viernes, 23 de junio de 2023

Mi tío, mi padrino, mi amante Parte 2


Cuando estaba en lo mejor del asunto donde mi cuerpo ardía de placer, un placer que me estaba provocando mi propio padrino, él dejó de devorar mi vagina y me dijo báñate y vístete. Yo quedé como que con un signo de interrogación en la cabeza. Necesitaba más sensaciones, más fuego, más invasión de su cuerpo en el mío. Y me dice que me bañe y me vista. Era tanto mi deseo que me vi obligada a dejar mi timidez en cuanto a temas como este y le dije.


Yo: Padrino, ¿No quiere jugar más? A mí me gusto mucho lo que estábamos jugando. ¿Por favor podríamos jugar más?. Haré lo que usted me pida y no me negaré a nada.

¿Pueden creerlo? Una niña de 8 años rogándole al adulto que acababa de, según las leyes, abusarla (porque para mí no fue abuso, fue la gloria) que se la siguiera follando. Ni en el mejor sueño a un hombre cualquiera le sucede algo así. Pero allí estaba yo, completamente desnuda, porque me había quitado el suéter, con unas tetas y un trasero de adolescente, pero con la inocencia de una niña de 8 años rogando por más sexo. Y como no me respondía, por estar revisando su celular, le dije que estaba bien, que me bañaría, pero que el me bañara. En ese momento me vio con una mirada de morbosidad que me gusto. Después me entere que me mando a bañar porque ya era hora de ir a buscar a su novia e hija, pero le mandaron un mensaje de que se demoraban más.

Padrino: Está bien, te voy a bañar. Pero como estoy cansado llevare una silla.

El baño era un espacio amplio con una regadera que tenia una buena presión. Mi padrino llevo la silla y se sentó fuera del chorro de la regadera y me coloco debajo del chorro. Comenzó a lavarme el culo metiendo bien sus dedos entre mis nalgas y metió un dedo en mi ano, suavemente pero igual me dolió un poco, sin embargo, no me queje.  Luego me viro y comenzó a restregar con su dedo entre los labios de mi vagina, llegando a sobar la entrada de la misma, que también me dolía un poco y hasta restregar mi clítoris. A pesar de no ser necesariamente sexo, me encantaba. Me gustaba que mi padrino tocara cada parte intima de mi cuerpo. Luego me sentó en sus piernas, me hizo girar la cabeza y comenzó a besarme la boca. Yo nunca había besado a nadie y no sabía qué hacer.

Padrino: Solo relájate, abre la boca y saca un poco la lengua. Yo hare el resto. Cuando te sientas con confianza, imita todo lo que hice.

Y movió la silla para que el agua callera encima de nosotros mientras nos besábamos apasionadamente. Y si lo sentí así porque sentía que me quería absorber mi lengua y mis labios con su boca. Que delicioso era el sexo. Cada acto que hacíamos era mejor que el otro. Quería seguir para siempre y nunca parar de hacerlo. Y eso que no había llegado a lo más delicioso del sexo que eran las penetraciones en mis partes íntimas, de lo cual no tenía ni la más mínima idea, pues nadie me había dicho nada literalmente en mi vida. Besarlo era como cuando chupas una pastilla super refrescante y la danza de nuestras lenguas a veces en su boca, a veces en la mía se sentía tan delicioso, que no podría explicarlo con palabras. Tendrían que besar a mi padrino para saberlo jajaja. Y cuando me mordía mis labios, deseaba que me los arrancara y yo arrancar los suyos. En una de esas me emocioné tanto que lo mordí en serio.

Padrino: Espera, espera. Jooo mami estas que quemas con esa boca. Si me arrancas los labios no te podre seguir besando.

Lo increíble de todo es que yo estaba tan excitada que ya no sentía pena y mi reacción fue inesperada cuando él me dijo eso. Enseguida le agarre los cachetes y lo jale para poder seguir devorando esa deliciosa boca que tenía mi padrino y bajo la regadera, lo que lo hacía más excitante. Pues me hacía pensar que nos besábamos ante la vista de todos bajo la lluvia. Algo que hubiera matado por poderlo hacer. Sobre todo, que mis compañeras del salón vieran todo lo que me hacia mi padrino. Y mientras acariciaba mis pechos me decía:

Padrino: Se ve que te gusta mucho los besos. Tienes unos labios muy carnosos y tu lengua y el néctar de tu boca sabe dulce y refrescante, justo como debe saber los besos de una niña tan hermosa como tú.

