lunes, 19 de junio de 2023

Dorita la gringa de la estancia


Dorita es una niña precoz, sus hermanas gemelas son mayores dos años, ambas coloradas pecosas, de muy buen físico para su edad, sus pechos son voluptuosos, pero no voy a contar ahora de las mellizas, eso será en el próximo relato. Ahora nos atañe lo que pasó con Dorita.


Sus padres son ingleses, vinieron a mi país de muy jóvenes a administrar una gran estancia en el sur de mi país. La estancia es tan grande, que tiene una escuela, biblioteca y registro civil para el personal. Mi padre es muy amigo de los «Gringos», por lo que todas las vacaciones de verano, yo suelo ir a la estancia a vacacionar, de paso trabajamos y ayudamos en la esquila de las ovejas. Y nos ganamos unos buenos pesos. Andamos a caballo todo el día, eso nos daba momentos de mucha libertad en medio del campo sin supervisión de los mayores.

Esa mañana nos encargaron que vayamos a buscar una tropilla de yeguas, que habían estado en un potrero con un padrillo para que las sirviera. Dorita siempre andaba a la siga mía. Somos muy compañeros, casi como hermanos. La verdad es que yo soy mayor que ella tres años. Yo cumplí quince hace dos meses. Pero la verdad es que siempre la miré con ojos de amigo, hasta este día nunca pensé en que podía ser mi novia u obtener favor sexual de la niña.

Nos levantamos temprano, como se hace en el campo, se desayuna bien y luego se va a ensillar los caballos. Tipo 7.30 de la mañana salimos rumbo al potrero del río, como se denomina donde estaban las yeguas. Teníamos mas de 1.30hs hasta llegar, había que juntar los animales y luegos traerlos c on ayuda de los perros. Lo más lindo del trabajo que no teníamos horario para volver, ese potrero tiene la particularidad de tener muy buenos pastos debido a que corre un caudaloso arroyo alimentado de unos manantiales cerro arriba, a sus orillas crecen unos sauces inmenso, también unos álamos por lo que hay un hermoso y tupido bosque rodeando unos claros de pasto.

Llegamos a media mañana, íbamos solos Dorita y yo. Llevábamos la vianda por si nos costaba rodear a las yeguas. Estas eran 15. Todas del mismo pelaje. Una tropilla muy especial, de las mejores de la estancia. El padrillo es un zaino grandote, color marrón oscuro con una mancha blanca en la frente y las cuatro manos son blancas.  Ni bien llegamos al potrero, lo rodeamos cada uno por un lado del alambrado, las yeguas son todos animales mansos, por lo que al vernos no se asustaron, y prontamente las juntamos, pero al contarlas nos faltaba una, y también el padrillo. Metimos a las 14 yeguas en el corral y salimos a buscar la yegua faltante. Prontamente la divisamos entre unos matorrales, pero para nuestra sorpresa, el padrillo la tenía ensartada, la yegua revoleaba los ojos de contenta, y el padrillo bufaba como loco hasta que acabó, al sacarle la tripa, por dios, tremenda tranca tiene este caballo. Y nosotros lo presenciamos en primera vista. Cuando me doy vuelta, observo a Dorita totalmente colorada y suspirando fuerte.

Al arrimarme a ella, me dice como susurrando, viste la pija de ese caballo? Yo me largué a reir, ver a los animales teniendo sexo en el campo es normal. Pero parece que la niña es la primera vez que ve una verga en primera plana.  Nos llevamos a la yegua arreando y el padrillo nos siguió todavía excitado y queriendo más. Finalizado el rejunte, nos arrimamos al arroyo, el día estaba caluroso, el sol picaba fuerte. Por lo que directamente al bajarme del caballo encaré el arroyo y me metí al agua con ropa y todo. El agua estaba espléndida. Me mojé y me enjuagué la tierra. aproveché y me quedé en calzoncillos mientras lavaba mi camisa y mi pantalón. Dorita estaba indecisa de entrar al agua. Finalmente se decidió y también se metió al arrollo.

Al mojarse su remera, lo primero que me llamó su atención fueron sus pezones, no tenía corpiño entonces empujaban la tela como queriendo salirse. Al ver eso más la sesión de sexo de los caballos me excitó, y la verga se me paró con lo que le presenté sin darme cuenta a Dorita una muy buena imagen del tamaño de mi verga parada. La niña con algo de verguenza me dice, Paco, tenés el pito duro. Pero no le sacaba la vista de encima, es que la verdad que para mi edad tengo una muy buena verga. Son 17X6,5cms. Y ahora se mostraba en todo su esplendor. Convengamos que yo ya había tenido sexo con una de las empleadas de la casa grande, 5 años mayor que yo, con la cual era común que nos encontráramos y cogieramos seguido. Y me había enseñado bastante en lo referente a como complacer a una señorita.

