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domingo, 19 de junio de 2022

La nena de papá: Final

 

La calentura y el morbo, golpeaban a mi puerta de manera incesante, mi nena me hacía perder la cabeza. Podía contener mis más bajos instintos sobre ella por un tiempo, pero el tenerla cerca lo hacía una tarea difícil.

Necesitaba desahogarme, hablar con alguien, calmar mi cabeza por unos segundos y que me dijeran que esos pensamientos estaban mal. Quería una voz de la razón, qué jamás saldría de mí. Así que decidí llamar a mí mejor amigo de la infancia.


Un tipo de mí edad, centrado, casado con su novia de la secundaria, había echó primer ano de psicología, carrera que después abandono. No era mucho pero era suficiente como para que me aconsejé sobre qué estaba mal en mi, además era con el único que podría hablar abiertamente sin ser juzgado.

Lo llamé pará juntarnos a hacer algo, un finde semana solos, cómo mi última salida a pescar había Sido frustrada, decidí invitarlo. El aceptó, ese mismo viernes por la noche no adentramos en la ruta hacia donde solíamos ir cuando éramos chicos, llegamos al lugar poco antes del amanecer, descargamos todo, preparamos la carpa, y nos fuimos directo al río.

Ers un lugar tranquilo para descansar, alguna familia, que también pasaban el fin de semana allí, y otros pescadores.

Pasamos todo el día hablando y poniéndonos al día, ya que hacía un par de meses que no nos veíamos por razones personales.

Por la tarde noche, fuimos a comprar algunas provisiones, compramos un par de cervezas y regresamos al campamento pará preparar los pocos peses que habían picado
Comenzamos a tomar, y a recordar viejas anécdotas, antiguas novias, mientras abrimos una cerveza tras otra.

Ya cuándo la cerveza hizo efecto, los secretos comenzaron a surgir y la conversación tan ansiada comenzó a asomarse sutilmente. Le conté la primera vez que sorprendí a mí hija con su novio, en el cuarto, el se reía y no le daba importancia, seguí hablando y le relaté la segundo vez que la encontré con su otro novio, y allí su rostro se puso algo más serio. Miraba fijamente la fogata mientras movía las brasas con un palo, no me miraba Pero me escuchaba con atención lo que le relataba.

Le conté como eso me hizo sentir, y lo que esa situación había provocado en mi. Trató de apaciguar la situación con. Una broma de mi falta de sexo por mi divorcio. Pero al ver con la seriedad la cuál yo le contaba todo, trató el tema de una manera más seria.

– amigo la verdad es algo muy fuerte lo que me decís, no pretendo ser quien te juzgue, pero es muy perversos eso…y hasta ilegal.. entendería si esto viniese de ambas partes. Tú hija es mayor.. y si es consensuando, bien por vos pero no veo que que sea algo recíproco de ambas partes..

– dicho eso y que estamos confesando cosas.. también deberías saber el año pasado le fui infiel a mi mujer..

Ahora era yo quien lo escuchaba atentamente, creo que la situación lo había incomodado y cambio de tema radicalmente.

– son 20 años de casados y la verdad es que quería probar un poco de esa adrenalina que te provee una aventura..

– está bien.. con quién fue..

– con tu hija…

Mi cara se transformó, no lo podía entender, ni creer, cómo?, Cuando?, Jamás los había relacionado juntos.

– fue después del cumpleaños de tú ex…tu hija me llamo para que la lleve a cambiar el regalo que le había comprado a tú ex..

– te llamo a vos?.. porque?

– también me sorprendió.. pero la llevé.. cuestión que esa vez no pasó nada..la siguiente semana volvía a casa… estaba nublado y hacía frío.. y la vi a tu nena parada, esperando el colectivo cerca de la facultad.. le hice señas para que suba y ella acepto.

La invite a tomar algo caliente y otra vez aceptó, no pusimos a hablar.. pegamos onda.. y cuándo me quise acordar le estaba agarrando las tetas en el auto, mientras nos besábamos.. de ahí no dude y me la llevé a un telo… entramos.. nos comimos a beso.. le saque la ropa .. dejándola solo con la tanga que traía… La tiré en la cama y se la hice a un lado.. y le comí la concha con unas ganas que no paró de gritar por un rato..

La volví a besar y me quedé parado frente a ella, sola me metió la mano en la bragueta y me agarró la pija, la sacó del pantalón y me dio una chupada de pija increíble.. nunca me la habían comido de esa firma..no paraba se movía de adelante hacía atrás cabeceaba contra mí pito con una desesperación..

