miércoles, 21 de abril de 2021

Amalia y su hermano Alberto


Desde que se separaron mis padres he tenido que descubrir las cosas de la vida… por mi cuenta en la mayoría de los casos, es así que referente al sexo… supongo que aprendí como todos mis compañeros de clase durante la adolescencia viendo películas pornográficas. Es en ese momento en el que descubrí la masturbación, pero la masturbación como forma de explorar mi sexo, bueno… seamos sinceros una pajilla de vez en cuando te sienta genial¡. Esta historia trata sobre mi hermana y yo cuando por ausencia de padres en mi caso y ella por falta de relaciones sentimentales, nos fuimos acercando sexualmente.

Tendría yo unos 17 años y mi hermana ya mayorcita, unos 31 años vivíamos en un apartamento solos ya que por razones que no vienen al caso nuestros padres no vivían con nosotros así que mi hermana sé tenia que hacer cargo de mí… digamos que básicamente era mi madre. Desde temprana edad como ya dije comencé a masturbarme, y no se me ocurría otro lugar que hacerlo en el cuarto de baño, pensando que nadie me veía. Con el poco dinero que tenia de vez en cuando compraba alguna revista de estas "guarras" con un montón de bombones desnudas y cosas así, y cuando veía que mi hermana no estaba en casa o estaba muy ocupada haciendo alguna cosa aprovechaba el momento para irme al cuarto de baño sentarme en el wc y ojear la revista mientras que sacaba mi gran verga para la edad que tenia, y comenzaba a masturbarme.

Eran unas masturbaciones placenteras puedo decir que incluso hubo veces que gemía de puro placer era en ese momento en los que más tenso me ponía por si mi hermana me oía. Y tengo que confesar que la mayoría de esas pajas eran mientras pensaba en mi hermana, la única mujer bien formada físicamente e intelectualmente que me atraía en ese momento, solo con pensar en sus pechos, o en su culito blandito ummm volvía y volvía a masturbarme. Todo siguió con normalidad durante unos meses hasta que….


Aquel día caluroso de verano… Eran las 4 de la tarde y estaba francamente aburrido así que se me ocurrió la idea de masturbarme, porque no?, con lo que me gusta y con lo que disfruto¡ pero esta vez quise esperar a que mi hermana no estuviera en casa para poder gemir o hacer cosas raras je je.

Así pues por razones de la vida suena el teléfono móvil de mi hermana y al colgar el teléfono me dice: Alberto mira que tengo que irme por un par de horas, cuida de la casa (bla bla blaaaa). Era mi momento¡¡ así que cuando mi hermana salió de casa, me fui corriendo a su armario y busque su ropa interior, me fui derecho hacia las braguitas, unas braguitas negras que parecía que ya había usado por el aspecto que tenían, me las acerque a la cara y las olí ummmmmm siiii (mientras me daba cuenta que estaban usadas y olían al coñito de mi hermana se me ponía mi verga mas tiesa que una barra de hierro) seguidamente me encerré en el cuarto de baño de la habitación de mi hermana completamente desnudo, ya que había dejado toda mi ropa fuera.

Y mientras olía e incluso lamía ligeramente esas braguitas de mi hermana comenzaba a masturbarme, me sentaba en el wc y comenzaba a mover la mano de arriba abajo sin parar¡ gimiendo¡ mientras seguía oliendo aquella prende de color negro. Estuve así hasta que comenzaron a salir las primeras gotitas de mi semen, vamos… durante unos minutos la verdad, cuando de repente oigo la puerta principal de la casa cerrarse, mi reacción fue de total nerviosisimo¡¡¡ que pensaría mi hermana si me cogiera masturbándome con su ropa interior y en su cuarto de baño¡ y además no podía salir ahora del cuarto de baño porque estaba completamente desnudo¡ dios¡ que situación, ¿Qué hacer? Pues rece para que se le hubiera olvidado algo y se fuera rápidamente así que me quedé en silencio y esperé. Y si¡ resulto, volví a oír la puerta abrirse y cerrarse de nuevo, que alivio¡, así que volví a comenzar a cascármela y empecé a gemir incluso pronunciando su nombre.. "Amalia" siii Amalia ummmm SIII¡¡¡¡¡ cuando de repente, TOC TOC... Alberto estáis ahí adentro? Que demonios estas haciendo? Era mi hermana¡¡¡¡ me quede helado, estaba tras la puerta¡.

