lunes, 5 de febrero de 2024

La feliz y depravada navidad de Karla y su nena Lyla. Prologo


Karla, una mujer fogosa, adicta al sexo y depravada, pervertida, el sueño de todo hombre, de 1.55 de estatura, delgada, de tes morena intensa una carita angelical con ojos expresivos, cabello lacio negro y largo, un cuerpo perfecto, de caderas y cintura marcada, buen trasero y unos pechos ni muy grandes ni muy pequeños pero redonditos y firmes, pezones oscuros, sin duda Karla es la clásica mujer que levanta suspiros y algo más al verla por la calle.

Karla, Karlita como le gusta ser llamada, es una chica que disfruta de los placeres carnales, ella misma se considera adicta al sexo y le encanta disfrutarlo al máximo, siempre abierta a experimentar cosas nuevas. Este gusto por el sexo le viene de un suceso que la marco de por vida, que más adelante conoceremos. Karla tiene una pequeña hija, Lyla de 5 añitos, la pequeña Lyla heredo la belleza de su madre, pues a su corta edad es muy bonita, es casi una copia de su madre, con una carita hermosa y tierna, ojitos redondos, una boquita muy tierna, sus labios bien definidos, morenita como Karlita, un pequeño culito con unas nalguitas paraditas, redonditas y suavecitas y con una voz que al escucharla provoca ternura. Lyla es una niña muy sociable, alegre y sonriente.


Karlita es madre soltera, quedo embarazada de Lyla a los 16 años por andar disfrutando del sexo sin tener precaución. Ahora a sus 21 años, encontró en la modernidad tecnológica la manera perfecta de sacar adelante a su hija, siendo tan ardiente y cachonda, Karlita no dudo en crear su página “solo para fans”, de la cual obtiene jugosas ganancias que le permiten vivir tranquilamente con su hija la pequeña Lyla.

No hace mucho tiempo en una salida de vacaciones a la playa, Karlita conoció a Manuel, un hombre de 30 años, apuesto, de buen cuerpo, atlético, buen mozo, amable y con una afición por el sexo similar a la de Karlita, depravado y lujurioso como ella, por lo cual la conexión fue instantánea, el mismo día en que se conocieron en la playa, la por la noche estaban disfrutando como locos del sexo en la habitación de hotel de Manuel. Karla había ido a ese viaje con su hija Lyla y una amiga, Mariana. Aquella noche Karlita le encargo a su amiga Mariana que cuidara de Lyla mientras ella se iba de fiesta con aquel hombre que había conocido en la playa, Manuel. Mariana, cercana y buena amiga de Karlita, conocía perfectamente a su amiga, por lo que sabia que sin duda alguna Karlita haría travesuras con él.

Una muy grata coincidencia fue que Manuel era originario de la misma ciudad de Karlita, por lo que al terminar sus vacaciones la relación continuó. Desde un principio Karlita fue completamente sincera con Manuel, confesándole que hacía para ganarse la vida, Manuel siendo tan cachondo y abierto como ella no tuvo el más mínimo problema, las cosas quedaron claras y la relación seria de amistad y sexo.

Pasaron algunos meses y Karlita y Manuel disfrutaban de los placeres carnales con regularidad, de 2 a 3 veces por semana, cada encuentro era fascinante, sexo duro, depravado, en sesiones que duraban de 4 a 6 horas encerrados en la casa de Manuel quien es soltero. Cada que Karlita salía a sus encuentros con Manuel dejaba a la pequeña Lyla al cuidado de su amiga Mariana.

Cierto día, en el que Karlita y Manuel se encontraban disfrutando de uno de sus apasionados encuentros sexuales, estando acostados en la cama reposando después de una tormenta de sexo depravado, ella estaba acostada con su cabeza recargada en el fuerte pecho de Manuel mientas con su mano acariciaba la gran verga de 18 centímetros de le daba tanto placer. Manuel con su mano alrededor del cuerpo de Karlita, acariciaba su espalda. Manuel noto a Karlita un tanto pensativa.

– ¿Qué piensas?, noto algo en ti.

– Pues, hay algo que quisiera contarte, pero no sé…

– Anda, cuéntame, creo que los dos nos hemos tenido bastante confianza desde el principio.

