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miércoles, 27 de julio de 2022

La masturbación "en familia"


Capítulo 1

A mí siempre me ha gustado masturbarme mucho aunque tenga novia. No hay nada mejor que una buena mamada de huevos mientras te la estas jalando y viendo pornos. Conocí a mi novia en el gym hace 3 meses. No, ella no es chica gym. Ella trabaja en el desayunador que tiene el gym haciendo los desayunos y malteadas que ahí se venden. Yo tengo 34 años y ella 26. Es chaparrita y delgadita, no es musculosa pero se alimenta bien y está en forma, blanca y con un cabello negro muy largo y esos hermosos ojos tapatíos.


La verdad tampoco está nalgona ni chichona, básicamente es una mujer normal. Al principio no me gustó mucho pero luego de que conocí a su hija empecé a cortejarla. Mi novia Guadalupe o “Lupe” como la llaman fue madre por primera vez a sus 15 años; un varoncito Ruben que hoy tiene 11 años y después fue madre a los 18 de su hijita Fabiola que tiene 8 años. Apenas había nacido Faby cuando su novio las abandonó, Rubén y Faby son medios hermanos (tienen diferente papá). Mi novia tuvo una vida difícil y relaciones poco duraderas. Yo me di cuenta de como ella me observaba cuando iba al desayunador y siempre me hacía plática. Cuando me empecé a interesar por ella salía sin camisa para que me observara mejor hasta que un día me ofrecí a llevarla a su casa y me dijo que tenía que recoger a sus hijos y aproveché para invitarlos a comer a todos. Así poco a poco me fui integrando a su familia y ganando la confianza, pues ambos no queremos sexo express aunque las primeras veces así fueron. No vivimos juntos pero a veces me quedo a dormir en su casa, más los fines de semana. Algunas veces la nena nos observa cuando cogemos y eso me excita mucho, mi novia lo sabe.

En su casa sólo tienen un baño y me estaba masturbando ahí viendo porno en mi celular cuando de pronto Rubén abrió la puerta y era inevitable esconder mi verga dura. El niño cerró la puerta y se fue apenado. Al terminar le conté a mi novia el momento incómodo y me comentó que ella había visto a Faby masturbarse también, y me dijo que ya era hora de hablarles de ese tema que con Faby no tendría problema pues ambas son mujeres pero que con Rubén le daba pena puesto que nunca habían hablado de sexualidad, me pidió que fuera yo quien le hablara sobre la masturbación y de forma sarcástica me dijo “al cabo eres experto en ese tema”. Yo me negué pero ella insistió en que lo hiciera y a cambio me dejaría hacer lo que yo quisiera (sugiriéndome que le hiciera algo sexual con ella) y le dije que lo haría si me dejaba hacerlo totalmente a mi manera y que sería una manera muy extraña pero serviría para enseñarle bien. Llegamos a ese acuerdo y esa misma tarde comenzamos el plan. Le presté el carro a mi novia para que se fuera a hacer el super y le dije que a Rubén, Faby y a mí nos dejara en mi casa, se quedó intrigada y me dijo que la niña no la ocupaba pero le dije que era parte del plan. Ya en mi casa dejamos a Faby en el patio trasero jugando con los perritos, a ella le gusta jugar mucho con ellos y correr y mientras llamé a Rubén y lo llevé a mi cuarto y me disculpé con él por lo que había visto en el baño de su casa. Me dijo que no había problema y que no le diría nada a su mamá y le contesté que su mamá ya sabía

Rubén: Te juro que yo no dije nada
Yo: No te preocupes “Rube” (como le digo) fui yo quien le dijo a tu mami porque me sentí incómodo que me cacharas justo en ese momento.
Rubén: yo no sabía que estabas ahí, yo sólo iba a orinar
Yo: Ya lo sé, fue mi culpa, olvidé cerrar la puerta con seguro, es que aquí en mi casa ni siquiera cierro la puerta. Siempre estoy solo, podría masturbarme en la cama, en la sala, en la cocina ¡hasta en el patio!
Sin darse cuenta yo ya le estaba hablando de la masturbación en un plan, a pesar de la edad, de amigos para que el tema no fuera difícil.
Rubén: ¿Qué estabas haciendo en el baño?
Yo: ¿No lo sabes? ¿O quizá lo sabes y te da pena decirlo?
Rubén: ¿Te la estabas puñeteando?
Yo: Sí ¿tú no te masturbas?
Rubén: No, yo no. Yo de verdad ni hago eso.
Yo: ¿Cuántos años tienes Rube?
Rubén: 11
Yo: ¿Y nunca has sentido ganas de tocarte o masturbarte?
Rubén: ¡No!

