jueves, 18 de agosto de 2022

Mis aventuras con Dalia


Capítulo 1

A continuación les platicara una serie de anécdotas cortas que llegue a vivir con mi novia Dalia luego que ella me entregara su virginidad, como esto influencio en nuestro paso por la secundaria y la preparatoria, entrelazando las aventuras que tenía alado de mi prima Karen.

Luego de nuestra primara relación sexual, tardamos mucho en tener otra oportunidad para poder coger juntos. Ya nosotros éramos lo que se conoce como novios de escuela y fuera de esta era muy difícil interactuar. En espacial con sus padres ultra súper protectores y cerrados de mente.


La verdad solo llegamos a besarnos a escondidas de las monjas en la escuela, masturbarnos y tener sexo oral ocasional cuando nos juntábamos a hacer trabajo en equipo de la secundaria.

Nuestro siguiente encuentro sexual se dio durante el retiro espiritual de ese año. Al estar dentro de una escuela católica, las monjas realizada por grupo un día completo para el estudio espiritual de 7 am a 7 pm en todos los grados básicos. Mientras que ya en los altos (secundaria y bachillerato) las madres organizaban un campamento de fin de semana en una villa de peregrinos en la playa. La verdad todos en el salón estaban emocionados ya que nos iríamos juntos desde el viernes en la mañana de excursión para regresar el domingo al medio día.

Yo y mi grupo de amigos (un trio de chicos con los que me juntaba desde el kínder) teníamos todo planeado, quien llevaría que cosa, como nos comeríamos las chucherías que lleváramos, el jugar pokemon  con los Game Boys, el contar historias de miedo. Lo típico de un campamento.

Pero lo mejor del plan fue brindado por el hermano mayor de uno de ellos, nos contó mientras estábamos en su casa, el cómo escabullirnos de la vigilancia de halcón de las monjas, el meternos por unos arbustos hasta la parte de atrás de unos edificios y desde haya encontraríamos como espiar a las chicas mientras se bañaban. Pero él nos advirtió que era algo que solo podíamos hacer uno por uno y no podíamos tardar más de 15 minutos ose darían cuenta. Según era un secreto entre hermanos que pasa del mas gran al más chico, ya saben nos salió con una babosada tipo película, del poder y la responsabilidad etc. Puras pendejadas entre frikis.

El día del campamento llego, mientras nos subíamos al bus éramos registrados como presos por las madres, quitaron muchas cosas, revistas ilegales (ya saben porno a los chicos y de chismes a las chicas), Cds inapropiados, a nosotros los Game Boys (eso me dolió no lo negare). Lo único que pudimos colar fue una cámara de video pero luego de una larga y engorrosa explicación, luego me enteraría del  porque la llevo mi amigo.

Yo nos sentamos todos pero las amigas de Dalia echaran casi a patadas al que estaba junto a mí, para que ella ocupara su lugar, claro que yo apoye eso. Ella me tomaba de la mano apenas las madres se distraían, todavía era muy inocente a pesar de no ser virgen, eso poco a poca se le iría quitando.

Me acerque a su oído para platicarle que tenía buenos planes para estar juntos en el retiro, ella agacho la cabeza, ruborizada, dándome entender que si entendió a lo que me refería.  Le pregunte que si estaría dispuestas, ella me contesto, que si mientras no nos descubran. Rápidamente me levante para mirar en todas direcciones en el bus, al ver que nadie veía, tome su rosto para darle un beso de piquito en los labios, a lo que Dalia me respondió diciendo que que aunque le gusto, no lo hagamos en donde nos vean.

El primer día paso normal, rezamos, hicimos manualidades, actividades deportivas, dinámicas de grupos, etc. Ya por la tarde mientras las niñas preparaban los ingredientes de la cena comunal, los barones juntos con los sacerdotes del colegio preparábamos una hoguera y leña para cocinar lo que las niñas trajeran, es la oportunidad que tomamos para enviar a nuestro explorador, para ver si el lugar existía, lo cual resulto ser cierto, entre los edificios había un pacillo con un agujero que dejaba ver dentro de la ducha de las chicas, pero para no pelearon por ver, colocaríamos la cámara para ver luego entre todos.

Las chicas se bañarían en grupos de 6 en total eran 50 compañeras divididas en dos grupos, mientras estas usaran el baño solo podríamos ausentarnos 10 minutos a más tardar 15 sin levantar sospechas, por lo que uno de nosotros (no fue yo el elegido) pondría la cámara pidiendo permiso para ir al baño claro no podríamos ver tal vez al primer grupo pero si a las demás. Para eso a todos le sale lo espía o lo matemático.

Por supuesto me asegure de conversar a mi novia que estuviera en el primer grupo, ya que no era algo que estuviera dispuesto a compartir así que lo siento por mis amigos, ya que salía algo más tenía pensado delatarlos antes de que exponer a mi chica (Si era un maldito traído), gracias al cielo eso no paso, ya que con la excusa de pasar más tiempo juntos ella acepto no solo entrar primero, también dijo que se daría prisa.

La noche la pase con Dalia y sus amigas, platicando frente a la fogatas con algunas madres contando historias de miedo, dejando a un lado a mi grupo, esto para estar con ella y también me serviría de escusa por si el barco se un día, ya que ellas darían pie que yo no tuve que ver al estar con ellas (Si me porte como un maldito, si dalia bien tendría oro y si salía mal una cuartada). Ellos sabían que estaba con mi novia así que aceptaron mi ausencia sin saber que tenía otras intenciones.

El sábado todo ocurrió normal, yo me levante muy temprano saliendo a estirarme del edifico de los barones a las 6:45 am. La estancia contaba con 5 edificios, dos de ellos encimados separados por un pasillo angosto que terminaba como en un tragaluz (donde pondríamos la cámara). Uno de esos edifico era donde dormirían y se bañarían las chicas. El otro lado estaba la iglesia, una capilla en realidad, otro edificio servía como centro de actividades y junto a este estaba el edificio para los barones. Los dormitorios eran corredores más que cuartos, donde se podían colocar hamacas o colchonetas para dormir, el de las chicas era igual. Las madres dormían con las chicas para evitar escapes de media noche, mientras que con nosotros dos sacerdotes. Pero muy en la mañana ellos se iban dejando a todos durmiendo para realizar sus oraciones litúrgicas, eso lo sabía gracias a mi primo que se inscribió al seminario de la escuela y actual mente es sacerdote.

Sabiendo esta oportunidad había quedado en encontrarme con mi novia en la playa. Para escaparnos para un momento de intimidad. Cuando yo llegue Dalia ya estaba escondidita detrás de un montículo de arena, al llegar nos besamos, ella me pregunto si lo haríamos aquí ya que no le parecía seguro. Yo le pedí que me siguiera, nos metimos en el jardín y las arboledas yendo al pasillo que no llevo al área del tragaluz. En voz baja le pregunte si le parecía bien este lugar. Ella me señalo que era perfecto, preguntándome como lo conocía, lo escuche en mi hermana mayor.

