martes, 14 de noviembre de 2023

Tan cerca que quema


Como cada día, desde ya hace 3 años, me siento en mi dormitorio/oficina para hacer mi trabajo. Por su naturaleza no necesito estar presencial y es increíble, me despierto, me ducho (si es que no me quedé dormido), pongo mi cafetera y a trabajar.

Mi ventana da hacia la calle y desde ahí tengo una vista del conjunto de casas que tengo alrededor, veo ir y venir a mis vecinos y vecinas a quienes, por cierto, no tomo mucho en cuenta porque no nos vemos mucho y cada uno vive en su mundo.


Cierto día, pensando en como resolver un problema del trabajo, encendí un cigarrillo mientras miraba por la ventana hacia la calle y la vi aparecer, delgada, pelo largo, alta, curvilínea y un rostro con un aire a Gal Gadot, que por cierto me encanta. Me quedé embobado mirando cuando de pronto ella se vuelve hacia su casa y ¡tremenda sorpresa! Era la que hasta hace poco yo veía como la hijita de mi vecina, claro que ya su figura flacucha e infantil quedó muy pero muy lejos, era realmente una preciosura, con un culazo hecho a mano y según mis cálculos, debía ya tener unos 24 años… hace rato que no la veía. Esto porque estuve mucho tiempo fuera de la ciudad por trabajo y luego cuando enviudé hace 2 años, no quería ir a ninguna parte y me encerré para salir solo lo justo y necesario. Increíblemente su presencia me tenía absorto y mi amigo no quedó indiferente para nada… estaba en eso, ensimismado cuando me pareció escuchar un “hola vecino”, volví en mi y era ella que me estaba hablando. Como necesitaba algo al parecer, decidí bajar al primer piso y hablar con ella.

Hola Javiera ¿cómo estás? Casi que no te reconozco

J: Bien vecino gracias ¿y usted?

Eso, me devolvió a la realidad… soy 20 años mayor que ella y me lo hizo notar.

Bien, trabajando para ocupar la mente, ya sabes, la perdida de Laurita me dejó muy mal

J: Uy si, que lástima, ella me caía muy bien.

Cuéntame Javierita ¿te puedo ayudar en algo?

J: La verdad me da un poco de vergüenza, lo que pasa es que salí de mi casa y me di cuenta que mi pantalón se manchó con un frasco de tinta que llevaba para la U, la verdad es que si no voy presencial es opcional, pero pasa que cuando quise volver a entrar, me di cuenta de que no tengo las llaves y mi laptop se descarga muy rápido, entonces como lo vi, quería preguntarle si Ud. me dejaría conectarme desde su casa, le prometo que no le voy a molestar.

Claro que no es molestia (ni tonto para decirle que no), por favor pasa y acomódate donde quieras. ¿Quieres un té o un café?

J: Yaaa, un café por favor.

Mientras preparaba el café para ambos, bajé mi laptop para que no me extrañaran si me preguntaban algo en el chat y aproveché de preguntarle a Javiera si quería bañarse para quitarse la tinta y de paso podríamos lavar el pantalón para que saliera lo más posible. Por suerte el pantalón era negro pero de igual manera se debía lavar.

J: ¿En serio no es molestia don Juan?

Para nada, si así fuera, no te lo estaría ofreciendo ¿no te parece?

Mira, tengo unos vestidos que eran de Laura y tal vez te podrían quedar bien

J: OK

-En ese momento y pese a lo caliente que me había puesto el verla, mi ofrecimiento era totalmente desinteresado, porque se claramente lo que es estar en esas condiciones y sin saber qué demonios hacer. Dicho esto, busqué un par de vestidos que aun quedaban en casa y que, para fortuna mía eran cortos, porque era lo que mi esposa usaba. Tomé la ropa, tomé una toalla y me dirigí hacia el living donde estaba Javiera.

Mira, encontré estos, lamento que no sean más largos pero no tengo muchos más, también te traje una toalla para que te puedas secar y en el baño tengo un secador de pelo que era de mi mujer. Si necesitas cualquier cosa, me avisas por favor.