Lo noté algo molesto e incómodo pero yo sabía que lo hacía.
Yo: A tu edad yo me masturbaba mucho, agarraba películas de mi papá y me ponía a verlas cuando no estaban, y como casi nunca estaban muy seguido lo hacía. Es más a tu edad ya tenía bastantes vellos siempre fui muy peludo.
Rubén: ¿Y si estás muy peludo?
Yo: Me viste en el baño totalmente desnudo ¿Estoy muy peludo?
Rubén: ¿Cuándo crezca seré igual de peludo que tú?
Yo: Eso no lo sé. Quizá si tu papá era peludo puede que seas peludo como él. La verdad no sé nunca he visto fotos de tu papá ni del papá de Faby.
Rubén: mi papá era güero y no era peludo, bueno no recuerdo mucho de él. Y el papá de mi hermana era muy moreno, casi negro pero él duró muy poco en la casa. No me dejaba decirle papá. Oye ¿y si estás muy peludo?
Yo: ¿Por qué quieres saber eso?
Rubén: Es que no te vi bien. No me acuerdo bien de lo que vi.
Yo: ¿Y quieres acordarte?
Rubén: No, como crees. Sólo decía.
Me acerqué a la puerta de mi cuarto y la cerré con seguro, luego me quité la camisa y el pantalón para quedarme sólo en bóxer. Rubén no dejaba de observarme.
Yo: ¿Estoy peludo?
Rubén: Sí ¿por qué te quitaste la ropa?
Yo: Porque querías saber si estaba peludo o no, yo creo que nací con pelos jajaja (le dije bromeando). Y tú ¿ya tienes pelitos?
Rubén se bajó un poco el pants que llevaba puesto y me dijo “muy poquitos pero ya están creciendo”
Rubén: ¿Y qué veías en tu cel?
Yo: ¿Qué te parece si nos hacemos preguntas? Yo te pregunto cosas y tú me respondes pero sin mentir, vamos a ser honestos y decirnos todo. ¿Te has masturbado?
Rubén: ¡No! Ya te dije que no hago eso.
Yo: Veo que no quieres jugar ni ser honesto, entonces yo tampoco te diré lo que veía en el celular.
Me levanté de la cama y fui a recoger mi ropa y en eso Rubén me alcanzó
Rubén: No, no no. Espera Chris. Un poco.
Yo: ¿Un poco qué?
Rubén: Me he masturbado un poco. ¿Ahora sí me dirás que veías?
Yo: Ya ves que fácil es hablar, no te preocupes lo que me digas no le diré a tu mami pero debes ser honesto. Estaba viendo unas pornos en el cel, cada que me caliento me pongo a ver un video y me la jalo.
Rubén: ¿Y de qué era el porno?
Yo: De un señor que se coje a la niñera.
Rubén: ¿Y se la metía toda? ¿La tiene más grande que la tuya?
Yo: Me haces muchas preguntas y no me dejas preguntar nada.
Rubén: Perdón Chris ¿Qué me vas a preguntar?
Yo: Muchas cosas. Dime ¿Qué tan frecuente te masturbas? ¿Dónde lo haces? ¿Has visto pornos?
Rubén: Uy si son hartas preguntas pero te voy a contestar todas y tú a mí, nomas no le digas nada a mi mamá. Me masturbo una vez a la semana, también cuando estoy sólo en la casa o cuando Faby ya se durmió. Algunas veces he visto pornos en los celulares de mis amigos o en el ciber, muy pocas veces porque no tengo celular y en la casa mi mamá casi siempre está en la computadora.
¿qué pues? ¿Sí se la metía toda? ¿Tú la tienes más grande?

De mi pantalón saqué el iPhone y le puse el video, lo había abierto en la navegación privada del safari y así lo dejé, le presté el cel a Rubén y el sin dudarlo se puso a verlo, hasta le subió el volumen. Yo le bajé un poco y pude ver que él ya estaba excitado. Faby tocó la puerta pues ya teníamos rato en el cuarto.
Faby: Chris tengo mucha sed ¿por qué tienen la puerta cerrada?
Rubén se espantó un poco y dejó el celular, sólo quería taparse su erección.
Yo: Estamos viendo una película de Chucky.
Abrí un poco la puerta y saqué la cabeza
Yo: ¿Quieres pasar a verla?
Faby: No, no no. Ese me da mucho miedo.
Yo: Ve a tomar agua, hay agua fresca en el refri. A un lado del refri dejé unas galletas por si quieres o frutas, pero no tomes refresco porque tu mami se va a enojar. Ahorita que termine la peli te hablo ¿sí?
Faby: ¿Puedo prender la TV de la sala?
Yo: No, mejor ve al cuarto de TV aquí al lado, la pantalla es más grande y si cierras las cortinas se verá mejor, pero trata de no derramar nada ¿ok? Y con cuidado cuando subas las escaleras, si no puedes cargar todo da dos vueltas. Ten cuidado ¿me entendiste?
Faby: sí papi, jajajajaja te dije papi, me equivoqué.
Faby bajó corriendo las escaleras y volví a cerrar la puerta con seguro, Rubén estaba un poco nervioso.
Yo: ¿No te gustó la porno?
Rubén: Sí, está muy chingona pero no quiero que mi hermana vaya de chismosa.
Yo: Tu mamá me dijo que le tiene miedo a Chucky así que ya no vendrá puedes verla con tranquilidad.
Rubén: Pero le dijiste que se subiera a ver la TV aquí al lado.
Yo: Es mejor que esté cerca así oímos cuando llega, tú tranquilo.
Rubén: Oye yo creo que tú la tienes más grande que el de la película
Yo: No Rube, los de las pelis están muy vergones, la mía es grande pero no tanto como la de ellos.
Rubén: ¿cuánto te mide?
Yo: 20 0 21 pero con eso hago gritar rico a tu mami.
Rubén: ¿en serio te mide 21? Con razón la escucho que grita cuando te la coges.
Yo: ¿Nos has escuchado?
Rubén: sí, hasta Faby. A veces ella se levanta y va a oír y yo pues me quedo y a veces me la jalo imaginándome cosas.
Yo: ¿Qué te imaginas? ¿Qué te coges a tu novia?
Rubén: No, no tengo novia pero me imagino otras cositas y me la puñeteo a la carrera antes de que regrese Faby.
Yo: No deberías hacer eso.
Rubén: por favor no le digas nada a mi mamá.
Yo: Ya dijimos que no le diremos nada ¿verdad? A lo que me refiero es que no debes de masturbarte a la carrera, debes hacerlo lento y disfrutarlo, sin prisas para que en el futuro no tengas problemas, sin apretarte demasiado la verga, suavecito, lento…
Rubén: ¿tú así le haces?
Yo: Te voy a enseñar cómo se debe hacer porque es importante para que tu verga siempre funcione bien, pero eso no basta. Cuando tengas sexo con una mujer debes aprender a satisfacerla también, no todo se trada de nuestro placer. Abre el buró que está cerca de la ventana y pásame una caja roja que tengo ahí.

