viernes, 17 de junio de 2022

La nena de papá: Capitulo 2

 

Después de aquella fascinante escena morbosa que observé de mi hija, mi cabeza sintió una enorme confusión. No podía sacarme esas imágenes de mi cabeza y por más que me resistía, cada vez que pensaban en ello, mi verga se me paraba. Esa noche no pude pegar un ojo.

Obviamente no mencione el tema, ni hice ningún tipo de comentario acerca de lo que pasó, porque se supone que yo no debía estar allí.

Deje pasar un tiempo y traté de por todos lados olvídame de eso, cambie la cerradura de casa, así no podría visitarme por sorpresa, y cada vez qué quería venir a verme yo la alejaba con alguna excusa. Tenía que alejar la tentación por un tiempo de mi vida. Cosa que la puso muy triste a mi hija, ya que éramos muy unidos y mi actitud le resultaba extraña.


Pero tarde o temprano debía afrontarla, era mi niña y siempre lo iba a ser, pero aun no estaba preparando parar verla, sin imaginarla desnuda, devorarse una pija, o mi pija para ser más exactos.

Lamentablemente ante de poder ser yo quien decidiera afrontarla, me llamo mi ex mujer, para pregúntame que estaba pasando, porque ya no dejaba que me visite, que había sucedido. La verdad no sabía qué decirle, traté de esquivar el interrogatorio con una excusa Berreta, pero no me creyó nada, y termino comparando ni relación con mi hija, con la que habíamos vivido. Cosa que no era verdad, ya que jamás me iba a alejar de ella por mas que quiera.

Así que esa misma tarde la llamé y la invite a merendar, al principio no quería pero después de rogarle la termine por convencer. Le pregunté a qué hora salía de la facultad para pasarla a buscar.

La esperé en la esquina del campus, me quedé esperándola un rato, y como a los veinte minutos la vi salir de la mano de un chico, no era el mismo de la otra vez, esté era más fachero, más alto, con barba y con una actitud de nene bueno, el espécimen perfecto que toda madre quisiera para su hija.

Se despido del pibe con un beso y camino hacia mi auto, el pibe a lo lejos me levanto la mano como saludando, a lo que yo solo respondí con una mueca de sonrisa.

Mi nena se subió al auto y me dio un fuerte abrazos, cómo si la hubiera dejado por años, no pude resistirme a oler su rico perfume y también le respondí el abrazó. Encendí el auto y me puse en marcha hacía una cafetería que solía llevarla cuando era más chica. Allí pasamos la tarde hablando y riendo, poniéndonos al día como si nada hubiera pasado, cuando se hizo de noche la alcance hasta mi antigua casa, dónde ahora vive mi ex, y se despidió con un fuerte beso pidiéndome por favor qué no vuelva a dejarla otra vez, yo le prometí que no volvería a pasar y se despidió dándome un pico como siempre.

Pasaron unos días y me pidió si podía pasar a visítame, ya qué estaba aburrida en su casa, yo estaba apunto de salir del trabajo, así que le dije que si, la pasé a buscar a su casa y nos vinimos a la mía, compramos una cerveza y algo para picar y llegamos a mi casa. cuando llegamos le pedí que prepare todo mientras yo me duchaba.

Me metí al baño y me prepare para ducharme, no sin ante ahorcarme el ganso, ya que la nena se había venido con un top y una calzas que le marcaban el ojete. Cómo se darán cuenta superé mi culpa y cedí ante mis deseos carnales, sin importarme a quién le dedicaba mi lechazo.

Me termine de vestir y salí del baño, mientras me acercaba al living, del otro lado podía escuchar que mi hija hablaban con alguna amiga de su novio. Me quedé muy atentos oyendo la conversación, en la cual le confesaba que se sentía muy mal por haberlo cagando con el novio de su otra amiga y que quería compensarlo, pero este noviecito era medió quedado y que no sabía cómo encararlo pará darle lo que ella suponía era un disculpa.

