viernes, 30 de diciembre de 2022

Las bebés del barrio quieren probar


Recién cumplidos 11 años una enorme curiosidad por el sexo se había apoderado de mí, esto por causa de que en el barrio en el que vivía nos juntamos un grupo de 4 niñas. Una de 13 que era la mayor, otras dos de 12 y yo la más chiquita; mis amigas eran muy coquetas y morbosas, hablaban mucho de sexo y pues yo iba de la mano de ellas siguiendo su ejemplo y aprendiendo mañas obviamente de forma solapada ya que ante nuestras familias pasábamos como que no partíamos un plato.


Cuando íbamos a la casa de la mayor a “jugar” nos encerrábamos en su cuarto y algún día de esos ella saco unas revistas pornográficas que descubrió en un escondite que tenía el papá donde comenzamos a ver hombres desnudos y parejas teniendo sexo. Al poco tiempo las niñas empezaron a contar como se tocaban cuando estaban solas y yo por ende comencé a hacerlo excitada y curiosa por lo que veía en aquellas revistas además de por lo que hablábamos con ellas de forma “inocente” y especulando como seria hacerlo. Hablábamos de como seria tenerla adentro y nos reíamos imaginando la situación con muchachos varios de nuestro entorno familiar o del colegio.

Salíamos por el barrio y coqueteábamos especialmente con muchachos mayores, pero no reparaban mucho en nosotras a pesar de ser todas muy lindas (modestia aparte). Había en especial un grupo que eran los malos del barrio los cuales llamaban poderosamente nuestra atención; iban de fiesta en fiesta, bebían y fumaban; uno en especial que era el líder del grupo pasaba la mayor parte del tiempo con la casa a disposición ya que sus padres salían mucho de viaje y por lo general los fines de semana se juntaban allí, ponían música a todo volumen y armaban mucho desorden, lo cual era muy llamativo para nosotras.

Uno de esos fines de semana estábamos dando vueltas por ahí y uno de ellos que tendría unos 17 años en aquella época (Estos muchachos todos rondaban esa edad) salió de la tienda y paso por el parque donde estábamos nosotras (venia de comprar una botella de trago la cual cargaba escondida en un morral ya que el tendero les vendía a escondidas con el cual se habían hecho muy amigos y les acolitaba vendiéndoles cigarros y licor de forma solapada) se topó con nosotras, y viendo que mi amiga la mayor le coqueteaba la llamo a un lado y se pusieron a platicar; nosotros solo mirábamos la escena curiosas, al poco rato se despidió de ella quien regreso emocionada y nosotras curiosas le preguntamos de que habían hablado, ella muy emocionada nos dijo que aquel muchacho la convido a que fuera a la fiesta que tenían que si quería podíamos ir todas a lo cual ella le dijo que nos preguntaría a ver si queríamos ir, solo que tendríamos que ir medio a escondidas para que la gente del barrio no se diera cuenta.

Estábamos super animadas y nerviosas sintiendo ese vértigo de querer sentirnos grandes y con cierto miedo. Después de dudarlo por un rato decidimos arriesgarnos, nos dirigimos con gran nerviosismo y rápidamente timbramos no antes de cerciorarnos que no hubiese conocidos que nos vieran entrando allí. 

El muchacho de la casa abrió mirándonos confuso de vernos allí, pero casi de inmediato salió el otro con quien nos topamos en el parque y le dijo que nos había invitado e inmediatamente nos hicieron seguir. Entramos y eran los cinco de siempre, estaban ya medio ebrios se presentaron, nos preguntaron cómo nos llamábamos y hacían mofa de nosotras diciéndonos cosas como las bebas del barrio y cosas así; al final nos la pasamos bien. Mis tres amigas bailaban y hacían payasadas con ellos y más cosas de adolescentes borrachos y como no reparaban mucho en mi por ser tan pequeña simplemente me senté a observarlos, nos hicieron reír mucho con las bobadas que hacían y pues les caímos muy bien y ellos a nosotras, solo estuvimos un rato ya que teníamos que volver a nuestras casas (claro ninguna bebía y tampoco podíamos obviamente) pero igual nos fascino conocer muchachos grandes.

Ir a aquella fiesta nos generó mucha ansiedad, guardábamos mucha expectativa de que se presentara de nuevo la oportunidad de ir de nuevo a una de estas fiestas y en nuestra conversación al respecto la mayor dijo que le había gustado el dueño de la casa además que si se presentaba la oportunidad lo haría con él, mis otras dos amigas también estaban entusiasmadas y querían probar besarse con alguno de ellos, yo por mi parte me reía de lo que hablaban y les molestaba diciéndoles que no serían capaces; ellas me preguntaron que si me había gustado alguno y yo les dije que en realidad ninguno, además que los veía muy grandes.