Por lo que ambos nos quitamos los pans del colegio quedando desnudos de la cintura hacia abajo, le pregunte si era seguro, ella me dijo que si, por lo que ya sin ningún impedimento, me acerque a ella, la acomode su espalda a una de las paredes, la más lisa y limpia de las 5 que nos rodeaban. Tome su trasero, pidiéndole que abriera las piernas, mientras yo la colocaba sobre mí, recargando su peso en mis muslos y cintura, luego me acomode colocando mi pene en su entrada de 13 añitos , llena de una pequeña capa de vellos en la puntita de su zona vaginal, y con unos empujones impulse mi cadera hasta poner insertarme, dentro de ella. Esta era la 4ta ocasión que alcanzábamos a tener sexo por lo ella ya estaba casi acostumbrada por lo que no me fue difícil entrar y mientras que Dalia ya mostraba placer en acto sexual, ya que desde el comienzo empezó a mostrar signos de placer, gemidos y ya no lagrimeaba al iniciar, las masturbaciones y el sexo manual que teníamos entre nosotros, también nos ayudaron a que si entrepierna se acostumbre a tener un intruso.

Yo empecé a penetrarla, primero lentamente, pero de poco en poco fui aumentando mi velocidad, Dalia cerraba los ojos, mientras daba pequeños alaridos escuchando –Haasp–, trababa de apagarlos para no hacer ruido, entrelazando las manos en forma de puño sobre su pecho.

Aunque lo disfrutaba tenía miedo de ser descubierta y obligada a separarse de mí, era algo que en otras ocasiones ya me había contado ya que sus papas no la dejarían tener novio. Yo me acerque a su rostro, poniendo mi mano derecha en su trasero y la izquierda en su espalda. Le empecé a decir lo muchos que me gustaba, cuanto la quería y que era la chica más hermosa de la escuela.

Dalia, ya con los ojos abiertos por mis palabras, mientras gemía y con dificultad me decía que no era cierto que Talía su mejor amiga era la chica más, bonita, que tenía un culo y unos senos más grandes que todos los chicos piensan eso. Yo detuve mis embestidas, para decirle, que eso tal vez era cierto, pero ella era una persona que yo amaba por lo que aunque los demás prefieran a Talía para mi ella era la mejor, la más hermosa y sexy de todas, para luego clavarle un beso, metiendo mi lengua dentro de su boca, Dalia se dejó llevar por este, llevando sus manos alrededor de mi cuello, mientras que sus caderas se empezaron a mover de arriba abajo en pequeños saltitos, era muy excitante. Ella al separarnos me dijo lo mucho que me quería y lo muy feliz que estaba de que aceptara ser su novio.

Yo le pregunte si hacer el amor le gustaba, mientras reinicie mis envestidas. Ella con un gemido más fuerte ¡Haaa Siiii me encanta!, mientras se corría, sentí como mis muslos y bolas se empaparon de repente con un líquido que se deslizaba al suelo, ambos moviéndonos, nos penetrábamos más fuerte que al principio.

Proveche que ella estaba ayudándome a sostenerla, sujetándose de mi cuerpo, que lleve mi mano, izquierda a la cremallera de su sudadera y de un tirón la abrí, exponiendo su blusa blanca que traía abajo, en su pecho sus pezones ya se le marcaban por la excitación, sobre el brasier deportivo que llevaba, metí mi mano alzando la blusa de algodón hasta llegar a ellos, por dentro de su ropa íntima, los masajee un poco acariciando con mi índice su pezón derecho, –Dalai me encantan tu tetas, son suaves e increíble—Yo le dije mientras la toqueteaba. –Se siente, rico—Dalia me contestó entre gemidos, el miedo de ser descubiertos, fue apagado por el éxtasis.

Al vi como enzima de nuestros pans que asentamos en una madera para que no se manchen estaban sus calzones, sencillos de algodón y de color amarillo una prenda aun de niña pequeña, Estire mi mano dejando anulado sus pechos, tome los calzones y con mis dedos meñique y pulgar trate de extenderlos sobre mi palma por medio del elástico de la cintura. Dalia me pregunto qué hacía, yo le conteste que me encanta ver sus calzones y siempre me masturbo con los que me tiene regalados. Ella haciendo un pucherito adorable que incluso hoy tengo guardado en mi mente me dijo “Ere un puerco”, Yo acerque mi rosto al suyo para acariciarnos con los cachetes, a lo que ella reacciono con una sonrisa, por lo aproveche para contestarle “Mas puerco que lo que hacemos ahora”, Nuevamente ella me contesto “Lo que hacemos no es una cochinada, Estamos haciendo el amor, eso no es malo, es lo que haces con la persona que amas”. Luego de eso nos volvimos acariciar como si dos gatos se trataran. No pude soportar mi fetiche por las pantaletas y frente a ella lleve la entrepierna su calzón que tenía sobre mi palma a mi nariz, las olfateen con intensidad y le di unas lamidas, Dalia me sus manos me golpeaba el cuellos tratando de no caerse mientras me insistió. –Hoye no lo hagas deja eso, están sucias—y con una carita sonrojada, mientras miraba hacia abajo replico –Son las que traigo desde el Jueves y déjalas—pero eso solo me hizo hacerlo de nuevo. Tenían una fragancias increíble, una mescla de olor a sudor y residuos de orina que me encantaba.

Ella estaba toda roja, por lo que regrese mi mano a su cintura (claro no solté sus calzones). Yo le dige con una voz muy confiada. –Huelen delicioso las adoro—Dalia me dijo que no es cierto, Yo le incisti que si ya que ese era su olor natural, el olor de mi novia, de la mujer que me amo y me éxito tanto. Dalia quedo como un tomate. –Es cierto a mí me pasa lo mismo con su cosa, cuando me pides que te la chupe, su olor y sabor me encantan—Esas palabras de mi novia me encantaran y con un último besos y unas envestidas más me vine dentro de ella llenándole toda su vagina de mi semen, provocándole un segundo orgasmos. Nos quedamos parados un momento abrazados, ella de mi cuello y yo de su cintura intercambiando ese último beso, mientras mi pene salía de ella.

Dalia al ver mi pene aun con buena forma, se puso en cuclillas y lo limpios de todo fluido residual para luego ponerse de pie mientras se lamia los labios.

–Amor crees que nos quede tiempo—Dalia me pregunto, Yo mire mi reloj eran las 7:15. Si como unos 30 o 40 minutos. Ya nos despertarían a las 8:30 para la misa. Ella se dio la vuelta sosteniéndose de frente a la pared con la mano izquierda, mientras que con la derecha se abrió sus culo usando sus dedos.

–Me lo podrías meter una vez más por favor—Me pidió con una hermosa sonrisa picara, el sexo le estaba gustando demasiado sumados a los hormonas y la excitación del momento. Claro que no me negué, puede atrás de ella, colocando el pene en su entrada, mientras ella llevaba su mano libre a la parad, le rellene nuevamente mi pene, en su vagina, incluso pude sentir y ver como el semen anterior recorría mi pene saliendo de su cuerpo y llegando al piso. Empecé a envestir su cuerpo, mientras peque mi pecho a su espalda y lleve mis manos a sus pechos sacándolos de su brasier para juguetear libremente con ellos, mientras le besaba y lamia el cuello, ligeramente para no dejarle algún chupetón o moretón.

Mientras seguíamos yo le hacia el amor con desenfreno adolecente a mi novia Dalia. De repente un ruido nos hizo parar en seco. Una voz se escucha del edificio donde estábamos recargados, y al mirar arriba vimos como la ventana se abrió. A través de esta nadie era capaz de vernos por la altura, pero aun así el miedo nos hizo pegarnos a la pared, yo solté lo pechos de Dalia y los lleve a su cintura, ella temblaba mientras se tapaba los labios con la boca, mientras que tenía una combinación entre miedo y excitación, ya que mi pene seguía dentro de ella y en ningún momento dejo de estar erecto. La voz era del padre de la iglesia de la escuela y la comunidad donde vivíamos, un señor muy viejo, como de 60 y pico tal vez mas o tal vez menos la verdad no sabría decirles su edad era algo que nunca me importo. De este se escuchó.

