martes, 4 de agosto de 2020

La hija de mi pareja


¿Cómo llegó a perder la Virginidad una niña de 13 años, con el novio de su madre? Esta es la historia tal como ocurrió…. Yo soy un hombre felizmente divorciado y mi pareja una chica chilena residente en España desde hace 5 años. Tras su marcha de Chile, su situación en este país se aventuraba precaria, aun siendo solvente al principio…, como emigrante sin raíces en España y trabajos inestables cercanos a la esclavitud, se le empezó a poner complicado. Lo peor fue pasado un año… tuvo que afrontar las deudas que se le acumulaban, pasando de una situación de solvencia a una insostenible, pese a vivir en un piso de alquiler decadente, por la carestía de mantenerse día a día. Al principio yo solo veía a la niña algunos días por semana…, pero cuando cumplimos un año de pareja estable, decidimos vivir juntos de forma permanente. Me hice cargo de sus gastos, además de venir a vivir a mi piso…, comenzamos una relación tranquila y placentera con una relación estable. Yo tengo un hijo de mi primer matrimonio y ella una niña de un embarazo adolescente no deseado. De todo ello hace ya cuatro años, cuando Jacqueline contaba con 9 años. Desde un principio, la niña se mostró cercana a mí pero cautelosa por mi relación con su madre, pero según fue pasando el tiempo se encariño poco a poco más de mí… la fui mimando y encariñando hasta que llegué a darle el trato de hija, esa hija que hubiese gustado tener. La niña continuó la primaria y pronto comenzó a ir al instituto, y es en este momento cuando se fraguó una relación más íntima con ella.

Remontándome al inicio de estabilidad con ellas, las cosas comenzaron en un ambiente de confianza, tranquilo y relajado, los fines de semana cuando estaban los dos chicos en casa no me cortaba en jugar con la niña… las guerras de cosquillas eran frecuentes, los juegos de la Tablet, las salidas de fin de semana…, mi hijo le cogió pelusilla a la chica y se marchó definitivamente a vivir con su madre, evitaba mimarla en exceso delante de él, pero fue inútil pese a que ella lo sabía por lo que cuando mi hijo no estaba todos mis mimos eran para ella sin mesura. Tras una vida sin padre, ella se refugió en mí, la madre estaba encantada de ver como la niña me había aceptado y viese en mí su lado paterno que nunca tuvo…. Fueron pasando los años y ya contaba con 12 años, la recogía en el Instituto al medio día y nos íbamos juntos a la piscina por la tarde, la traía a casa para hacer los deberes, muchas veces en mi escritorio, me encantaba tenerla en mis rodillas, me gustaba achucharla, acariciarla y mimarla, se dejaba querer, le acariciaba la espalda con frecuencia, reposaba mi mano en su cintura frotando suave sus riñones, ella recibía los mimos gustosa, como una gatita que solo le faltaba ronronear. La madre y yo anduvimos siempre por casa con total naturalidad sin nudismos pero sin taparnos, entre ellas nunca se cubrieron y yo andaba en calzoncillos por costumbre, por lo que la niña hacía lo propio como nosotros y andaba en camiseta y en braguitas sin recelo alguno, siempre y cuando mi hijo no estuviese en casa.


Nos fuimos metiendo en los 13 años y las cosas cambiaron, ella creció demasiado en su estado físico como anímico, diría yo. Se convirtió en una chica alta para su edad, con 1,65 de estatura, calzando ya un 39, muy bien formada y proporcionada, pero con poco pecho, melena abundante, llamativa por detrás y aun carita de niña…, la regla acababa de entrar en su vida, y las conversaciones con sus amigas y sus primas se habían vuelto diferentes, los chicos del instituto al acecho, las picardías y tonteos…, en fin, fue el año del cambio. Ella me cogía fuertemente de la mano cuando paseábamos por la calle tanto solos o con su madre, le encantaba que la rodease con mi brazo por la cintura o por los hombros, supongo que poco a poco se fue formando una “ilusión” viendo en mí la imagen de padre Vs hombre, aquello que una mujer desea tener para sí. Ya de niña, era costumbre que frecuentase nuestra cama los fines de semana, tanto estuviésemos todos en casa o solos ella y yo, pues la madre trabaja a turnos cambiados semanales, y hay sábados por la mañana que ella no está y sin embargo Jacqueline venía a mi cama de igual manera, la arropaba encantado y seguíamos durmiendo un tiempo más hasta la hora de desayunar sobre la diez de la mañana.

Las cosas fueron evolucionando sin saber muy bien por donde discurrían. Los mimos eran más sutiles en presencia de su madre estaba en casa, sin embargo una vez solos, Jacqueline era todo ímpetu y ternura…, sus sentadas en mis rodillas eran largas y muchas veces injustificadas. Los abrazos en el sofá, las posturas para abrazarme por la espalda frotándose contra mí de manera desmesurada,…un sin fin de pequeños detalles que fueron despertando en mi cierta alarma y a su vez un pequeño morbo, auspiciado al haber tenido ninguna relación sentimental ni sexual con una chica menor de 22 años. Empecé a fijarme en ella, cada mes estaba más bonita, más mujer, aparentaba 16 años para quien no la conocía y más si se arreglaba adecuadamente. Sus pechos comenzaban a surgir, su fino bello sobre su piel florecía, y las hormonas de ambos entendían que se comunicaban en un lenguaje químico presto a lo físico.¡Quéescándalo! En que estás pensando, me decía yo. “Pero si es tu hija, solo tiene 13 años, te estás volviendo enfermo”. Se libraban mis primeras batallas en mi conciencia, pero esta no tuvo mucho tiempo para actuar, mi valuada “hija” alborotaba mis neuronas, el morbo aumentaba día a día como solo la mujeres saben hacerlo, lo llevan en sus genes…, y en mi conciencia un martillo me golpeaba tratando de devolverme a la realidad, para evitar lo que siempre es lo inevitable…. Surgió de la forma más simple, la madre trabajaba en el turno de mañana, Jacqueline se vino para mi cama y dormimos hasta cerca de las 10:00 AM, nos levantamos y desayunamos. Como cualquier otro día…, debíamos ducharnos y arreglarnos para salir a hacer algunos recados. Tras el desayuno me pidió el ordenador para ver sus contactos en las redes sociales… Facebook, Instagram y emails.

Accedí, mientras fui recogiendo el dormitorio, ella me llamó, pues habían surgido varios mensajes del antivirus por entrada de troyanos y estas cosas de la informática, me acerqué y le cogí el sitio para revisar lo sucedido, se sentó en mis rodillas, ambos en ropa interior todavía…,calzoncillos y braguitas. Sin importancia en lo del ordenador le pasamos el escaneo y listo…, solventado el tema ella continuo revisando los mensajes que le quedaba, yo no me levanté y ella tampoco. Era una de las muy pocas veces que la tenía semidesnuda sentada sobre mí, como de costumbre comencé a acariciarle la espalda pero cada vez bajaba más la mano hasta tocar el nacimiento de sus nalgas, ya lo había hecho otras veces sin oposición de su parte. A veces le daba un cachete sin malicia, nunca le pareció mal que le tocase el culo a modo de broma, ella también lo hacía conmigo y con la madre, pero jamás había osado a dejarle mi mano totalmente posada sobre su nalga. Ella se sentía cómoda, yo seguía con mis caricias, unas veces paraba mi mano en su cintura y otras la baja tanteando el terreno y como no hubo protesta me aventuré y la dejé caer hasta que la tuve sobre aquella tersa nalga. De repente me sentí violentado, pues empecé a notar como la excitación se traducía en una rebeldía de mi miembro bajo el bóxer y no quise que me notase así, retire la mano y me quise levantar con la disculpa de que nos íbamos a retrasar en nuestras faenas y ella me dijo….

-“Espera que ya acabo y te ayudo yo”.

Me relajé al ver que mi bulto se suavizaba sin crecer, pero volví a colocar la mano en su culito suave, mientras le comentaba que había que retirarse pues debíamos ducharnos, ella me insistió en que le diese un minuto más, yo encantado. Le comenté que no nos daría tiempo a hacer los recados si no nos íbamos para la ducha ya, pues ella era muy tardona en su aseo, salvo cuando lo hacía con su madre curiosamente. Jamás se había duchado conmigo como era natural, por supuesto que en broma le dije con intención de que acabara…

-“Si queremos ir rápidos con lo que tardas en la ducha sola, vas a tener que ducharte conmigo…, a ver si así acabamos antes.

Y para mi tremenda sorpresa me contesto… -“¡Vale!” Me quedé pensando en la respuesta, me acababa de meter en un lio, nunca estuve del todo desnudo delante de ella, ni tampoco ella delante de mí. Puse mi otra mano en su barriga, como abrazándola y noté sus latidos como pequeñas palpitaciones nerviosas, no pensé que lo de la ducha fuese en serio. Acabó con el ordenador, nos levantamos del escritorio y nos fuimos hacia el baño, tomé la iniciativa y pasé delante, suponiendo que ella no entraría, pero me equivoqué, por lo que opté por ser lo más natural posible, total cuando mi hijo era pequeño se duchaba conmigo, intentaría que con ella fuese algo muy parecido. Hicimos correr el agua para que saliera caliente mientras yo me quitaba la camiseta, ella también, pero de lado no dejándose ver, yo seguí como si nada, y retiré mis calzoncillos, ella hizo lo mismo con sus braguitas, yo me giré para acercar la toalla para luego, y ella aprovechó para introducirse en la bañera, en ningún momento la habida visto por delante, pero cuando me giré y vi aquella hermosa espalda dando paso a un redondo y fantástico culo, me di perfecta cuenta de que aquella ducha iba ser un suplicio para mí convertirla en algo “normal”. Entré a su vez en la bañera corriendo tras de mí las cortinas, ella inclinada frente al grifo regulando la temperatura del agua, yo detrás sin separar mi vista de su culo y mi miembro creciendo de forma inevitable ostensiblemente y sin forma de disimularlo, ¡Que sopor!, ella se giró e inevitablemente lo vio, me disculpé y ella se quedó mirando mi verga tiesa apuntando al techo…

-“Tranquilo, no te preocupes. Sé que algunas veces a los chicos con los que estoy les pasa lo mismo”.

