miércoles, 17 de abril de 2024

El Secreto en la Familia Parte 2


Después de esa navidad las cosas cambiarían, no para bien, Rob notaba como algo había pasado en su familia, (incluso los gemelos aunque nadie lo supiera) parte de eso se daba cuenta, pues sus padres parecían más distantes entre ellos, aunque seguían cogiendo de manera constante, pero lejos de verse como una pareja, era como si su papá fuera el dueño de su mamá, siendo más salvaje al momento de cogerla, incluso parecía querer exhibirse durante el sexo frente a él, pues no fueron pocas las veces que en la noche vería la puerta a medio cerrar, logrando divisar con cuidado como el hombre penetraba a esa ardiente mujer con una pasión inesperada en todas las poses, de misionero, a 4 patas, cabalgándole, con una fiereza propia de una bestia, esforzándose en sentir aquel cuerpo seductor, clavándole su tremenda verga dentro de su vulva jugosa, la cual le recibía de la manera más deliciosa, sacándole sonoros gemidos, moviendo sus pechos de manera fiera, casi rebotándole de forma casi hipnótica, así mismo notarían como una serie de fluidos de la vulva escurrían hasta empapar las sábanas, que iban desde mieles a orines, hasta un poco del semen, mientras que Lara quedaría con un gesto de locura sexual que parecía invitar a que uno la violara en la primer oportunidad, sin embargo eso pasaba cuando estaba el hombre, su marido en casa, reclamándola como suya, porque otra cosa sucedían.


Josh se desatendía más de su rol de padre, incluso empezaba a llegar más tarde al hogar, sin embargo cuando llegaba temprano este le hacía de todo a Lara, siendo tan ruidosos que muchos vecinos se quejaban de la faena sexual que escuchaban, además la tía Claudia parecía volverse más cercana con todos, llegando con sus hijas para cenar en familia, en veces invitando pizzas, haciendo un poco más animadas las cosas, con juegos para que todos estuvieran contentos, pero era evidente que algo escondían, pues los 3 (las hermanas y el hombre) intercambiaban miradas cómplices entre ellos, secretos que nadie más conocía, por su parte Noriko se empezó a volver más retraída, nerviosa, revisando todo a su lado, algo le estaba molestando, en especial cuando estaba en la calle, aunque casi se da cuenta en una ocasión que Rob la espiaba cuando se bañaba, justo cuando parecía ofrecer su coño a la vista del mirón, por suerte el chico se logró escabullir sin hacer ruido, pensó que saldría bien librado, que lo tomaría como un susto, aunque después de eso al volver a verla parecería que al bañarse su prima, esta jugaba con su cuerpo, pellizcando sus pezones, o cuidando como se lavaba su vulva, sobando sus formas deliciosas de adolecente para provocarlo, era como si le dijera: metete a cogerme, te estoy invitando, no me hagas esperar; algo difícil de resistir, por lo que en una especie de duda, se empezaría a acercar más a ella, en supuestos juegos o accidentes se iba restregando cada que podía, trataba de acariciar esa delicada vulva o su enorme culo con su verga, lo cual parecía gustarle a la chica, quien incluso movía mejor sus nalgas para quedar mejor acomodada o sobar mejor su miembro en una especie de perversión compartida, que aseguraba muchas cosas a futuro. Mientras que Julliana igual se hacía más nerviosa, parecía que estaba alerta por algo, incluso se veía asustada, tenía pesadillas, aunque al mismo tiempo soltaba una fragancia deliciosa, la del sexo, que invitaba a Rob a mirarla con más cuidado, reconociendo un encanto que no había notado antes, haciéndola ver deseable a pesar de su corta edad, carajo, todo había cambiado misteriosamente, sin embargo también empezó a aparecerse el viejo de la otra vez, con quien estaba Matilda en la fiesta, al mismo que nunca dejaría de tenerle miedo la niña, aunque este fuera tan amistoso con ella, incluso se haría más apegada a Rob, así empezaba a sentir sus tetillas creciendo, pues siempre hacia eso cuando el tío Can (Candido) les visitaba.