Padre: Vamos entre tenemos algo de tiempo, pero recuerden no hacer mucho ruido, todos siguen durmiendo.

En eso la puerta de edificio se cerró y se abrió la ventana dejándonos escuchar con mayor claridad.

Padre: muy bien chicas rápido desnúdense y hagan lo que saben hacer.

Al escuchar eso ambos nos sorprendimos, el padre había dicho desnúdense y chicas. Luego de unos segundos se escucharon sonidos de golpeteos y “¡Glup/Glup!” Yo le hice la seña con mi mano a Dalia que no asomemos, ella movía la cabeza en negación, pero al final lo termino haciéndolo conmigo, nos paramos sobre unas piedra para alcanzar la ventana, viendo una escena que nunca me imaginé llegar a ver en mi vida.

Vimos al padre recostado sobre una catre mientras una de nuestra compañeras llamada Brenda, una chica chaparrita de pelo rizado largo color café claro, ya que siempre iba de colitas a la escuela, de piel muy clara y pecosa, la cual llevaba unos lentes grandes, ella era prácticamente plana de busto y culo ya que la pubertad aun no le llegaba. Le daba una mamada recostada en pose de 69. Mientras, que del otro lado estaba el Padre asistente, este era un padre joven treintón, el cual estaba en la escuela para asistir a padre en las misas debido a su edad. Este estaba sentado igual que el padre desnudo sobre un sillón, mientras otra de nuestras compañeras, mas rellenita con tetas bien marcadas y un culo grande, de cabello negro lacio hasta la cintura llamada María José, se encontraba en cuclillas dándole sexo oral al padre asistente. Ambos viejos gemían con los movimientos de las niñas.

Padre: Ya niñas ya vasta es momentos de pasar la verdadera diversión.

Cuando el padre dijo esto Dalia y no nos agachamos para escondernos, nos quedamos así un rato cuando escuchamos los gemidos y ruidos de las chicas. Nos volvimos a asomar y vimos a Brenda de perrito sobre la cama siendo penetrada, babeando con una cara de placer inmensa, mientras María José estaba sentaba sobre su pareja sexual mientras este le metía la mano en el culo. Yo también empecé a moverme dentro de Dalia, la tenía redora. Ella me pellizco haciendo que la voltee a ver y con lágrimas en los ojos me movía la cabeza afirmando de forma negativas. Yo entendí y muy a mi pesar saque mi miembro de su interior. Ambos vimos como Brenda gritaba –Castígame padre castígame que me he portado mal— Mientras que M/J solo gemía y pedía más. Vimos como ambas llegaban al orgasmo, mientras que el Padre se salía de Brenda, con un pene enorme y duro, esta se centava como en loto cobre la cama, mostrando una vagina ya maltratada por la actividad sexual toda lampiña. El padre se puso atrás de M/J y le inserto el miembro en el ano, en una doble penetración, ambos se pusieron de pie cargando a la niña, embistiéndola con ferocidad, M/J solo miraba al cielo gritando SIIII SIII SIIII, hasta que ella se vino nuevamente orinado el lugar. Los padres la dejaron en el suelo recostado bajo la orden que limpiara, lo cual hizo lamiendo sus penes en tunos, Brenda miraba mientras se jugueteaba la vagina. Hasta que fue llamada por el padre adjunto.

Esta salió disparada, hacia él, este la levanto entre sus brazos y para voltearla mientras este se centena en la cama y le inserto su pene un poco más pequeño del padre, en el ano, este se recostó y el padre en pose de misionero entro en la vagina de Brenda.

Padre adjunto: M/J termina de limpias que dejaste toda tu mugre en el suelo.

El padre más joven le grito, a los que M/J, respondió “Como usted ordene”, inclinándose y empezado a limpiar la orina del suelo con su lengua mientras se metía tres dedos en la vagina.

Los otros tres cogían como animales mientras Brenda gritaba –Duro denle duro a esta perra sucia, soy una puta así que destrócenme porque soy mala–  luego de un rato ella también tuvo su orgasmos. Los padres de dentara una a cada borde de la cama pidiendo seo oral. Las chicas fueron pero esta vez cambiando parejas. (Brenda con el padre adjunto y M/J con el padre). Ella mamarón hasta que los padres se corrieron en ellas. Luego se pusieron de pie (en nos agachamos nuevamente) escuchamos ruidos por lo que supusimos que se vistieron, luego la ventana se cerró y escuchamos cerrarse la puerta.

Yo le pregunte a Dalia si se encontraba bien, pero ella no dejo que me acerque, se colocó la pantaleta, el pans y cerrero la sudadera, yo hice lo mismo. Al ver que termine me pidió que nos fuéramos.  Nos salimos uno a la vez, cuidando de no ser vistos. Luego intente tomar su mano pero me rechazo, y se fue corriendo al cuarto de las chicas.

Se re honesto hice lo mismo pero me metí al W.C. a masturbarme la tenía dura al punto de explorar.

El resto del día Dalia mi evito, yo quería acercarme a ella pero ella no me lo permitía. Mis amigos me preguntaban que honda como en todo de burla los muy malditos, no les conteste, lo luego preguntaron por el plan, les seguí el juego y les dije que sí, la verdad no me interesaba sus mamadas yo estaba de verdad preocupado por Dalia y que no tuviera algún trauma o algo.

En la tarde el primer grupo se chicas se fue a bañar. El dueño de la cámara espero un rato para pedir permiso para ir al baño de barones, luego salirse por la ventana, saliendo por le lavabo, e ir a colocar la cámara en al agujero en medio del pacillo. Mientras lo otras distraían a las madres. En eso Talía amiga de Dalia desde el Kínder y su más íntima confidente. Llego a darme un golpe con un tubo de cartón, cosa por cual las madres la regañaron. Me dijo que fuera con ella a cargar algo. Las madres me pidieron que valla. Me llevo a la bodega donde estaban las otras dos amigas de Dalia. Me tomo de la sudadera a la altura de lo hombros, me empujo a la pared y me amenazo para que le dijera que rayos le hice a Dalia, porque luego de irse conmigo regreso llorando y se envolvió en sus sabanas.

Yo le dije que no sabía que solo nos fuimos a besar un poco pero luego ella se fue, que todo el día estaba intentando que me dijera que paso pero ella me evita. Luego de escuchar mi explicación, me volvió a amenazar ya que si la lastime ella me arteria el culo y me castraría. Luego me grito que me llevara a la hoguera los cartones de huevos. La verdad si dio medio ya que Talía no solo era la Sex-simbol de la escuela también era famosa por ser puta, zorra y de mal carácter.

Ya en la  noche luego de la misa (si teníamos 3, en la mañana, medio día y noche era un retiro espiritual después de todo). Nos dieron tiempo libre para contar historias, tomarnos fotos, jugar futbol o básquet etc.

Talía nos reunió a Dalia y a mí para hablar alejados de los demás. Pidió que le contemos todo. Dalia lo hizo, omitiendo lo del sexo entre nosotros claro. Cuando termino de contarles lo que les platique, Talía solo suspiro para luego reconfortar a Dalia y la verdad sus palabras nunca se me olvidaran.

Talía: Hay amiga eso te preocupaba, no te angusties muchos de esos viejos sacerdotes son una hijos de puta, Brenda se acuesta con él desde el primero se primaria, sus hermanas también lo hacen (era una de 17 años en prepa y una de 9 años en primaria), es más incuso se queda en casa de Brenda para estar con ellas y su mama.

