viernes, 30 de junio de 2023

Un hombre llamado Víctor, Parte 1


Soy de tez blanca, cabello largo medio rubio, cuerpo lindo, nalguitas respingonas. Se ve que tendré un buen culo al crecer. Yo a los 4 años era una niña que no podía llegar nadie a la casa porque me escondía. Ya estaba pasando lo de la pandemia. Prácticamente, todo lo que llevaba de vida la había pasado solo con mis padres, por eso de no poder salir, ni ser visitados por otras personas. Solo me la pasaba con mis padres. Justo a esa edad de 4 años llego un hombre cuarentón a mi casa, era muy divertido y mis padres se esmeraban por atenderlo bien. Yo reaccioné igual metiéndome al cuarto para no verlo. Pero como siempre tenía curiosidad y me asomaba. 


Cada vez que lo hacía, el señor me hacía caras graciosas y yo me volvía a esconder. Comenzó a visitarnos cada fin de semana. Y siempre hacía lo mismo con sus caras graciosas. Ya yo empecé a hacerle caras desde la puerta de mi cuarto. Poco a poco se me quito el miedo por Víctor, así se llamaba él. Mis padres lo apreciaban mucho porque cuando yo nací, mi papá estaba sin trabajo y solo conseguía aquí y allá. Y mi mamá iba a comenzar a trabajar para ayudar, pero no tenían con quien dejarme. 

Me iban a dejar con una señora, pero mi madre tenía miedo de que algo me llegara a pasar. Víctor, siendo amigo de mi padre, se enteró de su situación. Y decidió darle una mensualidad mientras le conseguía un trabajo, como préstamos. Y finalmente se lo consiguió y la deuda que tenía mi papá con Víctor se la perdono y dijo que sería un regalo para mí, su futura ahijada. Gracias a su ayuda ahora estamos muy bien. Es por eso que la confianza de mis padres en él es total. Con la excusa de ser su futura ahijada comenzó a frecuentarme a mí. Ya mis padres sabían que Víctor venía solo por mí cada fin de semana y no les molestaba. Hasta el punto de que permitían que yo lo metiera a mi cuarto para jugar con mis juguetes y nos dejaban solos allí por horas, mientras ellos se ocupaban de los quehaceres y demás tareas.

El primer día que lo metí a mi cuarto jugamos con mis juguetes. Estaba comenzando a tomarle mucho cariño a Víctor. Tanto que ese día me agarraba por la entrepierna y mi pecho para hacerme volar, tocándome así mi vagina y no me importaba. Sin embargo, el roce me provoco ganas de orinar y fui corriendo al baño. Al llegar me oriné un poco el panti y el vestido por no llegar a tiempo y al terminar salí desnuda del baño, pues nunca me había apenado estar desnuda. Víctor quedó con los ojos bien abiertos y le pregunté que ropa me ponía.

Víctor: Tienes trajecito.

Yo. Sí.

Y busque un traje y busque un panti limpio. Y le dije pónmelos.

Víctor: Ven ponte de lado.

Y me puso el panti de tal forma que al subir paso sus dedos por mi vagina y por mi culo al subírmelo. Y con la excusa de acomodármelo metió sus manos debajo del panti en mis nalgas por debajo y extendía los dedos dentro del panti, di que para probar la elasticidad. Luego me dijo que abriera las piernas y metió sus dedos por dentro del panti entre mi entrepierna para extenderlo hacia abajo y volvía sus dedos hacia arriba tocándome mi vagina. Todo eso me pareció normal. Y finalmente me puso el traje.

Siempre venía en jean y por dentro un short de tela muy suavecita y holgado y sin ropa interior. Se quitaba el jean para jugar conmigo. En el juego ese día me sentó sobre su regazo y sentí en mi trasero un bulto que me incomodaba. Yo me pare y mire un bulto en el short de Víctor e instintivamente lo toque, lo agarré y lo apreté. No sabía que eso lo tenían los hombres. Estaba con mucha curiosidad. Nunca se lo había visto a mi papá. Solo me había bañado desnuda con mi mamá.

Yo: ¿Qué es eso?

Moviéndolo de un lado al otro por encima de su short.

Víctor: Es un juguete para niñas.

Yo: Sácalo para verlo. ¿Me lo vas a dar?

Víctor: Sí, pero hoy no. Pero puedes jugar con él sin sacarlo.

Y yo que era demasiado curiosa le hice caso. Seguí jugando con él, cuando de pronto siento que crece y se va poniendo duro, lo cual me llama la atención y me divierte.

Víctor: Muérdelo por portarse mal.

Yo: No, pobrecito.

Víctor: A él le gusta que lo muerdan.

Y yo de bien mandada abro la boca, meto la cabeza de su pene, y lo muerdo quedito y con su pene metido en mi boca,

Yo: ¿Así Víctor?

Víctor se rio un poco.

Víctor: ¿Si quieres, muerde un poco más?.

Y le di más presión a mi mordida. Víctor hizo aaahh.

Y me saqué su pene de mi boca, y le pregunté: ¿Qué te paso?

Víctor: Nada mi amor. Ven que quiero darte muchos besitos.

Y como yo ya le tenía cariño, me le tire encima para que me diera besitos y me comenzó a dar besitos en el cachete pegado a mi oreja, lo que me provocaba una sensación muy rica. En cada supuesto besito me colocaba sus labios abiertos en mi piel y los cerraba recorriendo la misma, por todo mi cachete mientras se iba acercando poco a poco a mi boca. 

Eso me encanto, era una sensación muy rica e inesperadamente rozo mis labios al pasar cerca de ellos e instintivamente intenté besarlo. Él se fue al otro cachete y siguió haciendo lo mismo y otra vez llego a mis labios, otra vez mis labios reaccionaron solos para besarlo, pero esta vez Víctor poso sus labios en los míos y estuvimos dándonos besitos en la boca buen rato. Hasta que comenzó a pasarme la lengua de vez en cuando entre mis labios. En una de esas saque mi lengua tratando de imitarlo y me la comenzó a chupar entre sus dos labios y acariciaba mi lengua con la suya.

De pronto presiono más su boca contra la mía y me metía su lengua en mi boca para acariciar más mi lengua y me chupaba mis labios. Mi reacción posterior fue abrazarle la cabeza para presionarlo más contra mí. Era mi primer beso en mis 4 años de existencia y fue, como dicen, de película. En eso duramos mucho tiempo, cuando de pronto Víctor mete su mano en mi entrepierna y comienza a acariciar mi vagina. 

Yo estaba tan excitada con los besos en la boca que no reaccione y lo deje hacer lo que quisiera. Con lo cual el me acariciaba mi vagina y luego comenzó a apretar mis nalgas y metió su mano dentro de mi panti para sujetarlas mejor. Y también por dentro de mi panti acariciaba la raja de mi vagina y llegaba a mi clítoris donde reaccione y trate de dejar el beso, pero como tenía una mano detrás de mi cabeza, me retuvo. Y siguió besándome y acariciando mi clítoris. 

Lo cual minutos después me comenzó a gustar. Luego dejo de besarme y me acostó en mi cama boca arriba y me abrió las piernas, hizo mi panti a un lado y comenzó a pasar su lengua sobre mi raja y acariciaba mi clítoris haciendo remolino con su lengua encima de él. Había creído que los besos eran increíbles, pero esto me estallo la cabeza, estaba extasiada.  Allí duro un buen rato.

Luego, en medio de su éxtasis, mi mamá me llamo para almorzar y dejamos de hacer lo que hacíamos y nos fuimos a comer.

Por LEODRAGON2

No hay comentarios:

Publicar un comentario