Pasaron un par de fines de semana en los cuales no aparecieron por ahí, hasta que al fin uno de esos sábados pasábamos por allí y se sentía el ruido; rápidamente timbramos asegurándonos que no había gente cerca (vecinos chismosos que pudieran contarle a nuestros padres que íbamos a esa casa), abrió uno de ellos quien nos sonrió e invito de inmediato a seguir…. gritando, llegaron las bebessss, todos gritaron eufóricamente en forma de  broma, nos saludaron efusivamente dándonos la bienvenida, de nuevo todos bebían, hacían chistes y demás, ese día después de un rato mi amiga la mayor se empezó a besar con el de la casa y subieron al segundo piso, no paso mucho tiempo para que las otras dos se empezaran a desaparecer cada una por su lado con otros dos de los muchachos, solo quede con dos de ellos, quienes estaban ya dormidos de la borrachera, fui a rondar por la casa que era gigantesca; ya que aparte del primer piso, había un segundo piso con tres habitaciones y un tercer piso que era como una buhardilla. Subí al segundo piso de la casa y las puertas de dos de los cuartos estaban cerradas, luego subí con sigilo a la buhardilla y pude ver a una de mis amigas besándose con uno de los muchachos, osea cada una estaba en lo suyo, al sentirme allí a la deriva y sin saber que hacer salí rápido con algo de frustración ya que mis amigas estarían experimentando cosas con muchachos y a mí ni me paraban bolas (al final igual no me gusta ninguno de ellos pensé para mis adentros) sin embargo algo en mi quería probar también.

Nos juntamos al otro día y yo les dije que al verme sola simplemente me fui. Mi amiga la mayor contó orgullosa y sin arrepentimiento lo que había hecho, estaba contenta de ya no ser virgen además que le había gustado mucho a pesar de que le había dolido un poco, contaba las horas para volver a ver a su “novio”, las otras dos contaron que se habían manoseado delicioso con esos muchachos y que incluso se dejaron tocar la cuquita pero que no había pasado a más.

Así pasaron varios fines de semanas y cuando había ruido íbamos si veíamos la oportunidad y pasaba de todo menos conmigo, yo era como la mascota, mis otras dos amigas se pusieron de acuerdo en que lo harían ya que estaban deseosas de experimentar y así fue. También perdieron su virginidad allí y pues yo tan chiquita no pasaba nada conmigo a pesar de que en el fondo también quería probar, solo ponía cuidado de todo lo que pasaba y al otro día contaban lo que habían hecho, yo usualmente me iba antes para mi casa, pero ya andaba excitada y un poco frustrada de que no ninguno me prestara atención y claro me masturbaba montones, se despertaron en mis unas ganas enormes de tener sexo más sabiendo lo bien que la estaban pasando mis amigas.

EL DIA D

Un viernes que era festivo sonó el timbre de mi casa. Mi mamá abrió y me llamo diciendo que eran las niñas quienes me esperaban en la puerta; al salir me dijeron que fuéramos a dar una vuelta. Como era normal yo me asomé y pedí permiso a mis padres a lo cual ellos no vieron problema ya que ni se imaginaban a donde estaban yendo a jugar los 4 angelitos. Al salir me dijeron que los muchachos las habían llamado para que fuéramos ya que estaban armando desorden. Era un día soleado y salí muy relajada apenas con una faldita corta de jean, tenis y una camiseta blanca.

Llegamos, pero esa vez solo estaban los tres muchachos con los cuales mis amigas tenían cuento y nos sorprendimos al ver al tendero quien estaba con ellos bebiendo a la par ya que por ser feriado había cerrado el negocio y como él era quien les vendía el trago se había hecho muy amigo de ellos y resulto allá llevándoles licor para su fiestecita de ese día y al cual hicieron quedarse a beber con ellos.

El tendero era un tipo que tenía 65 años calvo de gafas y bebía a la par con ellos como si fuera un adolescente y ya estaba medio borracho. Al entrar pude sentir de inmediato su mirada fija en mi todo el tiempo lo cual al mismo tiempo que me hizo sentir incomoda llamó mi atención porque al fin alguien me hacia una mirada así a pesar de que ya fuera un tipo tan mayor y eso ya hacia diferencia con las otras veces que habíamos estado allí.

