jueves, 22 de junio de 2023

Mi tío, mi padrino, mi amante Parte 1


Mi vida era bonita, amada por mis padres y mi familia, de ambos lados. Sobre todo, tenía un tío de parte de mi padre al que quería mucho y era muy divertido. Siempre fui una niña afectuosa, me gustaba abrazar a quienes yo quería mucho. Y el no era la excepción fuera de que era mi padrino también. El único tema es que cuando yo me pegaba a él, me apartaba o hacia algo para que no lo abrazara o estuviera encima de él. Mi tío no me frecuentaba mucho, ósea no iba mucho a mi casa, ni mis padres a la de él.


Él tenía una novia que vivía con él y su hija, ósea mi prima que era mayor que yo. Todo cambio un día que fuimos a un hotel de piscina y playa, toda la familia. Cuando me vio con mi bikini. Y es que había adelgazado bastante, pues me tenían en deportes y eso me ayudó mucho, además de que estaba desarrollándome, pues mi mama decía que en su familia nos desarrollamos temprano, ósea ya tenía pechos de una niña de 11 y un trasero de una niña de 13. Ya se imaginarán todo eso en una niña de 8 años. Pero mi tío no me había visto bien, pues siempre vestía con ropa holgada. Ese día no me quito la vista de encima. Y comenzó a mostrar mayor interés en mí. Eso me gustaba mucho. Pero no lo veía como algo malo.

Después de unas semanas les dijo a mis padres que se ocuparía mas de mi y que me llevaría a pasear y a que estuviera algunos dias en su casa de vez en cuando. Yo estaba muy feliz. Y mis padres también se alegraron por mí. Pues mi padrino sabia tratar bien a las personas que le interesaban. Era consentidor. Llego el día para pasar el fin de semana en su casa y me vino a buscar. Y me llevo a su casa donde estaban mi prima estudiando y su novia cocinando. Entonces dijo que me llevaría al parque en el auto. Yo feliz, me gustaban los parques. Cuando llegamos, parqueo el auto y se acerco a mi rostro y me dijo que me quería mucho y que desde ahora en adelante yo sería la que más el querría después de su hija. Y comenzó a darme besitos en el cachete mientras se acercaba a mis labios de besito en besito, mi corazón comenzó a palpitar pensando que iba a llegar a mi boca y que no iba a saber que hacer o como responder.

Tanto que, si lo hubiera hecho, yo me hubiera dejado, por no saber como actuar. Pero paso por debajo de mis labios y paso al otro cachete. Uffff que nerviosa me puse. Y cuando termino de besarme, me dijo que ya íbamos al parque, no sin antes detenerse un instante para decirme que no le dijera de los besos a nadie porque después mis papas se molestarían.  Y yo acepte gustosa. Nunca podría decirle de esa sensación a nadie. Me daría pena. Y fue el primer secreto que guarde. Una de las armas que utilizan los seductores de niñas para que no los delaten. Y fuimos al parque. Mi padrino se sentó en la banca mientras yo jugaba. Estaba tan feliz que en una de esas fui corriendo donde el y me le senté en las piernas y el como hacia siempre no me dejaba sentarme y nos pusimos a luchar y le gane o me dejo ganar, pero llegue a colocar mi abultado trasero en su verga. Y la sentí. Cuando eso paso me congele y no intente pararme solo sintiendo ese abultado pene entre mis nalgas. Y como no me movía al parecer lo tomo como que me gusto y me abrazo y nos quedamos un buen rato allí. Les confieso que no me molestaba. Estaba sintiendo algo nuevo con una persona a la que quería muchísimo. No lo veía como un abusador ni nada por el estilo.

Al regresar al auto no hablamos de lo que sentí o el sintió. O de que su verga se puso como roca. Esa noche dormí en el cuarto de mi prima y todo paso con normalidad. Al siguiente día desayunamos y al medio día me llevo a mi casa. Y al despedirse me dio un beso muy cerca de la boca que me erizo la piel. Se sintió si les digo la verdad, rico. Como cuando pruebas un helado que te gusta. Todo continuo en mi casa como siempre y transcurrieron las semanas y yo solo pensaba en mi padrino. Que cuando me llevaría de nuevo a su casa.  Y por fin llego el día. Les dijo a mis padres que me llevaría a pasear a un lugar bonito ya que ni su novia ni su hija estaban.  Y que luego me llevaría para recogerlas. Me fue a buscar temprano en la mañana di que para tener tiempo de todo. Cuando íbamos en el auto.

Padrino: Bebe, te llevare a pasear un ratito. Pero. ¿Luego quieres ir a jugar a mi casa? Pero sin decirle a nadie que sea otro secreto.

Yo: ¿Pero que jugaremos?

Padrino: Jugaremos a lucha en la cama y otras cosas más. ¿Te interesa?

Como me gustaba ese tipo de juegos y sabia que mi padrino era muy divertido, pues acepte y también guardar el secreto.

Cuando llegamos a la casa después del pequeño paseo, busco un suéter de la hija pequeño, ahora se que para que me quedara corto y me dijo que me quitara toda la ropa y me pusiera el suéter y estuve de acuerdo para no ensuciar. Pero como yo era medio tonta y de veras se los juro, me quite literalmente todo y solo me deje el suéter corto.  Y el se puso un short y una camiseta. Y brinco a un colchón que había en el piso y me dijo que lucháramos y lo hice. Cuando el me recibió ya mi suéter iba alzado y pudo palpar la piel desnuda de mis nalgas que fue lo primero que agarro luchando. Le vi un rostro de sorpresa, pero el muy vivo no me dijo nada y lo tomo como muy natural. Yo aun no pensaba nada malo al respecto.