Yo me sorprendí al escuchar esto, preguntando que si su madres estaba enterada.

Talía: No seas tonto que te acabo de decir, claro que lo sabe ella las alentó a acostarse son el, ella también tiene sexo con el padre cuando su marido no está.

Yo: — Y como rayos sabes todo eso Talía— Le pregunte efusivamente.

Talia: Simple mi hermano ya se acoto con la madre de Brenda y yo ya tuve sexo con el Padre.

Dalia y yo nos quedamos en shock cuando ella nos confesó abiertamente que se había echado al Padre de la escuela.

Dalia: Pero como cuando. Dalia le pregunto toda asustada.

Talía: fue durante una de las confesiones (estas eran los jueves) el año pasado.

Yo le pregunte donde pasó

Talía: Aprende a escuchar, donde crees en el confesionario de la capilla, no te dije que tuve sexo con él, durante las confesiones.

Talía dijo tranquilamente mientras ponía sus manos, detrás de la cabeza como si no fuera nada. También comprobé que lo que se decía de ella no eran todos rumores. Y para sus 15 años me enteraría de su pasado incestuoso con su papa, su madre y su hermano, incluso vería una película porno de ella y su papa cuando tenía 10 años.

Dalia de lijo que eso estaba mal que no debería hacerlo ya que es pecado y muchas cosas como esas. Talía se justificó con los argumentos de que el sexo se siente genial y si te proteges no hay problemas etc. Remato el comentario puritano de Dalia diciendo:

Tu amas a tu novio no—a lo que Dalia contesto afirmativamente –Pues algún día vas a tener sexo con él y de verdad lo vas a gozar y me entenderás—Dalia solo se quedó callada con la cara roja mientras Talía se reí.

Yo apoye a Dalia diciéndole que eso no se debía ya que él era cura y es muy diferente hacerlo con tu novio que con cualquiera. Eso sí contesto Talía entre ricitas, argumentado que el que peco fue el padre por que el callo ante la tentación.

Dalia le pregunto si aún lo hace. Talía contesto que no, que él lo hace mal y asqueroso, El Padre si la ha buscado, pero lo había mando a volar de inmediato amenazándolo con habar. Eso calmo a Dalia, aunque yo me quede con mis dudas. Luego termino la conversación tomando los hombros de Dalia:

Talía: Si ese vejestorio o el otro idiota intentan decirte, tocarte, seducirte o amenazarte con algo, tú niégate, grita y me vienes a decir de inmediato, yo me encargo de arrancarles las vergas de una mordida a los dos estúpidos.

Luego de eso ambas se abrazaron, ya que a pesar de que Talía era muy promiscua y precoz, siempre quiso y quiere mucho a Dalia desde el jardín de niños, ambas han sido inseparables, hasta el día de hoy. La verdad también se ha convertido en una muy buena amiga para mí, ya que siempre ha dado muy buenos consejos. Ahora que Dalia y yo tenemos 33 años y nos casamos por el civil Talía fue nuestra testigo.

La verdad pensé mucho el contarles la historia del campamento, ya que aún no lo negara ver a los padres cogiendo a mis compañeras si me éxito, pero la verdad me dio algo de miedo por mis parientes femeninas en el colegio y Dalia, también me perturbo ya que como les platique vengo de una familia muy católica y si siento en el fondo de mí, a pesar de lo excitante me parición que estaba mal el que los padres cogieran, lo entiendo son humanos pero algo dentro de mí no le parece correcto.

Muchas gracias por leer mi relato este fue uno de los pasajes más turbios de mi vida escolar, no es que traumara, pero si no puedo decir que fue muy alegro. Luego les contare si les parece la historia de Talía, la cual mientras más crecía mas sabrosa se ponía.

Capítulo 2

Luego de retiro espiritual y la conversación con su amiga Dalia regreso a ser la chica cariñosa conmigo, pero no quiso tener sexo el ultimo día para evitar toparse con los curas, cosa que yo acepte, ya que realmente yo tampoco quería volver a ver la escena.

Al lunes siguiente de haber regresado nos dieron el día libre para descansar,  por lo que al medio día mis amigos y Yo nos reunimos en casa de un compañero para ver el video que conseguimos, junto al hermano que nos contó todo sobre el agujero. Conversando sobre el cómo, el encargado de la cámara nos platicó que uso una madera, unos ladrillos y unas piedras para fijarla. (Las mismas que usamos Dalia y Yo para colgar nuestra ropa yes piar a los curas).

Conectamos la cámara a la TV. Vimos como a las chicas del salón y las del otro, desnudándose, mientras cimentábamos, quien tenía las mejor lencería, los mejores bustos, no podíamos ver a todas ya que unas se tapaban entre ellas, tomamos notas metales de los detallas, como lunares o quien ya tenía vello púbico y cuánto. La imagen era de la mejor calidad de su época ya que era de esas primaras cámaras semi digitales. Nos queríamos masturbar se nos notaba en la cara, pero no lo arriamos frente a los otros. Mi compañero nos estrago una copia en DVD a cada uno (Eso era lo más caro que podrían encontrar) y nos cobró por el material. Felices lo pagamos. Aun conservo el video pero ya digitalizado. Por lo que al llegar a casa lo primero que hice fue verlo de nuevo, luego fui al cuarto de mi prima Karen para jugar y descargar mi excitación. Ella estaba en su cuarto viendo la tele, le pregunte por la abuela con la comparte recamara, me dijo que fue a casa de su hermana (vivía en la calle de enfrente). Enseguida la abrece y empecé acariciar su entrepierna, por debajo de su falda roja de cuadros.

–Amor la tienes dura verdad—Karen me dijo acariciando mi entrepierna.

–Si porque te extrañe estos tres días. Quiero acerté el amor—Yo le conteste metiéndole un gran bezo en la boca. Ambos empezamos a jugar con nuestras lenguas, hasta que me detuve, para recargarla sobre la cama, dejándola boca abajo, con los pues sobre el borde, rápidamente le baje la pantaleta y empecé a comerme su vagina, abriendo con mis dos manitas su trasero, clavándole mi lengua en su interior. Karen gemía mientras apretaba la sobrecama con sus manitas. Luego de un rato de sexo hora, me apresure para evitar que mi abuela regrese, por lo que me baje el pantalón y en esa pose se lo clave, Karen tenía más experiencia sexual conmigo que Dalia, por lo que pude acelerar a buen ritmo, desde el comienzo, se escucha “¡Plack Plack!” de nuestros cuerpos cucando entre si mientras la envestía. Karen se llevó las manos a lo boca para evitar gemir muy fuerte, hasta que termine en su interior a sus 9 añitos no tenía la regla aun por lo que no me preocupe mucho. Saque mi miembro y le acomode su pantaleta blanca de estampado de Mikie, luego me senté en la cama, ella fue directo a mi verga y para limpiarla dejándola sin rastros de semen y fluidos. Luego me acomode la ropa y me despido de ella. Karen me pregunto si cogeríamos mañana, Yo le conteste que sí, que lo haríamos cuando ella quisiera mientras tengamos oportunidad.