Aquel hombre por las sombras no lo parecía, estas lo ocultaron demasiado bien, sin embargo era el hermano mayor de su padre Josh, aunque no se veían muy cercanos, de hecho se hablaban con cierta medida difícil de entender, como si hubiera alguna clase de marcada enemistad, detalle que no parecía importante, si no fuera porque tenía una noticia, se iba a mudar a la ciudad, y necesitaba que le dieran asilo, por lo que rápido pensaron en dejarle el cuarto de uno de sus hijos, por falta de opciones, pues pese a todo, Can seguía siendo familia a pesar de las diferencias, así que iban a ayudarlo, era lo que el abuelo hubiera querido, pues cabe decir que este había muerto hace años, cuando Matilda era pequeña, apenas 4 años, pero se notaba que siempre le tuvo mucho cariño a todos, por eso le respetaban los deseos a pesar de su ausencia. La situación era sencilla, le dejaron el cuarto de Rob, quien se pasaría a dormir con Ned, este no se hallaba muy contento, siempre se portaba de manera arisca, mientras que Nady se quedaría con Maty, lo cual fastidio un poco al mayor de los hermanos, quien sabía que de esta forma no podría dormir con su hermanita, pasar buenos ratos sintiendo su delicado cuerpo, detalle que notó el padre, quien parecía entender lo que deseaba el crio, miraba el instinto en su hijo florecer y de cierta forma lo aplaudía, aunque no en ese caso, por lo que se notaba casi burlón diciéndole cuando estaban solos: ah, pelado, querías quedarte solo con tu hermana, si bien que la quieres de hembra, carajo, pero no se te va a hacer, tu cálmate, déjala crecer, aún está muy niña; sin embargo no diría nada aparte de ello, aparte que la broma la hacía a solas cuando estuviera algo ebrio, por lo demás solo se mantendría mirándole, como si esperara algo de este, pero no era fácil de entender, además parecía que tomo esas decisiones por alguna razón importante, pues pese a los lloriqueos de Ned, su padre no cedió ni un segundo.

Así habrían pasado los meses, al menos 6 en los que se daría una especie de rutina, y durante estos Rob cumpliría los 14 de edad, sus hermanos también crecieron, llagando a los 12, y cabe decir que Nady también dejaba ver un cuerpo lindo, con grandes pechos que necesitaron sujetador, pero siempre los mantenía ocultos con ropa holgada, además su actitud no ayudaba en nada, mientras que Maty todavía no cumplía los 10, pero se empezaba a marcar más su desarrollo físico, lo cual la hizo volverse apegada a su hermano mayor, pues los niños de la escuela al notarlo se empezaron a burla de ella, llamándola gorda o vaca, hasta boluda, haciéndola llorar en varias ocasiones, detalle que enojaba mucho al chico, pero al mismo tiempo causó otra cosa, pues el tío Can comenzó a ir a recogerla, detalle que no hacía falta, nadie se lo pedía, pero se notaba que tenía alguna clase de interés con la niña, si muchas veces Rob llegó por su hermana sólo para escuchar, perdón pero alguien ya la recogió, eso le recordaba que su hermana era muy sumisa, y no sabía decir que no a nadie de la casa, en especial si eran adultos, así que se apresuraba a regresar, y muchas veces llegó sin hacer ruido, se sintió solo en el lugar, revisando por todas partes, hasta que subía al que fuera su cuarto, donde antes de tocar, se ponía a escuchar un poco, y oía la voz de Can diciéndole que era una niña muy buena a Maty, luego le susurraba cosas de manera sospechosa, lo que no le terminaba de gustar ¿Qué hacía? No podía imaginarlo, pero sabía que no le iba a agradar, por lo cual regresaba a la entrada, haciendo ruido, para buscar a todos, pero llegando a ver que su tío, rápido salía su hermana, mientras este parecía ocultar algo de él, cosas que hacía con su hermanita, aunque este juraba que solo estaban jugando, aunque la niña le daba la razón al viejo, lo que detenía a Rob de hacer preguntas y por sus dudas le decía a su hermanita que fueran a comer un helado, alegrándola por completo, pero fastidiando al hombre, quien parecía a punto de golpearlo, sin embargo se contenía, en especial porque la niña se alejaba tan alegre, buscando quedarse con a su hermano, en especial cuando este le prometía golosinas, viéndose tan preciosa, aferrándose a su cuerpo mientras él sentía aquella figura femenina en desarrollo, y  una vez fuera de la casa, Rob mientras veía Maty comer helado, lamiendo todo de manera sugestiva, mientras soñaba en sentir esa lengua en su verga, igual quería contarle de esto a su papá, pero se iba haciendo cada vez más distante, a la vez que su tío, intentaba meterse en el papel de jefe de familia.