Padrino: Bebe, me parece injusto que tu no tengas ropa debajo de la cintura y yo sí. ¿Quieres que me lo quite?

Agarrando su short.

Yo quede medio congelada en ese momento. Porque una cosa era que mi padrino me viera desnuda que ya antes me había visto, porque no le tenia pena a él y de más pequeña salía desnuda después de bañarme frente a él. Y otra cosa era ver su verga, sobre todo estando solos en el cuarto de su casa. Pero como toda niña, tenia curiosidad. Nunca había visto una verga, ni siquiera de un niño. Solo en dibujitos. Aguante los nervios y le dije que sí, antes de que cambiara de opinión. Por pena me tape el rostro con las manos, pero con los dedos medio separados para ver. Y al bajarse el short su verga salto, al liberarse del short cuando se lo estaba bajando. Y yo pele los ojos. Y me agarro de los brazos y me tiro a la cama diciendo: Te voy a ganar. Y me agarro las manos y se me tiro encima para no dejarme mover mientras su pene erecto tocaba mi pierna. Yo estaba concentrada en sentirlo. Y el comenzó a contar 1, 2, 3 ,4,5, gane. Y luego me jala de un brazo y me pone boca abajo exponiendo mi enorme trasero pues ya no era cubierto por el suéter así acostada y se me sube encima y me agarra las manos y comienza a contar, pero esta vez fue diferente, su verga erecta estaba acostada sobre la zanja de mi trasero. Yo ya estaba tan podría decirse excitada que no decía ni hacia nada, solo sentía y esperaba lo siguiente que haría para seguir experimentando esas sensaciones que mi padrino me provocaba. En ese momento los consejos de mi mama y mi tía me valían un cero a la izquierda. Yo quería que mi padrino siguiera haciéndome cosas que me hicieran sentir muchas mas sensaciones deliciosas y mas intensas que las que ya me había provocado.

Padrino: ¿Te rindes o sigo contando?

Yo: Sigue contando. No me rendiré.

Padrino: Ah si. Vamos a ver si no te rindes.

Y lo siguiente que hizo mi padrino fue meter su verga dura y erecta entre mis nalgas como para follarme y mi trasero lo trago todo y lo llegue a sentir hasta en mi entrepierna y lo sentía palpitar en parte de mi vagina.

Padrino: ¿Ahora te vas a rendir?

Tarde en responder, puesto que mi corazón estaba a mil, sentía un cosquilleo por todo mi cuerpo y sentía como mi vagina se comenzaba a sentir caliente.

Yo: No me rindo. Hagas lo que haga no me rendiré.

Padrino: Tú te lo buscaste.

Y por primera vez mi padrino comenzó a follarme, claro sin penetrar. Ya no trataba de liberarme, se me aguo el cuerpo y solo recosté mi cabeza en el colchón y cerré los ojos para sentir mejor esa verga acariciando mi culo y entrepierna. Fue la sensación más placentera que había sentido en toda mi vida. Por mi mente pasaba: “Que delicioso, te amo padrino, te amo con todo mi corazón”. A veces sentía como la cabeza de su verga pasaba por la entrada de mi vagina y se trababa como si intentara entrar. Eso me dolía un poco y a la vez se sentía un gustico. Y luego siguió de largo. Luego se detuvo y me viro boca arriba y me dijo cierra los ojos y abre la boca. Y le obedecí. Siempre le obedecía en todo. Cuando siento lo que parecía un dedo gordo, que segundos después deduje que era su pene y como no sabia decirle que no a mi padrino pues siempre me enseñaron a respetar y obedecer a los mayores, le hice caso cuando me dijo apriétalo con los labios y cuida que no rose los dientes. Y comenzó a meterlo y sacarlo de mi boca. Lo que sentí a lo primero fue asco porque se me vino a la mente que por allí orinaban los hombres. Después al sentir lo suave de la piel de su verga y lo firme que estaba en mi boca y además de que sabia que en mi salón nadie había tenido un pene en su boca y yo sería la primera, comencé a sentir orgullo e involuntariamente comencé a sobarlo con mi lengua mientras entraba y salía su verga de mi boca.

Padrino: Lo haces muy bien ahijada. Que rica esta tu boca.

Y yo ahora me sentía mas orgullosa. Un instante después sentí como se llenaba mi boca de un líquido que no sabía muy bien para mi gusto y con el que comencé a toser porque casi me ahogo con él.

Padrino: Traga bebe, traga.

Y como les dije soy muy obediente y trague todo lo que aun tenia en la boca. Luego me abrió las piernas.

Padrino: Que pedazo de carne tan apetitoso tienes entre las piernas. Ojalá lo hubiera intentado devorar hace años.

Y procedió a pasarme la lengua por toda mi vagina lo cual me dio una sensación como eléctrica por todo mi cuerpo y mi cuerpo reacciono tratando de cerrar las piernas y el no dejo. Me abrió mas las piernas dejando mis labios vaginales más a su disposición para lamberlos y chupar mi clítoris. Era una sensación con la que sentía ganas de gritar. No sabría explicarles todas las sensaciones que tenia en ese momento, eran como cosquillas y a la vez un placer desbordado, tanto que no podía digerirlo y quería explotar y salir por todos los poros y orificios de mi cuerpo.

Por LEODRAGON2

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