– Ok, ok, de hecho, he querido contarte esto hace tiempo, te lo contare porque te has ganado mi completa confianza y espero que no lo tomes mal…

– Adelante dime…

– Mi vida no ha sido normal, no he tenido una vida como la de cualquier chica, tu sabes a lo que me dedico, que tengo mi página y así gano dinero, pero hay algo más, guardo un secreto que solo a ti te contare por la confianza que ahora te tengo.

– Si, claro, puedes confiar en mí, sea lo que sea, te prometo tomarlo con calma y descuida, de mí no saldrá ni una sola palabra.

– Pues, mi infancia no fue normal, tú sabes perfectamente que me encanta el sexo tanto como a ti, y por eso me siento tan a gusto contigo, pero yo no nací de cachonda y lujuriosa, creo que así me volvieron, así me hicieron…

En ese momento Karlita se levantó de entre los brazos de Manuel y se sentó en la cama en posición de flor de loto, quedando a la altura de la cintura del cuerpo de Manuel quien seguía acostado mirando a Karlita esperando a que le contara su secreto.

-¿A qué te refieres?

Karlita miro fijamente a los ojos a Manuel y se dispuso a revelar su secreto.

-Mi madre falleció cuando yo tenía 2 años y quede al cuidado de mi padre, no entrare en muchos detalles, pero tengo que confesarte que mi padre comenzó a tener relaciones sexuales conmigo cuando yo tenía 3 años…

Al escuchar eso, un escalofrió recorrió el cuerpo de Manuel, incrédulo miraba a Karlita quien contaba aquello tranquilamente, sin alterarse ni parecer enojada o traumatizada, lo contaba con tranquilidad.

¿Cómo así?
Espera déjame seguir contándote.
Ok, adelante, te escucho.
Empezó a tocarme de maneras impropias, yo no lo comprendía en aquel entonces pero no me molestaba ni me sentía mal ni rara, por el contrario lo tomaba como muestras de amor de padre, me gustaba cuando me tocaba y me daba besitos en las mejillas o la frente, me hacía sentir especial y muy amada, poco a poco la situación fue subiendo de tono, llego un momento en que me besaba en la boca, no eran besos apasionados solo de piquito, pero en la boquita y cosas así, hasta que llego el punto en que el que cuando me tocaba metía su mano debajo de mi ropa, me decía que era su pequeña princesa, que me amaba mucho y a mí eso me gustaba, me gustaba sentir las manos de mi padre en mi cuquita, en mi colita en mi pechito plano, un día supongo que no se pudo contener más, y empezó como siempre a tocarme y darme besitos hasta que poco a poco me fue quitando la ropa, después yo me dejaba, no sé porque pero simplemente me dejaba, me gustaba, no entendía porque me estaba desnudando, pero me estaba gustando y quería que siguiera. Después él se desnudó también y por primera vez en mi vida vi el cuerpo desnudo de un hombre, en ese momento no sabía porque, pero su verga estaba bien parada y dura. En fin, las cosas continuaron, empezó a besarme con pasión, a mí me agradaba mucho me tocaba me hablaba bonito, empezó a hacerme que yo le tocara la verga con mis manitas y me resultaba muy excitante, claro, no sabía que estaba excitada en ese momento, pero sentía algo muy rico al sentir la vergota parada de mi padre en mis manitas. Y bueno, aquel día comencé a tener sexo con mi padre, no me penetro, pero si me comió la cuquita y el culito, beso todo mi cuerpo mí me hizo masturbarlo y chuparle la verga, claro que no cabía en mi pequeña boquita, pero la lamia y la besaba. Fue algo muy rico y hermoso para mí, hasta el día de hoy no sé porque no me traumatizo ni me hizo sentir mal sino todo lo contrario lo disfrute mucho. Seguí teniendo sexo con mi padre, ya de más grande comprendí todo, ya sabes.
Manuel, seguía incrédulo, pero al mismo tiempo, le resultaba sumamente excitante y depravado lo que Karlita le contaba.

