viernes, 21 de octubre de 2022

Ayudando a mi hijo


Capítulo 1

Tomando un café con una amiga me comentó que había llevado a su hijo al médico porque al parecer no se le descapullaba bien el pene, o sea, que cuando lo tenía en erección, no le salía bien el glande o le molestaba por tener la piel del prepucio corta. Yo me quedé un poco sorprendida por lo que me decía ella, ya que yo ni me había preocupado si a mi hijo le pasaría eso también, aparte del apuro que me daba hablar de estas cosas con ella, a pesar de la confianza que nos teníamos. Su hijo era un poco mayor que el mío y ya tenía 15 años mientras el mío acababa de cumplir los 14, y la pregunté cómo se había dado cuenta de que le pasaba eso a su hijo, diciéndome ella que cuando se duchaba se le ponía muchas veces en erección y se había fijado que no se le descubría bien el glande del todo, quejándose su hijo de que le molestaba al tirar de la piel hacia abajo, preguntándome ella:.


– ¿Tú no te has fijado en el tuyo, si lo tiene así?.

– No, la verdad, además me da mucha vergüenza mirárselo, porque está creciendo mucho y lo tiene ya de buen tamaño…

– ¡Ay, qué tonta¡Claro, como el mío, no veas como se le ha puesto al niño, así casi de repente..

– Es que están en la edad de desarrollo y pronto van a ser unos hombres ya..- Pues por eso, deberías fijarte más en el tuyo, para evitar que en el fututo tenga un problema cuando tenga relaciones con las chicas…

– Es que yo ni me había dado cuenta de esas cosas, como todavía lo veo como un niño…….

– Anda, que seguro que tu niño tendrá ya una buena polla, como el mío y seguro que te pones nerviosa al vérsela…

– No me atrevo a mirársela mucho por no incomodarle a él, porque está en la edad de la vergüenza y yo creo que le da apuro a él también…

– Pues como el tuyo tenga también ese problema, prepárate, porque a mí el médico me mando hacer unos ejercicios en casa con él para que la piel le baje bien y no esté tan tirante, porque al pobre le molesta mucho…

– ¿Qué ejercicios?.

– Pues cuando se duche, hay que ponérsela dura y hacerle masajes con el jabón o con gel mejor, en el pene, echándole la piel hacia atrás y hacia delante para que le baje bien y le quede el glande todo afuera. Me dijo el médico que no lo tenía muy cerrado como lo tienen otros niños y que con este ejercicio, se podría arreglar sin operación…

– Madre mía, ¿Tienes que hacerle eso a tu hijo? Yo me muero de vergüenza si tengo que hacerle eso..

– Sí, es como si fuera una paja. Eres su madre y tendrás que hacérselo. ¿No querrás que se lo haga su padre?.

– No claro, pobre, menudo apuro…

– No es, para tanto, mujer, además nosotras ya estamos acostumbradas a eso, ¿no?.

– Sí, eso es verdad. Tendré que fijarme en mi hijo para ver si tiene ese problema.

Esa misma noche, cuando mi hijo se estaba duchando, me fijé que estaba en erección, pero con el glande recubierto por la piel, y me armé de valor para preguntarle:.

– Oye hijo, cuando se te pone así tan tieso, ¿nunca te sale el capullo afuera?.

– Sí, mamá, pero tengo que echarme la piel hacia atrás, y me tira bastante y me duele…

– Pues habrá que arreglar eso, ¿no?.

– A un amigo mío le tuvieron que cortar la piel y ahora lo tiene siempre descapullado, pero a mí me da miedo que me hagan eso..

– Bueno, ya veremos lo que se puede hacer, mañana iremos a la pediatra.

Capítulo 2

Mi hijo no se quedó muy convencido, pero al día siguiente fuimos a la pediatra, y mientras ella le mandaba desvestirse, yo le comenté que me preocupaba ese problema y que se lo revisara, aunque a él le daba un poco de vergüenza…

– No te preocupes, vienen muchos niños así con ese problema y sé cómo tratarlos. Yo me quedé a su lado, y le dijo la pediatra:.