-Alberto abre la puerta por favor¡ ( yo seguía callado, supongo por la vergüenza) así que Amalia respondió, vale, no quieres salir, pues entrare yo que para eso tengo una llave, y sin mas dilación abrió la puerta y me encontró de pie con sus braguitas tapándome el pene que estaba totalmente erguido. Amalia pregunto: -¿Alberto, que has estado haciendo? Yo le respondí, -nada, Amalia, nada…. Ella evidentemente se da cuenta de lo que estoy haciendo se acerca a mi como que a una distancia de 10 cm. de mi pene erguido y me dice:

–Alberto no pasa nada no tienes que avergonzarte por nada, esto es la cosa mas normal del mundo… y además si te crees que me acabo de enterar que te masturbas con mi ropa o con revistas porno la llevas clara. Yo puse cara de sorprendido y me relaje bastante la verdad cuando ella me dijo que también se masturbaba mucho y que incluso lo había echo pensando en mi alguna vez. Seguidamente me miro de arriba abajo y quito la braguita que estaba encima de mi pene intentando taparlo y dice:

– si que habéis crecido tu y tu amiguito eh Alberto ( y me acarició el glande de mi pene con su mano. Con lo que yo expulse unas cuantas gotitas de semen sobre ella sin querer, fue por culpa de la excitación. Y ella dijo –Alberto, mira como me has puesto, ahora voy a tener que cambiarme¡¡¡ y sin mas reparo, se desnuda completamente (exceptuando las braguitas) delante de mi, con lo que mi pene seguía goteando y creciendo y mi cara de asombro aumentaba¡ se me sigue acercando y me dice:

-Alberto no podemos reprimir nuestros instintos mas naturales (se sigue acercando hasta que mi pene choca con su vientre (yo me quedo paralizado) y ella se acerca y me besa en los labios, después en la mejilla y bajando por el cuello, y termina diciendo, Alberto, porque sigues con lo que estabas haciendo, masturbándote, no te preocupes que yo esté delante, yo también me masturbo muchas veces sabes, pero mejor vente a la cama conmigo. Vamos hacia la cama de su habitación y allí ella se tumba primero cogiendo casi toda la cama y abriéndose de piernas… aunque lleva braguitas se le ve un poco el conejito.

Así que me coloco frente a ella con las piernas abiertas y con las braguitas suyas en mi cara (para olerlas y demás) y comienzo a darle a la mano. Amalia me comenta: -ummm Alberto como la tienes de grande a ver sigue, sigue a sí. Tengo que decir que mientras lo hacia veía a mi hermana girar los ojos, mordisquearse los labios e incluso acariciarse el coño bajo las bragas. Hasta que en un momento me dijo, para un momento Alberto, que esas braguitas son antiguas, coge las que llevo puestas ahora, si vamos cógelas tu mismo, sin miedo no te voy a morder. (ella seguía abierta de piernas con una mirada muy sensual) poco a poco me acerco a su entrepiernas y empiezo a tirar de las braguitas, pero pensé.. creo que es momento de pasar de nivel, deja las masturbaciones y probar otra cosa. Acerque la cara a sus braguitas, las que llevaba puestas empecé a olerlas comencé a lamerlas con mi lengua (notando así que estaban ya húmedas) Entonces le digo: -Amalia estas riquísima sabes. -Alberto venga mastúrbate delante de mi, me incita. Y así lo hice, comencé a darle a la manivela arriba y abajo sin parar, mirando a mi hermana semi-desnuda. Ahí estaba yo con mi hermana, los dos tumbados en su cama, mirándola mientras me masturbaba.

Llevaba poco tiempo haciéndolo cuando ella comenzó a masturbarse también, empezó a meterse un par de deditos dentro de su concha mojada y se veía perfectamente como sus braguitas se mojaban.. y yo necesitaba saborear eso¡. Mi polla estaba justamente encima de su coño (yo seguía masturbándome) cuando por fin me corrí, lo hice encima de mi hermana, salpicándola completamente, mojando sus braguitas y su vientre, ella dijo: -Alberto, como se nota lo que has crecido ummm menuda corrida te acaba de salir pensando en mi, mira porque no me quitas las braguitas ya, que están muy mojadas, estaré mejor sin ellas, y así veras como me masturbo yo, como ya te dije hermanito.