En Ese buró tenga una caja roja con condones, lubricantes y una fleshlight de vagina. Antes tenía una muñeca inflable pero la verdad son muy incómodas. También tengo un par de vibradores para cuando me toca alguna amiga insaciable y un dilatador anal para prepararlas poco a poco. Me gusta mucho el sexo, las pornos y masturbarme, soy muy caliente. Rubén sacó la caja y la abrió, le dije que me pasara el lubricante y nos acostamos los dos en la cama, prendí la laptop y puse unas pornos.

Pusimos el volumen bajo y Rubén estaba excitadísimo, yo un poco, le dije que se quitara la ropa y yo me quité el bóxer. Mi verga ahora ya estaba muy dura mientras veíamos a un maduro cogiéndose a una chavita que podría ser su hija. Rubén observaba mi verga y todos mis vellos, con un poco de pudor se quitó la ropa y se rescostó, estaba excitado como todo puberto de su edad. Su verga chica y dura, con algunos vellos rubios y sin circuncisión, sus bolas elevadas y duras, me puse lubricante en mi verga y huevos y le dije que hiciera lo mismo.
Yo: Ahora suavemente moja bien tu verga con el lubricante que cubra toda, frótate suavemente los huevos y mastúrbate lento, imagínate que nadie te ve, abre un poco los pies y siéntete cómodo.

Rubén lo hacía pero sin dejar de observarme y poco a poco acercaba su cuerpo al mío. El tipo de la peli era un maduro de huevos enormes y canoso mientras la chavita era una asiática que parece niña, se llama Kitty Yung. Su cuerpo todo depilado que tan sólo con verla en la pantalla me hacía sentir que era suave, su vagina pequeña y sus pechos apenas parados, mientras se comía con toda facilidad la enorme verga del maduro que le daba duro sin cesar y ella gemía de lo más rico. Me daba un poco de envidia ver como ese maduro disfrutaba a la yung mientras yo estaba en un cuarto con un puberto enseñándole a masturbarse aunque valdría la pena pues todo tiene su recompensa. Rubén me dijo que estaba a punto de venirse y le dije que se masturbara más lento y que si sentía que ya le iban a salir que mejor dejara de jalársela y esperara un poco, mientras le envié un whatsapp a mi novia diciéndole que se tardara y no regresara a casa pronto. Ella es feliz haciendo compras aunque sea el super.

Rubén: ¿Por qué tienes tantos vellos Chris?
Yo: supongo que es hereditario, así es mi papá, hermanos y abuelos, tíos… somos unos changos.
Rubén: ¿Vas mucho al gym?
Yo: Voy todos los días, ahí conocí a tu mamá.
Rubén: Mi mamá es muy afortunada de haberte conocido.
Yo: ¿Por qué dices eso?
Rubén: La mayoría de sus novios la conocen poco, la cogen y después de unas semanas se van, tú eres diferente. Además con esa verga grandota la debes hacer feliz.
Yo: Quiero mucho a tu mamá, a tu hermanita también.
Rubén: ¿Y a mí?
Yo: También.
Rubén: Tus vellos son un poco oscuros ¿puedo tocarlos?
Yo: ¿y eso para qué?
Rubén: No, por nada, olvídalo.
Se alejó un poco Rubén y entonces yo lo tomé de su mano y se la puse en mi pecho.
Yo: Puedes tocarlos, no pasa nada.
Rubén: Se sienten muy suaves

Y así mientras el tocaba mi pecho yo observaba la peli y me masturbaba. Rubén volvía a estar erecto y se masturbaba. Recorría mi pecho y los cuadritos de mi abdomen, cuando iba bajando más le dije que hasta ahí podía llegar.
Rubén: ya no aguanto más, me va a salir la lechita.
Yo: espera un poco Rubén, un poco más.