Excepto por esto todo transcurría casi igual, risas, gritos, chistes etc., y nadie se percataba de cómo me miraba este viejo lo cual después de un rato me empezó a gustar y me excitó al sentirme observada de esa manera por ese viejo pervertido. Me puse muy coqueta y le sonreía tímidamente cuando volteaba y sentía su mirada, enseguida él sonreía, miraba mis piernas fijamente y no desaprovechaba para ver mi colita cada vez que me paraba, lo cual comencé a hacer intencionadamente y al sentarme no perdía oportunidad de mirar entre mis piernitas. Paso el tiempo y mis amigas cada una en lo suyo disfrutando de la fiesta, se besaban con sus “novios” y no fue sino cuestión de media hora para que como era normal se fueran cada una a lo suyo. Entonces solo quedamos este señor y yo a solas en la sala.

Por un momento pensé en irme ya que la situación aparte de lo excitante me hacía sentir incomoda al estar a solas con este viejo morboso, pero en ese momento se levantó de la silla donde estaba, se sentó a mi lado y me preguntó que yo tan chiquita que hacia allí, yo le respondí que solo acompañaba a mis amigas, entonces me dijo que si sabía que estaban haciendo allá arriba, yo le respondí; cosas de novios, el solo se rio y tomo un trago lo puso en la mesa y me pregunto que si yo también hacia cosas de novios colocando su mano en mi rodilla, me ericé de inmediato sintiéndome rarísima lo cual me excito muchísimo, le respondí que no tenía novio, el volumen estaba alto y el solo frotaba mi pierna, entonces me dijo.. cómo te has puesto de linda, te veo desde que eras muy chiquita e ibas a la tienda, pero mira cómo te pusiste de linda .. repitío…me das un beso?, yo no dije nada, se acercó levanto mi cabello y comenzó a besarme en el cuello, no sabía que pensar, sentía nervios y una mezcla de rechazo y excitación, luego tomo mi carita y beso mis labios, yo quede petrificada, solo había besado a un muchacho en el colegio pero esto se sentía diferente, me estaba besando con un adulto de 65, y se sentía raro pero delicioso a pesar de que olía a licor, comenzó a subir su mano entre mis piernas hasta tocar mi sexo lo cual me llevo a la gloria, me dijo, estas muy mojadita que rico y ya metió su mano dentro de mis braguitas frotando mi vagina con sus dedos, sentía como palpitaba todo mi cuerpo, volvía y besaba mi cuello delicioso y me dijo al oído (que rico tu cuquita ya tienes algunos pelitos y esta empapada…se nota que te está gustando), que edad tienes? Me pregunto. Yo le dije que acababa de cumplir 11, huy que delicia, estas muy rica, me encantan así flaquitas y bebes como tú. Has visto una verga?, yo le dije que solo en fotos entonces saco su mano y bajo su bragueta sacando su miembro, yo temblaba de la emoción de ver una real, tomo mi mano y me hizo agarrársela, era diferente a las fotos que había visto, estaba muy dura y era parada hacia arriba muy curvada como en forma de banana, se sentía durísima y mojada por el líquido que salía de ella, se la acaricie un rato con gran curiosidad y morbo mientras el besaba mi cuello de nuevo con su respiración agitada que resonaba en mis oídos, pasado un rato me dijo que si quería ir con él a hacer cosas de novios, yo solo mire al piso y pensaba que era muy mayor, pero al mismo tiempo estaba excitada y mirando su verga me entraron unos deseos inmensos de que me la metiera. Dudando y nerviosa, asentí mirando al piso tímidamente, una sensación de excitación y morbo se apodero de mi pensando como seria estar desnuda con un tipo tan mayor y sentía mi cosita palpitar con mucha emoción y nervios sabiendo que ese día podría tener mi primera experiencia.

Me tomo de la mano y subimos al segundo piso donde solo la habitación principal estaba abierta, el ruido de la música no dejaba escuchar que pasaba en los otros cuartos y ahí iba yo, una bebe de 11 años deseosa de ser penetrada por primera vez, pero que nunca pensó que iba a ser con un viejo verde como este, entramos y cerró la puerta con el seguro.

Me hizo pararme en la cama quedando de frente a el a la altura de su cara, se acercó besándome delicioso a lo cual yo respondí mientras sentía como ponía sus manos en mis nalgas apretándolas debajo de mi faldita al mismo tiempo que me apretaba contra el sintiendo su bulto en mi sexo; se sentía delicioso.

