lunes, 4 de marzo de 2024

La pequeña Lucía: Mi hija hace mi sueño realidad, Parte 2


Ella quedó mirando el bulto en mi calzoncillo, así que tomo mi pene, lo saco y se lo muestro.

– Así quedamos los hombres cuando estamos muy excitados con una niña tan hermosa como vos mi amor.

Ella suelta una risita de vergüenza y se tapa la boca.

-Yo te dejé así? – Me dice


– Si, mi amor. Y a los hombres también nos gustan los mimos que papá te hizo, sobre todo acá. Vení, querés tocarla un poquito?

Con un poco de vergüenza, pero con mucha intriga puso su manito sobre mi pene erecto.

Con mi mano, le tomo su suave manito y la empiezo a mover de arriba para abajo.

– Así es como nos gusta los mimitos a los hombres.

Ella intrigada seguía mirando mi verga y con su otra manito toca la punta de mi pene que tenía líquido preseminal.

-Qué es eso papí? – Me pregunta

-Eso son las gotas de amor que nos salen a los hombres cuando nos hacen estos mimos.  Probalo, te va a gustar.

Con un poco de duda se mete el dedo a la boca para saborear mi líquido preseminal.

Al ver que no le disgustó le digo.

-Probalo con tu boquita acá.

Ella sentada en el sillón aún de piernas abiertas y desnudita. Me paro sobre mis rodillas y le acerco el pene a su boquita.

Ella saca su lenguita y comienza a lamer la punta de mi pene.

-Muy bien mi amor, eres hermosa. Abrí tu boquita un poco ahora.

Ella obedientemente abre la boca y comienzo a meterle mi pene en su boca. Apenas entraba, pero ella abría todo lo que podía

-Sos una genia, lo estás haciendo muy bien chiquita. Querés que te haga mimitos a vos también? – Le pregunto.

– Si si papi, me encantó.

La vuelvo a acostar en el sillón. Me pongo encima de ella y empiezo a refregar mi pene sobre su conchita.

Su respiración nuevamente empieza a volverse más agitada. No podía creer como gozaba una niña tan chica.

Cerraba los ojos y disfrutaba como toda una mujercita, pero en el cuerpo de una niña.

La empiezo a besar en la boca y para mi sorpresa, estaba tan excitada que cierra sus piernitas en mi espalda para ejercer más presión sobre su conchita.

Pensé “es mi momento”. Sin más pensarlo, acomodé mi pene sobre su conchita húmeda y empujé.

Ella abrió los ojos desconcertada y lanzó un gritito.

-No te preocupes bebé, esto te va a encantar

Seguí empujando un poco más y ella lanzaba un gritito cada vez, pero seguía mirándome fijo y con las piernas aún trenzadas en mi espalda.

Cuando noté que ya había entrado la mitad de mi pene empecé a cojerla como si no fuera una niña de 7 años.

Luego de un minuto veo como empieza a cerrar los ojos nuevamente y comienza a gemir de placer.

La comparación de mi cuerpo de hombre adulto, con su cuerpito de niña era una poesía hermosa. Totalmente entregada al placer, con sus piernas bien abiertas, le encantaba tener mi pija adentro.

-Te gusta que te coja? – Le digo mientras le besaba el cuello y le daba como si no hubiera mañana.

-Ay papi, se siente hermoso. – Me responde con vocecita de placer

Le sigo dando hasta que no aguanto más. La cabeza de mi pene empieza a crecer y ella comienza a gemir totalmente embriagada en un intenso orgasmo.

Saco mi pene hacía afuera y exploto en unos intensos chorros de semen que van a parar en todo su cuerpito hermoso y algunas gotas en su cara.

– Ay Lu, que hermosa que sos mi bebé. – Le digo y le doy un gran beso en su boquita.

Ella con una sonrisita de orgullo, se mira su cuerpito cubierto de semen y me pregunta:

– Esto son una cantidad de gotas de amor papá. ¿Es porque me amas mucho?

– Si, hoy hiciste a papá muy feliz.

Esa noche nos bañamos juntos, desnudos, ya si ningún pudor le tocaba todo su cuerpito y le pasaba mi pene por la espalda mientras la bañaba.

Luego dormimos juntos, abrazados.

Fue el comienzo de una hermosa relación.

Por HILADEV560

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