Continúo besándome y abrió mis piernas. Comenzó a pasar su dedo por la zanja de mi vagina y finalmente se detuvo en mi entradita. Y estaba masajeando alrededor de dicha entrada. Eso me dolía un poco, pero me distraía el frenesí de los besos que mi padrino y yo nos dábamos. De pronto y sin avisar me metió la mitad de su dedo. Y mi grito de dolor se ahogo en la boca de mi padrino, el cual no me dejo despegar mi boca de la de él. Comencé a respirar acelerado por mi nariz y el empezó a sacar y meter ese trozo de dedo que logro meter a mi vagina. Siguió doliendo. Pero minutos después el dolor fue sufriendo una metamorfosis hasta convertirse en un placer que pedía más. Y como que mi padrino me leyó la mente, porque comenzó a meter un poco mas el dedo, aumentando así la sensibilidad de mi vagina, a la vez que aumentaba mis latidos y respiración. Pronto los besos de mi padrino no lograron contener los gemidos que salían involuntariamente de mi boca. Era como una forma de liberar esa montaña de sensaciones que me provocaba el vaivén de ese dedo, entrando y saliendo de mi vagina. Mientras disfrutaba ese delicioso acto que me brindaba mi padrino, me saco el dedo casi por completo y pensando que ya iba a dejar de hacerlo, claro desilusionada, siento presión de nuevo en mi vagina al sentir que esta vez entraba algo de mayor ancho, pues mi padrino metió dos dedos. Y me salió un quejido de placer que mi padrino creyó que era de dolor. Y me dijo: Tranquila bebe que dejara de doler. Y yo no estaba por aclararle nada, mas bien seguí disfrutando del mete y saca de sus dedos en el hueco de mi vagina. Si no me incendie del placer que estaba ardiendo dentro de mí, es porque estábamos bajo la ducha con el agua corriendo por cada centímetro de mi cuerpo, que en ese momento yo diria que aun era virginal pues solo lo habían penetrado los dedos de mi padrino. Pero lo que era mi mente y mi inocencia ya no quedaba mucho.

De pronto mi padrino me hizo parar y me dijo le mostrara el culo y me inclinara hacia delante, agachándome un poco., lo que le dejo a su disposición la entrada de mi vagina por la parte de atrás ya dilatada por sus dedos de hombre seductor.  Coloco la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina, y agarrando mi cadera me jalo hacia atrás metiendo en la primera la mitad de su pene. Y no me dolió, solo sentí su carne invadir la mía, provocándome un placer indescriptible, porque supe enseguida que era su verga.  Y cuando iba a comenzar con el mete y saca solo con ese pedazo de su verga que había violado mi inocencia, yo me empuje hacia atrás para terminar de insertarla toda. Y logre mi propósito junto con un gemido que no pude evitar. La rica verga de mi padrino ahora era toda mía y me la iba a follar con ganas. Nada de pedazo a pedazo. Recordando que el mete y saca me hacia sentir en el cielo, mientras el se recuperaba de haberme tragado su verga entera, comencé a levantarme y dar sentadas con mi enorme trasero en la verga de mi padrino, ayudándome con los brazos de la silla. Comencé a ver estrellitas, no mentira. Pero si era muy pero muy rico. No podía creer que me había perdido de esto los ocho años que llevaba de vida. En ese momento hubiera querido que mi padrino me la hubiera metido desde que vine al mundo. No me lo creerán, pero mi padrino era muy bueno en el sexo, pues yo me paraba y me sentaba en esa verga con unas ganas que para que les cuento. Y mi padrino allí firme sin venirse. Llegue a satisfacer todas las ganas que me dieron en ese momento de follármelo, pues dure mucho tiempo devorando esa verga dura y de macho como era mi padrino. Y finalmente sentí un hormigueo en los pies que fue subiendo por mis piernas y muslos, seguido de una corriente que me atraviesa la espalda y de pronto me viene una sensación de placer muy intensa en mi entrepierna y en todo mi cuerpo, que me hizo inclinar mi cabeza hacia atrás quedando sentada en la verga de mi padrino, con la misma profundamente metida en mi vagina y agarrando muy fuertemente los brazos de la silla. Y dirán ustedes: Se paro y a otra cosa. Que va, lo único que me detenía de seguir cogiéndome a mi padrino era el espasmo que arqueo mi cuerpo por la increíble venida que tuve, pero una vez pude moverme seguí follándome la verga de mi padrino. Parecía una ninfómana que hubiera estado esperando esa verga toda su vida. Pero en realidad hace dos horas era una niña inocente que probaba por primera vez esa droga llamada sexo. Mi padrino estaba muy excitado, porque comenzó a decirme cosas que antes no me estaba diciendo.

Padrino: ay mami, que rico esta este coño tuyo. Que delicioso se siente ese culo cayendo en mis piernas una y otra vez.  Comételo todo, que es solo tuyo. Devóralo. Follalo. Jártatelo. No lo dejes hasta que te rompas el culo de tanta carne que te tragas.

Increíblemente esas palabras, aunque fuertes me ponían más caliente, me ardía de calentura todo el cuerpo, especialmente mi entrepierna, mi vagina estaba en llamas. Y llego de nuevo esa sensación de placer que me llenaba todo el cuerpo y me hacia retorcer por la corriente que me recorría. En ese momento mi padrino me agarra por mis caderas y comienza a empujar y jalar mi culo, acelerando el mete y saca y de pronto siento algo caliente que se esparce dentro de mis entrañas. Uuuuufff el perfecto final para todas las sensaciones riquísimas que había sentido en todo mi cuerpo, gracias a mi padrino. Y mientras terminaba de venirse dentro de mi coño, me agarraba mis dos tetas con una fuerza que me provocó un dolor intenso pero que en ese momento fue delicioso. Cuando ambos terminamos de venirnos, me quede sentada en sus piernas con su verga aun dentro de mí coño y yo recostada sobre su pecho.

Por LEODRAGON2

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