El martes temprano ya en los salones todos platicamos, sobre el viaje lo mucho que nos gustó etc. En el descanso como siempre Dalia y yo no juntamos para comer el almuerzo, ella llevo unas tortas para que comiéramos juntos, ya que desde unos meces atrás a ella le ha gustado cocinar cosas para mí, tanto en su casa, como en las clases de taller con las madres. Solo preparaba cosas sencillas pero con cariño. Luego de comer la acompañe al salón a dejar toppers en nuestra mesa de trabajo, aprovechando lo vacíos del lugar le di un beso mientras le acaricie el trasero por debajo de su falda (tenia falda pantalón escolar), al separarnos rápidamente ella abrió su bulto y saco una bolsa de papel de pan, para luego besarme nuevamente, –Es un recuerdo de retiro y también una disculpa por estar de pesada dos días—yo le dije que no era necesario que la entendía mientras le acariciaba el rostro, me dijo que no lo abriera hasta llegar a casa, claro sabía lo que era ya que era la segunda vez que lo hacía. En casa abrí su paquete y como me lo imaginaba eran los calzones blancos que tenía en el retiro, junto a ellos tenía una carta de amor de mi Dalia, donde me decía que estaba ansiosa por nuestro próximo encuentro sexual que ya quería ser mía otra vez y lo mucho que me amaba.  Me pace oliendo sus los calzones, mientras me masturbe, la verdad ellos me excitaron más que el mismo video. Luego los guarde en mi caja de tesoros escondida y aun los conservo para revivir experiencias, es más les confesare que los saco para escribir este recuerdo, ya que cada vez que los huelo los recuerdos de nuestro pasado vuelven a mí.

Lamentablemente no volvería a tener sexo con Dalia hasta casi fin de año durante la fiesta de Navidad, donde cogimos en la bodega entre las escenas de la pastorela: (https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/incestos-en-familia/las-aventuras-con-mi-prima-la-fiesta-de-navidad-y-el-regalo-de-24-nuestro-primer-sexo-anal/ )

Nuestro siguiente encuentro fue luego de las fiesta de año nuevo, fuimos a pasar el día a casa de su amiga Talía, quien organizo una pequeña reuníos con sus amigas y por supuestos algunos chicos, incluyendo los novios de sus amigas, era un almuerzo al medio día, sus papas hicieron hamburguesas y carnes, ya que hasta el día de hoy son la familia más adinerada del pueblo.

La fiesta pasaba de lo más normal, bailábamos, comíamos y nos divertíamos nada del otro mundo, hasta que Dalia me dijo que la acompañara, nos subimos al segundo piso, entrado a un cuarto. Este era  la habitación  de Talía, se la había prestado a Dalia supuestamente para darme mi regalo de navidad.

Ella me pidió me sentara, mientras ella revisaba en su bulto. Me coloque sobre una banca que estaba frente a su tocador, mientras admiraba el cuarto de Talía, que era el de una chica elegante, no se parecía a los de Dalia o mis hermanas se veía más maduro para decirlo de alguna forma, en tocador, habían cajas de maquillaje joyeros y adornos, no conocía de marcar pero al ver sus empaques se veían caros, total era una chica de clase, luego recordé que se acostaba con el padre y pero al mismo tiempo cuidaba mucho a sus amigas, la verdad en ese momento no sabía cómo clasificar a Talía, por lo que siempre la trate con la guardia alta.

Luego de unos minutos, pero en mi cabeza pasaron años, Dalia me pidió que me acercara y que nos sentemos juntos en la cama, cosa que hice con un poco de resistencia por ser de Talía, ella me entrego una cada que contenía un reloj Casio, yo aproveché también y le di el suyo, era un juego de collar con aretes, el cual tenía un dije de corazón con la inscripción Love, que mi abuelo me ayudo a comprar. Dalia se puso muy feliz, después de intercambiar y ponernos nuestros regalos, nos dimos un beso que pasó de cariñoso a muy húmedos, para luego jugar con nuestras lenguas.

Aprovechándome de la intimidad del momento empecé a acariciar sus piernas, primero en la rodilla, luego fui subiendo por los muslos por debajo de su falda, hasta acariciar su abdomen con mi dedo índice y el central, sobre el borde de su pantaleta, Dalia ya instintivamente abrió un poco las piernas, permitiéndome bajar por encima de su ropa con los dos mismo dedos, para frotar la frontera de fu feminidad. Ella llevo su mano a mi entrepierna al mismo tiempo, bajando mi bragueta introdujo los mismo dedos para acariciar mi pene introduciéndolos en el orificio de mi bóxer.

Luego de las caricias y los besos, tome la cara de Dalia y le pregunte si podía hacerlo. Ella sonrojada me dijo que Si, lo había estado esperado desde el inicio de la vacaciones. Al escuchar esto la recosté en la cama y empecé a levantar su falda de mezclilla, llevando mi rostro a su entrepierna, luego me acerque para oler su vagina con todo y su calzón. Eso le causo cosquilla.

Dalia tenia puesta una pantaleta tipo bikini con un estampado de corazones, rojos, rojas y fucsias. Mientras clavaba mi rostro en su entrepierna oliendo y saboreando por dentro a mi chica, le daba pequeños masajitos circulares sobre el borde de su ombligo con mi dedo índice. Estuve así un par de minutos, para luego meter mis manos en los bordes laterales inferiores de su prenda íntima y empezar a quitársela despacito asta sacarla por completo.

Lugo regrese a su entrepierna y le di un chupetón enorme a toda su pequeña rajita, ya cubierta de una capa considerable de vellitos púbicos en especial en la punta de su triangulito femenino. Para después colocar mí lengua dentro de su rajita, pasándola de arriba abajo por todo el borde de su cuerpo empezando por la parte de en medio que separaba el ano de la vagina, hasta alcanzar sacarla en la punta de su monte venus Dalia solo raciono con un “¡Ha!”. A continuación le abrí su vagina con mi pulgar e índice de mi mano izquierda para empezar a penetrar el interior de entra masajeando sus parte internas con movimientos circulares. Dalia apretada la sobrecama creando dos bollos de tela con estas dentro de su puños, mientras gemían ¡Haaa Haaa!, moviendo su cabeza de un lado a otro.

Le pregunte que le parecía ella reacciono en voz alta ¡Me encanta!, por suerte para nosotros la fiesta estaba lejos y la música que estaba al tope nos cubría, es más las canciones se escuchaban a la perfección desde el cuarto que miraba al frente mientras la fiesta estaba en el patio.

Continúe mi sexo oral, en Dalia pero ahora con mi índice derecho empecé a jugar con su clítoris, mientras le daba mamadas a sus labios inferiores, formando círculos en sus paredes, mientras que con la izquierda mantenía abierto el conducto. Dalia se arqueo hundiéndose en un orgasmo.

De la bolsa de mi mochila saque un condón ya que los periodos de Karla y Dalia siempre se dan entre la segunda y tercera semana de cada mes, estábamos a 5 de enero pero no soy de arriesgarme. Esto nunca lo contado pero los condones los conseguía ya que mi madre fue por muchos años enfermera en el área de cuidamos sexuales/íntimos del hospital (Ginecología, Urología y Coloprotología) y como en esa época se inició con la campañas de planificación familiar y el uso del condón por el surgimiento del SIDA en una recepción desocupada tenían una canasta llena de condones para que la gente tome cuantos guste, sin que los demás los vean, al llevarle su almuerzo a mi mama cuando trabajaba los turnos de la tarde noche, to tomaba los que quería, por lo que siempre tenía uno a la mano.

