martes, 21 de noviembre de 2023

Sesión de pintura erótica


He conocido a un muchacho llamado Axel en mi trabajo, ambos trabajamos para la misma empresa, él es abogado y yo estoy en el departamento de finanzas.

Nos hicimos amigos y él me contó que también le encanta pintar.

Es un gran pintor, me mostró algunos de sus trabajos y todos son increíbles, desde hermosos paisajes hasta rostros de personas.


Nuestra relación es muy cercana, tenemos mucha confianza.

Hoy Axel me dijo que le gustaría pintar sobre mi cuerpo desnudo, sería como una sesión de pintura, pero erótica y yo accedí encantada con esta idea.

Después de unos minutos llego Axel vestido con una camisa blanca como su bonita piel, pantalón negro y una mochila roja donde llevaba todos sus elementos de pintura.

Cuando ingresó a mi casa se detuvo frente a mí y me dio un gran beso en los labios.

-Ese vestido negro te queda muy bonito, tanto que no he podido resistirme - dijo esto en referencia a mi vestido que tenía un escote bastante atrevido y apenas me cubría las nalgas.

Pasamos directo a mi habitación y él empezó a sacar de su mochila las distintas pinturas y pinceles que iba a utilizar, yo me quite lentamente el vestido mientras Axel me recorría todo mi cuerpo con sus ojos oscuros.

Se acercó a mí con todo lo que iba a utilizar y me dijo:

-Ya eres una obra de arte.

Me empezó a tocar los brazos con mucha delicadeza.

-Que hermosa piel, muy suave.

Acerco su nariz a mi cuello y sintió mi aroma mientras me daba pequeños besos detrás de mi oreja.

-Que hermoso aroma, dan ganas de comerte.

Con todas sus palabras y caricias yo ya me estaba estremeciendo de placer.

Tocó con sus dedos mis labios.

-Una boca perfecta para besar, morder y disfrutar- acerco sus labios a los míos y nos dimos un beso con mucho intercambio de lengua que duro varios minutos.

Me llenó de suaves besos mi abdomen y me dio muchas caricias en mis muslos.

-Me encanta todo de ti, Marcela, eres perfecta -luego de esto fui yo la que lo volvió a besar porque me estaba haciendo sentir muy bien con estas palabras tan bonitas.

-Ahora vamos a empezar con la pintura ¿te parece bien?

-Me encanta la idea, haceme lo que tú quieras -le dije sonriendo pícara.

Él tomó un pincel fino y le aplicó pintura de color rojo intenso.

Al color rojo lo uso para mis pechos y en esa zona me pinto dos corazones en cada seno.

Con cada pincelada que él hacía en mi cuerpo eran como nuevas sensaciones que nunca había experimentado antes.

Luego usó el color negro y dibujó una línea de puntos desde mi abdomen hasta mi pelvis.

Primero fueron puntos chiquitos y luego se volvieron cada vez más grandes.

Mientras él me pintaba yo lo observaba y me encantó verlo hacer esa tarea que tanto le gustaba, estaba en un estado de concentración pleno a él solo le importaba mi cuerpo en estos momentos.

Y es verdad que esto tiene mucho de erotismo porque se trata de un trabajo plasmado en mi cuerpo.

Cuando terminó de pintar mi abdomen dirigió su vista a mis muslos, soltó su pincel, me los tomo con ambas manos y me dijo: -Perdón, ya no me resisto.

Empeño a pasar su cálida lengua por mis piernas, pero luego fue subiendo y de repente me encontré con una deliciosa lengua introducida en mi vagina.

La chupaba con verdadero disfrute como si fuese el helado más maravilloso de este mundo, sacaba su lengua haciendo movimientos de lado a lado y luego la volvía a introducir en mi concha, la abría con sus dedos para chupar mucho más al fondo y que yo sienta su lengua completa dentro de mi vagina.

Le tomé la cabeza para acariciar su cabello color rubio miel y eso hizo que su lengua fuera más profundo todavía.

Eso me causó la eyaculación femenina inmediata y las sábanas quedaron bien húmedas.

Lo miré y le dirigí una sonrisa llena de satisfacción porque nunca pensé que mi compañero de trabajo me podría hacer un oral tan delicioso.

Él se desnudó lentamente como yo lo hice al principio y al fin pude ver su gran pene erecto.

Me acerqué rápidamente a su miembro y le escupí una buena cantidad de saliva en la zona de la cabeza, pero en vez de metérmelo en la boca yo mismo me lo puse dentro de mi vagina, aclaro que entró fácilmente porque la entrada todavía estaba húmeda.

Él subió mis piernas a sus hombros y las acarició mientras empezó con sus ricas embestidas que producían un movimiento y sonido espectacular.

Mientras aumentaba de velocidad con sus embestidas más deliciosas resultaban para mi concha que no quería que esa pija parase nunca de hacer esas maravillas que estaba haciendo adentro mío.

Entre cada embestida nuestros gemidos aumentaban de volumen y finalmente tuvimos el orgasmo más delicioso los dos al mismo tiempo, eso que nos sucedió es lo más bello que tiene el sexo en sí.

Axel se acostó en mi cama, me agarró de mi cintura y me sentó encima de su gran verga.

Yo me moví hacia todos lados y a dar muchos saltos mientras su pija estaba bien clavada en mi concha, él disfrutaba con mis ricos movimientos y yo me sentía en el cielo con su pene adentro mío.

Para hacerlo más salvaje yo me acosté totalmente sobre él y Axel me puso ambas de sus manos en mi cadera.

Me aferró con fuerza, yo seguí haciendo movimientos con mi culo, pero al tenerme tomada de esta manera a él le permitió aumentar la velocidad de las embestidas.

Acerqué mi rostro al suyo y lo besé todo el tiempo que duro la rica penetración.

Se acomodó para darme por el culo mientras yo lo apuntaba a su miembro, pero esta vez agarró su paleta de pintura y su pincel.

-Mientras te penetro quiero pintarte tu espalda -me dijo.

-¿Vas a poder? -le pregunté.

-Si, lo voy a intentar.

Primero de una sola embestida me penetro el culo y yo di un gemido cuando su verga entro y luego sentí su pincel dándome pinceladas en la espalda mientras él hacia los movimientos de las embestidas.

Este hombre era totalmente increíble porque hacia las dos cosas al mismo tiempo, con una mano me agarraba mi cintura para no perder el ritmo de la penetración y con su otra mano libre me seguía pintando la espalda.

Sus embestidas eran igual de deliciosas siendo salvajes y sensuales a la vez gracias al ritmo perfecto de Axel.

Luego de unos minutos dejo de pintarme y me agarró bien fuerte de las caderas con ambas manos para eyacular todo su semen adentro mío. Como me sentía el culo muy lleno de leche quise probar un poco, me metí dos dedos en mi culo y los saque llenos de semen, luego me los llevé a la boca para chuparlos asegurándome de que queden bien limpios.

-Que rico semen -le dije a Axel dándole un beso en sus labios.

-¿Te gusto la sesión de pintura erótica?

-Me encantó.

Por Rosa Apasionada

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