Solo supe decirle… -“¡Ya se me pasará!”

La observé de arriba abajo mientras ella cogía la esponja y el jabón, perfecta juventud, senos duros a medio desarrollar y monte de Venus aterciopelado de un vello casi transparente, que a cierta distancia se denotaba un coñito totalmente pelado muy bien hecho sin un pelo fuera de lugar. Se echó gel en su esponja, se la cogí de la mano y la giré para enjabonarle la espalda, quedándome detrás de ella menos violento por su benevolencia sobre mi irremediable erección que ya no bajaría más pues la libido iba en continuo aumento. Le froté la espalda, le besé el cuello como solía hacerle a veces en la cocina cuando le daba los buenos días, pero esta vez era puro deseo, seguí bajando con la esponja hasta alcanzar su cadera que comencé a frotar por los lados hasta llegar a enjabonar sus nalgas de escandalosa suavidad, tanteando el canal del culo que ella permitió le pasase la esponja para asear su ano, a la vez que yo me agachaba para hacerle las piernas, ella dejaba correr el agua por su espalda arrastrando el jabón que yo le daba, cuando tuve su culo frente a mi cara se lo besé impulsivamente sin raciocinio, mientras mis manos recorrían sus piernas sin mucho control….Se lo besé en distintos sitios disfrutando de su “permiso” mientras mis manos subían por delante de sus piernas, ella me cogió la esponja y yo volví a ponerme de pie mientras acariciaba sus laterales al subirme sin tocar nada con total suavidad. Creo que ella sabía que el juego había comenzado, pero… hasta donde. Echó más gel en la esponja y se giró hacia mí comenzando a enjabonar mi pecho, la miraba a los ojos y tuve la tentación de besarle los labios, preferí esperar, levante los brazos posándolos sobre sus hombros mientras ella pasaba la esponja hasta mi cintura y luego rodeándome con sus brazos, enjabonaba mi espalda a una distancia muy corta.

Fue inevitable que se rozara e incluso se clavara en su barriga mi polla dura…, durísima de tanto aguantar. Ello le recordó que estaba ahí y dejó mi espalda para volver al frente donde retomo su recorrido en mi vientre y mirando hacia abajo comenzó a enjabonar mis ingles. Me volvió a mirar a los ojos y mientras me miraba, desprevenido, noté como sus manos alcanzaban mi masculinidad rebozándolo de suave jabón. Bajé una mano recuperando la esponja, ella la soltó sin dejar de sujetar entre sus manos el tesoro que acababa de encontrar, quise comenzar a enjabonar su pecho pero mi reparo era mayor que el de ella, por lo que posé la esponja sobre su vientre y comencé a frotar en círculos suavemente hasta ir tocando ligeramente sus pechos y el jardín de su sexo. Ella seguía sin soltar mi polla, que acariciaba muy lentamente sin saber muy bien qué hacer con ella, yo en cambio decidí dar un paso más y liberé la esponja dejándola caer al fondo de la bañera, me agaché y en vez de recogerla, paré a la altura de su ombligo para besarlo, ella me acariciaba el pelo mientras yo con mis besos derivaba por su vientre hacia su coñito, acariciando con mi mano su joven pubis aterciopelado.

Recogí de nuevo la esponja con la que se lo enjaboné y ella abrió ligeramente una pierna permitiéndome pasar la esponja con suma cautela por el medio de sus muslos. Dejé caer la esponja tras correr el agua por su cuerpo aclarando el poco jabón que quedaba, con la mano suavemente empujé su pierna hacia un lado sugiriendo separarlas un poco más, ella la levantó posándola sobre el borde de la bañera, momento en el que yo acerqué mi boca a su coñito depilado, besándolo y buscando con mi lengua despacio la entrada de su conejito…, ella suspiro  con la respiración agitada, yo seguí despacio con la lengua en postura incomoda agachado con la cabeza hacia arriba y cayéndome el agua en la cara, con los ojos cerrados privándome de ver su expresión, pero todo valía la pena a pesar de reconocer que aquello era un suicidio en toda regla. Yo con la hija de mi pareja, de 13 años a poco de los 14… de locos.

Tras conseguir abrir la ranura de aquel fantástico estuche apretado con la lengua y de sentirla gemir y suspirar de forma continuada, decidí incorporarme parar recuperar un poco la compostura, cuando la veo con los ojos cerrados y los pezones erectos, que sin dudar me llevé a la boca por primera vez acariciando sus suaves y duros pechos adolescentes. Le acaricie la cara, abrió los ojos, me vio de frente y la besé en los labios, al tacto solo fue apócrifo, le di la vuelta y retomando la esponja, cómplice en todo este juego, la abracé frotándole las tetas por delante, a la vez que me aproximaba a ella haciéndole sentir por detrás mi polla sobre sus nalgas. Ella se apretó contra mí y comencé un vaivén arriba y abajo, ajándola sobre el canal de su culo hacia su espalda. Aquello fue definitivo. Decidido al suicidio, solté la esponja, me retiré un poco hacia atrás, pose mis manos en su cintura a la altura de su culo, tiré un poco de ella hacia mí y con una mano, le hice un gesto en la espalda para que se inclinase un poco. Acerqué de nuevo mi mostrenco a ella, esta vez por el medio de sus piernas, y empecé el vaivén de nuevo mientras mis manos corrían por su cuerpo entero. Noté su excitación y sus nervios…, tocando con mi vientre sus nalgas haciendo llegar del todo mí polla a su conejo para cubrirlo por fuera.

Acerqué una mano a su chochito y con un dedo lo fui acariciando comprobando que ella no rechazaba aquel paso. Cerré el agua para evitar que esta empeorase la lubricación para penetrarla lo mejor posible. Con la mano, suave moví su pierna al igual que antes, ella entendió y volvió a posarla sobre el borde de la bañera, aproximé mi miembro viril inhiesto como pocas veces a la entrada de su cuevecita apretada como ninguna otra en mi vida, me parecía increíble lo que estaba a punto de hacer…, yo con 38 años desvirgando a mi hija adoptiva. Estaba excitadísimo desde hacía ya mucho rato, completamente empalmado y duro más de 15 minutos. Sentí el calor de su entrada, estaba muy nervioso, me la agarré con la mano tratando de acompañarla un poco, noté que me latía, comencé con el capullo a frotarla, haciendo una presión suave, poco a poco, cada vez más presión, ella quieta, respirando muy agitada. Centré mi capullo y empujé despacio, notando como estaba en el umbral de la puerta, un poco más, mi glande estaba dentro, acababa de entrar, y de repente frené de golpe, el calor que mi punta recibía y mi terrible ansia me iban a jugar una mala pasada, estoy a punto de correrme ahora mismo, no puede ser. Pienso en otra cosa y mis ganas se disipan aguantando como un buen semental. Me relajo, pensando que hacer, noto como el tirón se suaviza, sabiendo que este primer aguante lo supero.

Entre tanto ella que por inexperiencia no tiene idea de lo que me está sucediendo, noto como con un ligero movimiento de su cadera, sube un poco el culo, se deja venir hacia atrás y la penetración se produce con total suavidad, contando que su flujo lubrica la entrada. Ella lanza un gemido, un pequeño -“ay”,casi inaudible, que a mí me hace recordar de inmediato su virginidad, de modo que rápidamente cojo control de la penetración y retrocedo un pelín para volver otra vez a empujar despacio bombeando lentamente centímetro a centímetro hasta notar cómo se desliza al interior una cuarta parte de mi miembro. No empujo más por temor, a ella comienzan a temblarle las piernas, lleva ya un buen rato en esta postura, y la noto débil para continuar la follada, además siento todo su calor en mi polla repitiéndose las ganas de regar todo su interior con una abundante lechada, por lo que antes de que sea más tarde la voy retirando lentamente, incorporándose ella y observando como mi cipote sale levemente manchado por una ligera estela rojiza, que me hace imaginar es el pequeño sangrado de la desfloración de Jacqueline. La rotura del himen ha sido suave y nada dolorosa. Acabamos rápido la ducha, salí para dejarle a ella un poco de intimidad, sin apenas cruzar palabra.

Yo me encuentro muy extraño con lo echo, ella no me habla. Mi cabeza no hace más que cuestionarse lo que acabo de hacer. Aun en el baño, secándome fuera de la ducha, ella finaliza, sale de la bañera y me sonríe, aquello me alivia inmensamente. Se acerca y me besa en los labios con dulzura…, le ayudo a secarse aprovechando para no perder el contacto físico, todo sin mediar palabra… le pregunto

-“¡¿Te encuentras bien cariño?!”Ella asiente con la cabeza.

Se envuelve la toalla al cuerpo y sale del baño, la sigo sin toalla, desnudo aferrándola por detrás por la cintura y la acompaño a su cuarto, le retiro la toalla estirándola sobre la cama y sobre ella a la niña, quedando cruzada en diagonal con una pierna en la cama y la otra en el suelo. Le beso la frente, el cuello, le acaricio los hombros, le chupo sus pezones erectos y volcando mis caricias sobre su vientre me centro sin perder tiempo en alcanzar su chochito con la boca. Ella inmediatamente me recibe de agrado abriendo sus piernas para facilitarme la llegada dándome todo el acceso posible despatarrándose, yo le sujeto la pierna que estaba en el suelo posándola sobre mi hombro, acabando de rodillas al pie de la cama. Comienzo a comerle el conejito recién desvirgado con exquisito esmero y cuidado, para que se relaje todo lo posible, evitando los nervios del primer intento, por lo que mis movimientos con la lengua son cuidadosamente pensados, sin prisa y con una paciencia que nunca imaginé emplear en esta tarea. ¡El desvirgue completo no se ha realizado! Queda que su vaginita reciba la ingesta de leche que mis prominentes testículos acumulan… están a punto de explotar como un geiser. Sabiendo las cantidades de esperma que eyaculo, el volumen de semen le será difícil de tragar en su totalidad dentro de su recién estrenado útero.