Situé mi cabeza entre sus piernas y comencé a sacarle las braguitas con las dos manos… cada vez que tiraba un poco de ella veía su rajita rosada tan grande y húmeda y volvía a calentarme mas de lo que ya estaba¡. Amalia me dijo: -Alberto, saboréala si quieres, te las presto ;) Así pues me pase las bragas por mi polla mojada de mi propio semen y luego la pase por mi cara para olerlas y saborearlas un ratito.

Entonces Amalia me dijo: -Alberto ven ponte a mi lado, abrazándome, vamos, lo mas cerca de mi que puedas para que veas como me masturbo vale cariñito? Como ella dijo, me levante y con mi pene todavía muy duro, me coloque a su lado, con una mano pasándola por su pecho, y una pierna sobre una suya, por tanto mi pene quedaba o por encima de su muslo o cerquita de la rajita de su culo. Cuando mi pene tocó sus glúteos noté como un escalofrío de mi hermana, supongo que seria por lo caliente que tenia mi pene y lo mojadito que estaba.

Entonces Amalia cambió de idea con respecto a que ella se masturbara delante de mi…. (creo que mi polla le hizo cambiar de opinión jeje). Alberto, mira, tu me quieres, no?, ósea como hermana evidentemente, pues veras, hay muchas familias en las que los hermanos se quieren mas de lo normal, y eso no es malo sabes, en esas familias los hermanos y hermanas e incluso los padres juegan mucho con sus cuerpos y se divierten bastante, lo que te quiero decir es que, no creas que esto son cosas raras eh o cosas que solo salen en las pelis porno que ves. Le pregunte: -pero Amalia, que quieres hacer entonces, o mejor dicho, que me vas a hacer¡. Amalia me contesto: -pues cierra los ojos y te pondré un ejemplo, te voy a dar un beso de hermano vale, Amalia se me acerca, lo noto, y me da un beso en la mejilla cerca de los labios y ahora este otro, que es de los que te he comentado (yo estaba intrigado) noto como se me acerca nuevamente y sin mas dilación Amalia con la punta de su lengua comienza a lamerme los labios durante un par de segundos antes de besarme, un beso con las 2 bocas abiertas de par en par metiéndome su lengua hasta el fondo y mordisqueándome los labios¡¡¡¡

Con mucha suavidad Amalia se colocó encima de mí dejando mi pene tocando su vientre y agarrándome por el costado y el hombro, mientras haces eso yo disimuladamente deslizo mi mano por tus glúteos para acariciarlos apretarlos y dirigirme hacia tu rajita, quiero tocas, sentir esa rajita, la rajita tan deseada de mi hermana que en ese momento estaba enorme, muy caliente y muy mojada dejándome los dedos bastante húmedos.

Meto un dedo detrás de otro rozando tus labios vaginales, y tu clitorix hasta que finalmente los introduzco en tu coñito, hasta el fondo. Es en ese momento cuando te vi así en esa postura, con el pelo alborotado por delante de tu cuerpo, esa mirada tan sensual y mordisqueándote los labios cuando solté un pequeño gemido que a mi suponer seria un adelanto de lo que iba a suceder. Ella inmediatamente se incorporo, tomó mi pene y se lo introdujo en su coño provocándome un estallido de placer sin igual¡¡¡¡ dios ¡¡¡ por fin estoy follándome a mi hermana Amalia dios, estoy sintiendo su coño mojado y caliente con mi pene¡.

Es ahora cuando mientras ella me estaba follando, moviéndose de arriba abajo a su antojo cuando yo aproveché para sobarle los pechos con las manos, previamente me humedecía los dedos con mi saliva y después los pasaba por sus pezones para que les pusieran duros…. Muy duros para sentirlos mas, y continuar cogiéndole los pechos¡ aprentándolo esos lindos pechos tan hermosos, tan blanditos y sabrosos¡¡¡ Ahora yo ayudo a mi hermanita con unos golpes de mi trasero para que mi pene choque contra su vagina mas fuertemente¡ para que gima de placer¡ quiero hacerla disfrutar tanto como ella lo esta haciendo conmigo¡¡ (en repetidas veces se acercaba, paraba de moverse y me besaba, el cuello… las mejillas y me mordisqueaba incluso los pezones, algo que me excitaba muchisimo.

