lunes, 22 de agosto de 2022

Días de invierno


Era una noche de invierno sumamente fría, estábamos mi hermana y yo solos en toda la casa, era una casa grande y por eso se sentía el frío aún más, a mí las temperaturas extremas me hacen mucho daño y esa noche me congelaba, nunca tuvimos chimenea, ni calefactores eléctricos, pero verdaderamente esa noche ni media docena de cobijas podía ayudar, yo temblaba tanto que se escuchaba cómo mis dientes chocaban los de abajo con los de arriba y eso preocupo un poco a mi hermana, me confesó estar muy asustada de que fuera algo peor y me pregunto cuántas veces había pasado esto antes y le dije de esta magnitud nunca, soy friolento por naturaleza, pero hoy justamente es insoportable la temperatura bajo demasiado


Ella tratando de buscar una solución recordó que en alguna película vio cómo el calor directo cuerpo a cuerpo sin ropa de por medio era una buena solución para evitar la hipotermia y me consulto para saber si deberíamos intentarlo, ni siquiera le respondí, eso y mi titiriteo la asustaron más, entonces desesperadamente actuó sin mi consentimiento, yo en posición fetal y con las cobijas cubriéndome hasta la cabeza no veía que sucedía detrás de mí, pero se escuchaba como se quitaba la ropa, prenda por prenda hasta quedar totalmente desnuda, enseguida metió sus manos sin destaparme y poco a poco me quito la ropa hasta quedar también totalmente desnudo y le escuché decir,

– creo que así debe de ser para que funcione, mi cuerpo y mi dentadura comenzaron a temblar más por mi desnudez y ella aceleró el proceso metiéndose bajo las cobijas y colocándose detrás de mí pegando su cuerpo al mío, sentí entonces una tibieza llena de amor y preocupación que reconfortaba, pero que además estaba ayudando con la situación, hecho su brazo derecho sobre mí y ese abrazo lleno de calor estaba protegiéndome del inclemente frío y me sentí mejor y se lo hice saber, le dije está funcionando, tu remedio sacado de una película está funcionando, aún tenía frío, pero ya no temblaba y mi dentadura ya me permitía hablar, pero no pensaba en otra cosa que en sentirme mejor por esa razón nunca me di cuenta de la cercanía y roce de nuestros cuerpos, así seguimos otro instante y paso sus pies sobre mis pies y me dijo,
– tienes los pies helados, y comenzó a frotármelos con los suyos, cómo tratando de producir calor a través de la fricción, he hizo exactamente lo mismo con su mano recorriendo todo mi brazo, al adoptar la misma posición fetal en que yo estaba, tenía su pubis pegado a mis nalgas y sus senos sobre mi espalda, en algún momento toco mi pecho,

– pero si estás igual que tus pies congelados, entonces pensó en cambiarme de posición para calentar la parte de enfrente de mi cuerpo, siendo muy cuidadosa para no descobijarme, estiro mis piernas con las suyas y girando mi cadera quede boca arriba, era muy cuidadosa y con mucha delicadeza subió su cuerpo sobre el mío, recuerdo que paso una pierna rodeando mi cintura y este movimiento provoco rozar mi pene, enseguida se impulsó para quedar totalmente encima de mí para proporcionarme el calor que necesitaba, la tibieza de sus senos, de su vientre y de su sexo hicieron que el frío cesara, y llego una sensación de tranquilidad y paz a mí, su experimento funciono y me salvo de sufrir una hipotermia o que se produjera algo de gravedad,

ya sintiéndome totalmente bien pude darme cuenta de que su pecho estaba sobre mi pecho y su pubis sobre el mío, nunca antes sentí su piel tan cerca, ni sus senos ni cualquier otra parte de su cuerpo, fue electrizante era la locura y para ella también lo fue, ocasionando sensaciones muy extrañas y nuevas para mí, pero yo no podía ni debía malinterpretar su ayuda que comenzó como un acto de humanidad, ni aprovecharme de su generosidad, pero sentir sus senos sobre mi pecho y su vello púbico enredado con el mío y su vagina que se encontraba a milímetros de mi pene, inevitablemente tuve una erección que no pude controlar, era una erección fuerte que alcanzo a levantar su vientre, instantáneamente el deseo se apoderó de ambos, inesperadamente ella tomó la iniciativa tomando mi sexo entre sus dedos jugueteando con él por un largo rato, se deslizó hacia abajo y lo introdujo en su boca y después lo masajeaba con sus labios, yo cerraba los ojos tratando de conectar las sensaciones con mi cerebro, acto seguido se deslizó ahora hacia arriba y beso mi pecho, siguió subiendo hasta mi cuello lo beso y me enloqueció, después besando mi mejilla se acercó a la comisura de mis labios y una descarga de agradables sensaciones atravesó mi cuerpo, al besar mi boca me ofreció su lengua y yo la acepte enredándola en la mía, en algún momento se apoyó sobre sus brazos y se elevó quedando en uno solo y con el otro volvió a tomarme buscando su entrada, se subió en él y sin introducirlo lo coloco entre sus labios vaginales y lo froto de arriba abajo, que sensación más maravillosa la de rozar nuestra intimidad, en ese vaivén adelante y atrás, yo introducía uno de sus senos en mi boca alternando entre ellos, eso la excitaba demasiado, tanto que con su boca busco mi boca y con su lengua la mía y dijo,