La siento gemir, su respiración vuelve a ser acelerada, se acaricia los pechos, mantiene las piernas abiertas sin presión, mueve la cadera arriba y abajo. Llevo cerca de cinco minutos saboreando su manjar con absoluto cuidado, decido introducir un dedo para acompañar el juego siendo primero bien lubricado, ella lo recibe sin problema, pienso incluso que esta tan a gusto con la nueva sensación que no es consciente de lo que le estoy haciendo, aprovecho y meto el segundo dedo sin ningún inconveniente. Aquello está completamente encharcado de mi saliva y sus jugos, está estupendo para intentar volver a penetrarla y finalizar la consumación de lo que había empezado… EL DESVIRGUE de Jacqueline. Noto como ella comienza a mover la cadera en espasmos, a golpes cortos, sus gemidos son ya en voz alta, mueve las piernas ligeramente con nerviosismo, se acerca algo que ella aún no conoce bien…. Yo no puedo parar ahora, por lo que continuo en mi puesto arrodillado en la alfombra, y con más ahínco que antes continuo lamiendo y succionando su clítoris, notando como la exaltación sube hasta que surge la explosión entre gemidos (temía la oyesen los vecinos), y los bruscos golpes de cintura, cerrando sus piernas dejándome atrapado entre sus muslos…, a pesar de la situación no abandono a mi niña en su primer orgasmo. Retiro los dedos y dejo de hacer toda presión con la boca, pero sigo pasando la lengua lamiendo con suavidad mientras ella coge aire y se deja rendir sobre su lecho. Abandono su conejo y subo por ella, ¡Estoy que no puedo más!

Directo a sus tetas, las beso con mi cara muy mojada, la beso en la boca, ella se abraza a mí y aprieta aún más mi boca contra la suya comiéndonos como caníbales…, noto como la punta de mi polla acaba de tocar su entrepierna resbaladiza y moviendo mi cintura intento conducirla al centro de aquel coñito empapado por su primer orgasmo. Ella levanta las piernas, yo le sostengo una y mirando hacia abajo observo cómo se la voy introduciendo poco a poco desapareciendo en su rajita vaginal, a la par que voy bombeando despacio hasta que entra en su totalidad sin dificultad…, mi pubis cierra contra el de ella, me aguanto así un poco con toda dentro haciendo fondo y comienzo a follarla muy despacio, pues yo no aguanto ni un minuto más, noto que mi cuerpo desea reventar, vuelvo a hacer fondo y con ella apretando, sin moverme, la cojo por las nalgas susurrándole al oído…

-“¡Abrázame con las piernas!”

Así lo hace, la levanto despacio en el aire, mientras hago la maniobra para cambiar de postura, me olvido de las ganas de correrme, hago todo lo posible para evitar pensar en ello. Me giro, me siento en la cama quedando ella sobre mí y me tiendo hacia atrás para que sea ella la que pueda dar rienda suelta a su cuerpo arrancándome su premio cuando yo ya no pueda más. Me mira me besa y comienza a moverse encima de mí, debe de ser instintivo, porque para no haberlo hecho nunca yo estaba asombrado viendo cómo se contorneaba la cadera arriba y abajo en una samba sexual.No para de follarme metiendo y sacando todo el cipote…, sube y baja, la deja toda dentro y con el pubis adelante y atrás, una y otra vez se frota contra mí. Se tira sobre mi pecho y se vuelve a levantar de golpe de un impulso… noto a la cría muy agitada, se sube por las paredes mientras dice….

-“Otra vez, otra vez”, entiendo va a correrse de nuevo en toda su expresión, yo no aguanto más y de digo que siga sin parar que estoy a punto de correrme…

-“¡No pares mi niña, no pares por Dios! ¡No te pares ahora, sigue!”

Tenaz y a su vez descontrolada entra en un trance convulsivo dando bruscos golpes de cadera, siento como se corre terrible y largamente, apunto esta de soltarse de mí, sacándosela…., se lo impido cogiéndola por su culo con fuerza para clavarla sobre mi verga inhiesta, la inserto hasta el fondo en el momento que yo exploto de placer y eyaculo en su interior, la que creo, es la eyaculación más abundante y exagerada de mi vida. Todo lo que aguanté antes y todo lo que generédes pués, batió en el fondo de su coñito haciéndoselo notar con fuerza y extrañeza para ella, a la vez. Los chorros de leche se disparaban con tal tesón que me dolía al salir por el conducto de mi glande… percibía el recorrido de la lefa por todo el tronco hasta lograr desovar el engrudo preparado en toda esa media hora de extrema excitación. Noté que mi polla no paraba de manar semen. Yo tenía pequeños espasmos que me animaban a empujar con fuerza dentro de ella, una y otra vez, tanto que noté mi pubis mojado y mirando el acoplamiento de su ceñido coñito partido con mi recia polla, vi como rezumaba leche ese estuche inédito de Jacqueline. Existía tanta presión dentro por el volumen ocupado por mi cipote, y el coñito tan estrecho, que el líquido se salía de la cavidad vaginal. Ella cayó rendida sobre mi pecho, cara con cara, notándome todavía mi miembro duro dentro sin poder sacarlo por la postura. Me mantuve quieto por no incomodarla, pero poco a poco se fue deshinchando agotada saliendo sola. Jacqueline reclinada sobre mí, mientras la abrazaba acariciándola paternalmente. Notaba como toda la leche bajaba desde su interior quedando calentita sobre mi vientre. Le acaricié su precioso culo, sintiendo toda su entrepierna completamente mojada. Le indique que tenía que levantarse para asearse, se incorporó sobre mí y seguía goteando en mi cuerpo, se echa la mano al conejo para parar el líquido y lo nota viscoso, raro…

-“¡Mi vida, es mi leche hija! Es el regalo y premio de tu papi el día de tu desfloración”.

Se ríe, se echa a reír con risa nerviosa, corre al baño y yo detrás de ella, se sienta en el bidé y le explico cómo creo debe de asearse, y ante su asombro y aún más del mío, observamos como allí sentada un reguerito fino de su regalo sigue escapando de su enjuto chochito….

-“¡Cuánta leche me has dado papi! ¡¿Siempre será así?!”

-“Si te portas bien siempre…”.

Aseados y cansados en exceso, volvemos a mi cama a dormir otro rato pasando de todos los recados, explicando al regreso de su madre que nos habíamos quedado dormidos y que tras ducharnos y recoger la casa ya no habíamos tenido tiempo para las compras. Le expliqué sinceramente mi alegría de haber compartido aquella experiencia con ella, y a su vez mi tremendo arrepentimiento, por haber abusado de su cariño y de su confianza. Le manifesté mi miedo al más mínimo comentario, pues tanto ella como yo éramos totalmente conscientes que aquello no era del todo correcto, porque aunque no fuese mi verdadera hija y por tanto no hubo incesto real, ella es menor de edad…

-“Un comentario tuyo nos puede hacer mucho daño…, la separación de tu madre y yo, la pérdida de toda una futura vida juntos, desde el negocio hasta el prestigio social del que hace unos años a esta parte estamos disfrutando”. Ella me prometió…

-“No te preocupes papi, esto nunca se sabrá por mí. Te quiero muchísimo y nunca permitiría que te hiciesen daño. Además del favor que me has hecho desvirgándome tú, y no uno de esos chicos con los que voy que apenas saben follar, ¡¡Son tan brutos queme podría lastimar!! Tú me lo has hecho con mucho amor y cuidado…, por eso te lo agradezco y te amo.

En pleno despertar de la pubertad a sus 13 añitos su cuerpo era motivo de cambios continuos y sobre todo la curiosidad por descubrir las novedades en su vida. Antes no le daba importancia a sus coqueteos de niña inocente, pero ahora ya casi hecha una mujer despierta en mí un sentimiento de instinto animal. Era usual verla venir a fastidiarnos a la hora de dormir para ayudarle hacer su cama o en sus tareas y su madre como siempre cansada, terminaba dejándome todo el trabajo a mí solo…, una en especial cuando ya estamos dormidos, Jacqueline entró a pedirme ayuda en sus tareas, un poco soñoliento me puse las sandalias para dirigirme a su habitación que quedaba al lado dela nuestra, aún estaba adormitado cuando me fije que llevaba con un pantaloncito que apenas tapaba su culito sin bragas. Estaba medio atontado, trate de controlarme un poco con su madre en casa, me pidió que me echara en su cama, donde estaba repasando su cuaderno y quería que la ayudase. Nos acomodamos tapándonos con una manta…, estuvimos como una hora, hasta que viéndola cansada le dije Jacqueline a que durmiera… yo me quedaría un rato más a su lado por petición de ella.

No pasaron quince minutos cuando se quedó profundamente dormida, me levanté con la polla tiesa y dura a punto de estallar, me giré para taparla con la manta y lo que me dejaba ver hizo salirme de mis límites. Con el pantaloncito remetido en su raja entre las nalgas subido a su cintura, se mostraba su entrepierna dejando marcada la rajita de su vagina, una vulva prominente de ese chochito apretado que tiene. Estuve así un rato pero de pronto emitió un gemido suave, la tape despacio con mucho cuidado y salí cerrando por fuera. En el baño traté de controlarme y después de refrescarme con una ducha ligera, entre a mi habitación donde se hallaba mi pareja y madre de Jacqueline, la encontré bien dormida. A pesar que es mayor que yo es muy bella y tiene un cuerpo de infarto. Me acosté a su lado apenas la toqué para pegarme a ella y de nuevo me puse a mil no se me quitaba de la cabeza la imagen de Jacqueline, no me quedó más que subirle el camisón a su madre acomodándome de costado para despertarla con una embestida feroz que la hice gritar de gozo. A pesar de su negativa al estar con el sueño cogido, no le hice caso, la puse a cuatro patas como un perrito y empecé a follármela a pelo. La follé con muchas ganas insertando todo el badajo hasta la raíz con fiereza como nunca lo había hecho, hasta terminar corriéndome en una corrida brutal dentro de su coño ardiente en menos de cinco minutos ¡Una operación rápida de alivio! Mi pareja aun molesta por la arremetida tan brutal e inesperada, debido a que ella no esperaba tener sexo a esas horas y mucho menos sin protección. Ella es una latina caliente, pero cada cosa a su tiempo…. ¡Me hizo sentir mal pues esa noche no estaba para mí!, acostado a su lado me quedé pensando en qué hacía yo con una mujer dos años mayor que yo, con una hija que no es mía a mis 28 años.