Le resultaba odioso ver al tío Candido sentándose en la silla de papá, bebiendo o hablándole a su madre como si fuera su esposo, regañando a los gemelos de alguna forma, aunque a él lo ignoraba un poco, sin embargo le prestaba demasiada atención a Matilda, cuando veían películas, la quería tener cargada, aunque ella no se sentía a gusto, de hecho, en muchas ocasiones se iba a su cuarto diciendo que le aburría lo que veían, aunque fuera su serie favorita, aunque no había problemas cuando él le decía: vamos a ver una Maty, acuéstate conmigo, hace frio; notó que al decir eso la niña se alegraba sacando una cobija para acostarse con él, y gracias a eso, bajo la tela, podía sentir un poco de su cuerpo, por desgracia el tío Can tomó nota, igual le decía eso después, por lo que ella no quería ver las películas o lo que fuera, Rob se daba cuenta que algo sucedía, pero no se terminaba de dar por enterado, solo lo adjudicaba a que el viejo daba miedo, así que quería intervenir, pero no tendría mucha suerte, por ello casi lloró de alegría cuando Josh diría en un anuncio familiar (con todo y tía además de primas).

Adivinen que, lo conseguí, trabajé muy duro, por eso me alejé de todos, lo siento familia, eso va a cambiar, pero funcionó, hice algunos encargos en mi empresa, ya saben, mi fábrica de muebles, gracias Claudia, eres un encanto, tu idea de agregar muebles de fierro me ayudó mucho, eres una gran asesora, ahora se amplió mi repertorio y clientes, así que pude comprar las casas, sé que hemos estado apretados, en especial lo digo por ti, Can, debes tener tu espacio personal, así que podrás mudarte, conseguí una de las casas de al lado, te la dejaré, con eso creo que tendremos nuestra deuda saldada, por cierto que las otras las tomaré como bodegas para los muebles, así que mantendremos comunicación entre todas las viviendas, además que no puedo remodelarlas por valor histórico – señaló el hombre contento sorprendiendo a todos.

Para el tío Can eso le quitó los colores de la cara, se quedó mudo, seguro se quería quejar, aunque prácticamente le regalaron una casa, no tenía forma de reclamar nada, era obvio que tramaba algo, y la mira de Josh se volvía fuerte, casi burlándose de este, porque algo había entre ambos, que no querían decir abiertamente, sin embargo, las cosas no acabarían mucho, la situación tensa se mantuvo, de hecho, estaban lejos de acabar. Esa noche llovió de manera potente, y ese era un momento excelente, pues debido a que aquel hombre estaba de invitado, era que la relación entre los padres de Rob parecía haberse enfriado, no fornicaban como solían hacerlo, habían estado en ayunas, pero siempre que se presentaba una tormenta con todo y rayos aprovechaban para coger como animales aunque hubiera visitas, eso lo aprovechó el hijo mayor, quien saldría del cuarto por agua, pero más que nada quería ver un poco de acción erótica, acomodándose en la entrada del cuarto, fijándose un poco para sobarse desde afuera, sacándose su verga mientras veía como sus padres cogían, la puerta estaba entreabierta, era un espectáculo increíble, como el hombre le había quitado la ropa a su madre para meterle la verga en un frenesí sexual casi salvaje, siempre haciendo un esfuerzo para no romper a la mujer quien gemía de manera especial, mientras la movían las embestidas de esas caderas, fuertes como un semental, era un deleite total, pues las carnes de Lara se agitaban de manera rítmica, sacándole unos fuertes gemidos que no se calmaban, era como si se volviera una esclava sexual, era sometida de una manera tan potente, tomándola con fuerza, apretándole para alcanzar a chuparle los pechos que apenas y contenía con su boca, mientras la cama hacia rechinidos, todos perdidos entre los rayos, pues algo era diferente, más cuando se escuchó: por el culo no, me lo vas a romper; eran las palabras de Lara, quien se agitaba entre todos esos juegos, estaba completamente desnuda, su camisón hecho a un lado roto, mientras sus piernas en los hombros de su pareja, disfrutando de una serie de embestidas furiosas, y gracias a un relámpago lo notaba, se confundió, sus manos estaban atadas detrás, hoy su padre se comportaba más salvaje de lo normal, mientras follaba tan duro a su mujer, o eso hasta que le llenó su concha en una embestida cardiaca, o eso creyó Rob, cuando se dio cuenta gracias a un nuevo rayo que la estaba sodomizando, siendo más salvaje, además que quien estaba ahí en realidad era el tío Can, lo cual le asustó tanto para alejarse en silencio, pensando ¿Dónde está papá? Una duda que dejaría de lado cuando sintiera una mano a su lado, siendo su hermana, quien lo buscaba.

