lunes, 21 de noviembre de 2022

Yo Colegiala


En la escuela, un día que tuvimos que hacer un trabajo en grupo, me tocó Julio y Armando y nos reunimos en mi casa (porque mis papás no me dejaron ir a casa de ninguno porque era mujer y esas cosas). Eran las 4 de la tarde cuando llegaron y los hice pasar a mi cuarto, que está en el segundo piso, y comenzamos a hacer dicho trabajo. Pasados 15 minutos llegó una amiga de mi mamá, charlaron un rato y en eso mi mamá asoma la cabeza y nos avisa que sale un rato y que nos portemos bien. Y acto seguido ambas se fueron, dejándonos solos.


Julio que era más picarón, me empezó a tocar la cara y el cuello y a decirme “que bonita que estaba”. Armando, más tímido y temeroso de conflictos, se fue al baño (seguro a tocarse) y Julio se me abalanzó encima, besándome y metiéndome mano, me metía abusada por su mano debajo de mi falda, pero yo lo sentía rico pues, (ya me masturbaba desde los 11 años). En eso oímos aparcar un carro; era mi papá. Julio sé quitó y volvió Armando.

Mi papá sube y me ve con mis compañeros, saludó y preguntó por mi mamá. Le dije que se fue con su amiga Laura, (yo sonrojada y con ganas de seguir, pero ya no se pudo) mi padre exigió tener la puerta de mi dormitorio abierta y cada dos por tres pasaba disimuladamente para controlar que hacíamos.

Cuando sé fueron mis amigos, mi papá me llamó y me preguntó que ¿Por qué tenía la falda arrugada y un chupetón en el cuello? Me puse nerviosa y no supe qué decir. -No te asustes, tú eres dueña de tu cuerpo y tú decides con quién, PERO ten cuidado, porque tu mamá es más rígida, me le acerqué y me senté en sus piernas, quedando mi espalda pegada a su pecho, me abrazo bien fuerte y me sentí una bebe en sus brazos protectores. Me sugirió que si tenía alguna duda aproveche y le preguntara, pues mi mamá cada vez que le preguntaba algo de sexo, o de los cambios en mi cuerpo buscaba escapar de la situación, pero mi papá era de mente más abierta y más comprensivo. En ese momento no me atreví ni se me ocurría preguntar nada.

Pasaron tres días y me atreví a preguntarle que como fue la primera vez de mamá con él, ya que tienen relación desde pequeños.

Me dijo que siempre duele, pero después de un rato se pasa y empiezan a sentirse sensaciones más placenteras, ya superada la partecita del dolor.

Él estaba sentado en el sofá y yo a su lado, el cual con la plática se me empezó a subir la temperatura corporal y mi respiración se vuelve acelerada y comenzó a notarse. Lentamente, puso su mano en mi pierna y acariciando fue subiendo hasta mi cosita. Yo estaba ansiosa de que me tocará y como vio que, tiré mi cabeza hacia atrás y abrí mis piernas para que me tocara más, sé giró poniéndose de rodillas frente a mí y encima de mis pantaletas. Me empezó a besar la panocha por encima de mis pantis. Yo sentía riquísimo, no puse resistencia y haciendo un lado mi pantaleta me metía los dedos tocando mi cosita y como era un hombre de 32 años sabía dónde tocar. Sentí un escalofrío en mi cuerpo, estremeciéndome y gimiendo de placer. Enseguida me bajó las pantaletas y me chupó libremente la vagina, haciéndome estremecer de nuevo, poniéndome bien mojada. 

Sé levantó y se sacó su pene, la cual para mí era enorme y media como unos 18 o 20 centímetros y me la arrimó a mi boca. Me dio un poco de asquito, pero me empecé a lamérsela y metérmela en la boca. Sé lo hacía de manera torpe, pero me fue guiando como hacerlo y que vaya haciéndoselo más rápido. Sentí como se ponía más dura y caliente. Empezó a presionarme en la garganta con su pene, acabando en mi boca y diciéndome “comételo todo” el cual lo hice, sabía raro, pero me gusto enseguida. Me acostó en el sofá y se puso frente a mí, con mis piernas abiertas, dejando mi vagina expuesta. Me acercó su verga, que todavía estaba dura y empezó a empujar despacito. Sentía un poco de dolor, como dijo que iba a pasar y de repente de un empujón me lo metió todo. Me hizo gritar tan fuerte que por suerte no había nadie más en la casa que él y yo. Quise zafarme y no me dejó. Se quedó quieto un momento y el dolor fue bajado. Comenzó a subir y bajar. Yo sentía mucho dolor, pero rico.

Después de un rato, sentí más y más placer sintiendo que algo mío iba a hacer explosión. Era un “orgasmo” al ver esto mi papá, me la sacó y me empezó a chupar mi clítoris, lo cual lo sentía riquísimo ya. Me puso de lado y me lo empezó a meter por mi colita, lo cual dolió muchísimo al entrar su verga por mi ano y nuevamente se quedó quieto y después comenzó a bombear. A mí me dolía y gritaba, pero me tapaba la boca y fue disminuyendo el dolor y sentía rico. Al rato sentí que se le dilataba el pito y acto seguido una sensación húmeda y calentita dentro mío, que alivió el dolor, se quedó dentro por un momento. Me lo sacó, me cargo hacia el baño. Me baño y se bañó también. Yo estaba como atontada y asustada porque era mi papá que me acababa de coger.

Al pasar los días, me ponía bien ansiosa porque me cogiera otra vez y esperamos y esperamos a quedarnos solos nuevamente

No perdimos tiempo ni oportunidades hasta el día de hoy. Nos abrazamos, nos besamos, y le chupo la verga siempre que puedo. Si mi mamá duerme la siesta ahí estoy yo, succionándole el miembro al costado de la cama hasta dejarlo séquito y tragándome toda la lefa que me eche en la cara. Si mi mamá sé está bañando, ahí estoy yo en la cama o en el sofá del comedor, cabalgándole mientras me agarra las tetas, apretándomelas y yo jadeando de placer. Amo a mi papá y estoy orgullosa de ser su prostituta particular-cama dentro-ad honorem-servicial-sumisa a sus deseos-pervertida-loca-bien puta- pero sobre todo la mejor hija del mundo. (Lástima que mamá vive con nosotros, ya la quitaré de encima jijiji)

Por L'cherto

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