Ya con el preservativo, frote mi pene sobre su entrada para luego insertarme dentro de ella empecé, con envestidas ligeras mientras hacíamos el amor en la posición del misionero, la cual aproveche para desabotonar la blusa azul cielo que esta tría. Debajo de esta tenía un pequeño brasier color crema con estampado de fresitas, Dalia para ese momento tenía unos hermosos senos capa A en plena formación. Empecé a acariciarlos por encima de su sostén, acelerando mis entradas a su interior. Dalia en eso llevo sus manos a mi cuello, para acercarme a su boca y besarnos mientras entraba y salía en si vagina. Luego de un húmedo beso, donde hilos de saliva se entendían en la comisura de nuestros labios. Dalia me pidió que la levantara, así que lleve mis manos a su espalda y pare mi envestidas y sin salirme de ella la levante hacia arriba, quedando ambos en una posición vertical de 90°, Dalia insertada en mi pene y sentada en mi entrepierna con sus tobillos sobre la cama y sus rodillas dobladas de tal forma que sus muslos quedaron sobre estos. Se quitó la blusa, para luego desprender lo clips del brasier, quedando totalmente desnuda ante mi sus pechos estaban erguidos y firmes, aunque era blanditos acato, sus pezones estaban totalmente saltaditos por la erección del éxtasis de nuestro encuentro sexual.

Dalia regreso sus manos a mi cuello, para empezar a mover las caderas con gran fuerza aprovechando el impulso que le daba la posición de sus piernas, ella daba grandes saltitos, clavándose mi pene en su interior de una forma grandiosa, Dalia gemía con fuerza, exclamando lo mucho que le gustaba estar unida conmigo, yo le decía que la amaba, para unirnos nuevamente en otro beso, ella a los pocos minutos alcanzo de nuevo el orgasmos a los pocos segundos por la presión de este sobre mi pene (me apretaba mi miembro como si lo exprimiera en las zancadas de su cadera) me corrí, ambos nos seguimos besando mientras sentía la humedad de dalia recoser mis piernas.

Dalia se salió de nuestra pose sexual, por lo que también me levante. Mientras me quitaba el preservativo, ella acomodo a cama que quedo hecha un desastre con la sobrecama toda revuelta.

Al terminas Dalia me dijo –“Dame”—extendiendo la palma derecha, Yo le di el condón y seguido de esto Dalia se lo llevo a la boca, sorbiendo su contenido como si de dulce de cajeta de tratar, se vivió todo mi semen para luego devolverme el condón todo vacío. Con un pañuelo del tocador se limpió la boca y la vagina, luego ambos nos vestimos y regresamos a la fiesta como si nada. Ella me tomaba del brazo, nos pusimos a bailar, comimos un poco más hasta que en la tarde noche llegaron por Dalia, Yo y Talía nos despedimos de ella.

Talía con su cara maliciosa me pregunto si me divertí (Esta era la primera vez que me invitaba a una de sus fiestas, hacía varias a veces solo de chicas), mientras me daba una gran palmada en la espalda, Yo le conteste que Si y le agradecí por invitarme, deforma cortante me dijo –Si no lo hubiera hecho Dalia de seguro se molestaría—Yo solo me reí a ante sus palabras, ya que no estaba acostumbrado a tratar con ella aun. Me dijo que tenía buen gusto que el collar, el dije y los aretes eran muy bonitos, completamente del estilo de Dalia, en mi mete pensé que se molestaría si supiera que mi abuelo los escogió por mí, por lo que solo agradecí su cumplido. Me despedí de ella volviendo agradecer la invitación y me retire a mi casa, la cual no estaba muy lejos.

A los pocos días regresamos a clases, luego de la fiesta de reyes, por lo que Dalia y Yo volvimos a nuestra rutina de sexo oral y manual, cuando teníamos la oportunidad, en espacial cuando su mama nos dejaba solos cuando hacíamos trabajos en equipo en su casa.

Nuestro siguiente gran encuentro sexual lo tendríamos al aire libre nuevamente durante el festival deportivo anual de la escuela que si gustan le platicare la siguiente ocasión, espero mis anécdotas les hallan entretenido y gracias por tomarse el tiempo de leer.

Capítulo 3

Luego de los eventos ocurridos tras nuestra misa de 15 años, Dalia y Yo ingresamos a la preparatoria, durante la vacaciones de ese año solamente tuvimos pequeñas citas como siempre las solíamos tener, muy poco sexo aunque si fue mayor del que tuve con Karen quien estaba obsesionada con la boda de mi hermana, ya que sería parte de las madrinas.

Ya ingresando a la escuela, el sexo escaseo bastante, por lo que tenía que masturbarme debes en cuando para bajar la calentura, para ella como hasta el día de hoy recurría a mis recuerdos y colección de pantaletas. Así transcurrió un año escolar sin nada realmente emocionante esta lo que hoy les platicare.

Bien ya estábamos a un mes de la boda de mi hermana mayor, Dalia y Yo teníamos una relación más unida que nunca tras la noche que pasamos en nuestras 15 años, por lo que ella ya sin tapujos o miedo a los regaños mostraba su afecto hacia mí con besos, caricias y de más cosas simples en público, pero más morbosas en la privacidad, ya teníamos casi 5 años como pareja.

Un viernes en la tarde me encontraba en su casa realizando en la sala realizando unos carteles para uno exposición de inglés y biología junto con Dalia, luego proseguiríamos con la realización de los carteles para el día de la madre (Este fiesta aparte de las madres de familia se dedicaba también a la Virgen de Lurdes, como saben patrona de la escuela por lo que se hacía en grande), por lo que estaría asta tarde al punto que cenaría con ellos, para ese momento casi ya era costumbre que me quedara un o dos veces por semana, bajo el pretexto de hacer tarea.

El chiste es que mientras trabajábamos en el suelo pintado sobre las mantas, mi suegra salió a la tienda por algunas cosas, por lo que Dalia aprovecho para acercarse a mí para poder besarnos, quedando ella enzima mío, mientras yo me recargaba sobre una pared. Yo le acariciaba si espalda bajo, mientras ella apoyaba sus manos en mi pecho. En eso su mama entra junto a su papa, ellos nos dieron un regaño tremendo, tratamos de medio explicar la situación, pero prácticamente me acusaban de intentar violar a su hija, Dalia me defendía diciendo que ella fue la que me beso, yo explicaba que no pasó nada, el punto fue que su papa me echo de la casa, en medio de la una de las clásicas lluvias de mayo, para no causar más problemas me retire, me oculte en un techito de un porche cercano a la casa de Dalia y marque a mi casa para que mi hermana me recogiera.

Puede escuchar los gritos en de la casa de Dalia, no entendía bien lo que decían, pero por la cercanía podía oírlos, mi hermana no llegaba en realidad tardaría en llegar, mientras me cubría lo mejor de la lluvia, en espacial mi mochila de la escuela. Ya habían pasado como 20 minutos desde que me echaron y como 10 tal vez desde que terminaron de gritar, pero aun así me quedaba viendo la casa de Dalia, está preocupado por ella y de que por mi culpa le hicieran algo.

La verdad quería regresar y asegurarme que estuviera bien, pero también me preocupaba causarle más problemas, por lo que decidí no hacerlo, luego de unos minutos mi hermana llego por mí, le explique qué pasó y de uno otra forma aunque entendió mi situación, también me puso una regañiza de infarto por pendejo y no saber hacer la cosas.

Ya en casa mi hermana se dirigió a la casa de mi abuela, para continuar con los preparativos de su boda, estaban junto con mi otra hermana, mis primas, Karla entre ellas, y otras de sus amigas haciendo lo recuerdos y centros de mesa, se quedarían toda la noche allá. Mientras que mis papas trabajaban doble turno y en el caso de mi madre el nocturno para tener días libres acumulados por la boda.