Nady y Maty se hallaba a su lado, la primera malhumorada, la segunda adormilada, por ello la gemela se iba a su cuarto original a dormir, no le gustaba estar con su hermanita, mientras que la menor se veía inquieta, asustada por la tormenta, un nuevo rayo que escondió otro gemido de su madre la hizo apegarse más a Rob, quien acabó sintiendo sus tetitas crecientes, y mirándola mejor, solo usaba una playera de camisón, seguro debajo de eso tendría una linda prenda de algodón cubriendo su conchita así que entendió todo, no quería dormir sola, por lo que fue a su lado, sintiéndose emocionado por lo que iba a pasar, y así sería. Una vez en el cuarto la niña se dejaría quitar la ropa, quedando solo en calzón, una imagen tan ardiente para Rob, quien se acostaría dejando que ella quedara a su lado para dormir entre sus brazos, dejando al chico que la tomara con cuidado, aunque la ausencia de su cercanía le haría tomar una actitud más activa, dándole un beso en el cuello, diciendo que la quería mucho, para comenzar a rosar su figura con cuidado, usando la yema de sus dedos, como si fuera un masaje relajante, aunque este lo disfrutaba demasiado, pues la piel de Matilda era tan suave, le encantaba su aroma de niña inocente, le sentía con sumo cuidado, logrando que ella se relajara tanto como para dormir, pero él estaba excitado, no había podido masturbarse o nada debido a Ned, así que disfrutaba el cálido contacto del culito de Maty contra su verga tanto como podía, quien no respondía, llegando a aguardar al menos una hora en que sintió su respiración cambiar, fue en ese momento que le bajó en calzoncito, para comenzar a sobarla directamente en un contacto de piel que le haría hervir por dentro, haciendo movimientos como si la penetrara, estaba caliente, pensando en papá cogerse a mamá, haciéndola gemir de manera tan deliciosa, en verdad se emocionaba al verla volverse su perra, y pensaba que podría hacer eso con su Matilda, además ahora ella estaba ofreciéndole su delicioso culito, se lo tallaba pensando en cogérsela ahí mismo, y aparte las tetas de esta eran preciosas, pequeñas aún, pero estaban creciendo mucho, pensaba en eso mientras la sobaba con sumo cariño, sacándole una respiración más pesada, besando su nuca, pero disfrutando más que nada de esos muslos sobre su verga, que parecía una barra de metal hirviendo, no dejando de acariciar los pechos hasta que se corrió, marcándola como suya, aunque fueran familia, sintiéndose tan realizado por hacer eso, en la misma cama infantil de ella, que no podía contenerse, estaba perdido por todo ese placer.