En ese momento se me prendió la lamparita, y me aparecí en el living mientras ella todavía estaba al teléfono, lo cual al verme se apuro a cortar la conversación. Me senté en el sillón mientras ellas traía los vasos para servir la cerveza y aproveché ese momento, para recordarle lo que ya sabía, que podía confiar en mí y bla bla bla, para terminar proponiéndole que si quería traer a su novio un día a casa, para que estén cómodos podía traerlo, yo podía ir a cualquier otro lado, lo cuál dibujo una sonrisa en su rostro y me agradeció la propuesta. Suponiendo que sería algo para más adelante, ella me pidió si podría ser la siguiente noche, me sorprendió que fuera tan pronto pero le dije que sí. Pará ella yo ni estaría en casa pero yo quería volver a ver a mí hija cogiéndose al noviecito otra vez.

Al otro día me llamo para avísame que llegaría con el chico para las nueve, yo le dije qué estaba bien, yo ni estaría, ella ya tenía copia de la llave, así qué entro tranquila. Yo permanecí en mi cuarto con la luces apagada esperando que llegue la hora. Pensé en todo, en cada caso por si cogerían en mi cuarto, o en el living, planee cada escondite.

Llegaron un poco antes de la hora pactada, escuché abrirse la puerta y me encerré en la puerta de mí habitación con llave.

Ellos llegaron se pusieron cómodos, yo podía oír todo desde mi habitación ya que las paredes son muy delgadas. Pusieron música lo cual me impidió escuchar lo que decían con claridad, creo que comieron algo, y charlaron un largo, largó rato. Yo en cierto punto me canse y me tire un rato en la cama con mi celular a pelotudear, pero cada tanto escuchando que sucedía, no quería perderme nada del acto.

Finamente me distraje un rato pero cuando me quise dar cuenta, escuché sus paso ir hacía la habitación de mí hija, ella quería mostrarle algo o esa fue la excusa para llevarlo ahí.

Se pusieron a hablar otro largo rato, hasta que comenzaron con los besos, la puerta de su habitación otra vez abierta de par en par, parecía que el espectáculo estaba echó para mí. Comenzaron a franelear un rato, los besos eran más tiernos, sin mucho ajetreo, era mas romántico todo, el pibe muy tímido la comenzó a tocar lentamente, subía y bajaban su mano por su brazo, cómo que no se animaba a tocarle las tetas, pero mí nena rápida , le agarra la mano y se la pone sobre su pecho, ahí el pibe comenzó a tomar confianza, los besos subieron de intensidad, le acariciaba las tetas con más ganas, cosa que mi hija disfrutaba.

El pibe se sacó la remera, al igual que mi hija quedando solo con el brasier. Se notaba que la mas experimentada era ella, ya que hizo todos los movimientos claves para pasar a la acción, lo mismos que había pasado con el otro pibe.

Se levantó de la cama y se paró frente al chico, sola se abrió el pantalón y se lo bajo, dejándome ver su hermoso ojete todo entangado con una fino hiló rojo, echó esto, se inclino sobre el pibe y lo siguió besando, su mano se fue directo a su entrepierna y comenzó a masajearle la verga y por encima del pantalón. Su culo apuntaban hacia mí puerta, cómo dije estaba echo para mí.

Nuevamente se incorporó y paso sus manos y hacía atrás de su espalda, allí llegó a su brasier y se lo desabotono, sus pechos brincaron de su prisión, quedando al descubierto a la mirada del pibe, el chico se puso de pie y se bajó velozmente el pantalón, tenía puesto todavía el bóxer, y su pronunciada erección era más que evidente, se pegó a mi hija y tomándola de la cintura la atrajo hacia él, su timidez se disipó y sus manos pasaron de su cintura a sus nalgas directamente sin aviso.

Se notaba la fuerza con la cuál la tomaba del culo, ya que parecía plastilina en sus manos, amasando sus nalgas. Mi niña no pedio tiempo y se arrodillo frente a él, bajó con sus manos el bóxer del chico, dejando su erección al descubierto y sin mucho asco la tomó entre sus manos y los pajeo lentamente, estirando la piel de su verga hasta atrás. Yo desde mi escondite privilegiado pude ver la parte trasera de la cabeza de mi hija, bajando hasta sus huevos y metiéndose uno por uno en la boca, brincando del izquierdo al derecho, el pibe gozaba inclinando su cabeza hacia atrás , dejando que mí nena haga todo el trabajo sucio..