Dorita estaba sonrojada, yo pude observar que no tenía tan mal físico, y que era muy bonita, y que sus tetitas habían crecido bastante, y que su culo esta más relleno. Eso hizo que mi verga se parara más todavía. Yo haciéndome el piola, le digo, mirá como me puse al verte toda mojadita. Para mi era una chanza, para ella fué toda una revelación. Directamente me preguntó a boca de jarro, tanto te gusto? Y no supe qué responder. Solo me salió un sí medio en falsete. Ella salió del agua y se me arrimó, se puso frente a mí bien pegadita, mi pene quedó casi rozando su pubis, me echó los brazos al cuello y me da unbeso de lengua, obvio que respondí con ganas, apoyé mi tripa en su conchita y apreando su culo con mis manos la atraje hacia mí para que sintiera la dureza de mi miembro.  

Me dice en voz baja, que dura que tenés el pito Paco. A lo que respondí es que estoy muy caliente, por ver a los caballos y por vos. Me adueñé de sus pechos, los apretaba suavemente mientras con mi pelvis rozaba su conchita. Ella solo gemía suavemente y suspiraba pero no sacaba sus manos de mi cuello. Lentamente levanté su remera esperando que se negara, pero no sucedió, al contrario, levantó sus brazos para facilitarme el trabajo. Aparecieron sus tetas, pequeñas pero hermosas, con los pezones morados y duros. Erectos. Se los pellizqué suavemente y gimió, apretando más su bajo vientre contra mi verga. Procedí a desatar el cordón de su jogging, luego lo bajé dejándola solo en bombachita. Entonces me hinqué en el pasto atrayéndola hacia mi, quedó sobre mi cuerpo, su vajo vientre apoyado directamente contra mi verga, abrió un poquito las piernas y permitió que mi pija se acomodara entre sus labios vaginales, y comenzó a masturbarse con mi tripa. Eso me llevó al séptimo cielo. Yo tenía tomadas sus nalgas con ambas manos y la hacía moverse propiciando más el contacto. 

Aproveché y bajé su bombacha y ella hizo lo mismo con mi calzoncillo, por lo que ambos sexos quedaron al desnudo tocándose uno al otro, volvió a gemir pero esa vez con más énfasis, para esto ninguno de los dos había vertido una sola palabra, todo era por institno, y seguiría así, ya que Dorita tomando la iniciativa,  se sentó sobre mis piernas, tomó mi verga con sus manos y comenzó a pajearme suavemente, luego se inclinó y tomó entre su labios la cabeza de mi pija y la chupeteó con ganas, mientras yo solamente atiné a meterle dos dedos en el culito. Pero eso le gustó ya que tomó más envión y ya se tragaba toda la verga. Pronto me tuvo al borde de acabar, se lo avisé pero Ella no se detuvo y le llené con potentes chorros de semen la boca, Dorita se lo tragó todo. Pero eso no podía quedar así ya que mi verga seguía dura, así que la izé sobre mis piernas, le hice tomar la verga por el tronco y solita se la acomodó entre sus labios vaginales, se fué sentando de a poquito, de hecho la cabeza costó que entrara a pesar de que estaba totalmente chorreada de sus jugos, cuando la cabeza entró un poco, la gringa se pegó una sentada de golpe y se ensartó hasta los huevos con un grito que se debe haber escuchado a un par de leguas. Me hizo doler la pija el sentón, pero ya estaba echo. 

Se había desvirgado solita. Se quedó quietecita asimilando el tamaño de la pija, luego de un ratito comenzó a moverse, lentamente, arriba y abajo, yo  no había sacado los dos dedos de su culo, me di cuenta que cuanto más profundo le metía los dedos, más suspiraba Dorita. Me cojió por unos 10 minutos antes de poder alcanzar su orgasmo, fue intenso, casi desfallece. Luego se calmó, se paró chorreando jugos y un poquito de sangre y sin decir nada se fue a lavar al arroyo, yo quedé tirado en el pasto disfrutando el momento, incrédulo de lo que había pasado. 

Ninguno dijo una palabra, volvió del agua, me da un beso y sonriendo me dice, no serás el padrillo pero tenés lo tuyo. Y todavía desnuda, sacudiendo su hermoso culo fue en busca de su ropa. Aor tenemos un lugarcito en uno de los galpones donde se guardan los fardos de lana, nos vemos a la nochecita y cojemos seguido. En la parte II les contaré cuando me pidió que le haga la cola. Eso fué el disparador de la discordia con sus hermanas. Les contó la experiencia con suficiencia, agrandada y las hermanas me buscaron varias veces, yo pensé que me querían hacer lío. No, era para vivir ellas tambien la experiencia sexual como su hermana Dorita. Obvio que sucedió y ya se los contaré en la parte III.

Por CRAYZZYGARY1

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