Para Rob aquello era delicioso, no sabía cómo sentirse tras todos esos juegos eróticos, pero le encantaba, su relación con Maty era tan intima, ella se entregaba a sus deseos, aunque fueran hermanos, la creía suya, incluso pensaba en muchas tonterías propias de su edad, sin embargo, las cosas seguirían volviéndose perturbadoras, pues recordaba esa noche ¿Por qué su tío se cogió a su madre? Algo pasaba, no comprendía nada, sin embargo, como Candido se marchó en los siguientes días, se sintió más calmado, aunque poco le agradó que fuera tan cerca, se hallaba a unos metros de la casa, además que se quedó justo en medio, entre la vivienda de la abuela y la suya, por lo que debía ser cuidadoso al ir a espiar a sus primas. Algo no le terminaba de agradar de aquel hombre, aunque fueran familia, le daba una sensación de repudio, su mirada tenía una lujuria perversa, aún seguía intentando acercarse a Matilda, pero igual con sus primas, eso no le gustaba a Rob, según sabía volvió a la ciudad para conseguir trabajo, enderezar su vida, sin embargo en los meses que estuvo en su casa apenas y consiguió un apoyo en la fábrica de papá (y algo pasó que no acabó bien) y en cuanto se mudó, no salía mucho de esa casa, hasta se daba cuenta que ese hombre siempre estaba ahí vigilando, parecía que ni interés de trabajar tenía, si por ello alargó su estadía dentro de su hogar, fastidiando a todos, y no era el único. Durante todo ese tiempo entre el tío con su papá se hicieron algunas discusiones, de hecho una vez que decidió ir a espiar, pudo verlos hablar muy seriamente, notando que el tío Can era un imbécil casi retándolo a pelear, lo cual evitaba su padre, la discusión apenas comenzaba, se iba a demorar, por ello pasó de largo para llegar a ver el mejor de los espectáculos, cuando tuvo la peor de las suertes, pues vio a su abuela asearse, eso no era agradable, ya que sus pechos estaban caídos y flácidos, además que esta lo descubrió, aunque le diría:

Ah, no soy lo que esperabas, lo entiendo, carajo, mira que, si vas a hacer estas cosas mejor metete a ver directamente, no creo que ninguna se queje, en verdad te pareces a tu abuelo, él se hubiera impuesto, jajajaja, como lo extraño, pero no me refiero a mi esposo sino al papá de tu padre – dijo sorpresivamente la anciana al chico.

Así le comentaría un par de cosas interesantes, pues parecía que ella y su abuelo paterno tuvieron alguna clase de romance, pero ella fue infiel con el padre de Claudia, por lo que su romance acabó, casándose con la madre de Candido y Josh, una pena, porque nunca supero del todo esa ruptura, y el otro tipo no fue la gran cosa, quien años después le daría como hijas a la nombrada y a Lara,  pero se terminó marchando como un cobarde, nada que ver con aquel, quien diría llena de lujuria que era todo un semental que la tomaba cuando quería, metiéndole la verga hasta el fondo, si una vez la hizo suya en su propia regadera, justo al bañarse el llegó como Rob lo hacía, pero en vez de asustarse o marcharse, mirando escondido, este abrió la puerta, y se metió sacándose la ropa, mostrando su verga dura, con la cual la cogería hasta hacerla gemir de placer, sobándole las enormes tetas, cambiando besos mientras su herramienta le hacía estragos dentro, llegando a perderse entre orgasmos seguidos, sacudiendo todo su cuerpo en una oleada de excitación, uno tras otro logrando que ella fuera perdiendo la razón, dejándola ahogada en el placer después de una de las corridas más fuertes de su vida. Al menos esas fueron las palabras viciosas de la abuela senil, quien realmente se daba a respetar en algo, aunque no era tan de fiar, pues era una vieja pervertida, todas sus historias eran de sexo salvaje, pues cuando joven era demasiado ardiente, una belleza de largo cabello castaño claro, pechos enormes, cintura estrecha, además de un culo delicioso que llamaba la atención de todos, y parecía que pudo meterse con demasiados hombres, teniendo muchas aventuras inquietantes, aunque aceptó que eso fue por la pérdida del abuelo paterno de Rob, pues nunca tuvo mejor amante que él.