Tomé un vibrador de la caja roja y se lo puse un poco debajo de los huevos, lo prendí y apenas y se lo froté el soltó un gemido y junto con ese gemido salieron sus mecos, chosrros y chorros brotaron de su verga hasta le cayeron en su cara y cabello, de los hombros hasta su abdomen plano, su respiración se agitaba demasiado.
Yo: vaya, parece que no te habías masturbado en años.
Rubén: me acabo de masturbar en la mañana, cuando iba al baño me iba a volver a masturbar pero ahí estabas tú.
Yo: debajo de la cama hay una toalla, límpiate con esa y si quieres puedes bañarte.
Rubén: ¿duras mucho jalándotela?
Yo: Un poco, me gusta disfrutar.
Rubén: cuando pusiste esa cosa que vibra sentí que iba a explotar, es algo raro pero se siente chido.
Yo: es un vibrador, con ese vuelves locas a las mujeres.
Rubén: Y esta cosa transparente ¿qué es? Parece una linterna.
Yo: esa es un fleshlight.
Rubén: ¿para que sirve?
Yo: Ábrela y ponle un poco de lubricante.
Rubén: ¡que chistosa! Parece una vagina de plástico.
Yo: Eso es lo que es, sirve para masturbarte, es mejor que la mano. Le pones lubricante, mucho lubricante y de ahí le metes la verga como si fuera una mujer.
Rubén: Quiero verte usarla.
Yo: Ponle lubricante, mucho y la usaré.

Rubén le puso lubricante y me la pasó, yo me la puse en la verga y comencé a masturbarme. Era genial sentir como mi verga entraba en esa vagina de plástico mientras cerraba mis ojos y pensaba en la conchita de Faby, en lo rica que la ha de tener y lo apretada que debe estar.
Rubén: ¿Se siente rico?
Yo: ¿Por qué no la pruebas y lo descubres? Anda mete tu verga ahí.
Le pasé la fleshlight a Rubén y él con un poco de temor metío la verga.
Rubén: ¿así se siente una mujer?
Yo: No, se sienten mejor las mujeres pero eso es lo más cercano a una de ellas.
Rubén: ¿Mi mami como se siente?
Yo: Fenomenal, a pesar de haberlos tenido aún aprieta y por el culito se siente de maravilla.
Rubén: ¿Se la metes por el culo a mi mamá? ¿Te gusta meterla por ahí?
Yo: Parece que no te ha gustado sentir la fleshlight, sería mejor que le pongas un poco más de lubricante y me la pases.
Rubén: Perdón no quise hacer esas preguntas.
Yo: Está bien, dijimos que preguntaríamos todo, peor estoy caliente y quiero vacearme, dame esa fleshlight.
Rubén: ¿Puedo ayudarte?
Yo: si eso quieres eso haz, pero suave.

Rubén tomó con sus dos manos la fleshlight y comenzó a masturbarme lentamente, le pedí que la bajara completamente hasta que mi verga topara en el fondo y que le diera suave, que si la hacía entrar y salir toda me sentiría mejor y me daría más placer y así el niño lo hacía como un experto. Cuando estaba a punto de vacearme le quité las manos sacando mi verga de la fleshlight, la arrojé al piso y me masturbé con mi mano, ya faltaba poco. Rubén se puso entre mis piernas y observaba
Yo: ¿Te gusta ver?
Rubén: Nunca había visto.
Yo: ¿Te gusta ver?
Rubén: Sí, me gusta ver como lo haces y quiero ver tu leche cuando salga.
Comencé a masturbarme muy fuerte y le puse su mano en mis huevos.
Yo: frótalos suave y jála un poco los pelos, dales masaje, jala un poco el escroto.

Al cabo de unos minutos salió el primer chorro directo arriba, con una gran velocidad y cayó en mi pecho, luego seguí aventando más y más chorros. Caía mi leche por todos lados, hasta en la sábana, con un pequeño movimiento hice que un chorro le cayera a Rubén en su pecho y pierna.
Mis huevos estaban elevados, muy elevados, Rubén los acariciaba, sólo pensaba en las mamadas de huevos que me da su mamá y lo rico que lo hace. Mi verga estaba dura y palpitante, cuando dejó de salir los mecos mi verga tenía las venas saltadas y seguía palpitando. Gemí de placer.
Faby: ¿Ya se acabó Chucky?
Lo dijo detrás de la puerta.
Yo: No, aún no. Pero ya casi se acaba.
Faby: Quiero más galletas ¿puedo agarrar más galletas?
Yo: Agarra todas las galletas que quieras pero deberás decirle a tu mami que sólo te comiste un pequeño paquete ¿de acuerdo?
Faby: Gracias Chris ¡Te quiero como si fueras mi papá!