Al día siguiente nos levantamos temprano, Paula, mi pareja, después de tomarse el desayuno salió y me quedé para llevar al instituto a Jacqueline, esa mañana estuve muy callado y a pesar de las ocurrencias de la niña, solo me limite a sonreírle irónicamente. Pasaron dos días cuando Paula me pidió ir al cuarto de Jacqueline para decirle que baje a cenar…, subí las escaleras y desde ahí se escuchaba las típicas carcajadas de sus amigas que estaban con ella, empujé la puerta de su cuarto al ver que no me atendían…, y debí de entrar muy rápido. Sentadas frente al ordenador vi muy claro unas fotos de porno que la ocultaron de prisa. Quedaron un poco misteriosas, rompí el hielo con una bromita y les dije que bajaran de prisa o se acababa la comida. Sobre la 21:00 Jacqueline entró a despertarme para ayudarle como siempre, vi que estaba con un pijama y a pesar de eso se le veía preciosa. Sin hacer mucho ruido me dirigí a su cuarto, ya estaba sentada en el portátil y me pidió le dictase un texto y me senté a su lado…, así como una hora más tarde terminando se me vino a la mente las fotos porno y me atreví a preguntarle qué era eso que ocultaron tan rápido. Se sonrojo mucho seguí con mis bromas que terminó admitiendo el hecho…, la tranquilice y le dije que era normal evitando todo el sermón sobre el sexo y de lo inapropiado de ver porno a edades tan tempranas por la distorsión que puede llegar a producir. Empezó al respecto a ello con preguntas como…¿Qué sentía un hombre al hacerlo? Y cosas así por lo que poniéndome en el papel de padre respondía a todo. Después de media hora de distracción nos echamos en su cama para repasar sus cuadernos, yo estaba a mil, trataba de disimularlo. Al poco dentro de nuestra confianza empezamos a juguetear haciéndonos cosquillas y golpes suaves en vez de repasar hasta que de pronto ella se echó encima de mí para tomarme sin parar de meterle mano con la excusa de las cosquillas.

En uno de los roces notó la protuberancia obvia de mi entrepierna, yo estaba excitado, y supongo que ella más aún… ella rompió a reír…

-“¡¡Te has puesto muy duro!!”

Eso me puso más exacerbado, por lo que la tomé de la cintura y la bajé a mi costado…,aún seguía riendo. Tomé un poco de seriedad y le expliqué que era normal y así de nuevo empezamos una guerra nueva de sobos más atrevidos. Yo manoseaba su culo y las tetas entre caricias, pero cuando de improviso con una mano me tomó de mis testículos para que la dejase respirar, los dos nos moríamos de la risa. Cuando la solté mantenía agarrado mi polla de la raíz con parte de mis huevos en su mano. Hubo un silencio, creo que se avergonzó mientras no paraba de reír. Me dio la espalda y yo aproveché para pegarme a ella, estuvimos callados unos segundos abrazados, muy pegados, no sabía bien qué hacer pero era el momento para actuar. La tomé de su cintura empecé a acariciarla, pensé que me rechazaría pero no, me pegué más a ella, a su hombro y le di un beso que la hizo gemir suavemente casi sin percepción. Le tomé la mano y la dirigí a mi verga. No es tan grande como me gustaría, pero 17 cm es una buena herramienta…, a punto de estallar lo tomó. Conduje su acción para acariciarme y luego la dejé hacer. En un primer momento pensé que lo soltaría, pero no, continuó con el suave masaje un rato más de nuevo la tomé de la cintura y empecé a acariciarle las piernas y poco a poco me dirigí a sus braguitas. Deslizando mis dedos por su pubis impúber casi sin vellos, hasta que me detuvo. No quería romper la magia, así que hice un esfuerzo para tranquilizarme, la tome de la cintura y le di un beso en el cuello me levanté y ya más tranquilo besé su frente con un hasta mañana ella solo sonrió. Salí de su cuarto con un poco de culpabilidad. Al día siguiente por la mañana en la cocina, Jacqueline entró toda distraída….Como siempre, me saludo con sus bromitas…, nada había cambiado. Pasaron los días hasta que una nueva oportunidad se presentó…. Paula se encaprichó de ir a la capital a comprar cosas para la casa aprovechando el sábado que no había clases.

Jacqueline salió con sus amigas y yo me quedé a ducharme y a preparar la cena, ya como a las 18:00 ya estaba recostado en la cama viendo la tele, sentí sus pasos en la sala por lo que me apresure a servirle su cena. Ya estaba por la escalera cuando choqué frente a frente con ella toda distraída…., me saludo con besito en la mejilla y me dijo que ya había cenado en casa de su amiga, así que me di media vuelta y mientras ella me contaba su día me dirigí a mi cuarto me acosté sin taparme, y ella también lo hizo a mi lado. Sorprendentemente la cotidianeidad continuó en nuestras vidas, la niña se sentía más coqueta conmigo sí, pero lo hacía muy discretamente, o al menos esa era mi apreciación. Dado que convivimos bajo el mismo techo, las oportunidades de nuevos encuentros se favorecían constantemente… con su madre trabajando por horas y yo con algunas tardes libres en casa con la niña, las oportunidades se daban, sin embargo algo me decía que no estaba bien… una cosa era cumplir con la ardua tarea de desvirgarla y otra la de tener prácticas continuas con la niña, pese a sus audaces insinuaciones, motivadas en parte por la curiosidad y favorecidas por su juventud, ligereza y maleabilidad….

La complicidad de la madre. Me llamo Fernando, tengo 34 años y soy una persona normal, 1.78 de altura complexión delgada sin grasa superflua, pero tampoco musculatura, solo fibra marcada, tampoco es que sea un súper dotado en mis genitales porque solo poseo una herramienta de 17cm, un poco gruesa de 5 cm en la base. No se puede decir que sea guapo, ni feo, pero sí que mis facciones varoniles me dan ese atractivo que atrae a las mujeres…. Ya había pasado una semana desde que desvirgué a Jacqueline. Paula, mi pareja y yo, llevábamos cerca de tres años conviviendo sin estar casados, y desde hace dos también con Jacqueline, su hija. El caso es que Paula sabía de sobra lo calienta pollas de su hija, la había visto tontear con muchos chicos, incluso conmigo…,de la forma que lo hacía, junto con el lenguaje utilizado, se notaba lo avispada que le había salido para la relaciones sociales. Tarde o temprano, en algún momento terminarían follándola, lo sabía porque había salido a ella para su desgracia, que con 16 años la preñaron y el padre apenas se hizo cargo de ellas, hasta que en un accidente laboral en una obra, le mató electrificado. La niña salía con unos chicos nada convenientes desde hacía unos meses…, no eran el tipo de compañía que una madre quiere para su hija, así que Paula preocupada la interrogó hasta sacarle que tipo de prácticas tenía con esos individuos sobre… tabaco, drogas, sexo…. El interrogatorio perduró durante días hasta que Jacqueline acabó confesando que no era virgen, Paula indignada por la desfachatez y lo poco que había aprendido de su madre le inquirió, al punto que la niña confesó que no solo no fumaba, ni se drogaba, sino que quien la desvirgó era Yo. Le contó como acabamos haciéndolo…, se sorprendió e indignó conmigo, al extremo de hacerle la prueba de embarazo. Tampoco fue de su agrado que yo no le hubiese comentado absolutamente nada…. Estuvimos varios días distantes, al límite de la ruptura, así que aproveché unos días que me debía en el curro y me tomé una semana de vacaciones. Decidí marcharme a una cabaña al monte. Entre mis reflexiones hubo muchas posturas…, en verdad estuve dispuesto a abandonarlas y buscarme la vida con otra persona que no me la complicase tanto la vida, pagaría el último plazo del vehículo y lo vendería, las echaría de casa y otro capítulo funesto de mi vida del que pasar página. Completamente decidido, así se lo hice saber en cuanto llegué ese sábado, pero finalmente recapacité entre lloriqueos de ambas… hablamos el asunto. No sé lo que hablarían madre e hija, pero cuando nos sentamos a conversar, encontré a Paula completamente dócil y sumisa, tal vez porque se veía en la calle con una mano delante y otra detrás con una hija ligera de cascos.

-“En el fondo te agradezco que tú la hayas desflorado…, Jacqueline me dijo que se lo hiciste con mucho cariño y eso es de agradecer cuando se trata de la primera vez”.

-“Paula yo… bueno, en verdad intenté negarme, queriendo serte fiel, pero la niña tarde o temprano terminaría por hacerlo, máxime con la compañías que se busca”. Me miró a los ojos compresivamente diciéndome…

-“Lo sé, le he rogado que deje a esos mequetrefes y se busque amigos que le hagan bien, pero es que mi hija es una niña muy fogosa…, si no la encauzo bien terminará preñada y abandonada, como me pasó a mí”.

-“¡¡Yo nunca os abandonaré!! Lo pensé pero no sería justo…”.

-“Gracias cariño, por eso eres un sol…, a veces creo que no te merezco. Pero no sé cómo encaminarla para que no se equivoque sin refrenar su instinto de hembra”.