J: Muchas gracias, están preciosos, me ducho en seguida porque ya en media hora empieza mi clase.

-Mientras ella se duchaba yo intentaba trabajar, pero mi mente se iba al interior del baño, porque hace rato que no había una mujer en mi casa… y vaya que hembra que tenía.

Mientras estaba en eso, noté que el teléfono de Javiera estaba en la mesita y que alguien le escribía, mi curiosidad pudo mucho y no resistí la tentación, lo toqué y no tenía clave… quise ir más lejos y me fui a ver las fotos, la verdad es que no había nada muy especial, pero busqué en la carpeta de enviado de whatsapp y ¡guau!, primero unas fotos en micro bikini que me dejaron estúpido, pero lo mejor fue ver unas nudes que ella le envió vaya uno a saber a quién.

Después de eso, me dio un poco de susto así que cerré la app y todo rastro de que estuve en el móvil y dejé todo como estaba, me dispuse a trabajar mientras bebía mi café.

A los pocos minutos, se cerró la llave del agua y luego de un rato Javiera salió enfundada en uno de los vestidos de mi esposa… me dejó sin palabras, el vestido quedaba justo debajo de la cadera, tapando sólo lo justo, me quedé de una pieza… ella tal vez lo notó y me dijo ¿le gusta? Mientras se daba una vuelta para modelar, cómo haberle dicho que la prefería sin nada, porque después de ver sus fotos, todo lo demás estaba de sobra.

J: Mire, la mancha no salió del todo me dijo, mientras me mostraba su muslo levemente manchado

Si, tienes razón, pero ¿sabes? Leí que con limón dicen que se puede quitar esas manchas.

-Así que corrí a la cocina, corté un limón y volví con él, rápidamente tomé su pierna y comencé a frotarlo para ver que de verdad si salía. Luego con una toalla húmeda terminé de limpiar su pierna cuyo tacto me resultaba muy, pero muy suave. Ya con todo ese movimiento, sin notarlo siquiera, tuve una erección y cuando me di cuenta, ya era tarde, ella estaba pegada mirando mi entrepierna.

Disculpa, es que, la situación me hizo reaccionar de manera involuntaria.

J: No se preocupe, tampoco es que me vaya a morir por ver algo bueno…

- Dudé si había escuchado bien así que me puse de pie y rápidamente fui a la cocina para buscar su café.

Así estuvimos trabajando y estudiando respectivamente hasta que fueron las 2 en su caso y las 3 en el mío porque ese día terminaba mi trabajo más temprano.

¿Quieres beber algo?

J: SI gracias

¿Cerveza o gaseosa?

J: Una cerveza no vendría mal

-Así estuvimos bebiendo un par de cervezas y hablando de todo un poco

¿Y cuánto te falta para terminar tu carrera?

J: Pues la verdad debía terminar el semestre pasado, pero estuve mal por culpa de mi ex y bueno, ahora estoy en el último semestre.

¿Fue muy duro?

J: Si, un verdadero idiota que no entiende una señal ni aunque la tenga con luces led.

¿Así tan lento?

J: Si es que fíjate… ay perdón, ¿lo puedo tutear es la poca costumbre de tratar de usted a las personas?

SI claro, no hay lío, así me siento más cómodo también.

J: Pues figúrate que yo podía estar en calzones delante de él y no atinaba ni a acariciarme

Pues que bruto, si con el monumento de mujer que eres, creo que cualquiera quisiera ya esa oportunidad

J: ¿En serio me encuentras atractiva?

Pues, para que te lo voy a negar, esta mañana cuando me viste por la ventana estaba sólo pensando en un problema del trabajo, pero cuando te vi, me dejaste boquiabierto, estás muy pero muy bella y me siento privilegiado de que estés acá charlando conmigo.

J: ¿Te puedo contar algo ya que estamos en confianza? Tu siempre me has parecido atractivo, desde que yo era pequeña, igual que a mi mamá, pero nunca había tenido la oportunidad y el accidente de hoy fue la excusa perfecta.(Se nota que la cerveza comenzó a hacer efecto)

-Espera ¿dijo que a su mamá también le parezco atractivo? Pero si esa es una tremenda hembra… y uno acá pasando las penas solo teniéndola tan cerca.-

Y ahora que estás acá conmigo ¿sigo pareciéndote atractivo?