Mi padre empezó a penetrarme a los 10 años, lo hacía por mi cuquita y mi culito, recuerdo la primera vez que lo hizo, me dolió mucho, pero era un dolor muy rico, claro me dolió todavía más la primera vez que me penetro el culito, sentía que me partía en dos y gemía y gritaba sin control, pero era muy muy rico, a partir de esa edad mi padre comenzó a compartirme con algunos de sus amigos, eran tres amigos de el con los que tuve sexo también, en ocasiones con mi padre y sus amigos al mismo tiempo, todos eran unos depravados que me usaban a su placer pero yo lo disfrutaba como no te imaginas, vaciaban su vergas sobre mi carita, en ocasiones sobre mi cuerpo y a veces todos se descargaban dentro de un vasito y luego me veían tomarme toda su leche mezclada, desde la primera vez que probé la leche de mi padre me encanto su sabor y ahora tú sabes muy bien que me encanta el semen jaja, en fin, me había vuelto adicta al sexo depravado, mi padre me volvió toda una putita, y por eso es que te digo que así me volvieron, pero no siento que sea algo malo, al contrario me encanta ser así, también lo sabes de sobra, me encanta ser toda una puta…
Al finalizar de contarle su secreto, Karlita miro sonriente a Manuel quien también la miraba fijamente aun incrédulo.

¿Y bien?, ¿qué piensas al respecto?
Debo confesarte que jamás me imagine que me contarías algo así, tienes toda la razón no has tenido para nada una vida normal, y ahora todo tiene sentido, ahora se porque eres tan puta y caliente, no sé exactamente qué decir, pero sabes, agradezco a tu padre y a sus amigos que te hayan vuelto toda una puta…
Karlita se sintió aliviada de haber contado por fin su secreto, era algo que necesitaba contarle al alguien y encontró en Manuel a la persona perfecta para ello, al ver la reacción de Manuel y darse cuenta que no pensaba mal de ella, Karlita sonrió y se lanzó a los brazos de Manuel y comenzó a besarlo.

Gracias por escucharme y por no juzgarme mal, sabía que eras la persona correcta para contarlo y creo que lejos de tomarlo a mal te ha gustado mucho escuchar mi secreto, mira nada más como se te puso la verga, mmm la tienes super dura, lista para darme más de lo que me encanta…
Y así, Karlita y Manuel comenzaron una faena increíble, cargada de pasión, lujuria y depravación. Al finalizar esa sesión de sexo duro y sucio, estando descansando, Karlita tenía un secreto final que confesar.

Oye bebé, tengo algo más que confesarte…
¿Cómo, aún hay más?, pues adelante dime…
Bueno, sabes de mi hija, Lyla, ya la conociste desde que nos conocimos en la playa, pues bueno, aunque la amo con todas mis fuerzas y es mi pequeño tesorito y mi princesa hermosa, ella no fue planeada, fue producto de no cuidarme por andar de puta, pero si se quién es el padre, sin más rodeos debo confesarte que el padre de Lyla es también su abuelo…
Manuel no daba crédito a lo que acababa de escuchar, de inmediato en su mente analizo las palabras de Karlita.

¿Qué?, ¿es verdad lo que dices?
Si bebé por nadar de puta con mi padre y no cuidarnos termino por embarazarme, así que mi propio padre es también el padre de Lyla y su abuelo al mismo tiempo, es loco lo sé, pero así se dieron las cosas, cuando supe que estaba embarazada no tuve la menor duda de quien era, esa temporada había estado cogiendo solo con él, tenía mucho que no probaba otra verga y no hay duda mi padre me preño. Él también estaba seguro que él era el padre, los dos nos pusimos muy felices y afortunadamente Lyla nació sana, tú sabes, existen riesgos con un embarazo así, pero Lyla es la niña más hermosa y sana del mundo, lamentablemente mi padre falleció cuando Lyla tenía 1 año y yo 17, por lo que me vi forzada a comenzar a prostituirme para sacar adelante a mi hija, comencé a cobrarle a los amigos de mi padre que me cogían desde niña, ellos me pagaban con gusto las cantidades que yo les pidiera porque sabían que con migo la iban a pasar muy bien, además lo hacían por el cariño que le tuvieron a mi padre, después de todo el, mi padre, su amigo me había compartido con ellos, así que fue como una forma de agradecerle a mi padre apoyándome para sacar a delante a mi hija, claro que ninguno de ellos sabe que mi padre me preño y es el padre de Lyla nadie más que tú lo sabe ahora…
– Y no te preocupes que con este secreto me voy a la tumba.
Te lo agradezco bebé y me siento más tranquila de haberle contado por fin mi secreto a alguien de confianza.
Y asi, Karlita y Manuel continuaron con su relación de amistad y sexo depravado…

Por KARLITAXXX

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