-“Lo mejor siempre es que tenga una relación formal con un chico que la respete, pero parece que no hay ningún buen candidato a la vista”.

-“No, es cierto, son todos unos ninis, completamente despreocupados de su futuro abocado al fracaso o la delincuencia…, además de tener 16 o 17 años nada más”.

Sonó mi teléfono y acabó la conversación. Ese día paseamos por el parque y salimos a cenar, y antes de dormir follamos como hacíamos normalmente a pelo y acabando dentro de ella, lo hacíamos a gusto y no nos preocupábamos del futuro confiando uno en el otro. En mi cabeza estaba Jacqueline, la hija de Paula, tenía solo 13años pero su edad mental era de una adulta para ciertos temas como el sexo…, nos llevábamos afablemente esos días tras mi vuelta, conservando una distancia cercana. En el coche hacia el instituto hablamos poco, eso sí había cambiado radicalmente porque a ella le encanta largar sin parar, pero habló lo suficiente para confesarme que había encontrado una nueva amiga y ya no se juntaba con la panda de maleantes con los que salía…

-“Al final solo quieren tocarme el culo y las tetas y despreocuparse de todo lo demás…”.

Esto paso una tarde que acabé horas antes de lo normal de un viernes, iba pensando en que me pasaría todo el fin de semana follando, pasándolo bien, la cosa es que cuando abro la puerta, y aviso que había llegado me grita Paula desde la habitación que espere en el salón…, estaban ocupadas, al rato sale Paula un poco descompuesta, y me dice…

-“Y eso hombre como no me avisas que vienes antes”.

La verdad es que primero pensé que tenía a un tío en la habitación, no me enfadé mucho ya las cuestiones de cuernos mejor afrontarlas diplomáticamente, pero luego sale su hija en albornoz, y bastante acalorada. No se me pasó nada raro por la cabeza, pero las veía un poco nerviosas. Paula le dice a su Jacqueline…

-“dúchate y vete a tu cuarto, otro día seguimos”.

Me encojo de hombros y le pregunto si había interrumpido algo, que si querían me marchaba, esto más en broma…. Bueno seguimos con la rutinas salimos a pasear, tomamos unas copas y luego nos fuimos a casa donde follamos como Dios manda, primero una mamada, un 69 follada tradicional y para rematar una por atrás, cuando estaba dándole a Paula por el culo, me vine arriba por las copas de más y le pregunto qué le pasaba a la niña….

-“Nada”me dice. “Unos problemas íntimos, cosas de mujeres. Trataba de ayudarla…”.

Mientras le seguía dando y mordiendo la oreja le iba preguntando, al terminar me quedo encima de ella, luego recostado a su lado, seguimos conversando y sin querer me dice que la niña no lo ha podido hacer como nosotros…, le pregunto¡¿Por detrás?!Me dice….

-“Al parecer la pillé tratando de meterse una zanahoria por el ano, para experimentar claro. Le indiqué que para no sufrir un desgarro hay que prepararlo…, como lo haces tú mi amor. Nos ha escuchado alguna vez cuando me lo haces por el culo, así que me pregunto si de verdad gozaba tanto…”.

-“¿Y qué le contestaste?”

-“Tonto, ya sabes lo que contesté, pero le demostraba que debía estar preparada, y dilatada, así que cuando llegaste estaba tratando de enseñarle a dilatarse el culito”.

-“¿Le has dado masajes en el culo a tu hija?”

-“Va tonto, una madre hace cualquier cosa por una hija. Antes eso que tener que ir a urgencias. La verdad sea dicha, cuando me follas por el culo, estoy tan caliente no tengo muy claro todo lo que me haces…, solo lo gozo…”.Conversamos hasta que nos quedamos dormidos.

Al día siguiente, desperté tarde, y estaba solo en la cama, me levanto y me di una ducha. Cuando salgo de la habitación escucho mormullos en la habitación de Jacqueline, al recordar la conversación de la noche anterior me sonrío imaginado a Paula haciendo masajes en el culo a su hija, que a decir verdad era considerable para tener solo 13 añitos, la pobre no es espectacular en su belleza aun teniendo una cara infantil, con un cuerpo y un culo que mandaba respeto, tal vez por eso se esmeraba en estar preparada para cazar al hombre de su vida, dadaslas pocas oportunidades que una mujer tiene en un mundo tan competente. Bueno aviso a Paula que saldría a hacer algunas compras, volví a la hora de comer todo transcurrió con normalidad, por la tarde estamos sentados en el sillón Paula a mi lado muy cariñosa, jugaba con mi oreja y me daba besitos y me la mordía, en una de esas le pregunto cómo estaba la niña, me sigue haciendo mimos, y sin más saca el tema, que la niña está desesperada ya que está muy obsesionada de que el día que tenga novio, este se lo pedirá y piensa que si no lo hace por el culo terminaran dejándola, lo que la tiene muy angustiada…

-“Es una pena”le digo,y en cortesía continuo diciendo…. “Si yo pudiera hacer algo, hablar con ella como hombre…”,ella me mira con picardía.

-“Ya que lo mencionas”, ahí pensé que me mandaría a darle la charla ala niña para quitarle la obcecación…,“Si la niña quiere aprender a hacerlo y para eso tendría que hacerlo…”,y me encojo de hombros, eso me dicequedando mirando un poco sorprendido….

-“¡¿Me vas a pedir que le enseñe a la niña?! Quieres que ahora también le desvirgue el culo…”

-“Sí,con cariño dilatándola…tú los has hecho muchas veces conmigo, y no se con cuantas otras. Algún culo habrás desvirgado, además del mío”,y me sonríe.“A ella le ha dado vergüenza cuando me ha dicho que anoche no durmió, tras escuchar cuando te decía que me dieras duro por el culo”.

-“¡¿Vamos Paula que esto es serio?! Solo tiene 13 años… ¡Mi polla no le cabrá por ese agujerito! Quizás me precipité desflorándola…. surgió y lo hice, pero lo que me pides no lo veo tan necesario para su desarrollo personal”

-“Ella cree que sí, y yo pienso lo mismo….Ya la desvirgaste por el coñito, eres el único con quien se ha acostado, tiene confianza contigo y a mí me pareces la persona idónea para esa práctica con Jacqueline ¡Te prometo no ponerme celosa…!Me pongo sensato y le digo…

-“Mira Piénsatelo bien Paula, pensarlo bien las dos… Yo soy hombre y desvirgar un culo es siempre muy apetitoso pero es tu hija, ¡¿Qué pasara con nosotros después?! Vamos piénsalo bien y luego me dices”.

-“¿Pero estarías dispuesto?”

-“Dispuesto,le digo. Me ofrezco de voluntario, la niña es muy rica… cualquier hombre accedería”.

-“Si pero solo confío en ti”.

-“Déjalo, voy por tabaco y a calmarme un poco…”.

-“¡Mi amor piénsalo! Es la mejor opción y todo quedaría en casa…”.Me dijo cuando ya salía por la puerta.

-“Bueno háblalo con ella. ¡Mira que hay un punto donde no habrá marcha atrás! Una cosa es hacerlo un favor a la niña para romper el miedo a la primera vez con un hombre, pero esto tiene más tintes de vicio… puede que no se quede solo ahí.”.

Salí de casa a caminar y pensar en todo, nunca pensé que Paula me ofreciera en prenda a su hija para no ser reprobadas. Como mujer siempre me pareció solo una niña, incluso cuando hace unas semanas la desvirgué…, pero qué diablos si quería que le dieran por el culo mejor YO que un extraño. Me tomé un Gin tonic en el bar de abajo antes de subir. Volví a casa estaban las luces apagadas,y en la penumbra aparece Paula, me besa la boca con lujuria agarrándome de la polla que pronto se pone dura con sus sobos.Pensé era muy bueno para ser cierto, eso solo pasa en los relatos inventados y en las películas, cuando noto como se pone en cuclillas y me saca la polla por la bragueta para hacerme una mamada rápida de puesta a tono. Deja la polla y los huevos por fuera del pantalón y se afana en una felación digna de la mejor felatriz… chupa con ganas mi glande, lame el tronco y hasta se come los huevos ensalivándolos por completo. Se levanta cogiéndome de la mano para dirigirnos al cuarto de la niña y me hace señas para que vaya en silencio, ven me dice me besa en la boca y me dice…

-“Te quiero mucho pero yo estaré junto a la niña, me toma la verga y la introduce dentro del pantalón me dice… ¡Espera que te avise será con la luz apagada o muy poca, a la niña le da mucha vergüenza!”

-“Tomate todo el tiempo del mundo en dilatarla, creo con le puedas meter el consolado rosa bastara”.

-“Luego te pagaré el favor con creces”.

Entra ella en la habitación y luego me hace una señal para que entre estaba ahí la niña con pijama acostada boca abajo y con la cabeza tapada con una manta, tenía un cojín bajo su panza y así el culo levantado, Paula la tenía tomada de la mano y se susurraba que estuviera tranquila que yo sabía bien como se hacen esas cosas, con la otra mano comienza a bajarle el pantalón de pijama, me acerco y alucino con ese tremendo culo. Paula pensaba que solo la dilataría y le metería la punta del cipote para acostumbrarla pero mi idea era otra, llenaría ese culito con mi leche.Paula le acariciaba las nalgas…

-“¡Ve hablándole con calma para se relaje!”

Primero me acomodé detrás de ella y comencé a acariciarle las nalgas poco a poco iba acercando más al ojete, le quité las braguitas y le separé las piernas un poco, estaba tensa, le digo con delicadeza….–“Mi niña cuando tú quieras nos detenemos, le dio un beso en la unión de las nalgas y dejo correr un poco de saliva entre ellas.