Así siguió hablando con el chico, diciéndole de sus experiencias sexuales donde estuvo cogiendo como una bestia, cuando estaba tan sexy que aseguró le pararía la verga a un muerto, recibiendo cogidas en toda clase de lugares, como un establo donde varios creyeron que estuvo con un caballo, y los más asquerosos dijeron que un cerdo, pero en realidad fue con un viejo mañoso que deseó probar sus carnes, la engañó para tenerla atrapada, haciéndolo detrás de una máquina para ordeñar vacas, donde la estuvo usando a su antojo, metiéndosela de forma ruda, chupándole las tetas mientras la agitaba, y cuando terminó después de correrse hasta escurrir, llegó el compadre para tomas su lugar, quien también haría de eso un juego carnal bastante delicioso, tocando cada parte que pudo, clavándole un dedo en el culo, que fue disfrutado, aparte que le chupo las 2 tetas al mismo tiempo, tan cargado de fuerza sexual que se terminó corriendo 3 veces entre los sonidos de máquinas, pero al terminar a ninguno le quedaron ganas de seguir usándola, pues luego de terminar corriéndose, un tercero se les uniría, el nieto del primero, un crio de 15 años, quien se emocionó de estrenarse con la hembra enfrente, pensó que sería lo mejor de la vida, se desvistió por completo dejando ver una erección decente, y cuando se la metió el chico pujo contento, empezando a embestirla mientras le magreaba las tetas, logrando en minutos su primer corrida, siendo solo ese su momento de gusto, pues terminaría prácticamente violado por esta, siendo cabalgado en un ritmo potente, casi ahogado por las tetas, tan grandes que por segundos las gozó en su boca, saboreándolas como el manjar, pero despertaron una fiera sexual en la mujer que acabó destrozándolo, pues con sus nalgas contra sus muslos, fue dándole sentones para clavarse mejor la verga, logrando un placer especial, mientras aquel miembro entraba de manera continua, ante una mujer que parecía insaciable, deseosa de sentirse invadida por esos hombres, quienes solo pudieron ver como esta tomaba el control, haciendo que el pobre crio no pudiera seguir, clavándose ella misma, aunque el pobre muchacho se acabara corriendo, pero esta no lo dejaría escapar, se aprovecharía su juventud, para hacerlo continuar, logrando que se corriera al menos 3 veces seguidas, incluso le metería el dedo la abuela al chico por el culo obligándole a reaccionar, fue tan dura la sesión que no pudo caminar por días, lo que causo que ella fuera temida por su deseo sexual, alejándole algunos idiotas por un tiempo, lo que permitió al papá de la tía Claudia y Lara, acercarse tranquilamente, volver a intentarlo, pero quedaría en duda porque se largó al final, por irresponsable o porque no pudo saciar el apetito sexual de semejante hembra, seguramente igual lo violó como a otros.

Por desgracia para el muchacho aquello había resultado demasiado estimulante, estuvieron un par de horas desde que salió de su casa hasta que acabo escuchando aquello, pero no se cansaba, se quedaba inquieto ante los recuerdos de su abuela, soñándola con su cuerpo joven, para cogérsela como lo contaba en sus historias, pues este no le temía a esos cuentos, por el contrario terminaba imaginando como sería la señora en su mejor momento, con una figura de infarto, que todos quería poseer, y por ello se quería hacer una paja, pensando en ella, tan concentrado, apenas se dio cuenta que alguien llegaba, era su tía Claudia, quien al verlo sonreiría y casi le invitaría a entrar a bañarse con ella, detalle que este se negó, aunque la mujer, tan pervertida como podría serlo, viéndose en complicidad con su madre no dudo en sacarse la ropa, casi enfrente de él para irse a bañar, sorprendiéndole porque no era la hora acostumbrada de su ducha, aunque parecía que algo no estaba bien, esa actitud era demasiado permisiva, de hecho la abuela se despedía para dejarlo solos, pues “quería” ir a revisar algo en la tienda, haciendo más extraña aquella situación, aunque agradecible, pues incluso la tía dejó la puerta abierta para dejarle ver como se tallaba sus bonitas formas femeninas, mirando con permiso especial como ella se iba aseando, tocándose aquel seductor cuerpo mientras tarareaba una canción, mirando como la espuma recorría sus tetas, llegando a su ombligo, cubriendo su pubis afeitada, escurriendo por sus piernas, hasta el suelo donde se perdía en la coladera, aparte ella hacía unos sonidos muy excitantes, y comprendía que no estaba bien, aunque no podía dejar de ver a tan sensual mujer a su alcance, casi invitándole a entrar con ella.