La calentura fue tanta, qué ni la dejé terminar , la tiré contra la cama y se la mandé, así a pelo, no paraba de gritar la muy puta mientras me la cogía…se retorcía se agarraba las tetas…me rogaba que le acabé en las tetas…
Jamás me hubiera imaginado que fuese así.. tan dulce y buenita qué de veía..

– y le acabaste en las los pechos?

– ni llegué se le acabé todo adentro.. después nos pusimos a charlar y me comentó sobre sus gustoso sobre hombre mayores…y esto te. Lo cuento cómo amigo…la pendeja busca el amor Del padre.. trata de disimularlo saliendo con pendejos... pero lo que realmente disfruta es la compañía de un hombre mayor.. que se la coja con dios manda.. y esté consejos te va gratis…si sabes cómo entrarle.. hasta te la vas a poder coger sin mucho esfuerzo… ya que busca tu amor…

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Una pequeña escapada a un lugar casi paradisíaco, sería mi más grande jugada para poder concretar lo que deseaba con mi hija.

No era algo que no había pensado antes Pero la charla reveladora con mí amigo me animó a ir por todo, sin importar el riesgo.

Tenía unos ahorros que junte, después de mi divorcio, los iba a utilizar pará emprender en algún negocio, pero no hay mejor inversión, que la que se hace a uno mismo. Y si las cosas salían bien, iba a ser dinero más que bien invertido.

Comencé con los preparativos para darnos una escapada con mi hija, sin que ella supiera nada. Quería que todo fuese una sorpresa. Compré los pasajes, compré un paquetes turístico para dos, en un lindo hotel de 3 estrellas con vista al mar. No iba a ser muy lujoso pero que la íbamos a pasar bien, eso era seguro.

Una vez que tuve todo cerrado, la llamé a mí hija, que estaba cursando y le conté la sorpresa, sus gritos de emoción me dejaron casi sordo. Me dijo que apenas salía de clases me iría a visitar, y así lo hizo. Cómo a las dos horas llegó a casa, entró cual huracán y salto sobre mi, enredando sus piernas sobre mí cintura, y dándome un fuerte abrazo. Yo correspondí dicho abrazo, que duró unos segundos, pero el choque de nuestros cuerpos, me hizo casi excitar, el aroma de su pelo, sentir sus pechos pegado a los míos. Pero un baldazo de Agua fría entró por la puerta, era mi ex mujer. Quería hablar sobre nuestro viajé sorpresa, del cuál ni le dije nada. Me aleje rápidamente a mi hija, y me puse a hablar con su madre, al principio no quería saber nada de que me la llavera de vacaciones, primero por el tema de la plata, después de que no quería, porque ya pasaba demasiado tiempo conmigo, pero mucho su opinión ya no contaba ya que mi hija era mayor de edad, y podía tomar tranquilamente sus decisiones. Eso calmó a la fiera por el momento.

Llegó el tan esperando día,, mi hija se había quedado en mi casa hasta ese día, y ya poco a poco había comenzado con el tire y afloje. Las indirectas mías eran sutiles pero efectivas, no quería echarlo a perder antes de comenzar. El día de mayor tentación fue el día que la lleve a comprar una bikini, me comenzó a modelar, los conjuntos elegido, que no dejaban nada A la imaginación, y todo lo contrario a lo que un padre diría, elegí el mas diminuto que encontré, al principio no quería, pero todo por complacer a su Papito, se lo probó y lo compro.

Salimos al día siguiente hacía el aeropuerto, durante el camino, no paraba de tomarse fotos para subirlas a sus redes.

El viajé fue rápido, cuando llegamos, tomamos un taxi, y directo al hotel a registrarnos, y nos fuimos directo a la habitación, Allí nos duchamos, nos pusimos ropa más ligera para aprovechar el calor y nos pusimos a disfrutar de la vista, mientras pensábamos cómo pasar el día.

Mientras admirábamos la vista desde el balcón de nuestro hotel, yo no podía dejar de mirar la vista de me estaba dando mi hija de espalda hacía mí. Traía un shortsito negro el cual resaltaba un hermoso traste, pero yo quería mas, y así entre broma, le pedí dije que se lo sacará, que se iba a morir de calor, que estaba muy tapada, y ella riendo aceptó, y se quitó allí delante mío el shorts. Mi corazón se aceleraba mientras se desvestía sin pudor delante mío quedando solo con el bikini. Le ofrecí tomarle algunas fotos, lo cual la puso de inmediato a posar para mi, cual modelo de maxim.

La temperatura en mi subía cada vez más, y ante de dar un paso en falso, decidí que saliéramos a recorrer la ciudad, las playas, ver qué actividades se podría hacer.