II

Por fin estabamos cumpliendo nuestra fantasía y deseo escondido y reprimido de tener sexo entre nosotros, al fin tenía la verga de mi hermanos Alberto en lo mas profundo de mi vagina, sentía su grosor entrar y salir en mi interior, provocándome un exquisito placer, mi hermanito Alberto ya no era un niño, se había convertido en todo un hombre que sabía darle placer a una mujer como yo.

Su movimientos son firmes y yo lo cabalgo a mi gusto, a veces es rápido, a veces lento, lo tomo fuertemente de su cabello y me acerco a su cara, beso sus labios, meto mi lengua y el me responde, sus mansos viajan por todo mi cuerpo, enfocándose largo tiempo en mis nalgas y en mis tetas, pasa las yemas de los dedos por mis erectos pezones, al mismo tiempo con su otra mano dibuja con su dedo el contorno de mi ano, a veces hace una pequeña presión, advirtiendo querer entrar.

Entonces mis movimientos se vuelven lentos y movilizo mis músculos vaginales y aprieto su verga, la atrapo quedando su verga lo mas profundo de mi coño. La sensación es espléndida para los dos, Alberto cierra los ojos y gime levemente, le pregunto: -Alberto te esta gustando verdad?, él solo suelte un inaudible si y vuelve a gemir. Alberto acerca su boca a mi teta y como un nene comienza a mamar de ella, de vez en cuando juega con su lengua en mi pezón, y vuelve a succionar. El placer que me provoca hace que yo gima y haga todo tipo de ruidos que delatan mi excitación.

Nuestros movimientos vuelven a convertirse en rápidos, y quita su mano de mi ano y la traslada hacia mi clitoris... Vuelvo a jalarlo del cabello y lo obligo a separar su boca de mi teta, pesco su boca nuevamente y nuestras lenguas inician una exquisita lucha. Mientras nos besamos, su dedo se mueve circularmente en mi clítoris, al mismo tiempo que pellizca levemente el pezón que no ha dejado de acariciar.

Bruscamente me levanto, me paro en la cama y Alberto se ve desconcertado, me dice:- ¿que pasa?, le contesto: -Ahorita lo veras. Entonces me hinco y acaricio su pene, para después meterme su aparato en mi boca y se lo empiezo a mamar, poco a poco voy girando mi cuerpo, hasta que mi vagina queda cerca de su cabeza, entonces coloco mis piernas entre su cara y le ofrezco mi conejito, que inmediatamente empieza a lamer.

Nuestros gemidos se ahogan entre las partes sexuales del otro, pero yo no aguanto más y sé que el tampoco, así que dejo de realizar mi labor, tomo de la base su verga y lo aprieto medianamente fuerte, esto hace que su eyaculación se retrase, me tiro a su lado de espaldas y lo invito a venir hacia mi a colocarse arriba de mi. Abro con dos dedos mis labios vaginales y lo invito a invadir mi intimidad nuevamente. Toma con su mano su verga y lo dirige hacia mi vagina, lo hace lentamente y siento y disfruto cada centimetro de su falo entrar en mi mojadisimo coño. Cuando su verga esta totalmente adentro de mi ser, cruzo mis piernas y coloco mis talones en sus nalgas.

Alberto me dice entre jadeos que me ama, que soy la mejor, y me bombea rítmicamente. Yo lo abrazo fuertemente y nos besamos. Nuestros cuerpos están empapados de sudor; Alberto me dice: Hermanita que buena estas; entonces me doy cuenta que me excita mucho mas saber que somos hermanos y que estamos cogiendo. - Si hermanito sigue lo haces muy bien, me coges riquisimo; le digo con voz entrecortada resultado de la excitación.

Entonces empieza a cogerme muy rápido su verga entra y sale como un pistón, me vuelve loca y yo con mis piernas lo ayudo a bajar y entrar, araño su espalda y el me besa en el cuello y lame el lóbulos de mis oídos, bombea y bombea y bombea más y yo sé que voy a llegar, le digo que se salga y al hacerlo su verga explota y deposita su esperma en mi estomago, al sentir el chorro en mi piel causa en mi un terrible orgasmo.