Me limpié los mecos con la toalla y con mi mano embarré el pecho de Rubén y su pierna
Yo: Te cayeron mis hijos en ti, vamos a cambiar la sábana antes de que llegue tu mamá.
Le limpié su cuerpo con la toalla y cambiamos la sábana, igual y eché un pco de aromatizante y abrí la ventana porque olía a mecos por todos lados.
Rubén: ¿A mi mami se los echas en la cara?
Yo: Sí, me encanta echárselos ahí cuando me mama los huevos, pero cuando me la cojo duro se los echo adentro.
Rubén: ¿Y a mi mamá le gusta?
Yo: A ella le gusta todo lo que le hago.
Rubén: Con esa verga a todas les debe gustar lo que les haces.
Yo: ¿Tú no le haces nada a tus amigas?
Rubén: No, nunca lo había pensado. Cuando me masturbo pienso en las mujeres que veo en las pornos de mis amigos, como les meten toda la verga o se sientan en ellas.
Yo: Bueno algún día lo harás con una amiga sólo debes tener cuidado y usar condón ¿no quieres ser papá joven verdad?
Rubén: ¿Y tú no quieres tener hijos?
Yo: Por ahora no, sé que estoy muy grande pero aún quiero divertirme más. ¿Sabes hacer sexo oral?
Rubén: No, ¿cómo es?
Yo: Es cuando le mamas la puchita a tu novia o amiga, eso las calienta y las hace mojarse
Rubén: ¿Qué es mojarse?
Yo: Cuando se excitan comienzan a lubricar su vagina, así es más fácil meterles la verga, parece que les sale agua de adentro, como una babita, y así mojaditas entra muy rico la verga.
Rubén: ¿Y como se mojan?
Yo: Todas son diferentes, debes averiguar que es lo que les gusta. Pero básicamente si empiezas a acariciarlas y darles besos por todo su cuerpo se excitan, debes ir lento porque ellas tardan más en excitarse que nosotros los hombres. Lento pero seguro y con una buena mamada que les des en su puchita y les muevas el clítoris se prenden muy rico.
Rubén: sólo he visto las puchitas en las películas.
Yo: ¿Y nunca se la has visto a tu mami? ¿ A faby?
Rubén: No, bueno a mí mami antes cuando nos bañábamos juntos y a Faby algunas veces cuando mi mamá nos dice que nos bañemos juntos cuando no hay mucha agua en la casa o cuando ella sale de bañarse, siempre sale encuerada del baño al cuarto y brinca así en la cama.
Yo: Y ¿cómo tiene su puchita Faby?
Rubén: Chiquita, gordita, muy oscura pero se le ve bonita, bueno nunca la he visto bien…
Yo: ¿Qué te parece si se la vemos? De paso podemos enseñarle como se debe masturbar y puedes ver una puchita de cerca para que aprendas donde debes tocarla y que hacer para cuando tengas a tu novia o amiga…

Rubén dudo un poco pero su verga parada lo delataba, esa tarde mientras mi novia seguía en el super aproveché para hablarle un poco a Faby de como masturbarse y de paso darle una pequeña clase de anatomía a Rubén.

Capítulo 2

Acababa de masturbarme con Rubén, el hijo de 11 años de mi novia, y seguía caliente. Porque todo el rato estuve pensando en Faby, la pequeña hija de mi novia, y lo hermoso que debe tener su conchita. Me puse el bóxer y le dije a Rubén que se pusiera el suyo, luego llamé a Faby para que viniera a mi cuarto. Faby tiene 8 años pero es una niña muy despierta. Está un poco pasada de peso, es una morenaza ardiente, me encanta su color de piel y tiene uno ojos muy grandes color café.

Yo: Faby ven al cuarto por favor.
Faby: si Chris ¿ya se acabó la película de Chucky?
Yo: Ya Faby, ahora puedes pasar a mi cuarto y vamos a ver pelis y a jugar un poco.
Faby: ¿Por qué andan en puros calzones tú y mi hermano?
Yo: Porque así estamos jugando y si quieres jugar tú también debes quitarte tu ropa.

La nena no dudó en quitarse la ropa y a los pocos segundos ya estaba arriba de la cama brincando tan sólo usando su ropa interior. Rubén estaba un poco nervioso.
La tomé de las manos y la hice que brincara, mi verga ya estaba muy dura de nuevo a pesar de que me acababa de masturbar. Rubén estaba a la orilla de la cama mirando TV y yo cuando se caía Faby aprovechaba para ponérmele encima y acariciarla.