Le voy dando besitos en el culo, y voy separando las nalgas con mi lengua hasta que llego a la flor, ahí me entretengo un poco voy pasando una mano y lamo un poco el coñito de la niña, llegando al clítoris, -“Esto es para que te relajes”,no recibía respuesta, así que continuaba. Ya tenía el coño mojado y se movía suavemente a mi ritmo, entonces comienzo a masajearle con el dedo corazón suavemente y en forma circular, cada vez haciendo un poco de presión, mientras le metía otro en el coño, al principio dio un pequeño respingo, pero se calmó. Seguimos poco a poco muy lentamente, hasta que metí la punta del dedo y seguí masajeando en círculo…

“¡¡huy!!”Dice. “¿Me dolerá?”, dirigiéndose a su madre.

Ella le contesta…-“Tranquila mi amor, de todas maneras algo de debe doler, nada es gratis en esta vida, aguanta como mujer que eres”.

Así que seguí hasta que el dedo entró casi todo, ahí estuve un buen rato de vez en cuando ella se quejaba, pero se volvía a relajar, así hasta que el dedo entraba y salía a voluntad, ella se movía en forma rítmica, que emitía algún suspiro. Se destapó la cabeza y de vez en cuando me miraba con cara de lujuria, ahí comencé desde el principio con dos dedos y lo mismo se quejaba…, la madre la consolaba y seguíamos le sacaba los dedos los metía en su coño y volvía por el culo, en esta etapa ella ya estaba bastante erguida y se movía con más ganas, luego ya fue el consolador y vuelta a empezar. A veces Paula me besaba en la boca a modo de premio, ya cuando tenía el dildo metido casi entero se quejaba pero suspiraba, en ese momento le digo a Paula…

-“Ya mi amor la niña está bien dilatada, ahora podría recibir un buen trozo de carme”,

Para ese entonces Jacqueline ya empujaba hacia atrás, cuando comencé a introducir más el falo de goma, me mira con cara de súplica y yo le hago un gesto indicándole a su madre, entonces ella la mira y le dice….

-“¡¡Mamá por favor que siga!! ¡Por favor!”A esa altura yo tenía la polla como un fierro, bueno dice Paula…. “Pero solo un poco más”.

Estábamos en eso cuando la niña tiene un orgasmo, Paula me mira con cara de agradecimiento, yo le tomo la cabeza con mi mano libre y la llevo hacia mi polla, ella entiende lo que pasa me besa en la boca, suelta la mano de su hija, ahí Jacqueline se acomoda pone los codos en la cama y se mueve, Paulase ubica a mi lado, me saca la polla de los pantalones y me hace una nueva mamada rápida. Saco el dildo del culo de Jacqueline, me mira y le indico que se quede tranquila que no hemos terminado, la muevo un poco hacia delante y le meto la lengua en el culo, y a veces en el coño, ahí ya Jacqueline emitía gemidos de placer que hasta su madre le llamaron la atención. Quito a Paula de mi polla, y le quito la blusa, chupo las tetas…. 

-“Ahora mi amor hay que rematar la faena”,la beso en la boca ella toma mi polla y la va acomodando en el culo de su hija…

-“Mi amor mejor la lubricamos un poco antes…”,yde un empujón se la meto en el coño, ahí ya Jacqueline se terminó de soltarse y pedir que la follara….

-“¡Dame por favor fóllame, fóllame por favor! ¡Métela en el culo por favor!”Así me ubico y le comienzo a meter suavemente, Jacqueline se quejaba pero decía…. “¡Aguantopapi, por favor métemela más!”

Así hasta que estuve dentro de ella, Paula se ubica a mi lado y me besaba, le pido que se desnude, lo cual hace muy rápidamente. Tomo a Jacqueline de las caderas y jodiéndola en un mete y sacairracional, la niña iba gimiendo y jadeando obteniendo algún orgasmo…, la madre me acariciaba a mí en el pecho y el culo de su niña, alternándolo con masajes en mi huevos agarrándomelos por detrás con la otra mano. Estaba disfrutando de un culito apretado de una niña de 13 años, igual o mejor que cuando me la follé por el coño tan solo 20 días atrás.¡Qué bien se movía la muy putita calentorra! Agitaba el culo arriba y abajo al compás de mis embestidas, un baile ancestral que llevan las razas tropicales en los genes. Su madre me besaba en los labios buscando mi lengua estimulando mis gónadas sin cesar, a la par que calmaba a su hija con masajes que la aliviaban del invasor de su culo. Debía de ser lo apretado de aquel anillo, los continuos y contundentes sobos de huevos de Paula y los morreos con lengua lujuriosos que me daba la madre…, que no aguanté más de diez minutos jodiendo el culo de la niña… no paré de fornicarle el ano hasta que por fin le llené el esfínter de mi leche. Solté un gruñido de león en el momento del primer chorro de lefa, a los que le siguieron otros tres lechazos, rebosando el pequeño esfínter de Jacqueline. Nada más acabar con el último aldabonazo, extraje viendo como se le escurre algo de semen por las piernas saliendo de su agujerito dilatado que pronto recuperó su estado normal. Se terminó de sacar ella se girándose y apartando a su madre de mi boca me que besaba y me morrea la niña diciendo…. –“Gracias, gracias”, ahí le tomo la cabeza a Paula y la llevo a la polla para que me acabara lo que la niña no terminó, lo hace gustosa. En esas yo ya tenía a Jacqueline hacia mí, le besaba la boca, sobándole las tetas.

Cuando su madre termina de limpiarla ya estaba un poco floja, me recuesto entre las dos y las voy besando alternativamente. Estábamos descansando la niña no paraba de besarme y acariciarme la cara, cuando de repente le dice a su madre….

-“Mamá gracias pero eso tampoco lo he hecho antes…”

-“¡¿A qué te refieres…, a mamar una polla?!

-“No mamá”,le dice. “Eso un poco pero nunca me he tragado el semen, ¿a qué sabe?”Bueno le dice…

-“Ahora lo veras”

Con ayuda de sus manos y bocas, mi polla volvió a estar en condiciones de lucha, entre ambas me terminaron de desvestir.

-“Tú”, me dice Paula. “No te muevas que veras los agradecidas que somos”.

Me mamaban las dos a un ritmo que parecía que lo habían hecho antes le daba dos o tres chupadas cada una y se lo pasaba a la otra, tomo la cabeza de Jacqueline y me la acercó hacia mí para que me bese en la boca, y la ubico para que me monte, se ensarta encantada en mi polla, luego su madre se coloca sobre mi cara para comerle el coño, así luego se cambiaron de posición.

Paula me comenta… -“¡¡Me avisas antes de correrte, que la niña quiere tragarse tu leche!”!

El polvo estaba siendo demencial, la cría cabalgándome como una autentica amazona, se empotraba casi toda la verga y de vez en cuando pegaba un sentón enterrándoselo entera hasta los huevos. No me explicaba como una niña de su edad tuviese un coño tan tragón. El caso que, mientras mi polla se complacía con Jacqueline, el coño de Paula se derretía entre mis labios…, le abría los labios vaginales y mi lengua recorría el interior rosado de su coño desde la boca de su conducto, hasta la pepita como un garbanzo de grande y dura. Por arriba no veía lo que pasaba, solo me imaginaba a la madre e hija sobándose las tetas y mamándoselas, poniéndome frenético. Aquella postura nos duró cerca de 10 minutos, decidí ver algo más y posicioné a su madre despatarrada sobre la cama, ella elevó el culo y la verga inhiesta se enfiló a las profundidades de su chumino en presencia de su hija…, me follaba a Paula viendo rebotar las tetas que se gasta como dos campanas llamando a arrebato. Paula un poco desubicada la atraje hacia a mí y la besé comiéndole la boca…

-“¡Anda niña cómele la tetas a tu madre! ¡Mámaselas como cuando eras un bebé!”

Allí estaban las dos dándome el placer de mi primer trio, follándome a saco a la madre con mi cipote, y jodiéndome a la niña con mis dedos…, tanto por el culo como por el coñito. Aquello ya fue demasiado para mis cojones que no aguantaron más de otros diez minutos así, y cuando estuve a punto me pongo de pie voy al centro de la cama, indicándoles de mi inminente venida. Se me ponen de rodillas obedeciendo deprisa a mis deseos, y continúan chupando…, la saco de la boca a Paula y se la meto a Jacqueline hasta el fondo, la afirmo de la cabeza follándome su boca hasta que comienzo a llenarle su cavidad bucal con mi leche. Chorro tras chorro de semen se lo va tragando, depositándoselo sobe su lengua, un poco se le salía por las comisuras, pero esta leche  la que aprovechaba Paula lamiendo la boca de su hija.

-“¡¿Ahora mi niña está satisfecha?!” Le digo sacando la verga de su boquita con todo el engrudo atorando su garganta…

“¡Vamos cariño, Trágatelo todo y saboréalo!” le dice su madre, la niña se zampa toda la leche producida por mis huevos con ¡Glup, Glup! bien sonoro.

-“¡Pues está bien rica mami…!” Esa noche dormimos muy cansados los tres enmi habitación.

Por la mañana a eso de las 10:15, escucho ruidos, y aparece Jacqueline solo con una bata, me dice…

-“Mamá tuvo que salir hace un rato, la llamaron del trabajo por un problema y volverá a la hora de comer…, me ha dicho que si no la puedes esperar que te prepare el almuerzo”.

-“¡¿Y qué hay de desayuno?!” Le pregunto.

-“¡Lo que quieras!” Me dice.

Se deja caer la bata y se mete en la cama besándome y comiéndome la boca…, hacemos un 69, que tampoco lo había hecho, y me la follo a gusto…, claro está que para terminar se coloca a cuatro patas y le doy por el culo hasta que le dejo toda la leche.Entonces le digo…

-“Ahora niña no está mamá para que limpie deberás hacer tu misma”. Así que me toma la polla con la boca y la deja impoluta.

