jueves, 16 de junio de 2022

La nena de papá: Capitulo 1

 

Mi nombre es Alberto, tengo 53 años, divorciado de mi mujer, con la cual compartí veinte años de matrimonio y cinco de noviazgo, y dos hermosos hijos, un varón de 22 y una nena de 20.

La vida no había sido muy amable conmigo después de mi separación, mi hijo mayor dejo de hablarme, mi ex me succionaba cada uno de mis ganancias, y se cogía a mi mejor amigo. Ojo tampoco quiero ser la víctima en todo esto, ya que la causa de mi divorcio había Sido gracias a varías infidelidades mías.

La única que todavía seguía a mi lado apoyándome en todo era mi hija, Lorena, la luz de mis ojos, la nena de papa. Ella venía a visitarme dos o tres veces por semana a mi nuevo departamento, allí compartimos todo como antes, una cena, una charla. Ella a pesar de haber vivido todas mis peleas con mí ex, supo perdóname, porque a pesar de todo soy un hombre con sus virtudes y defectos.


Yo vivía en un departamento que me había prestado mi hermano, así que no tenía que sufrir los gastos de un alquiler, solo pagaba los gastos de los servicios, era un lindo y acogedor departamento con dos habitaciones, un living comedor y una cocina. Así que allí tranquilamente podría vivir otra persona más sin molestar.

Y eso fue lo que le propuse a mi hija, después de mi divorcio, ella se sintió bastante tentada en aceptar mi propuesta pero no quería traicionar a su madre, y yo lo entendía, a pesar de qué ni tenían la mejor relación. Pero si algunas veces se quedaba a dormir allí, cuando salía muy tarde de cursar, ya que se estaba cerca de la facultad, o si salía a bailar se quedaba conmigo, para evitar los reproches de su mamá, ya qué a mí ex, odiaba que ella saliera a bailar, por miedo a qué le pase algo, yo también me preocupaba pero también ella tenía derecho a disfrutar.

Los días que mi hija se quedaba conmigo, me comenzó a alentar para que saliera de mi depresión, y comenzará a salir con mujeres. La verdad es que no me sentía con muchos ánimos de salir en busca de mujeres, ya que ni me sentía muy seguro, de tener que buscar otra pareja, la pasaba bien estando solo, y tenido algún que otro día encuentro ocasional con alguna ex amante. Pero de pronto, algunas me dejaron de contestar, y así sin darme cuenta una sequía sexual comenzó. Pasaron los meses y yo no la ponía ni con suerte, pensé en recurrir a una trabajadora sexual, pero no era los mismo.

Había pasado algún tiempo en el cual ni había visto una mujer desnuda, y una tarde, había regresado del trabajo, me puse cómodo como siempre, camine hacia mí habitación, y noté que la habitación de mí hija estaba abierta, no sabía que vendría, así que pase sigilosamente hacía mí cuarto por las dudas que tuviera compañía, traté de no mirar pero no instinto me gano. La puerta estaba entreabierta y solo eche una mirada sin segundas intenciones, y entonces fue que la Vi subiéndose el corpiño, no ví mucho ya que estaba casi vestida, solo le faltaba eso. Pude ver por una segundos sus enormes pechos de perfil firmes pero algo caídos, herencias de su mamá, se colocó el corpiño y volteó su cabeza hacia la puerta, y me vio. » Pa’ sos vos?»

Por un segundo la piel se me Helo, me abra visto mirándola, cómo podría justificarme después de esto. Trague saliva y le respondí.

– si Lore. Soy yo ..
– ay que susto.. pensé que había entrado alguien…todo bien?
– si si . todo bien. Vos?. No sabía que venías .
– si.. perdón que no te avise pero salí de la facultad. Y decidí pasar un rato. Y como no estabas me di una ducha. Con éste calor…
– si.. está pesado afuera…
– hace mucho llegaste?… cómo ni te escuché entrar..
– no, iba para mí habitación..

Salió en corpiño, con el pelo todavía húmedo y me saludo, me invitó a tomar una cerveza, lo cual acepte y fuimos al sillón a mirar nos tele y charlar un rato.

Esa noche en la oscuridad de mi cuarto, me masturbe un rato antes de dormir, trate de no pensar en lo que había visto, pero la imagen de mi hija, colocándose el corpiño resonaba en mi cabeza, una y otra vez, y sin querer esa fue lo que más me calentó, me pajeaba con todas mis fuerzas, con la imagen de sus senos jóvenes, y eso logró sacarme toda la leche de días acumulada. Pero cuando la calentura bajó, un sentimiento de culpa terrible me apoderó de mí y traté de olvidar aquel morbo y prometí no volver a repetirlo.