Faby: ¿Qué tienes ahí Chris? Lo dijo señalando a mi bóxer.
Yo: Es mi pajarito Faby que está despertando por verte.
Faby: Rubén también tiene un pajarito y se lo toca en las noches.
Rubén: ¡Cállate! No seas mentirosa
Faby: A que sí es cierto. Cuando regreso de ver a mi mami con Chris tu siempre estás así.
Rubén: No es cierto ¡No seas mentirosa!
Yo: Ya Rubén, no tiene nada de malo lo que dice. ¿Te gusta ir a vernos Faby?
Faby: emmmm no, yo no voy a verlos.
Yo: Hace rato Rubén y yo platicamos mientras vimos la película y él no me mintió ¿Sabes por qué no miente?
Faby: No lo sé.
Yo: Porque cuando los niños mienten mucho viene Chucky por ellos y se los lleva lejos de casa.
Faby: ¡Ay Dios mío!
Yo: ¿Quieres que venga por ti?
Faby: ¡Ay mamacita! ¡No, no, no! Que no venga ¡Que no venga!
Rubén: Sí es cierto y va a venir por ti por mentirosa.
Faby corrió a mí y se me abrazó. Mis pelos rozaban su bella cara y con mis manos le agarraba el culo. Ese culo enorme que tiene, las nalguita bien levantadas.
Yo: Chucky no va a venir pero ya deja de mentir ¿Te gusta ir a vernos Faby?
Faby: En la noche cuando oigo que mi mami grita voy a la puerta y los veo.
Yo: ¿Y qué es lo que ves?
Faby: A mi mami siempre sentada arriba de ti y sin ropa y a veces ella te chupa su pajarito
Yo: Sí, eso es lo que hacemos cuando ustedes se duermen. Algún día Rubén va a tener novia y su novia le va a chupar su pajarito. Cuando tú tengas novio le vas a chupar su pajarito también. Y tu novio te va a chupar la conchita gordita que tienes. Vas a sentir rico.
Faby: ¿Qué es la conchita Papi? ¡Ay te dije papi otra vez!
Yo: No te preocupes Faby puedes decirme Chris o Papi como tú quieras y la conchita es esto que tienes aquí. (Le dije mientras le la tocaba).
Faby: jajaja ¡eso no se llama cocnhita! Es mi Panuchi
Yo: Me dejas ver tu Panuchi ¿sí? Por favor.
Faby: No porque aquí está Rubén.
Rubén: Yo no lo quiero ver, lo tienes negro y gordo tu panuchi.
Yo: Ándale princesita déjame verlo ¿sí?
Faby: Qué no porque aquí está Rubén, cuando se vaya te lo enseño.
Me dirigí a la puerta y le hablé a Rubén, le dije que esperara afuera mientras ella me enseñaba su Panuchi, él un poco molesto se salió del cuarto y le dije “pórtate bien” mientras me agarraba mi verga toda dura bajo el bóxer.
Rubén: ¿Me quieres Chris?
Yo: Claro. Eres hijo de mi novia.
Rubén: ¿Yo también puedo decirte papi?
Yo: Sólo cuando te portes bien ¿Vas a portarte bien? (le dije mientras le agarraba sus nalguitas)
Rubén: Sí, voy a hacer lo que me digas y a portarme bien.
Yo: Entonces espera aquí

Me metí al cuarto y Faby brincaba en la cama, se veía tan rico, sus pequeñas tetitas brincaban y su culito bien paradito. Tenía unos calzoncitos blancos medio rotos, sin ningún diseño. Una pequeña parte de la nalguita se le salía. La tumbé en la cama y cuando la tenía acostada le hice cosquillas con mi barba. Ella no paraba de reír. Le quité su calzón y ella reía más fuerte, me decía que le daba vergüenza que le viera su Panuchi. Jalé su calzón y sus pies se iban elevando hasta que por fin le quité su calzón. Ella abría las piernas y las cerraba. Sus labios se le veían gorditos, muy morenos y olía poquito a pipí. Me quité el bóxer y mi verga brotó muy dura, ya estaba babeando de tan caliente que estaba. Me puse sobre ella y con mi barba seguía rozando su panzita y le daba besos . Ella reía muy fuerte y le hice más cosquillas de pronto en un movimiento me golpeó con su pie en mi nariz. No me dolió el golpe de lo caliente que andaba aún así fingí que sí. Me tapé la cara con ambas manos y me acosté boca arriba.

Faby me veía la verga y sentí su mano tocarme
Faby: ¿Qué tienes papi?
Yo: Me golpeaste la nariz y me duele, me duele mucho.
Faby: Lo siento es que me hacías cosquillas y no me fijé
Yo: Me duele mucho
Faby: Ya no me digas eso (puso cara triste y su voz se quebraba.
Yo: Eres mala Faby. Yo te cuido y juego contigo y mira lo que tu me haces.
Faby: Ya te dije que no quería pegarte (me lo dijo casi llorando)
Yo: Pero me duele, me duele mucho mi nariz.
Faby: A ver quítate las manos. Yo no veo nada, ni sangre tienes
Yo: Si me das un besito se me va a quitar el dolor.
Faby rápidamente se acercó a mi cara y me dio un beso en la mejilla. Y era hora de que yo aprovechara.
Yo: No Faby, ahí no. Dame un beso
Faby: ¿Po’s donde? ¿En la boca?
Yo: No faby, dame un beso como me los da tu mami en la noche cuando nos ves.
Faby supo bien a que me refería. Se fue de rodillas hacia la parte media de mi cuerpo, tomó con un poco de temor mi verga con sus dos pequeñas manitas. Mi verga estaba palpitante y babosa de tanto precum. Y yo esperaba con ansias mi beso. Sentir esos pequeños labios en mi verga. Si ya con sentir sus manitas casi me volvía a venir.
Faby: Ay pero tiene babita, así no la quiero besar.
Yo: Anda preciosa sólo un besito como los que me da tu mami.
Faby: Está bien.
Entonces me dio un beso muy rápido justo debajo del glande y me agarró los bellos. Yo quería más pero debería avanzar lento. Voltee a la puerta y miré que Rubén nos veía. Le hice una seña de que viniera pero él con la cabeza me decía que no y le insistí.

Me puse de pie mientras que acostaba a Faby con sus piernas abiertas.
Yo: Ahora voy a besarte yo tu conchita.
Faby: No se llama conchita ¡Se llama panuchi!