Pero Rob recordaba las pláticas de sus amigos, muchos de ellos se escondían para poder ver a sus amigas o primas, uno de ellos se pudo escabullir detrás de los baños entre los árboles para ver como sus compañeras se subían las faldas a orinar, logrando ver al principio calzoncitos con temas de princesas o peluches, luego, con algo de suerte unos coñitos rosados, lampiños, o con las primeras pelusillas, también uno de sus compas más pervertidos había espiado a su prima mayor cuando se estaba cambiando en su casa para una boda, quien le estaban creciendo las tetas, dejando ver un par en desarrollo, nada comparado con las de Noriko, quien tenía a la fecha unas toronjas deliciosas que muchos anhelaban, también recordaba como uno de sus amigos se mantuvo nervioso mencionando como es que había manoseado a su hermanita de 4 o 5 años mientras la bañaba, asegurando que le metió el dedo en la rajita y esta gimió como una pequeña puta, disfrutando a tal grado que siempre quería que le tocara ahí cuando estuvieran solos, todas a su parecer eran fantasías, pero eran tan calientes, y aparte, todas tenían algo en común:

Debías mantener el secreto, no dejar que nadie te viera o se enterara si querías seguir disfrutando del placer de aquel juego…

Ahora esto le dejaba pensando, ¿Por qué su tía se bañaba enfrente de él? Dejándole ver como si le invitara a tener sexo, moviendo su cuerpo de manera seductora, dejando que solo el jabón cubriera su piel, podía ver desde la entrada del cuarto de baño su maravillosa pudiendo oler un aroma delicado a rosas, el cual resaltaba el encanto general hasta hacerle ver como una deidad sexual, un deleite, le sacaba una erección muy fuerte, que no se terminaba de calmar, realmente quería meterse a probar suerte, abrirle las piernas lamer su coño, luego enterrarle la verga hasta el fondo, ya fuera del carnoso culo o de la jugosa vulva, partes que iban siendo acariciadas de tal manera por sus finos dedos que resultaban irresistibles, pero no contento con ello la mujer se agarraba las enormes tetas, con las manos o con la boca, estaba por correrse ante aquella escena Rob, pero se sintió presionado cuando vio llegar a su prima Noriko, por lo que decidió retirarse, pues nada de eso tenía sentido.

Era algo incomodo, demasiado caliente, la imagen de su tía era bastante seductora, su cuerpo una tentación delirante, pero algo no le terminaba de convencer, era una invitación al sexo bastante sospechosa, por ello acabó saliendo por la parte trasera, pasando la bodega, luego la casa de su tío, donde lo vio moverse de un lado a otro, parecía estar al acecho, furioso, siguió sin darle importancia, seguramente su padre se había marchado hace rato, así llegó a la siguiente bodega donde curiosamente se toparía con Matilda, quien estaba vomitando algo, por lo cual fue a ayudarla, esta al verlo se le abrazó, antes de caer rendida ¿Qué le pasó? luego de ello se la llevaría a casa, cargándola como una princesa, mientras veía como estaban los gemelos en la sala jugando videojuegos, mientras su madre hacia la cena, había regresado tarde del mercado, así que se hallaba atareada, pero al ver a su niña pequeña rápido le fue a verla. Parecía algo común, quizás Maty había comido algo que le enfermó, no sería raro por lo golosa que era, de todas maneras le revisaron, no parecía nada serio, pero le contaron a Josh cuando llegó a casa más tarde, estaba cansado, parecía ser que el tío Candido se propaso en la fábrica, causando un accidente el otro día (por ello discutieron en esa fecha), ahora con esto se le veía aún más agitado, por ello muy descontento vio a su hija, mimándola un poco, luego fue con Rob a revisar el vómito, viendo algo que él chico ni entendió, aunque su padre le diría que cuidara bien de Matilda, cosa que no supo interpretar el muchacho porque el tono era algo misterioso, de hecho el hombre se veía bastante serio, tanto que asustaba.

