmate, tranquilos hablemos.                                                
Mili— Pá, sé que todo esto nos revoluciono, no estaba en nuestros planes, pero paso, dejemos que fluya, no sabemos bien hasta done llegaremos, sos un hermoso hombre en todos los sentidos y también sé que me vas a respetar, todo lo que hagamos será consensuado por los dos…                                                                                                                                                               
Yo—pero Mili esto no estaría bien, que dirá la gente si se enteran, no, no esto no está bien.  Mili—Papá, ¡¡La Gente… ¿¿Qué Gente, nadie se va a enterar, esto va a quedar dentro de estas paredes, en nuestra casa, solo seremos tu y yo, Papi escúchame un momento, relájate un poco y escúchame … me exigió …  hagamos un trato, como te dije, dejemos que esto corra solo, dejemos que fluya, vayamos despacio, enséñame a disfrutar del sexo en todas sus formas, a sentirme una mujer, tengo total y plena confianza en vos Papá.                                                       

Diciendo esto se recostó a mi lado, su mano acariciaba mi pecho, después bajo hasta el abdomen, ella buscaba mi mirada, esperaba una reacción de mi parte, algo que aprobara su acción, la deje que hiciera, bajo la cabeza para mirar mi pene, muy despacio acerco su mano, lo envolvió con sus dedos, aunque no llagaban a rodear su circunferencia, apretó un poco y de mi boca se escapó un ¡¡¡Oooh, Diossss, esto se siente tan bien … 
                                                  
No podía creer que mi hija, me estaba masturbando, sus suaves y delicados dedos recorrían toda la longitud de mi verga, ella tiraba del prepucio para bajarlo hasta su base y dejar la cabeza de la verga fuera de su funda, inconscientemente eleve las caderas aceptando esas caricias que tan bien me hacían sentir…  volvió a mirarme a los ojos.                                        

Mili— Papi ¿Te gusta como lo hago, tocarte el pene así, esto a mi me calienta mucho y me gusta sentirme así … ¡¡Quiero meterla en mi boca, descubrir que gusto tiene ¿¿¿Puedo Pá…  Yo— Si Mili, solo ten cuidado con tus dientes, el glande es muy sensible, no lo muerdas… Hace lo por favor, si hace lo despacio Le pedí … El estado de excitación ya estaba sin control. Ella se puso de rodillas, sentándose sobre sus piernas dándome la espalda, se inclina hacia adelante apoyada en sus codos para llegar hasta al pene, comenzó a besarla, con la punta de la lengua rozaba el glande, ella estaba descubriendo nuevos caminos al placer, lugares insólitos donde deleitarse en los juegos del sexo. Por mi parte, la miraba, yo también descubrí que la cola de Mili es muy atractiva y sexy, estaba al alcance de mi mano y no desaproveche la oportunidad. Al estar inclinada sus nalgas se ofrecían impúdicas, mostrando la intimidad allí guardada, La cosita se veía rosadita, la húmeda de su flujo lubricaban sus labios, acerqué mis dedos, acaricié esos labios calientes, apretados, casi inviolables, al sentirme se movió para abrir las piernas y dejar el camino abierto, al placer. Solo rosaba mis dedos por el canal entre sus nalgas y su sexo, para dejar la palma de la mano en su cosita, ella comenzó a moverse apoyada en mi mano, su sexo reclamaba satisfacción, los labios de su conchita se abrían reconociéndome, aceptando esos estímulos, de su garganta se escapan fuertes suspiros para escuchar.  ¡¡¡ Huuufff aaahhyy, no pares Papi, no pares, esto es hermoso … Yo empecé a mover mis caderas, el pene entraba y salía de entre los labios de Mili, me estaba cogiendo su boca, ella acompañaba mis movimientos moviendo su cola, su sexo en la palma de mi mano, sus movimientos comenzaros a ser más fuertes, empezó a tener su primer orgasmo, el primer orgasmo liberada de todo pudor y prejuicio ¡¡¡Aaa ahhh sí,sí,asi …  sus piernas se tensaron para temblar de placer, en el mismo momento que varios chorros de esperma se estrellaron en su cara, ella abrió la boca y comenzó a chupar el pene y recibiendo mas leche caliente que tragaba… Nos quedamos quietos, jadeando de placer, ella se limpia la cara con los pijamas que estaban al pie de la cama, entre sus labios habían quedado algunas gotas de semen, ella los limpio y saboreo y pregunto.                                                                                                          
Mili—Pá ¿Cómo se llama esto que salía del pene, es pegajoso y caliente…                                   

Yo—Esto es la eyaculación masculina, algunos lo llaman semen y otros lo llamamos normalmente como LA LECHE.                                                                                                             
Mili— ¡¡¡Me encanta tomarme tu leche Papi…                                                                                   

Ya más relajados, abrazados nos besamos, ella me dijo que fue hermoso todo lo que sintió, nos sentíamos aliviados, liberados, pudimos vencer este prejuicio.  

El cansancio del dia y el sexo hizo su efecto, nos dormimos oliendo a transpiración y sexo.

Por RUBEN47FERNANDO

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