Nuestras respiraciones están agitadas el se acuesta a lado de mi y nos vemos fijamente a los ojos, nuestras bocas dibujan dos amplias sonrisas de complicidad y lujuria, nos acariciamos y nos besamos por un largo rato, hasta que nos vence el sueño...

... Despierto y lo veo a lado mio, no siento remordimientos de lo que acabamos de hacer, de hecho verlo a mi lado desnudo, despierta en mi una excitación, tomo con mi mano su dormida verga y comienzo a jugar con ella la cual despierta antes que Alberto, se pone firmes y después de un rato despierta mi hermanito.

-Hola Alberto, creo que tu verga quiere algo de acción-; le digo mientras sigo recorriendo todo su palo con la palma de mi mano. Me pongo encima de él y le ofrezco mis tetas, primero las recibe con sus manos y empieza a amasarlas y luego a mamar, guío con mi mano su verga a mi coño que ya esta mojado y la introduzco, pero me quedo quieta y le exijo que se quede igualmente sin moverse, nos besamos muy apasionadamente y en mi cabeza se me mete una idea.

-Alberto ¿has enculado a una chica antes?, le pregunto

-No nunca, Amalia-; responde mientras hace una cara de sorpresa mezcla de excitación.

-Ya estas grandecito para que lo hagas hermanito; le digo.

Me separo de Alberto y me acomodo una almohada abajo de mi estomago y me pongo "de perrita", el ni tardo ni perezoso se coloca atrás de mi, le digo: -Tienes que relajar mi culito para que no me duela, utiliza tus dedos Albertito. moja con su saliva sus dedos y comienza a masajearme el anito, pasa sus yemas por la entrada, todo muy lentamente, a mi eso me excita, después mete una falange y se detiene, luego va penetrando mas su dedo, lentamente pero sin detenerse hasta que todo su dedo índice esta en mi culo, yo aprieto mi ano y el siente mi presión, al dejar de apretar inicia la salida del dedo.

Ahora son dos dedos, igualmente lo hace cuidadosamente y lentamente, así que al tiempo ya tengo dos dedos completamente metidos en mi ano, la sensación es riquisima. -Alberto mete un tercer dedo y después te dejare culearme, le digo con mi voz entrecortada.

Me obedece y hace lo propio con sus tres dedos, mi esfínter para eso ya esta muy relajado y yo deseo que me meta la verga por mi culo.

Por fin inicia lo deseado, pone el glande en la entrada de mi ano, hace una pequeña presión y se aloja en mi interior, el placer es indescriptible, Alberto empuja lentamente y siento centímetro a centímetro como se va introduciendo en mi cola, termina su viaje y se queda un rato en mi interior disfrutando, me da unas pequeñas nalgadas y se acomoda de tal forma que su boca queda en mi cuello, lo besa y lame mis orejas, asimismo su mano derecha se apodeara de mi tata y la izquierda atrapa mi clítoris, coordinadamente inicia la culeada, el masajeo en mis tetas y las caricias en mi clítoris.

Gimo, grito y jadeo de placer, estamos en la gloria, mi hermanito me esta dando por el culo y se lo digo, le recuerdo que se esta cogiendo a su hermana mayor, a los dos nos calienta mas, el me dice: -Hermanita tienes el culo bien apretadito!, entonces yo aprieto mas mi esfínter y el gime gustoso. - Así hermanito, dame más que rico, me encanta follar contigo! le digo muy excitada.

Nuestros movimientos se vuelven frenéticos

-Alberto llename de tu leche mi culo, necesito te leche

-Si Amalia, tienes apretadisimo el culo, siempre quiero estar así

-Si Hermanito te lo prometo, pero dame tu leche

Nuestros movimientos se vuelven aún más frenéticos y no tardamos en corrernos, su esperma inunda todo mi ano, y yo me siento en la gloria. No se sale hasta que su verga vuelve a la normalidad. Nos besamos y nos quedamos dormidos hasta el otro día.

Ahora Alberto se mudo a mi cuarto y dormimos juntos, hemos iniciado una vida sexual propia de "pareja", aunque por el momento es solo en la casa, y los vecinos y amigos no saben nada. Nos calienta mucho saber que cogemos aunque somos hermanos.

Por Alberto German y Sara Amalia

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