Pasamos el día caminando, conociendo algunos lugares, comimos en un restorán frente al mar, y pasamos el resto del día en la playa, descansando. Por la tarde paramos a beber algunos tragos en la barra del hotel, y ya con el alcohol subiendo por nuestros cuerpos, no fuimos al cuarto a descansar.
Ya en el cuarto, cada uno en su cama nos pusimos a mirar una película, aunque no podía concentrarme, ya que a medio metro La tenía a mi hija en ropa interior con una remero gris que usaba como pijama.
De pronto vi que se acostó de lado para dormir, yo seguí viendo la tele cómo si nada, de a poco con el movimiento de ya estar completamente dormida, vi como la remera se le iba subiendo, dejándome ver su culito desnudo exhibiendo una diminuta bombacha blanca.  Traté de no caer en la tentación y fui hasta el baño para mear, cuándo salí ella seguía en la misma posición, solo reflejo de la televisión iluminaba el cuarto de color azul y blanco. Me acerque poco a poco, ante tal belleza y me senté en el borde de la cama, sentí miedo que pudiese sentir mi peso sobre el colchón pero ni así se despertó.
Estiré mi mano y la pose sobre su muslo, y de allí comenzó mi recorrido sobre su suave piel hasta llegar a su lindas nalgas dónde me di gustó acariciándolas lentamente, se la veía bastante firmes a pesar de que no hacía ejercicio. Llegué hasta el elástico de si rompa interior y solo lo corrí unos centímetros. Me incline y besé su culo con suavidad, era lo más excitante que había vivido en toda mi vida, acerque mi nariz hasta la raja de su culo, y un deliciosa aroma a jazmín me invadió, pase la lengua por encima de la tanga, y un pequeño movimiento me alertó, así que me moví rápido para salir de allí y seguí mirando la tele cómo si nada. Por suerte mi hija no se inmutó, fue un movimiento producto del sueno.

Al día siguiente nos levantamos temprano para preparar las cosas y así poder pasar todo el día en la playa, mientras hacíamos eso, en mi cabeza un miedo y culpa de ser descubierto resonó en mi. Pero mí hija seguía normal, ignoraba lo que había sucedido la noche anterior, lo que.me dejo mas en calma pará seguir avanzando.

Bajamos a la playa y nos colocamos cerca del hotel, allí me senté a leer u libro, mientras mi hija se relajaba en la arena para tomar sol, cada tanto le ofrecía pasarle bloqueador, lo cual ella inocente aceptaba.

– ay papi..es la tercera vez que me pasas.. parece que solo queréis tocarme…

– qué?

Mi cara de sorpresa ante tal comentarios me hizo casi ponerme al descubierto, así que puse mi mejor cara de ofendido.

– era un chiste..no era para que te enojes… igual con esas mano grandes pudiste ser un buen masajista..

Dicho eso, se puso de pie y camino hacia al mar para darse un chapuzón. Pero el comentario de mis manos resonó en mi cabeza por horas.

Por la noche decidí lanzar la carnada, la invite a cenar, sería una comida padre e hija, pero con uno tintes románticos. Nos pusimos nuestros mejores vestuarios, yo una camisa y un pantalón de vestir y me senté a esperar que mi nena se termine de arreglar. Para mi sorpresa, salió con un vestido poco sutil, que dejaban exhibiendo todo si pecho hacia afuera, trate de disimular mis ganas por estrujar ese par de tetas y la tomé del brazo y bajamos a la recepción como una pareja.

Al llegar a un lugar donde tendríamos nuestra velada, a nadie pareció importunarle que un hombre maduro, escoltara a una jovencita, y por cómo iba vestida, seguramente todo abrían supuesto que yo era su sugar daddy.

Nos sentamos en la mesa uno en frente del otro, mi mirada trataba de desviarse, pero la gravedad me atraía hacía sus hermosos pechos.

Comenzamos despacio, degustando un vino, mientras esperamos nuestra comida, la charla era banal, sin mucho que detallar. Cuando la cena termino, le pregunté que le gustaría hacer, ella me miró buscando complicidad en mí, y pidió una botella de tequila. Mis ojos se abrieron como dos platos, al ver que se animaban a tanto. Le seguí el juego y pedí la botella entera, ella rio, y cuando nos trajeron nuestro vaso, yo me lance a servirme el primer shorts, el cual ella me frenó el brazo y me explico cómo tomarlo, era una experta bebedora.

El calor de la bebida subió mí temperatura, mi hija perdió la vergüenza y comenzó a reírse por todo, los pequeños roses comenzaron, su mano sobre mi pierna, la mía sobre su espalda, nuestra sillas pasaron de estar enfrentadas a estar una al lado de la otra y las caricias no cesaban. A medía botella decidí tomar la iniciativa y proponerle seguir en nuestra habitación del hotel, ella acepto, no sin antes dar una caminata por la playa.