Pasaron dos días y yo me encontraba en casa, tirando en el sillón, mirando bla tele, cuando escucho abrirse la puerta, era mi Lorena, que venía a invitarme a ir a ver una película. Se acercó a mí y me dio un beso en los labios como siempre lo hacíamos desde que era pequeña, pero está vez, ese tierno besó, se poso en mis labios con otro sabor. Se sentó a lado mío y me preguntó si ya había comido, lo cual respondí qué no, así que se levantó y se puso a prepararme algo, me levanté del sillón sin gana a ayudarla, y cuando me acerque a la cocina, la Vi agachada buscando una olla en uno de los muebles, su hermoso culo estaba completamente empinado apuntando directamente hacía mí. Y por unos segundos olvide que era mi nena, ya que estaba más qué desarrollada con un bello cuerpo de mujer. Me sentí tentado en estirar mi mano y acariciar sus prominentes ojete, pero la cordura ganó y me senté en un silla para pensar en cualquier otra cosa. Ella volteó a verme con una sonrisa y vi como evitaban mirarla y me preguntó si estaba bien, yo le dije que sí, pero no la convenció, y se sentó al frente mío, me tomo de la mano y me dijo que estaba preocupada por mí, me veía raro, me preguntó si me molestan su presencia, lo cual rápidamente le dije que no, y le devolví la caricia a su mano y le dije que no se preocupe por mi y siguió cocinando.

La siguiente semana fue el punto de quiebre donde deje de lado mí lado paterno y comencé a ver a mí hija cómo mujer.

Era viernes a la noche, mi hija había invitado a un par de amigas de la facultad a mi casa, pará prepararse para un cumpleaños de otra chica, ellas estaba metidas en la otra habitación cambiándose la ropa, porque era una fiesta de disfraces, se escuchaba la música al palo y los gritos de la chica riéndose y charlando. Yo me estaba preparando para irme a pescar ese finde semana, me iba a pasar a buscar un amigo, así que me quedé en el living esperándolo. Eran las diez de la noche y mí amigo no llegaba, mi hija y sus amigas salieron ya todas vestida como sus respectivos disfraces de trola, supongo porque era enfermera sexy, diablita sexy, y mi hija colegiala sexy con peluca y todo.

Al verme todavía ahí, Lorena me preguntó porque todavía no me había ido, le dije que esperaba a mi compadre, era medio incómoda esa situación un hombre mayor con tres pendejadas vestidas de esa forma, pero noté como a mi nena se le asomaba media nalga afuera, no pude resistirme a ver, pero antes de que alguna de sus amigas me vea mirándolas me fui a la cocina, mientras se hacían una sesión de fotos el el living. Todas en pose sexuales.

Después de una larga sesión de selfi, una de ellas abrió una botella de vodka y brindaron en la sala para luego tomarse un Remis hasta la fiesta. Mi hija se me acercó a saludarme y se fue corriendo cuando llegó el Remis, todo su labial quedó marcado en mí mejilla.

Finamente me quedé una hora más esperando que mi amigo que venga, Pero jamás llegó, así que después de llamarlo y putearlo por hacerme esperar me fui a dormir.

Estaba profundamente dormido cuando escuchó qué la puerta del departamento se abría, no le di mucha importancia, seguramente era Lorena que volvía del la fiesta, escuché sus tacones retumbar contra el suelo, y oí que hablaba con alguien, una amiga pensé, pero no, su voz gruesa, me hizo notar que venía con un tipo. Miré la hora, eran casi las cinco de la mañana y por un momento pensé en levantarme y echarlo, Pero lo pensé mejor y eso sería justamente lo qué ni ex haría, y entre mi hija y yo era todo más tranquilo.

Escuché como se reían mientras abrían la puerta de la habitación de mí hija, el pibe le decía cosas que no pude diferenciar bien, pero cómo estaba medio dormido no le di importancia. De pronto pusieron música y eso termino por despertarme, di vueltas en la cama y trataba de no pensar en lo que estaban haciendo pero contra todo instinto paternal , me levanté y me asome porque tanto ruido.
La puerta de la habitación de mí hija estaba abierta de par en par con todas las luces encendidas. Pude ver lo pies del pibe apoyados sobre la cama y a mí hija parada frente a la cama bailando de forma sexys frente al muchacho, le estaba haciendo un striptease. Jamás en mí vida me hubiera imaginado que ella hiciera ésas cosa pero el morbo de ver a una pendeja moverse de esa forma me hizo olvidar por completo quien era.

Se recorría con las manos los pechos, bajando casi hasta el suelo, para luego subirse y abrirse la camisa de colegiala, quedando solo con el brasier, el pibe desde la cama no hacía mas que alentarla para que siga moviéndose, mi hija de repente se dio vuelta, y mientras le meneaba el culo se subía la mini falda , exhibiéndole todo el culo para luego dejarla caer, el pibe al igual que yo estaba más qué tentando antes tal bailé y se acercó hacia ella y le comenzó a tocar la cola, mientras le decía como se la iba a coger y llenar de leche, Lorena solo se reía ante la cosa que le decía el pibe.