Por lo que me quede solo en casa, al llegar deje mi mochila en el auto y corrí a casa, donde me bañe y cambie. Luego me puse a ver una serie en televisión, como a la hora y treinta minutos tocaban a mi puerta, me extraño por lo que fui a ver y era Dalia, ella estaba toda empapada, sin sombrilla o impermeable, ya que se había fugado de su casa. Esto porque su papa quería obligarla a que terminemos ya que según él solo quería violarla, embarazarla y abandonarla y ella ya estaba harta de que no nos permitieran estar juntos.

Yo la deje pasar, para darle una toalla para que se secara. Dalia traía una camisa soja muy linda pero que termino transparentándose, junto con el brasier azul cielo que llevaba por lo que pude apreciar perfectamente sus pezones por encima de la ropa. Eso me éxito, cuando se lo hico notar ella se sintió apenada por caminar así en la calle. Dalia empezó a estornudar por el frio por lo le ofrecí que se diera una ducha caliente, ella me pregunto por mi familia, yo le con te mientras ella se secaba el pelo, –Pues si estamos solo nosotros, no te gustaría bañarte conmigo—Dalia me propuso mientras me sonreí cuando le conté que nadie estaría en casa hasta mañana. Yo capte pero le pedí que se adelantara, fui a mi cuarto a tomar algo de ropa para que usara, un pants ajustable y una playera larga que tenía guardado en el ropero así como mi toalla y otra más para ella.

Cuando entre en el baño ella ya estaba en la regadera, completamente enjabonada, termine pensando en voz alta diciendo que era lo más sexi que avía visto, comentario que la hizo reí para luego invitarme a entrar. Me quiete la ropa como bólido y entre a la regadera para ayudarle a enjuagarse la espalda y así tocar absolutamente todo su cuerpo de mujer. Empecé por la espalda, para luego tocarles todo es trasero, para luego con caricias cruzar mis manos por su cintura para luego llegar a su entrepierna donde empecé a mastúrbala, mientras daba pequeños, gemidos, con los frotes de mis manos y dedos sobre su intimidad.

Dalia se dio la media vuelta para poner besarnos, mientras ella frotaba mi pene son sus manos. Cuando me miembro ya estaba listo ella me dijo que se lo metiera, por lo que la tome de la mano, para salir de la regadera, me senté cobre la tapa del inodoro, mientras la dirigía hacia mí, Dalia abrió la piernas y se puso encima mío, al no tener un condón conmigo la penetre por el ano, nos cabalgamos juntos mientras nuestras lenguas jugueteaban sin unir nuestros labios, hasta corrernos.

Luego salimos del baño, ella solamente se puso la playera, que le cubría como 7 o tal vez 8 dedos por debajo de la entrepierna, por lo que con ciertos movimientos disfrutaba de todo el color de su culo. Le pregunte si ya había cenado, ella me contesto que ni siquiera almorzó, por lo que saque algo de comida de la nevera, la recalentamos y comimos juntos. Luego fuimos a mi habitación donde nos sentamos a ver Tv, cuando revise mi teléfono, tenía varios mensajes y llamadas de Talía. Ya que mis suegros buscaban a Dalia, por lo que fueron a preguntar a su casa, Dalia no tenía celular, ya que sus papas no le permitían tener uno, llego a tener uno hasta la actualidad ya que se lo compro con su dinero. Le marque a Talía para que ambas pudieran conversar, ella le dijo a Dalia que no se preocupara que la cubrirían, para que no fueran a buscarla a mi casa entre otras cosas más que platicaron.

Ya eran como las 10 de la noche, la telenovela que solía ver Dalia había concluido (ver eso fue otro martirio que tenía que aguantar pero lo hacía por ella), por lo que ella me pidió que le hiciera el amor en ese momento, mientras me beso en lo labios.

Se montó encima de mí despojándose de la playera que le preste, para luego volver a besarme, mientras tomaba mi camisa de la cintura para poder quitármela, mientras yo hacía lo mismo con mi pantalón. Luego de desnudarme mis manos fueron directamente sobre el culo de Dalia, para poder meter mis dedos dentro de sus nalgas, para acariciar cada uno de los glúteos de mi chica, mientras ella movía sus caderas sobre mi miembro estimulándolo con el borde externo de su vagina. Los movimientos rápidos de Dalia hicieron que me corra, cubriéndonos de semen  ambos, en especial a mí. Dalia se molestó, reclamándome por no avisarle, ya que para ella era un desperdicio, ella siempre me recalco desde un día que me encontró masturbándome en mi cuarto, que todo rastro de mi semen debe siempre estar dentro de ella ya que como mi mujer mi esperma le pertenecía solo a ella. Rápidamente de inclino hacia la parte inferior de mí pecho pasando su lengua sobre es para juntas y luego recoger mi material genético con un chupetón. Para luego con su mano hacer lo mismo con lo que quedaba del semen en su vagina y llevárselo a la boca. Para luego darme una mamada en el pene, dejándomelo limpio.

Tras esto Dalia empezó a masturbar mi miembro con su mano derecha, no paso mucho para que estar listo para seguir. Dalia volvió a colocarse encima de mí, para poder colocar mi miembro dentro de ella. Al no contar con condones conmigo (los que me quedaban estaban en mi mochila en el carro de mi hermana, que estaba en el porche de mi abuela), coloque mi pene en la entrada de su ano, empojando asta estar a dentro y empezar a envestirla, pero luego de entrar un par de veces, Dalia coloco sus manos sobre mi estómago, diciendo que me detuviera, que no lo quería por atrás, que lo metiera en su vagina. Yo le dije que no tenía preservativos conmigo, que sería peligroso ya que su regla podría caer en cualquier momento. A ella eso no le importo, me exigía que fuera por adelante, aunque le gustaba el sexo anal, ella siempre prefirió el sexo natura que siempre le había practicado.

Termine accediendo, por con la condición que cuando estuviera por correrme, sacaría mi pene enseguida para no arriesgarnos a un embarazo. Eso la puso contenta, por lo que saque mi pene se su ano, recostándola en la cama, ya que yo quería ser quien guie el sexo, con Dalia ya en posición, me introduje nuevamente en su interior, esta vez llenando su vagina, la cual para esta época ya estaba perfectamente acomodada a mi pene y su tamaño, ya que entraba a la perfección, envolviendo por completo.

La sensibilidad era muy diferente, ambos nos excitábamos mas con cada penetración, ya que no era muy seguido hacerlo al natural, por lo regular usábamos condón al menos que no hubiera peligro. Dalia dejaba salir sus voces en el oscurecido cuarto, ella estiro sus brazos buscando mi cuello para poder mesarnos mientras, yo me introducía y salía de ella con una intensidad media, para estar pendiente del momento de salir, por lo que aun que ella me pedía que la besara no me acerque a sus labios, porque ella haciendo fuerzas con sus brazos en mí cuello se levantó yendo ella misma a juntar nuestras bocas.

Ya casi a mi límite, apartando mi boca de la suya le indique ya que saldría y que si lo quería recibir en su boca, pero su respuesta de ella cruzar las piernas en mi cintura, en una especia de llave, tomando el ritmo de las envestidas con los movimientos de su cadera, subiendo y bajando.