En la noche, era como de costumbre, levantarse cuando papá estaba cogiéndose a su madre, disfrutaba de verle meter su verga en aquel cuerpo seductor, esas carnes tan jugosas recibían aquel miembro como si ansiaran todo lo que este provocaba, entre lamidas, o besos, y sus fluidos escurrir, aquella pareja se entregaba al placer, en una serie de movimientos guiados por un ritmo sensual, fundidos en un erotismo que no tenía limites, se hallaban tan concentrados el uno con el otro, que el mundo dejaba de existir, Rob iba a verlos para motivarse, pero curiosamente antes de asomarse, notaria la presencia de Maty ahí, viendo lo que él deseaba, inquieta, apenas vestida por su playerita un poco arremangada pues se estaba sobando su pequeña vulva, mordiéndose el labio para no gemir, dejando ver sus carnosas piernas, y no pudo evitarlo el chico, acabó por tomarla desde atrás para meterle sus dedos, ayudándole con su tarea sexual, ella los recibiría de buena manera, suspirando un poco, mientras ambos eran testigos de aquella cogida espectacular que acabaría en un enorme orgasmo, además de unas palabras entre ambos: te amo mujer, recuérdalo y yo también te amo cariño, solo a ti, créeme; luego de eso ambos caerían en la cama, acariciándose mutuamente, comenzando a jadear cansados, pero llenos de satisfacción, lo cual era señal para irse, así el mayor tomaría a la pequeña para llevarla a su cuarto, parecía reclamarla como suya, y esta se entregaba por completo, hasta ser dejada sobre la cama donde la desvestiría, todo en oscuridad y silencio, dejándola desnuda, ella lo consentía todo, en veces parecía que lo deseaba, era una locura total, pero con todo lo ocurrido daba igual, aquella niña consentía ser la mujer de su hermano mayor, así que se dejaba tocar, ayudándole incluso a que este le sacara la ropa, quedando solo en calzoncitos, aunque en ese momento su celular sonaría culpa de una aplicación para dejarle ver su cuerpo seductor.

Eres preciosa Maty, no creas lo que dicen los bobos de tu escuela, no saben lo que dicen, para mi eres la niña más bella del mundo – le dijo Rob y con eso parecía ganarse algo dentro de Matilda, quien lo besaría ilusionada.

Esa criatura a pesar de la edad  poseía una sensualidad difícil de resistir, estando en la cama con solo un calzoncito blanco, que dejaba ver los pliegues de su cuerpo producía una lujuria difícil de resistir, era enloquecedor, parecía poseer un encanto magnético, Rob quería llegar más lejos, empezando a besarla, tocándole un poco más, ahora con el permiso de ella, pero se contenía de llegar al final, no sabía porque, sólo besaba a su hermana en las partes que más deseaba disfrutar, jugando con su lengüita mientras sus dedos entraban en su vulva, logrando que escaparan largos gemidos gracias a la excitación,  la masturbaba con tanto cariño y deseo, la niña ponía su mano junto a la del chico, más no para detenerlo, sino para que le diera mejor placer, alargando cada segundo de erotismo, logrando que sus mieles empaparan sus dedos, ella se perdía en el placer, aferrándose a este con todas sus fuerzas, mientras abría sus piernitas dejando que todo fluyera, aunque curiosamente en esa ocasión tomaría el pene de Rob a través de la pantalonera deportiva que usaba, seria delicada, sus manitas eran cálidas, y comenzaría a masajearlo, jamás imaginó que eso sucediera, sus dedos eran delicados, bastante suaves, le producían una sensación casi eléctrica que iba desde su virilidad recorriendo cada célula de su ser, se miraban a pesar de las sombras, con una especie de pasión inesperada, provocándose un deleite único, hasta que ambos se corrieran, siendo una experiencia nueva, intercambiando miradas, pero siendo solo el principio, pues volverían a intentarlo una vez más, pues como un crio juguetón, este lamería los pechos de Maty, quien se dejaba tomar libremente, sintiendo aquel contacto con unas ansias que impulsaban a seguir, llegando a un pequeño orgasmo más por parte de la niña, quien empezaba a gemir como una adulta, mientras se iba entregando a su hermano, pero también al sueño.

Por LOBO85

No hay comentarios:

Publicar un comentario