Se separó quedando yo allí, parada en la cama, se quitó toda la ropa; al ver a ese viejo totalmente desnudo me produjo un cosquilleo en todo el cuerpo. A pesar de ser calvo su cuerpo era muy peludo y verlo allí parado con ese plátano totalmente erecto me dejo en un estado de nervios total, sentía mi cuerpito temblando. Se acerco y besándome de nuevo bajo mis pantis que quedaron a la altura de mis tobillos y sentía como rozaba su miembro en mi sexo por debajo de mi faldita formándose ese instante perfecto de consentimiento y deseo mutuo; no quería que parara y solo movía mi caderita sintiendo su roze ahí abajo y un cosquilleo que me llevo al punto de no retorno.

Comenzó a quitar lentamente mi blusita, luego el acostumbrador besando mis pequeños senos, después mi faldita y los tenis dejándome solo en mis medias blancas tobilleras diciéndome … que delicia así una niñita solo en medias; mirándome con esa cara de morbo delicioso que se quedó grabada en mí. Me abrazó levantándome y se fue cargándome hasta sentarse conmigo encima en un sofá que había en la habitación en donde me besaba mientras yo al sentir su cosa en mi sexo me abrasé fuerte a él sintiendo su cuerpo peludo y comencé a mover mi cadera masturbándome con su verga que sentía deliciosa y por un buen rato mientras el metía su lengua en mi orejita mientras me decía cosas sucias en medio de su fuerte respiración y olor a alcohol hasta sacarme un primer orgasmo que me puso a temblar abrazándolo muy fuerte y pegándome para disfrutar sin inhibiciones lo que estaba sintiendo.

Aun sintiendo aquello me hizo levantar y me dijo. Ven mi amor, llego la hora de la verdad y me hizo parar al frente del tocador el cual tenía un espejo, me dijo quédate así paradita juiciosa, me hizo doblar mi tronco para apoyarme con mis manos sobre el borde del tocador y así quede yo parada con mi culito salido hacia el con mis piernitas rectas temblando y mirando por el espejo como se colocaba detrás de mí, se agachó y comencé a sentir como me lamia desde atrás mi vagina, yo solo temblaba de nervios allí sosteniéndome en ese mueble prácticamente rasguñando la madera con mis uñas….se levantó y tomo una de esas cremas cualquiera que había sobre ese tocador y vi como escurría crema en sus manos para luego empezar a frotársela en su verga y otro tanto desde atrás en mis cosita lo cual se sentía frio y delicioso. Vi cómo se paró de nuevo de tras mío por el reflejo del espejo, solo veía a ese viejo verde peludo detrás mío y con una expectativa y miedo enormes por lo que iba a pasar.

Sentí como empezó a rozarla deliciosamente pasando por mi anito y por el huequito de mi cosita, yo solo pensaba para mi…métela…métela… mientras sentía todo mi cuerpo temblar de miedo y excitación…. de repente comencé a sentir un dolorcito y la punta de su verga entrando ….yo solo di unos griticos de dolor….AI AI AI…PASITO…PASITO POR FAVOR…paro un poco y me dijo…ya paso mi amor…. y siguió hundiéndola…yo solo sentía cada centímetro que me penetraba… se quedó un momento quieto y me dijo, estas bien? ¿Quieres más? Le dije agitada sí..dale (ya no había dolor)….ahí comenzó a darme delicioso primero suavecito y fue aumentando hasta un momento en que solo lo veía por el espejo con su cara de excitación y morbo diciéndome eso chiquita eso….me encanta tu cosita apretadita mi amor ….se movía cada vez más rápido y brusco y solo sentía el golpeteo pla pla pla pla pla contra mis nalguitas …yo, en medio de mi respiración agitada  solo emitía chillliditos ahogados entre la excitación y un poco de vergüenza hummm hum humm, HAY  HUMMM HUMM HUMM y sentía esa verga entrando y saliendo repetidamente hasta que se me pego fuertemente diciendo… toma… toma tu leche …. Recibe a tu viejito…. haciéndome venir de nuevo al sentir la fuerza con la que me penetro y quedando totalmente pegado viniéndose deliciosamente dentro de mí. Quedo ahí empujando por un buen rato los dos jadeando agitados y me dijo quietica…la fue sacando lo cual me saco otro gritico…hayyyy…. al sacarla solo sentía mucha humedad y liquido dentro de mi vaginita y allí parada como estaba empecé a ver como caían chorritos de semen que salían de mi cuquita al piso sintiendo todo mi sexo empapado por nuestros fluidos y esa sensación inolvidable de suciedad deliciosa por la cual me volví adicta al sexo y a los hombres mayores siendo tan solo una niña inexperta de tan solo 11 años.

Así de esta manera irónica y extraña, como se dan las cosas más excitantes de la vida, fue que yo. La más chiquita del grupo, terminé siendo la más experta de las cuatro zorritas en que nos convertimos.

Por DARIOELCOLOSO

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