– hermano no aguanto más, y tomando mi pene busco nuevamente su entrada y al encontrarla bajo sobre él abrazándolo y penetrándose lentamente con su calor a la par de exclamar un leve gemido, comenzó a realizar movimientos arriba y abajo, de repente cerraba los ojos y acariciaba su pelo sin dejar de moverse sobre mi cuerpo inmóvil, sus senos se balanceaban provocando en mí una hipnosis mientras ella continuaba penetrándose a su ritmo y compas, dejo de moverse y la hipnosis ceso, hizo una pausa para voltearse dándome la espalda proporcionándome la mejor vista de sus hermosas caderas y quede hipnotizado ahora con la singularidad de sus nalgas, sus movimientos eran adelante y atrás esa posición me permitía ver cómo entraba y salía del cuerpo de mi hermanita al tiempo que ella no dejaba de acariciar sus senos, hizo una pausa más para descansar y buscar algo que yo no imaginaba, tomo el tubo de lubricante, lo abrió y comenzó a untármelo alrededor del pene, al terminar exprimió el envase sobre uno de sus dedos el cual llevo con la punta hacia su ano, yo me sorprendí, pero me sentí feliz porque poseería el culo de mi hermana que como valioso tesoro era resguardado por las nalgas más hermosas que alguien haya visto,

cuando termino de untarse se colocó en cuclillas y tomando mi pene desde su base lo apretó fuertemente para que resistiera el embate, vi cómo su culo se acercaba despacio a mi glande y pude notar cómo este abría trabajosamente los pliegues de aquel culito, pero en aquella dura batalla ambos resistíamos porque sabíamos que al final nos esperaba el paraíso, sentí que apretó con su mano mi pene más fuerte he hizo presión hacia abajo y su esfínter comenzó a ceder, ella estaba perdiendo la batalla, entonces vi desaparecer mi glande en medio de una delirante estrechez y vi también que mi hermana sufría, pero sin darse por vencida se sentó de un solo golpe metiéndosela hasta el fondo, soltando un quejido y una lágrima rodó por su mejilla, espero un instante y tomando aire comenzó a subir y bajar muy despacio, yo no podía creerlo y con aquella vista fenomenal todo era una locura, mi pene aparecía y desaparecía al ritmo que ella marcaba, cuando bajaba y llegaba a la base se detenía con todo mi ser adentro, yo experimentaba un calor diferente, era un calor gasificado, no puedo explicarlo claramente, cuando tú metes tu lengua en un culo tu sensación no solo de la textura, también el interior es totalmente distinta a la de una vagina, es como explorar dos climas diferentes, ella aceleró sus movimientos y escuche gemidos que cambiaron de dolor a absoluto placer, subía y bajaba, adelante y atrás a su propio ritmo, la cabeza de mi pene podía tocar sus paredes, mi cuerpo no aguanto más y debí interrumpirla para decirle que iba a eyacular, acelero aún más sus movimientos,

– “vente adentro de mí", yo no tenía el control sobre la eyaculación y nunca lo tuve, así que fue cómo ella lo decidió, como si ya no pudiera lograrse acelero más sus movimientos, se escuchaba el agresivo choque de sus nalgas con mi vientre, que delicia verla y sentirla, mis testículos vastos de semen comenzaron a convulsionar seguidos por mi pene que haciendo erupción lleno de esperma todo su interior, fue tan intenso que creí haber inundado el útero de mi hermana, al parecer sentirlo le provoco un orgasmo que sacudió todo su cuerpo y que al finalizar la hizo caer rendida colocando su rostro sobre mis rodillas, después de unos segundos se incorporó volviéndose a recostar junto a mí, me dio un abrazo y solo alcanzo a decir,

– hermanito yo haría cualquier cosa por ti.

Por Robeer

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