Después de eso las cosa nos han ido de forma normal, nunca tocamos el tema de hacer de nuevo un trío, pero cuando llego un poco antes que llegue Paula a casa, le doy un pequeño repaso a Jacqueline para que no pierda la costumbre. Otras veces, al llegar de noche va y se mete con nosotros en la cama, al principio Paula se disgustó, pero luego lo tomo como algo natural, sabiendo que ya me las follo a las dos por igual…

Preñando a la hija de mi novia. A tenor de lo que he deducido de las mujeres con las que he coincido en la vida, no soy bastante atractivo, pese a ser rubio, ojos azules, 178 de altura, 75 kilos, un buen físico, buen trabajador y de estupendo carácter y gran corazón. El caso es que aquel día andaba desganado de lo de siempre y más bien ansioso por salir de lo de esa rutina banal…, del trabajo al hogar, comer y dormir, si se tercia un polvo y al día siguiente otra vez lo mismo. Deambulaba de regreso a casa ansioso por encontrar alguna experiencia nueva. Soy diseñador industrial y controlo bastante la informática de usuario y un poco más, pero aun siendo creativo, cansa cuando lo ejerces como una obligación durante años y años, por mi parte ya eran cerca de 5 años…. Eran las 22:30 horas en un pub del Casco Viejo con algunos amigos y amigas compartiendo un agradable rato. Me sentía cansado y aburrido, y para colmo tenía que aceptar los horribles y mal preparados cubatas, que la sosa pero espectacular camarera preparaba y servía a la clientela sin siquiera mostrar una tenue sonrisa. Así que me despedí de los amigos para irme a casa. Antes de salir del Pub me llega un WhatsApp de Paula…,

-“Hola cariño, estoy sola en casa. Andaba con el Facebook con el PC, cuando no séqué le ha ocurrido y ya no me funciona. ¿Vas a tardar mucho en venir a casa y ver que le ocurre?”

-“Ya iba para allá, en quince minutos estoy”, le contesto con otro mensaje…

-“Paula una maravillosa amante, es chilena tiene 30 años, pelo negro y largo, 167 cm de altura, rellenita y de grandes, duras y redondeadas tetas y un culo de infarto, vamos, todo un cuerpazo, además de ser muy bella. Llego a casa, y al entrar me encuentro la puerta abierta… entro cerrándola y escucho….

-“¡Pasa, pasa, estoy en eldormitorio, ven!” Era la voz de Jacqueline, así lo hago, cuando al llegar veo con sorpresa que quien me espera es solo ella sin su madre.

“Hola Fer…”, me dice.

-“Hola Jacqueline. ¿Y tu madre?”

-“Mamá tuvo que salir, pero dijo que en dos horas está de regreso, que la esperes despierto”.

-“¡¿Dos horas?! Si son casi la 23:00, yo mañana tengo que levantarme a las 7:00”.

-“Sí, eso me ha dicho…. Mientras nos podemos entretener con algo…. No quiero que te marches a la cama tan temprano. ¡Por favor, haremos todo lo que me pidas!”

-“¿Todo lo que te pida?”

Sonreí porque sabía por dónde iba la niña, desde que tiene libertad de follar conmigo no hace más que ingeniárselas para llevarme al huerto…, y joder si lo consigue la cría. Con ese culito, yel coño tan apretado y tragón como el suyo con tan solo 13 años, es difícil negarse a jugar con la cría aun poniéndole límites. –“Sí”,Sonrió a su vez iluminando su hermoso e infantil rostro angelical…. Jacqueline tiene un cuerpo muy desarrollado para su edad, es tal alta como su madre, de cara aniñada con una belleza extraña, labios gruesos y carnosos, morena clara de piel y ojos verdes turquesa. Es realmente un espécimen raro. Tiene unas tetas sobresalientes, 80Bdiría yo, que destacan sobre manera de su cuerpo delgado y bien moldeado, con una cintura estrecha, acorde con unas caderas y culito preciosos de proporciones perfectas 10/7 pero con un algo todavía sin terminar de formar del todo, un algo de niña aún…. No sé cómo pero la situación se puso de lo más caliente, y esto ocurría cada vez con mayor frecuencia al notar que ya no la miraba como a una niña después de desvirgar su coñito y su culito, ni como a la hija de mi pareja, estaba viendo el cuerpo semidesnudo de una niña casi mujer, que también se hallaba cachonda intentando ponerme a tono a mí con preguntas de lo más atrevidas.

-“¿Te gusta el porno Ferni…?”Me preguntó mientras sujetaba el portátil sin siquiera mirarme.

-“Claro niña, los hombres consumimos mucho porno, de hecho casi todo está enfocado a nosotros…” Le contesté mientras me sentaba junto a ella en la cama.

-“Pues a mí también me gusta verlo…, se aprende mucho, y se ven cosas que pensaba que no se podía hacer…. Pues meterse una polla de así de larga”, hizo el gesto dándome la medida entre sus dos palmas. “De un negro, o la zoofilia follando y mamando las vergas de caballos, perros y hasta cerdos…”

-“Pero tú sabes que eso no es normal… ¿Qué estás viendo…?”

-“Videos porno de glory hole. Me fascinan. El anonimato y hacer lo que desees con un cipote tieso en la pared ¡Joder yo alucino!Me sorprendió tanta naturalidad y desinhibición sexual. No me lo esperaba.

-“Oye Jacqueline. ¿El WhatsApp lo enviaste tú?”

Le pregunte sin apartar la vista de sus enormes y preciosas tetas que sobresalían de una mini blusa blanca, prácticamente transparente, que solo podía abotonarse hasta la mitad, en fin, que prácticamente no escondía nada….

-“Sí”,se descojonó. “Me pillaste. Pero mamá lo sabe, ella me lo pidió, y lo que dijo que la esperes despierta es cierto. Así que por favor, no te vayas a la cama todavía y dime ¡¿Qué quieres que hagamos?! Lo que tú quieras ¿vale?”

-“Jacqueline. ¿Has estado con algún de esos chicos con los que andabas?”

-“No, claro que no, son unos infantiles”. Me contesto medio ofendida.“Prefiero hacerlo contigo, eres mucho más macho que todos ellos y estás mejor dotado en todos los sentidos…”.

-“¿A qué te refieres niña…?”

-“Pues a que sabes follar mejor, tienes una polla mucho mejor y lo podemos hacer en casa con el consentimiento de mamá, mucho mejor que por cualquier sitio o coche destartalado.

-“Me refiero a si has tenido sexo con aquel macarra que te llevaba en moto…”.

-“Claro que he tenido sexo, pero solo oral… no le permití que me lo hiciera anal y tampoco quise que me penetrara por el coñito, no sé porque no me sentía a gusto…, así que le dejé sin probar mi chochito ni mi culito. Sí, se quedó con las ganas de catar mi conejito interno y mi culo también…. Podemos decir que sigues siendo el único que me ha follado después de haberme desvirgado ambos agujeritos”. Cuando de repente cesó de las risas y mirándome con lujuria exasperada me preguntó… “Fernando. ¿Nunca has estado con una chica de mi edad antes?”

-“¿Qué quieres decir con eso de si he estado con alguien de tu edad?” Sabía a qué se refería, pero quería que ella me lo dijera. Y poniéndosesofocada me dijo…

-“¡¿Que si te has follado a una niña de 13 años antes?! Tú ya me entiendes”.

-“Pues la verdad es que no. ¿Porque me lo preguntas?” Bajando entonces los ojos balbuceo….

-“Solo por curiosidad, quería saber si yo era la primera o no. ¡Sabes, me gustaría hacerlo contigo ahora mismo! El porno me ha puesto muy cachonda y tenemos casi dos horas para nosotros…”

-“¿Estás segura de que quieres eso ahora? Niña, ni siquiera tengo condones a mano…”.

-“No importa, ¡Házmelo a pelo! Es imposible que me dejes preñada hoy”.

-“Desde cuando has planeado esto…”.

-“Pues no hace mucho, pero sueño contigo a diario. Al ser el  amigo demamáa mí me tienes menos atendida ¡Seguro que no te intereso! Sé que no lo hago muy bien pero intento mejorar, por eso veo porno…”.

-“Ven pequeña, no seas tonta, eres muy hermosa, ¿cómo no te iba a desear? Eres un bombón envuelto en papel de plata rellenita de licor”. En esos momentos la deseaba con toda mi alma, nada me importaba.

La senté en mis piernas, mientras su cabeza se apoyaba en mi hombro todavía con los ojos vidriosos. La tomé de la barbilla y la besé en la boca, pero no era un beso al uso, era como si me la quisiera comer, esos tiernos labios y esa lengua, estaba todo en mi boca. Al mismo tiempo sentí como una explosión en mi polla y comencé a sacarle la camiseta. Como no usaba sujetador, esas enormes tetas quedaron en el aire…, en nada comencé a exprimirlas con mi boca mientras ella gemía de placer sin decir palabra, las succionaba, mamaba y me comía sus pezones duros y erguidos. Le devoraba las tetas como un hambriento, esas ubres de niña sabía a gloria. Nunca tuve la oportunidad de probar unas como esas en mi vida hasta las de Jacqueline. La puse de pie frente a mí y le quité los pantaloncitos cortos y el minúsculo tanga que portaba y su coñito quedo a la altura de mi boca. ¡Qué placer fue chupar ese néctar mientras ella me apretaba la cabeza contra sus piernas! Y me pedía más y más hasta explotar de placer.Recorría toda su rajita apretada impúber, sin un solo pelo coronado con unos vellos en su pubis que me hacían cosquillas en la nariz. Con la lengua abría sus labios vaginales para adentrarme en su rosado interior ardiente, desde la boca de entrada de su coñito al pequeñito clítoris que atormentaba con la punta de mi lengua sin tregua. Me jalaba todo aquel conejito ávido de ser satisfecho por un macho como yo, y hasta que no conseguir su orgasmo no paré de darle gozo a su entrepierna una y otra vez, deslizando mi lengua a su ano lamiéndolo para su alborozo y sorpresa. Le templaba el cuerpo, las piernas se aflojaron y de pronto comenzó a gemir y contraerse de deleite recreándose en un orgasmo irrevocable. Tras su orgasmo la hice arrodillar y le pedí que me sacara el cipote de su encierro. Con alguna dificultad por los nervios, pudo bajarme el cierre y desbrochar el botón del pantalón dejando que éste saliera con fuerza como un resorte…, se impresionó un poco. Mi verga en todo el esplendor de sus 17 cm y un grosor considerable, se hallaba mirando a la cara de la niña….