De repente mi hija se dio vuelta y se inclino hacia el muchacho para darle un beso, el pibe le comía la boca y le manoseaba las tetas y el culo de pronto la toma de la mano y le hace recostarse sobre la cama, y allí continuaron con la sesión de besos, la mano de Lorena se comenzó a dirigir hacía la entrepierna del pibe y le comenzó a sobra la pija por encima del pantalón mientras nel otro le acariciaba la conchita a la nena. Trate de no mirar pero el morbo me podía más y ver así a mí hija me terminó por decidir a seguir mirando.

De repente el pibe de pone de pie y se comienza a desvestir, Loren de quedó allí tirada sobre la cama esperando a su novio..

El pibe sólo con el bóxer puesto se sube a la cama junto a ella y siguen besándose, el la atraía mas hacía el, tomándola del culo, le besaba el cuello y bajando hacia sus pechos, y por primera vez pude escuchar un suave gemido de mí hija. El pibe le comenzó a bajar el corpiño, dejando sus enormes pechos expuestos y comenzó a chupárselos con ganas saltando de uno al otro. Lorena le acariciaba el pecho y el abdomen, tratando de llegar al elástico de su bóxer pará seguido eso, meterles la mano y tomarle la pija con sus manos y agarrarlos entre sus dedos.

Una vez el pibe tuvo la pija completamente expuesta, Lorena no hizo mas que pajearlo mientras lo recorría con su boca.

El pibe tampoco se quedó atrás y no paró de manosearle las tetas y estirándole los pezones. Cuando se aburrió de sus pechos la hizo acomodarse un poco de lado y le metió mano por el ojete. Seguramente recorriéndole los labios de la concha con los dedos, mientras que Lorena no le soltaba la pija ni un segundo.

Cuando de pronto el pibe le pide que le chupe la pija, a lo que mi hija sin chistar le se inclina sobre hasta la entrepierna de pibe y se mete lentamente la cabeza de la pija en la boca, y poco a poco se la introduce mas y mas, casi hasta la mitad, el pibe la toma del pelo y la empuja un poco más pará que se meta toda la pija por completo.

-eso mi amor… chupa.. chupa…ahhh… uuuuuhhhh…que petera hermosa…. eso.. así así.. te gusta?..
– mmm me encanta…mmmm…

Lorena disfrutaba esa pija como si fuese un chupetín, cabeceaba cómo un desesperada, metiéndose la pija del pibe hasta el fondo, para después llegar hasta la cabeza y recorrerlo con la lengua.

El pibe después de satisfacerse con. La boca de mi nena, la tomó del brazos y la acostó boca arriba, le separó la pierna y le corrió la tanga, y se zambullo entre sus piernas pará chuparles bien la concha, a lo cual mí hija comenzó a gritar como un puta en celo mientras se agarraba las tetas.
Habrán estado así un par de minutos, hasta que el pibe se incorporó y fue a buscar un forro al pantalón, Lorena siguió acostado boca arriba con las piernas abiertas y se quitó la tanga, mientras el pibe con la pija al palo, casi como yo, se puso el condón. Se subió nuevamente a la cama y se acomodo entre sus piernas, se comenzaron a besar otra vez y poco a poco la pija del pibe se fue metiendo dentro de Lorena, para comenzar primero con un suave mete y saca, hasta llegar a unas envestidas más salvaje, que hacían brincar los pechos de mí hija de arriba abajo, mientras el pibe echo un máquina se la cogía sin parar.

De repente la hace darse vuelta y se la comienza a coger en cuatro, las tetas de mí nena colgaba, mientras ella se aferraba a las sábanas recibiendo una y otra vez las envestidas del novio, que hacían aplaudir su lindo culo.

-ahhh shhh mi amor que lindo culo por favor…esta noche si me vas a dar la cola…

– ahhhh shhh…no .ya sabes que por ahí no me gusta….ahhh . Deja la cola para otro día.. ahora cógeme duro que me estoy por venir papi..

El pibe más acelerado que antes la toma fuerte del culo, y le comienza a taladrar la concha sin parar, ambos gemían y gozaban ante tal cogida pero el pibe más, por comerse esa flor de caramelo. Se la cogió un par de minutos más y después le pidió que se acueste otra vez boca arriba, mi hija obediente se acomodo en la cama, el pibe se sacó el forro y se comenzó a pájear rápidamente apuntado directo va sus pechos, Lorena se los acercaba con la mano mientras pibe se la sacudía sin parar, hasta un par de chorros espesos de leche brincaron hacia su cara y pechos, dejándola toda bañada en leche.

El con la pija casi dura se la acercó a la boca y ella cómo buena niña le limpio lo restos de leche con la lengua. Seguidos de eso se levantó y fue hasta el baño a limpiarse, mientras el pibe se quedó acostado en la cama unos segundos.

Y la cosa iba a quedar ahí, pero de pronto vi que el pibe se levantó y tomo el celular de mi hija y comenzó a revisarlo, lo miro un par de segundo y lo dejó, después abrió la cartera de ella y le saco algo de plata y se tiró otra vez en la cama fingiendo que descansaba.

En ese momento yo tenía la vena del cuello a punto de explotar pero no podía hacer nada, porque se suponía que Yo ni debía está allí.

Anónimo

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