Me incliné hacia ella poniendo sus pies en mis hombros y como si fuera un oso comiendo miel me puse a chuparle su “Panuchi” Tenía ese excitante olor que las niñas de su edad esprenden, mi verga se ponía más tiesa y seguía aventando precum. Era lo que siempre había soñado, lo que deseaba desde que conocí a Lupita y al fin ese día tan esperado había llegado. El día que tanto había soñado me estaba pasando ahora en realidad. Y lo mejor todo fluía en perfecta armonía. Yo no dejaba de comerle esa conchita tan sabrosa que tenía. Le abri sus labios para ver ese tierno hoyito que tenía tan chiquito y cerradito, podía ver su fina telita de himen, su clítoris apenas brotando en ese enorme monte de venus que tenía mi pequeña princesita, mi Faby.

Le llamé a Rubén y Faby me tapaba la boca. Me decía que no quería que la viera él desnuda. La sujete con fuerza de ambas manos con una mano mía y con la otra le tapé la boca. Grite fuerte a Rubén porque no me obedecía.

Yo: ¡Rubén! ¡Rubén que vengas ya por una chingada! ¡Te estoy hablando!
Rubén se acercó temeroso, yo estaba molesto porque el tiempo se acababa y tenía muchos planes e ideas en mi cabeza, fantasías y demás que quería hacer antes de que mi novia volviera.
Temeroso un poco llegó Rubén, Faby se tapaba la cara y yo le abría las piernas.
Yo: ¿Te gusta como se ve?
Rubén: No. La tiene fea
Faby: Mi Panuchi no está feo, está bonito.
Mira Rubén si quieres hacer feliz a una mujer debes aprender a mamarle su Panuchi, con eso la harás feliz y la vas a calentar y ya caliente va a mojarse y será fácil que se la metas hasta el fondo.
Rubén: pero yo no quiero metérsela a mi hermanita.
Yo: No se la vas a meter, sólo te la enseño para que la conozcas y sepas como se debe hacer.
Comencé a masajearle el clítoris a Faby, ella se reía y gemía a la vez
Yo: ¿Ves lo que sucede Rubén? ¿Te gusta como se siente eso Faby?
Faby: Me da cosquillitas siento que me voy a hacer pipí.
Rubén salió enojado del cuarto. Fui por él y lo encontré de brazos cruzados en el cuarto de TV.
Yo: ¿Por qué te enojas si dijiste que te ibas a portar bien? (le dije mientras me agarraba mi vergota ya bien lubricada
Rubén: No me gusta hacer nada con mi hermana, ella es bien mitotera. Nos vas a meter en problemas estando con ella.
Yo: Papi no te va a meter en problemas y Faby no va a decir nada, ella también debe aprender a masturbarse, bueno a decir verdad ella ya sabe como hacerlo.
Rubén: Está bien papi vamos a jugar con ella.
Yo: Pero no es un juego, es parte de la sexualidad que los padres debemos enseñar. No son mis hijos pero si no le enseño yo alguien más lo hará o lo aprenderán de otra manera. Es mejor que yo les ayude.
Lo tomé de la mano y Faby estaba brincando en la cama desnuda cuando llegamos al cuarto.
Yo: Faby acuéstate y vamos a jugar como cuando yo juego con tu mami ¿quieres aprender cositas nuevas?
Faby: chiiiiiiii, chiiiiiiii ¡vamos a jugar!
Yo: Pues acuéstate boca arriba y abre los pies, lo más que puedas
Faby: Así papi?
Yo: Sí, así mi princesita hermosa. ¿Quieres aprender Rubén?

Mira Rubén éste es su panuchi como le llama ella, éstos son sus labios, su clítoris, su vagina, su montecito de venus.
Así le fui diciendo cada parte a Rubén mientras el ponía atención y mientras Faby se quedaba quieta y de vez en cuando soltaba una carcajadita. Luego le dije a Favby que ella también pusiera atención y comencé a masturbarla. Ella se retorcía de placer y gemía, yo le indicaba a Rubén como debería hacer para que se moje su novia (cuando la tenga) y a Faby le decía que ella debería encontrar el punto donde sienta más placer, no a todas les gusta lo mismo.

De pronto cuando le estaba frotando el clítoris con mis dedos y metía ligeramente uno en su canalito de la vagina sin romperle nada ell sóltó un chorrito de pipí y se asustó. Le dije que era eso normal, que no se preocupará, que volveríamos a cambiar las sábanas. Luego puse a Rubén a que la masturbara pero el no se atrevía a tanto, se volvío a retirar, ésta vez yo ya no le iba a decir nada, me estuve enfocando en Faby.

Yo: ya que se fue tu hermanito muéstrame cómo te tocas cuando nos ves a mami y a mí.
Faby: Me gusta como se siente aquí (tocándose la vagina y el clítoris) pero a veces siento que me haré pipí y ya no me toco más.
Yo: Te gusta masturbarte Faby?
Faby: ¿Qué es eso papi?
Yo: Eso que haces, cuando te tocas y sientes rico, esas cosquillitas que sientes, cuando te vas a hacer papi.
Faby: sí me gusta mucho, pero no quiero mojar la cama
Yo: La mía la puedes mojar ¿qué te parece si pongo una toalla debajo de ti para que la mojes sin pendiente?
Rápidamente fui por la toalla, ella se levantó, la tendí en la cama, la puse en cuatro volteando hacia la ventana y con su vagina hacia la puerta donde sabía yo que estaría Rubén observándonos.