-Javiera abrió sus piernas dejándome ver que no se había puesto ropa interior y se echó hacia atrás invitándome a dar un paso más.

J: ¿Tu qué crees?

-Ante semejante respuesta, me abalancé sobre ella y comencé a besarla, ella me respondió con unos ricos y mojados besos, que, a medida que aumentaba la temperatura se fueron volviendo más y mas candentes, los besos se volvieron caricias y seguían aumentando en intensidad.

Casi sin darnos cuenta ya estábamos sin ropa, uff, las fotos que había visto se quedaban cortas, la tomé de la mano y la llevé a mi dormitorio. Una vez ahí la tendí en la cama y, mientras ella me miraba con una cara que levantaría a un muerto, me acerqué y comencé a besar desde sus pies en adelante. Subí por sus piernas y cuando llegué a su vulva, me la salté, pasando mi lengua por encima del interior de sus muslos, luego subí por su ombligo y seguí hacia sus preciosas tetas, lamí sus pezones y les daba pequeños mordiscos, tomé ambas tetitas y me metí los dos pezones en la boca, los que besé y mordí, todo esto mientras acariciaba su rica vagina e introducía 2 dedos…

A esa altura, los gemidos de mi vecinita llenaban toda la casa y sólo pensaba en seguir… bajé hasta su entrepierna y me hundí en su rajita, primero lamiendo suavemente, luego introduciendo la lengua y finalmente, derechamente follándomela con la lengua. Me acomodé para estar sobre ella en un rico 69, ella lo chupaba con pasión, me comía la cabeza, el tronco, los testículos y cuando seguí adelante y tomé su clítoris con los labios para chupárselo, no pudo resistir mas y me lanzó un squirt largo y placentero que hizo que me corriera también en su boca, corrida que, para mi sorpresa, se tragó entera, sin derramar ni una gota, al igual que hice yo con sus jugos maravillosos.

Me separé un poco de ella, me incorporé y me acerqué para besarla. Nuestras bocas probaron el sabor de cada uno de sus jugos, lo que me calentó de nuevo y me metí en ella… oooh, que sensación, de sólo recordarla me caliento de nuevo, su vagina hervía y casi sentía que me quemaba el pene, esa chica era una fiera y follamos como locos hasta que volvimos a acabar, yo por precaución lo hice sobre su vientre y ella, muy golosa lo recogió y se lo tragó.

Luego de un rato en el que permanecimos abrazados, nos duchamos, bajamos a la cocina, nos tomamos un café con galletas y vimos algo de televisión.

Cuando ya iba siendo la hora de que su mamá volviera, Javiera se levantó y recogió sus cosas para “llegar” a la casa sin que la notaran, pero en ese instante, de su mochila, cayeron las llaves de su casa.

J: ¡Ups!

-La miré y me dijo “bueno, me descubriste, es que siempre que salía, te veía así concentrado en tu ventana y hoy la verdad es que ya no daba más y como estabas ahí mirándome el culo pues... tenía que apostar”

- Luego de eso, volvió a ponerse su ropa que ya estaba seca, me dio un beso y se marchó.

Al rato llegó su madre a casa y yo me quedé aun en shock por lo que descubrí, pensé que tenía yo el control y ella tenía todo planeado, diría que hasta lo de la tinta. Pues no me molestó porque, lo que disfruté con esa chica, me transportó a mis años mozos y me hizo rejuvenecer como 20 años diría yo.

Me puse a leer un rato, cuando me llega un mensaje al teléfono.

“Gracias, estuvo todo maravilloso, me encantó... por cierto, me preguntan si de pronto quisieras compartir un poco de leche”... y luego de eso, una foto en la que ella y su mamá salían seductora y juguetonamente mostrándome la lengua… caramba, esto se viene bueno.

Cuando ocurra, les contaré.

Por Herrente

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