– Vaya, ya te ha salido bastante vello en el pubis. Te estás haciendo un hombre, ¿eh? Vamos a ver lo demás si se está desarrollando correctamente.

La pediatra empezó a palparle los testículos y el pene, moviéndolo de un lado a otro y tirando de la piel hacia atrás, pero como mi hijo seguía bastante cortado, a pesar de los toqueteos de la pediatra para ponérsela dura, no se le ponía, diciéndome a mí:

– Bueno, parece que está un poco nervioso el niño. Tendré que hacer lo que hago con otros críos así tan tímidos.

Y acto seguido, veo sorprendida como la pediatra se desabrocha la bata y deja sus pechos a la vista de mi hijo, y como un resorte, su pene tuvo una erección muy fuerte, levantándosele totalmente, diciéndome ella siguiendo actuando de forma natural:.

– Mira, ves como a pesar de tener una erección, la piel le recubre el glande…

– Si…

– Y tirándole de la piel hacia atrás se descubre, pero tiene mucha tirantez y le tiene que molestar. ¿Te molesta si tiro de la piel, no? (preguntándole a mi hijo). .

– Sí, me duele…

– Esto se puede solucionar. Vamos a ver si haciendo unos ejercicios, podemos evitar la operación, que tampoco tiene mucha importancia, pero si lo arreglamos así mejor..

– ¡Vaya, los ejercicios!

– ¿Ya sabes cómo son?

– Sí, algo me dijo una amiga, que se los tiene que hacer también a su hijo…

– Sí, es algo muy normal a estas edades…- ¿Pero tengo que hacérselos yo a la fuerza?.

– Sí, es mejor. Ya sé que a muchas madres les da apuro hacerlo, pero es conveniente que sea así porque si se lo hacen ellos mismos, empieza a darles gusto y se ponen a masturbarse hasta que eyaculan muy rápido y así no son tan efectivos los ejercicios…

– Ah, ya entiendo…

– Mira, te voy a enseñar cómo hay que hacerlo. El niño tiene que empalmar bien, aunque le moleste. Tienes que usar este gel, que es mejor que hacerlo con jabón, porque acaban irritando el pene, y este gel es neutro y lubrica muy bien. Se lo echas en el pene y empiezas a masajearlo así estando bien duro, echando la piel hacia atrás despacio y aguantando un poco para que la piel se vaya adaptando y el prepucio no tire tanto; lo haces así moviéndolo adelante y atrás despacio, sin que llegue a ser una masturbación, cuidando de que tu hijo no eyacule, para que le dure más así dura, y estás unos minutos haciéndoselo. Y esto, todos los días, y si son dos veces, mejor.

Viendo la escena, como la pediatra movía y masajeaba el pene de mi hijo, creo que llegué a excitarme, intentando quitarme esa sensación de la cabeza, porque no me imaginaba cómo iba a poder hacérselo yo, sino…-

¿Te das cuenta? Ya tiene el glande completamente fuera. Fíjate el tamaño del que se le ha puesto, más grueso también. Esto es bueno, para que sea más efectivo el ejercicio, y así se le podrá desarrollar mejor el pene, y de mayor tener una buena polla para dar gusto a una mujer, como decimos nosotras…

– Sí, uuuffff, vaya como se le ha puesto, está hermosa, nunca se la había visto así…

– A esta edad se les empieza a poner el pene ya como a un adulto y haciéndole esto, lo va a tener casi como su padre…

– Madre mía y yo teniéndolo en la mano haciéndole estas cosas…

– Muchas mamás me han dicho que acaban excitándose, claro, pero en esas cosas ya no me meto yo, jajaja…

– Ya, ya, me da un montón de vergüenza que me pase eso a mí con mi hijo, que hasta hace poco era mi niño…- Pues ya me contarás. Volvéis en mes y medio y me comentas como han ido las cosas y veremos si se le va corrigiendo el problema.

Por Harris

No hay comentarios:

Publicar un comentario