-“Fernando. ¡Qué grande es! Tienes la polla más grande que he visto y tocado en vivo. ¡Y como huele a hombre de verdad!”

Claro, ella nunca había visto una polla de adulto… Quiero aclarar que mi verga es más bien normalita, pero para una niña de 13 años debe ser impresionante.

-“Bueno, es toda tuya preciosa, ¿Quieres chupármela un poquito?”

La idea pareció gustarle mucho, y sonriendo comenzó a lamerla, primero muy despacito y luego introdujo poco más allá de mi glande ganando unos centímetros a cada bocanada hasta metérsela a la garganta, todo lo que su boca daba de sí. Me estaba entusiasmando, no quería llegar a correrme tan pronto, por lo que le dije…

-“Basta nena, tenemos que hacer otras cosas antes de que explote”.

Sacando el pene de su boca y mirándome me dijo.–“¿Qué me vas a hacer Fernando? ¿Me la vas meter en el coñito?”

-“Así es cariño…”.

-“Házmelo despacio o me dolerá, tengo mi chochito muy pequeño y aún está cerrado…”.

-“Vamos a probar, no creo que te duela, tienes un conejito que dilata muy bien, ¡¿No recuerdas?! ¡Anda ven pequeña, siéntate a caballito con las piernas bien abiertas!, Juntos lo vamos a meter muy despacito”.

Arrimándola a mi verga con mis manos en susnalgas, muy pronto se perdió la cabeza de mi bálano en la vaginita que se abrió como una flor en la mañana. Sólo la cabeza bastó para que se estremeciera toda y siguiera empujando con los labios apretados, por lo que le dije que se quedara quieta unos instantes.Comencé a besarla en la boca, mi lengua comiéndose la suya hizo relajarla un poco…, la acariciaba….Así con la polla solo metida unos centímetros en su ceñida vaginita y morreándonos con lascivia, la cría se hallaba mucho más confiada, y sin pensarlo mucho con unoscuantos empujonesde cadera se la pude meter toda abriéndola hasta atravesarla con todo el cipote anclado en la misma boca de su útero.

-“¡Aaahhhhh, que bueno Fernando, te amoo!”

Acababa de percibir el fondo de su vagina, haciendo chocar mi capullo en su pared vaginal… Joder con la niña, lo tenía tan apretado como el día de desvirgarle el coñito. Cada día se podía decir que era más mujer, y de eso me estaba encargado yo personalmente….

-“¡Ahora sácamela, quiero verla antes de que vuelvas a metérmela hasta los huevos! Porque hoy si lo vas a conseguir ¡¿Verdad?!”

Así lo hice, pero cuando se la saqué se hallaba brillante completamente impregnada de flujo, por suerte no había sangre, como cuando le rompí el himen….

-“¡Qué bueno, quiero sentirla adentro otra vez!” Dijo ella.

Me tomó la verga con su mano dejándole que lo hiciera todo ella solita.¡Qué sensación!, aprendió rápido, en unos segundos se movía de manera que mi verga entraba y salía sólo con el movimientode su pelvis, yo no hacía nada, sólo disfrutaba de ese coñito ceñido de niña cachonda, tratando de no acabar demasiado rápido.Y así estuvimos un rato hasta que tuvo su orgasmo vaginal por penetración, que fue genial, mientras yo no paraba de penetrarla duro sintiéndome en el séptimo cielo. La niña llega y retrocede exacerbándome por el roce de sus paredes internas sobre mi capullo. Percibía el tronco completamente enterrado siendo engullido por su vaginita subiendo y bajando a toda máquina ¡Bendita juventud! ¡Cómo se mueve la niña! Sus tetas ante mi cara se balanceaban como dos flanes de gelatina, a los que me amarraba lamiendo y succionando cada pezón, cada mamada era como si fuera la última de mi vida…. Y en eso me vino el clímax…

-“¡Ooooohhh mi preciosa nenita, voy a correrme ya!, ¡¡Dame tu boquita mi amor!!”

-“¡Noooooo!!! No me la saques. Quiero que te corras dentro de mí hasta el final, quiero sentir todo tu ser derramándose en mi coñito. Quiero tu leche. ¡¡Soy tu esposa, tu nenita, tu putita, soy tuya!!¡Lléname, lléname de semen!¡Llena mi coño con tu esperma vigoroso y hazme un bebé! ¡¡PRÉÑAME con un bebe precioso como tú, mi amor! ¡Quiero ser la mamá de tus hijos!”

Decía sin parar de follarme una y otra vez, yo no iba a ser quien no se diera el placer de preñar a la niña.Enervado hasta el límite la penetré con más fuerza si cabe, incluso con violencia mientras apretaba su tierno cuello con mi mano hasta el límite de asfixiarla. Entonces se zafó y tomando aire grito como si la estuviesen arrancando las entrañas mientras se corría ferozmente entre espasmos y convulsiones temblando como una posesa y llevando su boca contra la mía en un beso lleno de lujuria y placer, violento y fogoso.

-“¡Aaahhh! ¡Aaaahhh! Ohhh papi que bueno, que gusto, sigue, sigue así, dame, dame bien dentro, dame tu leche. Siento los chorros de lefa llenándome la vagina, tu cálido semen me está rellenando todo el útero…. ¡ME ESTÁS PREÑANDO PAPÁ, ME ESTÁ PREÑANDO DE UN BEBÉ PRECIOSO!”

Gritaba entre jadeos mientras se volvía a correr por cuarta o quinta vez, sin pensar mucho en lo que decía…

-“¡Ooohh mi amor. Sí… ahora soy tuya para siempre, tu esclava mi amor, tu zorra, tu puta, tu amante… Ya no soy una niña tonta de 13 años…, ahora soy una mujer, una mujer completa, la mujer que te amará y cuidará de tú por el resto de sus días”. La niña estaba desbocada gritando de placer llevándome por los derroteros de la lujuria.

-“Te quiero Fernando, te quiero desde siempre, y ahora por fin estoy consiguiendo el sueño de mi vida, ser tratada como una mujer adulta por ti. Para ser follada como tú lo haces guardé mi virginidad, para que tú la tomases como has hecho conmigo…, me has convertido en mujer, la mujer más feliz del mundo. Porque ya no soy una niña tonta que juega con los chicos ¿Verdad? Ahora soy tu esposa ¿Si?”

No quise contestar, solo la miré a los ojos suplicantes, y al hacerlo la amé con toda mi alma, lo cual debió sentir porque asintió sonriendo con cara de boba enamorada. La sentí temblar como una hoja en éxtasis, al extremo de la excitación más brutal. Así que sin más me corrí en su interior sin poder, ni querer evitarlo asumiendo todas las consecuencias postreras. Llenándola de tal cantidad de esperma espeso, que cuando a los pocos minutos, tras fundirnos el uno con el otro abrazados, sin mediar palabra, formando un solo ser,la saqué y comenzó a escurrirle el semen como un manantial por entre los muslos…

-“¡Nooooo!!! Que no se escape ni una gotita de dentro de mí”. Dijo cerrando fuerte las piernas y elevándolas a la vez….

-“Nuestro bebe ya está en camino. Y será tan bello como tú mi amor, mi hombre, mi amado, mi macho...”.

Sí, Jacqueline tenía casi 14 años, y sí, en esa fornicación quedó preñada esperando su primer bebé…, ese era su mayor deseo y a sabiendas que corría el riesgo de preñarla se lo concedí…, pero la historia no terminó ahí, en realidad solo había hecho nada más que empezar, porque follaba con ambas mujeres, madre e hija indistintamente. Las amaba a ambas y ellas a mí no podía elegir a una rechazando a la otra…, con ellas el sexo, es un viaje de amor, de ternura y de pasión, un viaje gratis al cielo, un viaje entre un hombre y una mujer, un viaje de ida y regreso, del cual quisiéramos continuar más allá de sus últimas consecuencias…,es un viaje maravilloso, viajan nuestro cuerpos, nuestros espíritus unidos formando un solo cuerpo y un solo ser de amor y de deseos. ¡¡No hay pasión más grande!! Y en ello no hay diferencia entre una mujer y un hombre porque ambos sentimos lo mismo, pensamos lo mismo indistintamente de la edad. “Mi amor y mi cuerpo les pertenece y quiero hacerlas felices para que nunca se olviden de mí”. En el acto de follar con ellas se crea el momento donde convergen… amor, ternura, deseo y pasión, los cuales van unidos por el sexo, por los brazos y las piernas, llegando al culmen cuando nuestras miradas fijas en el otro, hacen que nuestros corazones que latan a un mismo compas junto a nuestra respiración, demostrando con el sudor de nuestros cuerpos, la pasión que nos une en el clímax máximo de los sentidos vista, oído, tacto, olfato y sabor. Me hacen inmensamente feliz mirarlas directamente a sus ojos escuchando sus gemidos, tocar su piel, sentir su aroma de mujer degustando el sabor a hembras en celo, en el instante de estar eyaculando en las profundidades de sus úteros. Por lo tanto tener sexo va unido a un sentimiento de amor y en el que no hay diferencia entre una mujer y un hombre los dos sentimos lo mismo y pensamos igual. Tal vez por eso del pensamiento único, no vi un atisbo de recriminación cuando Paula y yo hablamos de la preñez de Jacqueline, en cierto modo creo que ya estaba planificado y solo faltaba cerrar el plan, en el cual colaboré en primera persona activamente… no tardé mucho en dejar preñada también a Paula. Y ahora tengo en casa a una madre y su hija preñadas con una diferencia de tres meses entre ellas.

Por Trovo Décimo
Tomado del excelente blog hermano https://sesionesorgasmicas.blogspot.com

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