Nuevamente subió su cabeza quedando cara s cara con la larga pija del novio y poco a poco se lo metió en la boca, chupando lentamente la cabeza de su miembro en la boca, era una mamada más tímida que la última vez, pero era solo un espejismo, ya que solo estaba precalentado para introducirse toda la pija por completo hasta la garganta.

Mi dulce hija, le chupaba la pija a ese pibe como cuando se comía sus helados, pero sus gustos cambiaron y esto era lo que más le gustaba, quien hubiera imaginado que me salió tan peterita.
Movía su cabeza de atrás hacia adentro metiendo el miembro de su novio en la boca cómo si nada, su pelo negro bailaba sobre su espalda. Mientras yo deseaba que aquella fuese mi Verga la que se estuviera devorando con tanta pasión. Pero en cambio estaba del otro lado del pasillo con la pija afuera dando gusto con la mano cual adolescente.

Sin anticipación se la dejó de chupar por un rato, y recorrió con si lengua el largó de la pija, se enderezó un poco sin dejar de estar de rodillas, llevó su mano hasta uno de sus pechos, tomo la verdad roja del chico y se los paso por las tetas, para finamente atrapar el miembro erecto entre sus pechos y aprisionarlos mientras subía y bajaba haciéndole tremenda turca con sus tetas. El pibe estaba en la Gloria y quien no su las tetas de mi hija eran una belleza. El pibe no pudo resistir tal potra en su cama y termino acabando sobre ella sin aviso, soltando chorros y chorros de leche que bañaron a mi hija en su pecho parte de su rostro.

Mi hija no pudo ocultar su decepción, porque ni siquiera habían llegado al medio tiempo, lo cual hizo que el pibe se ponga más nervioso, y escupiera una catarata de disculpas, mientras ella se limpiaba. Se acostaron un rato en la cama esperando que el pibe recuperara sus fuerzas y nuevamente se pusieron a besar. El pibe le tocaba la concha, mientras ella trataba de que el pibe volvería a tomar virilidad, lo cual llevo a un rato de pajas mutuas.

El pibe le mandaba los dedos a morir, dejando oír como la lubricación de su concha es oyera hasta mi cuarto, en cambio ella no lograban que la pija del pibe se pusiera dura otra vez. Lo cual logro decepcionarla, y la puso muy mal y terminará en una pequeña discusión algo acalorada. Para terminar en una casi huida del pibe dejando a mi niña insatisfecha desnuda sobre la cama.

Allí sola recostada cubriéndose parcialmente su cuerpo desnudo, quebró en llanto, yo trate de no hacer ruido, Pero verla así de esa manera, se me mezclaron muchos sentimientos, por un lado consolarla por si decepción y decirle que todo va a estar bien, pero por otro lado quería ofrecerle mi verga, ponérselas en la cara para que se de gusto y cogérmela hasta el otro día. Por suerte el razonamiento ganó y me mantuve en mi habitación sin hacer ni una ni la otra. Y justo cuando pensé que todo había acabado, la vi reclinarse sobre su mesa de luz en busca de algo entre sus cosas. Saco una caja de perfume y la abrió, metió su mano y saco un vibrador color azul un poco cortó y fino, yo no lo podía creer que mi hija tuviera eso allí todo esté tiempo.

Lo encendió y se cubrió con la sábana., Y el ruido de la vibración comenzó a desaparecer mientras de lo metía en la concha. Mi hija comenzó a convulsionarse, trataba de no grita mientras abría su boca y movía su cabeza como loca mientras sus pechos brincaba de arriba abajo, descubriéndose de las sábanas. Ella se daba placer al igual que yo, ambos caliente separados por una puerta y medio metro de un pasillo angostos. Se acariciaba las tetas y se tocaba el pubis, mientras el vibrador la hacía llegar al clímax, para finamente soltar un fuerte orgasmos ahogado que nunca podré sacar de mi cabeza, ya que fue lo que me hizo soltar varios chorros de leche sobre el suelo de ni habitación.

ahhhhgggg!!!!…papiii…

Anónimo

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