–No te salgas, se siente también, no quiero perder esta sensación—Dalia me dijo  mientras yo le decía que podría ser peligroso, Dalia me contesto que no le importaba, ella siempre soñó con ser la madre de mis hijo. La verdad ahora que puedo meditar mejor creo que haber tenido sexo esa noche fue una mala idea ya que ella venia del pleito con sus papas y tal vez el quedar embarazada sería una forma de estar juntos ya que mis papas me obligarían a cumplirle como hombre, pero como todo buen adolecente calenturiento en ese momento pesaba con el pito, así que me dije a mi mismo, me vale madres hace mucho que no cojo así que lo voy a hacer. Yo simplemente la bese y reanude mis embestidas ahora más fuertes que la ve pasada ya no importaba correrme. Luego de un par de minutos y unos cantos mete sacas, llene la cavidad de Dalia, al poco rato tubo también su orgasmo.

Mi calentura no había bajado por lo que mi pene estaba aún al 100, por lo que mientras Dalia se retorcía por la llegada de su primer órganos, la arroje en la cama, le alce la pierna izquierda, volteando su cuerpo para ponerla de perrito sin sacar mi miembro de su cavidad, y empecé a penetrarla duramente en esa posición, mientras sostenía sus pechos con mis manos.

Dalia solo gemía con fuerza mientras dé decía lo increíble que sentía y que quería más, que le diera mucho y que la dejara embarazada, en medio de mis embestidas volvió a tener otro órganos, yo trataba de darle más duro y unos minutos después yo también termine de nuevo dentro de ella. Cayendo de lleno a su lado en la cama.

Dalia se voltio para estar frente de mí, mientras se frotaba el vientre, me dio un beso de piquito agradeciéndome por convertirla y enseñarla lo que ser una mujer, que siempre estaría a mi lado y que cuidaríamos juntos a nuestro bebe, seguido de otro beso, yo termine abrazándola mientras le decía que la amaba, por lo que ella también me abrazo, para decirme que también me amaba, así abrazados a través de la cintura ambos nos quedamos dormidos.

Al otro día en la, mañana seguíamos dormidos y desnudos uno junto al otro, por lo que mi hermana mayor, nos despertó con un sacudiendo la sabanas. En casi me desmayo del susto, al ver la cara serie de mi hermana, Dalia al verlo rápidamente escondió su cara en mis hombros mientras tapaba su parten intimas, Dalia asertiva y sexual, se fue regresando mi linda chica introvertida y tímida.

Yo con el estómago en la boca le saludo, mientras le decía tartamudeando que no era mal entienda las cosas, que no era nada. Mi hermana solo se limitada a vernos, en silencio sin decir nada, y creo que eso fue lo más miedo me dio, la incertidumbre que aria me mataba. Esta que por fin nos contestó.

–Lo que hicieron a noche a mí no me parece nada— nos quedamos helados al escuchar eso parte de mi hermana, por lo que solo pude contestar –Anoche nos viste—ella nos dijo –Claro, la abuela me mando a traerte algo de comer y los encuentro haciendo cochinadas, creí que te educamos mejor—

–Nosotros hacíamos el amor, no hacemos cochinadas—Dalia le contesto un nerviosa a mi hermana—quien le replico el clásico discurso: esas no son cosas de personas decentes, que éramos muy chicos, que solo son cosas que hacen las personas casadas etc. Dalia ya un poco molesta por las palabras de mi hermana, le dijo que no lo que hacemos no es nada malo si de verdad amas a la persona y que nosotros nos amábamos de verdad, que nos casaríamos etc. Mi hermana simplemente la callo porque no sabía lo que decía. Fue entonces donde yo molesto también le dije que no hiciera un gran escándalo ya que ella de seguro lo hace con su prometido, al escuchar esto Dalia me dio la razón mientras movía la cabeza en afirmación.

Mi hermana por su puesto quedo toda roja tanto por la pena, como por enojo a causa del comentario, diciendo que no me importa, que ella era una adulta y una mujer decente que era pura y decente. No solo miraba y sabía que estaba mintiendo y se lo eche en cara, cosa que la hizo enrojecer más, saliendo de la habitación por el baño hacia su cuarto.

En eso aprovechamos a vestirnos, ya que para ese momento Dalia se tapaba solo con mi sabana y yo con una almohada. Dalia se puso el pants que le di al principio y mi playera, yo me vestí por completo.

Cuando terminamos, mi hermana estaba regresado con un vaso de agua y una caja de medicina pequeña, era un pastillero desechable con dos píldoras, era las píldoras de emergencia o del día después. Le ordeno a Dalia que se las tomara, ella dudo al principio, ya que no sabía lo que era, luego mi hermana nos explicó, (sabíamos que eran en teoría, pero en ese momento de nuestras vidas jamás las habíamos visto). Al escuchar la explicación Dalia se negó rotundamente, por lo que mi hermana le respondió con un buen golpe en la nuca, diciéndole que un embarazo en este momento sería catastrófico para todos, que se deje de estupideces y nuevamente le ordeno que se tomara la píldora, ya sin más remedio lo hiso.

Después de eso Mi hermana fue muy, clara al decirme que esta sería la última vez que me cubrirá el trasero, ya que era casi un hombre y debía pensar bien las cosas, dejara las estupideces y que no pensara con el pito que lo hiciera con la cabeza. Como les comente de verdad lo llegue a reflexionar y creo que de verdad le debo una grande a mi hermana.

Por su puesto no me quede con la duda al ver ese tipo de medicamente y le volví a preguntar si lo había hecho con su prometido, por lo que ella también me propino un golpe, Dalia también me pellizco en mi oreja derecha mientras me tiraba una mirada “Ya nos zafamos, No la estés cagando”. Luego mi hermana que solo la tenía en caso de alguna emergencia y que no lo había hecho solo se la había mamado en un par de ocasiones. Yo me termine riendo por lo que ambas me volvieron a dar una tunda.

Mi hermana se había encargado se cerca y lavar la ropa de Dalia desde anoche, por lo que hiso que se vistiera mientras yo estaba con ella en la cocina, nos dio de desayunar, las demás chicas estaban en casa de mi abuela haciendo lo mismo. Luego nos llevó a los dos a casa de Dalia, en el camino nos pidió que expliquemos que pasó de nuevo, luego me dejo en el auto, mientras ella entro con Dalia a su casa, ella no quería volver lo hizo a regañadientes. Espere en el auto como unas 3 horas tal vez un poco más. Hasta que mi hermana volvió, me dijo que lo arreglo pero que no volviera hacer estupideces y si Dalia yo volvíamos a tener sexo que usáramos protección, dándome de nuevo la charla de los embarazos y los anticonceptivos etc. Y me reitero que unos meses ella se iría y no me podría cuidar más, así que debía dejar de hacer estupideces ya que esa era la última vez que la vería. Luego de eso nunca volvimos hablar de eso ya que mi hermana de verdad guardo el secreto. Y es una de las razones por lo que cuando me reencontré con Dalia en el 2018 luego de nuestra separación fue unas de las que más apoyo para que termináramos juntos como lo estamos el día de hoy.

En cuanto a Dalia nos dejaron seguir juntos pero nuevamente bajo vigilancia y chaperones. Pero no nos pudimos quejar era mejor que nada, Dalia fue castigada por escaparse por lo que no la dejaron ir a la boda de mi hermana, dejándome solo en la ceremonia, pero eso ya se los conté en mi vida con mi prima Karen.

Debido a la vigilancia de sus papas no tuvimos sexo de ningún tipo en casi año y medio con excepción de una vez en casa de Talía y nuestro viaje de graduación de la prepa que hicimos solo nosotros, junto a ella y unos amigos, pero eso será algo que les platicare en la siguiente acción.

Por Mar



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