Subimos a nuestra habitación, y nos pusimos cómodo, a ella se le ocurrió la idea de juntar nuestras camas para poder jugar a un juego de verdad o reto, o algo así, yo acepté, y nos tiramos sobre la cama a jugar, todavía había media botella de tequila para tomar. Al principio las preguntas eran suave, pero de pronto ella dio el paso hacía algo más.

– te gustan gustó algunas de mis amigas?

No le respondí y tome mi trago, era mi turno.

– estuviste con alguien mayor?..

Se sirvió otro shorts, y seguí preguntado, ella no me detuvo.

– alguien que conozco?

Y volví a tomar su shorts.

– te gusto estar con esa persona?

– para ya hiciste dos..me toca jajaja..

– bueno.. dale.. pregunta..

-Te gusto.. Aldana?..

No bebí..

– Florencia?

Tampoco bebí..

– Tamara?

Y mi trago seguía intacto.. y  justo antes de que se autonombrara, me incline y le comí la boca, el besos duro apenas unos segundos hasta que ella me empujó..

-papa!! Estás loco…

En ése instante, me di cuenta del error que había cometido y traté de discúlpame, ella me miraba entre sorprendida y aterrada.

– perdón… mejor vamos a dormir..

– si . está bien..

Despejamos la cama y nos acostamos, ella de espalda a mi, yo apague la luz y me acosté mirando el techo, todo me daba vueltas, creó que me dormí sin darme cuenta. Pero no se en qué momento, sentí el cuerpo de mi hija pegado a mí lado, su culo casi sobre mi mano. Y comencé cómo un rose inconsciente con mi dedo, le acariciaba la pierna o algo parecido porque sentí el contacto con s piel.

Sin pensarlo me puse de lado y quedé de cucharita hacía ella, mí bultos bien pegado a su cola, y me quedé ahí quieto, esperando su movimiento que no tardó en llegar, su trastes se comenzó a frotar contra mi bulto, con leves movimientos circulares, mi erección se comenzó a sentir a través de mi bóxer.
Pose no mano en su cintura y comenzó a deslizarla de arriba a abajo, haciendo que la falda de su vestido se suba, dejando su culo completamente expuesto para mí. Noté que no llevaba nada debajo de su vestido, así que seguí frotándome contra ella, esperando algún tipo de freno, pero lo único que hizo fue voltear la cabeza hacia mí y tomar mi cabello y darme un beso de lengua apasionado.

Aproveché ese intenso beso, para deslizar mí mano de su cintura hasta su pecho, y allí le introduje la mano en el escote y agarré su pecho con fuerza, y comencé a masajearlo, mientras ella soltaba leves suspiros.

No me resistí y me incorpore, le arranque el vestido dejándola completamente desnuda, se acomodo boca abajo, dejándome su culito para mí.

Me bajé el bóxer, liberando los 25 cm de verga, y puse detrás de ella, yo podía seguir un minuto más sin sentirme dentro suyo, la tomé de la cintura y la atraje hacía mí poniéndola en cuatro, me agarre bla pija y se la acomode en la entrada, y lentamente se la metí, primero hasta la mitad y cuando se mojo entró hasta los huevos, y comenzó a bombear lentamente mientras ella se aferraba a la sábana u dejaba que su Papi se de gusto.

La tomé del hombro y comencé un mete y saca mas intenso, ninguno decía nada, sentí si mano llegar hasta mí pierna y apretándola como para que siga, y no me detuve, seguí cogiéndome a mí hija, estaba más caliente que en toda mi vida, mi verga brillaba con los jugos de mi niña y yo seguí, metiendo y sacando, metiendo y sacando mí pitó de su interior. Hasta que comenzó a soltar una catarata de gemido uno tras otro, mientras su culo aplaudía contra mí pelvis.

– ahhhhh uy papi…ahhhh papiii.. más… duró papiii… siiii… ahhhhh… Dios.. que rico coges…dalee cógeme todaaa.. hacedme tu mujer .. ahhhhgggg siiiiii…

Entré tanto gemidos, y griterío, mi verga comenzó a soltar chorros y chorros de leche, era una descarga de meses sin sexo, sumado a la cosas que me decía mi hija, no pude ni llegar a sacarla por completo, creo que las primeros lechazos terminaron adentro, pero el resto baño su culo de blanco, dejándome a mi, a la cama cama y a mí hija bañados en leche por dentro y por fuera.

Ahora solo a esperar 9 meses para saber que tenemos niña o niño!!!

Anónimo

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