martes, 23 de mayo de 2023

Incesto en familia y algo más … Parte 1


Mi Historia (parte 1)

Hola, me presento Me llaman Nando (diminutivo de Fernando) y comenzaré a relatar la historia de vida.

Mi familia: Papá Sergio, Mamá Laura y hermana Bety, una familia normal.

Vivimos en un pequeño pueblo de la Provincia de Córdoba (Arg.) rodeados de las sierras, vegetación natural y dos arroyos, que hacen de este pintoresco lugar “Mi Lugar en el Mundo” no creo encontrar momentos tan lindos como despertar en la mañana con el canto de los pájaros, el olor a la naturaleza y el calor infernal del verano…


Siempre fui un niño tímido, retraído; en la escuela sufrí mucho el bullying, las burlas y el destrato de algunos de mis compañeros por mi timidez y la incapacidad de relacionarme con personas de ambos sexos. Como muchos chicos fui criado bajo la protección paternal, el cariño y amor de mamá y la compañía de mí hermana.

Como a los 7 años me llevaron a la capital de Córdoba a una consulta con el doctor (un endocrinólogo) algo en mí no estaba bien, algo no encajaba con mi edad y yo no lo sabía, muchos análisis de laboratorio, tomografías, resonancias, etc.

Después de muchas agujas pinchando mi cuerpo y gente mirándome de arriba abajo, descubrieron que tenía algo que se llama “Macrofalosomía” una alteración del crecimiento…  (Se conoce como macrofalosomía, también llamada a veces macropene, al trastorno genético de algunos hombres que poseen un pene de muy grandes dimensiones. Algunos consideran erróneamente a la macrofalosomía una enfermedad, siendo esta una condición genética, dependiente principalmente de los caracteres heredados a través de sus progenitores). – ¿¿¿Sería esta la razón de que mi Mamá dejó de bañarme?

Yo, con mi corta edad totalmente ignorante de la situación, no comprendía o no sabía que un nene de 7 años no podía tener un pene de casi 12 cm.  Estando flácido.

Un tiempo después, en casa retomamos la actividad diaria, mi papá a su taller mecánico, mamá a las tareas de la casa, yo a la escuela con mi hermana. Los días pasaban y el verano llego, comenzaron los días de calor, de disfrutar bañarse en las cálidas aguas del río.  Era casi una obligación que el sábado o el domingo, toda la familia nos íbamos a pasar el día al camping, a orillas del río, llevábamos una carpa no muy grande para utilizarla de depósito de la conservadora de bebidas y la comida, para cambiarse de ropa y que papá durmiera un poco la siesta. Para esos días ya mi hermana de 14 años me miraba distinto, era como que algo le llamaba la atención. Nos fuimos al río, en un lugar muy tranquilo para jugar y chapotear en el agua sin molestar a otros bañistas, cuando de repente mi hermana me pregunta…

Bety… ¿¿¿Nando es verdad que tienes la pija (verga) muy grande, la escuche a mamá hablando una noche con papá sobre vos, que te creció de golpe?                                                                                                                                    

Yo… no sé (bajando la cabeza con vergüenza) creo que no, la verdad es que nunca vi el pito de otro nene de mi edad.

Bety… ¡¡¡Daleee!!! ¿Me vas a decir que no sabes lo grande que es, si un día te vi meando, es muy grande, gorda y cabezona…?

Yo… No Bety te juro que no se si es tan grande…

Bety… ¡¡¿¿¿¡¡Nando me la muestra, quiero verla, quiero ver si es verdad que es tan grande…? (y pone carita de ingenua) por favor, te juro que solo la quiero ver una o dos veces…?

A Bety ya la había espiado en el baño y cambiándose en su cuarto, la conocía desnuda y le dediqué varias pajas, pero no supera las hermosas tetas y la cola de Mamá…

Yo… ¡¡¿¿¡¡Acá, nos pueden ver (ingenuamente, haciéndome rogar)?

Bety…¡¡¡no seas cogón, solo un poquito, aunque sea la punta, la mitad…! Su respiración se nota agitada, se le entrecortaba la voz al hablar.

Yo … Bueno, pero me tienes que dar algo a cambio; algo que me existe, que haga que se ponga dura… Mientras clavó los ojos a sus lindas tetitas apretadas en su bikini, ella lo sabe; Mirando para todos lados, Bety estira sus brazos hacia su espalda, hace un movimiento con su cabeza tirando sus cabellos hacia atrás, dejando sus pechos a la altura de mis ojos, buscando la punta del cordel que desata el nudo del corpiño de su malla, liberando la inspiración de tantas pajas, miraba como hipnotizado, como en cámara lenta se sacaba el corpiño, quedaban frente a mí unos hermosos pechos con esos pezones rozados erguidos por la excitación, no podía dejar de mirar, cada movimiento que ella hacía, como sus tetas le elevaban con el ritmo de su respiración agitada, solo para mí, eso hizo que mi pija tomara vida propia, mi pene pensaba en ella, en ese momento, el tiempo se detuvo, el mundo se redundaba, y yo miraba esas tetas, en vivo y directo frente a mis.

Para ese momento mi pija latina tan fuertemente que me dolía, cada latido repercutía en la cabeza, que tenía el tamaño de una ciruela chica, como si fuera un corazón independiente, se acercó lentamente como esperando una reacción de mi parte, sentí su respiración profunda, el aliento agitado cerca de mi oído que decía…

Bety ¡¡¡Mira mis pechos, tócalos y bésalos, mira, mira, estoy que me derrito, mi conejito está que arde de calentura, de fiebre, solo en pensar en tu gruesa pija…!

Al igual que el periscopio de un submarino, mi pene emergió despacio, sabiéndose que era deseado, para llegar a la superficie y que Bety lo mire…                                                                                                                                  

Bety… ¡¡¡Ohhhh, Por Dios Que Hermoso es…!

Continuará….

Por RUBEN47FERNANDO


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