Me encanta como se les ve la conchita cuando están de perrito, esos labios gorditos que nada les cuelga y las hace lucir como empanadita. Apenas un poquito abierta que la rayita se les ve rica como invitando a penetrarlas, a dejársela caer toda. Mi verga palpitaba, parecía que tenía un ataque epiléptico de tanto que se me movía, las venas un poco saltadas, la cabeza ya bien pelada y seguía aventando lubricante, los huevos me subía y me bajaban, mi respiración se agitaba, mi corazón latía a mas no poder, mi piel se erizaba. Al fin tenía el tesoro frente a mí, ese tesoro que había fantaseado tener y que ahora que lo tenía en frente no sabía qué hacer, quería hacerle todo pero no era apropiado. Para qué hacer algo rápido si tendríamos muchos mejores tiempos después, para que asustarla, para que ir de prisa si poco a poco se puede llegar a la meta y que ella disfrute todo, tal vez si paraba ella solita pedía las cosas. Faby, cómo ya lo dije, es una niña muy despierta. Pero a pesar de todo no pude más. Teniendo mi verga libre me inqué. Faby estaba de perrito viendo a la ventana y escuchando a los perritos jugar, le abrí sus labios y voltee a con Ruben como diciéndole “Observa lo que hago”. Ya incado me acerqué a su rajita, la olfatee. Olía tan rico como a toda nena, con poquito pipí pero ese sabor y olor tan dulce que desprende. Sin dudarlo le dí la primer mamadad que me excité tanto y le mordí un labio
Faby: ¡Ay mamacita! Así no, me duele.

No dije ninguna palabra, sólo me levanté un poco y la hice que se acomodara otra vez igual, le di un beso en su boca y se quedó tranquilo, me calmé, no quería arruinar la oportunidad, ni lastimarla. Así que comencé a besarle su panuchi poco a poco, a dejárselo bien ensalivado y a mamarle el culito. Cuando le mamé el culito ella reía mucho y decía que ahí no, que mejor en su panuchi. Era yan rico verla de perrito son su culo gordete, esas nalgas bien paradas y ese hoyito de su vagina tan pegado al culito. Era imposible no mamarlos dos hoyos. Le mamé tanto que quedó rosada porque mi barba le empezó a raspar sin embargo ella pedía más y de pronto sin decirme nada aventó un chorro de pis, la sujeté de las piernas y le dije “suéltalo preciosa no temas, déjalo salir” y ella un poco temerosa decía que no que quería ir al baño pero le insistí y no la dejé levantarse. Wow sentir ese líquido que salía de su panuchi tan candente me volvía más loco, estuve mamándole varios minutos y ella no dejaba de mojar la toalla hasta que con clama le metí un dedito en el culo y otor en su vaginita tratanado de no lastimarla ni romperle nada, sólo la puntita frotando en sus labios, le dí una mamadita sn su clitorís y se volvía loca. Perdí la noción del tiempo,, sólo pensaba en esa conchita de piel oscura. Comérmela que ni me di cuenta de que ya Rubén estaba a mi lado observando todo.

Luego le dije a él como lo hiciera, probo un poco la conchita de Faby pero dijo que le dio asco. Yo ya no podía más, me acosté en la cama boca arriba y me senté a Faby en mi cara para comerle bien su raja, ella gemia de placer, le pedí a Ruben que me frotara los huevos y de pronto avente todos los charros. Me salieron muchísimos yo sentía que casi me desmayaba del placer, de que al fin mi fantasía, bueno una de tantas, se hacía realidad. Los chorros de leche volaban cayeron sobre la espalda de faby, su cabello y en mi abdomen. Faby decía que sentía cosquillitas al sentir que mi seben se derramaba hacia debajo de su espalda, que los sentía calientes y pegajosos y que a la vez le daba un poco de asco. No hay nada más rico que estár comiendo una rajita así de tierna mientras te la jalas, me faltaba una mamadota de huevos pero no estaba su mami para ayudarnos., Faby tenía su Panuchi todo rozado de tanta mamada que le dí. Le pedí a Rubén que me diera otra toalla, limpié a Faby y me metí a bañar ya que por se peludo el semen se pega muy gacho en mis vellos. Le dí una enuuagada rápida a Faby y mientras me bañaba Lupe mi novia me habló por teléfono que ya estaba entrando la condo.

Cuando salí de bañarme, un poco nervioso ella ya me esperaba en la cama. Faby y Rubén jugaban con los perritos y yo inqué a su mami para que me la mamara y después le di tremenda cogida que la hice sangrar un poco de su vagina, es algo estrecha. Pero yo estaba tan caliente que no quería parar. Ella bo sospechó nada sólo me dijo que por qué estaba tan caliente y le dije que con calma le contaría después. Finalmente, después de que me cojí a mi novia ella bajó a cocinar la cena y yo me eché una breve siesta, bajé al comedor y tuvimos una rica cena en familia. Faby to neía mucho que aprender, sino más bien practicar y disfrutar con papi. Todo marcha bien.

Disculpen si se me pasó la ortografía o no escribí bien pero tan sólo de recordar lo que hicimos me puse tan caliente que era difícil escribir en momentos

Por Chris34

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