lunes, 12 de junio de 2023

Un paso más entre hermanas


A pesar de haber empezado esta extraña relación con mi hermana, ambas seguimos con nuestras vidas como si nada hubiera pasado, ya que dejamos muy en claro que no había nada diferente y solamente éramos, por así decirlo, compañeras de juegos... unos juegos muy sucios y morbosos que dos hermanas jamás deberían probar, pero no nos importó esa noche que nos dejamos llevar. Quizás el hecho de que sea algo prohibido y "malo" lo hace tan irresistible o quizás es que ambas estábamos solteras y necesitadas, solo sé que no podemos parar de juntarnos en las noches a disfrutar de nuestros cuerpos, a veces es ella quién lo pide y a veces soy yo, pero ahora no hay semana en que no lo hagamos al menos dos veces. Ambas seguimos manteniendo que no somos lesbianas, aunque tengamos relaciones lésbicas entre nosotras, no hay atracción física por otras mujeres, al menos por mi parte.


Debo admitir que los primeros días fueron extraños, no lo hicimos nada hasta cuatro días después por temor a ser descubiertas, a pesar de que nos dijimos que todo estaba bien entre nosotras, había cierto sentimiento de culpabilidad mezclado con vergüenza y también miedo, incluso empecé a dormir con mi pijama completo porque me daba un poco de miedo volver a descontrolarme con ella y ser atrapadas por mamá y papá, ya que sin duda no era algo que queríamos que se supiera.

Ahora cuando nuestros padres no están nos dejamos llevar desde el primer segundo que se van, aunque a veces me hago la difícil porque me gusta que ella me tiente ya que me trae buenos recuerdos de hace meses... "Tenemos mucho tiempo..." o "podemos hacer mucho ruido... quiero oírte gritar", siempre termino cayendo ante sus delicadas caricias y sus suaves besos en mi cuello o su desesperados azotes y esos manoseos que me enloquecen, ya no podemos comportarnos como dos hermanas normales cuando nos dejan a solas.

Retomando lo antes dicho, las interacciones entre ambas fueron raras hasta que ese cuarto día que mis papás se fueron a visitar a uno de sus amigos al hospital, antes de irse nos dijeron que iban a estar por allí un par de horas y después se irían a cenar, tuvimos que pedir comida ni bien se fueron porque eran las dos de la tarde. Me fui a bañar sin pensar en que era la primera vez que estábamos a solas después de "eso" de "esa" noche.

Ya dentro de la ducha sentí que María tocó la puerta y me preguntó si podía usar el baño que tenía ganas, no había razón para negarme y acepté ya que tampoco era para tanto. Hice una broma de si en realidad de lo que tenía ganas era de mí, pero María se quedó en silencio y pensé que la había incomodado, fueron unos largos segundos, pero cuándo finalmente habló me preguntó si podía entrar conmigo, me quedé en silencio porque no sabía que hacer ya que las cosas entre nosotras habían estado raras después del beso que me dio ese día, pero había sido yo la que hizo esa broma.

Pasa, igual ya casi acabo... Le dije y ella como ya estaba con el pantalón abajo no tardó ni dos segundos en meterse, me recordó a cuándo éramos más pequeñas y nos metíamos juntas a escondidas porque a nuestros padres no les gustaba ya que dejábamos todo el baño mojado, ella lo mencionó también y me dijo que la diferencia era que nos habían crecido pechos, sentí ganas de reír abrazarla, se sentía nostálgico y lo hice, hasta incluso la besé yo como si me hubiera estado resistiendo las ganas de hacerlo por mucho tiempo.

¿Podemos? Fue lo que dije aferrada a su cuello y aunque no recibí respuesta verbal, ella empezó a besarme y a acariciar mis nalgas con algo de jabón en sus manos, la sensación era muy fuerte para mi y ella lo notó enseguida. Le rogaba que no siguiera tocándome allí, gracias a ella descubrí que mi ano es extremadamente sensible y me estaba haciendo gemir mucho solo rozándolo, ella me decía que el sonido del agua era suficiente para cubrir mis ruidos y que estábamos solas, podía ser cuando ruidosa quisiera. No debí decirle que esa zona era sensible porque se dedicó a darme nalgadas y a estimular mi ano para hacerme gritar más, mi hermana es muy dominante conmigo cuando se trata de esas cosas.

Mi cuerpo le pertenecía y hasta se atrevió a darme la vuelta para lamerme ahí diciendo que era todo lo que necesitaba, sentir mis nalgas en su cara. Su lengua era tan cálida y el agua cayendo por mi cuerpo me hacía sentir débil, tuve que apoyarme en la pared porque mis piernas se sentían débiles y aunque una parte de mi creía que era mejor parar, no podía alejarme por lo mucho que me estaba gustando lo que hacía ahí atrás.

"Me alegra que seas tan limpia..." solo eso escuché cuando se cansó, ella me dijo que le gustó tanto hacerlo y ahora estaba muy caliente. Me sentí muy avergonzada pero ya no para detener aquellas "travesuras" entre hermanas, me sentía muy bien por saber que ella disfrutaba tocándome y haciéndome gemir. Nos las arreglamos para poder sentarnos en la ducha y juntar por fin nuestras intimidades como aquella noche, aunque fue más breve porque oímos el timbre de la puerta sonar, la pizza había llegado.

Frenamos y ella salió a recibirla apurada en toalla mientras yo me quedé secándome, algo de mi me decía que no me cambiara todavía porque ambas teníamos hambre, pero no de la pizza.

Ella llegó diciendo que el repartidor se le quedó mirando como si se le fuera a cumplir la fantasía de "cobrar" una pisa, nos reímos un rato y sin decirnos una sola palabra nos empezamos a besar en medio de la sala. Las toallas se cayeron y ahí estábamos nosotras, besándonos desnudas en el mismo lugar donde veíamos televisión con papá y mamá como si probar la saliva de la otra fuera lo único que les daba sentido a nuestras vidas.

La pizza se quedó allí en la sala, pero nosotras nos fuimos a continuar en nuestra habitación para no mojar nada con nuestro cabello o cualquier otra cosa. Seguimos lo que dejamos inconcluso en el baño, nos frotamos la una con la otra abrazadas de nuestras piernas, estaba tan ida en ello que recuerdo haber lamido sus pies porque sentía que quería hacerlo mientras me aferraba a su pierna y meneaba furiosamente mi cintura para adelante y para atrás. "relájate estrella porno, pareces una desesperada" oí y solo atiné a responder que si lo estaba. Amo sentir como nuestras zonas intimas comparten calor y fluidos, me desespero y quiero frotarme con ella como un animal en celo o eso es lo que me dice ella.

Fue otra sesión estupenda de placeres, se nos fue el tiempo y tuvimos que comer la pizza recalentada, pero valió completamente la pena.

Por AlmaN

No hay comentarios:

Publicar un comentario